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"Me siento lleno de fe y esperanza para servir a mi país": Mons. Rueda
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En una entrevista concedida para Vatican News, el arzobispo electo de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, habló sobre los desafíos que marcarán la ruta de trabajo en este nuevo cargo pastoral. Destacó entre ellos: La Santidad, una Iglesia misionera, la autenticidad de quien vive la pobreza evangélica; los jóvenes; entre otros.
Cabe recordar que el Papa Francisco nombró el pasado 25 de abril como nuevo arzobispo de Bogotá y primado de Colombia a monseñor Luis José Rueda Aparicio, hasta el momento arzobispo de Popayán. Sucedeiendo al cardenal Rubén Salazar Gómez, luego que el Papa le aceptara su renuncia al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Bogotá.El Arzobispo electo tomará posesión de la sede el próximo 11 de junio.
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El prelado expresó los sentimientos que le produce este nombramiento: “Me siento lleno de fe y lleno de esperanza para servirle al país, este país que busca la reconciliación y quiere motivos de esperanza, y ese motivo de esperanza profundo es Cristo Jesús, celebrado en la Iglesia, conocido y anunciado, muerto y resucitado para darnos salvación”.
La santidad, el primer desafío para los cristianos
Monseñor Rueda expresó que el primer desafío que tenemos todos los miembros de la Iglesia es ser santos. “Sin la santidad no podemos servir. Al estilo de la virgen María, al estilo de los mártires latinoamericanos, y del santoral secreto, de aquellos santos que no son conocidos, pero que le sirvieron al pueblo de Dios”, expresó.
Junto al desafío de la santidad, está el de la sinodalidad, expresó monseñor Rueda: “El segundo es ponernos en camino, sinodalidad, todos juntos. La Iglesia y, la Iglesia con la humanidad, buscando la solución de los problemas. Seguidamente evidenció los múltiples problemas que aquejan el territorio colombiano, entre los que enumeró: “el narcotráfico, que genera la muerte de hombres y de mujeres” y la corrupción. La respuesta a estas problemáticas tiene que ser desde el Evangelio, afirmó, “pero en comunión con aquellos que incluso están fuera de la Iglesia, pero que tienen buena voluntad de buscar el bien común”.
Iglesia misionera
En el aspecto eclesial, el nombrado arzobispo de Bogotá insistió en que “como Iglesia estamos llamados a ser instrumentos de la comunión misionera, Como dice la Lumen Gentiun. signo de comunión entre nosotros como seres humanos y de toda la humanidad en comunión con Dios. Es una comunión misionera, al estilo de lo que nos propuso Aparecida”. El centro de esta actividad misionera, está Cristo, al que “tenemos que anunciarlo, tenemos que vivirlo, tenemos que llevarlo a todos los escenarios, donde hay hombres y mujeres tendidos en el camino que necesitan el amor misericordioso, la mano, la presencia, la voz amiga. El Salvador es Cristo, animándonos y dando vida”.
La autenticidad de quien vive la pobreza evangélica
Monseñor Rueda insistió en que Cristo nos llama a vivir en la pobreza y con los pobres: “El señor Jesús nos motiva a vivir la actitud de la pobreza con alegría, sin resentimientos, sin odios, compartiendo la fraternidad de cada día, al estilo de francisco de Asís, al estilo del Papa Francisco. Es el mensaje de encontrarnos primero con Cristo Jesús el más pobre de todos. De vivir con alegría la pobreza y desde allí poder acompañar, compartir y ser hermano de aquellos que son descartados, de aquellos que viven en situaciones infrahumanos, y que podemos visibilizarlos al estilo de la parábola del samaritano”.
Los jóvenes son una buena noticia
Cuestionado sobre la importancia de los jóvenes en la labor evangelizadora de la Iglesia respondió: “Los jóvenes tienen un corazón más sensible a las necesidades de los más frágiles. Creo que ellos tienen un Evangelio que, aunque no lo saben de memoria lo viven con sus actitudes cuando encuentran a alguien a quien ayudar, a alguien a quien proteger, a alguien a quien curar. Creo que por allí Dios nos está dando una posibilidad de volver a los jóvenes también, con espíritu y alma de buen samaritano”.
