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Episcopado al día

Vie 17 Feb 2023

Episcopado presenta líneas guía: 'cultura del cuidado' en la Iglesia católica colombiana

El pasado 09 de febrero, en el marco de la CXIV Asamblea Plenaria que se celebró en Bogotá, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) presentó ante los medios de comunicación, las líneas guía 'cultura del cuidado' en la Iglesia católica colombiana. Un documento que pretende seguir avanzando en el diseño de protocolos para la protección de menores y adultos vulnerables dentro del ambiente eclesial, con el fin de garantizar ambientes seguros dentro de la Iglesia. En este contexto, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal, dijo que este documento se dio gracias al apoyo del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, que lidera la doctora Ilva Myriam Hoyos y que está basado en los recientes documentos del magisterio pontificio y la normativa canónica y estatal vigente. En el documento 'cultura del cuidado' en la Iglesia católica colombiana: Líneas Guía, adoptado por la CXIII Asamblea Plenaria y promulgado el 15 de agosto de 2022, se enuncian 06 documentos anexos: 1. “Precisiones conceptuales sobre la prevención, las violencias y los abusos”. 2. “Institucionalidad para el cuidado”. 3. “De la recepción de las denuncias, de la apertura y del desarrollo de la investigación preliminar y otras cuestiones canónicas”. 4. “Líneas operativas o buenas prácticas para la cultura del cuidado”. 5. “ABC de la legislación canónica sobre los delicta graviora”. 6. “ABC de la legislación estatal sobre las violencias y los abusos”. De estos seis, se presentan en esta ocasión los anexos 1, 2 y 6 que contienen la siguiente información. Anexo I Líneas Guía. Precisiones conceptuales sobre la prevención, las violencias y los abusos. Se presenta un glosario con el fin de comprender qué se entiende por prevención, violencias, abusos, así como factores de riesgo y factores de protección, y otras precisiones conceptuales, en las que se han tenido en cuenta estándares internacionales. DESCARGAR ANEXO 1 AQUÍ Anexo II. Institucionalidad para la Cultura del cuidado. Enuncia las estructuras y órganos específicos que tienen la tarea de coordinar e implementar las Líneas Guía y las normas canónicas y civiles relacionadas, con el objetivo de evitar violencias y abusos en ambientes eclesiales, intervenir en los factores de riesgo y privilegiar los factores de protección institucional generando ambientes cuidadores, protectores y seguros en los ambientes eclesiales. DESCARGAR ANEXO II AQUÍ Anexo VI. ABC de la legislación estatal sobre las violencias, los abusos, los delitos sexuales y el deber de denunciar. Ofrece a cuantos se ocupan, en el ámbito canónico, de la recepción de las denuncias o de las investigaciones preliminares o de los procesos, penales o administrativos, en relación con los Delicta graviora, un instrumento orientado a facilitar la consulta y la lectura de tanta normativa, no siempre accesible o cognoscible a un público no especializado en la legislación estatal. DESCARGAR ANEXO VI AQUÍ A continuación ofrecemos las intervenciones que se dieran en la rueda de prensa que se ofreció el pasado 09 de febrero donde participaron: Mons. Luis Manuel Alí Herrera, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), la Dra. Ilva Myriam Hoyos Castañeda, presidenta del Consejo Nacional de Protección de Menores y Personas Vulnerables de la CEC y la señora Diana María Guzmán, coordinadora del Proyecto Iglesias Particulares Seguras y Protectoras Por qué unas líneas guía de 'cultura del cuidado' dentro de la Iglesia Desde el año 2018, la Conferencia Episcopal conformó un grupo de trabajo que se llamó en su momento Consejo de Protección de Menores, con la finalidad de estudiar qué acciones tener para tratar de prevenir y atender las violencias y los abusos cometidos por miembros de la Iglesia. Conjuntamente con la actividad realizada por ese Consejo de Protección de Menores que se transformó luego en el Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, los señores obispos en la Asamblea Plenaria de julio de 2022 aprobaron estas nuevas líneas guía que se promulgaron el 15 de agosto del año 2022 y empezaron a regir en todo el territorio nacional el primero de enero del 2023. Estas líneas guía han sido una solicitud no actual, porque desde el año 2011 la Santa Sede a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, planteó la necesidad de que existieran algunas orientaciones generales dirigidas a los señores obispos con la finalidad de prevenir las violencias y los abusos sexuales dentro de ambientes eclesiales. La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), desde antes, ya tenía sus propias líneas guía, pero ha habido un tránsito porque la legislación canónica ha variado. El pontificado del papa Francisco ha enriquecido las reflexiones en torno al tema de la prevención y por eso la CEC, consideró necesario actualizar, renovar y plantear unas nuevas líneas guía que llevan por título esa 'Cultura del Cuidado de la Iglesia Católica Colombiana'. Estas líneas son una respuesta, no la única, pero sí necesaria de la Iglesia en relación con el tema de las violencias y los abusos cometidos contra menores de edad y personas en situación de vulnerabilidad, que contienen unas orientaciones de carácter general, para que las distintas jurisdicciones eclesiásticas puedan desarrollarlas con la finalidad primordial de establecer entre todos una cultura del cuidado. Somos conscientes que el tema de la violencia, que el tema de los abusos ha generado una pseudo cultura e incluso hemos tratado hasta de justificar que estamos en un país violento, que los índices de violencia intrafamiliar de una u otra forma nos están llevando a que el tema de las violencias y los abusos se den primordialmente en lugares donde debería existir mayor cuidado: instituciones educativas, la propia familia, por eso hay que emprender toda una acción pastoral, social, cultural y pedagógica para poder responder a esa pseudo cultura del abuso y de la indiferencia, por una cultura del cuidado y eso es lo que pretende estas líneas guía, que de una u otra forma están llamadas a ser vida a ser cultura, a que se modifiquen unos imaginarios porque desde la CEC los obispos, insisten mucho en ello: la violencia no es justificable, la violencia es prevenible en todas las instancias. La Iglesia reconoce los errores y pide perdón A partir de esas premisas los obispos hacen una serie de exhortaciones y compromisos y parten en reconocer que ha habido errores y negligencias, y solicitan también perdón a las víctimas. El Magisterio Pontificio nos invita a reconocer nuestra historia de pasado y nuestra historia de pecado como Iglesia, y los obispos lo han hecho y por eso reconocen de manera expresa errores, negligencias y asumen la petición de perdón y de reconciliación con las víctimas, las comunidades y las familias. Se plantea también, que las líneas guía puedan ser difundidas en toda Colombia, que se conozcan, que se apliquen, que lleguen a las parroquias, a las instituciones educativas, que sean difundidas en todos los ambientes eclesiales, de tal forma que permitan a todos ser conscientes de la responsabilidad que tenemos con el otro, de cuidar al otro y también de reconocer nuestros errores, de llamar la atención sobre las víctimas de las violencias y los abusos. El documento está estructurado con nuevos protocolos y procedimientos. No se trata simplemente adoptar medidas disciplinarias, claro, aquel miembro de la Iglesia que ha afectado, violentado y con sus acciones ha cometido delitos bien sea en el ámbito canónico o en el ámbito de la legislación estatal debe ser castigado y sancionado, pero no basta eso, se requiere la prevención y se requiere con urgencia establecer entre todos ese cuidado como un pilar fundamental de las relaciones humanas, por eso allí se establecen una serie de principios informadores del sistema, entre los cuales está obviamente el principio de la dignidad de la persona; el principio de la centralidad de las víctimas; el principio de la dignidad de los ministerios sagrados; la autoridad como servicio; el principio de cooperación entre la Iglesia, la sociedad y el Estado, que invita a todos a tener presente que cuando un niño o una persona es vulnerada toda la sociedad también resulta siendo vulnerada. Monseñor Luis Manuel Alí Herrera El perdón hace parte de la reparación integral. Sí hemos hecho algunos gestos como Iglesia, el papa Francisco lo ha realizado, los señores obispos lo ha realizado, lo expresamos también en este libro, son necesarios esos gestos de perdón y en cada uno de los casos y de las situaciones estamos muy conscientes que eso es también muy importante para la víctima y fundamental en el proceso de reparación integral. Porque el perdón es a las víctimas, a las familias, a los familiares, pero también a la comunidad que quedó afectada y por eso cada caso necesita también esos procesos y esa liturgia de perdón. Recordó el cuarto punto del mensaje final de los obispos de la XCIV Asamblea Plenaria del Episcopado, celebrada del 6 al 10 de febrero de 2023: “Con la presentación del documento “Líneas guía para la cultura del cuidado” continuamos multiplicando esfuerzos para hacer de nuestra Iglesia un hogar seguro para nuestros niños, niñas, adolescentes, jóvenes y personas vulnerables. Con corazón de pastores, reconocemos que todo caso de abuso sexual es un crimen, es un pecado grave, es un delito. Pedimos perdón a quienes han sufrido este flagelo y a todo nuestro pueblo. Seguimos asumiendo con firmeza y responsabilidad la debida atención a las víctimas y sus familias. Mantenemos nuestro compromiso para que en cada caso se haga justicia y se promuevan los protocolos de prevención que hagan de nuestras instituciones ambientes seguros y susciten la promoción de la dignidad humana y el encuentro con Dios”. Puntualizó que, es posible que se tenga una liturgia como un gesto de pedir perdón, de hecho, dijo “se ha hablado con los obispos en esta Asamblea, se está buscando el día más propicio que puede ser en la Cuaresma, puede ser un viacrucis o puede ser unirnos al día de las víctimas el 18 de noviembre. Nos falta especificar el día”. Principio de la comunicación transparente y rendición pública de cuentas Hay un principio especialmente significativo que nos ha costado, pero que tenemos de una u otra forma que asumirlo también y por eso es cultura, para que tengamos que cultivarlo y se trata del principio de la comunicación transparente y rendición pública de cuentas. Aquí los obispos se comprometen a comunicar transparentemente la situación en torno a la violencia y los abusos, y también a rendir cuentas de las acciones que se adelanten por parte de las diversas instituciones que están encargadas de esta prevención, Reconocemos que hemos fallado como Iglesia y que tenemos que asumir los errores del pasado y también adoptar todas las medidas que sean necesarias para prevenir las violencias y los abusos. Código QR guías 'cultura del cuidado' La CEC ha creado el código QR donde están previstos que en la medida en que se vayan aprobando nuevos protocolos, se ofrezcan los anexos que complementen textos de las guías 'cultura del cuidado' en la Iglesia católica colombiana. También podrá encontrar información adicional AQUÍ Qué sigue de los protocolos De las líneas guía: 'cultura del cuidado' ya se han elaborado 3 de los 6 anexos que se proponen. Son ellos: “Precisiones conceptuales sobre la prevención, las violencias y los abusos”; “Institucionalidad para el cuidado” y “ABC de la legislación estatal sobre las violencias y los abusos”. Actualmente el Consejo está trabajando en las 'líneas operativas o buenas prácticas para la cultura del cuidado', este se constituiría como en esas buenas prácticas, en esos protocolos que se tienen que tener en cuenta, por ejemplo, cuando hay actividades en una parroquia con menores de edad, cuando se va a salir a convivencias con niños o jóvenes, es decir cuestiones de carácter práctico que nos han sido solicitadas. Tenemos el ABC de la legislación canónica sobre los delicta graviora (delitos más graves), se está haciendo la última revisión de este documento y finalmente que está incluido ya en ese código el ABC de la legislación estatal sobre la violencia y los abusos. Los señores obispos en el número uno de este documento dicen: “deseamos iluminar de manera unificada el caminar de la Iglesia que peregrina en Colombia con la verdad y la justicia”. Tenemos que ser veraces y tenemos que ser justos en relación con esta temática, reconociendo nuestros errores y negligencias, asumiendo la petición de perdón y de reconciliación, es hora que al interior de la Iglesia sanemos nuestras heridas y generemos entre todos una cultura del cuidado, esa es la invitación a pensar hacia el futuro reconociendo los errores del pasado, asumiéndolos en el presente y generando entre todos una cultura del cuidado que nos haga conscientes de la dignidad que tenemos como seres humanos creados e imagen y semejanza del Dios trino. Proyecto ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’ Mons. Luis Manuel Alí, señala: “Somos conscientes que este documento para ser conocido es necesario hacer pedagogía, ir a las regiones, es por eso que tenemos el Proyecto: ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’, que no es otra cosa sino ir a las regiones. Nos hemos propuesto en dos años visitar todo el país y formar las bases de todos los que trabajan en las instituciones católicas con niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables. Es un proyecto que ya inició y cuenta con el apoyo financiero de la Conferencia Episcopal Norteamericana. Se han visitado dos provincias eclesiásticas, es decir dos grupos de diócesis y vicariatos, comenzando por el sur. Las temáticas apuntan a: Programas para la protección de menores de edad; atención a las víctimas y sus familias; prevención de los abusos de poder, de conciencia y sexual; fundamentos jurídicos canónicos y civiles; y comunicación institucional”. Señora Diana María Guzmán, coordinadora del proyecto ofrece detalles del mismo. Primero contar que el proyecto Iglesias Particulares Seguras y Protectoras es un proyecto de la Conferencia Episcopal de Colombia, que tiene como finalidad ayudar a las jurisdicciones eclesiásticas en la implementación de políticas de protección de menores y en la prevención de la violencia sexual contra niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables, y también en la difusión de las líneas guía. La meta es capacitar a más de 2500 personas, para consolidar los equipos diocesanos de protección de menores, equipos de atención a víctimas, equipos que ayuden en la implementación de protocolos de prevención, y a los que son responsables de adelantar los procesos canónicos. La capacitación, está dirigida especialmente a agentes de pastoral, es decir servidores de las curias diocesanas, de parroquias, de colegios, de institutos de vida consagrada, de movimientos laicales, y demás espacios eclesiales. La capacitación también está enfocada en algunas temáticas como son programas para la protección de menores de edad, programas para la atención de víctimas y sus familias, la prevención del abuso de poder, de conciencia y sexual. También fundamentos jurídicos civiles y canónicos, y asimismo en comunicación institucional. El primer taller se realizó en octubre del 2022 en Florencia donde se capacitaron 480 personas provenientes de la Arquidiócesis de Florencia, de las Diócesis de Mocoa-Sibundoy, San Vicente del Caguán y los Vicariatos de Leticia y Puerto Leguizamo-Solano. En noviembre se hizo presencia en Villavicencio, ahí se capacitaron 542 personas pertenecientes a la Arquidiócesis de Villavicencio, a las Diócesis de Granada y San José del Guaviare y los Vicariatos Apostólicos de Puerto Gaitán, Puerto Carreño, Inírida y Mitú. A la fecha 1.022 personas capacitadas de las cuales 33% son presbíteros, seminaristas, religiosos religiosas y miembros de las comisiones de protección de menores. También participaron los obispos de estas jurisdicciones eclesiásticas, la mayor participación fue de los laicos, agentes de pastoral que están al servicio de nuestros niños, de nuestras niñas, adolescentes y jóvenes en los ambientes eclesiales, catequistas, asesores de infancia y adolescencia misionera, responsables de pastoral juvenil, de pastoral vocacional, docentes, servidores que están al cuidado de los adultos en condición de vulnerabilidad, agentes de pastoral familiar, de pastoral social. Este proyecto ‘Iglesias Particulares Seguras y Protectoras’, que cuenta con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, continuará con esta labor de formación y sensibilización a lo largo de estos dos años, para este primer semestre del 2023, se realizarán talleres en las regiones donde están ubicados Bucaramanga, Popayán, Nueva Pamplona y Cartagena. Con este proyecto la Conferencia Episcopal de Colombia está comprometida por trabajar al servicio de un sistema para la cultura del cuidado. Monseñor Luis Manuel Alí, concluyó señalando que “todos estos líderes que estamos acompañando, son nuestra punta de lanza porque son las personas que están precisamente en los pueblos en las veredas en las ciudades acompañando asistiendo a nuestros niñas, niños, adolescentes, jóvenes y personas vulnerables”.

Vie 10 Feb 2023

Con un mensaje al pueblo colombiano, concluye hoy la CXIV Asamblea Plenaria del Episcopado

El Episcopado colombiano, al cierre de su Asamblea Plenaria número ciento catorce, hizo público el resultado del trabajo realizado durante esta semana donde se abordaron varios temas importantes de la vida eclesial y nacional. En cuatro puntos, los prelados que participaron de la Asamblea, dejaron plasmados los temas de estudio que ocupara la agenda de los cinco días de trabajo que concluyó este viernes 10 de febrero. Son ellos: La migración; protección de la Casa Común; caminos para afianzar la paz; y el documento “Líneas guía para la cultura del cuidado”. La migración En este primero, los prelados recodaron que a la Iglesia le sigue interpelando el fenómeno de la migración, razón por la cual se dieron a la tarea de escuchar cuidadosamente a los obispos que acompañan y atienden desde las diócesis este fenómeno migratorio con la población venezolana. Advirtieron además que, a pesar de haberse abierto las fronteras esto no mitiga aún el sufrimiento de quienes migran, a esta problemática señalan, se le agrega el desplazamiento interno que sigue aumentando internamente en Colombia por causa de la violencia. El cuidado de la Casa Común Ante el deterioro del ecosistema y la Casa Común, los obispos advierten que solo una decidida “conversión ecológica”, animada por comunidades eclesiales, podría encaminar hacia una ecología integral, solo así, advierten, se podrá evitar todo abuso explorador de la biodiversidad en Colombia. Caminos para buscar y afianzar la paz Los jerarcas de la Iglesia católica, reafirman su compromiso, desde los principios del Evangelio, de defender el respeto a la dignidad de toda persona desde su concepción hasta su muerte natural, y de sus derechos fundamentales. A este respecto, la Iglesia presentó las orientaciones: “Hacia una pastoral para la reconciliación y la paz en Colombia”, documento construido desde las bases y consultado a varios organismos. En estas, concluyen los obispos que “la paz es posible porque ya hemos logrado avances en este campo. Es necesaria, porque así lo reclama una sociedad cansada de la guerra. Es responsabilidad de todos, porque es un trabajo colectivo que implica reconocer errores del pasado y asumir compromisos en el presente”. “Líneas guía para la cultura del cuidado” Como un nuevo paso del Episcopado colombiano de seguir avanzando en los esfuerzos para hacer de la Iglesia un hogar seguro para niños, niñas, adolescentes, jóvenes y personas vulnerables, se presentó el documento: “Líneas guía para la cultura del cuidado”. En su mensaje final, los obispos reconocen que todo caso de abuso sexual “es un crimen, es un pecado grave, es un delito”, por tanto piden perdón a quienes han sufrido este flagelo por parte de algún miembro de la institución católica. “Seguimos asumiendo con firmeza y responsabilidad la debida atención a las víctimas y sus familias. Mantenemos nuestro compromiso para que en cada caso se haga justicia y se promuevan los protocolos de prevención que hagan de nuestras instituciones ambientes seguros y susciten la promoción de la dignidad humana y el encuentro con Dios”, concluye el mensaje. El comunicado presentado en nombre de los obispos, está firmado por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal; monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal; y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la Conferencia Episcopal. DESCARGAR COMUNICADO AQUÍ TRANSMISIÓN RUEDA DE PRESA

Vie 10 Feb 2023

Cuarto día del Informativo: ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’

Los siguientes fueron algunos de los momentos más destacados de la agenda desarrollada por los obispos, durante su cuarto día cesión en la CXVI Asamblea Plenaria de Episcopado. Ofrecemos otra entrega más del informativo ‘ASÍ VA LA ASAMBLEA’. Estos fueron los principales temas: - Obispos hicieron un análisis de la realidad del país. Con temas como: el narcotráfico, el cultivo ilícito, agendas de construcción de paz, entre otros. - En el marco de esta Asamblea, se entregó y socializó las “Líneas guía para la cultura del cuidado”, documento que busca seguir avanzando en los esfuerzos para hacer de la Iglesia un hogar seguro para niños, niñas, adolescentes, jóvenes y personas vulnerables. - Finalmente, se ofrecen los mensajes y reflexiones que deja a los obispos el desarrollo de los trabajos realizados durante la CXVI Asamblea Plenaria. Conozca el informativo AQUÍ

Vie 10 Feb 2023

La Asamblea de obispos dedicó espacio para hablar de la Amazonía y la Casa Común

Este miércoles 08 de febrero, en el marco de la CXIV Asamblea Plenaria del Episcopado, se dio un diálogo abierto con los medios de comunicación, donde obispos colombianos y peruanos se refirieron a varios temas como: la propuesta de la Iglesia de crear la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), el calentamiento global, la deforestación y la tala indiscriminada de árboles. ¿Creen ustedes que debe haber una política como lo está planteando el Gobierno Nacional, de moderar la acción penal contra los pequeños cultivadores de coca dándoles alternativas reales para que sustituyan ese cultivo ilícito con uno lícito? Al respecto monseñor Joaquín Pinzón apuntó que para nadie es un secreto que uno de los factores que está llevando a la deforestación, es el cultivo ilícito, de manera especial por la siembra de hoja de coca y agregó, que, esto no solo se presenta en Colombia sino en países vecinos, por lo que observó que se hace necesario que los Gobiernos realicen unas nuevas políticas de estado claras. “Creo que nos estamos quedando en grandes discursos, nos estamos quedando en grandes disertaciones, falta esa presencia del Estado, que llegue a los territorios y que establezca los diálogos, y no solo eso, sino que también logren llegar a acuerdos, porque todas estas políticas al quedarse muy en el escritorio, muy en las oficinas, como que no llega a darle una solución a todo lo que está sucediendo allí”, apuntó. Insistió que el Estado debe crear unas políticas donde se generen nuevas alternativas de producción e ingresos, allí donde las comunidades puedan sustituir los cultivos ilícitos que solo les deja destrucción y pobreza. Más allá de leyes se requiere una cultura educativa Por su parte monseñor Omar Mejía, al referirse al tema del narcotráfico y microtráfico, dijo que estos dejan dos rostros tristemente visibles: los que cultivan y los que consumen. Los que cultivan sumidos en la pobreza y en la persecución. Los consumidores agrega “Es muy fácil también atacarlos y violentarnos muchas veces por porque son rostros visibles ¿Pero cómo se va a regular el rostro invisible del narcotráfico y el microtráfico?” En este contexto, observó que siempre será interesante generar nuevas políticas en cuanto a que respondan a nuevas necesidades. “Porque más allá de leyes, que seguramente son necesarias, necesitamos también una cultura educativa. Hay que llegarles con educación a los campesinos, hay que llegarles con las alternativas sociales, no solamente con una acción militar y es lo que reclaman todas estas culturas”. Falta de reformas agrícolas Durante su intervención, monseñor David Martínez de Aguirre, obispo de Puerto Maldonado – Perú y vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, dijo desconocer la situación propia de Colombia a este respecto, pero expuso que en muchas zonas de su país también se genera esta problemática, hecho que ha permitido que el campesino por falta de garantías abandone sus cultivos agrícolas para dedicarse a sembrar la hoja de coca, siendo esto último más rentable para la supervivencia de las familias. “Son poblaciones en Perú que proceden de gente pobre, donde no hay unas verdaderas alternativas para la agricultura, y donde la gente va buscando un medio de vida ante la falta de alternativas, por eso acaban buscando aquel producto que le genere una cierta rentabilidad”. Frente a esta realidad, dijo el obispo se requiere “precisar ciertamente políticas del Estado que acompañen a todas estas grandes masas poblacionales que no encuentran unas reformas agrícolas, que no encuentran la forma de poder vivir del campo de manera sana digna”. TALA INDISCRIMINADA DE ÁRBOLES E INCENDIOS FORESTALES Monseñor David Martínez de Aguirre, señaló que los índices de deforestación son tan altos que ya los científicos afirman que están llegando a un punto de no retorno, es decir de un mal irreversible para el ecosistema, afectando de manera considerable el ciclo del agua en la Amazonía. Explicó que los pueblos originarios son sociedades del bosque, son sociedades que dependen del bosque, por tanto son los principales afectados y sienten el dolor del daño al ecosistema. Por otra parte, dijo que los “citadinos que están acostumbrados a tener unos metros cuadrados de terreno para vivir, no concibe que una sociedad necesite grandes extensiones de territorio para que se produzca la vida”. Afirmó que en el bosque amazónico, algunos incendios son naturales, pero otros son provocados para ganar espacios para la agricultura y para las grandes explotaciones agrícolas. “Una tierra es rica en tanto se le conserva la capa de humus que la propia vegetación genera, y cuando arrasamos con esa vegetación desertificamos la selva”. Al respecto monseñor Omar Mejía, aseguró que la mayoría de veces estas talas indiscriminadas se dan por objetos meramente económicos, a lo que asintió que es urgente gestar un plan para educar y en el caso de la Iglesia Evangelizar en la protección del ecosistema. “Entonces aquí es urgente que sigamos en un proceso educativo y desde luego, nosotros como Iglesia esa es una opción, pero no es de ahora, ya lo dije desde 1988 venimos en ese proceso, pero también empezar a educar a formar para que precisamente no haya esta tala indiscriminada, porque decir tala indiscriminada ya es una acción poco racional”. ¿Cómo articular el trabajo que hacen los Gobiernos en otros países? Monseñor Joaquín Pinzón, dijo que la propuesta de la Iglesia Católica de crear la Conferencia Eclesial para la Amazonía (CEAMA), es una invitación a superar fronteras de países por territorios y sentirse más bien viviendo en la Amazonía como una sola, superando ideologías y poniendo por encima el cuidado de la vida que trae consigo la Amazonía. “Pienso y creo que la CEAMA es como una semillita que la Iglesia ofrece y que está proponiendo también a los Estados, pongámonos de acuerdo creando políticas que nos permitan vivir en este territorio, compartir el territorio y al mismo tiempo cuidar del territorio (…) Solos no podemos, si en uno de los países se cuida el ecosistema y en el otro no, pues el daño sigue creciendo”, puntualizó. Presentación de la CEAMA a la Iglesia colombiana El cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo en Perú y presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), centró su intervención en el llamado que el papa Francisco hace en la encíclica social Laudato si, numerales 37 y 38, de cuidar uno de los pulmones del mundo, el cuidado de la vida y del territorio, y ahí expresamente habla de la Amazonía y de la Cuenca fluvial del Congo y otros acuíferos. Recordó como la Iglesia dentro de su misión de más de 500 años ha estado presente en todos los rincones de la Amazonía y ahora de una manera más directa con la creación de CEAMA, hecho que ha permitido que la Iglesia se sienta más comprometida con los pueblos originarios y con el cuidado de la región Amazónica. “La Conferencia significa un espacio no solamente de diálogo estable y permanente, es una Conferencia Eclesial. No quiere decir que solo participan obispos, sino también sacerdotes, religiosas, laicos y laicas del territorio, con voz y voto. Esto es una novedad, la primera Conferencia Eclesial en la historia de la Iglesia para poder servir mejor a Dios, a nuestros hermanos que viven en la Amazonía y también a todo el territorio que Dios nos ha dado y el mandato de cuidar”. Advirtió que si bien la CEAMA cuenta con la aprobación Pontificia donde se le reconoce como organismo jurídico, eclesial y público, también requiere del reconocimiento legal de 8 países: Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y también el territorio de ultramar de Guyana francesa. Explicó además que, Colombia por su importancia, fue el primer país donde vinieron a presentar la CEAMA, proyecto que fue expuesto a los obispos presentes en la CXVI Asamblea Plenaria del Episcopado. Qué es la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA. Monseñor David Martínez de Aguirre, vicepresidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, describió que esta organización nace del trabajo que instituciones como la CLAR, Caritas y otras entidades estaban realizando en la Amazonía y que luego vieron la necesidad de formarse y trabajar como red. En el año 2014 hay una visita del papa Francisco a la Amazonía de Perú en Puerto Maldonado, con un encuentro de los pueblos indígenas peruanos. Allí el papa Francisco anuncia el Sínodo para la Amazonía, que se realizó en octubre del 2019. De este Sínodo surgió la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Querida Amazonía”, presentando sus cuatro sueños, social, cultural, ecológico, eclesial y que luego animó al surgimiento de la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA. Esta nació oficialmente el 29 de junio del 2020 como organismo eclesial, permanente, representativo y de carácter institucional para la Región Amazónica. Al año siguiente, el 9 de octubre del 2021 fue erigida canónicamente por el Papa Francisco como entidad jurídica, pública y eclesiástica. Recientemente el 3 de octubre del 2022, ha sido cuando el papa Francisco creó la personería jurídica de la Conferencia Eclesial de la Amazonía.

Jue 9 Feb 2023

Cinco claves para comprender qué es la Asamblea Plenaria de los obispos

Esta semana, en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en Bogotá, los obispos del país se encuentran reunidos en Asamblea Plenaria. ¿Qué es una Asamblea Plenaria? ¿Cada cuánto se realiza? ¿Cuál es su alcance?. 1. ¿Qué es la Asamblea Plenaria de los obispos? La Asamblea Plenaria es el órgano supremo que rige a la Conferencia Episcopal de Colombia. Su naturaleza y funciones se asemeja, guardadas las proporciones, a órganos consultivos, deliberativos y de decisión, como lo puede ser un consejo superior en una universidad. 2. ¿Quiénes hacen parte de la Asamblea Plenaria? Todos los miembros de la CEC hacen parte de la Asamblea Plenaria, es decir, los arzobispos y obispos diocesanos, el obispo castrense, los arzobispos y obispos coadjuntores, los vicarios apostólicos, los obispos auxiliares, los administradores apostólicos y los administradores diocesanos, así como los arzobispos y obispos titulares y eméritos que cumplen una función específica en el ámbito nacional. También son invitados, con carácter consultivo, los obispos eméritos (o jubilados), el Nuncio Apostólico en Colombia, los miembros del Secretariado Permanente de Episcopado Colombiano, la Junta directiva de la Conferencia de Religiosos de Colombia, y algunos laicos o expertos, cuando se requiere. 3. ¿Con qué frecuencia se reúne? La Asamblea Plenaria celebra dos reuniones ordinarias anuales —generalmente en los meses de febrero y julio—, si bien pueden convocarse reuniones extraordinarias cuando así lo decida la Comisión Permanente del episcopado. La actual es la 114.ª Asamblea Plenaria. 4. ¿Cuáles son sus funciones? Entre las atribuciones de la Asamblea Plenaria se encuentran: elegir a las directivas de la Conferencia Episcopal; aprobar y publicar declaraciones doctrinales, cartas pastorales y documentos de carácter colectivo; examinar y aprobar solicitudes para la creación o modificación de diócesis o provincias eclesiásticas, las cuales deberán presentarse al organismo competente de la Santa Sede; constituir comisiones, consejos, comités o juntas episcopales, definiendo su campo de acción y sus funciones; estudiar y aprobar los informes de las comisiones permanentes, de las comisiones episcopales y de la secretaría general; aprobar los estados financieros y el presupuesto anual de la CEC. También durante las Asambleas Plenarias los obispos analizan algunas situaciones de la realidad nacional, de cara a su misión pastoral. 5. ¿Quién convoca la Asamblea Plenaria? Es convocada y presidida por el Presidente de la CEC. Actualmente, esta responsabilidad es ejercida por el arzobispo de Bogotá, Mons. Luis José Rueda Aparicio. Nota: estas informaciones corresponden con lo establecido en los Estatutos de la Conferencia Episcopal de Colombia. Por: Óscar Elizalde Prada Director del Centro para la Comunicación del Celam y Consultor del Dicasterio para la Comunicación Especial para El Tiempo

Mié 8 Feb 2023

CEC presenta su informativo ‘Así va la Asamblea’

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) presenta el informativo ‘Así va la Asamblea’, con los principales acontecimientos del inicio del encuentro de los obispos colombianos, reunidos en Bogotá para celebrar la CXVI Asamblea Plenaria, que se extenderá hasta el viernes 10 de febrero. Monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal, nos amplia detalles del tema central de la Asamblea, que corresponde a la espiritualidad de la sinodalidad, reflexión guiada desde el documento del Concilio Vaticano y a la luz de la Palabra Bíblica. Tendremos además, a la hermana Gloria Liliana Franco Echeverri, presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR), quien intervino en la plenaria haciendo una iluminación bíblica sobre la comunión y la participación. La religiosa recordó que la misión de un pastor está en ayudar a abrir las puertas, a ensanchar la casa de la Iglesia, para que haya lugar para todos y así se generen dinámicas de escucha, diálogo y construcción colectiva que lleven a un verdadero engranaje eclesial. La agenda del segundo día estuvo enmarcada por un trabajo aleatorio de grupos, donde se dialogó sobre la dimensión sinodal de otros organismos de comunión y participación tanto a nivel local, nacional y/o continental. Reflexiones enmarcadas en temas como: las comunicaciones, estructuras eclesiales, movilidad humana – migración y trata de personas, ecumenismo y diálogo interreligioso, educación, diálogo social, niños, jóvenes y familia, la Amazonía – etnias y la REPAM Estas y otras noticias las podrán encontrar en el informativo ‘Así va la Asamblea’.

Mié 8 Feb 2023

Hna. Liliana Franco a obispos colombianos: “Por favor, no claudiquen, sean”

"Que los afanes desmedidos por hacer, por gestionar, por administrar, no obnubilen el ser"» fue una de las invitaciones de la hermana Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) a los obispos colombianos, reunidos en la CXIV Asamblea Plenaria del episcopado prevista del 6 al 10 de febrero en Bogotá. Tomando como punto de referencia la carta a los Romanos en su capítulo 12, la religiosa habló desde su condición de mujer y hermana, ponderando la necesidad de ser por encima del hacer, como una de las bases para lograr el ideal de constituirse en "una Iglesia que escucha, discierne y decide, guiada por el Espíritu Santo para ser signo de la esperanza". Una decisión en la que se permite que la Palabra de Dios resuene en el alma y el pensamiento. “Por favor, no claudiquen, Sean. Necesitamos que Sean para que, a su encuentro, el Pueblo de Dios con el que hacen camino, también pueda Ser”, dijo a los más de 80 obispos que representan las 76 jurisdicciones eclesiásticas de Colombia. Abordando el contenido del pasaje evangélico, la religiosa destacó su contenido teológico y espiritual, así como su influencia a lo largo de la historia de la Iglesia, mencionando casos como el de San Agustín que alcanzó la conversión después de leerla y la posterior elaboración de las bases de sus conceptos teológicos y morales. El texto hace explícita la propuesta de Pablo a vivir una existencia guiada por el Espíritu, lo que bien puede traducirse en una serie de invitaciones que se adaptan al contexto de la Iglesia colombiana, una invitación a ser. "Los necesitamos en actitud de discípulos que escuchan a su Dios, de hermanos que caminan con su pueblo, de testigos que anuncian la Buena Noticia que los habita", declaró. Ser el Espíritu Sin desconocer que "al ritmo del Espíritu, se configura el rostro de la Iglesia y el tejido relacional que hace posible la comunión"la religiosa advirtió que, a su ritmo, Dios se abre paso por la historia y en Colombia los gritos de la realidad retumban con fuerza. Paralelo a ello recordó que la Iglesia se construye en el claro-oscuro de lo humano, la confrontación permanente entre la fragilidad y la gracia, el llamado a la revisión, el examen de conciencia. "La constatación más cierta es que caminar supone conversión; la inmersión en los distintos contextos y culturas exige renovación, adecuación de formas, estructuras y estilos; caminar es lo típicamente cristiano", insistió. Por ello, los invitó a ser esos “hermanos con los cuales es posible caminar, los sencillos servidores que con bondad acompañan a su pueblo, los que trabajan por la paz y se disponen en todo tiempo a dar la vida”. En esta línea, advirtió que el Espíritu es el que concede el don de la conversión, esto supone discernimiento, atención a la realidad y capacidad para escuchar el clamor de Dios en los gritos de la historia. Aquí se debe comprender que el Espíritu no tolera la uniformidad , más bien se complace en la diversidad. “Sean los guardianes de la comunión; aléjense de toda ideología que endurezca el corazón, de toda doctrina que los encierre y enceguezca para lo común. Hagan del Evangelio su más profunda convicción y vivan para el Reino”, precisó. La pluralidad de las vocaciones es obra del Espíritu que hace en todos y en todo; lo que ella denomina el milagro de la diversidad. Partiendo de esta base conceptual la religiosa aseguró que tanto la Iglesia como la sociedad colombiana necesita Pastores-Hermanos que hagan y tengan suficiente experiencia del Espíritu. Sean uno Partiendo de reconocer la gran cantidad de partes del cuerpo humano que coexisten con funciones diferentes, la consagrada recordó que lo mismo sucede en la Iglesia, "la unidad es un atributo que configura la identidad, que conserva la esencia, asegura la armonía y favorece la dura prueba del tiempo". Donde hay unidad se constata sintonía, comunión en los valores y en los criterios. El objetivo es que la unidad, no excluya la diferencia, sino que, justamente, apele a la diversidad, tras la experiencia del encuentro, la comunicación y el vínculo. Para la Hna. Liliana Franco esto implica relacionarse y vivir el cara a cara de la gratuidad, es un ejercicio constante de reconciliación y perdón que facilita el desacomodarse, aprender de los demás, exigiéndonos la superación de la soberbia, la lucha por el poder y otorgando a la flexibilidad, su carácter de fruto de la acción del Espíritu. En la vocación "no hay modos únicos, ni estilos homogéneos, para vivir la vocación común, es imprescindible entender que existen modos distintos y sin duda complementarios”. Sean en la Trinidad De esta forma indicó que la Iglesia colombiana está hoy, más que nunca avocada a un nuevo modo relacional más contextualizado, capaz de encarnarse en la realidad, dispuesta a escuchar y hacer resonancia de distintas voces generando el diálogo, aspecto necesario para hallar la relación entre fe-justicia, fe-cultura, fe-ciencia y tecnología. “Cuanto bien nos hará como Pueblo de Dios que peregrina en esta tierra colombiana, purificar las imágenes de Dios que nos vienen dictadas por las inseguridades y los miedos”, porque según lamentó, buena parte de nuestra oración carece de alma y de cuerpo, no tiene sangre y verdad, no tiene barro y espíritu. “En el fondo, mantenemos una imagen de Dios que nos exige sacrificios, cuando lo que quiere el Dios de Jesucristo es una vida justa y plena”. Sean en medio del pueblo, guardianes de la comunión Finalmente, la religiosa cerró su reflexión argumentando que tanto la misión del Pueblo de Dios como la tarea evangelizadora de la Iglesia alcanza su plenitud cuando es asumida desde la perspectiva de la comunión, cuando resolvemos que lo mejor es anclarse en la experiencia del Espíritu que crea la hermandad y nos reviste de dones plurales y complementarios. “La comunión sigue siendo la evidencia de una eclesiología renovada, en la que no cabe la homogenización, ni las actitudes camaleónicas que hacen perder la esencia y limitan para vivir en verdad,” concluyó. Fuente: Of. comunicaciones CELAM

Mar 7 Feb 2023

Iglesia se pronuncia sobre el proyecto de reforma a la salud

Durante la segunda jornada de la CXIV Asamblea Plenaria del Episcopado, obispos del país se pronunciaron sobre el tema de la reforma a la salud, pidiendo se construya un diálogo nacional alrededor del proyecto y su discusión se dé con los diferentes sectores. Abrir un camino al debate y al diálogo Monseñor Germán Medina Acosta, obispo auxiliar de Bogotá, resaltó la importancia de la participación ciudadana en la discusión de esta reforma, "que las propuestas que tiene el proyecto se den a conocer, que se puedan difundir, debatir, enriquecer y proponer, creo que si logramos eso vamos a ir superando tantos males que nos aquejan en nuestro país". El prelado animó para que la discusión de este proyecto no se polarice y se realice en un ambiente de cordialidad de modo que sirva para unir en torno a un tema tan importante como lo es la salud de los colombianos y agregó: "este país necesita comunión. No podemos seguir polarizando, dividiendo y fracturando más, sino construir puentes. Entonces las reformas que se anuncian tienen que ser factores de unidad y no de división". Es importante la escucha de otros sectores Igualmente, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo de Pasto y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicaciones, se refirió al tema aduciendo que no se puede olvidar que en el centro de todo debe primar el bien de toda persona humana y por tanto siempre debe ser respetada y defendida. “Es importante para ello en clave sinodal escuchar a otros sectores y complementarse (…) Desde esta perspectiva creo que también es una clave importante para este ejercicio de reformas y de buscar una mejor condición de vida para los colombianos”. Respeto de la dignidad humana y responsabilidad del bien común Por su parte el padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento de Doctrina y Ecumenismo de la Conferencia Episcopal, señaló que, al no conocerse aún el borrador del proyecto, no es prudente sacar conclusiones precipitadas. Dijo además que, la Iglesia ve con esperanza que se quiera mirar cualquier reforma, siempre y cuando se mire desde la base de los principios del respeto de la dignidad humana y la responsabilidad del bien común. "Puesto que no se conoce propiamente el proyecto, no podemos llegar a conclusiones precipitadas. Lo único que podemos decir, es que existe la doctrina social de la Iglesia, que tiene ciertos principios en los que esperamos que se base la reforma al sistema de salud, es decir, concentrarnos en la dignidad de la persona y recordar que el bien común es corresponsabilidad de todos".