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Iglesia

Sáb 28 Dic 2019

“Solo en la familia podremos vivir la auténtica comunión”

Con estas palabras el obispo de Palmira, monseñor Edgar de Jesús García Gil, resaltó la importancia de vivir en este tiempo de Navidad en unión familiar. “En estos días de Navidad, queridos amigos y amigas, yo quiero darles un saludo, pero basado en el ejemplo de la Sagrada Familia que encontramos en la cuna y en el pesebre de Belén”, afirmó. Recordó lo extraordinario de Dios, el haberle querido dar una familia a su Hijo Jesús. “Lo que significa que la familia sigue siendo importante, fundamental, extraordinaria y la salvación nos llega a nosotros a través de la familia. Por eso cuando contemplamos el pesebre de Belén, lo que estamos viendo es la familia que Dios quiere para nosotros”, aseveró. Invitó para que, en estos días de Navidad, en todos los pueblos y ciudades se reúnan en familia a vivir lo que hoy se conoce como ‘La comunión del amor’, único elemento que sostiene todos los valores fundamentales de la persona, la familia y la comunidad. “Yo los invito para que contemplando la Sagrada Familia le demos gracias a Dios y nosotros seamos también misioneros de la familia, en este año que termina y de aquí en adelante, porque somos hombres y mujeres que debemos ser misioneros permanentes de las propuestas de Dios y en este caso de la familia”, finalizó.

Vie 27 Dic 2019

Día de los Santos Inocentes

Al referirse al acontecimiento del día de los Santos Inocentes, que la Iglesia católica conmemora el 28 de diciembre, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas colombiana, dijo que esta es una fecha para traer a la memoria a tantos niños que han sido víctimas de asesinatos y atrocidades en el contexto de la violencia y el conflicto en el país. Monseñor Henao explicó que evocar este suceso es traer a la memoria la matanza de cientos de niños menores de dos años en la región de Judea por orden del rey Herodes, quien buscaba la muerte de Jesús, según lo relata el Nuevo Testamento de la Biblia Católica. “Esta fecha nos recuerda que existe siempre esa posibilidad del martirio. Aquellas personas que siendo inocentes son perseguidas y dan la vida por Cristo, aunque ellas no tengan ninguna responsabilidad en hechos que hayan sucedido, es el caso de estos niños inocentes que reciben el bautismo de la sangre y de cuántos niños que han sido víctimas de asesinatos, víctimas de atrocidades en el contexto de la violencia y el conflicto colombiano”, observó. Indicó, además, que este es un momento para “recordar a aquellos niños que transitan por el país, como Jesús con su padre y madre que huyen hacia Egipto y en ese tránsito sufren numerosas atrocidades y violaciones a sus derechos”. Finalmente, dijo que esta fecha debe servir para la reflexión, “para encontrarse con Jesús que huye hacia Egipto y reconocer en los mártires el testimonio de la fe”.