El obispo añadió: “Ellos quieren aportar, y tienen mucho que aportar y nosotros, los más viejos, debemos saber que ellos tienen mucho que enseñarnos. Ese Cristo vivo, ese Cristo caminante que les entusiasma a ellos y que nos ha entusiasmado a nosotros en nuestra juventud, ellos quieren verlo recorriendo barrios, veredas, ríos, quebradas, mares, en los campos deportivos, en todos los escenarios, por eso nuestra tarea es acompañar ese kerigma vital y acompañar esos procesos evangelizadores que irán surgiendo en el corazón de los jóvenes”.
¿Qué santos le inspiran en la misión que le ha encomendado la Iglesia?
Los santos siempre han estimulado nuestra vida en el seguimiento de Cristo. Porque él nos invitó en el sermón de la montaña, sean santos como el padre celestial es santo y cuando uno mira la vida de los santos entiende que ellos tomaron el sermón de la montaña y lo convirtieron en vida, son hombres y mujeres que han dejado que Cristo entre en su conciencia y en su corazón y se convierten en vida.
FUENTE: Vatican News
Miremos y contemplemos el Crucificado
Jue 2 Mayo 2024
Lex orandi, lex credendi, lex vivendi
Jue 2 Mayo 2024
Vie 3 Mayo 2024
5 de mayo: Iglesia colombiana celebrará la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera 2024
El próximo domingo, 5 de mayo, la Iglesia colombiana vivirá la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera 2024. Una celebración animada por las Obras Misionales Pontificias (OMP), que motiva la oración, protección y solidaridad hacia los niños, niñas y adolescentes más necesitados del mundo.El Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) invita a todos los fieles y jurisdicciones eclesiásticas del país para que se unan a esta jornada, viviendo con los niños un encuentro especial a través de la celebración de la Eucaristía, compartiendo experiencias de sensibilización y contribuyendo económicamente a la colecta nacional. Desde OMP Colombia, han preparado una guía litúrgica a la que se podrá acceder haciendo clic aquí. Además, una orientación para la celebración de la Hora Santa.El dinero recaudado en Colombia durante la jornada, será enviado por las Obras Misionales Pontificias Nacionales al Fondo Universal de Solidaridad del Secretariado General de la Santa Infancia, al que llegan todos los aportes de los distintos países. Desde allí, se entregarán en forma de subsidio a las Iglesias más marginadas, para que puedan apoyar las necesidades de los niños y adolescentes en tres dimensiones: su protección física y moral, su enseñanza escolar y la educación en la fe.El lema elegido este año para esta jornada es “¡Con testimonio, sacrifico y oración, cooperamos en la misión!”. Una frase que “motiva a los niños y adolescentes a unirse a la tarea misionera de la Iglesia con la cooperación espiritual a través de la oración por las misiones y los misioneros, el ofrecimiento de los propios sacrificios, uniéndolos a los de Jesús por la salvación de los niños y adolescentes del mundo, y con el testimonio de vida, en su entorno familiar, en el colegio, con sus amigos, en su parroquia, en su grupo misionero”, así lo explica el padre Samir de Jesús García Valencia, director nacional de OMP y del Centro Nacional Misionero de la CEC.Sobre la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia MisioneraEn 1979 los Obispos de Colombia, reunidos en Asamblea Plenaria, señalaron el primer domingo de mayo para celebrar la ‘Jornada y Colecta Nacional de la Infancia Misionera en todas las parroquias, colegios y demás instituciones del país.’ Esta es, tal vez, la principal fiesta de los niños misioneros, porque reúne a un gran número de niños en cada Diócesis.El dinero recolectado durante este día, por ejemplo, lo utiliza el Papa para ayudar a construir escuelas y centros de salud, así como programas de bienestar en lugares con múltiples necesidades económicas; es decir, para atender a los mismos niños.Monseñor Medardo de Jesús Henao, Vicario Apostólico de Mitú, motiva esta jornada: Vea a continuación la invitación del padre Samir de Jesús García Valencia:
Vie 3 Mayo 2024
"Los invito para que no solo adoremos la cruz, sino que nos injertemos a ella": Arzobispo de Cali
