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Iglesia

Mié 2 Sep 2020

"Hoy, no mañana, hoy, tenemos que cuidar la creación con responsabilidad"

Este es el llamado urgente que hace el Papa Francisco, para que se respeten los recursos del planeta “para que no sean saqueados, sino que se compartan de manera justa y respetuosa”, su exhortación es clara “No al saqueo, sí al compartir”. El Video con las intenciones de oración que cada mes propone el Papa, se ha hecho público en el marco de la Jornada Mundial de Oración por la Creación, enmarcada dentro del Tiempo de la Creación que se propuso celebrar del 1 de septiembre al 4 de octubre de 2020. El mensaje del Pontífice sobre el cuidado de la creación es contundente: “Estamos exprimiendo los bienes del planeta. Exprimiéndolos, como si fuera una naranja". Por lo que alienta a todas las personas a que tomen conciencia de la grave ‘deuda ecológica’, fruto de la explotación de los recursos naturales y de la actividad de algunas multinacionales que “hacen fuera de sus países lo que no se les permite en los suyos”. Para el Santo Padre, esta situación es urgente: “Hoy, no mañana, hoy, tenemos que cuidar la creación con responsabilidad”.

Mié 2 Sep 2020

“Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente"

VIGÉSIMOTERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Septiembre 06 de 2020 Primera lectura: Ez 33,7-9 Salmo: 95(94),1-2.6-7ab. 7c-9 Segunda lectura: Rm 13,8-10 Evangelio: Mt 18,15-20 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios en este domingo, día del Señor e inicio de la Semana por la paz, nos ofrece el tema de la conversión inicial y permanente de los hijos de Dios. La conversión inicial, en efecto, parte de la predicación que debe “poner en guardia al malvado”, pero se debe acompañar permanentemente con la llamada “corrección fraterna” y la mediación de la comunidad creyente; así no se deberá nada más que amor a los demás a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo quien nos enseñó que el mandamiento mayor es “Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente". Este es el mayor y primer mandamiento. El segundo es semejante a éste, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En el texto de Ezequiel, de la primera lectura, Dios le recuerda al profeta su responsabilidad de cumplir la misión encomendada de realizar su programa profético: ser centinela, escuchar a Dios y dar la alarma al pueblo para provocar la conversión. Su función se determina por ser canal de comunicación – oír y hablar –, oír a Dios y transmitir al pueblo, especialmente a los malvados, el mensaje que ha escuchado de parte de Dios, en ello se juega la vida y la muerte, la propia y la de los demás. El salmo contiene dos partes: un Invitatorio (vv. 1-7c) y una sección exhortativa a la fidelidad (cc. 7d-11). Los encargados del culto invitan a la asamblea, mediante este canto invitatorio, a que ingresen procesionalmente al santuario con las actitudes propias para este sublime momento: vítores, aclamaciones, acciones de gracias, bendiciones y postración. Luego, los exhorta a escuchar la voz de Dios para motivar así la fidelidad y la confianza en Dios, pastor de su pueblo. En la segunda lectura, el apóstol Pablo, dirigiéndose a la comunidad de Roma exhorta al amor como fundamento para fortalecer los comportamientos del creyente. El amor es, en efecto, el nuevo principio interior o nuevo mandato que debe unificar todas las acciones del creyente, los mandamientos encuentran en el amor su plenitud; y, por consiguiente, el cristiano está en capacidad de cumplirlos por la vivencia del amor, por ello es la única deuda en su relación con los demás. Esto no es un invento paulino, sino que es la puesta en práctica de las enseñanzas de Jesús, pues cuando, en un pasaje del evangelio, un fariseo le preguntó sobre el mandamiento mayor, Él respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente". Este es el mayor y primer mandamiento. El segundo es semejante a éste, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden la Ley y los Profetas” (Mt 37-40) El pasaje del evangelio está dentro del llamado discurso eclesial de Jesús (18, 1-35), en el que Jesús aborda temas de la vida de la comunidad cristiana; instruye, sobre todo, a los responsables de la asamblea – la Iglesia – sobre el estilo de vida que debe identificar la nueva comunidad creyente. La asamblea de hermanos, así define al otro, no está libre de pecado o errores, lo que la diferencia de otras realidades comunitarias es que al interno de ella los conflictos se resuelven de manera diversa a como los afronta el mundo; aquí en esta comunidad el error no solo afecta la realidad social sino la relación divina, por ello se han de solucionar mediante la reconciliación, el perdón, y aplicando la corrección fraterna para ganar y salvar al hermano, ese es el objetivo fundamental. Para realizar todo este proceso, en medio de la comunidad de hermanos debe imperar la oración con la certeza de la presencia de Jesús entre la comunidad orante. La corrección fraterna y la oración en común van vinculadas, no son dos temas separados. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En los evangelios se ve claro que Jesús tuvo la intencionalidad de formar una nueva comunidad en la cual se transmitiera la Buena Noticia y aconteciera la gracia de la Salvación. Jesús formó esta comunidad con aquellos que él quiso y fue llamando para que estuvieran más cerca de él, a ellos les fue brindando, en muchas oportunidades, una formación particular, “a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado” (Mc 4,34). En Mateo esta comunidad viene definida como Iglesia (ekklesia), no es una comunidad cualquiera sino la Iglesia; a la cual Jesús dota de una responsabilidad para solucionar los conflictos (18, 15-20), que es el texto que este domingo se proclama. Es la comunidad la que, en últimas, tiene la palabra para resolver la situación de los hermanos en situación de pecado. Es importante precisar aquí que no es el único poder que Jesús da a la Iglesia, así, para tener una visión completa de su responsabilidad tendríamos que recurrir a muchas partes de los evangelios. En el pasaje de Mt 18, 15-20 podemos destacar algunos elementos. El miembro de la comunidad es un “hermano”, y aunque haya pecado sigue siendo hermano; la corresponsabilidad del creyente es salvar, ganar al hermano para Dios, a un hermano en forma particular no le corresponde el excluir al hermano, ni siquiera el testimonio de dos o tres, ellos son un eslabón del proceso, todo se hace para atraer a quien se ha apartado por el pecado. Quien tiene la facultad final es la Iglesia, ella tiene el poder de atar o desatar (v.18). La Iglesia tiene este poder, pero no lo usa a su antojo, sino que tiene como modelo último la misericordia infinita de Dios, siempre ha de recurrir a esta medida y para comprenderla debe orar siempre en comunión. El poder que aquí el Señor da a los discípulos encargados de la Iglesia es una extensión del ya dado a Pedro, “A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos” (Mt 16, 19. Atar y desatar designan la autoridad para decidir sobre las acciones que están permitidas o prohibidas, es el poder de determinar, en última estancia, si alguien está admitido o excluido de la Iglesia. La responsabilidad individual y comunitaria de la Iglesia está en la línea de la voz profética, cada uno desde el momento de aceptar a Jesús se convierte en profeta, ha de escuchar a Dios y comunicar su palabra a los hermanos. La corresponsabilidad está sobre el anuncio, la evangelización, el ganar a otros para Dios; también lo es en su oración en comunidad y en forma de plenitud cristiana su corresponsabilidad está en el amor. El amor vivido y donado a todos es lo que debe caracterizar a la comunidad creyente, es decir a la Iglesia. Estamos en el contexto de la Semana por la Paz, que inicia en este domingo, y que tiene como objetivo continuar adelantando acciones que nos inviten a seguir dando pasos para la construcción comunitaria de la paz y la reconciliación. Este fue el propósito del Papa Francisco en su visita a Colombia cuando nos dijo: «¡Demos el primer paso!», y que este primer paso sea en una dirección común. «Dar el primer paso» es, sobre todo, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Por eso en este primer día de apertura de esta semana por la paz, demos el paso hacia la fe en Dios, renovando la gracia del don de la paz suplicando la bendición de Dios sobre nuestra familias y comunidades, con las mismas palabras de Jesús: “Que descienda la Paz sobre esta casa”, imitando, así, la bendición del papa Francisco a los fieles impartida, desde el Palacio Cardenalicio, para todo el pueblo colombiano, cuando también nos dijo: Quise venir hasta aquí como peregrino de paz y de esperanza, y deseo vivir estos momentos de encuentro con alegría, dando gracias a Dios por todo el bien que ha hecho en esta Nación y en cada una de sus vidas. 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Oremos al Señor y supliquémosle por la Iglesia para que siga cumpliendo de manera misericordiosa el encargo dado por Jesús de animar para que todos sus hijos, asumamos el compromiso de la evangelización de ganar a muchos para Dios. Concretamente, en esta semana por la paz, roguemos por los pasos decididos y seguros que podamos dar en acercamiento a los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar, de ser amados sin amar, para que por caminos de la reconciliación busquemos el bien común, la equidad, la justicia, el respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias. Todos somos responsables de que el amor de Dios sea conocido, aceptado y vivido por los hermanos que nunca han escuchado hablar de Jesús, por aquellos que un día escucharon, pero hoy viven alejados de la fe y por los que sí están comprometidos de forma activa en las realidades eclesiales, de este modo todos seremos artesanos de la paz que busca la reconciliación entre los hermanos. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hermanos con la certeza que somos la Iglesia del Señor Jesús, despertemos en nosotros esos sentimientos de identidad y compromiso católico y recordemos que el Señor ha prometido hacerse presente en medio de su comunidad, ahora en la Eucaristía, para acompañarnos y bendecirnos. Estamos en el contexto de la Semana por la Paz, que inicia en este domingo, y que tiene como objetivo continuar adelantando acciones que nos inviten a seguir dando pasos para la construcción comunitaria de la paz y la reconciliación. Este fue el propósito del Papa Francisco en su visita a Colombia cuando nos dijo: «¡Demos el primer paso!», y que este primer paso sea en una dirección común. «Dar el primer paso» es, sobre todo, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Celebremos con inmensa alegría esta experiencia de encuentro con Jesús y oremos para que esta jornada por la paz traiga bendiciones divinas para nuestra comunidad. Monición a la Liturgia de la Palabra Hermanos, otra forma como el Señor se hace presente es en la voz de su Palabra; ante ella todo lo que se nos pide inicialmente es tener la capacidad de escuchar la voz del Señor. No perdamos esta oportunidad, estemos atentos a cada palabra de su mensaje y no endurezcamos el corazón. Escuchemos con atención la Palabra de Dios. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Elevemos nuestras súplicas a Dios nuestro Padre, con la certeza de que: “…donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, Yo estoy presente en medio de ellos.” Unámonos con fe, diciendo: R. Escucha Padre la oración de tu Iglesia 1. Te pedimos Padre, que bendigas y protejas a tu Iglesia, y la hagas fecunda en el ministerio de cada bautizado, de manera que engendre nuevos hijos para tu Reino y se suscite el llamado de vocaciones a la vida sacerdotal, religiosa y consagrada. 2. Te pedimos Padre, por quienes ejercen el poder de la autoridad en nuestro país, para que no se dejen contagiar por la corrupción, y que en todo asuman el compromiso de servir en bien de las comunidades. 3. Te pedimos Padre, por los enfermos y agonizantes a causa de la pandemia que acecha al mundo, para que por medio de sus dolores encuentren en la cruz de tu Hijo, el consuelo y el alivio a sus sufrimientos. 4. Te pedimos Padre, por las diversas acciones que se realizarán con motivo de la semana por la paz para que, con la asistencia del Espíritu Santo, nuestros hermanos, puedan escuchar la voz de la Iglesia que los llama al perdón, la reconciliación, al amor verdadero. 5. Te pedimos Padre, por cada uno de los que participamos de esta asamblea, para que afiancemos nuestra fe y asumamos la responsabilidad de nuestra salvación y la de los demás; y que este mes de la Biblia nos lleve a escuchar tu voz y asumir con responsabilidad la misión. En un momento de silencio presentemos a Dios Padre nuestras intenciones personales…. Oración conclusiva Dios, Padre de la paz y la reconciliación, que quisiste llamarnos a formar parte de tu familia, la Iglesia; escucha nuestra oración humilde y confiada, que te presentamos. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén

Mié 2 Sep 2020

Obispo de Santa Marta pide acciones tras erosión del río Magdalena

Tras el fenómeno erosivo ocurrido en la localidad de la subregión del Rio del departamento del Magdalena, que dejó a varias poblaciones incomunicadas entre ellos los municipios de Salamina y El Piñón, el obispo de Santa Marta, monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, expresó su cercanía y acompañamiento a estas comunidades. El prelado pidió al Gobierno apoyo para encontrar vías contundentes que solucionen la dificultad presentada. “Estamos pidiendo a las autoridades para que pongan atención y solucionen esta situación, para que pueda haber una comunicación fluida en todas esas comunidades de la zona del río que hacen parte del Arciprestazgo San Luis Beltrán de la diócesis”. Por su parte los sacerdotes Hernán Moisés Muñoz e Iván Darío Trujillo, párrocos de Salamina y El Piñón, respectivamente, siguen dinamizando procesos pastorales como apoyo para encontrar soluciones efectivas, unidos a los líderes sociales y gubernamentales de ambas localidades, frente a la dificultad ocurrida en la madrugada del domingo y durante todo el día, en la cual más 100 metros cúbicos de terreno cedieron, cayendo al río, hasta quedar la carretera prácticamente partida.

Lun 31 Ago 2020

Iglesia en Medellín realizará IV Semana de formación del clero

La actualización de los contenidos teológicos y pastorales es uno de los grandes retos que ha de enfrentar la Iglesia para que los sacerdotes de hoy “puedan enfrentar y acompañar al pueblo de Dios con entusiasmo, acierto y sabiduría”, así lo ha entendido la arquidiócesis de Medellín, quien en los próximos días realizará la IV Semana de formación del clero. En este contexto, los días jueves 10 y 11 de septiembre, de 9:00 a.m. a 12:00 m. la delegación para la Pastoral Sacerdotal de la Arquidiócesis de Medellín y la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana /UPB), desarrollarán una agenda de trabajo que tendrá como tema central: “El fenómeno y el hecho religioso hoy en la Iglesia” Este espacio académico busca “hacer una lectura pastoral de la realidad en la sociedad actual marcada por nuevas experiencias religiosas y nuevos modos de asumir la espiritualidad y la práctica religiosa hoy”. El arzobispo de esta ciudad, monseñor Ricardo Tobón Restrepo, en compañía del sacerdote Julio Jairo Ceballos Sepúlveda, Rector General de la UPB, serán los encargados de hacer la apertura a este acto académico. Estructura de la semana La semana de formación se organiza a partir de encuentros sincrónicos a través de la plataforma Webex, en los que además de algunos momentos de oración, se tendrán propuestas temáticas de los expositores y conversatorios con los sacerdotes participantes. Público objetivo La invitación está abierta para que participen los señores obispos, presbíteros de la Arquidiócesis de Medellín, sacerdotes de Colombia y de otros países. Costos: Los interesados podrán participar inscribiéndose de manera gratuita, pero si desean recibir el certificado de asistencia y las memorias del encuentro, deberán consignar un valor de $ 30.000.oo [icon class='fa fa-download fa-2x'] Más información[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Agenda y Conferencistas[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Inscripción con pago para obtener certificado y memorias[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Inscripción gratuita: No obtiene certificado ni memorias[/icon]

Vie 28 Ago 2020

La voz del Pastor | 30 de agosto de 2020

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 16,21-27

Jue 27 Ago 2020

CEC programa talleres para la formación de agentes de escucha parroquial

Pensando en la compleja realidad que se vive en este tiempo de pandemia, donde se ven comprometidos aspectos de la vida social, familiar, laboral y pastoral de las personas, los departamentos de Matrimonio - Familia y Promoción y Defensa de la vida de la Conferencia Episcopal de Colombia, han diseñado un proceso de "Formación de Facilitadores para la Comunidad de Escucha Parroquial", que busca desarrollar habilidades en los futuros facilitadores para que puedan brindar un servicio de escucha a la comunidad. Se contempla que la Comunidad de Escucha Parroquial, será en principio un servicio voluntario que se brindará desde y en la parroquia (no en domicilios particulares), de acompañamiento espiritual y psicológico para sostener a quienes están más vulnerables ante el avance del Covid-19. Este trabajo pastoral se materializará a través de video llamadas, conforme se autorice la reapertura de los templos, se migrará a sesiones presenciales. Los organizadores han dispuesto de unas sesiones informativas, para que las personas interesadas en conocer más de este proyecto, lo hagan a través de la plataforma Zoom, los días: sábado 29 de agosto de 15:30 a 16:30 hrs.; el 2 de septiembre de 11:00 a 12:00 hrs; y el 5 de Septiembre de 15:30 a 16:30 hrs. Los interesados sólo deben acudir a una sesión informativa y podrán escribir al Whatsapp 3156966653 para recibir la liga de la conexión. Este taller teórico-práctico iniciará el próximo 12 de septiembre de 05:00 p.m. a 07:30 p.m. y se desarrollará a través de 4 sesiones, que requerirán de la participación activa de los asistentes: Sesión 1 • La misión del facilitador como formador de personas autodirigidas. • Errores al estar escuchando. • Preguntas que invitan a la reflexión. Sesión 2 • Desarrollar la confianza de unos para los otros. • Uso eficaz de la paráfrasis. Sesión 3 • La conversación de reflexión. • Diálogos de planeación. • Pasos para la creación de la Comunidad de Escucha Parroquial. Sesión 4 • Manejo del silencio. • Ejercicios de reflexión y planeación. Perfil de los facilitadores Se sugiere que sean personas mayores de 40 años, con el deseo de prestar un servicio voluntario y la disponibilidad de tener como mínimo 4 horas de servicio a la semana; que tenga una trayectoria personal y familiar estable; compromiso histórico con la parroquia como mínimo de 3 años; y la facultad de la escucha y el habla. El proceso de inscripción se realizará a través de un [icon class='fa fa-download fa-2x'] formulario[/icon]. La inversión será de $128,000 pesos por conexión, que ampara el taller completo para dos personas.

Jue 27 Ago 2020

Iglesia en Barranquilla se prepara para celebra 17ª versión de Catedratón 2020

Durante una rueda de prensa que se realizó este miércoles 26 de agosto de manera virtual, la arquidiócesis de Barranquilla, bajo el pastoreo de monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, presentó de manera virtual lo que será la decimoséptima versión de Catedratón 2020, que en esta ocasión tiene el lema: ¡Catedratón On: enciende tu fe, tu esperanza, tu caridad!. Según informaron sus organizadores, la versión 17 de la fiesta de la solidaridad se realizará el domingo 27 de septiembre desde las 8 de la mañana hasta las 8:00 p.m. a través de las redes sociales arquidiocesanas y medios de comunicación locales y regionales. Serán 12 horas de transmisión continua con alabanza, oración, testimonios y muestra de diversas actividades parroquiales. “Como la historia debe continuar, Catedratón, este año se realizará en este tiempo especial, on line. Por esta razón, la Iglesia católica atlanticense enciende su esperanza y corazón para vivir desde sus casas el acostumbrado espacio de música y evangelización”, expresaron. Para monseñor Pablo Salas Anteliz, esta campaña “está hecha para poner el fuego en el corazón de los fieles, en el sentido de que se vean reconocidos e identificados con las especificas necesidades de sus parroquias. Necesitamos generar una conciencia colectiva y comunitaria en apoyo a ellas”. “Incentivemos, promovamos, animemos, motivemos a las comunidades parroquiales, a los fieles para que ellos a su vez se vuelquen todos a una sola voz, de manera mancomunada a ayudar a sostener a sus propias parroquias”, comentó el prelado. Entretanto, la comunicadora social, María Patricia Dávila, expuso el concepto de la campaña que invita a todos los fieles en esta oportunidad a encender su caridad y a ponerse On con Catedratón. “Estar On es tener a Jesús en nuestro corazón, es entender que lo que estamos haciendo es una misión y es descubrir en Catedratón el poder de la oración”. La publicista, añadió que como Iglesia se vivirá un espíritu de fraternidad en esta Catedratón On, que durante 17 años ha caminado con este ejercicio diferente y único que representa la obra social, la cual está preparada para mostrar la verdadera caridad y solidaridad. Por su parte, el sacerdote Jaime Alberto Marenco Martínez, delegado para Catedratón, explicó que “El objetivo de esta edición es generar un ambiente de cercanía, afecto, oración, alegría y esperanza en las parroquias de la Arquidiócesis de Barranquilla, fortaleciéndonos en unidad y organización para superar juntos el momento de dificultad que vivimos por causa del Covid – 19”. De esta manera las comunidades parroquiales del Departamento del Atlántico se preparan para, de manera responsable, y con todos los protocolos de bioseguridad correspondientes, organizar sus actividades virtuales para disfrutar durante todo este mes su Catedratón Parroquial.