Jue 26 Dic 2019

La honra a los padres trae grandes bendiciones a los hijos

Primera Lectura: Sir 3,2-6.12-14 Salmo: Sal 128(127),1-2.3.4-5 (R. cf. 84[83], 5a) Segunda Lectura: Col 3,12-21 Evangelio: Mt 2,13-15.19-23 Introducción • EL honrar al padre y a la madre, cuidarlos y respetarlos es obedecer a Dios, hacer lo contrario es estar en contra de la voluntad del Señor. • Mantener el respeto, el amor, la obediencia y la buena educación de los hijos, en los auténticos valores, es hacer la voluntad del Señor, que desea que todo sea hecho en su nombre. • Para los cristianos solo existe el modelo de familia de Jesús, María y José, que es único e irrepetible, por eso en nuestras familias es necesario e importante estar atentos a la voluntad de Dios en defender su integridad y en salvaguardar la vida de sus miembros. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Encontramos en esta Palabra del Señor en el Sir 3,2-6.12-14, que se encuentra ilustrado en el cuarto mandamiento de la ley de Moisés, Ex 20,12 “honra a tu padre y a tu madre”, y ello pone en claro el respeto a Dios mismo; se encuentra, entonces, aquí el verdadero valor de la autoridad del padre y de la madre, la cual tiene la respuesta de los hijos en el respeto y acatamiento de los padres, los cuales deben ser cuidados en la vejez, eso es honrar a Dios. La honra a los padres trae grandes bendiciones a los hijos, como dones, larga vida, perdón de los pecados, escuchados en la oración y gozo de la misma presencia de Dios en la eternidad. El israelita que teme a Dios, es decir, que le respeta, recibe, igualmente, unas bendiciones: primero, en sus labores; segundo, en su hogar digna esposa y fecundidad en su relación; tercero, en su vida paz y abundancia de bienes. Todo lo deseado a un fiel creyente en el Dios de Israel. San Pablo le propone a los colosense construir la comunidad familiar mediante un código de comportamiento, el cual tiene su fundamento en Jesucristo, entonces los valores familiares, tales como el respeto, la obediencia, el amor conyugal, la educación de los hijos, se viven a la luz del Evangelio. San Mateo presenta la familia consagrada a Dios, por eso es de Nazaret (Nazir = consagrado a Dios), ella es el modelo por excelencia que, consagrada a la voluntad del Padre, realiza su plan en todo su acontecer histórico; Así, ya en su tiempo, los hijos de Jacob vivieron el éxodo al huir de su tierra a Egipto por el hambre que padecieron y, pasados cuatro siglos, de allí salieron a la tierra prometida; ya en su momento, es la familia de Jesús, María y José, a quien, una vez revelado en sueños al padre, correspondió huir hacia Egipto para proteger la vida del hijo, y, de igual forma, por un sueño, regresará a Israel, pero en esta ocasión a Nazareth, con la intención de seguir protegiendo la vida del hijo de la maldad de los poderosos. Todo ello mira hacía una lectura atenta de la historia de la salvación, según Mateo, para que se cumplieran las Escrituras. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Estamos en un tiempo propicio para compartir en familia, pero bien sabemos que la institución fundamental de la sociedad y de la Iglesia, está en crisis; al interior de ella surgen problemas, dificultades, anti valores copiados, algunos de estos, del medio social que hoy rodea a este núcleo, seria largo de enumerar todo lo que hoy ataca el seno familiar: las uniones libres, el aborto, las separaciones …. y otros. La iglesia es consciente y conocedora de la horrible situación a la que hoy está expuesta la familia, por ello su tarea incansable es llamar a las familias a vivir según el evangelio; tampoco, la sagrada familia de Nazaret no estuvo excepta de vivir circunstancias difíciles en su contexto histórico, pero, desde su fe, lograron superar dichas dificultades. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Padre celestial la Iglesia y la familia necesitan ser permanentemente restauradas en su armonía y unidad, se hace necesario, por tanto, que una y otra creen espacios vitales desde donde se destierren el egoísmo, el odio, el orgullo y demás antivalores, que afectan la unidad familiar. Roguemos al Señor de la unidad y del amor, se fortalezcan espacios para vivir en un hogar donde se comparta la mesa y el pan familiar, en la alegría y la comunión plena de padres e hijos, todo ello nacido de la fe del niño que ha nacido en Belén. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Se pueden resaltar los temas: • Amor entre esposos, amor de padres a hijos, amor de hijos a padres y amor entre hermanos. • Los deberes de los miembros de la familia (Catecismo de la Iglesia Católica 2214-2233). 2. Puede elaborarse una cartelera de felicitaciones a la familia, proponiendo algunos valores para motivar su vivencia en la noche de año nuevo. 3. Para que favorezca la meditación de la Palabra de Dios, conviene que haya breves momentos de silencio, antes de que inicie la Liturgia de la Palabra, después de la primera y, si hay, segunda lectura, y una vez terminada la homilía. La finalidad de estos silencios es que, con la ayuda del Espíritu Santo, la asamblea medite brevemente lo que escuchó, saboree la Palabra de Dios y se prepare la respuesta más conveniente (Cfr. OGMR 45 y 56). 4. La fiesta de la Sagrada Familia tiene esquema propio de celebración, Misal p, 40. 5. Ténganse cantos alusivos a la familia, para la entrada a la celebración y para el momento de la comunión. 6. Es recomendable hacer en este día la bendición especial de las familias según está prescrita en el Bendicional, p. 37, # 63 - 64 ss. 7. Puede también preparar la parroquia, con su equipo pastoral, una oración de la familia en una estampa de la sagrada familia, para que sea recitada en la noche del año nuevo. 8. Es muy conveniente programar, como más convengan, jornadas de oración y acción de gracias con motivo del final del año e inicio del nuevo. 9. Tener presente que: • El martes es 31 de diciembre, y en torno a este día es tradicional organizar, en muchas parroquias y comunidades, una celebración en la que se reflexiona. a la luz de Cristo. sobre la acción de gracias por el año que termina y la esperanza de frente al nuevo que inicia. Por tanto, es aconsejable elegir y preparar la que pastoralmente convenga más, según las orientaciones dadas por la Iglesia: “40 Horas de exposición y adoración”, el triduo, la hora santa, el trisagio, una liturgia de la Palabra o una oración preparada y recomendada por el Párroco para realizarla en familia. • 1° de enero de 2020, es la solemnidad de Santa María, Madre de Dios: día de precepto y Jornada Mundial de Oración por la Paz.

Jue 26 Dic 2019

La voz del Pastor | Diciembre 29 de 2019

Reflexión del Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 2,13-15.19-23

Mié 25 Dic 2019

Urbi et Orbi. El Papa: “Que Cristo sea luz en medio de las injusticias”

Este 25 de diciembre, el deseo de Navidad del Papa Francisco es que el Emmanuel “sea luz para toda la humanidad herida”, que “ablande nuestro corazón egoísta” y que nos haga “instrumentos de su amor” Este mediodía el Papa Francisco ha pronunciado desde el Balcón central de la Basílica Vaticana su tradicional Mensaje navideño y ha impartido la Bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo). “En el seno de la madre Iglesia, esta noche ha nacido nuevamente el Hijo de Dios hecho hombre. Su nombre es Jesús, que significa Dios salva. El Padre, Amor eterno e infinito, lo envió al mundo no para condenarlo, sino para salvarlo”. Con estas palabras, el Santo Padre comenzaba su Mensaje de Navidad ante los fieles de Roma, los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, y todas las personas que desde todas las partes del mundo han seguido el mensaje a través de los medios de comunicación. Cristo, luz del mundo El Papa ha explicado que Jesús es “luz del mundo” y citando las palabras del profeta Isaías: «El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande» (Is 9,1) expresa que aunque haya tinieblas en los corazones humanos, en las relaciones personales, familiares y sociales o en los conflictos económicos, geopolíticos y ecológicos “más grande es la luz de Cristo”. Luz en medio de los conflictos y la guerra Entre los deseos del Papa para esta Navidad está la paz para los niños de Oriente Medio: “Que Cristo sea luz para tantos niños que sufren la guerra y los conflictos en Oriente Medio y en diversos países del mundo”. En concreto, el Papa ha pedido que la Luz de Cristo “sea consuelo para el amado pueblo sirio, que todavía no ve el final de las hostilidades que han desgarrado el país en este decenio” también que “remueva las conciencias de los hombres de buena voluntad” y que “inspire a los gobernantes y a la comunidad internacional para encontrar soluciones que garanticen la seguridad y la convivencia pacífica de los pueblos de la región”. No se ha olvidado del pueblo libanés, para el que ha pedido “apoyo” para que pueda salir de la crisis actual. Pero también está en su pensamiento Tierra Santa, la tierra de nuestro Salvador y tierra “donde continúa la espera de tantos que, incluso en la fatiga, pero sin desesperarse, aguardan días de paz, de seguridad y de prosperidad”. El Papa tampoco se ha olvidado de Irak, para el que ha pedido “consolación” ante las fuertes tensiones sociales que atraviesa, y por último ha pedido por Yemen, para que se ponga fin a la grave crisis humanitaria. Luz en medio de las tensiones políticas y sociales El continente americano también está entre sus deseos natalicios. “Que el pequeño Niño de Belén sea esperanza para todo el continente americano, donde diversas naciones están pasando un período de agitaciones sociales y políticas”. El Papa pide al Niño Jesús que reanime al querido pueblo venezolano, pero también pide que sea luz para la querida Ucrania, “que aspira a soluciones concretas para alcanzar una paz duradera”. Luz en medio de la pobreza y la migración Finalmente, el Papa ha pedido por los países africanos donde se siguen viviendo situaciones sociales y políticas que a menudo obligan a las personas a emigrar, privándolas de una casa y de una familia. “Que haya paz para la población que vive en las regiones orientales de la República Democrática del Congo, martirizada por conflictos persistentes” dice Francisco, a la vez que pide consuelo “para cuantos son perseguidos a causa de su fe, especialmente los misioneros y los fieles secuestrados, y para cuantos caen víctimas de ataques por parte de grupos extremistas, sobre todo en Burkina Faso, Malí, Níger y Nigeria”. Que Jesús sea defensa ante las injusticias Francisco además desea que el nacimiento del Hijo de Dios traiga este año defensa y apoyo para cuantos, a causa de las injusticias, deben emigrar con la esperanza de una vida segura: “La injusticia – dice el Papa – los obliga a atravesar desiertos y mares, transformados en cementerios. La injusticia los fuerza a sufrir abusos indecibles, esclavitudes de todo tipo y torturas en campos de detención inhumanos. La injusticia les niega lugares donde podrían tener la esperanza de una vida digna y les hace encontrar muros de indiferencia”. Por último, el Santo Padre ha expresado su esperanza en que el Emmanuel ablande nuestro corazón, “a menudo endurecido y egoísta” y nos haga instrumentos de su amor. En cambio, a nosotros, nos ha exhortado “a dar esperanza al mundo, anunciando con palabras y sobre todo con el testimonio de nuestra vida que nació Jesús, nuestra paz”. Tomado de: Vatican News

Mar 24 Dic 2019

La Iglesia celebra con gozo el nacimiento del Señor

Primera Lectura: Is 9,1-6 Salmo: 96(95),1-2a.2b-3.11-12.13 (R. cf. Lc 2,11) Segunda Lectura: Tito 2,11-14 Evangelio: Lucas 2,1-14 Introducción La liturgia de la Palabra de la misa de media noche, de la natividad del Señor, nos permite conmemorar: • El nacimiento del Señor Jesús, que viene a iluminar a todo hombre. • El nacimiento del Señor, que nos ayudará a fortalecernos como pueblo purificado, dedicado a las buenas obras. • Rememorar el mensaje de los ángeles a los pastores y, a la vez, a nosotros a proclamar la Gloria de Dios en el cielo y la paz a los hombres, que el Señor ama. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El profeta Isaías que hemos escuchado frecuentemente durante el adviento, nos anuncia también la buena noticia de la navidad, anuncia con gran alegría “El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz”. Esta manera de describir lo que significa la presencia de Dios entre los hombres es muy expresiva, en ella se quiere significar lo que va a pasar al pueblo elegido cuando se termine su destierro, esa liberación ocasionará gran alegría, “acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín”. El profeta también anuncia que se acaba la tiranía de los opresores y el motivo es el nacimiento de un niño recién nacido, un rey, príncipe de la paz. El salmo a través de un canto de victoria, prolonga la alegría, la esperanza que hoy, más que en otros días, resplandece por el nacimiento del que viene a gobernar con justicia y verdad. El apóstol Pablo al dirigirse a Tito, quiere hacerle notar cómo en Cristo, se nos ha dado la gracia de Dios a todo el género humano y, a la vez, le da una serie de consignas sobre cómo deben vivir los cristianos: “con sobriedad, justicia y piedad”. San Lucas proclama que hoy ha nacido el salvador del mundo. El Evangelio de Lucas cuenta el gran acontecimiento de Dios hecho hombre, su narración es descrita en un ambiente de sencillez y humildad: “le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada”. En medio de tanta sencillez, Dios cumple su promesa, nos revela a su Hijo, nacido de mujer, del linaje de David. En la última parte de su Evangelio, Lucas refiere la aparición de ángeles que anuncian a los pastores que cuidan los rebaños esa noche, “hoy en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor”. Los pastores, sencillos y humildes, son los primeros en recibir la Buena Noticia del nacimiento del príncipe de la paz. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La Iglesia celebra con gozo el nacimiento del Señor, es la noche más reconfortante de todo el año litúrgico, para la humanidad entera, hoy celebramos con gozo el cumplimiento de las promesas hechas desde antiguo al pueblo de la alianza y toda la humanidad. Impacta en nuestra memoria y en el corazón la solemne liturgia que se celebra esta noche, que se llena de luz y en la que volvemos a sorprendernos, como los pastores de aquel campo, cerca de Belén, cuando escucharon a los ángeles decir: “No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor”. La Iglesia debe rescatar el sentido más auténtico de la navidad, referenciada por colores, luces, regalos, comidas, reuniones familiares, etc., que le dan una nota de fiesta y de alegría, pero que a veces se desvirtúa cuando no se tiene la claridad de lo que celebramos. La Palabra nos ayuda a recordar que José y María van a Belén a empadronarse. Durante el viaje María da a luz, el nacimiento se desarrolla en un humilde escenario, el niño nace en un pesebre, en condiciones de pobreza y humildad, esta escena produce siempre en nosotros una inmensa gratitud por el amor que Dios nos ha tenido al darnos a su Hijo en nuestra carne. El gozo de esta noche tiene un mensaje único y profundo que la liturgia de la Palabra ha querido resaltar como un gran acontecimiento de luz, “el pueblo que andaba en tinieblas ha visto una gran luz”. Esta promesa se cumple en el acontecimiento que hoy actualizamos, con las imágenes llenas de ternura “… lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre”. En esta navidad, en la que celebramos a Dios hecho hombre, reconocemos el designio amoroso de Dios, en donde entendemos que nuestra salvación no está ni en las riquezas de este mundo, ni en la actitud soberbia, violenta o desigual, sino en la humildad y sencillez de los que aman al Señor. El Señor Jesús nace en una familia trabajadora y humilde, nace como un niño indefenso que, sabemos, viene a amarnos, a mostrarnos el camino que da vida eterna, él viene a alumbrar los rincones más oscuros de nuestra existencia, él es la luz sin ocaso que reconocemos como nuestro Dios y Señor. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromi- so la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Al revivir este misterio del nacimiento de nuestra salvación, acudimos a las bellas imágenes que nos regala el evangelio y que representamos en el templo y en nuestras casas, en el “Belén Navideño” que nos ayudan a contemplar este inmenso acontecimiento que cambió la historia del mundo. Esta contemplación nos debe llevar también a cambiar nuestra historia, que, al contemplar la gloria de Dios en su Hijo recién nacido, seamos capaces de comprender cuánto nos ama Dios y, a la vez, poder dirigir nuestra mirada, como lo hicieron los pastores, a la imagen humilde y pobre de aquel que es luz del mundo. En el plan divino de salvación Dios, en su infinito amor, ha querido darnos la luz de su Hijo, que viene a romper la oscuridad del mal, del pecado, nos envuelve con su claridad llena de bondad, de amor y ternura. El Señor Jesús es llamado “Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz”, él trae para cada hombre, para cada familia la felicidad verdadera, hoy todos debemos compartir esta alegría, por eso nos reunimos en familia, traemos a la memoria los buenos recuerdos y hacemos de la navidad la oportunidad para creer más en Dios y salir de la oscuridad a la que tendemos por el pecado. Que esta noche en la que nos deseamos la paz, pensemos en todos los colombianos, en la necesidad urgente de la reconciliación y pidámosle al príncipe de la paz, inunde los corazones de todos los colombianos, de los sentimientos más sinceros de paz y alegría. En esta noche, llena de la luz de Jesús recién nacido, hacemos el compromiso de vivir en paz, de hacer de nuestra vida y de la vida de nuestras familias, un verdadero ejemplo de santidad, de solidaridad, de servicio y ayuda a los demás, de sencillez y humildad, de buen trato y aprecio por la vida propia y la de los demás, esta es la mejor manera de reflejar lo que celebramos en la natividad de nuestro Señor. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Según una laudable tradición de la Iglesia, los que deseen celebrar de una manera más prolongada y festiva la vigilia de Navidad, pueden hacerlo celebrando el Oficio de Lectura hasta concluir las dos lecturas y antes del himno: Señor, Dios eterno… se añadirán los cánticos y el evangelio; igualmente, puede hacerse una homilía sobre el evangelio. Finalmente se canta el himno: Señor, Dios eterno. Se dice la oración y se concluye con la Hora como en el Ordinario. Ver Liturgia de las Horas I, Apéndice I, Cánticos y evangelios para la celebración de las vigilias, pág. 1349 ss. 2. Un elemento para solemnizar la fiesta de la Navidad es la proclamación, en todas las misas (de la noche y del día), del Pregón de Navidad que proviene de la antigua liturgia romana. Ver subsidio de las Moniciones, Nacimiento del Señor, Misa de media noche. 3. Recordar que esta solemnidad es de precepto; se debe entonar el “Gloria” de la Misa de manera más solemne; en el Credo se debe hacer genuflexión cuando se dicen las palabras «se encarnó…»; en la Plegaria Eucarística I, o Canon Romano, el «Reunidos en comunión…» es propio de Navidad. 4. Se puede organizar la procesión para que algunos niños y niñas lleven la imagen del Niño Jesús al pesebre o la coloquen en una mesa auxiliar dispuesta para ello, de modo que, después de la celebración de la Eucaristía, tenga lugar el beso de la imagen por parte de los fieles (Cfr. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia 110). 5. Se puede organizar la presentación procesional de los dones, resaltando la ofrenda para los pobres.

Lun 23 Dic 2019

Presidente del Episcopado: “En Dios somos una sola familia”

A través de un mensaje audiovisual, el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina Ortega, expresó su saludo de Navidad y año nuevo a los colombianos y a quienes “han llegado por diversas razones a residenciarse entre nosotros”, animando a todos a abrir el corazón a la reconciliación y la paz. “En esta Navidad y con motivo del inicio de un nuevo año, me uno a los sentimientos de todos los colombianos que están dispuestos a abrir su corazón a la reconciliación y a la paz; a pedir y ofrecer perdón; a crear una cultura del encuentro, superando viejos odios y enemistades, para avanzar juntos por caminos de verdad, justicia, solidaridad y fraternidad”. El también arzobispo de Villavicencio manifestó que el camino de la paz, que ofrece el nacimiento de Cristo, “implica reconocer que en Dios somos una sola familia”. En esa línea, exhortó a que se abran espacios de respeto para los niños, adolescentes y jóvenes, donde sean protegidos, escuchados y valorados, en la “conquista de sus nobles ideales”. También llamó la atención para que se reconozca al adulto mayor y sea aceptado e incluido en la sociedad, en la que “amar, defender y promover la vida y el cuidado de la creación sean el culmen de la paz”. En nombre de todos los obispos de la Iglesia católica romana, monseñor Urbina Ortega pidió encontrar las acciones necesarias para que “en armonía y fraternidad hagamos de Colombia casa y patria para todos”. Concluyó su mensaje animando a los gobernantes locales recién elegidos a promover en sus regiones “modelos de desarrollo integral, solidario y sostenible, y nuevas economías incluyentes que propicien el progreso del país”.

Dom 22 Dic 2019

Fallece hermano de Monseñor Francisco Sarasti Jaramillo

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) expresa sus más sentidas condolencias a Monseñor Juan Francisco Sarasti Jaramillo, Arzobispo emérito de Cali, por el fallecimiento de su hermano el señor Rodrigo Alberto Sarasti Jaramillo. El episcopado colombiano al elevar sus plegarias por el eterno descanso del señor Rodrigo Alberto, manifiesta su compañía y solidaridad con la familia de monseñor Sarasti Jaramillo. Las exequias se realizarán en la ciudad de Cali en la Iglesia de San Fernando Rey, este lunes 23 de diciembre, a las 2.30 de la tarde.