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Lectio Dominical

Mar 22 Ago 2017

Sólo desde la experiencia de la fe podemos conocer bien a Jesús

Frente a quienes no han descubierto quién es Jesús, Pedro da la respuesta clara y segura sobre la persona y la misión de Jesús, revelando lo íntimo de su ser: el Mesías prometido, el Hijo de Dios. Al participar también nosotros hoy del Sacrificio de la Eucaristía, hacemos, unidos a Pedro, la confesión de fe. Lecturas [icon class='fa fa-play' link=''] Primera lectura: Is 22,19-23 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Sal 138(137),1-2a.2bc-3.6+8bc (R. 80[79],18)[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: Rm 11,33-36 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Mt 16,13-20[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra escuchada nos permite centrar la mirada en el diálogo de Jesús con sus discípulos. Plantea un interrogante fundamental: ¿Quién es Él para la gente? y ¿Quién es Él para aquellos que lo han seguido durante algunos años? Casi todo el mundo pensaba que Jesús era un profeta, pero Pedro va más allá y lo reconoce como el Mesías, Hijo de Dios vivo. El profeta Isaías ofrece un oráculo contra Jerusalén (c. 22), dentro del cual el Señor reprende a Sobná, mayordomo del palacio (vv. 15 – 18), al mismo tiempo que anuncia su destitución y el llamado de un siervo fiel, llamado Eliacín (vv. 19 – 25). Centremos nuestra atención en la expresión “la llave de la casa de David” (v. 22), ya que es similar a lo que dice Jesús a Pedro en el Evangelio: en esta frase se afirma simbólicamente la autoridad sobre todo lo que había en el palacio real. La misión de Eliacín como nuevo mayordomo ha de entenderse como el más alto cargo que existía después del monarca; este personaje, al “tener las llaves del palacio”, tendrá la potestad de permitir que el reino fuese para el pueblo lo que verdaderamente debía ser: un referente para encontrar a Dios y hacer su voluntad, aun cuando los enemigos estuviesen asediando el país. Al inicio del capítulo 16 de San Mateo aparece nuevamente la hostilidad de las autoridades judías hacia Jesús y se acentuará especialmente durante la última semana del Salvador en Jerusalén. El Maestro va preparando su camino hacia la Cruz y va dejando a sus discípulos el “testamento espiritual” indicándoles qué han de hacer para prolongar su presencia en la historia. El texto que nos ofrece la liturgia de hoy plantea un interrogante fundamental: ¿Quién es Él para la gente y quién es Él para aquellos que lo han seguido durante algunos años? Casi todo el mundo pensaba que Jesús era un profeta (v. 14), pero Simón va más allá y lo reconoce como el Mesías, Hijo de Dios vivo, como el salvador esperado, concepción a la que llega gracias a una revelación divina (v. 17): el Padre le había concedido la gracia de ver a su Hijo como quien realmente era; faltaba, sin embargo, mirar si el Apóstol estaba dispuesto a configurar su vida con Él, si estaba dispuesto a aceptar su propuesta. 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? Sólo desde la experiencia de la fe podemos conocer bien a Jesús. La vida de Jesús transcurrió con normalidad sus primeros años. Luego, como narran los Evangelios, inicia su predicación en toda Galilea, su fama se difunde a través de sus predicaciones y milagros; unos lo reciben bien, otros lo rechazan. Los discípulos fueron privilegiados en la cercanía con Jesús y fueron comprobando cómo su Maestro era alguien fuera de lo común. Pero es gracias a la revelación del Padre hacia Pedro que pueden llegar a la confesión plena: “Eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Pedro fiel a la inspiración divina confiesa su fe; el Maestro responde destacando su misión, que es a su vez la misión de la Iglesia: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Ahora será clara la misión después de conocer la identidad del Maestro: anunciar a todo el mundo que Jesucristo es el Señor, Dios y hombre verdadero. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] ¿Qué me sugiere la Palabra que debo decir a la comunidad en su realidad concreta? Las palabras de Cristo a Pedro le dan un poder divino, inquebrantable para sustentar a la Iglesia. Dos mil años después, pasando por grandes tormentas, la Iglesia continúa en pie y, pase lo que pase, permanecerá firme hasta el final. Animada por el testimonio de los profetas, los mártires, las vírgenes, los confesores y todos los bautizados, llevará el mensaje de la salvación a todos los hombres en el mundo entero. Llama la atención la absoluta confianza que deposita Jesús en Simón y de ello darán cuenta los vv. 18 y 19: En primer lugar, su nombre es complementado con la alusión a la firmeza de la roca, firmeza que le vendrá, tal como en el caso de su confesión, por gracia divina: Pedro, como veremos el próximo domingo, era profundamente débil, pero precisamente aquí se evidencia que el valor y la fuerza le serán dados. La Iglesia, fundada sobre esta roca, será capaz de tapar las puertas del reino de los muertos y de las sombras y en eso consistirá precisamente su misión: mostrar que Dios reina derrotando las fuerzas del mal; es aquí donde se inscribe la frase alusiva a las llaves de dicho Reino en cuanto posibilidad de abrir sus puertas a los hombres y mostrar así que Dios gobierna amando. Finalmente, la mención al “atar – desatar” revela aquella costumbre de los rabinos consistente en “prohibir – permitir”: Pedro se transforma así en el responsable de enseñar qué está de acuerdo con el Reino y qué se aleja de este proyecto de Jesús, tanto a nivel doctrinal como disciplinario. Estando próximo el viaje de Jesús a Jerusalén para vivir su Pascua, quiere saber si los discípulos tienen conciencia de entender a quién están siguiendo y, a pesar de que en los capítulos siguientes tendrá que purificar su terquedad, asegura en la persona de Pedro a todos ellos su profunda confianza: efectivamente Él será capaz de fundar su Iglesia sobre roca firme, de modo que cumpla la misión de hacer actual y vivo el Reino de los Cielos en la medida en que rechaza las fuerzas del Hades y permite que los hombres, descubriendo la soberanía de Dios (llaves), aprendan cómo responder con fidelidad en cada momento de la vida (atar – desatar). [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? La celebración litúrgica de este domingo afirma la actitud que debemos tener hoy los católicos, como lo insiste la confesión de fe de Pedro y el texto de Pablo en la Carta a los Romanos. Ante Dios, una postura de humildad, reconociendo su grandeza y omnipotencia: “¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! Porque de Él, por Él y para Él existe todo”. Ante los hombres, haciendo la profesión de fe de Jesús como verdaderos discípulos y testigos, sin temor a las persecuciones. Quizá sea también la oportunidad para hacer un examen de conciencia: ¿Quién es Jesús para mí? ¿Cómo lo confieso ante los demás? Como lo enseñan hoy Pedro y Pablo, ¿estoy dispuesto a dar respuesta firme ante el mundo o prefiero huir ante los cuestionamientos y persecuciones? ¿Busco un Salvador de acuerdo a mis aspiraciones y deseos, sin escuchar la llamada del Señor a llevar la cruz cada día? Finalmente, animados por la Palabra, es necesario afirmar la unidad de la Iglesia en el amor y respeto al Santo Padre, quien como Pedro es la Roca sobre la que se edifica la Iglesia. Una antigua fórmula resume la doctrina acerca del Romano Pontífice: “Donde está Pedro, allí está la Iglesia, allí encontramos a Dios” (San Ambrosio, Comentario al Salmo XII). Como Vicario de Cristo lleva la alegría del Evangelio al mundo entero, en el mensaje de justicia, amor y paz. [icon class='fa fa-play' link=''] Recomendaciones prácticas[/icon] En ferviente oración seguiremos preparando a la visita del Santo Padre a Colombia, quien nos anima a confesar la fe en Jesucristo. Resaltar el significado y misión que en la Iglesia tiene el Santo Padre como Vicario de Cristo en la tierra y sucesor del apóstol Pedro. Reflexionar en la misión hoy de la Iglesia que edificada sobre Cristo, anuncia la salvación (atar y desatar). Profundizar en nuestra vida de bautizados y en la llamada a confesar la fe: como a Pedro, también el Señor nos concede gracias maravillosas. Tener presente que: El 29 de agosto, con motivo del martirio de san Juan Bautista, es la Jornada Nacional de Oración por los Cristianos Perseguidos. El sábado 2 de septiembre, con motivo de la ya cercana visita del Papa Francisco, se programa para toda Colombia una vigilia de oración, que se puede realizar según el material que ofrece el Comité para la visita del Papa Francisco. Participar de la jornada nacional de celebración penitencial del 1° al 5 de septiembre, motivando su realización en cada parroquia según conveniencias. El domingo 03 septiembre, se da inicio a la semana por la paz en Colombia.

Vie 18 Ago 2017

Orar por la paz es cuidar la creación y confiar en Dios

Esta semana la aplicación Oro por la Paz te ofrece una experiencia muy valiosa de cuidado de la creación, además te invita a confiar siempre en el Señor. La organización molécula verde es un grupo conformado por jóvenes del municipio de Rivera (Huila), dedicada a la protección y conservación del medio ambiente, en este capítulo veremos tres historias de jóvenes que dedican su tiempo al cuidado de la naturaleza. Descarga la aplicación Oro por la Paz Por su lado, en el Encuentro con el Resucitado, el padre Jorge Bustamante nos recuerda queLa oración de una mamá un e. Esa oración alcanza la paz para el propio corazón y para la situación y realidad de los hijos. Finalmente te invita esta semana a entregar todas tus preocupaciones al Señor y dedicar unos minutos a la oración de el Alma de Cristo.

Mié 16 Ago 2017

Rompamos las fronteras en el corazón

El mensaje bíblico de este domingo es el de una mirada universal para fortalecer nuestra apertura a los otros, a los de las fronteras, a las gentes diferentes de todo tiempo y lugar, a ejemplo de Jesús. Lecturas [icon class='fa fa-play' link=''] Primera lectura: Is 56,1.6-7 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Salmo: Sal 67(66),2-3.5.6+8 (R. cf. 4)[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: Rm 11,13-15.29-32[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Mt 15,21-28[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Los textos bíblicos nos presentan el mensaje de la universalidad de su actuar. Cada texto muestra cómo la presencia y la acción de Dios es universal y cómo la misión del Señor Jesús es inclusiva y de vivencia e intercambio de fe y de misericordia. El profeta Isaías presenta la principal razón para comprender la universalidad del culto y de la salvación: "porque mi casa será llamada casa de oración". Luego el Salmo invita a toda la tierra y a todos los pueblos a unirse para aclamar al Señor: "Que te alaben, oh Dios, todos los pueblos de la tierra”. San Pablo, de otra parte, salta a la otra orilla, la de los cristianos convertidos del paganismo, para hacerles comprender que, si bien, el pueblo judío rechazó al Salvador, de ningún modo Dios los ha excluido para siempre. La promesa de Dios permanece irrevocable. La misericordia de Dios hará que, un día, también el pueblo elegido se convierta: “Dios nos encerró a todos en la desobediencia para tener misericordia de todos”. Por su parte, el Evangelio nos recuerda tres realidades: la primera, (v. 21): que entre los Cananeos y los Judíos ha existido enemistad y conflictos. Que los habitantes de Tiro y Sidón, a donde Jesús sube, viven en una región cercana, pero tradicionalmente considerada 'pagana'; y como la mujer cananea viene de este territorio, es una extranjera e infiel. Una ‘pagana’ que reconoce a Jesús, lo identifica como Hijo de David, y que le suplica cure a su hija endemoniada. Salta a la vista el sentido teológico del pasaje, más que sus detalles de hecho histórico, en el intercambio entre la mujer siro fenicia y Jesús, manifiesta la misión universal inclusiva del Señor Jesús. La segunda, (vv. 23-24): que los discípulos intervienen y piden a Jesús que obre. Es una actitud sarcástica, ya que el fastidio por los gritos de la mujer pagana, es utilizado por los varones, discípulos, para quitar de en medio a una mujer, la que va gritando su desdicha. Y la actitud de Jesús, quien, en un primer momento, la ignora ni la mira ni le dirige la palabra. Pero luego la atiende y de forma austera le dice: "No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel." Así se pone en boca del Señor Jesús un hecho de la Iglesia primitiva: los partidarios de cierta exclusividad 'judía' en la misión, eran influyentes, de por sí. Aquí las palabras de Jesús se cargan de significado teológico para poner en claro quiénes son los que están más allá, los de frontera, las ovejas perdidas, y a dónde dirige su ministerio; y por eso en el hecho se descubre que es contrario al ministerio de Jesús, quien mantuvo contacto frecuente con los galileos, con los gentiles, con los judíos y los paganos. La tercera, (vv.25-28): que la mujer insiste, se postra ante Jesús y replica, pidiendo su socorro; y los discípulos desaparecen de la escena. Mientras que las palabras de Jesús, le dejan ver que está fuera de lo que le corresponde al pueblo escogido y para lo que es destinado. Ante lo que la mujer expone su sabio argumento: aún los perritos comen de las migajas que caen de la mesa. Insistencia sabia y persistente, que toca Jesús en su fuero íntimo de vida y misión y lo empuja a dar el paso y a elogiar la fe de la mujer, ahora sí reconocida, valorada, y atendida en lo que pide. De este modo, la fe de la mujer, en Jesús, y la compasión, de Jesús, por su hija, desencadena la misericordia y la sanación, la respuesta que prefigura la inclusión de los gentiles en la misión y obra salvadora de Jesús. Y junto a la universalidad e inclusión de la misión de Jesús, conviene puntualizar las pruebas que soporta la mujer cananea: indiferencia de Jesús, v.23; rechazo de Jesús, con dureza (v.24); constancia ante las duras palabras de Jesús que la compara con los perritos, ante lo que suplica y replica, con insistencia, un paradigma y ejemplo de fe (v.v25, 26, 27). 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? La Sagrada Escritura nos dice que Dios cumplió en Jesús, su designio, de forma sencilla y maravillosa. Jesús, el enviado, desarrolló la mayor parte de su vida pública en la tierra prometida por Dios a su pueblo: “Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel”. Pero ahora pasa a tierra de gentiles, de extranjeros, y precisamente es una mujer pagana la que se acerca y le pide que cure a su hijita. Es una pagana, que con su fe inquebrantable y su gran humildad, obliga a Jesús a atender la curación pedida y a quedar admirado y elogiar la fe de aquella mujer. De nuestra parte preguntémonos por el lugar de los “paganos”, los “gentiles”, los “infieles” o de los “otros,”, en nuestra vida y misión. Vemos cómo el Señor Jesús vino a redimir a toda la humanidad, al pueblo judío, a los paganos y a las personas de todos los tiempos y lugares. Es claro que comenzó sirviéndose del pueblo escogido, el de su heredad. Dios por boca del profeta Isaías lo había prometido: que a los extranjeros cumplidores de la ley los traería a su monte santo, los alegraría y aceptaría sus ofrendas. Es lo que el pueblo de Dios proclama: “Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben”. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] ¿Qué me sugiere la Palabra que debo decir a la comunidad en su realidad concreta? Toda comunidad quiere y busca la unidad. Sin embargo, surgen personas, grupos, sectas y movimientos que promueven la discriminación por intereses egoístas o motivos étnicos, religiosos, nacionalistas, políticos, morales, económicos, territoriales y demás. Y los cuestionamientos se multiplican: ¿Quiénes están adentro? ¿Quiénes quedan afuera? O desde el punto de vista teológico ¿qué es lo endemoniado y lo extranjero? Y desde lo cultural-religioso ¿qué es lo puro y lo impuro (vv. 10-20)? Y, los prejuicios y los criterios tradicionales ¿quiénes pertenecen y quienes han sido excluidos (de la promesa, de la gracia, de la bendición o de la salvación)? En la Iglesia primitiva todo esto fue un tema de gran controversia, Jesús judío desarrolla su ministerio en las fronteras de Israel y, luego, va más allá y cura a personas paganas o extranjeras. Podemos decir que lo mismo sucede muchas veces con nuestras iglesias en la actualidad, en cuanto que existen criterios, así sean diferentes, para discriminar, diferenciar a quienes están dentro, de quienes están fuera. Siempre que erigimos criterios de pureza y de pertenencia, estamos discriminando y practicando la exclusión y juzgando de impuros o excluidos a los demás. Así nos convertimos en la medida del resto de la humanidad, como si fuéramos seres perfectos que están más allá del bien y del mal; y así nos estamos haciendo dueños del querer y señorío de Jesucristo; Mientras que la pedagogía del mensaje evangélico sobre el Reino, deja de lado todo tipo de exclusivismos y abre las puertas a todos. Nuevamente, Dios acoge a todos, no excluye. La persona está en primer lugar por sobre normas y tradiciones. Y la persona de fe auténtica, todo lo puede. Es nuestra mejor ayuda para quitar barreras y angustias. La confianza frente a las necesidades o pruebas, de cada día, se convierte en un acto de perseverancia en la fe y desata la ayuda de Dios. En el momento que discriminemos, dejamos de ser Iglesia convocada por Cristo, y nos convertimos en secta o separatistas. Nada justifica ni nuestra historia ni nuestra etnicidad, nuestras normas morales o hasta nuestra propia teología pueden jugar el rol de criterio válido de 'pureza' que nos coloque en una situación de privilegio aparente. Frente a todas las dificultades –como las de la mujer cananea– sólo nuestra oración con fe firme y confiada, y con actitud sincera, humilde y perseverante, motiva la atención de Dios y toca su corazón que se conduele y escucha nuestras plegarias. Es necesario que reconozcamos que Dios sigue siempre dispuesto a ayudarnos y que nos mira con ojos de misericordia, a pesar de nuestras miserias, nuestras infidelidades y nuestras realidades con las que solemos apartarnos de Él. Como a sus discípulos el Señor, Jesús nos llama a cultivar la fe y la humildad, la sencillez y la esperanza, para oír como la mujer: ¡”qué grande es tu fe; hágase contigo como quieres!” Y desde aquella hora obtendremos también la bendición que necesitamos. Si sabemos confiar en la voluntad de Dios y pasar las pruebas, convencidos que Él nos escucha y puede darnos misericordiosamente la respuesta, nos dirá: “Hágase contigo como quieres”. El compromiso que estamos llamados a asumir como Iglesia es: Dejémonos reconciliar por Dios (2Cor. 5,20). Promovamos la solidaridad, la unidad y el encuentro como Iglesia y como colombianos; vivamos el Perdón, la Reconciliación y la Paz, más allá de las víctimas de la violencia y los victimarios, del etnocentrismo y la discriminación racial hacia los afroamericanos y los indígenas, de la brecha divisoria entre muy pocos ricos y muchos pobres, entre jefes y políticos corruptos y el pueblo sufriente, entre grupos excluyentes y los líderes luchadores por un mañana mejor. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? La celebración eucarística del domingo, vivida en un ambiente comunitario, incluso con los que no se conocen, es la mejor realización del universalismo en el bien actuar que hoy nos inculca la Iglesia. Son muchos los símbolos, ritos, mensajes y oraciones que nos invitan a esta apertura al otro, sin discriminación. El celebrante saluda, deseando la bendición de Dios para todos sin distinción. Enseguida, todos nos declaramos pecadores y todos pedimos el perdón. La oración colecta expresa el deseo, de todos, que Dios “infunda su amor en nuestros corazones”. El encuentro con el Señor Jesucristo nos anima a la apertura, al diálogo y al encuentro con Él y con los otros. A dejar que Él llene nuestro espíritu de su presencia y nos fortalezca para la misión. Todo en la celebración eucarística nos llama a la unidad y a la reconciliación. El Padrenuestro, unido a los momentos de perdón y paz, expresa nuestra disposición para el encuentro fraterno y para recibir la Santa Comunión. [icon class='fa fa-play' link=''] Recomendaciones prácticas[/icon] Preparar y presentar un relato o episodio de reconciliación o de ayuda a las víctimas. Resaltar el significado del saludo inicial y el momento de la paz eucarística. Escenificar el pasaje de Jesús con la mujer siro fenicia. Elegir cantos apropiados a los textos del día. Para el acto penitencial de la Misa se puede seguir el Formulario 3, eligiendo una invocación para el Tiempo Ordinario, p.p. 344 -345 del Misal. Puede emplearse el Prefacio Dominical VIII: "La Iglesia congregada por la unidad de la Trinidad", p. 390 del Misal, por insistir en congregar de nuevo en la unidad, a los hijos disgregados por la culpa del pecado. Tener presente que: El miércoles 23, es la fiesta de Santa Rosa de Lima, virgen, Patrona de América Latina. El jueves 24, es la fiesta de san Bartolomé, apóstol. El sábado 26, es en Colombia la memoria libre de santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, virgen.

