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covid-19

Lun 15 Jun 2020

En camino a la reapertura de los templos

El pasado domingo 14 de junio, el Ministerio del Interior expidió el Decreto 847 por el cual se modifica el Decreto 749 del 28 de mayo de 2020. A manera de síntesis, en esta nueva reglamentación se pueden observar los siguientes puntos: Establece la vía jurídica para la promulgación del acto administrativo que permita el desarrollo del pilotaje de reapertura de templos en Salamina (Caldas) y Aguazul (Casanare), que se pondrá en marcha esta semana. Habilita a los alcaldes de los municipios NO COVID-19 del país para que tramiten ante el mismo Ministerio del Interior la autorización para la reapertura de los templos y centros de culto. En todo caso, por cuanto concierne a la vida y misión de la Iglesia Católica, se tendrán como base los lineamientos de bioseguridad que ya fueron aprobados por el Ministerio de Salud y Protección Social, con los ajustes que resulten del pilotaje. En cuanto a la lista de los municipios NO COVID-19, ésta se actualiza diariamente y se puede consultar en el siguiente link: https://d2jsqrio60m94k.cloudfront.net, bajo el título: “Municipios con y sin casos confirmados de COVID-19” El episcopado colombiano ha venido disponiendo cuanto es necesario para que la reapertura de los templos católicos en el país responda adecuadamente tanto a la vivencia de la fe en las celebraciones litúrgicas con la participación física de los fieles, como a los cuidados que se deben guardar para proteger la salud y la vida de los mismos fieles y de la comunidad en general. En diálogo con monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), pudimos conocer más detalles de los pasos que se vienen avanzando, junto con el Gobierno Nacional, en la gestión conjunta de reabrir los templos para celebraciones presenciales de los fieles, siguiendo los debidos protocolos de bioseguridad y contando con la disposición colaborativa de las autoridades locales, así como con la de obispos, sacerdotes y comunidad de creyentes. Periodista CEC: ¿Qué falta para que la prueba piloto se ponga en marcha? Mons. Álvarez: Falta un acto administrativo del Ministerio del Interior, según lo permite ahora el Decreto 847. Confiamos que este acto administrativo se expida esta misma semana, para dar vía libre a la experiencia piloto en Salamina y en Aguazul. Periodista CEC: Una vez inicie la prueba piloto en las dos poblaciones escogidas, ¿cuánto tiempo durará ésta? Mons. Álvarez: Nosotros hemos pedido al Ministerio del Interior que fije un plazo de término para la prueba piloto. Todavía no se ha dado una respuesta exacta a esta solicitud. Periodista CEC: Según el Decreto 847, son los alcaldes de los municipios NO COVID-19 quienes van a tramitar ante el Ministerio del Interior la reapertura de los templos en sus territorios. ¿Cómo será esa reapertura? ¿Se abrirán a la vez todos los templos de cada población NO COVID-19 o, si es un proceso escalonado, qué se tendrá en cuenta? Mons. Álvarez: Lo primero que hay que tener en cuenta es que hay un proceso para esto. Los alcaldes deben tramitar la autorización ante el Ministerio del Interior, certificando en primer lugar que su municipio es no COVID. El Ministerio le dará curso a esas solicitudes. La autorización se pedirá para las diversas confesiones de fe que haya en cada municipio. Los protocolos que se acreditarán, en el caso de la Iglesia católica, son fundamentalmente los que ya ha aprobado el Ministerio de Salud para el pilotaje, a los cuales, sin duda, se le harán ajustes según el resultado de la experiencia. Periodista CEC: ¿Qué le corresponderá al párroco adelantar ante la alcaldía municipal? Mons. Álvarez: Se pide a los párrocos que estén en permanente contacto con las autoridades locales y con las secretarías de salud, en lo que se refiere al manejo general de la pandemia y a todas las medidas que se vayan tomando, también para este punto concreto de la reapertura de templos, siempre siguiendo las orientaciones y directrices de los obispos u ordinarios diocesanos. Se aclara, que los sacerdotes no tienen que acreditar un protocolo distinto del que ya ha sido revisado por el Ministerio de Salud. Desde la Conferencia Episcopal informaremos oportunamente de eventuales ajustes a los protocolos, que resulten de la evaluación de la prueba piloto. Periodista CEC: Teniendo en cuenta que los lineamientos de bioseguridad presentados por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) al Gobierno Nacional, ya fueron aprobados por el Ministerio de Salud y Protección Social, recordemos de manera general en qué consiste la propuesta de la Iglesia católica en cuanto a estos protocolos. Mons. Álvarez: Reitero que el Ministerio de Salud ha aprobado los protocolos para la reapertura de templos en Salamina y en Aguazul. Estos lineamientos son fundamentalmente los que se aplicarán para la reapertura de los demás templos, una vez se surta la experiencia piloto. Ya hemos hecho del conocimiento de todos los obispos del país estos lineamientos para que se vayan preparando, en espera de la autorización necesaria. Periodista CEC: Muy importante su aclaración. Ahora sí, en líneas generales, coméntenos en qué consisten los protocolos presentados por la CEC al Gobierno Nacional para la reapertura de nuestros templos católicos. Mons. Álvarez: Hay, sobre todo, unas medidas muy importantes para el ingreso, el control de aforo, el distanciamiento social, la desinfección para estar en los templos; aparecen también unas medidas para tener en cuenta durante las celebraciones litúrgicas con el fin de cuidar la participación devota y digna de los fieles; también contemplamos unas medidas para el momento de salida de las iglesias. Periodista CEC: Ante esta situación de reapertura de nuestros templos, ¿cuál es el mensaje de la CEC para los sacerdotes y los fieles católicos? Mons. Álvarez: Hemos venido viviendo una situación distinta y nueva, como lo ha repetido el Papa Francisco. Esperamos que, paulatinamente, los fieles puedan regresar a los templos para celebrar nuestra fe cristiana. Y hay que hacerlo con pleno sentido de lo que significa en nuestra vida la celebración de la liturgia y la vida de la comunidad ¿Qué quiero decir con esto? Que la vuelta a los templos debe convertirse para nosotros en un renovar y fortalecer nuestra relación con Dios y con los hermanos, y para asegurar en nuestras comunidades una profunda espiritualidad litúrgica. No se trata simplemente de abrir los templos y cumplir unos protocolos. Es necesario cumplir todas las medidas de bioseguridad, por el bien de todos, pero no podemos caer en el riesgo de “celebrar sin espíritu”. Quiero enviar un mensaje muy especial a los sacerdotes para que tengan muy presente que ahora deben preparar mejor las celebraciones. Lógicamente se trata de preparar bien las medidas para evitar la propagación del virus, pero no nos olvidemos de la preparación espiritual, interior, de las disposiciones que pide la liturgia misma, de lo necesario para que sacerdotes y fieles, celebren de verdad el misterio de la fe cristiana y puedan recibir la gracia propia de los sacremntos.

Dom 7 Jun 2020

Iglesia católica avanza en protocolos para reapertura de templos

El padre Jorge Bustamante Mora, director de los departamentos de Doctrina y Promoción de la Unidad y el Diálogo de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), y miembro de la mesa de diálogo con el Gobierno Nacional para la reapertura de los templos católicos en el país, nos comparte en una video - entrevista sobre los avances logrados en este tema. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Vea la entrevista[/icon]

Mar 2 Jun 2020

Iglesia preocupada ante panorama del conflicto armado durante emergencia sanitaria

La Comisión de Conciliación Nacional (CCN), entidad convocada por la Iglesia Católica e integrada por ciudadanos de diversos sectores y vertientes de pensamiento político, social y religioso con un importante trayectoria de trabajo a favor de la paz en Colombia, comparte la segunda edición de su noticiero digital CCN Noticias “Comunicando verdad y esperanza”, Este informativo es una apuesta de la Iglesia para dar a conocer algunos de los hechos más relevantes de la coyuntura nacional, relacionados con el conflicto armado, la reconciliación y la paz, con enfoque humanitario y un especial énfasis en las necesidades e iniciativas de las regiones. En esta nueva entrega informativa, a partir de lo sucedido en el país en los últimos dos meses, en el marco de la emergencia sanitaria causada por la pandemia, encuentre: En medio de alarmantes cifras actuales de reclutamiento, utilización y asesinatos a menores de edad por parte de grupos armados ilegales, la Iglesia colombiana, a través de la Conferencia Episcopal de Colombia, pide a los grupos armados cesar todo tipo de actividades que continúen poniendo en riesgo la vida y dignidad de los niños, niñas y adolescentes. La Doctora Consuelo Corredor, miembro de la Comisión de Conciliación Nacional, del Cinep y de la Comisión de Notables, habla de las complicaciones que se han presentado para la implementación del Acuerdo de Paz en medio de la crisis generada por el nuevo coronavirus, ocasionando consecuencias negativas no solo para los excombatientes sino también para las comunidades. Ante la intensificación de acciones relacionadas con el conflicto armado en diferentes regiones del pacífico durante la pandemia, así como frente a los preocupantes niveles de pobreza y precarias condiciones para la atención en salud, Mons. Juan Carlos Barreto, obispo de la Diócesis de Quibdó, pide a las autoridades atención urgente y diferenciada para sus territorios, y a los grupos armados, un cese multilateral al fuego, garantizando la protección de sus comunidades. El Padre Darío Echeverri, Secretario General de la Comisión de Conciliación Nacional, habla, en exclusiva, del complejo panorama que se presenta actualmente con la guerrilla del ELN y afirma que la Iglesia seguirá trabajando e insistiendo en la humanización del conflicto. En medio del sufrimiento que viven hoy quienes habitan las zonas más marginadas del país, miembros de la Comisión de Conciliación Nacional insisten en la necesidad priorizar la vida de las comunidades y llaman, tanto al Gobierno como al ELN, a transitar caminos reales de diálogo y negociación para buscar con una paz completa con transformaciones sustantivas. Fuente: Oficina de comunicaciones Comisión de Conciliación Nacional (CCN)

Mié 27 Mayo 2020

Así va el proceso de solicitud de apertura de templos

En un comunicado, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) da respuesta a las inquietudes manifestadas por diversas personas frente a la reapertura de los templos para las celebraciones litúrgicas con la participación de los fieles y explica los caminos que se han adelantado frente al Gobierno Nacional para que se dé vía libre a esta solicitud, cumpliendo por su puesto con los protocolos de bioseguirdad requeridos. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Lun 25 Mayo 2020

COR – VIDA versus COVID 19

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - Para esta entrega editorial, a propósito del coronavirus que afecta a la humanidad, se me ha ocurrido reflexionar a partir de estas palabras que son tan pronunciadas cotidianamente en las conversaciones corrientes y que cobran tanto significado en la experiencia de cada uno. Pero creo que es importante primero identificarlas. La primera, “cor” es un vocablo del latín que significa, nada más ni nada menos, “corazón”, palabra tan usada en el mundo, no solo de la medicina, sino para expresar sentimientos y calificar relaciones. Cordialidad, cordial (afecto del corazón), misericordia (tener corazón con el necesitado), concordia, acordar (unir los corazones), recordar (volver a pasar por el corazón), coraje (el corazón adelante!),cordura (sensatez con corazón), discordia (corazones separados), entre tantas. Podríamos continuar la lista pero para el caso, se trata de resaltar que frente a los retos de la vida y los nudos por desatar, es siempre necesario poner a funcionar el corazón, que podríamos traducir en solidaridad, ayuda mutua, cuidado de los unos por los otros. La Sagrada Escritura, cuando se refiere al corazón humano, no alude simplemente a un músculo del cuerpo, sino describe la interioridad del hombre, de donde proceden los sentimientos, las decisiones, la libertad y el amor en ejercicio, el discernimiento, las relaciones etc. El mandamiento del amor está formulado en términos de corazón: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Dt 6,5); y en la parábola del buen samaritano, ante la pregunta que hiciera el doctor de la ley a Jesús, de cómo alcanzar la vida eterna, Jesús le contesta ¿que está escrito en la ley? Y éste le contesta de forma idéntica, añadiendo “y al prójimo como a ti mismo”, por lo cual el Señor le manifiesta que ha respondido correctamente (Cfr. Lc 10,27). La segunda palabra es vida, repetida y usada también tantas veces en las conversaciones ordinarias por su importancia en la experiencia cotidiana y por el contenido humano y espiritual que contiene. Hablamos de la vida como derecho fundamental, y durante todo este tiempo de la pandemia del coronavirus, todo gira alrededor de defender y proteger la vida de este ataque inesperado. De manera que la vida, por fortuna, tiene un escenario en el que debe ser colocada en primera línea de valoración, reconociendo sin embargo, que hay muchos otros, distintos al de esta pandemia, en los cuales aún es más vulnerada y agredida la condición humana (hambre, guerras, otras enfermedades no atendidas, injusticias, violencia…etc). Finalmente, podríamos afirmar, que la palabra más pronunciada en lo que va del año a nivel planetario es “Covid 19” - o “coronavirus” - , por lo que ella cala tan profundamente en este momento en la atención y expectativa de todos. A sabiendas que el espíritu de superación y la virtud de la esperanza se abren paso frente a la adversidad, concluimos que hay un antídoto fundamental que ojalá fuera también una vacuna moral para toda la humanidad, frente a tantos males sociales, lo mismo que para seguir afrontando integralmente la crisis generada por el Covid 19: amor como solidaridad (corazón) y cuidado integral de la vida, empezando por la vida humana y la de la casa común o medio ambiente. Sin olvidar que amor y vida tienen su fuente en Dios, quien en concreto, en su Hijo Jesús, dio su vida por amor. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga

Sáb 23 Mayo 2020

Post pandemia. Entre el deseo y la necesidad

Por: Mons. César Alcides Balbín Tamayo - Este asunto del Convid-19, que lleva en el mundo no menos de seis meses desde su descubrimiento, ha venido para quedarse. Se ven los esfuerzos de los gobiernos para evitar el contagio masivo, con exiguo éxito para algunos, con un éxito un poco más alto para otros, y con la tranquilidad absoluta para unos pocos, que no le han visto ni siquiera llegar, especialmente países desarrollados, especialmente los nórdicos, y algunas comunidades municipales, entre nosotros. Los esfuerzos del mundo de las ciencias para el descubrimiento de una vacuna, o al menos de anticuerpos, no tanto para erradicar el mal sino para tratar de detenerlo, son notorios, de manera especial también en los países desarrollados, que cuentan con los recursos para ello, e incluso bajo el patrocinio de grandes firmas farmacéuticas, con suficiente músculo financiero, con el soterrado interés de quedarse con una buena tajada del mercado que supone el descubrir y poner una vacuna a disposición de los gobiernos. El mundo comienza a despertar, como de manera casi que perezosa de esta pesadilla que por varios meses le ha colocado como en stand by, y es hora de que pensemos en una manera diferente de ser y de estar en el mundo, en relación con los demás y con nosotros mismos. La experiencia de la cuarentena vivida en familia, la gran mayoría, creo yo, así como el alejamiento social, nos deberán dejar interesantes lecciones para nuestra vida, para poner en práctica en adelante. Es cierto que el futuro esta en manos de Dios, así lo creo, pero también es cierto que las personas inteligentes prevén, de algún modo ese futuro. Es como decir que el mismo está en la manos de Dios, y también en nuestras propias manos. Por todo ello, entonces, tendremos que comenzar por ser selectivos en muchas cosas y en muchos aspectos de nuestra vida diaria. Seguramente moviéndonos entre el deseo y la necesidad, como lo he puesto en el subtítulo de esta reflexión. Y para ello será necesario parar y reflexionar a la hora de comprar, invertir y gastar, que son cosas bien diferentes. Tendremos que pensar en la verdad, la bondad y la necesidad de las cosas ¡Cuántas personas seguramente han lamentado el mal manejo que han dado a los recursos propios o de sus organizaciones en este tiempo, en el que el mundo se ha frenado en seco! Y ello tal vez porque el mundo y la cultura del consumo nos han llevado a adquirir cosas innecesarias y superfluas, dejando de lado cosas importantes y necesarias. En más de una ocasión lo he manifestado: nuestro mundo del comercio está repleto de baratijas, chécheres y cosas innecesarias. Qué bueno hacer el ejercicio, y ayudar a nuestros fieles a que lo hagan, de pensar antes de adquirir algo, si es bueno, si es importante, y sobre todo si es necesario, y tal vez haciéndome la reflexión de lo que pueda pasar si no lo adquiero, y si la respuesta es «nada», entonces… no vale la pena adquirirlo. Distinta será la respuesta a la hora de comprar los elementos de primera necesidad del hogar, como el alimento, como los medicamentos, como el pago de los servicios o incluso la adquisición de algún electrodoméstico, que ayuda a los trabajos del hogar. Así entonces y en previsión del futuro, la cuestión será, tomar decisiones inteligentes, a partir de dos situaciones: lo que quiero y lo que necesito. Lo que quiero puede esperar, lo que necesito, si realmente lo necesito, debe ser ya, ahora. Si no, puede ser después. Ahora, y teniendo de frente una anunciada y profunda recesión económica, bien vale la pena poner a funcionar la inteligencia, en orden a prever un poco el futuro. + César Alcides Balbín Tamayo Obispo de Caldas - Antioquia

Mar 19 Mayo 2020

Diócesis de Málaga- Soatá: la caridad es el corazón de la Iglesia

La Iglesia católica continúa avanzando en su aporte por acompañar, apoyar, proteger y coordinar esfuerzos para garantizar el bienestar y el acceso a las necesidades básicas de las comunidades en este tiempo de pandemia, es así como la Diócesis de Málaga- Soatá, desde Santander, comunica la importancia de compartir con los más vulnerables. El liderazgo de la diócesis de Málaga-Soatá sobre las acciones caritativas de la región ha sido una de sus principales contribuciones, así como la asistencia alimentaria, acceso a salud y hospedaje, que ha beneficiado especialmente a la población vulnerable y migrante; otro de sus aportes es la promoción del desarrollo humano integral y los procesos de formación, principalmente a la población campesina, para generar economías sostenibles, autosuficientes y solidarias. Atendiendo a las necesidades que surgen producto de la emergencia sanitaria que afronta el país por cuenta del Covid-19, monseñor José Libardo Garcés Monsalve, los sacerdotes y párrocos de esta Jurisdicción, con el objetivo de “que nadie pase hambre en la Diócesis”, ha venido adelantado grandes campañas de aliento y esperanza para asumir la situación, que promueven la solidaridad y la generosidad a nivel diocesano y por parroquias, para la recolección de víveres de primera necesidad, lo cual se ha venido logrando de manera muy positiva, gracias a la respuesta por parte de la comunidad y principalmente de los comerciantes, quienes más contribuyen con esta noble causa. El sacerdote Luis Alfonso Hernández, sobre las campañas y entregas de ayuda que vienen adelantado, manifiesta que “lo hacemos porque reconocemos que esta es la misión de la iglesia, es nuestra misión, nuestra responsabilidad, porque entendemos que la caridad es el corazón del Evangelio y sin ella no tendría sentido ni razón de ser, lo que hacemos y lo que somos”. Desde que se atendió al llamado de cuarentena, se han venido intensificando las acciones de sensibilización y de compartir, se han fortalecido las redes de comunicación para que las ayudas lleguen a las personas que lo requieren, especialmente a adultos mayores, enfermos, personas que se encuentran en la cárcel, familias más vulnerables, población migrante, población rural dispersa y desempleados. “Los agentes de Pastoral Social son un puente entre las personas que necesitan acceder a ayudas alimentarias y nosotros, quienes las canalizamos”, manifiesta el sacerdote Hernández. Adicionalmente, la diócesis ha venido gestionando, articulando y coordinando acciones con organizaciones como los Bancos de Alimentos, por ejemplo, con el de Bucaramanga se logró gestionar 100 mercados que fueron de gran ayuda para la población vulnerable. Por otro lado, se viene conformando la Red Vecinal de Solidaridad de las parroquias, una estrategia que permitirá que la comunicación y las iniciativas caritativas sean mejor coordinadas y más eficientes para solucionar las carencias de las personas y familias que lo requieran. Estas apuestas, pretenden acompañar a la comunidad en sus momentos difíciles, generar sensibilización frente a estas situaciones, motivación para compartir ser generosos y apoyar a quien lo requiera. “Que todos sigamos sumando en este propósito de hacer llevar este tiempo y que podamos celebrar victoriosos nuestra resurrección y transformación”, es el mensaje que brinda el presbítero Luis Alfonso Hernández. Fuente: Of. de comunicaciones Secretariado Nacional de Pastoral Social

Mar 12 Mayo 2020

El Papa invita a jornada de oración este jueves

Los obispos de Colombia acogiendo la invitación hecha por el Papa Francisco para este jueves 14 de mayo, invitan a todos los fieles y creyentes a participar de una jornada de oración por la grave crisis mundial creada por la pandemia del Covid-19. Así lo ha dado a conocer el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, quien anima para que en los diferentes momentos del día se realicen acciones de oración, ayuno, sacrificios y caridad que lleven al fin de esta pandemia. Cabe recordar que esta es una iniciativa del Alto Comité para la Fraternidad Humana y que fuera acogida por el Santo Padre el pasado domingo 3 de mayo, a la hora del rezo del Regina Coeli: “Y como la oración es un valor universal, he aceptado la propuesta del Alto Comité para la Fraternidad Humana de que el próximo 14 de mayo, los creyentes de todas las religiones se unan espiritualmente en un día de oración, ayuno y obras de caridad, para implorar a Dios que ayude a la humanidad a superar la pandemia del coronavirus”. Foto: Tomada de internet