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Iglesia

Mar 23 Nov 2021

“En la Asamblea Eclesial nos hermanamos en diversidad de ministerios y carismas”: Mons. Cabrejos

En la Solemnidad de Cristo Rey, a los pies de María de Guadalupe, la Iglesia de América Latina y el Caribe se ha reunido para abrir la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. En una Eucaristía presidida por Mons. Miguel Cabrejos, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), ha afirmado que los participantes de la Asamblea, más de mil, entre los presentes en Ciudad de México y quienes participan virtualmente, estaban allí para dar “gracias a Dios por esta nueva experiencia de vivir, sentir y participar en la Iglesia”. Espíritu de escucha, sinodalidad y unidad eclesial En su homilía, el arzobispo de Trujillo, afirmaba que la Asamblea Eclesial llega después de “un largo camino recorrido juntos, escuchando a todos, sintiendo lo hermoso que es ser miembro del Cuerpo Místico de Cristo, protagonistas y corresponsables de la evangelización como discípulos misioneros”. Pedía a Dios “que abra nuestro corazón para dejarnos guiar en espíritu de escucha, sinodalidad y unidad eclesial, y descubrir lo que Él quiere decirnos como pueblo de Dios en camino”. Llamando a hacer la Voluntad de Dios, dijo que “la verdadera grandeza está en dejarse iluminar por la Luz de la Verdad, en descubrir la acción de Dios en la historia, en adherirse al proyecto de Jesucristo y tener la verdad como norma suprema de comportamiento”. El prelado peruano comparaba esta Asamblea con la Conferencia de Medellín, que definía como “la ‘recepción creativa’ del Concilio Vaticano II en un contexto marcado por la pobreza y la exclusión”. Del mismo modo, ha dicho ver esta Asamblea Eclesial como momento “para ‘reavivar Aparecida’, que reafirmó la renovación conciliar, busca contribuir para una ‘segunda recepción’ del Vaticano II en el nuevo contexto en que vivimos”. Una Asamblea del Pueblo de Dios Según Mons. Cabrejos es una Asamblea histórica, “pues, en vez de haber realizado la VI Conferencia General de los Obispos, el Papa Francisco, propuso esta Asamblea Eclesial, integrada por representantes de todo el Pueblo de Dios”. Estamos ante “el paso de una asamblea donde participaban sólo Obispos, a una Asamblea plenamente Eclesial”, insistió el presidente del Celam. Destacando la amplia participación, Mons. Cabrejos señaló que en la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, “nos hermanamos en diversidad de ministerios y carismas”. Junto con ello, “inaugura un nuevo organismo sinodal en el ámbito continental, que sitúa la colegialidad episcopal en el seno de la sinodalidad eclesial, expresión de la vinculación del Obispo con el Pueblo de Dios en su Iglesia Local, y de concepción de la Iglesia universal como una ‘Iglesia de Iglesias Locales’, presididas en la unidad por el Obispo de la Iglesia de Roma, con Pedro y bajo Pedro”. Nuevo Pentecostés Es un nuevo Pentecostés, en el que también está presente “Nuestra Madre, María del Tepeyac, quien representa a todas las advocaciones que sostienen y sustentan la vida e identidad de nuestros pueblos Latinoamericanos y Caribeños”. A ella invocaba “su fiel y potente intercesión, para que nos muestre el rostro y la mirada de Cristo en esta etapa de encuentro presencial y virtual". A María de Guadalupe también le pedía “que nos señale el camino que Dios desea para su Iglesia en nuestra región”, y docilidad “para asumir un proceso de conversión permanente, en comunión con el Concilio Vaticano II y el Papa Francisco, en camino al Sínodo sobre la Sinodalidad, y lo que signifiquen las exigencias pastorales hacia el Jubileo del acontecimiento Guadalupano (2031) y el de la Redención (2033)”. A ella le ofrecía el camino recorrido desde Aparecida, de la que, recordando las palabras del Papa Francisco, “todavía tiene mucho que ofrecer”. Cristo sigue crucificado en los vulnerables Mostrando la voluntad de acompañarle en este Kairós, Mons. Cabrejos ha dicho querer, “en la difícil unidad en la diversidad, responder y acompañar a todo el pueblo de Dios en una hora profundamente compleja y difícil”, insistiendo en no olvidar que en los vulnerables, “¡Cristo sigue crucificado en ellos!”. A la luz del Evangelio del día, denunciaba la ruptura de comunión y de fraternidad, lo que se hace presente “en la inequidad; en la violencia extendida; en los falsos testimonios de líderes que abandonan el sentido de servicio de sus responsabilidades; en la crisis sin precedentes de nuestra casa común, donde los preferidos del Señor son los más afectados”. Junto con ello se sentía interpelado por el dolor de las mujeres, “quienes han sufrido abusos o exclusión sistemática”, también por los migrantes, muchas veces rechazados. Para la Asamblea que se inicia, el presidente del Celam ha pedido “el don de la escucha, aquella que nos lleve a salir de nuestras reducidas posiciones particulares, y nos acerque a los hermanos y hermanas para buscar a Dios en común y en comunión”. También pedía seguir el ejemplo de San Juan Diego, “para abrir nuestros corazones a la interculturalidad, sin temores ni dudas”.

Lun 22 Nov 2021

Papa Francisco nombra administrador apostólico para Málaga

La Nunciatura Apostólica comunicó este sábado 20 de noviembre que el Papa Francisco nombró a monseñor Misael Vacca Ramírez, como nuevo administrador apostólico de la “sede vacante” de Málaga-Soatá, tras la salida de monseñor José Libardo Garcés Monsalve, quien este mismo día asumió como obispo de la Diócesis de Cúcuta. Monseñor Vacca Ramírez, es también obispo de Duitama-Sogamoso y, según informaron desde la Nunciatura, ejercerá ambos cargos simultáneamente. Su nombramiento se da mediante decreto expedido por la Congregación para los Obispos, donde se señala que se designa un administrador apostólico de la iglesia antes mencionada, hasta que la "vacante del obispo canónico pueda ser elegida".

Lun 22 Nov 2021

El Papa a la Asamblea Eclesial: Escúchense y escuchen el clamor de los pobres

Al darse inicio este 21 de noviembre a la primera Asamblea Eclesial de América Latina y del Caribe, el Papa Francisco envío un saludo a los más de mil asambleístas que se encuentran reunidos de manera presencia y virtual desde México, invitándolos a escucharse mutuamente y a prestar atención al clamor del pueblo. "En una Asamblea el intercambio facilita “escuchar” la voz de Dios hasta escuchar con Él el clamor del pueblo, y escuchar al pueblo hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama. Les pido que procuren escucharse mutuamente y escuchar los clamores de nuestros hermanos y hermanas más pobres y olvidados". Igualmente, al mencionar la palabra ‘desborde’, dijo que pedía al Señor que esta Asamblea "sea expresión del ‘desborde’ del amor creativo de su Espíritu, que nos impulsa a salir sin miedo al encuentro de los demás, y que anima a la Iglesia para que, por un proceso de conversión pastoral, sea cada vez más evangelizadora y misionera” Concluyó su mensaje animando a los asambleístas a "vivir estos días acogiendo con gratitud y alegría este llamado al desborde del Espíritu en el pueblo fiel de Dios que peregrina en América Latina y el Caribe. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide con su protección maternal". MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO A LOS PARTICIPANTES EN LA ASAMBLEA ECLESIAL DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ [/icon] Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe La Iglesia en el mundo dirige sus pasos hacia la vivencia de la sinodalidad, convocada por el Papa Francisco, a través de la primera Asamblea Eclesial, cuyo principal objetivo es profundizar sobre los nuevos desafíos que enfrentan las sociedades de nuestro continente y definir así los caminos pastorales a seguir. Será, un momento donde los asistentes a este evento eclesial, tendrán la responsabilidad de hacer una evaluación pastoral del camino recorrido desde la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, realizada en Aparecida en el año 2007, y, además de discernir frente a los aportes que el pueblo de Dios realizó durante el proceso de escucha, plasmado en el documento de Síntesis Narrativa. El evento que se realizará del 21 al 28 de noviembre, podrá seguirse a través de las redes sociales del CELAM, así: Facebook y canal de Youtube. Adicional se ha diseñado el sitio web www.asambleaeclesia.lat el cual se activará a partir del 24 de enero, fecha en que se adelantará la presentación de la Asamblea. Conozca la agenda de la Asamblea Eclesial[icon class='fa fa-download fa-2x'] PROGRAMA AQUÍ[/icon]

Vie 19 Nov 2021

Pautas para vivir sinodalmente el Ciclo de la Manifestación del Señor

La Comisión Central del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), para la animación del Sínodo 2021-2023 pone a disposición de los creyentes estas pautas que servirán de apoyo para “hacer concreta la vivencia de la espiritualidad en esta coyuntura eclesial, de la mano de la Familia de Nazaret, primera Iglesia doméstica y sinodal”. En la presentación, el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Manuel Alí, expresa que se trata de un documento que ofrece fundamentos bíblicos y patrísticos, orientaciones pastorales y un subsidio celebrativo para el Adviento, la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, la Navidad y el fin e inicio del año civil. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar pautas[/icon]

Vie 19 Nov 2021

Tú lo dices: soy rey

NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO Noviembre 21 de 2021 Primera lectura: Dn 7,13-14 Salmo: Sal 93(92),1ab.1c-2.5 (R. cf. Dn 7,14) Segunda lectura: Ap 1,5-8 Evangelio: Jn 18,33b-37 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios de este domingo nos presenta: • El reino de Dios no tiene fin y se manifiesta en el tiempo a través del servicio generoso de la Iglesia y de personas de buena voluntad. • El Reino de Dios es llamado para vivir su admirable majestad que se entiende como su misericordia infinita que santifica al hombre. • Quien ama sirve y quien sirve se dona hasta el límite del sacrificio; el servicio entendido como diaconía es expresión concreta del amor que se ejerce en la donación de la vida integral para los demás. • Los discípulos de Cristo están llamados a vivir en la verdad que viene a ser la expresión de una vida íntegra, sin divisiones interiores ni esclavitudes; servir libera de la esclavitud servil del pecado. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios, en el profeta Daniel, nos indica que es vital, en la experiencia de fe, crecer en la contemplación del misterio de Dios; aprender seriamente que, para poder servir en la misión evangelizadora, primero se debe orar y estar en permanente comunicación con el Señor; admirarnos de su majestad y de su grandeza y majestad, pero, a la vez, en su cercanía a cada uno de nosotros. Él es soberano de todo, pero, también se goza siendo cercano a sus hijos. También, en el trasfondo de la Palabra aparece la santidad (salmo responsorial), como expresión que define a Dios mismo. Si entendemos la santidad como el fruto de la presencia del Espíritu Santo, se subraya la grandeza que ha hecho en nosotros el Bautismo y la Confirmación que nos ha sellado como hijos de Dios para ser “el suave olor de Cristo” (2 Cor 2,15) y esto es lo que indica la crismación en el Bautismo y en la Confirmación, para ser presencia del Señor: es marcar con el sello del Espíritu la persona, indicar que todo, aún su propia carne, son para Dios y para la santidad. De otro lado, cuando la segunda lectura proclama que Cristo es el Alfa y Omega, nos anuncia la trascendencia de la vida creada por Dios y manifestada en la persona; la temporalidad terminada no indica culminación definitiva de la existencia del ser humano. En Cristo se vive para siempre y esto brota de la vida bautismal. Es bueno pensar que la ausencia física no es desaparición; la sepultura no es cancelación de la memoria; la lápida sólo encierra el signo del cumplimiento de aquel signo evangélico de que la semilla germina al caer en tierra; se sepulta para que haya vida…paradoja extraña y doliente, pero, ciertamente reconfortante. Aparece la expresión “el Rey de los judíos”; contrastan el reinado temporal y el reino eterno; lo primero, nos sugiere la libertad frente a los bienes temporales; lo segundo, que “siendo de la tierra”, tenemos espíritu que nos lanza hacia la eternidad; Dios nos “diseñó” con amor eterno para que, desde la temporalidad, nos lacemos hacia la vida plena y eterna. Recordemos siempre: nuestra visibilidad corporal pasa, pero, la persona vive eternamente. ¡Qué alegría saber que en nuestro interior existe la eternidad en semilla! 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La Palabra de Dios en esta solemnidad nos recuerda que el Reino de Dios es servicio y servicio alegre. La lógica de este mundo nos empuja a triunfar, como sea… y el triunfo para la mayoría se mide por las conquistas económicas y los logros humanos, justos y nobles, pero, casi nunca nos detenemos a mediar que la realización plena del ser humano está en el amar a Dios y servirlo generosamente en los demás. Recordemos que nada quedará de nuestra vida en la vida de los demás, si sólo nos preocupamos por conseguir, acumular, “ser y vivir para sí mismo”. Un canto así nos lo recuerda: “amar es entregarse, olvidándose de sí, buscando lo que a otro pueda ser feliz”. La dicha del cristiano está en arraigar su vida en Señor, nutrir su fe en la comunidad eclesial y proyectar todo esto en la vida del servicio. Un buen discípulo no se cansa de servir; creámosle al Señor y pensemos seriamente que la lógica de este mundo nos vuelve seres egoístas, posesivos, acumuladores e indiferentes ante la situación de los demás. La Palabra nos interpela para que no nos dejemos contagiar del virus de la ambición que tiene muchos síntomas, tales como consumismo, indolencia, indiferencia, intolerancia, etc. El reinado de Cristo es servicio. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La expresión celebrativa del reinado de Cristo y su proyección misionera es la Eucaristía y ésta se puede definir como la montaña por donde se llega a la claridad inefable de Dios que es Amor. Y con esto, suplicamos con voz potente al Señor: ¡manda servidores abnegados a tu amplia y profusa mies!... ¡Sí! … manda Señor santos discípulos que muestren a todos, una imagen auténtica de Jesucristo, diácono de la humanidad, pues, en el servicio alegre a los demás, se halla la realización plena de nuestro humano y bautismal. La súplica de este día nos ayude a comprender que Evangelizar es contemplar para anunciar; estar a los pies del Maestro; es penetrar en Dios para descender “al llano” y con kerigmático anuncio decir que el amor está vivo, que nunca muere y es difusivo. Así se podrá decir con certeza que desde aquí está el cielo y se experimenta sirviendo y quien sirve en la Iglesia, reina con Cristo. Un verdadero servidor del Señor, presente en el prójimo, ha de sumergirse en el abismo de Dios, contemplando y anunciando lo contemplado; sólo quien se encumbra, con la fuerza del soplo del Espíritu, a las alturas, puede ver con soberana nitidez desde el ángulo de Dios. No se puede llegar a la altura sin la mano abierta del hermano que se tiende solícita y amable cuando ocurre la caída o ésta se perfila como tentación; no se asciende sin la ayuda del otro; paso a paso… Esta solemnidad, que cierra el año litúrgico, nos recuerda el compromiso bautismal de entregar lo mejor de sí para que otros puedan vivir la experiencia del Resucitado y el gozo de dar sin esperar, sabiendo que hay una lógica i-lógica en el Evangelio: perder es ganar; pues ciertamente es el testimonio de la Cruz de Cristo, el Señor; Él se da totalmente por todos para rescatarnos para su Reino. La dinámica del mundo de hoy nos mueve a buscar lo que queremos, a postrarnos ante la ambición de poseer muchas cosas, a dar rienda suelta a las apetencias de la carne, a pensar de modo egoísta en el bienestar personal… eso es perder la vida, porque “ganamos el mundo” y nos perdemos para Dios y para el prójimo… allí está la pérdida más grande y triste del ser humano: acumular para sí, guardar para sí, vivir para sí; todo esto es cerrarse para los demás y, especialmente, para el Señor nuestro Dios. Cuando nos tomamos en serio el Evangelio, la vida cambia: nos damos con alegría a los demás, compartimos con gusto lo que tenemos, estamos atentos a las necesidades del hermano, trabajamos con gusto y no sólo esperando el salario… todo esto es dar la vida, incluso, sufrir en silencio las críticas, las descalificaciones, las calumnias y hasta persecuciones, sufridas por procurar vivir con coherencia el Evangelio del Señor. No podemos desconocer que asumir ser un buen cristiano nos implica una vida de exigencia mayor, de coherencia vigilante, de renuncias, etc., y esto implica que haya momentos fuertes de purificación… pero, ¡no tengamos miedo! porque el Señor ha vencido el mundo (Cf. Jn 16, 25). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Al reunirnos hoy para celebrar nuestra fe, damos gracias a Dios por la Iglesia, servidora de la Evangelización. Lo hacemos en espíritu de alegría al recibir a Jesucristo, Rey del Universo, en su Palabra y en su Eucaristía. Celebremos esta liturgia con alegría y esperanza. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra de Dios siempre es viva y eficaz; la escuchamos en actitud orante y nos dejamos tocar por su fuerza que transforma y nos renueva. Participemos en su proclamación y meditemos en el mensaje que el Señor nos da hoy, como Iglesia, que comprende que servir es reinar y que el Reinado del Señor es vida eterna. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Acudamos, hermanos, a Cristo a quien Dios Padre ha puesto como instrumento de propiciación y ha constituido Rey universal y santificador de cuantos creen en Él. Digamos juntos: R. Qué venga tu Reino, Señor 1. Oremos al Señor por el Santo Padre Francisco y toda la Iglesia, para que, el Espíritu lo ilumine, lo fortalezca y lo llene de sus dones para que siga guiando a la Iglesia según el corazón de Cristo y sirviendo a los demás como expresión de reinado del buen Dios. Oremos al Señor, 2. Oremos al Señor por todos los Ministros de la Iglesia, Obispos, Sacerdote y Diáconos, servidores del Reino, para que, el Espíritu Santo los renueve constantemente para seguir siendo signo de Jesucristo Salvador. Oremos al Señor. 3. Oremos al Señor por quienes nos gobiernan, para que, iluminados del triunfo de Cristo, ejerzan su función como verdaderos servidores de la comunidad para el progreso integral de la comunidad, en espíritu de generosidad y honesta administración. Oremos al Señor. 4. Oremos al Señor por las familias y los jóvenes, para que, suscite en su corazón el anhelo ferviente de continuar sirviendo a los demás, y así el Reino de Dios florezca en lo más íntimo de sus vidas. Oremos al Señor. 5. Oremos al Señor, por los que sufren, los enfermos, los pobres y necesitados; por la anhelada paz en Colombia, para que, la alegría del Espíritu que hace nuevas todas las cosas nos traiga frutos de alegría y paz constantes. Oremos al Señor. Oración conclusiva Padre Santo, confiados en la abundancia de tus dones, te presentamos nuestras intenciones y necesidades. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Jue 18 Nov 2021

El Obispo sucesor de los Apóstoles

Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Al recibir el nombramiento que me ha hecho el Papa Francis­co, como Obispo de la Dióce­sis de Cúcuta, como sucesor de los Apóstoles les ratifico mi oración fer­viente al Señor con la intención del crecimiento en la fe, la esperanza y la caridad, para seguir construyendo en camino sinodal, una comunidad viva, en salida misionera, al servicio de Dios y de los más pobres y nece­sitados. En la Iglesia Católica tenemos el re­galo de la sucesión apostólica, así lo enseña la Palabra de Dios cuando nos dice que: “El Señor llamó a los que Él quiso y se acercaron a Él. Desig­nó entonces a doce, a los que llamó Apóstoles, para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar” (Mc 3, 13 - 15), y aprendieron de Jesús todo cuanto debían anunciar por todas partes. Esta designación fue una elección gratuita de Dios, los Apóstoles no eligieron el estado apostólico, fue el Señor quien los llamó, así lo expresa el Apóstol san Juan: “No me eligieron ustedes a mí, fui yo quien los elegí a ustedes. Y los he destinado para que vayan y den fruto abundante y duradero” (Jn 15, 16), de esta manera, fueron hechos portadores del testimonio de Jesús, de su muerte y resurrección y del anuncio gozoso de la gran noticia de la misericordia del Padre para toda la humanidad y de la presencia perma­nente en la Iglesia de los misterios de la Salvación. Para cumplir con el mandato del Señor de anunciar todo el misterio pascual de la pasión, muerte y resu­rrección de Nuestro Señor Jesucris­to, los Apóstoles instituyeron a otros hombres, con la misma autoridad y función en la Iglesia que ellos, y los llamaron Obispos, estableciendo a la vez colaboradores para el servicio del culto y el anuncio del Evangelio, a quienes llamaron presbíteros, y eli­gieron a otros para el servicio de la caridad, a quienes denominaron diá­conos (Cf. LG 20). Desde el mismo origen, con Pedro a la cabeza por elección del mismo Se­ñor y los demás Apóstoles, Nuestro Señor Jesucristo instituye la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, que sigue presente en los sucesores de los Apóstoles, que son los Obispos, que juntos conforman el Colegio Episcopal, al cual pertenecen to­dos los Obispos en co­munión con el Roma­no Pontífice, que en el momento actual es el Papa Francisco. Los Obispos presiden cada diócesis y garantizan la comunión en la ca­ridad, con Pedro y bajo la autoridad de Pedro; de tal manera, que la Iglesia de Cristo existe donde se encuentren hoy los sucesores de los Apóstoles, en comunión y obediencia al sucesor de Pedro, el Papa Francisco. Desde el principio hasta el día de hoy, el Obispo tiene la misión de ser testi­go de la Muerte y la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, principio de la comunión católica, animador de la misión de la Iglesia y estímulo para que el pueblo de Dios crezca en la fe, la esperanza y la caridad. Así lo enseña el Concilio Vaticano II cuando dice: “Con la consagración episcopal se confiere la plenitud del sacramento del Orden, que por esto se llama en la liturgia de la Iglesia y en el testimonio de los Santos Padres ‘supremo sacerdocio’ o ´cumbre del ministerio sagrado´. Ahora bien: la consagración episcopal, junto con el oficio de santificar, confiere también los de enseñar y regir, los cuales, sin embargo, por su naturaleza, no pue­den ejercitarse sino en comunión je­rárquica con la Cabeza y miembros del Colegio… los Obispos en forma eminente y visible, hacen las veces de Cristo, Maestro, Pastor y Pontífice, y obran en su nombre” (LG 21). La clave para el ejercicio del minis­terio episcopal está en la Comunión, afectiva y efectiva en el hoy de la historia con el Papa Francisco, como sucesor de Pedro y con la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, misterio que se hace presente en cada diócesis, donde está un Obispo legítimamente constituido y que a la vez es garantía de la sucesión apostó­lica, enseñanza que a la vez retoma Apare­cida cuando afirma: “Reunida y alimen­tada por la Palabra y la Eucaristía, la Iglesia Católica exis­te y se manifiesta en cada Iglesia Particu­lar, en comunión con el Obispo de Roma. Esta es, como lo afirma el Concilio, ‘una porción del pueblo de Dios confiada a un Obispo para que la apaciente con su presbi­terio” (DA 165). En virtud de esa institución divina, los Obispos representan a Cristo, de manera que escucharlos significa es­cuchar a Cristo. Así pues, además del sucesor de Pedro, también los otros sucesores de los Apóstoles represen­tan a Cristo pastor. Esto lo enseña el Concilio: “En la persona de los Obis­pos, a quienes asisten los presbíteros, el Señor Jesucristo, pontífice supre­mo, está presente en medio de los fieles” (LG, 21), realidad que tiene raíces en el Evangelio: “Quien los escucha ustedes, a mí me escucha (Lc 10, 16). De tal manera, que escuchar al Obispo sucesor de los Apóstoles es escuchar a Nuestro Señor Jesucristo. Los invito a que en espíritu de comu­nión, todos vivamos este comienzo de una nueva etapa, como diócesis en camino sinodal y en salida misionera. Por voluntad de Dios y llamado de la Iglesia, en cabeza del Papa Francisco, vengo a caminar con ustedes, con la convicción que yo los voy a escuchar, ustedes me van a escuchar y juntos vamos a escuchar al Espíritu Santo, que nos iluminará para discernir la Voluntad de Dios para este momento de nuestra historia diocesana, que será estar en salida misionera, buscando a los que están alejados, siguiendo el espíritu de la enseñanza de Apareci­da cuando afirma: “La Diócesis, en todas sus comunidades y estructuras, está llamada a ser una ‘comunidad misionera’, cada Diócesis necesita robustecer su conciencia misionera, saliendo al encuentro de quienes aún no creen en Cristo en el ámbito de su propio territorio y responder adecua­damente a los grandes problemas de la sociedad en la cual está inserta. Pero también, con espíritu materno, está llamada a salir en búsqueda de todos los bautizados que no partici­pan en la vida de las comunidades cristianas” (DA 168). Con este buen propósito nos pone­mos bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María, Estrella de la Evangelización, que nos protege y ampara y del Glorioso Patriarca San José nuestro patrono, que custodia nuestra fe, esperanza y caridad. Que ellos nos alcancen de Jesucristo todas las bendiciones y gracias necesarias, para emprender esta experiencia en camino sinodal y en salida misionera, para mayor gloria de Dios y salvación nuestra. En unión de oraciones, reciban mi bendición. + José Libardo Garcés Monsalve Obispo electo de la Diócesis de Cúcuta