Jue 27 Ago 2020

Monseñor Jaime Prieto: El hombre

Por: Mons. Orlando Olave Villanoba - Dos hechos me llegan a memoria cuando inicio a escribir este semblante de Monseñor Jaime Prieto Amaya, que espero sea inspirador para muchos de nosotros. El primero de mayo de 2006, caminábamos varios sacerdotes de la Diócesis de Barrancabermeja junto a Monseñor en la popular marcha de la clase obrera. El primero, de tipo personal, fue que se me acercó y en su acento bogotano, me dijo: “!!! ala Orlando… y te vas para Roma No¡¡¡¡¡¡¡ (Unos meses después viaje a Roma para adelantar estudios de especialización en Teológica Pastoral). El segundo fue una respuesta que le hicieron varios periodistas al terminar la marcha, ¿Monseñor Jaime y usted por que se mete a apoyar estas marchas… estos no son de izquierda y ateos? Su respuesta fue ciertamente provocadora: ¡Pues si no me quieren ver en estas marchas … que me nombren Arzobispo de Bogotá! Algunos se miraron, otros simplemente nos reímos, entendimos que detrás de esta respuesta estaba su manera de ser Pastor, de ser Obispo. Su pueblo le interesaba, su pueblo le dolía y por eso lo hacía. El hombre de Iglesia Del primer hecho, que no quiero profundizar, me queda esa forma desparpajada, sencilla y directa con que afrontaba muchas de las circunstancias de su vida que no se puede entender como superficial o desinteresada; por esto quiero quedarme en la segunda, que me parece ejemplifica su talante humano y cristiano: era un Obispo con una conciencia profundamente eclesial. San Ireneo de Lyon escribió hace muchos años: “lo que no se asume no se redime” palabras que son retomadas en el siglo pasado por el concilio Vaticano II en la constitución pastoral Gaudium Et Spes: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón”. Creo que estas dos frases tan llenas de profundidad fueron un faro para el quehacer pastoral de Monseñor Jaime y nos permiten entender su modo tan especial de ser Pastor: Presbítero y Obispo. Él fue un hombre que siempre sintió con la Iglesia, quizá no siempre con la Iglesia institucional, pero si con la Iglesia, con la Iglesia pueblo de Dios, con ese rebaño que la misma madre Iglesia le había encomendado. Fue un obispo que entendió que debía caminar con su pueblo: con los campesinos, con lo sindicalistas, con los líderes sociales, con los empresarios, con las familias, con los niños, y los jóvenes, con su rebaño, siempre pensado en el bien común, en llevarlos a Jesús. El hombre con los pies en la tierra Este modo de ser, insertado en la realidad que había con alegría asumido al aceptar este nombramiento como Obispo de Barrancabermeja, nos permite entender su proceder. Sin duda muchas veces sus opciones no fueron entendidas por muchos —me incluyo— quizá censurada por otros y hasta señalada —también por algunos en el seno de la Iglesia— de peligrosa y por diversos actores armados de derecha de subversiva. Jamás para Monseñor fue esto un problema, él tenía clara su opción profundamente eclesial, que sin lugar a dudas por esa misma convicción que le daba aquel documento del concilio enunciado. Él entendía que al ser Obispo de Barrancabermeja, asumía su historia, sus luchas, sus triunfos y también sus derrotas. Quizá en él podemos comprender esta frase del Papa Francisco que «más vale una Iglesia herida por salir a la calle, que una sana escondida en la sacristía». Monseñor entendía este riesgo. Unos años después en los viajes de regreso al lugar donde se hospedaba cuando participaba en un encuentro en Roma, me soltó una de esas frases lapidarias, pero que en su rostro expresaba todo lo que tenía por dentro: “En ocasiones me siento incomprendido por mis opciones pastorales”. Y guardó silencio. Pero a pesar de esa incomprensión jamás lo vi quejarse, siempre fue un ser humano de acción, de procesos, que era capaz de entender la realidad humana, pero que tenía muy claro su caminar pastoral, su tarea misionera. El hombre místico Una cosa si es clara en la vida de Monseñor Jaime, era un hombre místico, un hombre con una fuerte experiencia de Dios, que lo llevó incluso a colocar su propia vida en riesgo, pero esa experiencia le permitió colocarse siempre en las manos de Dios. Unas palabras del Papa Francisco podrían ayudarnos entender a Monseñor Jaime: “La mejor motivación para decidirse a comunicar el Evangelio es contemplarlo con amor, es detenerse en sus páginas y leerlo con el corazón. Si lo abordamos de esa manera, su belleza nos asombra, vuelve a cautivarnos una y otra vez. Para eso urge recobrar un espíritu contemplativo, que nos permita redescubrir cada día que somos depositarios de un bien que humaniza, que ayuda a llevar una vida nueva. No hay nada mejor para transmitir a los demás”. Esta profundidad espiritual de Monseñor le dio una característica muy especial como es ser casi un adelantado a su época. Muchas veces me he imaginado a Monseñor Jaime ejerciendo su ministerio episcopal con este pontificado de Francisco. Cuanta alegría le hubiera provocado escuchar a nuestro Papa actual, cuantas veces él nos dijo que era necesaria una renovación de las estructuras pastorales. Cuanto nos insistía en esa tarea evangelizadora que debía emprenderse con alegría, cuanto amor le tenía a la Pastoral de la tierra y la promoción que hizo de esos procesos. Sí, fue un místico con los pies en la tierra, que nos impulsó a hacia una nueva evangelización. El hombre buscador de paz Finalmente, pero no menos importante, fue él un apóstol de la paz, con cuánta pasión hablaba de ello, con cuanta inteligencia creó procesos, dinamizó acciones, provocó estrategias que beneficiaron ese sueño, mejor, comprendía en profundidad que la paz era la mejor apuesta para el desarrollo de los pueblos. Cuánto esfuerzo hizo para dinamizar en el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, cuanto vigor le imponía a la Comisión Diocesana de Vida, Justicia y Paz. No olvidamos sus valientes declaraciones y homilías donde desarrollaba esa idea de construir una sociedad en paz y señalaba valientemente aquellos que se oponían a este sueño compartido. Recordamos como participó en diversas comisiones de diálogo de paz, cuántos diálogos no emprendió con los actores armados, buscando siempre mediar en la consecución de acuerdos de paz que desescalarán la guerra en nuestros territorios. También aquí fue incomprendido, no valorado suficientemente e incluso señalado, lo que le provocó momentos dolorosos y riesgosos a su seguridad física. Nada de eso lo amilanó, al contrario, siempre encontró fuerzas en el Señor para seguir siendo mensajero de la paz, constructor de puentes y el hombre buscador de paz. Gracias Monseñor Jaime + Orlando Olave Villanoba Obispo de Tumaco