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Iglesia

Mar 30 Mar 2021

Comunicado de prensa de la Conferencia Episcopal de Colombia

Comunicado de prensa de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), sobre los hechos de hurto sucedidos el día de ayer en sus instalaciones, en Bogotá. "Confiamos en la misericordia de Dios y en la eficacia de las autoridades para esclarecer pronto estos hechos que lamentamos profundamente, pero que no opacan la celebración de estos días santos que conforma el centro de la fe cristiana". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mar 30 Mar 2021

“Hemos visto un redescubrir y despertar en la fe”: Mons. Oscar Urbina

“La esperanza hoy es más necesaria que nunca”. Así lo señala monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, durante una entrevista concedida al diario El Nuevo Siglo. El arzobispo explica cómo funcionarán los templos y la aplicación de los protocolos de bioseguridad en estos días santos, al tiempo que analiza cómo le ha ido a Colombia tras un año de emergencia por la pandemia y las lecciones que la crisis ha dejado. LEA COMPLETA LA ENTREVISTA EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo se vivirá esta Semana Santa? MONSEÑOR ÓSCAR URBINA: Para nosotros la Semana Santa es la celebración más importante de nuestra fe, la Pascua, Cristo murió y resucitó, mostrándonos el gran amor que Dios nos tiene. Los obispos hemos recibido indicaciones de la Santa Sede, las cuales ya se han adoptado en las jurisdicciones eclesiásticas, pues la Iglesia ha implementado rigurosamente el cumplimiento de las medidas de bioseguridad emanadas por los entes gubernamentales. En los templos se guardará el distanciamiento entre las personas establecido por las autoridades, uso del tapabocas durante toda la ceremonia y desinfección de manos al ingreso a estos. No están permitidas las procesiones ni los eventos que generen aglomeraciones fuera de los templos. ENS: ¿Cuál será el mensaje que se le dará a los colombianos? MOU: El Papa Francisco nos invitó al inicio de la Cuaresma, que prepara la celebración de la Pascua, a crecer juntos en la fe, la esperanza y el amor. La fe es ante todo un encuentro y una respuesta a la Palabra de Dios, ello nos permite un renacer de nuestra vida, cambiando lo que vemos se debe superar y comprometiéndonos a amar como Dios nos ha amado. La esperanza hoy es más necesaria que nunca, pues es la fuerza para vivir los momentos difíciles como los que estamos compartiendo. Ahí tenemos una oportunidad para acercarnos a los que sufren y acompañarlos en sus tristezas y desánimos, ayudarlos a encontrar el significado de la Cruz en el plan de Dios. Todas las celebraciones de la Semana Santa nos alimentan la esperanza. El amor, Dios es amor y nos salvó con un exceso de amor manifestado en la Pasión, Muerte, Sepultura y Resurrección del Señor. Por eso, la Pascua nos transforma en personas nuevas, que buscan al Señor, presente en todos nuestros hermanos a quienes acogemos, acompañamos, escuchamos, corregimos y perdonamos. La fraternidad que nace de la Eucaristía, que es síntesis del misterio de la Pascua, es el camino más seguro para transformar nuestra sociedad violenta, inequitativa e injusta a nivel familiar y social, para que se convierta en un espacio amable y fraterno donde todos podamos vivir en paz. ENS: ¿Cómo ha visto el manejo de la pandemia por parte del Gobierno? MOU: Esta pandemia ha sido algo nuevo para todos, hay mucho que aprender, liderar, organizar y articular. Veo que el Gobierno ha asumido como le ha correspondido con responsabilidad y seriedad, y a pesar de que en sus manos tiene todas las posibilidades, existen grandes limitaciones económicas, políticas, ideológicas e históricas. Esto, destapó otras pandemias, la de la corrupción, las limitaciones del sistema de salud -especialmente en las regiones de la Colombia profunda-, en la educación y en el mundo laboral. No es una situación fácil porque la pandemia tocó todas las esferas y dimensiones sociales; cualquier decisión beneficia una y perjudica otra. Es importante resaltar la participación ciudadana en el cuidado del otro. Lecciones de la crisis ENS: Estamos cumpliendo un año de pandemia ¿Qué se ha aprendido en esta época? MOU: Hemos aprendido a ser familia, todos, independientemente de nuestro credo, formación académica, cultura, estrato. Hay un referente común, la casa y la familia. Cuando estuvimos confinados nos tocó volver a ser familia. El campo de la salud está muy delicado, la salud ha estado enferma en nuestro país desde hace muchos años. La tecnología y plataformas digitales son una prolongación de la humanidad, pero nunca reemplazan el corazón. La importancia del trabajo, la salud mental, la economía, el sistema educativo frágil e insuficiente, la pobreza y la marginación. El abandono del campo y de los territorios ancestrales. El cuidado de la creación. Y aprendimos en todos los niveles, familiar, social, político, religioso, que debemos volver a lo fundamental en cada uno de esos campos, y que el corazón de todo lo que se quiera trabajar es la persona humana. Es difícil creer que de algo tan malo y perjudicial, como lo ha sido esta pandemia, salga algo bueno. Pero, podemos decir que el hecho de que nos haya puesto otra vez la mirada en nuestra centralidad de la persona humana es algo muy positivo. Porque estamos corriendo el riesgo de deshumanizar. ENS: ¿La pandemia ha hecho que los feligreses se acerquen más a la Iglesia? MOU: Hemos visto un redescubrir y despertar en la fe de muchas personas, en familia se participa de la oración, de la Santa Misa, del rosario y otros momentos de piedad. Hemos visto que muchas familias se han organizado para hacer un día a la semana o todos el santo rosario o la coronilla de la misericordia. Hemos constatado la solidaridad. Por ejemplo, los bancos de alimentos, administrados por la Iglesia, dan fe de la generosidad de las personas e instituciones. La purificación de las falsas imágenes de Dios que lo han presentado como un juez castigador, y ahora, redescubrir que es un Padre amoroso, que educa, perdona, ama, corrige y acompaña. ENS: ¿Le preocupa que en medio de la pandemia el país esté polarizado? MOU: No solo en la pandemia, sino en cualquier tiempo la polarización nace de una negación del valor de cada uno como persona, como hermano y como constructor solidario de una casa donde todos podemos estar. Vacunación ENS: ¿Cómo ha visto el proceso de vacunación? MOU: Ha dado sus primeros pasos, esperamos que con la implementación que se está haciendo en todos los lugares sea más ágil e invitamos a todos los que pueden recibirla a no tener miedo, pues es la manera de protegernos juntos y de garantizar vida y bienestar para todos. ENS: Usted sufrió de covid ¿Cómo lo superó? MOU: Con profunda confianza en Dios, que fue apoyada por la oración de muchos cristianos en el país. He servido a la Iglesia en Bogotá, Cúcuta y en Villavicencio. Esto me ha permitido conocer muchas personas, y reconocer que cuando uno ora por alguien, Dios Padre escucha las oraciones y construye nuestra vida con las personas que encontramos a lo largo del camino. Agradezco a todo el personal que trabaja en el campo de la salud, pues he experimentado que, junto a la medicina, la compañía, la ternura, el sacrificio de todos ellos, es también una medicina. Esto me conduce, en primera persona, después de haber sufrido esta experiencia, (a señalar que) lo importante es cuidar la propia vida, para que ese cuidado repercuta en la vida de todos, la familia, el trabajo, el vecindario y la comunidad eclesial. Fuente: El Nuevo Siglo

