“La paz no consiste en una mera ausencia de guerra, ni se reduce a asegurar el equilibrio de las distintas fuerzas contrarias, ni nace del dominio despótico, sino que, con razón, se define como obra de la justicia”.
Para compartir y valorar las acciones realizadas, los logros alcanzados y los próximos retos que plantean los procesos de reconciliación en las regiones, en las comunidades y en todo el país, los días 13, 14 y 15 de noviembre se reúnen en las in
Algunos confesionarios en la actualidad suelen estar vacíos: en Europa por falta de penitentes y en América por falta de confesores.
Por Pbro. Raúl Ortiz Toro - Una pareja de holandeses pregunta, estupefacta, a un guía en la Basílica de San Pedro: “What is this?” (¿Qué es esto?). Algunos japoneses se acercan; quieren saber de qué se trata.
Por Monseñor Gonzalo Restrepo - Toda nuestra vida es un conjunto de aconteceres y circunstancias que nos llevan a la seriedad y a la risa. No podemos estar siempre serios, tampoco podríamos estar siempre riéndonos.
Si la paz es la realización integral de las personas y el auténtico desarrollo de la sociedad que ellas conforman, estamos ante un proyecto siempre en construcción.
Por Mons. Ricardo Tobón Restrepo - A partir del plebiscito para refrendar los acuerdos del Gobierno Nacional con las FARC-EP, estamos viviendo en Colombia un momento importante y decisivo.
La paz no se limita a detener la guerra, pero comienza con este paso absolutamente necesario e importante.
Por Monseñor Juan Carlos Barreto - Frente a las cercanas posibilidades de éxito en la negociación entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC, y el próximo inicio de los diálogos públicos con el ELN, es importante tener en cuenta el pano
Por invitación del Gobierno Nacional, la Iglesia Católica, a través de algunas comisiones del episcopado sostuvo reuniones con representantes de la Guerrilla, en La Habana, y luego con los negociadores del proceso de paz en Bogotá.
No se opone la Iglesia a la creación cuando la exigen razones higiénicas, económicas o sociales, pues la cremación no impide al poder de Dios resucitar el cuerpo.