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Líderes religiosos de Colombia renovaron su compromiso en el trabajo por la paz y el desarrollo humano integral
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En el contexto de la V Jornada Internacional de la Fraternidad Humana y convocados por la Iglesia Católica a través de la Comisión Episcopal para la Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) de la Conferencia Episcopal de Colombia y la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana (PUJ), varios líderes religiosos del país renovaron su compromiso en el trabajo por la paz y el desarrollo humano integral.
Una jornada en la que se conmemoró, de manera especial, la firma del documento sobre la “Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común” por parte del papa Francisco y del Gran Imán Al-Tayyeb. Hecho producido el 4 de febrero de 2019, en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos.
El acto conmemorativo de los cinco años de la firma de este texto, conocido como la Declaración de Abu Dabi, se desarrolló el pasado 7 de febrero en la Universidad Javeriana en Bogotá. Evento que contó con una nutrida asistencia, tanto a nivel presencial, como virtual.
En el espacio intervinieron el Nuncio Apostólico del papa Francisco en Colombia y decano del Cuerpo Diplomático, monseñor Paolo Rudelli; el Gran Rabino Alfredo Goldschmidt, representante de la comunidad judía; el Sheikh Ahmad Tayel, en nombre de la comunidad musulmana; y la doctora Loida Sardinas, reverenda de la Iglesia Episcopal de Comunión Anglicana. Las cuatro ponencias centrales estuvieron precedidas por los saludos protocolarios del presidente de la Comisión Episcopal PUD, monseñor Edgar Aristizábal Quintero, obispo de Yopal, y el rector de la Universidad Javeriana, padre Luis Fernando Múnera, S.J.
Monseñor Fadi Abou Chebel, O.M.M., el exarca apostólico del rito oriental maronita en Colombia, también estuvo presente en el espacio. Además, el padre Raúl Ortiz Toro, director director de los departamentos de Doctrina y Promoción de la Unidad y del Diálogo del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), encargado de la organización.
El llamado a la acción de la Declaración de Abu Dabi
Al iniciar el evento, el padre Luis Fernando Múnera Congote, S.J., se refirió a la importancia de recordar que el documento de la declaración de Abu Dabi fue concebido como una guía para conducir a las nuevas generaciones hacia una cultura de respeto recíproco, en la comprensión de la inmensa Gracia Divina que hace hermanos a todos los seres humanos.
“Sin embargo, en estos últimos cinco años hemos visto con tristeza como sigue la guerra y la violencia en muchos lugares del mundo, algunos de los que nos llegan noticias, porque de muchos ni siquiera tenemos noticia, son Ucrania y más reciente, la guerra que enfrenta a los pueblos de Israel y Palestina, y también la violencia en nuestra América Latina”, expresó el padre Múnera.
Por razones como estas, de acuerdo con el rector de la PUJ, la búsqueda de la fraternidad, la paz y la convivencia continúa siendo una urgencia de nuestro tiempo, en la que hombres y mujeres religiosos deben estar aún más comprometidos, desde la vida compartida y la espiritualidad.
Al mismo tiempo, se refirió al contenido específico de la declaración. Allí subrayó dos súplicas centrales que hicieron el papa Francisco y el Gran Imán a través de ella: intervenir y redescubrir. La primera, dirigida a ellos mismos y a los líderes del mundo, a los artífices de la política internacional y de la economía mundial.
“Intervenir para parar el derramamiento de sangre inocente y poner fin a las guerras, a los conflictos, a la degradación ambiental y a la decadencia cultural y moral que el mundo vive actualmente”.
La segunda petición dirigida a los intelectuales, a los filósofos, a los hombres de religión, a los artistas, a los trabajadores de los medios de comunicación, a los hombres y mujeres de cultura de cada parte del mundo. Grupo en el que subrayó que se encuentran cada uno de los presentes en este espacio.
“Redescubrir los valores de la paz, de la justicia, del bien, de la belleza, de la fraternidad humana y de la convivencia común. Con vistas a confirmar la importancia de tales valores como ancla de salvación para todos y buscar difundirlos en todas partes”.
El padre Luis Fernando afirmó también que el contenido de este documento, nacido de un encuentro lleno de esperanza en un futuro luminoso para todos los seres humanos, debe trascender la simple mirada del texto e inspirar a la acción para lograr frutos transformadores con el mensaje. De acuerdo con el padre rector, es fundamental que tenga consecuencias y que no se quede "refundido entre el entusiasmo de las palabras que son recibidas, pero que al final pueden terminar siendo desconocidas".
“Que en los lugares a los que iremos para continuar nuestra vida ordinaria, sean un testimonio de la grandeza de la fe en Dios, que une los corazones divididos y eleva el espíritu humano. Sean un símbolo del abrazo entre Oriente y Occidente, entre el norte y el sur y entre todos los que creemos que Dios nos ha creado para conocernos, para cooperar entre nosotros y para vivir como hermanos que se aman”, puntualizó el jesuita.
Orientaciones clave para la promoción de la reconciliación, paz, justicia y desarrollo humano integral en Colombia
Por su parte, monseñor Edgar Aristizábal, recordó que muchos de los conflictos que se viven actualmente en el mundo tienen una raíz religiosa debido a la incapacidad de reconocer la diversidad con la que hemos sido creados, actitud que, de acuerdo con el Obispo de Yopal, es la base del “lamentable fundamentalismo”.
“En la declaración de Abu Dabi, de la cual estamos conmemorando el primer lustro, se llegaron a acuerdos que otros líderes religiosos han suscrito con el pasar de los años, como son: trabajar por vencer el individualismo, fortalecer los valores espíritu, luchar contra cualquier tipo de extremismo religioso, buscar la distribución equitativa de los recursos naturales, redescubrir a la familia como el núcleo de la sociedad, trabajar con las nuevas generaciones, sobre todo en lo que concierne el cuidado de la casa común, entre otros”, refirió monseñor Aristizábal.
Además, el presidente de la Comisión Episcopal para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y del Diálogo Interreligioso de la CEC, refirió que la actual Política Pública de Libertad Religiosa que tiene Colombia reconoce que las entidades religiosas son promotoras de reconciliación, paz, justicia y desarrollo humano integral. Por ello, de acuerdo con el obispo, el Estado, favorece las iniciativas que buscan estas metas.
“Por nuestra parte, desde una y otra orilla de la diversidad religiosa, continuamos incentivando en la cotidianidad de la vida las enseñanzas que sostienen nuestras convicciones. Y en medio de toda esta diversidad, convergemos en las esperanzas de un país en paz y en justicia. Ese es el motivo que nos impulsa a conmemorar y recordar los compromisos de trabajar con insistencia en estas metas”, agregó monseñor Aristizábal.
La Declaración de Abu Dabi: punto de llegada y punto de partida en la búsqueda de la fraternidad
El Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, basó su intervención en la importancia del diálogo interreligioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad, a la luz del magisterio de la Iglesia. Allí, inició recordando que, aunque la Declaración de Abu Dabi representa un hito único en la historia del diálogo interreligioso, tiene una larga prehistoria que merece ser recordada para no cometer el error de considerarlo como el fruto de una intuición improvisada, sino como una especie de catalizador que se pone como punto de llegada de un largo camino y, al mismo tiempo, como nuevo punto de partida.
En este sentido, realizó un recorrido que incluyó varios pronunciamientos y documentos previos durante los pontificados de Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI, en medio de diversos contextos históricos. Posteriormente, se refirió a cómo Abu Dabi ha inspirado algunas nuevas pistas y cómo el principio fraternidad se ha vuelto un pilar central en el magisterio del papa Francisco.
“El Papa expresa la necesidad de acompañar a los jóvenes para que, como árboles plantados, transformen cada día el aire contaminado de odio en oxígeno, de fraternidad”, anotó el representante del Papa Francisco en Colombia.
Reconoció también el señor Nuncio que esta declaración ha servido como base fundamental para algunas de las ideas expuestas posteriormente por el Santo Padre en diversas intervenciones y en documentos como su Encíclica Fratelli tutti - “Hermanos todos” .
“El papa Francisco, al proponer la fraternidad como fundamento de la amistad social y de la búsqueda del bien común, podríamos decir, propone la fraternidad como fundamento de una ética universal”, puntualizó monseñor Rudelli.
Una oportunidad especial para reafirmar el compromiso interreligioso en el trabajo por la paz y el desarrollo humano integral
Al cierre del evento, diez líderes religiosos provenientes del cristianismo, el judaísmo, el islamismo, el budismo y el hinduismo realizaron un acto simbólico en el que cada uno leyó un pasaje extraído de la Declaración de Abu Dabi. Al final, se unieron los más de 200 participantes presenciales con la lectura al unísono de un compromiso por la reconciliación y la paz.
Los ponentes coincidieron en hacer eco de las palabras del papa Francisco en su encíclica Fratelli tutti sobre la fraternidad y la amistad social, escrita en el año 2020 cuando expresaba que:
“Las distintas religiones, a partir de la valoración de cada persona humana como criatura, ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad. El diálogo entre personas de distintas religiones no se hace meramente por diplomacia, amabilidad o tolerancia. Como enseñaron los Obispos de India, «el objetivo del diálogo es establecer amistad, paz, armonía y compartir valores y experiencias morales y espirituales en un espíritu de verdad y amor»”. (FT, 271).
Vea a continuación la transmisión del evento:
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Ordenación de monseñor Wiston Mosquera: un signo de alegría y esperanza para la Iglesia en el Chocó
Este sábado, 14 de septiembre, en la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol de la ciudad de Cali, se llevó a cabo la ordenación episcopal de monseñor Wiston Mosquera Moreno, obispo electo de la Diócesis de Quibdó. La ceremonia fue presidida por monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali.El nuevo obispo estuvo acompañado por diez de sus hermanos en el episcopado, provenientes de diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país. En representación de la Nunciatura Apostólica estuvo presente monseñor David Paul Charters. Además, a la ceremonia, cargada de símbolos litúrgicos y culturales, acudieron sus familiares, cientos de fieles, autoridades municipales y la vicepresidenta de la República de Colombia, Francia Márquez.Monseñor Wiston había sido designado para tal misión por parte del papa Francisco el pasado 5 de julio. Su nombramiento ha significado un motivo de gratitud y celebración especial, no solo para el pueblo católico en el Valle del Cauca y en el Chocó, sino para todo el país, pues se trata del primer obispo afrodescendiente que tiene la Iglesia colombiana; además, oriundo del territorio que pastoreará. El obispo electo de Quibdó nació en el municipio de Andagoya (Medio San Juan), ubicado en el sur del departamento del Chocó, territorio que hace parte de la Diócesis de Istmina-Tadó.Un hijo del Chocó que, como pastor, llevará el pregón de la reconciliación y la pazDurante la homilía, monseñor Luis Fernando Rodríguez expresó su alegría por el ministerio episcopal de monseñor Wiston, quien se desempeñaba desde el año 2017 como Vicario General de la Arquidiócesis de Cali y párroco en esa misma parroquia catedral desde el 2018. Un nombramiento para que, “sin dejar de ser un hombre igual todos, salga colmado de la plenitud del Espíritu Santo para enseñar, santificar y gobernar”.Iluminado por las lecturas de la celebración eucarística, el arzobispo de Cali describió el llamado que Dios mismo le hizo a monseñor Wiston:“En la primera lectura, tomada del profeta Jeremías (1, 4-9), podemos identificar:· Tres decisiones: “Te elegí, consagré y nombré profeta”.· Dos mandatos: “A donde yo te envíe irás, y lo que yo te mande, lo dirás”.· Y una promesa: “No les tengas miedo, que yo estoy para librarte”.Querido padre Wiston, tu historia de vida, de ayer y de hoy, refleja el itinerario existencial de Jeremías. Desde el bautismo fuiste elegido, consagrado y designado sacerdote, profeta y rey (…) Ahora, llamado al episcopado, has sido nuevamente objeto de una elección, una consagración y una misión. Has sido designado profeta, para regresar a la tierra que te vio nacer y que espera tanto de ti, para anunciarles el amor del Padre y darles a conocer más y mejor el mensaje de su Hijo Jesucristo con la fuerza del Espíritu Santo”.A propósito de la compleja realidad social, económica y política que vive el pueblo chocoano, monseñor Luis Fernando se refirió a lo planteado en el documento ‘Dignitas infinita’ publicado por el Dicasterio de la Fe el 8 de abril del año en curso; una declaración que da importantes luces a la Iglesia y a la sociedad sobre la dignidad humana. Le pidió a monseñor Wiston ser, en la Diócesis de Quibdó, instrumento de comunión, fraternidad, solidaridad, reconciliación y salvación, teniendo presente el mandato del Señor. Así lo explicó el Arzobispo de Cali:“Deberás anunciar, a tiempo y a destiempo, la persona de Jesús, dador de sentido a la vida humana, pues “el Hijo de Dios, en el misterio de la Encarnación, confirmó la dignidad del cuerpo y del alma que constituyen el ser humano” (DI n. 19) (…) No puedes, y nosotros tampoco, olvidar que cuando se evangeliza, esa Buena Nueva ha de llevar a la conversión de los corazones y a descubrir en el otro, en el prójimo, la imagen viva de Dios, por lo que una misión especial que tienes en tus manos, será proclamar la dignidad de toda persona con la valentía que viene del mismo Dios que te envía; una dignidad que sea la base de la paz que está siendo tan esquiva no solo en el Chocó, sino también en Colombia y en el mundo. Por eso el lema de tu escudo episcopal, “Bienaventurados los que trabajan por la paz” (Mt. 5,9), te anime a trabajar por hacer de todos los quibdoseños y chocoanos artesanos de la paz (…) En la persona de Jesús, el Buen Pastor (Juan 10, 11-16) tienes el modelo perfecto que haz de imitar. Como él, debes ser capaz de dar la vida por las ovejas, conocerlas y buscar las que se hubieran perdido y las que no son del redil, continuando de esta manera la ingente tarea misionera que desde siglos atrás los frailes Jesuitas, Carmelitas, Capuchinos, los Claretianos, y otras comunidades religiosas masculinas y femeninas, así como los muy queridos presbíteros y diáconos diocesanos y laicos, han realizado y realizan con tanto amor”.En nombre del episcopado colombiano, monseñor Hugo Alberto Torres Marín, arzobispo de Santa Fe de Antioquia, provincia eclesiástica de la que hace parte la Diócesis de Quibdó, le dio la bienvenida a monseñor Wiston; le expresó sus deseos de bienestar, así como frutos pastorales y espirituales en la porción del Pueblo de Dios que le confió el Santo Padre; afirmó que serán muy importantes los aportes pueda ofrecer el obispo electo de Quibdó al cuerpo colegiado para el bien de la evangelización en Colombia.“La Iglesia particular de Quibdó recibe en usted la bendición de un nuevo pastor diocesano que llega con la insignia de ser un hombre de su tierra, llevando el pregón de la reconciliación y la paz, como ha quedado grabado en su escudo episcopal: “Bienaventurados los que trabajan por la paz”” (Mt 5, 9) (…) Grandes esperanzas se ciernen sobre nuestra sociedad al contar con pastores cercanos al pueblo, sensibles al dolor de los menos favorecidos, alegres en la entrega generosa de su vida, constantes en la fe y administradores fieles y prudentes de los sagrados misterios, le deseamos todas estas virtudes y actitudes durante el ejercicio de su ministerio episcopal y una abundante cosecha de frutos espirituales y de desarrollo humano integral para su Iglesia local”."A esta tierra bendita...Donde Dios ha manifestado su encanto y su poder"Tras recibir estos mensajes y al cierre de la ceremonia, monseñor Wiston Mosquera Moreno agradeció especialmente a Dios, al papa Francisco, al Nuncio Apostólico, a los obispos y presbíteros de las diferentes jurisdicciones allí presentes, las comunidades religiosas y movimientos apostólicos; además a sus familiares, de manera particular, a su madre María Jerónima Moreno, quien, a sus 99 años de edad, pudo acompañar la ceremonia de ordenación de su hijo.Inició su mensaje destacando las bondades del territorio que lo vio nacer y de las comunidades que ahora pastoreará: “A esta tierra bendita, bañada por grandes ríos y afluentes exuberantes, bosques y fauna majestuosa y esa cultura contagiosa donde Dios ha manifestado su encanto y su poder”.Afirmó que su misión episcopal tendrá un importante vínculo con en el trabajo por la defensa de los derechos humanos, el Derecho Internacional Humanitario y la paz que tanto necesita el Chocó y el país.“Desde ya, pongo este ministerio recibido en las maternales y amorosas manos del Inmaculado Corazón de María, patrona de la Diócesis de Quibdó, y del patrocinio del San Francisco de Asís, para que este encargo sea fecundo para el bien de la evangelización de nuestros pueblos”.“La mies es abundante pero los obreros son pocos”: con esta afirmación bíblica tomada de Mateo 9, el nuevo obispo manifestó su deseo de emprender en esa Iglesia particular una tarea que permita llegar con más misioneros a aquellos territorios que claman la voz de Dios en sus entornos y la guía espiritual que la Iglesia Católica les puede ofrecer. Afirmó, además que, en su caso, pese a llevar 34 años fuera del departamento, nunca se desligó de él.Monseñor Wiston enfatizó en la importancia de trabajar por la paz y la reconciliación de manera articulada con diferentes actores en el territorio, con énfasis especial en las comunidades más vulnerables:“Al regresar a mi departamento, ahora en calidad de obispo y pastor, en una grey como esta que se debe continuar con una labor pastoral que han venido desarrollando todos mis predecesores, con una voz clara en defensa siempre de los derechos humanos individuales y colectivos, trabajar con las distintas organizaciones sociales y las ONG que están apostando por la paz y la reconciliación en todo el pacífico colombiano; por el respeto y la dignidad de las comunidades vulneradas y de aquellas personas que están cruzando por el Tapón del Darién en la búsqueda de mejores condiciones de vida para sus familias”.La Iglesia colombiana da un paso adelanteEl obispo electo de Quibdó manifestó también que su nombramiento representa un importante paso hacia la inclusión en la Iglesia. Agregó que esto no solo es necesario a nivel eclesial, sino también desde las demás estructuras e instituciones del país, para que realmente en Colombia se pueda avanzar hacia la igualdad y el desarrollo:“Con este paso que ha dado la Iglesia, está dando un importante paso a la inclusión en la historia de evangelización de los pueblos en el continente americano; todos sabemos que hay que seguir avanzando en esa dirección, no solo la Iglesia sino todas las instituciones en Colombia, si, efectivamente, queremos un país más incluyente, más igualitario más desarrollado y próspero y menos insensible desde las instancias del poder ante el abismal y escandaloso atraso en el que se encuentran grandes regiones del país”.La ceremonia de posesión de monseñor Wiston Moreno en la Diócesis de Quibdó será el próximo 5 de octubre.
Vie 13 Sep 2024
En la Amazonía colombiana, el Vicariato Apostólico de Inírida forma cuidadores indígenas del medio ambiente
El Vicariato Apostólico de Inírida, bajo el liderazgo de monseñor Joselito Carreño Quiñones, inició el proyecto de formación de “Cuidadores Indígenas de la Casa Común”. Se trata de una iniciativa que busca generar conciencia medioambiental y transmitir herramientas para que estas comunidades, que históricamente han custodiado la Amazonía colombiana, puedan mejorar sus prácticas para el cuidado de este territorio tan importante para el país y para el mundo.En esta primera fase de la iniciativa que se adelanta desde el mes de agosto, participan 40 líderes y lideresas indígenas de las etnias Puinave y Cubeo, pero la apuesta de la Iglesia es poder llevar este aporte a los 14 grupos étnicos presentes en estevicariato del departamento del Guainía.La iniciativa está inspirada en las enseñanzas de la EncíclicaLaudato Si’y en la exhortación apostólica ‘Querida Amazonía’ del papa Francisco. Se desarrolla bajo el modelo CDAE que implica cuatro dimensiones: contemplación, discernimiento, acción y evaluación.De acuerdo con los encargados del proceso, esta metodología fomenta un enfoque intercultural que une la espiritualidad cristiana con las diversas espiritualidades indígenas, valorando los conocimientos ancestrales a través del intercambio cultural.Monseñor Joselito, Vicario Apostólico, mencionó que uno de los objetivos centrales de este proyecto es realizar un trabajo de construcción colectivo desde el intercambio de experiencias entre los saberes ancestrales de estas comunidades originarias y el conocimiento y desarrollo científico de occidente.Nora Elena Vélez Acevedo, directora de proyectos en la rectoría de la Uniminuto, sede Orinoquía, compartió que la idea es también aportar al fortalecimiento del plan de vida de los miembros de los cinco resguardos que participan. También manifestó que se encuentran gratamente sorprendidos por el compromiso de los participantes por el cuidado que brindan a su casa común.“Hemos logrado, tal vez, la más importante apuesta de este proyecto y es la de crear espacios de encuentro que fortalezcan la identidad y la autonomía de los pueblos indígenas en torno al cuidado de la Amazonía. Las apuestas son vivencia espiritual y, más que representar un grupo especial, representamos una apuesta de testimonio de lo que es el territorio, el Evangelio y el sentimiento cristiano del cuidado de la Amazonía y por supuesto,, el cuidado de nosotros mismos”.El programa, que incluye cuatro encuentros presenciales de cinco días, en los que se abordan los cuatro sueños del Santo Padre para la Amazonía, se adelanta en colaboración con la UNIMINUTO y gracias al apoyo de ADVENIAT, organismo financiador del proyecto.Los miembros de las comunidades indígenas que participaron del encuentro, coincidieron en que, como comunidades indígenas, tienen un amplio conocimiento sobre el territorio y la naturaleza, que, siendo transmitidos a los jóvenes, podrán preservar la identidad cultural. De forma que, este primer encuentro entre comunidades les permitió recordar que los une el conocimiento y las tradiciones del territorio.Vea a continuación el informe audiovisual elaborado por el Vicariato Apostólico de Inírida, a través de VICINIRIDA TV:
Jue 12 Sep 2024
La Iglesia latinoamericana y caribeña proyectó nuevos pasos en el camino de la transparencia y la reparación frente a los abusos y violencias
Entre el 3 y el 5 de septiembre se desarrolló en Bogotá el II Encuentro de responsables de prevención de abusos de las Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe, convocado por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). El primero de estos encuentros se había llevado a cabo en Santiago de Chile en noviembre de 2023.En esta oportunidad, transparencia y reparación fueron los temas protagonistas de las conferencias, mesas de trabajo y espacios de discernimiento colectivo que se llevaron a cabo durante la reunión. Además, se propusieron nuevos pasos para avanzar en el camino de la consolidación de una pastoral del cuidado cada vez más sólida y arraigada en los diversos niveles, procesos y ambientes eclesiales. En el evento, realizado en la sede del CELAM, participaron más de 50 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos, representantes de la Iglesia en 17 países. Además, estuvo presente el Secretario de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, prelado colombiano, quien desempeñándose como Obispo Auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, lideró el trabajo de la Iglesia colombiana en esta dimensión. El ahora representante de la Santa Sede estableció un diálogo directo con los delegados, sobre los avances e inquietudes de la Iglesia latinoamericana y caribeña en este campo. Asimismo, presentó las líneas guía universales.Aunque no pudieron asistir de manera presencial, lo hicieron virtualmente los representantes de los organismos encargados de la atención y prevención de abusos en las iglesias de Venezuela y Nicaragua. También, en algunas de las sesiones formativas, estuvieron presentes los participantes del ‘Diplomado en Cuidado y protección de niños, niñas y adolescentes’ que adelantan el Centro de Formación CEBITEPAL, el CELAM y la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR). El encuentro ratificó la necesidad de poner, cada vez más, en el centro de esta misión, a quienes han sufrido a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia en la Iglesia. También, de fortalecer el intercambio de experiencias desde la Red Latinoamericana y Caribeña para la Cultura del Cuidado para potenciar los procesos formativos y preventivos que adelanta cada organismo, así como la capacidad de respuesta institucional. En el caso de la Iglesia colombiana, el encuentro estuvo liderado por los miembros de los tres organismos que conforman el Sistema para la Cultura del Cuidado: la Comisión Episcopal para la Cultura del Cuidado, el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y la Oficina para la Cultura del Cuidado de la Conferencia Episcopal de Colombia. Además, monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la CEC, participó en la sesión inaugural. El desarrollo de este evento se hizo posigle gracias al apoyo económico brindado por Porticus y la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).Vea a continuación el informe audiovisual del evento con los testimonios y momentos más destacados:
Mar 10 Sep 2024
Episcopado colombiano convoca novena a la Virgen de la Merced y Jornada de Oración por las Personas Privadas de la Libertad
Para el próximo 24 de septiembre, en el contexto de la fiesta de la Virgen de la Merced, los obispos colombianos convocan la celebración de la Jornada de Oración por las Personas Privadas de la Libertad y por sus familias. Para que todos puedan unirse a ella, y en el camino de preparación al Jubileo de la Esperanza del 2025, la Pastoral Justicia y Libertad de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) pone al servicio de todos los fieles dos guías especiales de oración: un subsidio o guía litúrgica para ese día y un texto con orientaciones para el rezo de la Novena a Nuestra Señora de la Merced.Subsidio litúrgico para la Jornada de Oración por las Personas Privadas de la Libertad: laudes, vísperas, guión litúrgico para la celebración eucarística y gozosComo una apuesta concreta por la dignificación de los seres humanos que se encuentran en prisión y como un signo de paz para las cárceles y centros de detención transitoria, el presidente Comisión Episcopal Pastoral Social y Caritativa, monseñor Juan Carlos Barreto, el director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, el padre Rafael Castillo Torres y el director de la Pastoral Justicia y Libertad de la CEC, el padre Eliecer Montañez Grimaldos, animan en esta guía a reconocer la importancia de esta pastoral y a invocar la asistencia de la Bienaventurada Virgen María de la Merced pidiendo su intercesión desde las diversas Jurisdicciones Eclesiásticas del país, para que conceda a todos la gracia de ser también en esta dimensión “Peregrinos de Esperanza”, tal y como ha pedido el papa Francisco en el contexto del Año Jubilar. “Junto a nuestros hermanos y hermanas privados de la libertad, abriremos las puertas de nuestros corazones para que la acción del Espíritu Santo nos guíe con su presencia, y para que nuestras vidas sean perdonadas y restauradas por la misericordia de Dios, siempre ancladas en Jesucristo, nuestra esperanza”.Novena a la Virgen de la MercedLa Virgen de la Merced o Virgen de las Mercedes es una advocación mariana que evoca la misericordia infinita de Dios, quien ha dejado a todos sus hijos una auténtica madre en la persona de María. En la Edad Media,el término Merced era sinónimo de la misericordia o piedad ejercida, especialmente, con aquellos que habían sido privados de libertad o estaban enpeligro de perder su fe cristiana.Desde los años 70 en Colombia se popularizó el reconocimiento de laVirgen de las Mercedescomo ‘Patrona de los reclusos o cautivos’, no solo a nivel físico, sino también desde el cautiverio espiritual.En ese contexto y como preparación para la Jornada de Oración propuesta por el episcopado colombiano, la Dirección de la Pastoral Justicia y Libertad también elaboró una guía para rezar la Novena a la Virgen de la Merced. Así explica su sentido el padre Eliecer Montañez:“Este camino de nueve días en la preparación de la fiesta de lalibertad y el compromiso de la merced de Dios para cada persona privada de la libertad, especialmente, nos ayudará a integrar nuestras labores por el bien de las personas, sobre todo porque las consideraciones diarias y compromisos han nacido de la reflexión y oración de los mismos privados de la libertad, comprometidos con su proceso de resocialización, en búsqueda de compensar y aportar el mejor bien para la sociedad”.De esta manera, la Conferencia Episcopal de Colombia propone al Pueblo de Dios intensificar también la oración por los hermanos que están pasando por este tipo de situaciones, pero también para que cada católico viva la experiencia del reconocimiento y el perdón hacia ellos, permitiendo que la esperanza cristiana florezca:“Desde dentro de cada persona privada de la libertad, contribuiremos a construir un mundo mejor y fortalecer el tejido social, haciéndonos protagonistas de la práctica del amor de Dios entre sus hijos (…) El itinerario de las personas privadas de la libertad y de quienes estamos a su pastoreo y cuidado es ser “Peregrinos de la Esperanza” para hallar la paz y la reconciliación en cada corazón. Que Nuestra Señora de la Merced nos acompañe en este caminar hacia la gracia y la esperanza que no defraudan, Cristo Jesús, verdadero Dios, verdadero hombre”.