Lun 29 Mar 2021

Colecta Pontificia por los Santos Lugares: Viernes Santo

El próximo Viernes Santo 2 de abril, se celebrará en Colombia la Colecta Pontificia por los Santos Lugares. Desde hace 398 años la Tierra Santa ha recibido la ayuda bondadosa de los colombianos por medio de esta Colecta que permite la misión de la Iglesia en el Medio Oriente. La Colecta del Viernes Santo es una iniciativa Pontificia instaurada por el Papa Martín V para “mantener viva a la Iglesia en los lugares donde ella nació”; es animada por los Comisariados o Comisarías en cada nación que también tienen el deber de difundir el conocimiento, amor y veneración por Tierra Santa entre los fieles, promover peregrinaciones y organizar la jornada de oración por los Santos Lugares. La Comisaría de Tierra Santa de Colombia fue fundada hacia 1623 para conseguir ayudas para los cristianos del Medio Oriente y para favorecer la labor de los misioneros en esos territorios, desde esa fecha ha motivado la celebración de la Colecta del Viernes Santo en todas las jurisdicciones del país logrando posicionar a Colombia entre los principales y mayores bienhechores de Tierra Santa en el continente. “Quiero agradecer a todos los fieles de Colombia por el apoyo que siguen dando a Tierra Santa, a los cristianos que allí viven y que nosotros -frailes de la Custodia de Tierra Santa- cuidamos” señala Fray Francesco Patton, OFM, Custodio de la Tierra Santa en su saludo a nuestro País y añade: “cada Viernes Santo, el misterio de la cruz -que es el misterio del amor más grande- nos recuerda cuanto es importante que nosotros expresemos de manera concreta nuestro amor para nuestros hermanos y hermanas”. También el Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación de las Iglesias Orientales y encargado de las Comisarías del mundo, ha extendido la invitación a la Colecta recordando que “la Colecta para la Tierra Santa 2021 sea para todos, la ocasión propicia para no apartar la mirada, para no pasar de largo, para no desinteresarnos de las situaciones de necesidad y de dificultad de nuestros hermanos y de nuestras hermanas que viven en los Lugares Santos. Si viniese a faltar este pequeño gesto de solidaridad y de saber compartir sería todavía más difícil, para tantos cristianos de aquellas tierras, resistir a la tentación de dejar el propio país; sería fatigoso sostener a las parroquias en su misión pastoral y continuar la obra educativa a través de las escuelas cristianas y del empeño social a favor de los pobres y de los afligidos. Los sufrimientos de los numerosos desalojados y refugiados, que se han visto obligados a dejar sus casas a causa de la guerra, tienen necesidad de una mano tendida y amiga, para versar en sus heridas el bálsamo de la consolación. Por último, no cabe renunciar a cargar con el empeño de cuidar los Lugares Santos, que son el testimonio concreto del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y del ofrecimiento de su vida, realizado por amor nuestro y por nuestra salvación”. De manera tradicional, el aporte para la Tierra Santa se ha colectado en la celebración de La Pasión del Señor en el momento de la Adoración de la Cruz. Esto es muy significativo porque nos recuerda que Jerusalén, el lugar de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, es también la cuna de la Iglesia y todos estamos llamados a ayudarla. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Lun 29 Mar 2021

San José, maestro de la vida interior

Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve - Su Santidad, el Papa Francisco, para celebrar el 150 aniversario de la declaración de san José como patrono de la Iglesia Univer­sal, ha dedicado este año a resaltar su figura e impulsar la devoción y el amor de todos los fieles a este gran santo, Así, motivados por su ejemplo e intercesión, ayude a todos a imitar sus virtudes, para vivir en la plenitud de la vida cristiana y la perfección de la caridad. La Sagrada Escritura no dice mucho sobre san José, pero con lo que pre­sentan en los episodios bíblicos, se re­fleja a san José fue un hombre con un amor profundo y ardiente por Dios, ya que en él predominó la decisión de hacer la voluntad de Dios, antes que su propia voluntad; en la dedicación al trabajo como carpintero, pero con pro­funda entrega al plan de Dios y a sus designios, que cumplió perfectamen­te, sin preguntar de qué se trataba el llamado y la misión, sino que supo vi­vir en los acontecimientos de su vida diaria, la entrega de toda su existencia, para que se cumpliera la voluntad del Padre Celestial de salvar a toda la hu­manidad. Frente a la llamada de Dios, siempre se le encuentra en las Escrituras como el hombre justo. La justicia es camino de santidad, manera de ser del cris­tiano, que vive en esta tierra con los criterios de Dios y no con la lógica del mundo; lo que significa vivir aferra­dos a Dios y no a la carne. Es vivir apegados a la Verdad absoluta que es Dios, transformando la vida en Cristo, viviendo con los mismos sentimientos del Hijo (Cf. Fil 2, 5). San José, siempre vivió su vida como fiel oyente del Señor, acudiendo a la oración, a la escucha orante de su Pa­labra y a los enviados de Dios para discernir, ha­cer y amar la voluntad de Dios. Para llegar a esta serenidad y armonía de su existencia, aún en medio de las dificul­tades y la Cruz, tuvo una profunda vida in­terior, es decir una pre­sencia permanente del Espíritu Santo de quien se dejaba iluminar día a día, en esa búsqueda del querer de Dios para rea­lizarlo en una vida sencilla, humilde y entregada totalmente al servicio de su Palabra. Vivió su vida en un trabajo activo como carpintero, pero en un clima de profunda contemplación, que lo ponía en contacto con la gracia de Dios des­de el silencio interior que lo caracteri­zaba y recibiendo la fuerza necesaria de lo alto para renunciar a su propia vida y asumir la vida de Dios en él. Así lo expresa el Papa San Juan Pablo II en Redemptoris Custos: “El sacrificio total, que José hizo de toda su existencia a las exigencias de la venida del Mesías a su propia casa, encuentra una razón adecuada en su insondable vida interior, de la que le llegan mandatos y consuelos singula­rísimos, y de donde surge para él la lógica y la fuerza -propia de las almas sencillas y limpias- para las grandes decisiones, como la de poner ense­guida a disposición de los designios divinos su libertad, su legítima voca­ción humana, su fidelidad conyugal, aceptando de la familia su condición propia, su responsabilidad y peso, y renunciando, por un amor virginal incomparable, al natural amor con­yugal que la constituye y alimenta” (n. 26). En esta síntesis que hace el Papa, en­cuentra ayuda y sostén toda vocación y misión a la que Dios llama a sus hijos. En­cuentra fundamento la fidelidad conyugal, que, en san José, le ayudó a renunciar a todo lo mun­dano, para entregarse sin reservas a la Santísima Virgen María y a Nuestro Señor Jesucristo con in­comparable dedicación. En la vida interior de san José y en su fidelidad conyugal, los matrimo­nios que han recibido la bendición de Dios, encuentran la fuer­za para seguir en sus luchas diarias de la vida, siendo fieles el uno al otro y fortaleciendo la propia familia a ejem­plo de la familia de Nazaret de la que San José es su custodio. Los sacerdotes y los consagrados al Señor en la vida religiosa, hombres y mujeres, con alma limpia y senci­lla, encontramos en san José, el fun­damento y la fuerza que nos enseña a renunciar al amor natural conyugal y a una familia en esta tierra, para en­tregar toda nuestra libertad, nuestros proyectos, por un amor virginal in­comparable, en la entrega generosa de la propia vida, abrazando la Cruz del Señor, en una actitud contemplativa que tiene como primacía la gracia de Dios y la vida interior. Desde el primado de la Gracia de Dios y de la vida interior en cada uno, San José enseña la sumisión a Dios, como disponibilidad para dedicar la vida de tiempo completo a las cosas que se refieren al servicio de Dios, logrando hacer su voluntad, desde el ejercicio piadoso y devoto a las cosas del Padre Celestial, que ocupaban el tiempo del niño Jesús, desde que esta­ba en el templo en medio de los docto­res de la ley escuchándolos y hacién­doles preguntas (Cf. Lc 2, 46 - 49). En san José todos encontramos la en­señanza que la vida contemplativa y activa no están en oposición, sino que se complementan, por el amor pleno por la Verdad, que es el mismo Dios, que se obtiene por la profunda con­templación, y por el amor pleno por la caridad, que se obtiene por el trabajo diario, en el servicio a los hermanos sin esperar nada a cambio, entregando la vida por todos, como lo hizo tam­bién la Santísima Virgen María, al dar el Sí a la Voluntad de Dios cuando re­cibió el anuncio del ángel, que iba a ser la madre del Salvador. No en vano la Iglesia mira a María y a José como modelos y patronos, reconociendo que ellos, no sólo me­recieron el honor de ser llamados a formar la familia en la que el salvador del mundo quiso nacer, sino que son el signo de la familia que Él ha que­rido reunir: la Iglesia comunidad de creyentes en Cristo. Que la meditación de la figura de San José nos ayude a todos nosotros a po­nernos en camino, dejando que la Pa­labra de Dios sea nuestra luz, para que así, encendido nuestro corazón por ella (Cf. Lc 24, 32), podamos ser au­ténticos discípulos de Jesús y transfor­mar la vida en Él, siguiéndolo como Camino, Verdad y Vida. + José Libardo Garcés Monsalve Administrador Apostólico de la Diócesis de Cúcuta

Lun 29 Mar 2021

Iglesia pide cese al fuego en Chocó y Antioquia

Al darse inicio a las celebraciones de la Semana Mayor, la Iglesia católica en los departamentos de Chocó y Antioquia hace un llamado a los actores armados y grupos delicuenciales para que hagan un cese al fuego durante cien días. En un comunicado, firmado por los obispos de las diócesis de Quibdó, Istmina - Tadó y Apartadó, expresan que esta invitación busca "abrir espacios de reflexión y concretar acuerdos humanitarios que abran el horizonte hacia la paz integral que requerimos en la ciudad de Quibdó y en los demás municipios de los departamentos del Chocó y de Antioquia que hacen parte de nuestras Iglesias particulares". En este sentido, esperan que el llamado sea atendido por estos grupos que siguen sembrando el miedo en las comunidades indígenas, afrodescendientes y mestizas. Igualmente, recuerdan a los entes institucionales la tarea que tienen "para responder de manera eficaz al clamor de la ciudadanía que exige derechos". A la sociedad civil, le piden no ser indiferente, ni conformista frente a esta realidad y les alientan a aportar de manera constructiva en las soluciones requeridas. Por otra parte, animan a los fieles católicos para que participen de manera presencial o virtual, de las ceremonias propias de la Semana Santa, acogiendo la invitación hecha por el Papa Francisco para profundizar en la realidad de la familia y en la figura de San José. "Las predicaciones y celebraciones de la Semana Santa tendrán un énfasis en estas temáticas desde la perspectiva de la centralidad del Misterio Pascual y en conexión con otras realidades del contexto en el cual vivimos". En general, los obispos de esta región exhortan a los cristianos católicos, a los cristianos de otras denominaciones y a los sectores de la sociedad civil, para que vivan este tiempo con el mayor respeto y con los cuidados necesarios frente a la pandemia del Covid-19. "Los desórdenes, los excesos, la corrupción y los abusos en la convivencia social no son coherentes con la fe cristiana y con otras expresiones de espiritualidad y de cultura ciudadana". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Sáb 27 Mar 2021

Subsidio para Semana Santa en familia 2021

La Iglesia, en atención al momento actual que se vive por la acción de coronavirus y dada la dificultad y limitación de muchos fieles para participar presencialmente en las celebraciones litúrgicas, invita a tener presente que, además de la unión a la celebración virtual, hay dos modos muy recomendables a través los cuales los creyentes pueden celebrar y vivir su fe en Dios: la Liturgia de las Horas y la celebración de la Palabra de Dios. En este contexto, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Departamento de Liturgia, elaboró un subsidio litúrgico el cual permitirá la participación de los fieles en la celebración de la Semana Santa 2021 en familia, que se podría emplear según su criterio y necesidad pastoral. El subsidio, contiene un esquema de oración para cada momento de la Semana Santa -el Domingo de Ramos, la tarde del Jueves Santo, el Viernes de Pasión, la Vigilia de la Pascua y el Domingo de Pascua- la cual está en comunión con las celebraciones del Misterio Pascual que se realizan en la iglesias catedrales y parroquiales con participación limitada de los fieles. Por tanto, “Los elementos de esta propuesta son las palabras y los gestos de la liturgia que, oportunamente adaptados a la condición de la familia, permiten celebrar a Cristo que se hace presente en ella para bendecirla y acompañarla”, señalan en la presentación del material. Así mismo, en este tiempo la Iglesia “anima y convoca a las familias a orar a su Señor, para expresarle su homenaje de adoración y suplicarle sus bendiciones, especialmente en este tiempo difícil que vivimos por la presencia del COVID-19, pues tiene la confianza que donde hay dos o tres reunidos en el nombre del Señor, allí está él en medio de ellos”. El deseo es que este material sea un apoyo y sirva para la acción pastoral de la Iglesia en relación con la Pascua 2021, en el contexto actual que vivimos, para que, unidos en el amor de Dios, este Misterio de salvación pueda ser vivido y compartido en familia. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar SUBSIDIO SEMANA SANTA 2021[/icon]

Vie 26 Mar 2021

Jesús, alimento de vida, que se dona en servicio a los demás por amor

JUEVES SANTO (Misa vespertina) Abril 1° de 2021 Primera Lectura: Éx 12,1-8.11-14 Salmo: 116(115),12-13. 15+16bc.17-18 Segunda Lectura: 1Co 11,23-26 Evangelio: Jn 13,1-15 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Las lecturas de este jueves santo nos llevan a contemplar a Jesús en la triple dimensión del alimento que nos sacia y nos prepara para la vida eterna en tres figuras: • Jesús, alimento de vida, a través del cordero pascual. • Jesús, alimento de vida, a través del pan y la bebida de su sangre en la Eucaristía. • Jesús, alimento de vida, que se dona en servicio a los demás por amor. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Jesús es el alimento que se dona en servicio a los demás por amor, nos invita a contemplar a Nuestro señor Jesucristo a través de la narración del acontecimiento pascual que nos regala el evangelista San Juan en la última cena: se levanta de la mesa, se quita el manto, toma una toalla y se la ciñe, llena la jarra de agua, se agacha y comienza a lavarle y a secarle los pies a sus discípulos. No es un baño de purificación, lo deja claro en el diálogo con Pedro, no se trata de los ritos de ablución que tenían los judíos; es más un rito y un gesto del esclavo que limpia los pies a su señor; se trata de contemplar como el Verbo de Dios, hecho carne, se hace comida más allá de un cordero pascual ofrecido de manera sacrificial, o un pan y una bebida que sacian el hambre corporal, se trata de un Dios que se humilla, se abaja hasta a condición de esclavo para rescatar al siervo, que lo ha dado todo y lo hace todo por amor, e invita a sus apóstoles y discípulos a convertirse en un alimento que trabaja para servir, pero a la vez para ser testigo de amor en el mundo a través de la liturgia perenne y conmemorativa de una Eucaristía donde sus ministros se inclinan para servir a sus fieles por amor. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En la imagen de Jesucristo, Dios que se hace hombre, que se inclina(agacha) para lavar los pies a sus discípulos, inspira el gesto del Padre que se agacha ante sus hijo para ponerle los zapatos y amarrarle los cordones; pero el acontecimiento pascual que narra San Juan trasciende cualquier gesto, porque es el Dios que se humilla, que se hace siervo, esclavo, que abaja (sinkátabasis) hasta el punto de pasar por uno de tantos, como un hombre cualquiera, que se humilla en la cruz, que es capaz de bajar hasta el infierno para rescatar al ser humano y salvarlo por amor. Escribe el Papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti, que la humanidad después de esta pandemia, si ha de recomenzar de nuevo, tiene que ser desde los últimos, desde los descartados, de los pobres, olvidados, abandonados, despreciados y no tenidos en cuenta por la sociedad. Después de haberles lavado los pies, el Señor dialoga con los apóstoles y los discípulos, y les enseña, que el ministerio ya sea episcopal, sacerdotal o diaconal, superior o superiora entre los religiosos, ha de ser de servicio, abajamiento, humillación frente a los poderes del mundo, y ha de ser desde la caridad fraterna, ayudándose los unos a los otros. Inclinarse a lavar los pies a los demás, implica dar ejemplo, pero también significa trabajar por los demás, para que con nuestro servicio y trabajo ayudemos a saciar el hambre de la humanidad manifestado en carencias física, psicológicas, espirituales de una humanidad que no debe olvidar que su Dios no se cansa de trabajar y de saciar todas clase de necesidad por amor. Jesús, alimento de vida, que se dona en servicio a los demás por amor, invita a la comunidad cristiana a poner sus talentos, profesiones al servicio para ayudar a la humanidad a superar las necesidades del cuerpo y del alma. Nos recuerda que nadie es tan autosuficiente que no dependa en algo de los demás, ni tan falto de talento, que no pueda poner al servicio algún servicio para ayudar a los demás. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? En la acción de Jesucristo que lava los pies a sus discípulos, oremos para que la humanidad no olvide a Dios que lo ha hecho todo por amor, y que en este ejemplo de vida se anime con una nueva esperanza a servir a los demás empezando por los más vulnerables. Pidamos la Gracia de no caer en el orgullo y la autosuficiencia de usar a los demás como herramientas para el propio beneficio egoísta, sino que mediante los talentes y profesiones podamos trabajar por un mundo más humano y justo que aliente a los más desfavorecidos, venciendo barreras de inequidad o desigualdad. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos, la Eucaristía, es acción de Gracias por excelencia, nos muestra a un Dios que se humilla, y se humaniza por amor, para salvar a la humanidad. Dios en Jesucristo se inclina ante el hombre, y asume el papel del siervo para servirlo y rescatarlo del pecado y de la muerte por amor. Vivamos esta celebración de Acción de Gracias considerando en nuestras vidas las veces que Dios se ha inclinado tantísimas veces y de maneras diversas ante nosotros solo por amor para salvarnos, y constituyámonos ministros de su amor salvando, sirviendo y alimentando a tantos hermanos que carecen en sus necesitadas físicas y espirituales. Participemos con alegría y entusiasmo. Monición a la Liturgia de la Palabra En el lavatorio de los pies contemplemos a Dios que se inclina como un padre ante sus hijos para servirles por amor. Contemplemos nuestros pies, soporte de nuestro cuerpo y de nuestra humanidad, ayudando a sostener la dignidad y la existencia de tantos hermanos que carecen en sus necesidades, siendo ministros servidores por amor. Escuchemos la Palabra de Dios en actitud de servir a los demás. Monición al lavatorio de los pies Renovamos el lavatorio de los pies para reconocer, en expresión sacramental, el único modo posible de ser discípulos del Maestro. El Señor nos ha dicho “no he venido a ser servido, sino a servir”; hoy es la fiesta de los servidores en la Iglesia. El camino a Dios pasa necesariamente por el servicio a los demás. Monición a la preparación de los dones Las ofrendas de hoy adquieren un significado profundo: el testimonio cristiano de la caridad nace del ejemplo de Cristo que se entregó totalmente por todos. Lo que somos y lo que tenemos se haga siempre ofrenda agradable al Padre, por el Hijo en el Espíritu. Monición a la procesión del Santísimo Sacramento En esta procesión con Jesús eucaristía y la posterior adoración, la Iglesia orante expresa su deseo vivo de velar con Él en la hora decisiva de su existencia. En esta hora difícil de la humanidad, de tanta violencia, de tanto desorden moral, de tanta corrupción, de tanta desintegración familiar, de tanto menosprecio de la vida, permanezcamos unidos en oración con el Maestro para que el Padre derrame abundantes gracias, y que la celebración de este Misterio Pascual obre el milagro de la conversión personal de todos. Vayamos procesionalmente en actitud orante y piadosa. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos a Dios Padre nuestras intenciones a través de su Hijo Jesucristo, que se encarnó para nuestra salvación, haciéndose uno de tantos, menos en el pecado y supliquémosle diciendo: R. Dios de amor, escucha y ten piedad 1. Por el Papa, Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, fieles laicos y ministros de la Iglesia, para que en el ejercicio de su misión sirvan por amor a los hermanos que Dios les ha confiado. Roguemos al señor. 2. Por los gobernantes de las naciones para que, inclinándose a las necesidades de los pueblos, sirvan con transparencia e inviertan sus recursos en superar la pobreza, el hambre, la escasez y la falta de oportunidad laboral entre sus habitantes. Roguemos al señor. 3. Por las personas que poseen el poder económico y tienen la responsabilidad de generar empleos en sus empresas, para que procuren el bienestar de sus ciudadanos y generen trabajos dignos para las personas y sus familias. Roguemos al señor. 4. Por los jóvenes que sienten el llamado a seguir y servir con sus vidas a Dios en los hermanos mediante el servicio sacerdotal y religioso, para que sean capaces de discernir los signos de los tiempos y no teman entregarse de manera generosa al plan salvífico de Dios. Roguemos al Señor. 5. Por los pobres, encarcelados, los que no tiene oportunidades laborales, no poseen viviendas, carecen de cuidado en la salud y no tiene como alimentarse o vestirse, para que encuentren oportunidades en las instituciones gubernamentales y civiles que les permita superar sus dificultades y contribuir al desarrollo digno de la sociedad. Roguemos al señor. 6. Por nosotros aquí reunidos para que, en el seguimiento de Cristo resucitado, seamos constructores de la paz, promotores de la vida y apasionados defensores de la dignidad de la familia. Roguemos al señor. Oración conclusiva Oh Dios que, en Jesucristo, nos has dado todo por amor, permítenos ser agradecidos con los dones recibidos y poner nuestros talentos al servicio de la humanidad. Por Jesucristo Señor Nuestro. R. Amén

Vie 26 Mar 2021

“Aquí estoy, dispuesto a empezar esa tarea con todos ustedes”

Así lo expresó el arzobispo electo de Cartagena, monseñor Francisco Múnera Correa, quien se mostró agradecido con Dios por este nuevo llamado misionero que la Iglesia le ha hecho para evangelizar en estas tierras amuralladas. Al dirigirse a la comunidad cartagenera, les manifestó su alegría y disponibilidad para acompañarlos y caminar juntos en esta nueva etapa eclesial de la vida arquidiocesana. Resaltó de manera especial las manifestaciones de aprecio expresadas por el obispo saliente, monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal. Aseguró estar presto a iniciar esta tarea con todos los que habitan estos territorios, atendiendo las recomendaciones del Papa Francisco, “caminar de manera sinodal y en una actitud de Iglesia en salida”. Así también, dijo estar dispuesto a aportar desde su experiencia como pastor, misionero y obispo a la tarea de esta Iglesia particular. “Pido al Señor la fuerza y la bendición de todos los grandes misioneros, de todos los santos que nos han precedido, de todos esos hombres y mujeres laicos y laicas que han sostenido la tarea en todas y cada una de las comunidades, en los distintos ambientes barriales, campesinos y citadinos, de esta Iglesia cartagenera”. El prelado, en un video mensaje enviado desde las bellas tierras de San Vicente del Caguán, se dirigió a los sacerdotes, religiosas, seminaristas, laicos y laicas, ministros instituidos, animadores de las comunidades eclesiales y a los animadores de los distintos movimientos eclesiales, a quienes les expresó su gratitud por las manifestaciones de cercanía ante su nombramiento. Igualmente, extendió un saludo a cada uno de los obispos que conforman la provincia eclesiástica de Cartagena, representadas en las Jurisdicciones de Magangué, Sincelejo, Montería, Montelíbano y Vicariato Apostólico de San Andrés y Providencia. Así también, saludo a la ciudadanía del distrito de Cartagena, a toda la comunidad bolivarense, a las autoridades civiles, militares y de policía y a las instituciones presentes en esa ciudad heroica de Cartagena de Indias. Finalmente, al mencionar a san Pedro Claver, santa María Bernarda Bütler y al obispo, monseñor Eugenio Biffi, en camino de canonización, quienes fueron ejemplo de vida en esta Iglesia arquidiocesana, pidió la intercesión de ellos para este nuevo caminar de evangelización.