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obispos colombianos

Jue 27 Mar 2025

Proteger y defender la familia

Por Mons. Ramón Alberto Rolón Güepsa - “Después que ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.»Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo». (Mateo 2,13-15) Desde el nacimiento del niño Jesús, la familia de Nazaret sufrió persecución, injusticia e incomprensión por parte de quienes le ven como competencia y siguen los lineamientos y normativas del rey judío, pretenden acabar con Él.La levadura de Herodes, enemigo de la fe, sigue hoy persiguiendo y hostigando a la familia tal como el Señor la instituyó desde el principio. Se intenta minar la concepción cristiana de la familia, desorientándola con ideologías que distorsionan su más sana visión. Por ejemplo, la ideología de género desarticula y divide, poniendo en riesgo el futuro de la humanidad. El mandato primordial «Crezcan y multiplíquense» queda sujeto al vaivén de interpretaciones humanas. Ya se observa cómo la población envejece y los nacimientos son cada vez menos; nuestros jardines escolares y escuelas tienen menos alumnos. Esto debe ponernos en alerta.Por otra parte, la posición abortista sigue cobrando la vida de inocentes, avalada por legislaciones de tinte ideológico que agravan la crisis de nuestra humanidad.Nuestro cometido, como miembros de la familia cristiana, es defenderla de estos ataques de sabor herodiano. Debe ser un compromiso de fe. Es necesario escuchar la voz de Dios, como lo hizo José con la Sagrada Familia, y apartarnos de todo lo que pueda atentar contra ella. Debemos seguir la voz del Señor, confiar en su Palabra para preservar y hacer realidad su plan.Hoy deben resonar las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo: «¿No han leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre» (Mateo 19, 4-6).Es necesario hacer una alianza santa para preservar la familia de ataques, muchas veces sutiles, disfrazados de bien para confundir. Es un llamado a todos los que siguen los pasos del Maestro divino, para hacer resplandecer el Evangelio de la familia, defender la verdad sobre ella y comprometernos en la defensa de nuestra fe. La familia es la Iglesia doméstica donde crece y se fortalece la fe.¿Qué deberíamos hacer?1. Reconocer la obra de Dios en la familia y aceptarla en nuestras vidas. Esto implica asumir la misión encomendada con valentía y determinación. La Sagrada Familia fue llamada de Egipto para dar testimonio en medio del pueblo de Israel, ocupado por el régimen romano. Es tiempo de ocupar los espacios invadidos por ideologías extrañas y llenarlos con la verdad de Dios y el testimonio de nuestra fe. Debemos vivir con parresía la fe que confesamos y nos salva.2. Valorar la familia como llamada a la santidad en el sacramento del matrimonio. Es necesario recuperar la vida espiritual de la familia como Iglesia doméstica, para recibir las gracias necesarias y permanecer en el camino de fe, fidelidad y amor a Cristo. En el matrimonio se consagra el amor sagrado, haciéndolo puro y santo, proyectado a la prole y llamado a santificar a los hijos.3. Convertir la familia en una verdadera familia de Dios. Debemos trabajar constantemente para liberarla del pecado y colocarla en el corazón de Dios. En el Génesis, Noé y su familia fueron salvados del diluvio porque obedecieron la voz de Dios. Hoy, el Señor nos invita a subir a la barca de su Iglesia y reconstruir nuestra familia. Dios no nos abandona; siempre nos da una nueva oportunidad. «Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Romanos 5,20). Cristo ha vencido el pecado y nos llama a la victoria sobre el mal. Nada está perdido si confiamos y esperamos en Él.4. Recuperar la dignidad de la familia en cada uno de sus miembros. La paternidad debe asumirse con responsabilidad, amor y gracia, teniendo como referente a San José, padre adoptivo de Jesús, y a Dios Padre, quien nos protege con amor misericordioso. La maternidad encuentra su más alta representación en María, Virgen y Madre por bondad de Dios. Cada mujer tiene en María el modelo a seguir para asumir su gran misión de madre y asegurar el futuro de la humanidad. En Cristo, tenemos el ejemplo preclaro de los hijos: obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.5. Orar por y con la familia. La familia debe abrirse a Dios y cumplir su misión siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret. Poner en manos de Dios nuestra familia para que Él nos dé la fuerza y la luz necesarias para defenderla como su don y regalo.Dios Padre Todopoderoso bendiga nuestras familias, las guíe y las proteja de todo mal. Reciba nuestro acto de gratitud por habernos dado una familia donde recibimos la vida, el amor, el sustento y el reconocimiento, para seguir realizando su plan.Dios bendiga nuestras familias.Mons. Ramón Alberto Rolón GüepsaObispo de MonteríaMiembro de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia

Mié 26 Mar 2025

De las montañas de Nariño a los campos del Huila: Mons. Jaime Alberto Cabrera Arcos inicia su misión episcopal en la Diócesis de Garzón

Con una solemne celebración en la Catedral San Miguel Arcángel, este martes, 25 de marzo, monseñor Jaime Alberto Cabrera Arcos fue ordenado obispo y tomó posesión como décimo pastor de la Diócesis de Garzón.La ceremonia fue presidida por el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, y acompañada por quince obispos de diversas regiones del país, así como por sacerdotes, religiosos y fieles laicos de las diócesis de Garzón y Pasto. En su homilía, el representante del papa Francisco trazó un paralelo entre la solemnidad de la Anunciación – fiesta litúrgica celebrada en este día por la Iglesia Universal– y la misión del nuevo obispo: "Al centro de esta solemnidad están dos Sí: el de Dios a la humanidad, expresado por Cristo que dice 'Heme aquí', y el de María, 'Hágase en mí según tu palabra'. Monseñor Jaime será custodio de estos dos Sí: del Sí eterno de Dios a su pueblo y del Sí de la Iglesia que responde con fidelidad", afirmó. El Nuncio subrayó que el ministerio episcopal no es obra humana, sino "obra del Espíritu Santo", el mismo que consagró a Jesús en el Jordán y descendió sobre los apóstoles en Pentecostés. Recordó que el obispo está llamado a ser "signo vivo de la Encarnación":Un llamado a encarnarse en la realidad huilenseCon emotividad, monseñor Rudelli comparó el "Heme aquí” de Cristo con el Sí que el nuevo obispo pronuncia ante su diócesis: "A ti también hoy se te dona un cuerpo: el de esta Iglesia de Garzón. Un cuerpo de carne con rostros, historias, fragilidades y esperanzas. Un cuerpo que deberás amar como el Buen Pastor ama a sus ovejas". Este llamado a la proximidad resonó en el mensaje posterior de monseñor Jaime Alberto, quien prometió caminar junto a su grey: "No vine con equipajes pesados, pero sí lleno de amor. Quiero ser el primero en vivir la comunión, en salir como misionero y en dar testimonio, incluso con mi acento pastuso –que espero se mezcle pronto con el bambuco huilense”. Un llamado a la comunión, la misión y el testimonioEn su primer mensaje como obispo,monseñor Jaime Albertoagradeció el apoyo recibido y enfatizó los tres pilares que marcarán su ministerio:comunión, misión y testimonio. Inspirado en el libro de los Hechos de los Apóstoles (2, 42-47), señaló que su lema episcopal busca revivir el espíritu de las primeras comunidades cristianas:"Todo giraba en torno al misterio de Cristo, a la fuerza del Espíritu Santo que emanaba como una gran realidad: la comunión. Sin comunión no podemos hacer visible el Reino de Dios", afirmó el nuevo obispo.Frente a la misión, durante su ceremonia de ordenación y posesión también quiso destacar aSan Ezequiel Morenoy al mártirpadre Pedro Ramírez, de quienes reposan sus reliquias en esa diócesis, como modelos de evangelización y entrega.Entre sus prioridades, destacó:- Fortalecer la comuniónentre las 64 parroquias de la diócesis.- Impulsar equipos misionerospara llevar el Evangelio "a todas partes".- Promover el testimonio de fe, especialmente en un año marcado por celebraciones jubilares.Un obispo con raíces nariñenses y corazón huilenseNacido enSandoná, Nariño, y formado en la Diócesis de Pasto, monseñor Jaime Alberto expresó su amor por la tierra huilense, a la que llegó dispuesto a servir:"Vengo desde el sur de Colombia a esta bella tierra que no me vio nacer, pero que empecé a amar entrañablemente. Espero que mi acento pastuso vaya modulando al bello ritmo de un bambuco huilense", expresó el prelado.La ceremonia contó con la presencia de sumadre y hermanos, así como de autoridades civiles y eclesiásticas, entre ellas elarzobispo de Tunja y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, en representación de la Comunidad de Presidencia, elobispo de Pasto, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro y el obispo de El Espinal, monseñor Miguel Fernando González.En contextoLa Diócesis de Garzón fue creada el 20 de mayo de 1900 por el Papa León XIII.Hace parte de la Provincia Eclesiástica de Ibagué, actualmente cuenta con 64 parroquias y abarca 22 municipios.Vea a continuación la transmisión de la ceremonia:

Mié 19 Mar 2025

Obispos promueven formación de los sacerdotes colombianos para ser guías de las familias en tiempos de crisis

En medio de los múltiples desafíos que enfrentan las familias hoy —desde la desintegración de los hogares hasta la pérdida de valores cristianos—, la Iglesia católica colombiana está tomando medidas concretas para fortalecer su pastoral familiar.Del 12 al 13 de marzo, el Seminario Mayor La Providencia, en El Espinal (Tolima), fue sede del Congreso “Familia, prioridad pastoral”, un espacio de formación y reflexión que reunió a sacerdotes de la Arquidiócesis de Ibagué, las diócesis de Líbano-Honda, Girardot, Neiva, y los anfitriones, la Diócesis de El Espinal.A través de este evento se buscó brindar a los sacerdotes herramientas prácticas y conocimientos actualizados para acompañar de manera más efectiva a las familias en su vida cotidiana.La iniciativa se enmarca en un esfuerzo más amplio de la Iglesia colombiana por responder a los desafíos de la sociedad contemporánea. Con el respaldo de los obispos que conforman la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia, se espera que este tipo de encuentros se conviertan en espacios permanentes de formación para los sacerdotes, contribuyendo así, desde los valores cristianos, a la construcción de familias unidas y sólidas, fundamento de una sociedad más justa y humana.Herramientas prácticas para enfrentar desafíos contemporáneosEl congreso contó con la participación de destacados expertos en temas familiares, como la doctora Victoria Cabrera y el doctor Cristian Conen, profesores del Instituto Latinoamericano de la Familia (ILFARUS) de la Universidad de La Sabana. A través de conferencias magistrales y espacios de diálogo, los sacerdotes profundizaron en temas como la salud relacional de las parejas, la importancia de los vínculos familiares y la promoción de valores cristianos en el hogar.La salud relacional de las parejas: un pilar para familias unidasEl doctor Conen, especialista en Derecho Matrimonial, compartió herramientas prácticas para fortalecer la “salud relacional” de las parejas: “El amor no es solo un sentimiento, es una acción. Se trata de trabajar en hábitos saludables que permitan la unidad, la armonía y el bienestar en la relación”, explicó. Además, destacó la importancia de prevenir la toxicidad en las relaciones y fomentar la benevolencia entre los cónyuges.La crisis de las familias y el rol de los sacerdotesConen también hizo hincapié en la crisis global que afecta a las nuevas generaciones, donde cada vez es más difícil promover y entusiasmar a los jóvenes para formar matrimonios y familias unidas.“Este es un gran desafío, no solo de Colombia, sino del mundo entero. Hay una crisis profunda en las vocaciones de las nuevas generaciones para fundar familias. Por eso, es fundamental que los sacerdotes cuenten con herramientas para promover y fortalecer estos vínculos”, afirmó.El experto resaltó el rol protagonista de los sacerdotes en esta labor:“Los sacerdotes tienen esa posibilidad de llegar a las familias porque tienen olor a familia, porque están cerca de las familias. Su cercanía y compromiso son esenciales para guiar y acompañar a las familias en su camino”, añadió. Incluso, resaltó la importancia de fortalecer cada vez más este trabajo pastoral para las vocaciones sacerdotales:“Formando familias generamos también la posibilidad de pedir vocaciones sacerdotales, porque sin vocaciones familiares no hay vocaciones también sacerdotales".Los tres vínculos esenciales de la familiaPor su parte, la doctora Cabrera enfatizó la importancia de fortalecer los vínculos conyugales, filiales y fraternales para construir familias estables y resilientes. Al respecto, afirmó:“En este congreso hemos podido trabajar acerca de tres vínculos muy importantes: 1. El vínculo conyugal. Es importante que un cónyuge privilegie a otro, en contraste con otros miembros de la familia. Él debe ser el más importante en la vida de una persona. 2. Las relaciones padres hijos, todos los hijos deben tener la misma importancia para los papás. No privilegia ninguno de los hijos, todos son importantes 3. La relación entre hermanos. Un hermano nunca se olvida. En la ley de la vida los papás se mueren, los papás se van, pero la relación entre hermanos debe ser fuerte, cercana, más allá de conflictos y riñas”.Una apuesta pastoral que buscará replicarse en todo el paísMonseñor Miguel Fernando González Mariño, obispo de El Espinal y presidente de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia de la Conferencia, destacó la importancia de este congreso como una experiencia piloto que, con ayuda de instituciones como la Universidad de la Sabana, se buscará replicar en otras diócesis del país para fortalecer la pastoral familiar.“Este evento surge de la necesidad de formar a nuestros sacerdotes en el acompañamiento a las familias. Es un tema de todos los días: saber asesorar, guiar y ayudar a las familias en sus desafíos”, afirmó.Con este tipo de iniciativas, la Iglesia Católica colombiana reafirma su compromiso de acompañar a las familias en su misión de ser “iglesias domésticas” y de transmitir la fe y los valores cristianos a las nuevas generaciones. Como lo expresó el doctor Conen: “Formando familias unidas, formamos al ser humano en su capacidad de amar, que es su vocación fundamental”, aspecto que fue el espíritu del congreso.

Lun 17 Mar 2025

“Edad Dorada” de los Obispos de Colombia: la misión evangelizadora no se detiene con la emeritud

Reconociendo la importancia de la misión y el legado de sabiduría y experiencia de aquellos obispos que ya no ejercen funciones de gobierno en sus diócesis tras haber alcanzado sus 75 años de edad, los días 10 y 11 de marzo, en la sede de la Conferencia Episcopal, se celebró el encuentro anual de Obispos Eméritos de Colombia.Aunque han presentado su renuncia al Papa, como lo establece el Código de Derecho Canónico, la mayoría de los 49 obispos eméritos que tiene actualmente la Iglesia colombiana siguen desempeñando un papel activo en la evangelización y vida eclesial del país.El Encuentro 2025 de los Obispos Eméritos de Colombia reunió a 24 prelados en un ambiente de fraternidad y comunión. Oraron juntos, desarrollaron actividades de análisis colectivo sobre los desafíos actuales del mundo, el país y la Iglesia, y reflexionaron sobre cómo seguir colaborando con la Conferencia Episcopal y en las diócesis desde este rol. Además, abordaron con profundidad y serenidad un tema central en esta etapa de sus vidas: la reflexión sobre la muerte como paso hacia la casa del Padre.El evento fue coordinado por el cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal, arzobispo emérito de Cartagena, junto con monseñor Iván Antonio Marín López, arzobispo emérito de Popayán y monseñor Octavio Ruiz Arenas, arzobispo emérito de Villavicencio.Sinodalidad y espiritualidad: ejes centrales del análisisUno de los frutos más significativos del encuentro 2025 fue la reflexión en torno a la aplicación del Sínodo sobre la Sinodalidad en Colombia, espacio que fue facilitado por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y padre sinodal. Al respecto, monseñor José Octavio Ruiz Arenas explicó:“Analizamos cómo las grandes líneas trazadas por el Papa Francisco en las asambleas sinodales pueden fortalecer la comunión y la participación en nuestra Iglesia local”.Este abordaje también permitió a los obispos eméritos visualizar su rol como facilitadores del proceso de construcción de esa Iglesia sinodal, aportando su experiencia y sabiduría acumulada.Además, el encuentro profundizó en la espiritualidad a través de la última encíclica del Papa, Dilexit Nos, que aborda el amor y la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.“Es fundamental entender el amor de Cristo y cómo debemos expandirlo por todo el mundo”, afirmó monseñor Ruiz Arenas, destacando que esta reflexión espiritual es un llamado a vivir y transmitir el amor de Dios en un mundo marcado por desafíos y divisiones.La “Edad Dorada”: un tiempo de misión, goce y preparación para la siguiente etapa en la casa del PadreOtro de los temas centrales del encuentro fue la reflexión en torno a la tercera edad, denominada por los obispos como la “Edad Dorada”. Monseñor Ruiz Arenas subrayó que es un tiempo para vivir con gozo y alegría, “conscientes de nuestras limitaciones, pero también de la responsabilidad de dejar un legado”, precisó.De acuerdo con el Arzobispo Emérito de Villavicencio, identificaron que ese legado se puede materializar a través de la oración, la escritura, la formación y el acompañamiento a sacerdotes, obispos y fieles, demostrando que la misión evangelizadora no se detiene con el retiro.La serena reflexión que hicieron sobre la muerte como paso hacia la eternidad reforzó su mensaje de esperanza y su convicción de que, hasta el último día, su vida está dedicada a servir a Dios y a su pueblo.Por su parte, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, resaltó la vitalidad y el entusiasmo de los obispos eméritos:“Ellos forman parte del colegio episcopal y tienen mucho que aportar a la vida de nuestra Iglesia y del país. Su testimonio y ministerio siguen siendo una luz para todos nosotros”, afirmó.Al finalizar el evento, los participantes emitieron recomendaciones para continuar fortaleciendo estos encuentros, que no solo son un enriquecimiento personal para los obispos eméritos, sino también una contribución invaluable para la Iglesia en Colombia.Además, el presidente del Episcopado expresó su gratitud a Dios por su ministerio y testimonio, “que siguen siendo luz y guía para nuestra Iglesia”, afirmó.

Mié 5 Mar 2025

Vida, paz, reconciliación, educación y libertad religiosa: temas del encuentro entre la Conferencia Episcopal y el presidente Gustavo Petro

Cerca de hora y media duró la reunión de este martes 4 de marzo en la Casa de Nariño entre los integrantes de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y el presidente de la República, Gustavo Petro. Este fue el primer encuentro entre el mandatario y monseñor Francisco Javier Múnera Correa, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos y monseñor Germán Medina Acosta, luego de que en julio de 2024 fueran elegidos presidente, vicepresidente y secretario adjunto, respectivamente. El diálogo abordó temas cruciales para el país, como la paz, la reconciliación, la crisis humanitaria en varias regiones y el papel de la Iglesia en la construcción de un marco ético para los procesos de diálogo.Monseñor Francisco Múnera expresó que el encuentro se desarrolló bajo un clima muy cordial y receptivo. En el espacio también estuvieron presentes la Canciller Laura Sarabia y la Directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Angie Lizeth Rodríguez.Agendas del encuentroDe acuerdo con el presidente del Episcopado Colombiano y arzobispo de Cartagena, la reunión se desarrolló bajo dos agendas o dimensiones temáticas centrales: 1. Los compromisos y preocupaciones de la Iglesia alrededor de los temas asociados a la reconciliación y a la paz del país. 2. Otros temas de clave para la Iglesia, como los asociados a la vida, la familia, la educación religiosa escolar y la libertad religiosa.Presentación de la nueva Presidencia de la CEC y compromiso con la paz“Le manifestamos al señor Presidente nuestra disponibilidad para apoyar toda la tarea y el servicio que él y su Gobierno realizan, así como nuestras preocupaciones e inquietudes, que recogemos especialmente de nuestros hermanos obispos y del trabajo que realizamos en todo el país”, señaló monseñor Múnera.Monseñor Francisco destacó que la Iglesia ha sido un actor clave en los procesos de paz que se han adelantado en el país y que, en este caso, desde el inicio del Gobierno del presidente Gustavo Petro, cuando se le pidió a la anterior Presidencia de la CEC, encabezada por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, acompañar los esfuerzos de diálogo y reconciliación actuales, así se ha seguido haciendo.Preocupaciones por las comunidades y crisis humanitariasUno de los puntos centrales de la reunión fue la situación de las comunidades en regiones como el Catatumbo, el Chocó, el Cauca y otras zonas afectadas por el conflicto armado y la violencia. De acuerdo con el presidente del Episcopado, le expresaron al presidente Petro la urgencia de acciones concretas para aliviar el sufrimiento de estas poblaciones.“Le pusimos de relieve la importancia de tener en el centro a las comunidades y su sufrimiento, sus expectativas y sus esperanzas. Nuestro aporte a la paz y la reconciliación del país está en nombre de las comunidades a quienes servimos y a quienes nos debemos, y desde el Evangelio”, afirmó el presidente de la CEC.Además, los obispos plantearon la necesidad de un “marco ético de la paz” que guíe los diálogos con los actores armados ilegales.“Para nosotros como Iglesia, hay principios no negociables, como el respeto a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario. Si esto no se respeta mínimamente, ¿qué sentido tiene hacer parte de una mesa de acompañamiento?”, cuestionó monseñor Múnera.Diálogo social y acciones concretasEl presidente de la CEC destacó que, además de los diálogos con los actores armados, es fundamental priorizar el diálogo social con las comunidades.“Encontramos que hay escenarios muy interesantes donde podemos aportar, no solo en las dinámicas de acción humanitaria, sino también en abrir perspectivas de esperanza”, dijo.En particular, se refirió a la crisis en el Catatumbo, donde se debe garantizar el retorno de las personas desplazadas por los enfrentamientos y amenazas y en la reconstrucción del tejido social.Vida, educación y libertad religiosaAdemás de los temas relacionados con la paz, los obispos plantearon al presidente Petro otras preocupaciones de la Iglesia, como la libertad religiosa y el derecho de los padres a escoger la educación religiosa para sus hijos.“Manifestamos la necesidad de generar interlocución en otros ámbitos, como la libertad religiosa de cultos, donde la Iglesia católica pueda tener un asiento más significativo, no para reclamar privilegios, sino para hacer valer los derechos que nos asisten como confesión”, explicó monseñor Múnera.También se abordaron temas relacionados con el cuidado del medio ambiente, en línea con los compromisos adquiridos durante la COP16 en Cali y, por supuesto, con el interés de la Iglesia por el cuidado de la casa común desde la ecología integral.“Nos duele ver que territorios como la Amazonía, la Orinoquía, el Chocó y el Pacífico están siendo destruidos por la minería ilegal, la siembra de coca y la explotación irracional”, expresó el arzobispo de Cartagena.Otros temas claveMonseñor Francisco Múnera afirmó que también le reconocieron al presidente Petro sus esfuerzos del Gobierno por avanzar en la equidad y la justicia, pero también haciendo un llamado a la serenidad y al diálogo.“Pedimos que las reformas necesarias se hagan en un mayor clima de serenidad. Esto requiere un gran esfuerzo de todos”, afirmó el Arzobispo de Cartagena.Además, reiteró la preocupación de la Iglesia por el reclutamiento de menores, los asesinatos de líderes sociales y los firmantes de la paz, así como por la destrucción de los recursos naturales.“A las puertas del tiempo cuaresmal, hacemos un llamado a la reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con los hermanos y con la casa común”, concluyó monseñor Múnera, subrayando el compromiso de la Iglesia con la construcción de un país más justo y en paz.Vea la declaración del Presidente del Episcopado Colombiano sobre el desarrollo de la reunión:

