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iglesia católica colombiana

Jue 7 Mar 2024

Cuaresma: un camino de fe en comunidad

Por Mons. Ricardo Tobón Restrepo - La Cuaresma, si por una gracia especial de Dios la vivimos en serio, es un verdadero camino hacia la Pascua. Es decir, asumimos el éxodo en que estamos y aprendiendo a interpretar y a aprovechar los dones y las pruebas en medio de las que avanza nuestra existencia, vamos haciendo resurrección en cada uno de nosotros y en las personas que nos rodean. Para esclarecer las sombras, afrontar las luchas y no perder la esperanza, es necesario peregrinar en comunidad a la luz de la fe. Tal vez, entonces, la primera pregunta es si hoy tiene sentido creer.Partamos de la realidad. Junto a tantos signos de bondad y junto a un desarrollo impensable de la ciencia que cada día abre nuevos horizontes, crece igualmente una especie de desierto espiritual. Se tiene la sensación de que, a pesar de tantos logros, a veces el mundo no se dirige hacia la construcción de una sociedad más justa y fraterna. El hombre no aparece más libre y humano, continúan tantas formas de explotación y de violencia, quedan preguntas fundamentales sin responder, constatamos que, además del pan, necesitamos también sentido, fundamentos seguros, amor y esperanza.En este contexto, se requiere una renovada educación para la fe, que lleve a un conocimiento de la verdad y de los acontecimientos de la salvación, pero que brote sobre todo de un encuentro con Dios. Realmente, la fe verdadera se produce en un contacto profundamente personal con Dios, que nos pone frente a Él en absoluta inmediatez de modo que podamos hablarle, amarlo, entrar en comunión con Él, permitirle que nos toque en lo más íntimo de nosotros mismos. La fe es confiarse a un Tú, que es Dios, el cual nos da una certeza diversa, pero no menos sólida de la que viene de los cálculos exactos de la ciencia.La fe no es un mero asentimiento intelectual a unas verdades particulares sobre Dios; es un acto con el que nos confiamos libremente a un Dios que es Padre y que nos ama, es adhesión a un Tú que nos da confianza y esperanza. Este amor tiene su máxima revelación en la cruz de Cristo. Con la muerte y resurrección de su Hijo, Dios desciende hasta el fondo de nuestra humanidad para levantarla hasta Él. Así la fe hace ver cómo el amor de Dios es capaz de transformar toda forma de mal en salvación y cómo en Cristo se ha revelado la realidad profunda de la persona, el camino a la libertad y la posibilidad del amor.La fe viene por la escucha, dice San Pablo; es necesario escuchar a Dios que, a partir de una historia que Él mismo ha creado, nos interpela. Para que podamos creer tenemos necesidad de testigos que han encontrado a Dios y nos lo hacen accesible. De ahí la importancia de la comunidad. Pero la comunidad de fe no se crea por sí sola. La Iglesia ha sido creada por Dios y viene continuamente formada por Él. Esto encuentra su expresión en los sacramentos, especialmente en el Bautismo, en el que venimos acogidos por una comunidad, que no se ha originado por sí misma y que se proyecta más allá de sí misma.Esta realidad profundamente personal que es la fe está en relación inseparable con la comunidad. La fe es un don comunicado a través de otro don que es la comunidad. En efecto, es parte de la esencia de la fe el hecho de quedar introducidos en el nosotros de los hijos de Dios, en la comunidad peregrina de los hermanos y hermanas. El encuentro con Dios significa que, al mismo tiempo, somos sacados de nuestra soledad y acogidos en la comunidad viva de la Iglesia. Ella es mediadora de nuestro encuentro con Dios, que llega al corazón de cada uno de un modo completamente personal.La Cuaresma es entonces una oportunidad imperdible para consolidar nuestra fe y al mismo tiempo construir la comunidad cristiana. Nuestra sociedad requiere cristianos que se comprometan con Dios y su proyecto de salvación, que estén vitalmente incorporados a Cristo por la acción de su Espíritu, que sean la Iglesia que testimonia al mundo la experiencia de la vida nueva que surge del bautismo. Tengamos presente que esto se logra por la acción de Dios mediante la catequesis bien conducida, la liturgia celebrada con unción, la práctica de la oración humilde y el ejercicio de la caridad con todos los hermanos. Esta es la tarea pastoral de las parroquias en este tiempo de Cuaresma.+ Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Jue 7 Mar 2024

¿Vínculo entre sinodalidad y ecumenismo? El tema central del congreso gratuito que se realizará este 14 y 15 de marzo

Un espacio de reflexión, motivación y compromiso que profundizará en el vínculo entre sinodalidad y ecumenismo. Esta es la apuesta del congreso que se llevará a cabo bajo modalidad híbrida (presencial y virtual) los días 14 y 15 de marzo, en la sede del Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y el Caribe (Cepitepal-Celam), en Bogotá. Todas las personas interesadas en participar podrán hacerlo de manera gratuita, con inscripción previa.El congreso tendrá como lema “Vivir y obrar en la unidad eclesial” y ayudará a evidenciar el componente ecuménico que tiene en la actualidad el Sínodo sobre la Sinodalidad. Aspecto que está planteado en el informe de síntesis de la primera etapa de la Asamblea Sinodal, realizada en octubre del año pasado, específicamente en el capítulo 7, titulado “El camino hacia la unidad de los cristianos”.En dicho texto se reconoce que “nos encontramos en un kairos ecuménico” y que debemos “reafirmar que lo que nos une es más grande que lo que nos divide”. Expone también que tenemos en común “un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un Dios único y Padre de todos, que está sobre todos, entre todos y en todos” (Ef. 4,5.6)”. Por lo que concluye que “no puede haber sinodalidad sin la dimensión ecuménica”.Entre las propuestas que ha presentado el Sínodo sobre la Sinodalidad están que en el próximo año 2025 – aniversario del Concilio de Nicea (325) – se realice una conmemoración común para “comprender mejor cómo en el pasado las cuestiones controvertidas fueron discutidas y resueltas, juntos, en Concilio”. Además, en el mismo 2025, providencialmente, la fecha de la solemnidad de la Pascua coincidirá en todas las denominaciones cristianas, sobre todo pensando en el calendario ortodoxo; por ello la Asamblea del Sínodo ha expresado el vivo deseo que se llegue a encontrar una fecha en común para la fiesta de Pascua, para poder celebrar en el mismo día la resurrección del Señor.Además, se desea seguir involucrando a los cristianos de otras confesiones en los procesos sinodales católicos, en todos sus niveles, e invitar un mayor número de delegados hermanos a la próxima Asamblea de octubre de 2024. Incluso, las propuestas llegan a plantear la posibilidad de convocar un “Sínodo ecuménico sobre la misión común en el mundo contemporáneo” y la compilación de un martirologio ecuménico pues “en no pocas regiones del mundo, existe, sobre todo, el ecumenismo de la sangre: cristianos de confesiones diversas que, juntos, dan la vida por la fe en Jesucristo. El testimonio de su martirio es más elocuente que cualquier palabra: la unidad llega de la cruz del Señor”.El equipo coordinador de este congreso está conformado por el Cebitepal-Celam, el Consejo Mundial de Iglesias, World Vision, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, IKUMENI-CREAS, la Fraternidad Pentecostal Mundial, la Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Constantinopla, la Iglesia Presbiteriana de Colombia y las Asambleas de Dios del Perú.Las inscripciones para participar en el congreso se pueden realizar a través del siguiente enlace:https://celam.haif.app/cursos/curso-cebitepal?IUToC+u9W8QsufFL2MaeAw==

Vie 1 Mar 2024

¡Atravesemos el Desierto!

Por el Padre Rafael Castillo TorresDirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas colombianaNuestra tradición judeocristiana concede una gran importancia al libro del Éxodo y el Papa Francisco lo sabe. Por ello en su mensaje de cuaresma para este año, el cual fue entregado a la Iglesia el primer domingo del adviento, nos hace una clara exhortación: “Del mismo modo que Israel en el desierto lleva todavía a Egipto dentro de sí ―en efecto, a menudo echa de menos el pasado y murmura contra el cielo y contra Moisés―, también hoy el pueblo de Dios lleva dentro de sí ataduras opresoras que debe decidirse a abandonar”.1.Nuestro punto de partida.En la experiencia vital de Moisés, cuando él pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, un día, decidió ir, con ese rebaño, más allá del desierto. Ese fue el día en que dejó de recorrer los archiconocidos caminos de siempre y se dio a la tarea de explorar nuevas hojas de ruta. Ese día pudo llegar hasta donde ninguna caravana había llegado; ese día sucedió lo estupendo porque llegó hasta el Horeb donde Dios se le reveló y tuvo un encuentro personal con Él. Dios no se esconde, sino que arde en el misterio del desierto sin consumirse y nos llama a quitarnos, también a nosotros, las sandalias para que experimentemos la santidad de esta rica experiencia. Justo aquí, en el desierto, es donde Dios se comunica con nosotros para compartirnos una misión, tal como lo hizo con Moisés.2.El grito que debemos escuchar.La mayor afirmación y llamado del Papa Francisco en su mensaje, es invitarnos a reconocer que través del desierto Dios nos guía a la libertad y para ello nos invita a meditar el pasaje de Éxodo 3, 7-10: “Bien vista tengo la aflicción de mi pueblo en Egipto y he escuchado su clamor en presencia de sus opresores; pues ya conozco sus sufrimientos. He bajado para librarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa. Ahora, pues, ve; yo te envío al faraón para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto”.Nosotros, por el estudio de la literatura y el conocimiento de la historia de la humanidad, sabemos que, desde Espartaco, pasando por Carlos Marx y las luchas de independencia de muchos pueblos, se han dado no pocas epopeyas de liberación. Hay, sin embargo, algo muy significativo en lo que nos propone el Papa Francisco refiriéndose a la gesta de liberación del pueblo de Israel. Muchas de esas luchas se hicieron al margen de Dios y no han faltado otras que se hayan hecho en contra de Dios. Pero esta gesta de liberación del Pueblo de Israel se hizo por inspiración de Dios. En el origen de todo, en efecto, se encuentran las palabras que Dios dirigió a Moisés y en las que el Papa Francisco enfatiza tanto. Miremos cómo, en estas palabras, hay un cambio significativo de protagonista en el discurso. Dios comienza diciendo: “he bajado...”, pero termina ordenando a Moisés: “ahora, pues, ve...”. La manera que tiene Dios de liberar a los que sufren, es mover a los hombres para que los liberen. Definitivamente cuando Dios trabaja el hombre suda.3.Es tiempo para la justicia.Esta reflexión del santo padre, nos debe llevar a reconocer que toda injusticia, toda violación de derechos, toda opresión despierta un grito que implora justicia. No se trata de reprimir o adormecer ese clamor, sino de reconocer que la voluntad de Dios está inscrita en este clamor. A Dios le ofenden las desigualdades, pero sobre todo le ofende la violación de los Derechos de sus hijos e hijas. Derecho violado al hombre es derecho violado a Dios mismo. Por eso cuando la balanza se inclina de un lado, Dios normalmente se monta del otro.Tengamos presente cómo la revelación del nombre de Dios ocurrió precisamente con ocasión de la liberación de Egipto (Ex. 3, 13-15). Y todo aquel que sepa lo que significa para los semitas conocer el nombre de alguien estará en condiciones de interpretar el significado de ese dato: ¡Israel conoció la identidad de Dios luchando por su libertad! A esto hay que añadir que fue precisamente en el Sinaí donde Israel fue invitado a formalizar la alianza con Yahvé (Ex. 19,1-8). Qué bueno que a partir de esta reflexión nosotros pudiéramos reconocer que lo específicamente cristiano no es el compromiso ético de solidaridad con los pobres en la defensa de sus derechos, ello es irrenunciable para todo hombre y mujer, sino hacer en ese compromiso la experiencia de Dios”.Necesitamos hacer el desierto cuaresmal para vivir la presencia de Dios y vivirla sin miedos y con profunda confianza. Busquemos espacios a solas con Dios. Allí encontramos la fuerza para seguir andando. Será un momento especial para silenciar nuestro sistema nervioso y tomar conciencia de que enraizarnos en Dios, no es un tiempo perdido. Es en el silencio donde Dios mejor nos trabaja, como trabajó a Moisés, es allí donde nos va restaurando, crece nuestra paz interior y nuestra vida se va unificando. Recodemos las palabras de San Juan de la Cruz nacidas del silencio y de sus soledades en muchos desiertos: “Olvido de lo creado; memoria del Creador; atención a lo interior; y estarse amando al amado”.

Jue 29 Feb 2024

Iglesia profundiza sobre su rol pastoral y enfoque humanitario en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación del Cese al Fuego entre el Gobierno y el ELN

Este 27 y 28 de febrero, se llevó a cabo el segundo encuentro nacional de delegados de la Iglesia en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) del Cese al Fuego entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional (Eln).En el espacio, convocado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Delegación para las Relaciones Iglesia–Estado, participaron 43 representantes de 24 jurisdicciones eclesiásticas del país. Los agentes pastorales intercambiaron allí experiencias, aprendizajes, recomendaciones, buenas prácticas y retos sobre la participación de la Iglesia en el MMV. Además, recibieron herramientas de formación e iluminación doctrinal.El primero de estos encuentros se llevó a cabo en junio de 2023 y tuvo como enfoque central la socialización inicial del protocolo de participación de la Iglesia Católica en dicha instancia técnica. Ambos se desarrollaron en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), en Bogotá.Monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia y el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la CEC, acompañaron la reunión. Allí, tanto el purpurado, como el representante del Santo Padre, recordaron que esta misión está iluminada por Jesús de Nazaret y se centra en el Evangelio. Además, que se enmarca en las motivaciones hechas por el papa Francisco para seguir aportando incansablemente a la búsqueda de la reconciliación y la paz.“Puede ser que haya muchas personas desanimadas, pero el desánimo no puede llegar al corazón de alguien que está convencido que el Evangelio de la paz hay que llevarlo a todos los territorios. Por eso, este encuentro, los fortalece también espiritualmente en su misión y sienten que no están solos”, afirmó el cardenal.“Es un compromiso que asumimos como Iglesia siguiendo también el mensaje que el papa Francisco nos ha dado: “Demos el primer paso”. El primer paso que tratamos de dar todos los días, estando cerca a nuestras comunidades, especialmente de las que más sufren por las consecuencias de la violencia y del conflicto que sigue presente en muchas regiones (…) En nombre del Santo Padre les animo a seguir en este trabajo de la reconciliación y de la paz en nuestro país”, agregó monseñor Rudelli.En el encuentro participaron también el padre Rafael Castillo Torres, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana; el padre Eliecer Soto Ardila, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional, organismos de la Iglesia Católica colombiana que también motivan y acompañan permanentemente el trabajo por la paz. Además, asistieron algunos representantes de la Misión Verificación de Naciones Unidas, la Embajada de Suiza, el Gobierno Nacional y el Eln.Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la CEC para las Relaciones Iglesia-Estado, a cargo de la coordinación de este encuentro, destacó tres alcances fundamentales: la posibilidad de que se conozcan con mayor profundidad las circunstancias regionales actuales asociadas al cese y que entren en contacto directo los diversos representantes del mecanismo; analizar conjuntamente las normas y protocolos creados para esta misión; y profundizar en el sentido pastoral y la perspectiva humanitaria que caracteriza la participación de la Iglesia en el MVV.“Con estas perspectivas fortalecidas, salimos a continuar la labor y hacer que el mecanismo sea cada vez más robusto en todas sus dimensiones y alcances (…) Tenemos la voluntad máxima de aportar para que se reduzcan las violencias y confrontaciones; para que se cree un clima en el cual el respeto por la dignidad de cada persona sea el centro de la vida social; para que los hechos victimizantes comiencen a desaparecer. El compromiso nuestro es que el cese al fuego sea realmente un espacio en el cual se abran los caminos para que las negociaciones avancen, vayan alcanzando metas y, luego, produzcan el gran resultado de la paz”, expresó monseñor Henao.

Mar 27 Feb 2024

"Es más lo que aprendemos al lado del habitante de calle que lo que nosotros le podemos enseñar": Cardenal Rueda Aparicio

El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, invitó a desarrollar la pastoral de las personas en situación de calle teniendo en cuenta estrategias que propicien la prevención de quienes están al límite de buscar la calle como refugio y la generación de entornos protectores para quienes ya viven esta difícil realidad.El primado de Colombia también remarcó la necesidad de buscar desde la Iglesia Católica mayores espacios de articulación con otras religiones e instituciones involucradas en este trabajo, para lograr mejores resultados en la misión. “He aprendido que es necesario que haya integración entre las expresiones y movimientos de servicios católicos, porque muchas veces somos paralelos, no nos conocemos…También deberíamos integrarnos, porque este es un tema ecuménico, con tantas confesiones religiosas, con pastores y pastoras que también salen a la calle motivados por su fe, a servir a los que están aquí tirados en el camino sin conocer su nombre, muchas veces sin conocer su historia, pero que agradecen cuando nos acercamos a ellos sin miedo y sin asco (..) Y tercera integración: con las entidades públicas y privadas que también están atentas. Las entidades del Estado muchas veces están allí, son entidades que tienen dinero, que tienen recursos, también las entidades privadas, pero con las cuales deberíamos interactuar, porque eso nos enriquece, porque eso nos permite compartir la técnica y el dinero que tienen las entidades privadas y estatales con el amor que queremos llevar y con nuestra motivación en Jesús de Nazaret, que nos sigue esperando en la calle”.El llamado lo dio a conocer el purpurado este lunes, 26 de febrero, en el marco del ‘Primer Encuentro regional de la pastoral latinoamericana de personas en situación de calle’. Espacio convocado virtualmente por el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), como primer paso para el establecimiento de esta pastoral regional, acogiendo el llamado del papa Francisco para ser Iglesia en salida a las periferias geográficas y existenciales, así como a no apartar nuestro rostro de ningún pobre.Durante su intervención, el presidente del episcopado colombiano inició recordando su llegada a la Arquidiócesis de Bogotá en junio de 2020, marcada por la pandemia en etapa de confinamiento, así como por su experiencia cercana desde ese entonces con los habitantes de calle de la capital colombiana. Esto, especialmente, gracias a cinco personas y, al tiempo, experiencias concretas:“Fray Gabriel Ramírez (Fray Ñero, Q.E.P.D.) me enseñó a conocer y a amar a los y las personas que están en situación de calle. Quiero agradecer también y nombrar a Sor Noemí Sánchez Vicentina, una mujer dedicada a amar a los habitantes de calle, ella con sus hermanas vicentinos y con un grupo grande de laicos. El padre Jorge Arias, de la Arquidiócesis de Bogotá, un servidor de los pobres. Con él he aprendido tantas cosas (…) Me ha enseñado el camino de la cercanía y de la compasión, de la dignificación de las personas que están en esas periferia existenciales y geográficas, como nos dice el papa Francisco”.El purpurado también se refirió a monseñor Ricardo Pulido Aguilar, también de la Arquidiócesis de Bogotá: "porque él ha caminado con los pobres en la ciudad, porque él ha abierto su corazón a los más abandonados, a aquellos que nadie quiere, a aquellos que rechazan incluso por el olor". Además, hizo referencia al padre Jonathan Acuña, misionero consolato, líder de una iniciativa pastoral de acompañamiento a los habitantes de calle con jóvenes universitarios, católicos y no católicos, conocida como 'Aguapanelazo'. Espacio que el cardenal ha tenido la oportunidad de acompañar en varias ocasiones.Haciendo una especie de radiografía de este escenario de trabajo donde dijo "está Jesús esperándonos", el Cardenal se refirió cuatro rasgos que se hallan entre sus habitantes y que evidencian también otros graves flagelos sociales sobre los que también hay que poner la mirada en este trabajo pastoral: el consumo de sustancias psicoactivas, la prostitución, la trata de personas y el fenómeno migratorio.“Es la suma de la calle con el consumo de drogas, es el consumo y la calle; pero es también es la combinación de calle y situación de prostitución, de hombres y mujeres. Es también la combinación de la calle y la trata de personas en distintas ciudades de América Latina. Es la combinación de calle y migración, migrantes que llegan a las calles, desplazados de distintos lugares. Algunos son de nuestros propios países, otros de países vecinos. He nombrado solamente esas cuatro combinaciones...Pero pudiéramos ampliar esta gama de combinaciones para decir que hay múltiples historias”.Frente al rol que la Iglesia está llamada a desarrollar en la pastoral de las personas en situación de calle, el primado de Colombia recordó que se trata de personas realmente pobres, que sufren profundamente la indiferencia. Por eso, se refirió a la necesidad de estar, dialogar, comer con ellos, lavarles sus pies, ungirlos, llevarles espiritualidad y compartir también la riqueza de su espiritualidad. Recordó que se trata de personas que están llenas de historias y sabiduría, que junto a ellos se puede aprender sobre el verdadero valor de la vida digna.“Es más lo que aprendemos al lado del habitante de calle que lo que nosotros les podemos enseñar. Pero eso si hay algo que debe caracterizar nuestra cercanía con ellos: la humildad y la capacidad de servicio. Ser esa Iglesia hermosa que deambula por las calles”.Sobre la dimensión de protección, el presidente del episcopado aseguró que la Iglesia también debe apoyar la generación de entornos protectores para ellos: protectores de su vida, de su historia, de ellos mismos, de quienes están enfermos y tirados en el camino, de los ancianos que ya no pueden buscar los alimentos.“Sabiendo que todos ellos un día hicieron la opción por distintos motivos de estar en la calle. Porque para ellos la calle es libertad, para ellos la calle es el escenario que han asumido muchas veces porque lo quieren”.El cardenal afirmó que se debe tener en cuenta el escenario preventivo, buscando la manera de llegar y ayudar a tantos hombres y mujeres “que están en la frontera, que están ya listos para irse a la calle porque no se sienten bien en su casa o porque no se sienten bien en los entornos sociales donde viven”.Finalmente, precisó que, en la configuración de esta pastoral latinoamericana de personas en situación de calle, los protagonistas y gestores del camino de Jesús en la calle y de la Iglesia en la calle, siempre deben ser estos hombres y mujeres que sufren. Vea la transmisión completa del evento a continuación:

Lun 26 Feb 2024

Iglesia promoverá proyecto nacional para impulsar la vida en Colombia

La Conferencia Episcopal de Colombia reunió a los delegados de la pastoral de la vida de diversas jurisdicciones del país para construir las bases de lo que será un proyecto nacional que impulse la vida humana desde distintos niveles y la sitúe en el centro del compromiso eclesial.Al encuentro, desarrollado del 20 al 22 de febrero en Bogotá, asistieron 28 representantes, entre sacerdotes, religiosas y laicos, de 14 diócesis y arquidiócesis. Desde abril de 2016, este es el cuarto encuentro de este tipo que convoca el Departamento de Promoción y Defensa de la Vida del Secretariado Permanente del Episcopado Colombia (SPEC). Monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, obispo de Riohacha y presidente de la Comisión Episcopal de Promoción y Defensa de la Vida, lideró el espacio.Entre las principales estrategias propuestas para este plan, fruto de los espacios de diálogo y trabajo conjunto desarrolladas durante la reunión, se destacan: la necesidad de brindar mayor formación a las personas vinculadas a estas pastorales, el trabajo conjunto entre provincias eclesiásticas, y la articulación de los diferentes actores y sectores que propenden por la vida. Acciones que, según afirman organizadores y participantes, permitirán alcanzar un mejor impacto eclesial, así como mayor incidencia a nivel social y legislativo.“Primeramente saber el activo que tenemos, qué diócesis tienen la pastoral de defensa y promoción de la vida humana. Luego, encontrarnos como agentes de pastoral para crear proyectos comunes y, de esa manera, tener un poco más de fuerza de injerencia con una voz que sea escuchada por los diferentes sectores de la sociedad”, afirmó monseñor Ceballos sobre la motivación y los alcances de este encuentro.Para el obispo de Riohacha, otro de los grandes desafíos que abordará este plan se enmarca en la necesidad de lograr mayor incidencia sobre actual agenda legislativa del país en temas asociados a la vida. Agenda que, según ha dicho, parece favorecer más una “cultura de la muerte”.“Qué bueno que nosotros como Iglesia también formemos la conciencia de los legisladores, porque muchas veces legislan sin conocimientos concretos y si nosotros nos ofrecemos dar algunas pautas de conocimiento, de la ética misma, pienso que ellos lo pensarán dos veces antes de tomar las decisiones”, agregó el prelado.El encuentro contó con la intervención de diversos especialistas en el tema de la vida. Estos, abordaron dimensiones como la situación jurídica de la promoción y defensa de la vida en Colombia, actualización que estuvo a cargo de la abogada Ana María Idárraga Martínez, vinculada a la Clínica Jurídica de Interés Público y Derechos Humanos de la Universidad de La Sabana.En el espacio también se socializaron algunas experiencias pastorales significativas en torno a la promoción y cuidado de la vida humana. Entre ellas, el Centro de Orientación para la vida y la familia de la Diócesis del Espinal; la iniciativa sobre dignidad Humana y salud mental que se impulsa desde el Obispado Castrense; el programa “Viñedo de Raquel”, fundamentado en el acompañamiento psicológico y espiritual para el apoyo a la sanación después de un aborto; así como el “Itinerario espiritual de acompañamiento a la gestación”.Existen otras iniciativas impulsadas a nivel de Iglesias particulares expuestas durante el encuentro que también han dado importantes frutos pero que, a través de este plan, se podrían fortalecer. Por ejemplo, en la Arquidiócesis de Cartagena se lleva a cabo el impulso de la pastoral de la vida con rostro social y solidario a través de diversos programas desde los que se atiende y acompaña a niñas y adolescentes que han sufrido abusos o violencias en sus entornos familiares, escolares o comunitarios, como el caso de Talitha Qum; o la Casa María Revive que atiende a personas en situación de calle. Además, el trabajo articulado con la pastoral hospitalaria que atiende a los enfermos y familiares.“Estamos obviamente trabajando para que el tema de la defensa de la vida también vaya cubriendo los inicios y los finales de la vida, sobre todo cuando se trata del tema de aborto y todo el tema de la eutanasia y encarnizamiento terapéutico”, agrega el padre Víctor Antonio Bustamante, delegado de esta jurisdicción.Desde la Diócesis de Chiquinquirá y a través de comunidades religiosas como las Hijas Misioneras del Siquén de María, quienes atienden tanto a familias en crisis, como a aquellas que se quieren conformar. También, acompañan a jóvenes que están por tener hijos, o a quienes ya teniéndolos enfrentan dificultades para transmitirles los valores cristianos, especialmente los asociados al cuidado de la vida, al respeto del que está por nacer y también del abuelo.“Desde la Iglesia tenemos ese gran reto de formarnos más profundamente en temas de bioética, en temas de cuidado también e involucramiento con las familias para volver a recordar nuestros valores, nuestra moral cristiana a cada una de estas familias. Es muy importante que nos articulemos, que esa formación no sea aislada, que somos una sola Iglesia y que, como Cristo es uno, nosotros también estamos llamados no solo a formarnos, a ejecutar juntos, sino a permanecer siempre con el mismo objetivo y horizonte”, expresa la hermana Natividad del Sagrado Corazón de Jesús, delegada de esta Iglesia particular en Boyacá.Por su parte, la Diócesis de San José del Guaviare realiza un trabajo permanente por la defensa de la vida en articulación directa con la organización de acción internacional conocida como '40 días por la vida'. Sin embargo, trabajan ya en la conformación de una pastoral diocesana de la vida que les permita unir todas las dimensiones y esfuerzos.“Se va a formar la pastoral del sufrimiento, que es la que articula hospitales, la parte de los geriátricos, cárcel, vulnerabilidad y de mamas en crisis de aborto y situaciones relacionadas con suicidios”, afirma Ibeth Unda Rayo, Virgen Consagrada, representante de estas diócesis en el departamento del Guaviare.A continuación, vea el informe audiovisual del evento:

Vie 23 Feb 2024

La Voz del Pastor | 25 de febrero de 2024

Reflexión del señor Cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia:Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 9, 2-10

Vie 16 Feb 2024

Convertíos y creed en el Evangelio

PRIMER DOMINGO DE CUARESMAFebrero 18 de 2024Primera Lectura: Gn 9,8-15Salmo: 25(24),4-5ab.6y7bc. 8-9 (R. cf. 10a)Segunda Lectura: 1P 3,18-22Evangelio: Mc 1,12-15I. Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónExiste una realidad que trasciende la finitud de la vida material, esta se entiende como la promesa del Reino de Dios. Al inicio de la cuaresma el llamado por parte de la Palabra de Dios está centrado en la importancia que tiene la conversión como una manera de disponer la vida a un cambio que prepara al creyente a vivir el Reino de Dios. Por esta razón, la liturgia de la Palabra de este domingo tiene una triada de palabras que son importantes para vivir la fe en la cuaresma: pacto, redención y conversión. Estas palabras de convierten en claves para vivir la experiencia profunda del Reino de Dios.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La primera lectura está centrada en la importancia que tiene para la fe establecer un pacto con Dios. Un pacto que ha perdurado por la historia y que se recuerda una y muchas veces a través de la imagen del arcoíris, figura que representa cómo Dios de nuevo renueva su alianza con la humanidad. La figura de Noé es la representación de aquel que es elegido por Dios para salvar, proteger y cuidar a la humanidad y toda aquella representación de la vida.La respuesta al salmo 25 (24) «Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza», es una expresión del deseo del salmista por mostrar la hondura de la misericordia divina. Los versículos del salmo resaltan las características de un Dios que es salvador, al que se le pide mostrar el camino. Por ello, hoy se aclama de Dios la bondad, por parte, de quien clama con fe al Señor misericordioso y lleno de ternura por sus creaturas.El apóstol Pedro en su primera carta le propone a la comunidad jerosolimitana leer la redención de Cristo con la paciencia de Noé construyendo el arca. El mismo apóstol lo reseña, el símbolo del bautismo actualiza la conciencia del compromiso cristiano, en palabras de Pedro: «impetrar de Dios la conciencia». De allí que, esta carta petrina de nuevo refuerce la idea de la importancia que tiene el bautismo en la vida de fe.El relato del evangelista Marcos de la experiencia de Jesús, en el desierto, es un abrebocas para la presentación de Jesucristo como el Hijo de Dios. Con una presentación de las condiciones en la que Jesús asumió la experiencia del desierto, Marcos delinea en este relato lo que será el ministerio de Jesús en Galilea anunciando el Reino de Dios. Para que el creyente comprenda la importancia del anuncio lo concentra en la vivencia de la conversión y en ella la creencia profunda en el Evangelio.2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?La predicación del Reino de Dios por parte de Jesús, reseñada por todos los evangelistas, es una manera de presentar la realización de aquello que Jesús ha querido para la humanidad, entender que Dios reina en nuestras vidas desde el amor que lo transforma todo. Así es que, la no definición en los evangelios de aquello que es el Reino de Dios abre en la comprensión de la Palabra, tres horizontes de entendimiento que pueden servir como forma de proyecto de vida para vivir a plenitud la experiencia de la cuaresma. En la primera comprensión aparece Jesucristo mismo como la encarnación del Reino, de allí que él mismo presente que ese reino ha llegado y que se evidencie en sus actos la manera en cómo Dios reina.La segunda comprensión del Reino de Dios, en los evangelios, está centrada en una espera que mantiene la tensión de aquello que Dios quiere para la construcción de las relaciones sociales. Al ser definido el reino de Dios como aquello que está por venir, las prefiguraciones como: el sembrador (Mt 13, 18-23), de la cizaña (Mt 13, 24-30), la semilla de mostaza (Mt 13, 31-32), la levadura (Mt 13, 33), la red (Mt 13, 47-50), entre otras expresiones evidencian la capacidad transformadora que contiene la fuerza interior que contiene el vivir abierto a que Dios reine en la vida. Esta espera de la llegada del Reino es un signo que corresponde a la vivencia de la cuaresma como ese tiempo de transformación interior, tal cual, como son los signos que representan la llegada del Reino en los evangelios. En la tercera comprensión de la realización del Reino de Dios, está esa promesa futura o escatológica. Esta visión está directamente relacionada con aquello que puede llegar a ser, según la esperanza cristiana, nuestra vida en la resurrección. De allí que, la predicación del anuncio del Reino de Dios afincada a esta esperanza hace parte de una promesa que los creyentes aguardamos con fe.La cuaresma, por tanto, nos prepara a la vivencia en tiempo presente de aquello que en esta comprensión del Reino nos puede edificar para vivir a plenitud en la resurrección. Toda la comunidad cristiana está invitada a vivir el tiempo de cuaresma en clave de la espera de la llegada del Reino de Dios. Por esta razón, la predicación de Jesús del Reino de Dios se convierte en una forma de iniciar la cuaresma con un espíritu de renovación de la esperanza.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?El anuncio del Reino de Dios es el centro del ministerio de Jesucristo el Hijo de Dios. Este anuncio en el evangelio de Marcos está mediado por la fuerza del tiempo en el que Jesús se prepara en el desierto, evocando en esta experiencia la vivencia de los cuarenta años del Pueblo de Israel en búsqueda de la tierra prometida. El tiempo de preparación en cuaresma es la vivencia del reino en plenitud.Ayuno, limosna y oración, se juntan en la cuaresma en una forma de vivir los preludios del Reino de Dios. Disponernos a vivir este tiempo de preparación en palabras del papa Francisco: “Todos nosotros estamos llamados en este camino del Reino de Dios: es una vocación, es una gracia, es un don, es gratuito, no se compra, es una gracia que Dios nos da. Y todos nosotros los bautizados tenemos dentro el Espíritu Santo. ¿Cómo es mi relación con el Espíritu Santo, el que hace crecer en mí el Reino de Dios? Una buena pregunta para hacernos hoy todos nosotros: ¿Yo creo, verdaderamente creo que el Reino de Dios está en medio de nosotros, está escondido?”. Los interrogantes del Papa formulados para vivir el reinado de Dios son claves para vivir a profundidad la cuaresma.Al inicio de la cuaresma la realidad del Reino de Dios entre nosotros es una experiencia real, que nos pone a vivir en profundidad el mensaje del amor de Dios en la vida. El ayuno se convierte en una manera de negarnos a los bienes materiales para satisfacer con ellos las necesidades de los más vulnerables de la comunidad. La limosna es la realización del Reino de Dios en la caridad y sus diversas dimensiones y, la oración es el vínculo estrecho de relación entre Dios y los seres humanos que en la intimidad del diálogo plenifica la vivencia del Reino de Dios.Que esta cuaresma sea un camino que nos lleve a vivir la profundidad de un Reino de Dios que se hace vida entre nosotros. Y de esta forma, el espíritu de sinodalidad que abraza nuestra vida de Iglesia se convierta en una ruta para labrar juntos los sueños de un Dios que, paso a paso, está entre nosotros y nos lleva a descubrir en el rostro de los otros su presencia de amor. Vivamos juntos este tiempo como la experiencia del Reino de Dios que crece siempre a escondidas, porque “el Espíritu Santo está dentro nuestro” – como lo recuerda el papa Francisco._______________________Recomendaciones prácticas:• Este domingo se celebra el rito «de la elección» o «inscripción del nombre» para los catecúmenos que serán admitidos a los sacramentos de iniciación cristiana en la Vigilia Pascual, empleando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las páginas 799-800 del Misal Romano.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Como Iglesia peregrina, vivimos en el espíritu de la sinodalidad el camino de realización del Reino de Dios. Dispongamos nuestro ser a vivir al inicio de la cuaresma con un espíritu de renovación, propio de la vivencia de este tiempo, que nos dispone a vivir la pascua. Que el compartir fraterno propio de la celebración de la eucaristía nos lleve a sentir la presencia de Dios en nuestros hermanos. Bienvenidos a esta eucaristía que nos dispone a vivir desde la fe y la esperanza, aquello que nutre nuestro corazón para vivir en el amor que nos renueva en el ayuno, la oración y la limosna. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra que escucharemos en esta liturgia es una forma de acercarnos a vivir de manera profunda la cuaresma que estamos iniciando. Por esto reconocer a Dios en nuestra vida es disponernos a vivir la experiencia profunda de la alianza que él hace con nosotros. Abramos la mente y el corazón para que el anuncio que escucharemos del Reino de Dios, en esta Palabra, nos anime a vivir con profundidad de espíritu los valores que fortalecen nuestra vida de fe. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos al Señor nuestras oraciones, con humildad y sencillez de corazón, para que unidos al inicio de la cuaresma, como Iglesia, nos dispongamos a renovar nuestra fe en Cristo. Digamos juntos.R. Dios de amor escucha nuestra oración. 1. Oremos al Señor, por el Papa y nuestros ministros, para que orienten el camino de la cuaresma con su testimonio de austeridad, abnegación y fidelidad al anuncio del Reino de Dios.2. Oremos al Señor, por nuestros gobernantes, para que promuevan la justicia y la paz de nuestros pueblos disponiendo condiciones de vida digna y bien común.3. Oremos al Señor, por nuestra comunidad parroquial para que, por medio de la oración, el ayuno y la limosna se disponga a preparar su vida a vivir las fiestas de la pascua en este camino de cuaresma.4. Oremos al Señor, por la paz de nuestro país, para que se cumpla la bienaventuranza a favor de quienes construyen la paz, deponiendo el odio y el rencor con misericordia y reconciliación.5. Oremos al Señor, por los enfermos de nuestra comunidad, para que nuestra oración los conforte en medio de su dolor y sufrimiento.Oración conclusivaEstas y otras oraciones que tenemos en el corazónte las ofrecemos a ti Dios de amorseguros de que escucharás nuestro clamor,por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.