En la mañana de este viernes, 3 de mayo, los arzobispos de Colombia, reunidos en la sede de la Conferencia Episcopal, celebraron juntos la Santa Misa, en el contexto de la fiesta litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz y del Día Nacional de Oración por la Reconciliación y la Paz del país que han propuesto. A la Eucaristía asistieron también el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, así como directivos y colaboradores del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano.Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali, presidió la celebración. Durante su homilía, recordó las palabras del papa Francisco durante su visita a Colombia en 2017 animándonos en esta tarea y afirmó que hoy la urgencia de la reconciliación y de la paz, está atravesada por el dolor que padecen hoy muchas comunidades del país, agobiadas y casi secuestradas, "por una ola de violencia, chantaje, vacunas y extorciones, en aumento, que les quitan la libertad, incluso hasta de su libre movilidad".El arzobispo de Cali dijo que en tiempos de tanta turbulencia, no solo en Colombia sino en el mundo entero, donde la paz parece "esquiva y lejana", es Cristo el que nos reconforta y conduce hacia ese camino, pero que también necesitamos superar con amor, perdón y respeto las diferencias para poder transitarlo. Esto, de acuerdo con monseñor Luis Fernando, permite vivir la fraternidad y reconocernos "Todos hermanos", lema que ha motivado esta jornada. "Cuánto necesitamos de hombres y mujeres, de todas las condiciones sociales, culturales, edades y hasta de credos religiosos, que, pensando en el bien común, superando la fuerza de las ideologías, sean capaces de darlo todo y darse plenamente a la causa de la paz. Cuánto valor se requiere para dar el paso de la paz, en donde la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición de actos violentos permitan a todos, víctimas y victimarios, abrazarse, no para asfixiar al otro, sino para expresar su reconocimiento de los hechos de dolor, la reconciliación, el perdón y la cercanía", expresó.El prelado afirmó, además, que el mensaje de la Cruz para los colombianos es contundente: nos debe conducir no solo a su adoración sino también a la conversión, a ser sembradores y artesanos de paz. Recordó que con esa Cruz se puso fin a la enemistad, se hizo posible la redención y se venció a la muerte, y así también debemos asumirlo nosotros para que florezca la esperanza."Miremos la cruz y al Crucificado. En una unión mística ese nuevo árbol florece y da frutos de paz y reconciliación. Los invito para que no solo adoremos la cruz, sino que nos injertemos a ella, para que retoñemos con la esperanza de ser los constructores de una nueva sociedad. Abrazados e injertos en la cruz del Redentor, elevemos a Dios nuestras plegarias por la conversión de los pecadores y de quienes perpetran toda clase de crímenes y desastres, y nos conceda también nosotros, víctimas y ciudadanos del común, comprender y perdonar al estilo de Jesús", afirmó.Vea a la transmisión de la Eucaristía a continuación:
Jue 2 Mayo 2024
Sinodalidad, misión y Doctrina Social: temas protagonistas en el Encuentro de Rectores de Seminarios de Colombia 2024
Convocados por los departamentos de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), setenta y cinco rectores de los seminarios mayores diocesanos y las casas de formación religiosa del país se dieron cita del 22 al 26 de abril en Bogotá. En esta oportunidad, bajo el propósito central de abordar planes y mecanismos que permitan darle continuidad a la implementación de la Ratio Nationalis, a partir de los estatutos y planes de formación de cada seminario. Monseñor Luis Augusto Campos Flórez, obispo de la Diócesis de Socorro y San Gil y presidente de esta comisión episcopal acompañó el encuentro.Lo planteado en el documento síntesis de la XVI asamblea general del sínodo sirvió también como guía para el desarrollo del evento, pues se busca que la Ratio (la ruta del proceso formativo de los futuros sacerdotes de la Iglesia en Colombia) tenga impregnado el espíritu de la sinodalidad.“Fue una experiencia muy valiosa, muy positiva, poder ver cómo los seminarios han puesto mucho interés en la implementación de estas líneas formativas que se propusieron a nivel nacional, que fueron aprobadas en el año 2019 y que ahora tenemos nosotros como objetivo o derrotero poder implementar en cada una de las instancias de nuestros seminarios”, explicó el padre Manuel Vega León, Director de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la CEC.Durante el encuentro, los rectores compartieron algunas de las metodologías didácticas y prácticas pedagógicas que están usando en los seminarios para la formación de los futuros pastores de la Iglesia en Colombia. Todo ello, buscando que sean capaces de responder a la situación actual del país, teniendo presente desafíos como el de la reconciliación y la paz e iluminados por la Doctrina Social de la Iglesia. Bajo el deseo de “ayudar a que estos jóvenes que tienen en su corazón inquietud vocacional, tengan una comprensión más amplia de su servicio y de ese contacto con las realidades humanas que más nos deben preocupar en este momento”, agregó el padre Vega.Conocer, amar y seguir a Jesucristo misioneroEn este mismo sentido, el padre Tonino Urso, rector del Seminario Redemptoris Mater de Medellín afirmó que es fundamental formar presbíteros para la Nueva Evangelización, con ardor, que amen y sufran por las personas y que estén dispuestos a dar la vida por ellas, a imagen de Jesucristo. Esto, de acuerdo con el formador, requiere conducir a los seminaristas por un camino en el que logren conocerse a sí mismos y conocer el amor que Dios les ha tenido. “La Ratio nos pide de formar presbíteros, pastores, misioneros, que les duela el sufrimiento de la gente”, señaló el sacerdote.Otra de las grandes insistencias durante el encuentro, especialmente en este año que la Iglesia colombiana celebrará en el mes de julio el Centenario Nacional Misionero, fue formar futuros pastores con espíritu cada vez más misionero. De allí que durante el encuentro haya intervenido también el padre Samir García, Director del Centro Nacional Misionero de la Episcopal de Colombia, así como de Obras Misionales Pontificias.“Yo creo que tenemos que tener una conciencia clara de que todos somos misioneros desde el bautismo, y aquí es donde incorporamos esta gran alegría de salir, como lo dice el Papa Francisco; de encontrarnos en esa dimensión abierta para ser evangelizadores en donde estemos, quitarnos nuestras comodidades y aprender a tener lo más visible y lo más pronto, lo más cercano a nosotros”, precisó el padre Manuel Penagos Plazas, Rector del Seminario Mayor de Girardot.En esa misma línea, el padre Manuel Calderón Contreras, formador de la Orden de San Agustín, remarcó la necesidad de crear en los seminaristas un deseo profundo de ser misioneros, dando testimonio de Cristo en la Iglesia local pero también en la universal:“Yo creo bastante importante suscitar en los jóvenes ese deseo de seguir a Cristo misionero, a ese Cristo diácono, a ese Cristo servidor, a ese Cristo que da la vida por los demás. Creo que sería un tema bastante interesante de tratar, un compromiso importante para toda la Iglesia en Colombia y, de manera especial, en el camino de formación de lo jóvenes”.Finalmente, el padre Calderón destacó la importancia de estos encuentros convocados por la Conferencia Episcopal para enriquecer el trabajo que se realiza durante la formación en cada una de las jurisdicciones eclesiásticas y desde la realidad de los Institutos de Vida Consagrada. “Nos aportan muchísimo para que nosotros como religiosos pues nos unamos a ese sentir de Iglesia, que vivamos en él y estemos unidos a la Iglesia universal”, concluyó.A continuación, vea el informe audiovisual del encuentro:
Jue 2 Mayo 2024
El papa Francisco recuerda la importancia de la formación integral y permanente en religiosas, religiosos y sacerdotes
Reconociendo que cada vocación es un ‘diamante en bruto’ al que hay que pulir, trabajar y darle forma, para el mes de mayo, el papa Francisco pide a la Iglesia Universal orar, de manera especial, “para que las religiosas, los religiosos y los seminaristas crezcan en su camino vocacional a través de una formación humana, pastoral, espiritual y comunitaria, que los lleve a ser testigos creíbles del Evangelio”. En ese sentido, el Santo Padre recuerda que la formación no se trata solo de adquirir conocimientos, sino de prepararse para vivir una experiencia de encuentro profundo con Jesús.El llamado lo hace el pontífice a través de su Red Mundial de Oración. En el videomensaje recuerda la importancia de la formación permanente e integral, abordada desde diferentes niveles: la conciencia de los propios límites, la oración, la dedicación al testimonio del Evangelio, la preparación para la vida en comunidad, la cercanía a la vida de las personas. Afirma, además, que los sacerdotes y religiosas deben ser, primero, hombres y mujeres trabajados por la gracia del Señor.Vea el Video del Papa a continuación: