Pasar al contenido principal

asamblea de obispos

Mar 6 Jul 2021

Informativo de la Conferencia Episcopal: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’

La Conferencia Episcopal de Colombia presenta el informativo “Así va la Asamblea”, con los principales hechos de cada día del encuentro de los obispos colombianos. En la primera edición de estos tres días, la video revista muestra varios aspectos relacionados con la Misa de apertura y la sesión inaugural de la asamblea. Además, están las declaraciones del presidente saliente, monseñor Óscar Urbina; así como una invitación muy especial de monseñor Misael Vacca, obispo de Duitama, para que los católicos colombianos se unan en oración por el éxito de esta reunión. Estas y otras informaciones en “Así va la Asamblea”, todo lo que acontece durante la CXI Asamblea Plenaria del Episcopado.

Lun 5 Jul 2021

Monseñor Urbina: “No hay realidades insuperables ni enfermedades incurables

El primer día de la asamblea plenaria de obispos colombianos estuvo iluminado por la celebración de la Eucaristía, presidida por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), quien centró su reflexión en cuatro momentos: El símbolo de la Escala, la presencia de Dios, la promesa y la fe. El símbolo de la Escala Tomando la primera lectura del día (Génesis 28,10–22a), donde se lee que Dios a través de un sueño le habla a Jacob, el prelado, confrontando este pasaje bíblico, se refirió a los momentos complejos y oscuros que vive hoy Colombia e indicó que Dios, misteriosamente, cuida de cada persona y no la abandona, ni siquiera en los momentos de desolación o abatimiento. “En el sueño de Jacob, la palabra de Dios le revela coordenadas invisibles, pero indispensables para su vida, necesita la certeza fundamental para que sea esa realidad la que lo acompañe, que a pesar de todo Dios lo busca y lo cuida”. Observó cómo en la sociedad actual, donde se está perdiendo el sentido de Dios y crece el fenómeno de la degradación, la imagen de la Escala, que “se apoya en la tierra y llega al cielo”, Dios revela que le interesan sus hijos y le preocupa los acontecimientos de la vida diaria de cada persona, de la historia y de las dificultades por las que atraviesa. “Hoy también nosotros necesitamos la certeza fundamental de la preocupación y cercanía de Dios por nosotros, por nuestra Iglesia (…) Él, misteriosamente, nos envuelve, nos protege, nos envía en sabios que suben y bajan por aquella escala en la cual él aparece en lo más alto”. La presencia de Dios El obispo presidente de la CEC recordó que tanto Jesús como a Jacobo, nos dicen a cada uno de nosotros “que es nuestro amigo, que conoce nuestro corazón con sus emociones, sus desequilibrios, sus decisiones, sus búsquedas y nos acepta donde estamos”. La promesa Frente a este aspecto, monseñor Urbina Ortega invitó a sus hermanos obispos a mirar de nuevo las coordenadas de la vida ministerial, recordándoles las palabras que el Papa Francisco les dirigió durante su visita a Colombia en septiembre de 2017: “Ustedes ven con los propios ojos, y conocen como pocos la deformación del rostro de este país; son custodios de las piezas fundamentales que lo hacen uno, Colombia tiene la necesidad de ustedes, para reconocer en su verdadero rostro cargado de esperanza, a pesar de sus inferpefecciones…”. Asintió cómo las pruebas que el país enfrenta hoy no son todas negativas, sino que hacen parte de una dinámica de las relaciones invisibles, donde Dios está presente. “La palabra de Dios siempre es promesa que se traduce en: ‘Yo estoy con ustedes’. Él es para nosotros y está con nosotros, solo así podremos afrontar los caminos indescifrables y dolorosos y responder a las llamadas que hoy nos hace la palabra”. Frente a esta realidad los invitó para que de manera sinodal salgan llenos de esperanza y confianza en Dios, confiados en que él todo lo puede y no los abandona. “Así Jacob se pone en camino, y como nosotros, llamados a recuperar la dimensión sinodal de nuestra Iglesia, partiremos llenos de esperanza como él, de confianza, de ánimo, de alegría, de fraternidad, sin miedo, sin amarguras, sin frustraciones, pues emprenderemos el camino con la certeza que Dios es fiel y su voluntad trabaja misteriosamente y preanuncia tiempos diferentes a los nuestros”. La fe Expresó que la fe ayuda a ver en las realidades que vivimos nuevas posibilidades que pueden ser invisibles ante los ojos de quienes no cree en Dios. Por ello, agregó: “Nosotros creemos y somos llamados a ver nuevas posibilidades y transformar la realidad de muerte en vida (…) Si tenemos fe como aquel hombre que le pide a Jesús que levante a su hija, descubriremos que no hay realidades insuperables ni enfermedades incurables”. (Mateo 9,18–26)

Sáb 14 Nov 2020

Obispos reflexionaron sobre los desafíos de la pandemia

La semana finalizó con una reunión virtual de los obispos colombianos, los días 12 y 13 de noviembre, en la que revisaron algunas realidades de la vida eclesial que están bajo la acción de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). “Sentimos la necesidad de encontrarnos, utilizando los medios virtuales, para poder seguir haciendo lo que nos corresponde: el discernimiento de las realidades que estamos viviendo, para poder proponer los caminos pastorales que necesitamos en este momento preciso de la historia”, expresó monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo electo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la CEC. Ese discernimiento evangélico y colegial, al que hace referencia monseñor Álvarez, lo hicieron los obispos desde su realidad de pastores con la intención de abrir horizontes a la acción evangelizadora en el contexto de la pandemia y de la vida social, política, económica y religiosa del país. “Además, necesitamos proyectar algunas etapas que vienen para la CEC, especialmente la asamblea que tendremos pronto, si Dios quiere, de manera presencial, pero sabiendo que necesitamos todavía saber cómo evoluciona el panorama sanitario”, expuso el prelado. Los obispos colombianos coincidieron en la necesidad de reforzar, en este tiempo de pandemia, la acción pastoral de la Iglesia, enfatizando en las pastorales familiar, de medios de comunicación y educativa, entre otras, así como seguir atendiendo el acompañamiento caritativo en las comunidades, especialmente en las más pobres. Sin duda alguna, este tipo de encuentros anima a nuestros pastores a seguir caminando juntos, aprendiendo juntos y sirviendo juntos. “… Dios nos ha prometido que donde nos reunamos en su nombre, él está con nosotros y nos enseña a vivir la unidad para seguir evangelizando y buscando que el reino de Dios sea realidad en este momento”, concluyó el secretario general de la CEC.

Jue 6 Feb 2020

Cuatro actitudes para que la tarea Evangelizadora de la Iglesia sea eficaz

“El desprendimiento, la hospitalidad, desentrañar el mal y estar cercano al que sufre, son actitudes que permiten que la tarea evangelizadora de la Iglesia sea eficaz”, afirmó monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Secretario General de esta Institución, durante la celebración eucarística con la que se dio inicio al cuarto día de trabajos en la Asamblea Plenaria. Siguiendo el Evangelio de san Marcos, que cuenta cómo Jesús llamó a los doce y los fue enviando a Evangelizar, señaló que la Iglesia debe seguir esos pasos del llamado y envío de Jesús, con unas instrucciones, criterios y actitudes precisas. “En el lenguaje que acostumbra el Papa Francisco dice que es claro lo que el Señor nos pide y no podemos tomarlo como un mero simbolismo, es necesario ahondar en el sentido preciso de las actitudes que el Señor nos reclama”. En este sentido, agregó que durante esta Asamblea se está vislumbrando y definiendo el plan pastoral que ha de iluminar la misión de la Iglesia y advirtió que esta tarea se debe realizar en comunión con los obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos, desde las realidades territoriales. Actitudes fundamentales en la tarea evangelizadora Desprendimiento. Frente a esta actitud advirtió que una Iglesia que es apegada a las cosas es una Iglesia que no es discípula ni misionera. “Los desapegos a las cosas permiten a la Iglesia anunciar con toda claridad y alegría el Evangelio (…) Nuestra firmeza es justamente la confianza en la providencia y la disposición para dejarnos guiar por lo impredecible del Espíritu Santo, que fue lo que el Papa nos recomendó”. La hospitalidad. Al respecto dijo que la Iglesia siempre debe estar atenta a la escucha de las personas, conocer sus anhelos y esperanzas. “Nosotros debemos procurar partir de saber estar siempre con nuestros hermanos, compartir con ellos las cosas de cada día, del saber estar en su casa, recibiendo de ellos como nos lo recomienda el Señor, las cosas que nos puedan ofrecer”. “Justamente el horizonte grande que tenemos en este plan pastoral quiere partir de los modos culturales, de la expresión de vida, de las dificultades, de las confusiones o aciertos de nuestros hermanos en este momento. No podemos poner otra base sino lo que descubramos en ese acercamiento pastoral a estas situaciones”, aseveró el obispo. Afirmó que no se pueden realizar planeaciones pastorales sueltas sin contar con las comunidades y conocer las necesidades de ellas: “no podemos hacer planeaciones pastorales, programas o proyectos sueltos, porque esa no es nuestra misión (…) necesitamos ir en busca de las personas, estar con ellas para que aquello que podamos programar desde este espíritu sea realmente la llegada del reino de Dios a nuestros hermanos”. Desentrañar el mal. El Evangelio refiere igualmente al poder sobre los espíritus inmundos, al respecto, dice monseñor Álvarez: “En nosotros debe haber siempre esa actitud de ir al fondo de las causas del mal en la vida de nuestros hermanos. El poder está en saber discernir esos desafíos, de percibir con el criterio del Evangelio lo que el Señor nos pide que hagamos para acabar, desenraizar y cortar lo que daña a nuestros hermanos”. Afirmó que la Iglesia no puede realizar una pastoral superficial, sin llegar a las causas reales de lo que está afectando al ser humano. “El mal, el pecado y la distancia es lo que nos daña, nos acaba y nos pone en todas las situaciones que nos destruyen. Hechos como la violencia, la muerte, la corrupción, la división y el odio están acabando con el hombre”. Estar cercano a los que sufren, especialmente a los enfermos. “El Señor nos pide que recibamos a nuestros hermanos, pero que también nosotros nos convirtamos en casa para ellos, donde se encuentre consuelo, acogida, misericordia y comprensión, como los discípulos que en nombre del Señor sanaban a muchos enfermos y oprimidos por el mal”. Finalmente, monseñor Álvarez Botero animó a los pastores y bautizados para que, con estas cuatro actitudes sugeridas, se renueven los caminos de ser discípulos misioneros. “Sintamos que el Señor hoy nos vuelve a mandar a anunciar la misericordia y el amor de Dios, viviendo como hermanos y sanando a todos los que lo necesitan”.

Mié 5 Feb 2020

TERCER DÍA. Informativo de la Conferencia Episcopal: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’

La Conferencia Episcopal de Colombia presenta el informativo: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’ con los principales hechos del tercer día del encuentro. Estos son los principales momentos de la jornada: Eucaristía del Cardenal Rubén Salazar Gómez, quien dijo que el énfasis en la misión de la Iglesia es estar al servicio de las comunidades; Ponencia: El Evangelio de la Creación, inspirado en el magisterio de Benedicto XVI y Francisco, además de los documentos de Aparecida y Laudato Si; Ponencia sobre la Ecología Integral y líneas.

Mié 5 Feb 2020

Experiencia de Padre Sinodal orienta reflexión del Episcopado

En el marco de la CIX Asamblea Plenaria del Episcopado, monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, obispo de San José de Guaviare, Padre Sinodal por Colombia y miembro de la comisión de elaboración del documento final del Sínodo de la Amazonía, presentó a los señores obispos su experiencia como aporte a la proyección pastoral de la Iglesia colombiana. En diálogo con el departamento de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal (CEC), se refirió a los principales aspectos presentados durante su intervención. Monseñor Jair, acaba de tener un diálogo con los señores obispos sobre lo vivido en el Sínodo de la Amazonía, que se celebró en octubre del 2019 en Roma, ¿qué les compartió de esta experiencia? Respuesta: Las informaciones que se dieron hacia afuera del Sínodo fueron muy sesgadas en ciertos aspectos que en verdad no fueron relevantes para el Sínodo. Este diálogo con los obispos se trató, ante todo, de dar algunas ideas básicas para tratar de comprender el Sínodo. Ideas básicas que tienen mucho que ver con el magisterio del Papa Francisco. El Sínodo era un laboratorio para poner a marchar lo que él nos ha dicho en todo su magisterio; es decir, era un laboratorio para poner en marcha la Laudato Si’. No ya para hacer más reflexiones, sino para saber cómo se iba a constituir una opción pastoral en la Amazonía colombiana, en el asunto de la sinodalidad, que no es simplemente reunirse a hacer encuestas, sino ante todo discernir con el Pueblo de Dios, es decir un diálogo entre obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos, sobre cuáles son los caminos que la Iglesia debe tomar en la sinodalidad. Les recordé, también, algo en lo que el Papa nos ha venido insistido mucho y es la inculturación, de modo que las etnias y las culturas, sean valoradas en verdad por la Iglesia y que también tengan ellos algo que decirnos y algo que enseñarnos. Si nosotros entendemos ese magisterio del Papa Francisco, entendemos muy bien por qué se ha dicho que el Sínodo de la Amazonía es una especie de laboratorio para la Iglesia. Pero también, una clave de comprensión del Sínodo es cómo piensan los indígenas su vida. El Sínodo de la Amazonía se trataba de un diálogo con ellos, donde nos sentábamos a escucharlos con toda la dignidad que ellos tienen, donde ellos igualmente nos escuchaban. De ellos el Papa y el Sínodo nos han insistido aprender el arte del buen vivir, por el que ellos no asumen la vida como compartimentos estancos: por una parte va mi vida, por otra la sociedad, por otra la familia, por otra la naturaleza, sino como un todo integral en una armonía total. Eso es lo que hemos querido aprender sobre todo de los indígenas y en esas claves podemos entender muy bien el Sínodo Amazónico. Eso ha sido lo que he compartido hoy con los señores obispos, una especie de claves para comprender el Sínodo. Frente a este panorama vivido en el Sínodo de la Amazonía. ¿Cómo la Iglesia colombiana implementará acciones en su tarea pastoral? R: Hay cosas que podemos empezar a aplicar desde ya, porque hacen parte de la vida pastoral normal de los pueblos: Las vocaciones autóctonas, el darles más participación a los fieles, entre otras. Ahora, hay ciertas cosas que dependen de si el Papa las aprueba o no. Hasta que el Papa no diga “apruebo esto” nosotros no podemos emprender ninguna opción, porque un Sínodo no tiene capacidad decisoria, un sínodo se pone en las manos del Papa que es la autoridad suprema de la Iglesia para decir acepto todo lo que ustedes me han recomendado, pueden ponerlo en marcha, o acepto solamente una parte. Es decir, hasta que no salga la Exhortación Apostólica o el mensaje del Papa no tendremos propiamente unos derroteros en aquello que parece más extraordinario; en las cosas ordinarias: conversión cultural, conversión pastoral, conversión ecológica, conversión sinodal, muchas cosas pueden estar ya en funcionamiento de acuerdo a los obispos y a los líderes de las iglesias. Para el caso del país, ¿cómo hacer frente al extractivismo? R: Nosotros somos pastores de la Iglesia, por eso hay ciertas cosas que no son de nuestra competencia, pero en el mensaje de ecología integral que el Papa nos ha dado nos pide dos cosas: En primer lugar, mantener nuestra denuncia profética, es decir, no quedarnos callados ante la destrucción de la Casa Común y sobre esto ya hay experiencias de la Iglesia colombiana en algunos sectores, donde obispos se han reunido y en bloque han hecho sus manifestaciones en contra o pidiendo mayores estudios, entonces esto hace parte de esa dimensión profética. Hay otra propuesta que surgió del Sínodo y que tendremos que estudiarla mucho para buscar los caminos en su realización. En la propuesta del Sínodo y del Papa está el deseo de que empecemos desde la moralidad, desde la espiritualidad, desde la pastoral a cambiar el modo como los cristianos católicos nos relacionamos con el mundo. Esto exige que busquemos maneras desde nuestra evangelización y predicación para que mermemos esta sed de consumo que tenemos, que es una de las raíces de todo el desastre ecológico que estamos viviendo. Veremos entonces cómo desde la espiritualidad, desde una recuperación de la teología de la creación podemos aportar en eso. La denuncia profética y acciones concretas desde la evangelización son caminos a seguir. El aporte que cada diócesis, cada iglesia pueda hacer en esta materia será valioso, por ejemplo, espacios de reflexión, campañas de reforestación y también mirar la propia economía como puede estar afectando. ¿Cómo llegar a todas las empresas o instituciones que están acabando con el ecosistema? R: Afortunadamente en esto no estamos solos. El Papa con la Laudato Si’ ha generado toda una ola de conciencia ecológica. En el mundo de los jóvenes se está dando una conciencia por el cuidado de la Casa Común enorme, en el mundo muchos líderes se están de verdad preocupando. Si estuviéramos solos en esto, podríamos decir “va a ser muy difícil”, pero no estamos solos y aunque ciertamente hay una gran corriente predatoria, pues se ha hablado de entrar en contacto con los empresarios y con el gobierno para que juntos protejamos este mundo porque en realidad no es una opción, el mundo va por mal camino y va rumbo a no poder sostenerse más y cuando lo seres humanos vemos una amenaza inminente pues muchas veces reaccionamos y esperamos que esa reacción siga extendiendo como una ola. Tenemos que unirnos porque pienso que en este momento no hay nada más ecuménico que el trabajo por la Casa Común. Ya hay unas iniciativas interreligiosas para la protección de la selva, para la protección de los ecosistemas y en ellas queremos estar presentes.

Mié 5 Feb 2020

Saludo del presidente del CELAM a obispos colombianos reunidos en Asamblea

Como un gesto de comunión, el Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, presentó en nombre de la Institución un saludo a los obispos colombianos que se encuentran reunidos en Bogotá, celebrando la Centésima Novena (CIX) Asamblea Plenaria del Episcopado. “Apreciados hermanos de la Conferencia Episcopal colombiana, les expreso mi saludo con ocasión del inicio de la 109 Asamblea Plenaria, cuya agenda aborda el cuidado de la Casa Común, tema del último Sínodo Panamazónico, en el que realizamos profundas reflexiones y subrayamos importantes desafíos y compromisos que se encuentran expresados en el documento final, el cual esperamos sea recogido en la próxima Exhortación Postsinodal que publicará el Papa Francisco”, señala en su video-mensaje. El prelado recordó que el trabajo realizado al interior de la Asamblea Sinodal, convocada por el Papa Francisco en octubre del 2019, se desarrolló en “un clima de confianza, comunión, oración y espiritualidad, pidiendo al Espíritu Santo el don de la escucha, el discernimiento y la capacidad de diálogo, virtudes que debemos cultivar con nuestros pueblos”. Monseñor Cabrejos, sostuvo que estos aportes han de llevar a una conversión integral, que sugiere a su vez, una cambio pastoral, cultural, ecológico y sinodal, con miras a “abrazar decididamente y practicar el nuevo paradigma de la ecología integral, el cuidado de la Casa Común y dentro de él la defensa de la Amazonía, pero también un marcado derrotero para nuestra futura labor pastoral en la región”. Finalmente, pidió la intercesión de la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, para que la reflexión de estos días deje los frutos esperados y contribuya a mejorar la colegialidad, la comunión y la sinodalidad.

Mar 4 Feb 2020

Informativo de la Conferencia Episcopal: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’

La Conferencia Episcopal de Colombia presenta el informativo: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’ con los principales hechos del segundo día del encuentro. Principales momentos de la jornada: Eucaristía presidida por monseñor Luis Mariano Montemayor, Nuncio Apostólico en Colombia, quien pidió la unidad del país; panel: "Lo que pasa en nuestra casa", con especialistas que hablaron sobre la minería, la tierra, el agua, la biodiversidad y la deforestación; testimonios de obispos sobre el cuidado de la Casa Común en Colombia; trabajo por Provincias Eclesiásticas, para hacer una lectura de la realidad de la creación en las diferentes regiones del país y ponencia: "Sínodo de la Amazonía" a cargo del obispo de San José de Guaviare, monseñor Nelson Jair Cardona.