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obispos

Vie 9 Oct 2015

¡Guapí Campeón de Copa de la Fe!

La Copa de la Fe 2015 coronó este viernes 9 de octubre a su segundo campeón. El cetro que le había pertenecido por dos oportunidades a la diócesis de Pasto, esta vez quedó en manos del Vicariato Apostólico de Guapi, luego de derrotar por 3 a 2 a la Arquidiócesis de Popayán en un disputado partido que se jugó en el estadio de Compensar de la avenida 68 en Bogotá. Un campeón sin ninguna discusión, no sólo por lo futbolístico, sino también por el sacrificio que hicieron sus integrantes para participar del torneo, que en su tercera versión, congregó a 420 sacerdotes de 20 jurisdicciones eclesiásticas del país. No fue una delegación amplia, llegaron surcando ríos y carreteras de nuestra variopinta patria. Con apenas lo suficiente y sin ser favorito, Guapi, comenzó a sorprender en el torneo derrotando a Ipiales por 9 a 2, su segundo éxito fue frente a Bogotá a quien superó por 6-1, finalmente cerró la ronda de grupos derrotando al favorito y poderoso equipo de Pasto por 3 a 2: nada menos que al bicampeón. Como toda final, el partido se caracterizó por tener una marca férrea y con pocas llegadas. Sin embargo ya a los 30 minutos del primer tiempo Guapi estaba ganando por 2-0. Casi al finalizar la primera etapa Popayán reaccionó y dejó el marcador 2 a 1. En el segundo tiempo un soberbio remate de tiro libre le dio el empate a Popayán que parecía más entero físicamente que su rival. Pero en el fútbol nada está dicho hasta que el árbitro de el pitazo final. Faltando 15 minutos para que acabe el match, una jugada rápida y sin mucho trámite dejó claro quien iba a ser el campeón: Guapi. Un hecho que hay que destacar es que cada triunfo fue seguido muy de cerca por el obispo de esta jurisdicción eclesiástica. Al finalizar cada partido los jugadores se ponían en contacto con su obispo, monseñor Carlos Alberto Correa Martinez, quien les brindaba su respaldo y bendición. Fue un torneo de mucha exigencia, en cada partido los sacerdotes, respetando el espíritu de la Copa, siempre dieron lo mejor de sí. Al final ganó Guapí, pero en realidad en gran ganador fue el testimonio que dieron los presbíteros de juego limpio, reconciliación y paz para nuestro país. ¡Salud al campeón! La Copa de la Fe es un torneo de futbol exclusivo para sacerdotes que busca brindar a los presbíteros un espacio de esparcimiento, fortalecer la vida fraterna, además de ser un signo de unidad en la Iglesia demostrando que a través del juego limpio se puede construir caminos de reconciliación, perdón y paz. Vicariato Apostólico de Guapi se coronó campeón de la #CopadelaFe Derrotó 3-2 a la Arquidiócesis de Popayán Posted by Conferencia Episcopal de Colombia onViernes, 9 de octubre de 2015

Mié 7 Oct 2015

La familia es y será siempre la “carta magna” de la Iglesia

La familia puede ser y debe ser la familia de Dios por lo que "se podría decir que el 'espíritu familiar' es la carta magna de la Iglesia". Además, el mundo necesita una "robusta inyección" de este espíritu puesto que en la sociedad no se le da el debido "peso, reconocimiento y apoyo". Es lo que afirmó el Papa Francisco en la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro, cuando en el Vaticano se realiza hasta el 25 de octubre el Sínodo de los Obispos sobre la Familia. En su catequesis, el Santo Padre recordó que "la familia que camina en la vía del Señor es fundamental en el testimonio del amor de Dios y merece por ello toda la dedicación de la que la Iglesia es capaz". Por eso, "el Sínodo está llamado a interpretar, para el hoy, esta solicitud y este cuidado de la Iglesia". Francisco afirmó que "un vistazo atento a la vida diaria de los hombres y mujeres de hoy muestra inmediatamente la necesidad que hay en todas partes de una robusta inyección de espíritu familiar". El Santo Padre señaló que "el estilo de las relaciones parece muy racional, formal, organizado, pero también muy 'deshidratado', árido, anónimo". "Se convierte a veces en insoportable" y "en la realidad abandona a la soledad y al descarte a un número cada vez más grande de personas". El Pontífice manifestó la razón de por qué la familia abre a toda la sociedad una perspectiva más humana: "abre los ojos de los hijos a la vida –y no solo la vista, sino también todos los otros sentidos– representando una visión de la relación humana edificada sobre la libre alienación del amor". "La familia introduce la necesidad de lazos de fidelidad, sinceridad, confianza, cooperación, respeto; anima a proyectar un mundo habitable y a creer en relaciones de confianza, también en condiciones difíciles". Pero además, "enseña a honrar la palabra dada, el respeto de las personas, el compartir los límites personales y los de los demás". "Todos somos conscientes de lo insustituible de la atención familiar de los miembros más pequeños, más vulnerables, más heridos, e incluso más desastrosos en las conductas de su vida". "En la sociedad –agregó el Papa– quien practica estas actitudes, las ha asimilado del espíritu familiar, no de la competición y del deseo de autorrealización. El Pontífice aseguró también que a pesar de todo esto "no se le da a la familia el debido peso, reconocimiento y apoyo". "La familia no solo no tiene el reconocimiento adecuado, sino que no genera aprendizaje", dijo Francisco. "A veces diría que, con toda su ciencia y su técnica, la sociedad moderna no está todavía en grado de traducir estos conocimientos en mejores formas de convivencia civil". Francisco también subrayó que "no solo la organización de la vida común se encalla en una burocracia del todo extraña en los lazos humanos fundamentales, sino que además la costumbre social y política muestra a menudo señales de degradación –agresividad, vulgaridad, desprecio– que están muy por debajo del umbral de una educación familiar mínima". Por ello, "los extremos opuestos de esta 'brutalización' de las relaciones se conjugan y se alimentan el uno al otro", lo que resulta "una paradoja". "La Iglesia individualiza hoy, en este punto exacto, el sentido histórico de su misión respecto a la familia y del auténtico espíritu familiar: comenzando por una atenta revisión de vida que mira a sí misma". El Papa manifestó que "se podría decir que el 'espíritu familiar' es la carta magna de la Iglesia: así el cristianismo debe aparecer y así debe ser". "Jesús, cuando llamó a Pedro a seguirlo le dijo que lo haría convertirse en 'pescador de hombres' y por eso nos quiere un nuevo tipo de redes". "Podemos decir que hoy las familias son una de las redes más importantes para la misión de Pedro y de la Iglesia", y "no es una red que haga prisioneros". Al contrario, "libera de las aguas maliciosas del abandono y de la indiferencia, que ahogan a muchos seres humanos en el mar de la soledad y de la indiferencia". "Las familias saben bien qué es la dignidad de sentirse hijos y no esclavos, o extranjeros, o solo un número del carné de identidad". "De aquí, de la familia, Jesús retoma su paso entre los seres humanos para persuadirlos de que Dios no los ha olvidado". Francisco añadió que también "de aquí Pedro toma vigor para su ministerio" y "de aquí la Iglesia, obedeciendo a la Palabra del Maestro, sale a pescar al lago, con la certeza de que, si esto sucede, la pesca será milagrosa". Al terminar, el Pontífice pidió oraciones por los Padres Sinodales para que "animados por el Espíritu Santo fomenten el impulso de una Iglesia que abandona las viejas redes y se pone a pescar confiando en la Palabra de su Señor". Fuente: Agencia ACIPRENSA

Mar 6 Oct 2015

Sacerdotes se ponen los guayos por alcanzar Copa de la Fe

Con la presencia de 420 sacerdotes de 20 jurisdicciones eclesiásticas del país ha comenzado la tercera versión de la Copa de la Fe, evento organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia. Este evento deportivo tiene como objetivo ser un signo de unidad en la Iglesia y demostrar que a través del juego limpio se puede construir caminos de reconciliación, perdón y paz. La inauguración se realizó en el Centro de Agentes y Patrulleros de la Policía Nacional en Bogotá. Contó con la presencia de monseñor Ettore Balestrero, Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor José Daniel Falla Robles, Secretario General del episcopado, monseñor Fabio Suscún Mutis, obispo del Ordinariato Castrense, monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, obispo de Santa Rosa de Osos y monseñor Héctor Cubillos Peña, obispo de Zipaquirá. Monseñor José Daniel Falla Robles destacó la Copa de la Fe como un espacio para evangelizar, para compartir más que competir y para dar testimonio de unidad. Por su parte, monseñor Ettore Balestero ha recordado a los sacerdotes que a través del juego limpio es posible demostrar que en el país puede existir reconciliación y perdón. Además - aseguró - que estos espacios pone, no solo al presbiterio, sino al país en perspectiva de paz. El nuncio destacó la realización del Confesatón. " Este espacio es un ejemplo de vivir la integralidad y unidad en la Iglesia, subrayó. En el confesatón 350 sacerdotes estarán presentes en el Centro Comercial Gran Estación brindando el Sacramento de la Reconciliación. Esto se realizará el 6 y 7 de octubre de 12 m a 2 pm y de 5 a 7 pm. En el ámbito deportivo se jugarán 10 partidos por día entre las 8 am y 2 pm. La final será el viernes nueve de octubre en canchas de Compensar.

Lun 5 Oct 2015

Así será la metodología del Sínodo de la Familia

El Sínodo de los Obispos se reúne este mes de octubre en Roma en la Asamblea General Ordinaria para abordar las preocupaciones y desafíos de la familia en el mundo y en la Iglesia. Este Sínodo, que está despertando la curiosidad de muchos y acaparando gran atención de los medios de comunicación, sigue una metodología y un calendario concretos. Durante estas tres próximas semanas se seguirá en el Vaticano un guion muy detallado para abordar los desafíos que hoy la Familia debe afrontar. Tal y como ha indicado el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, a partir de la experiencia madurada durante la Asamblea General Extraordinaria del año pasado y "teniendo en cuenta las sugerencia realizadas, especialmente por los Padres sinodales", la secretaria general del Sínodo ha elaborado una nueva metodología, que fue aprobada por el Santo Padre el pasado mes de mayo. La mayoría de los Padres sugirió que la Asamblea General Ordinaria se hiciera "más dinámica y participativa a través de la distribución de las intervenciones en el aula de los miembros en tiempos sucesivos, para poder dedicar mayor atención a cada contribución". Además, los Padres han pedido "mejorar el trabajo en los Circuli Minores, donde se verifica una participación más activa a la discusión, un debate más directo e inmediato entre los Padres en la propia lengua, en los cuales, eventualmente pueden intervenir los auditores y delegados fraternos". El documento base para los trabajos sinodales es el Instrumentum Laboris, resultado de la composición de la Relatio Synodi del anterior Sínodo, y de las respuestas al cuestionario enviado a todas las Conferencias Episcopales por parte de la Secretaría General del Sínodo. En la sesión inaugural, el presidente delegado dirigirá su saludo al Santo Padre, que abre los trabajos. A continuación, intervendrán el secretario general y el relator general con sus respectivas intervenciones. Después, el relator general presente los temas de la Primera Parte y le seguirá el testimonio de una pareja de esposos auditores para proseguir con las intervenciones de los Padres sinodales en las Congregaciones Generales. Se seguirá con las sesiones de los Círculos menores, en los que los Padres reflexionan sobre el texto base enriquecido por las contribuciones que surgen en el aula, con el fin de elaborar los "modos" con los que el texto madura posteriormente. Al terminar cada sesión, el relator de cada Círculo presenta en el Aula una breve presentación del trabajo realizado y mientras tanto entrega los "modos" que son introducidos en el texto base. Todas las intervenciones de los Círculos menores serán publicadas. Este procedimiento se repite para la Segunda y la Tercera Parte durante las dos semanas sucesivas. La Comisión para la elaboración de la Relación final, nombrada por el Santo Padre en la que están representados los cinco continentes, tiene la tarea de seguir cada fase del proyecto para reunirse al final de los trabajos de cada parte y para la redacción final. Al finalizar las tres etapas, dicha Comisión supervisa la elaboración del proyecto de la Relación final, que se presenta en el Aula. Finalmente, la Comisión realiza el texto definitivo y en la mañana del 24 de octubre se presenta y por la tarde se somete al sufragio de la Asamblea. Según el método del Sínodo, este documento se entrega al Santo Padre, a quien corresponde las decisiones finales. Durante las tres semanas de Sínodo, se realizará cada día una sesión informativa con el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi, en el que expondrá a la prensa, en ocasiones acompañado de Padres sinodales y auditores, los avances y las líneas de los debates. Oremos por los frutos de este Sínodo que ha dado inicio, buscando afrontar los desafíos y retos que hoy la Familia debe afrontar, para ayudar a muchas personas a vivir su fe de manera completa.

Lun 5 Oct 2015

El Sínodo de la familia no es un “congreso”: Papa Francisco

El Papa Francisco saludó hoy a los participantes del Sínodo de los Obispos sobre la Familia en la primera Congregación General. A primera hora de la mañana de este lunes, en el Aula Pablo VI, el Pontífice explicó que "el Sínodo no es un congreso o un parlamento, no es un parlamento o un senado donde nos ponemos de acuerdo" sino "una expresión eclesial es decir, la Iglesia que camina junta para leer la realidad con los ojos de la fe y con el corazón de Dios". A continuación, el texto completo del saludo del Santo Padre: Queridas Beatitudes, Eminencias, Excelencias, Hermanos y Hermanas: La Iglesia retoma hoy el diálogo iniciado con la proclamación del Sínodo Extraordinario sobre la familia para evaluar y reflexionar juntos sobre el Instrumentum Laboris (Documento de trabajo) elaborado de la Relatio Synodi (Documento final del Sínodo de 2014) y de las respuestas de las conferencias episcopales y de los organismos con derecho. El Sínodo es un caminar juntos con el espíritu de colegialidad y sinodalidad, adoptando valientemente la parresía, el celo pastoral y doctrinal, la sabiduría, la franqueza y poniendo siempre delante de nuestros ojos el bien de las familias y la suprema lex: la salus animarum (salud del alma). El Sínodo no es un congreso o un parlamento, no es un parlamento o un senado donde nos ponemos de acuerdo. El Sínodo es una expresión eclesial es decir, la Iglesia que camina junta para leer la realidad con los ojos de la fe y con el corazón de Dios. Es la Iglesia que se interroga sobre la fidelidad al depósito de la fe, que por ella no representa un Museo para mirar y menos salvaguardar, sino que es una fuente viva de la cual la Iglesia bebe para saciar e iluminar el depósito de la vida. El Sínodo se mueve necesariamente en el seno de la Iglesia y dentro el Santo Pueblo de Dios, del cual nosotros formamos parte en calidad de Pastores, es decir, servidores. El Sínodo es por otra parte un espacio protegido, donde la Iglesia experimenta la acción del Espíritu Santo. En el Sínodo, el Espíritu habla a través de la lengua de todas las personas que se dejan conducir por Dios que sorprende siempre, del Dios que revela a los pequeños aquellos que esconde a los sabios e inteligentes, del Dios que ha creado la ley y el sábado para el hombre y no viceversa, del Dios que deja las 99 ovejas para buscar la única oveja perdida, del Dios que es siempre más grande que nuestras lógicas y nuestros cálculos. El Sínodo podrá ser un espacio de la acción del Espíritu Santo sólo si nosotros participantes nos revestimos de coraje apostólico, de humildad evangélica y de oración confiada. El coraje apostólico que no se deja asustar frente a las seducciones del mundo que tienden a apagar en los corazones de los hombres la luz de la verdad sustituyéndola con pequeñas y temporáneas luces y de frente al endurecimiento de algunos corazones que, no obstante, las buenas intenciones, alejan a las personas de Dios (...). La humildad evangélica que sabe vaciarse de las propias convicciones y prejuicios para escuchar a los hermanos obispos y llenarse de Dios, que lleva a señalar con el dedo no contra los otros para juzgarlo, sino para tenderles la mano, para realzarlos, sin sentirse nunca superiores a ellos. La oración confiada es la acción del corazón cuando se abre a Dios, cuando se silencia todos nuestros estados de ánimo para escuchar la suave voz de Dios que habla en el silencio. Sin escuchar a Dios todas nuestras palabras serán solamente palabras que no sacian y no sirven. Sin dejarnos guiar por el Espíritu Santo, todas nuestras decisiones serán solamente decorativas, que en lugar de exaltar el Evangelio lo cubrirán y esconderán. Queridos hermanos, como he dicho, el Sínodo no es un parlamento donde para reunir un consenso o un acuerdo común acude al negocio o al compromiso. El único método del Sínodo es el de abrirse al Espíritu Santo, con coraje apostólico, con humildad evangélica y con oración confiada, para que sea Él el que nos guíe, ilumine y nos haga poner delante de los ojos con nuestros pareceres personales la fe en Dios, el bien de la Iglesia y la salus animarum. Quiero agradecer a Su Eminencia el Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo; a su Excelencia Mons. Fabio Fabene, Subsecretario, y con ellos agradecer al Relator, su Eminencia el Cardenal Peter Erdo y al Secretario Especial, Su Excelencia Mons. Bruno Forte, a los presidentes delegados (...), a los traductores: gracias de corazón. Les agradezco igualmente a todos ustedes Padres Sinodales, Delegados Fraternos, Auditores, Auditoras y Asesores, por vuestra participación activa y fructífera. Un agradecimiento especial a los periodistas, gracias por vuestra apreciada participación. Iniciamos nuestro camino invocando la ayuda del Espíritu Santo y la intercesión de la Sagrada Familia, Jesús, María y San José. Fuente: Agencia ACIPRENSA

Vie 2 Oct 2015

Papa Francisco y obispos debatirán sobre la situación de la familia

La XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos iniciará este domingo 4 de octubre y sesionará hasta el próximo 25 del mismo mes, será un espacio donde se debatirá sobre la vocación y la misión de la familia. En estas reuniones se reflexionará de forma comunitaria sobre las orientaciones pastorales que debería asumir la Iglesia en temas como el matrimonio, las parejas de hecho, la adopción, entre otros, pero preponderando la "plena comunión de la comunidad eclesial", según indicó el feje de la oficina de prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, al anunciar este evento. Se trata de la segunda reunión eclesial mundial convocada por el Papa Francisco para reflexionar sobre la crisis de la familia. En la primera, celebrada en octubre de 2014, el Papa animó a "hablar con parresía", es decir, "claro" y a "escuchar con humildad" para poder ejercitar "la sinodalidad", "Que nadie diga: Esto no se puede decir, pensarán de mí así o así...", precisó. El sábado 3 de octubre el Santo Padre presidirá en la Plaza de San pedro la Vigilia de oración preparatoria de la XIV Asamblea General Ordinaria y el domingo 04 de octubre celebrará la Santa Misa de apertura del Sínodo. Entre los participantes se encuentran 166 representantes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo, tanto cardenales como obispos, -cinco de Oceanía, 25 de países asiáticos, 44 de África, 45 de América y 47 de Europa, además de los 45 padres sinodales nombrados personalmente por el Pontífice. Por Colombia estarán presentes en el Sínodo el arzobispo de Bogotá, cardenal Rubén Salazar Gómez, el arzobispo de Villavicencio y vice-presdiente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), Oscar Urbina Ortega y el obispo de Armenia y presidente de la comisión episcopal de familia de la CEC, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz.