Jue 8 Abr 2021
La fe fruto de la resurrección de Cristo
SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA
o de la Divina Misericordia
Abril 11 de 2021
Primera Lectura: Hch 4,32-35
Salmo: 118(117),2-4.15c-16a+17-18. 22-24 (R.1)
Segunda Lectura: 1Jn 5,1-6
Evangelio: Jn 20,19-31
I. Orientaciones para la Predicación
Introducción
En los textos litúrgicos de este segundo domingo de pascua, conocido como domingo cuasimodo o domingo de la misericordia, podemos extraer las siguientes ideas:
• La paz como don de Cristo Resucitado.
• El Espíritu Santo regalo Pascual de Cristo.
• La fe fruto de la resurrección de Cristo.
1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?
En el texto el santo Evangelio según San Juan, que se proclama en toda la Iglesia, encontramos en todo el desarrollo de la escena, la presentación de Cristo Resucitado a la comunidad discipular reunida con las puertas cerradas por miedo a los judíos y les saluda con la paz.
Cristo se presenta y disipa los miedos que experimentan los discípulos inundándolos de paz y alegría, aunque al principio resultaba algo chocante porque no estaban preparados para este acontecimiento que era algo imposible, impensable, increíble e inimaginable, pero es la realidad.
Las apariciones de Jesús, deja estupefactos, aterrorizados y asombrados a los discípulos, tanto es así que no lo podían creer, pero era la realidad que Cristo está vivo y su misma persona se les ha manifestado, que no es un fantasma, no son visiones, es Él mismo en persona y una prueba de su vivencia son sus llagas en su cuerpo, producto de los clavos y de su cruz como sumo testimonio de amor, por eso sus llagas gloriosas no desaparecen. A partir de ese momento los discípulos comenzaron a creer en la resurrección, desde ese momento no pudieron callar esta experiencia con Jesús resucitado. Gracias al testimonio de los discípulos, la iglesia sigue anunciando a todos los hombres de todo tiempo que Cristo resucitó y como regalo nos da su paz que no es del mundo, porque él es el Señor, el Salvador del mundo y Príncipe de paz, nos da la fe y el mejor don sobre el mundo, el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo regalo Pascual de Cristo, es el don más preciado de Jesús Resucitado, ya que este es donado para dar fortaleza a los discípulos para que puedan dar testimonio de él en medio del mundo sin tener miedo. El Espíritu Santo en la vida de los discípulos, tiene como misión hacerle recordar las enseñanzas de Jesús y de acompañar a los discípulos en la misión encomendada de ser comunicadores de paz, de perdonar, ser misioneros de la misericordia, en otras palabras, es hacer presente a Cristo en la Misión en la Palabra y los Sacramentos.
La fe es producto del encuentro con la persona de Jesús, que es un encuentro renovador y transformador, este don recibido de parte de Cristo Resucitado se ve reflejado en la comunidad que comparte y pone sus bienes al servicio de la comunidad, como lo diría San Lucas, en su obra de los Hechos de los apóstoles, los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma, todo lo ponían en común, por la fe como don o regalo es salir al encuentro de Cristo en el hermano y en la comunidad que se reúne y comparte.
2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?
Hoy quiero hacer eco a la palabra de Santo Tomás dichas el en evangelio: Señor mío y Dios mío, nos enseña a mantener una relación con Cristo resucitado en la fe y la adoración, a través la Palabra de Dios y los Sacramentos.
Por último, la Palabra me invita a descubrir a Cristo como fuente de fe, paz y alegría, dejándome inundar de su alegría y gozo, dando testimonio de Él ante los hermanos que viven en tristeza, angustias y temor, que puedan sentir la presencia renovadora y transformadora de la Resurrección.
3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?
Señor, Jesús, derrama sobre nosotros la fuerza del Espíritu Santo, para que nos guie e ilumine con su luz, para que reconociendo que Tú eres fuente de fe y paz, pueda ser tu testigo en medio del mundo, tu presencia viva y actuante en la Iglesia, la palabra y los Sacramentos, alejen de nosotros todo miedo, temor y tristeza, conviértelos en alegría y gozo. Amén
II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles
Monición introductoria de la Misa
Hermanos y hermanas, en este segundo domingo de pascua seguimos inundados del gozo y de la alegría de Cristo resucitado y celebramos el día de la misericordia. Iniciemos este encuentro de fe, amor y paz. Participemos con alegría.
Monición a la Liturgia de la Palabra
La paz, la caridad y la fe son dones de la pascua de Cristo que regala a la Iglesia, como discípulos y apóstoles de Cristo Resucitado, tenemos como misión ser testigos de la misericordia compartiendo con todos los mismos dones recibidos de él. Escuchemos con atención la Palabra de Dios.
Oración Universal o de los Fieles
Presidente: la misericordia y la fe se encuentran y nos enseñan que todo contribuye para el bien de quienes Dios ama. Como apóstoles de su Misericordia, oremos a nuestro Padre diciendo:
R. Señor, de la misericordia escúchanos
1. Por la Iglesia: el Papa Francisco, los obispos, presbíteros y diáconos para que, siendo testigos de Cristo resucitado, sigan anunciando al mundo la fe y la paz. Roguemos al Señor.
2. Por nuestros gobernantes: presidente, gobernadores y alcaldes, para que se hagan partícipes de la alegría de la Resurrección y, animados e impulsados por Cristo, trabajen por el progreso de los pueblos para una vida mejor. Roguemos al Señor.
3. Por todos nosotros para que nos hagamos solidarios con los más pobres y necesitados de nuestra comunidad, ayudándoles con nuestra oración y ayuda económica. Roguemos al Señor.
4. Por nuestra comunidad parroquial para que sea impulsada por la alegría de la Resurrección Cristo, de tal modo que sean testimonio de luz ante la sociedad. Roguemos al Señor.
En un momento de silencio presentemos nuestras intenciones personales.
Oración conclusiva
Dios, Padre compasivo y misericordioso,
recibe bondadoso nuestras peticiones
con las cuales también deseamos
dar gloria y honra a tu Nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén