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obispos de colombia

Vie 22 Mar 2024

Obispos de Colombia, Costa Rica y Panamá definen estrategias pastorales conjuntas y piden compromiso total con las personas migrantes

Este viernes, 22 de marzo, en Ciudad de Panamá, finalizó el encuentro de obispos y agentes pastorales de Colombia, Costa Rica y Panamá. Diferentes propuestas de trabajo pastoral con enfoque regional surgieron en este espacio animado por el Vaticano a través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Entre ellos: formación de agentes pastorales en temas de movilidad humana, transversalización de la realidad de la movilidad humana en los planes de pastoral diocesanos, concientización con miembros de la Iglesia sobre el deber cristiano de acoger, proteger, promover e integra a estos hermanos; estrategias de información a personas que consideren migrar por rutas irregulares sobre los riesgos a los que se exponen, e incidencia social y política en favor de la protección de sus derechos humanos y garantías para su desarrollo. Todo, a la luz del Evangelio y guiados por la Doctrina Social de la Iglesia.Conscientes que esta realidad supera a la Iglesia, ratificaron también la necesidad de articularse con otros actores e instituciones que trabajen por el bienestar de las personas migrantes y refugiadas. Esto, permitirá potenciar la misión y evitar la duplicación de esfuerzos o recursos.Aunque la asistencia humanitaria que brinda la Iglesia en diferentes centros de acogida, parroquias, carpas humanitarias, comunidades y programas es fundamental, como medida de urgencia o transitoria, los pastores están convencidos que su misión debe trascender a procesos que construyan a largo plazo y que propendan por una búsqueda de justicia para estas personas que, en la mayoría de los casos, se ven obligadas a dejar su hogar y a exponerse a todo tipo de vulneración, abusos e incluso, a circunstancias mortales. Esto, durante las tres etapas del flujo migratorio: origen, tránsito y destino.Los cerca de 30 asistentes también reafirmaron que deben fortalecer su lucha contra la indiferencia y la cultura del descarte, incluso, dentro de la misma Iglesia, tal y como ha pedido el papa Francisco, quien se hizo presente en este encuentro a través de dos mensajes: uno que envió a los participantes animándolos en el trabajo y otro, a las personas migrantes de tránsito en el campamento de Lajas Blancas en el Darién, lugar que visitaron este miércoles para corroborar la difícil situación y llevarles la esperanza de Cristo a través de la oración.Otras estrategias de implementación interdiocesano e intereclesial, con enfoque espiritual, investigativo, formativo y psicosocial, también surgieron en el espacio. Están convencidos que esta situación requiere un abordaje sinodal. Por ello, también propusieron la creación de una comisión que de alcance y seguimiento al trabajo proyectado en el encuentro.“Un «tapón» de inhumanidad”Al cierre, los obispos hicieron una contundente declaración, firmada también por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, en la remarcan la tragedia que viven miles de personas diariamente en su paso por la selva del Darién, calificándola como “un«tapón» de inhumanidad por las condiciones de vulnerabilidad y muerte a la que se enfrentan hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños”. Recuerdan que constantemente mueren personas por diversas causas naturales o de abuso humano, cuyos cuerpos no son rescatados.Los pastores afirman en su mensaje que esta es una realidad dolorosa que interpela y compromete a todos. Recordando que todos somos migrantes y peregrinos, durante la rueda de prensa de socialización del mensaje final, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, aprovechó para hacer un llamado a sacerdotes, religiosas y religiosos para que sean conscientes de su tarea ante esta situación y ayuden generar esa misma conciencia entre las comunidades, aunque no se encuentren en lugares con alto flujo migratorio.En la declaración, los obispos piden construir un continente latinoamericano y caribeño cada vez más humano, equitativo, cordial y hospitalario.“En línea con las reuniones de Obispos de Pasto, San Salvador y Cúcuta, nos unimos al grito de la Iglesia continental que ha reconocido que hoy, diez millones de latinoamericanos y caribeños viven en un país que no es donde nacieron. La migración forzada afecta a millones de personas, pero, de modo particular, a las más vulnerables: cada vez más tiene cara de mujer y de niño. Estamos ante un proceso de degradación de la vida. Los migrantes en su recorrido son víctimas de estructuras y grupos criminales, hasta de carácter transnacional, que hacen de la desesperación de nuestros hermanos su negocio y profanan la dignidad de hombres y mujeres a través de la trata de personas y muchas otras prácticas que ofenden, indignan y avergüenzan. Esta realidad es un desafío para las comunidades eclesiales en los lugares de partida, de paso y de acogida” .A continuación, vea el informe audiovisual con los hechos más destacados:Descargue aquí la declaración final

Vie 9 Feb 2024

Obispos colombianos piden cuidar la institucionalidad y respetar la independencia de los poderes del Estado

Tras vivir una semana de oración, análisis de la realidad y trabajo conjunto, en el marco de su CXVI Asamblea Plenaria, los obispos dirigen un sentido mensaje al pueblo colombiano en el que plantean sus preocupaciones por la situación social, política, económica y ambiental que vive el país. También, hacen un llamado a la esperanza y al compromiso con la búsqueda de la unidad y el bien común. En el comunicado, los prelados recuerdan que la construcción de una nación con enfoque de desarrollo humano integral, en la que se pueda vivir en paz, solo es posible con el aporte de todos y desde una “clara opción por la vida, la unidad, la verdad y el bien, hecha a partir de una conciencia ética formada”.Ante los momentos de tensión vividos en las últimas horas, que generan mayor fragmentación en el país, los obispos hacen énfasis en la necesidad de fortalecer y cuidar la institucionalidad. Afirman que esto es posible si se reconoce y respeta la independencia de los distintos poderes del Estado. “De no responder unidos a este desafío, nos veríamos más expuestos a transitar los dolorosos y estériles caminos del odio y la violencia”, advierten.Basados en su lectura conjunta sobre el panorama nacional y teniendo en cuenta el sufrimiento que padecen diversas comunidades en los territorios, hacen referencia a una serie de acciones que representan amenazas concretas contra la esperanza:“Junto a la polarización convertida en estrategia que rompe la unidad, al servicio de intereses que atentan contra el bien común, encontramos el descrédito y desconfianza en las instituciones; la persistencia de la corrupción que permea nuestra cultura y la inoperancia de los sistemas de control del Estado; la falta de articulación de liderazgos interinstitucionales a nivel regional y nacional; la extorsión, el desplazamiento y el confinamiento de comunidades enteras, víctimas de la lucha territorial de diversos grupos armados en conflicto”, expresan los obispos al referirse a hechos que son amenazas contra la esperanza.Ante los momentos de tensión vividos en las últimas horas, que generan mayor fragmentación en el país, los obispos hacen énfasis en la necesidad de fortalecer y cuidar la institucionalidad. Afirman que esto es posible si se reconoce y respeta la independencia de los distintos poderes del Estado.“Esto nos permitirá seguir avanzando en la construcción de un proyecto común de país, que inspire las reformas que se proyectan, y que se han de realizar en un escenario de valoración de los logros ya alcanzados, de propuesta de los cambios requeridos, en un ambiente de diálogo, consenso y acuerdos, a nivel nacional y territorial”, afirman.Dicen los obispos que, para fortalecer esa esperanza, tan necesaria en el país, es urgente priorizar y respetar la vida y la dignidad de cada persona. Además, rechazar decididamente toda forma de violencia como vía de solución de los conflictos políticos y sociales.En concordancia con lo que el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia había expresado al iniciar esta semana, afirman que se necesitan espacios de diálogo transparentes, enfocados en la búsqueda de la verdad, que conduzcan al restablecimiento de la confianza y a la consecución de consensos sólidos. Para ello, manifiestan su también su disposición a seguir colaborando en las instancias de diálogo y concertación que sean necesarias.Finalmente llaman “a todas las personas y grupos que ven en la violencia un camino de reivindicación, de aprovechamiento económico, de aplicación de justicia o de solución de los conflictos”, salir de este círculo perverso que solo engendra muerte y destrucción.Carta al presidente de la Corte Suprema de JusticiaPrecisamente, también hoy, a primera hora de la mañana, la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia, en representación de todos los prelados, envió una carta al presidente de la Corte Suprema de Justicia, el doctor Gerson Chaverra Castro. Allí, manifiestan su cercanía y solidaridad con todos los magistrados.En el mensaje dirigido a esta Alta Corte, afirman que la situación actual del país requiere “serenidad, ponderación y magnanimidad para orientar las decisiones y acciones al bien común y a la salvaguarda de la institucionalidad”.

Mar 6 Feb 2024

Proyecto de reforma a la salud: en el discernimiento de los obispos durante su asamblea plenaria 116

Las reformas planteadas por el Gobierno Nacional, especialmente la de la salud, representan hoy un tema de especial interés para todos los colombianos. También, para los obispos que permanentemente acompañan las necesidades, inquietudes, temores y esperanzas de las comunidades en las diferentes regiones del país.Para los prelados es fundamental poder contar con elementos que faciliten su discernimiento y orientación en este sentido. Por ello, además de otros espacios de análisis previos, durante la segunda jornada de la CXVI Asamblea Plenaria que desarrollan desde este lunes en Bogotá, escucharon la exposición de un experto en el tema. Se trata del doctor Carlos Tovar, director general de la IPS Javesalud, quien les presentó un contexto técnico que ilustra el actual panorama de la salud en el país.De acuerdo con monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura, aunque la misión central de la Iglesia es espiritual y pastoral, sus acciones y mensajes están dirigidos a seres humanos que sufren, se enferman y son vulnerables. Razón por la cual, como pastores, están llamados conocer las necesidades que tienen las comunidades en este sentido y también, las implicaciones las diversas iniciativas puedan producir.“Los territorios, especialmente en las periferias, pasamos por muchas dificultades y en el campo de la salud sí que más, porque es muy precaria la asistencia y en algunos lugares no existe ni siquiera un centro de salud o promotores que puedan llevar prevención o atención, al menos primaria en salud. Por eso, es tan importante conocer temas como la posibilidad de una reforma a la salud en nuestro país y también tener una orientación para nuestro pueblo en los territorios”, afirma monseñor Jaramillo.De acuerdo con el doctor Carlos Tovar, en este momento histórico que vive el país, reflexionar sobre el sistema de salud, sus logros y retos, es fundamental para responder a las inequidades regionales que se tienen y en esto, la Iglesia es clave por su capacidad de incidencia.“Creo que la Iglesia, que es una institución que conoce las realidades territoriales, debe jugar un rol importante en traer esas necesidades regionales y aportar en la construcción de ese nuevo sistema, el que tiene que evolucionar nuestro sistema de salud”, explica el doctor Tovar.Los obispos, especialmente quienes han pastoreado jurisdicciones periféricas del país con graves problemas de pobreza y abandono institucional, han constatado las dificultades del sistema, así como la exclusión a las que algunas comunidades son sometidas. Por esto, -afirma monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social-, esa reforma tiene que aspirar a que haya una cobertura mayor real, de calidad y que garantice seguridad en la prestación del servicio. Agrega que, así como en el proyecto de ley de la reforma a la salud aprobado en diciembre del año pasado en la Cámara de Representantes, hay aspectos positivos, también existen preocupaciones. Razón por la cual, aprovecha para hacer un llamado:“El llamado que nosotros queremos hacer como Iglesia colombiana es a que prime siempre el bienestar de todos los ciudadanos, tengamos instituciones técnicas que sean fuertes y que logremos garantizar este derecho fundamental a toda la población colombiana”, expresa monseñor Barreto.En este mismo sentido, monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, arzobispo de Florencia, dice que, como Iglesia, ratifican su compromiso de seguir buscando oportunidades para hacer equipo de trabajo con los gobernantes locales, de tal manera que se pueda evaluar la situación de la salud actual y buscar juntos caminos que puedan ayudar a ir resolviendo dificultades.“Y nosotros conocemos de fondo y de cerca esta realidad. Cuando visitamos a nuestros campesinos. Así que, queridos gobernantes, estamos siempre listos para ayudarles en el discernimiento y sobre todo, todo lo que sea en bien de nuestras comunidades”, concluye el arzobispo.

Mar 6 Feb 2024

Análisis de la realidad en Colombia y propuestas de trabajo desde la Iglesia: protagonistas en el primer día de la CXVI asamblea de los obispos

Este lunes, 5 de febrero, inició la asamblea plenaria número 116 de los obispos de Colombia. En ‘Así va la Asamblea’, el informativo del episcopado, se dan a conocer los detalles más relevantes de la primera jornada.Este primer encuentro del año tiene como tema protagonista la sinodalidad, pero centrado en lo que fue la primera etapa de la asamblea general del sínodo adelantada en Roma en 2023, y con perspectivas a lo que será el aporte de la Iglesia colombiana en la segunda parte de esta asamblea, que se llevará a cabo en octubre de este año.“Nosotros como obispos, como Conferencia Episcopal, haremos el discernimiento a la luz de una pregunta iluminadora y básica, que es ¿Cómo podemos ser Iglesia sinodal en misión permanente? Ahí se pone en juego todo lo que significa la sinodalidad, no como una palabra, sino como una actitud, como una forma de ser Iglesia y de realizar nuestra misión en todas las parroquias del país”, expresó el cardenal Luis José Rueda Aparicio, quien, durante la apertura del evento, invitó a sus hermanos obispos a ser “instrumentos de renovación sinodal y misionera" en Colombia. Monseñor Paolo Rudelli, Nuncio apostólico en Colombia, manifestó su alegría de poder acompañar, por primera vez, una asamblea plenaria de los obispos del país. Además, se refirió a la importancia del tema que abordarán estos días.“Es un camino que el Santo Padre, el Papa Francisco, nos ha puesto en marcha. Un camino que va siguiendo y que seguirá también después de la Asamblea del próximo octubre, pero en el que creo, todos estamos llamados a esa conversión misionera de una Iglesia que camina con todos, abierta a todos, tratando de ser cercana a todos, sobre todo a las heridas de la humanidad, a las heridas que la misma Iglesia vive para ser signos de Jesús, el buen Samaritano que se acerca a la humanidad”, dijo el representante del papa Francisco.Uno de los grandes protagonistas de este primer día fue el análisis de la realidad del país. Para los prelados es fundamental iniciar su trabajo partiendo de lo que sucede a nivel social, político y económico en las regiones, de los desafíos que se tienen en la nación y de los acompañamientos que se vienen realizando desde la Iglesia en esa materia. Esto, por supuesto, a la luz del Evangelio.“Nuestro aporte como Conferencia Episcopal en cada una de sus asambleas, por supuesto, tiene que ver con nuestra vocación misional, que es evangelizadora, y ahí entendemos que le hacemos un aporte sustancial al país desde la fuerza del Evangelio, pero nos implica analizar el contexto social, la realidad concreta en cada territorio, en todos los matices de la lecturas de todos los señores obispos suman para tener una comprensión del país al que queremos servir, al que queremos ayudar y nos adentramos en los temas álgidos del país, por supuesto, territorios marcados por la violencia”, afirmó monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente del episcopado.Los prelados cerraron el primer día de su primera jornada con una Eucaristía presidida por monseñor Juan Carlos Barrero, obispo de Soacha.Este martes 6 de febrero, estarán visitando la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano, donde se encontrarán con los directivos de este organismo y con más obispos de la región.

Lun 5 Feb 2024

“Seamos instrumentos de renovación sinodal y misionera”: cardenal Luis José Rueda durante la instalación de la Asamblea 116

En la mañana de este lunes 5 de febrero, los obispos colombianos dieron inicio a su asamblea 116. La instalación del encuentro estuvo a cargo del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal. Durante su alocución, el purpurado invitó a sus hermanos obispos a ser “instrumentos de renovación sinodal y misionera" en Colombia.En su mensaje, el primado de Colombia propuso a los prelados cuatro maneras de ser misioneros en sinodalidad para el anuncio del Evangelio en cada una de las jurisdicciones eclesiásticas que pastorean:1.Misioneros que oran y trabajanEl cardenal Rueda les recordó la importancia de entretejer siempre la oración con el trabajo que adelantan, y desde allí, desde ese encuentro permanente con el Señor, mantener la claridad y la energía que necesitan para el desarrollo de su misión.“Y si en verdad somos misioneros que oramos y trabajamos, tendremos necesidad de la Eucaristía con la doble mesa de la Palabra y del Pan de vida, que nos alimenta y nos pone en camino como Pueblo de Dios”.2.Misioneros con alegría y con cruzMonseñor Rueda afirmó que la vida de los misioneros armoniza la alegría y la cruz, asimismo, que el corazón de un obispo está lleno de cicatrices producidas por heridas y sufrimientos propias de su pastoreo en medio del Pueblo de Dios. Por ello, los invitó a alimentar su confianza en el Señor y así sobrellevar las dificultades que, a menudo, deben enfrentar. También, a pensar en sus otros hermanos obispos siendo apoyo cuando lo requieran.“No podemos esperar hasta que llegue el tiempo en que seamos eméritos para comenzar la terapia que nos permita sanar nuestro corazón episcopal. ¡Es ahora, mientras vamos con la cruz de cada jornada! ¡Es ahora que debemos ofrecerle nuestra palabra y nuestra fraternidad a cada hermano obispo! ¡Es ahora, el tiempo propicio para que, en la colegialidad apostólica, nos ayudemos, y así podamos avanzar en una auténtica sinodalidad, desde el peregrinar profundo de nuestro corazón! Con diversas medicinas, el Señor sana nuestro corazón episcopal; mencionemos sólo tres: la fraternidad, la oración y la misión”.3.Misioneros que escuchan y disciernenHaciendo referencia a la metodología usada durante la primera parte de la Asamblea General del Sínodo realizada en Roma en octubre del 2023, conocida como conversación en el Espíritu, el cardenal afirmó que se trata de algo más profundo que una simple estrategia. Dijo que es una manera de ser Iglesia y una forma de vivir su episcopado en la escucha y el discernimiento.Como se plantea el documento de síntesis de dicha asamblea sinodal, -agregó el purpurado-, la auténtica escucha es fundamental en el camino hacia la sanación, el arrepentimiento, la justicia y la reconciliación. Además, que esa escucha debe ser aplicada ante el clamor entero de la creación.“Sólo podremos discernir en profundidad si estamos dispuestos a escuchar la voz del Espíritu que nos habla en una gran sinfonía de voces: de laicos, de la vida consagrada, de ministros ordenados e incluso de personas que no hacen parte de la Iglesia”.4. Misioneros con el gusto de ser pueblo de DiosEl presidente del episcopado terminó su alocución recordando que, como pastores, están llamados a vivir su misión de iluminar, bendecir, vivificar, levanta y sanar, desde un amor cercano y comprometido con el bien de todos. Esto implica caminar juntos, como pueblo, consolidando relaciones fraternas, animadas por la fe, la esperanza y la caridad.“A nosotros los obispos, el servicio a la santidad de la comunidad eclesial nos pide tiempo y espacio, paciencia y dedicación para estar cerca de la gente. En este encuentro cercano, crece y da fruto nuestra vocación misionera, al estilo de Jesús, quien toma el riesgo misionero de ser cercano a los pecadores, a los enfermos, a los relegados por la religión y por la sociedad”.

Jue 19 Oct 2023

Obispos colombianos piden grandeza política a candidatos y participación con conciencia a electores para los comicios del 29 de octubre

Preocupados por los problemas humanitarios, sociales, económicos y políticos que afectan gravemente a la nación y de cara a las elecciones que se llevarán a cabo en las diferentes regiones de Colombia el próximo 29 de octubre, los obispos católicos del país hacen un contundente llamado a la búsqueda de una verdadera ““grandeza política”, que obre por principios y se comprometa a reformar las instituciones, que asuma proyectos de largo alcance, que vaya más allá de las pasiones y los personalismos, y en la que los sujetos políticos actúen con criterios justos y sean visionarios de una nación en paz”.Inspirados en la Encíclica Fratelli Tutti del papa Francisco los pastores colombianos piden a los electores participar en los comicios con conciencia y priorizando el bien común. Y a quienes resulten elegidos, los exhortan a no olvidar los compromisos adquiridos con el pueblo durante las campañas y a “ejercer su autoridad con espíritu de servicio, moderación, caridad y generosidad”.En su mensaje, los prelados ponen en evidencia las graves consecuencias producidas por problemáticas como la conflictividad social, la confrontación armada, el narcotráfico, la exclusión, la pobreza y la corrupción que afirman “se ha vuelto una costumbre arraigada”.“Estas y otras situaciones que debilitan el tejido social y erosionan los esfuerzos por la reconciliación y la paz nos preocupan y, por eso, invitamos a que se conviertan en un desafío para todos los gobernantes de los distintos territorios del país”, puntualizan los prelados.Además, invitan a todo el Pueblo Fiel de Dios a acompañar esta hora decisiva para el país con la oración, elevando juntos una plegaria por el bien y el progreso, pidiendo a Jesucristo los dones necesarios para ser artesanos de paz y reconciliación, así como promotores de la dignidad humana.

Jue 21 Sep 2023

¡Ya está disponible el primer episodio del nuevo videopodcast de la Conferencia Episcopal de Colombia!

En la noche de este miércoles, 20 de septiembre, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) lanzó “Diálogos en el Atrio”, el nuevo espacio audiovisual de la institución, abierto a la conversación entre diversas voces sobre temas de interés para la Iglesia Católica colombiana y para el país. El episodio de estreno abordó los momentos y personajes más destacados de los 115 años de creación de la CEC, a propósito de la conmemoración de este hecho, realizada el pasado 14 de septiembre.El primer personaje invitado en este videopodcast fue monseñor José Alejandro Castaño, obispo emérito de Cartago y presidente de la Academia Colombiana de Historia Eclesiástica, quien entabló un diálogo fraterno con el padre Raúl Ortiz Toro, director de los departamentos de Doctrina y Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado.¿Por qué se creó la Conferencia Episcopal de Colombia? ¿Qué diócesis existían previo a su fundación? ¿Cuál es el verdadero rol que tiene esta institución? ¿Cuántas visitas papales ha recibido la CEC en estos 115 años? ¿Cuáles han sido los mensajes más relevantes de los obispos por la búsqueda de la paz? ¿Cómo ha aportado el episcopado al desarrollo humano integral?Las respuestas a estas preguntas y muchas más, en el primer capítulo de “Diálogos en el Atrio”, disponible a través del canal de YouTube de la Conferencia Episcopal de Colombia.Vea el episodio:

Vie 15 Sep 2023

La Conferencia Episcopal de Colombia: un don, patrimonio y misión a seguir cumpliendo desde el amor

Este jueves, 14 de septiembre, reunidos en Bogotá, en medio de una Eucaristía muy especial, los obispos colombianos dieron gracias al Señor por los 115 años de la Conferencia Episcopal, tiempo que ha significado un importante camino de comunión para la evangelización y el desarrollo humano integral en el país.Durante la Santa Misa, los prelados suplicaron a Jesús, Buen Pastor, el don del discernimiento para descubrir los pasos que los invita el Espíritu a dar para crecer en su caminar juntos en este nuevo tiempo de gracia para la Iglesia colombiana.La celebración fue presidida por monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín y concelebrada por los obispos de Palmira y Granada, monseñor Edgar de Jesús García Gil y monseñor José Figueroa Gómez, respectivamente.En su homilía, monseñor Tobón, inspirado en la palabra, recordó a sus hermanos en el Episcopado que es el amor del Padre el que le da sentido a la fraternidad y el que fortalece el vínculo de la unidad perfecta en la que deben seguir trabajando. Además, remarcó la misión tan importante que tiene la CEC no solo para la Iglesia sino también para el país.“Esto no es simplemente una fecha que se anota, un recuerdo histórico que se trae a la memoria, es la conciencia de un don, de un patrimonio y de una misión (…) Cuántos han trabajado, han luchado, han ofrecido todo para lograr que esta entidad sea un signo y un instrumento de salvación en Colombia. Es la expresión de una misión cumplida y que debemos seguir cumpliendo. El Señor ha confiado su Iglesia a los obispos mediante el don de Espíritu Santo, los ha constituido pastores de su pueblo, maestros del Evangelio, sacerdotes de su pascua y servidores de la comunidad”, expresó el arzobispo de Medellín.