Jue 18 Nov 2021

La voz del Pastor | 21 de noviembre de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Juan 18, 33b-37

Jue 18 Nov 2021

Informe de las Misiones Humanitarias realizadas en el Chocó y Antioquia

Fruto de las seis Misiones Humanitarias realizadas a lo largo de este año 2021, en 11 municipios del departamento del Chocó y de algunos municipios del Occidente de Antioquia, la Iglesia Católica y otras Iglesias, organizaciones etnicoterritoriales, comunidad internacional (agentes humanitarios internacionales), instituciones y organizaciones sociales, presentaron durante una rueda de prensa que se llevó a cabo este 18 de noviembre, los resultados de estos recorridos que evidencian una vez más la grave y compleja crisis humanitaria que se vive en esta parte del territorio nacional. “Los resultados de estas misiones, sus informes, solicitudes y recomendaciones constituyen no solamente una acción para informar y dar a conocer lo que pasa en los territorios afectados, sino que deberían tener, tanto para los actores armados como para el Estado un carácter vinculante, en la medida en que se trata de garantizar y proteger la vida y la supervivencia de la población civil que está en medio del conflicto”. En el comunicado de prensa que fue entregado por sus participantes, se informó que estas Misiones Humanitarias se realizaron por solicitud de las comunidades y de las autoridades étnicas. Fue así, como se procedió a conformar las delegaciones para visitar los territorios más afectados por el conflicto armado y “corroborar la correspondiente violación de los derechos humanos y las infracciones al derecho internacional humanitario que allí padecen sus habitantes”. “Mediante estas Misiones Humanitarias se logró de manera directa escuchar, acompañar, brindar apoyo moral y psicológico, solidaridad humanitaria, así como hacer pedagogía para la resistencia civil. Con estos acompañamientos se pretende encontrar nuevos caminos de diálogo que generen protección en los territorios, visibilizando las dificultades que viven las comunidades en el marco del conflicto armado que se recrudece en el país”, señala la misiva. Así también observaron que tras escuchar a las víctimas y a las comunidades, se recibieron las demandas y exigencias que van dirigidas a los actores armados y al Estado, todo esto, con el fin de “visibilizar la situación ante la opinión pública e incidir ante las diferentes instancias estatales y no estatales sobre dicha realidad. A este mecanismo de respuesta se le ha denominado Misiones Humanitarias”. Advirtieron además, que estas Misiones se amparan jurídicamente en el derecho internacional humanitario, “en la medida en que hacen parte del derecho que asiste a la población civil a no ser involucrados en la confrontación armada y a reclamar acciones orientadas a aliviar el sufrimiento, garantizar su supervivencia como pueblos y proteger sus derechos fundamentales”. Hallazgos de las Misiones Humanitarias * En el informe presentado, señalaron que el haber realizado seis Misiones Humanitarias durante el 2021 en los territorios más empobrecidos del país, “es un indicativo de la grave crisis causada por la reconfiguración del conflicto armado, el abandono estatal y el lento avance del Acuerdo de Paz”. * Además, que, los informes que desde el año 2016, sobre derechos humanos y análisis del conflicto, han difundido organismos internacionales, ONG nacionales, Iglesias y organizaciones sociales y étnicas “coinciden en señalar que en la región del Chocó y en el Occidente de Antioquia se vive una aguda crisis humanitaria”. Solicitudes urgentes a partir de lo observado A partir de las Misiones realizadas, las Iglesias y organizaciones participantes concluyeron que: “Lamentablemente,el clamor de las comunidades no ha sido escuchadoy, en consecuencia, las violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario, en lugar de disminuir,se intensifican y, en consecuencia, solo una acción humanitaria integral podrá dar respuesta a los flagelos que se viven en el departamento del Chocó y en el Occidente de Antioquia”. A lo que, los participantes de las Misiones, hicieron algunas solicitudes y exigencias. Entre ellas: Pedir a los actores armados el respeto irrestricto a las normas del derecho internacional humanitario para que se respete a las autoridades étnicas y su ejercicio de gobierno propio; al Gobierno colombiano le exigen con urgencia retomar la vía del diálogo y la negociación política con todos los grupos armados ilegales; garantizar el derecho a la libre movilidad y a la seguridad integral a lideresas, líderes, comunidades y organizaciones en los territorios; garantizar el derecho fundamental al mínimo vital de todas las personas desplazadas y confinadas, mediante la entrega de atención humanitaria adecuada y con enfoque diferencial; atender de forma integral la grave crisis humanitaria, social, económica y ambiental que vive el Chocó; convocar a la Comisión Intersectorial para el Departamento del Chocó, instituida por el Decreto 749 de 2018; al gobierno nacional que cumpla de manera decidida con el Acuerdo de Paz del año 2016; mantener la opción de la solución negociada al conflicto armado; se exige que se logre la reactivación urgente de la Mesa de Diálogos con el ELN; diseñar e implementar políticas públicas tendientes a superar la ilegalidad, representada en economías y actores ilegales y en la corrupción de amplios sectores de las autoridades estatales; a la Defensoría del Pueblo y a la Procuraduría General de la Nación, les piden hacer seguimiento a los informes de riesgo, alertas tempranas y emergencias manifiestas emitidas en estos territorios del Chocó y Antioquia; y a la comunidad internacional, organismos internacionales, y en general a las organizaciones defensoras de derechos humanos, continuar apoyando la visibilización de la crisis humanitaria e incidir en el gobierno nacional para lograr la garantía efectiva de los derechos humanos, étnicos y territoriales. Integrantes de las Misiones Humanitarias Hicieron parte de estas Misiones las siguientes instituciones: Foro Interétnico Solidaridad Chocó, Mesa de Concertación de los Pueblos Indígenas del Chocó, Organización Indígena de Antioquia, COCOMACIA, ACABA, ASCOBA, ACADESAN, COCOMINSA, ASOCOMESAN, Comité por las Víctimas De Bojayá, PCN, CONPA, Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, Diócesis de Apartadó, Diócesis de Quibdó, Diócesis De Istmina-Tadó, Misioneras de la Madre Laura, Religiosos Claretianos, Iglesia Luterana, Iglesia Metodista, Iglesia Presbiteriana, Coordinación Regional del Pacífico, CIVP, SIZZOC, ANSUR, SICSAL, CODHES y CIEDERPAZ. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar COMUNICADO[/icon]