Jue 27 Feb 2025

Conferencia Episcopal estrena videopodcast ‘Diálogos en el Atrio’ con episodios para acercar a los colombianos al Jubileo 2025

Buscando facilitar a los católicos en Colombia la vivencia práctica del llamado a la esperanza hecho por el papa Francisco a la Iglesia Universal durante este Jubileo Ordinario 2025, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) lanzó el videopodcast ‘Diálogos en el Atrio’, temporada ‘Caminando en Esperanza’. Este formato audiovisual buscará propiciar diálogos sencillos que permitan profundizar y acercar diversos temas y claves desde las cuales se debe asumir dicha esperanza.Aunque en el año 2023, con ocasión del cumpleaños 115 del Episcopado Colombiano, se había hecho una prueba piloto del formato, en este Año Jubilar, el Departamento de Comunicaciones y Tecnologías de la CEC ha puesto en marcha la producción y postproducción definitiva del espacio, acudiendo a una narrativa más moderna.En esta primera temporada oficial, el guion orientador de los temas abordados en el videopodcast será el libro ‘Caminar en Esperanza’; texto publicado a finales del año 2024 por la Conferencia Episcopal en coedición con Editorial San Pablo a través del cual se brindan ideas y se proponen talleres para comprender y vivir el Jubileo. Para ello, los autores de los capítulos del libro serán los primeros invitados especiales al espacio.Episodio 1: Transformar los signos de los tiempos en signos de esperanza.En el primer episodio, que ya está disponible a través del canal de YouTube de la Conferencia Episcopal de Colombia (@episcopadocoltv), el protagonista del diálogo es el padre Raúl Ortiz Toro, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Colombia. Durante el diálogo, el presbítero aborda temas clave para entender, aún más, el sentido del Jubileo 2025; además brinda algunas reflexiones concretas sobre la necesidad y forma de convertir los signos de los tiempos en signos de esperanza. Al hablar del llamado hecho por el Santo Padre a la paz en la Bula de Convocación del Jubileo, se refiere, especialmente, al contexto colombiano.El padre Ortiz recuerda que el tema elegido por el Santo Padre para este Jubileo, tiene su raíz en la cercanía que tiene el pontífice con los contextos y situaciones que viven las diferentes comunidades y naciones; una manera de ser y hacer Iglesia con claras muestras de cercanía:"Una de las cosas más interesantes del papa Francisco es que está muy imbuido en la realidad, no es un ser aislado, sino que mira la realidad del mundo; y creo yo que se dio cuenta que en este momento hay una gran crisis y esa crisis nos ha llevado a la tentación, la tentación de dejarnos vencer por el pesimismo, la violencia, la desesperanza", explica el Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal de Colombia.Sobre la paz de Colombia, en medio de los "signos de los tiempos" que en muchos casos y territorios, continúan siendo sinónimo de dolor, tragedia e incertidumbre, el padre Raúl reconoció que, aunque se necesitan soluciones sociales y políticas a causas estructurales, la esperanza por la construcción de la paz también debe ir mucho más allá del tiempo y basarse en acciones concretas de parte de cada colombiano, y que, por supuesto, tienen su ancla y su sustento en Dios, en una vida espiritual también activa:“La paz es una búsqueda constante y en este contexto de la esperanza, es la esperanza activa que muchos pueden llegar a confundir y decir, pero es una resignación ¿Entonces nos tocará ya aguantarnos esta Colombia violenta, esta Colombia dividida? No, efectivamente en este año nosotros debemos intensificar ese pensamiento en el cual podemos decir que es posible la paz; y creo yo que los señores obispos, en su último comunicado, en el mensaje, nos han dado muchas luces, sobre todo en ese sentido, cuando los obispos dicen “hacer siempre el solo el bien para la búsqueda de la paz”. Si nosotros leemos eso con profundidad y nos damos cuenta que la paz no solamente se firma en la tratado grande, donde se sientan en una mesa con reflectores de un lado y del otro, de los actores armados o de los que están aquí en búsqueda de la paz. Esa paz no es solamente la que podemos buscar, sino que es la paz cotidiana, la paz que el Señor dijo: “La paz les dejo mi paz les doy (…) Esa paz se construye desde la intimidad de las familias, haciendo todos los días solo y siempre el bien; cuando cumplimos con nuestro deber, estamos en búsqueda de la paz y estamos ahí fortaleciendo la esperanza”.A partir de ahora, los fieles en Colombia podrán esperar un capítulo de ‘Diálogos en el Atrio’ cada 15 días. Poco a poco se irán revelando nuevas sorpresas e invitados en el espacio.Vea a continuación el primer episodio:

Lun 24 Feb 2025

“Todo está en manos del Señor, seguimos orando por él”: Vicepresidente del Episcopado Colombiano sobre salud del Papa Francisco

Un nuevo mensaje envió desde Roma la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). En esta oportunidad, el vicepresidente del episcopado y arzobispo de Tunja, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, habla acerca de los organismos en los que sostuvieron reuniones y del estado de salud del Papa Francisco.El prelado hace un balance positivo de las reuniones sostenidas con diversos organismos de la Curia Romana, encuentros clave para fortalecer la misión de la Iglesia colombiana, así como los vínculos con la Santa Sede.“Hemos visitado distintos dicasterios de la Curia Romana, como el Dicasterio para el Culto Divino, la Disciplina de los Sacramentos, el Dicasterio para el Clero, la Signatura Apostólica y el Dicasterio para la Evangelización. También nos recibió el Secretario de Estado”, expresó.En el mensaje, monseñor Villa Vahos también se refiere al complejo estado de salud del papa Francisco, situación que impidió que se encontraran con él en audiencia privada, el viernes 21 de febrero, tal y como estaba previsto en la agenda de su visita.“Roma permanece en esta situación de inquietud de qué va a pasar. Pero todo está en las manos del Señor. El Papa ha querido que todo lo que sucede con su salud se comunique tal como es, sin ningún misterio”, señaló.El vicepresidente de la CEC reiteró el llamado a la oración por la pronta recuperación del Santo Padre, hecho previamente por monseñor Germán Medina Acosta, secretario general del Episcopado, quien convocó a los fieles colombianos a intensificar sus plegarias por el Papa en todas las parroquias del país. “Seguimos orando por él, por su salud, para que se cumpla en él la voluntad de Dios”, expresó monseñor Villa Vahos.Los integrantes de la CEC agradecieron la oportunidad de estar en Roma y pidieron que esta experiencia contribuya al bien de la Iglesia y a la extensión del Reino de Dios. “El Señor nos bendiga a todos, la Santísima Virgen María nos siga acompañando”, concluyó monseñor Villa Vahos.La visita de la junta directiva de la CEC a Roma no solo representa una oportunidad para el fortalecimiento de los vínculos entre la Iglesia colombiana y la Santa Sede, sino que también deja en evidencia la unidad y el compromiso de la comunidad católica colombiana en este momento de incertidumbre que se vive alrededor de la salud del Santo Padre.Vea el mensaje del Vicepresidente del Episcopado a continuación:

Vie 21 Feb 2025

Teología y doctrina al servicio de la realidad: Obispos promueven reflexiones sobre los desafíos sociales y pastorales que vive Colombia

Desde este mes de febrero, la Comisión Episcopal y el Departamento de Doctrina de la Conferencia Episcopal de Colombia, con el apoyo de algunas universidades católicas del país, desarrollarán y publicarán, un subsidio o documento de reflexión mensual, cuyos contenidos abordarán desafíos pastorales y sociales presentes en Colombia y en el mundo, a la luz del pensamiento teológico de la Iglesia Católica. Esto, bajo el propósito de aportar a la construcción de una visión crítica y esperanzadora que permita a la comunidad eclesial discernir los signos de los tiempos y responder con eficacia y caridad a dichos desafíos.“Convencidos de que la teología no solo interpreta la realidad, sino que también la transforma a la luz del Evangelio, hemos decidido emprender la publicación mensual de un documento que aborde, desde una perspectiva teológica, las realidades que atraviesan nuestro país y nuestra Iglesia”, expresa al respecto monseñor José Mauricio Vélez García, obispo auxiliar de Medellín y presidente de esta Comisión Episcopal.De acuerdo con monseñor Vélez, el aporte que harán a esta iniciativa expertos y miembros de las facultades de Teología de diversas instituciones colombianas, permitirá profundizar, aún más, en el análisis de los fenómenos sociales, culturales y espirituales que configuran el presente.“El momento histórico que vivimos nos exige una lectura atenta y serena de los acontecimientos, capaz de identificar las causas estructurales de nuestras crisis y de ofrecer propuestas concretas y sostenibles para su superación. Este esfuerzo, que pretende ser un aporte al bien común, también es una invitación a todos los sectores de la Iglesia a participar activa y constructivamente en el discernimiento colectivo”, agrega el presidente de la Comisión de Doctrina.“El ministerio episcopal: signo de esperanza en Colombia”, es el título del primero de estos documentos de reflexión. Está inspirado en la CXVIIIAsamblea Plenaria del Episcopado Colombiano celebrada entre el 3 y el 7 de febrero; los obispos recurrieron a él para la preparación del encuentro, ahora la Comisión de Doctrina y los miembros del Comité Teológico que la apoyan, lo ponen a disposición de los demás miembros de la Iglesia colombiana.A partir de este subsidio se podrá discernir sobre aspectos como: la esperanza en la misión del obispo, el obispo como promotor de la sinodalidad, el ministerio episcopal como signo de reconciliación y el obispo como testigo de martirio. Además, se plantean allí algunas acciones concretas a través de la cuales los pastores, acompañados por los demás miembros del pueblo fiel de Dios, pueden ser signo de esperanza en medio de los múltiples retos que enfrenta Colombia. En el contexto del Año Santo 2025, estas reflexiones podrán convertirse en una guía práctica para profundizar en la “vocación de ser sal y luz en el mundo”, facilitando la renovación de la identidad y misión de la Iglesia.“Que este espacio de pensamiento crítico y espiritualidad activa se traduzca en acciones concretas que edifiquen el Reino de Dios en medio de nuestra historia”, exhorta monseñor José Mauricio Vélez García.En contexto:¿Quiénes integran la Comisión Episcopal de Doctrina?Monseñor José Mauricio Vélez García, obispo auxiliar de Medellín, presidente.Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo Castrense, integrante.Monseñor Hency Martínez Vargas, Obispo de la Dorada-Guaduas, integrante.