Vie 11 Ago 2017

Orar por la paz es misericordia y pedir por quienes construyen paz

Esta semana en la aplicación Oro por la Paz te presentamos la experiencia de líderes que defienden los derechos humanos y te ofrecemos algunas claves para construir paz. En los dos últimos años Colombia ha registrado un alto índice de amenazas y asesinatos a líderes defensores de derechos humanos. Muchos de ellos han denunciado que defender los derechos humanos en el país se ha convertido en un oficio de alto riesgo, pues muchas de las denuncias que realizan tienen que ver con las acciones que realizan grupos al margen de la ley en contra de las comunidades vulnerables del país. Este tema se podrá ver en el programa gente solidaria en el capítulo: Líderes defensores de derechos humanos. Descarga la aplicación Oro por la Paz Por su parte el padre Jorge Bustamante Mora, en un nuevo Encuentro con el Resucitado nos recuerda que la construcción de la paz es responsabilidad del hombre y la colaboración de Dios. Misericordia y fidelidad se encuentran, por ello es nuestra responsabilidad ser misericordiosos y ser fieles al mensaje del Señor. Esta semana queremos invitarte a que hagamos la oración al Espíritu Santo para pedirle que nos fortalezca e ilumine para ser artesanos de reconciliación y paz.

Mié 9 Ago 2017

En Jesús encontramos el refugio y la paz

Las lecturas de hoy nos permiten escuchar el llamado de Dios, para encontrar en Jesús el refugio y la paz que tanto necesitamos en medio de tantas dificultades y tormentas que experimentamos en nuestra vida diaria. Él está aquí, conoce nuestra agitación y confusión ante los problemas de la vida y está dispuesto a recibir nuestras angustias. Lo único que nos pide es que cerremos los ojos del alma para decirle con calma que creemos en él y en él confiamos. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: 1R 19,9ª. 11-13ª[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo: Sal 85(84),9ab+10.11-12.13-14 (R. 8)[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: Rm 9,1-5[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Mt 14,22-33[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El encuentro con Dios. La primera lectura nos presenta a Elías huyendo de las amenazas de muerte de Jezabel. Y después de ser alimentado con un pan privilegiado y misterioso se pone en camino durante cuarenta días y cuarenta noches hasta llega al Horeb (Sinaí), que es un lugar privilegiado de la revelación de Dios. Se refugia en una cueva para pasar la noche. Luego experimenta una manifestación de Dios, el cual se le revela no en el fuego, ni en el huracán, ni el terremoto sino en el susurro de una brisa suave. A nosotros nos revela que Dios en medio de las dificultades, de las amenazas, de la persecución, de los problemas de la vida siempre se hace presente en forma discreta, suave, ligera para animarnos a seguir adelante, sin vacilaciones, poniendo toda nuestra confianza en Él. “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación”. El salmo es una plegaria comunitaria, a la cual Dios responde anunciado a los suyos la paz, la prosperidad y la bendición. Así que ante la angustia, la agitación y la falta de paz, se nos llama a la confianza y abandono en las manos del Señor. En la carta a los Romanos Pablo repasa todo lo que Israel ha recibido: la gracia de la filiación, la presencia de Dios, la alianza, la Ley dada por Dios en el Sinaí, el culto, las promesas, los patriarcas, y recuerda que Cristo mismo, en su existencia terrenal, histórica, ha nacido del pueblo de Dios. Experimenta sentimientos de dolor por la situación del pueblo de Israel. Desearía ser yo mismo un proscrito, separado de Cristo, si esto fuera útil a sus hermanos, los Israelitas. Qué bueno sería que a nosotros, que formamos parte de la Iglesia, nos conmoviera la situación que viven actualmente nuestros hermanos y estuviéramos dispuestos a dar la vida por la salvación de los alejados, de los indiferentes, de los cristianos de nombre. San Mateo en el evangelio: Después de haber alimentado a la multitud que lo seguía, Jesús manda a sus discípulos que vayan a la otra orilla en la barca, y despide a la gente. Mientras tanto, él se retira a la montaña para orar. Por qué Jesús se retira al monte? Para enseñarnos que el desierto y la soledad son propicios cuando debemos suplicar a Dios. También nosotros deberíamos buscar tanto el tiempo, como un lugar tranquilo para nuestras oraciones. Mientras tanto los discípulos, prácticamente obligados, se encuentran en la barca, azotados por una tempestad violenta, solos y a merced de las olas. Hay una enseñanza para que ellos aprendan a soportar valientemente todo lo que les suceda. A la cuarta vigilia de la noche él se acerca a ellos, caminando sobre el mar. Seguramente quería habituarlos a no buscar inmediatamente ser librados de las dificultades, sino a soportar los acontecimientos con coraje. Cuando parece que están fuera de peligro nuevamente experimentan el terror: Los discípulos, viéndolo caminar sobre el mar, se atemorizaron, pensando que fuera un fantasma; y por el miedo comenzaron a gritar. Junto a la tempestad, la aparición del Señor turba todavía más a los discípulos. Así los induce a ser pacientes y constantes en medio de las pruebas y tribulaciones. Pero Jesús inmediatamente les dirigió la palabra diciendo: “Animo, soy yo; no tengan miedo” Con estas palabras se disipan del todo los temores y les renace la fe. Es posible que nosotros no lo veamos en la oscuridad, pero lo podemos reconocer por la voz. Ahora interviene Pedro: Le respondió: “Si eres tú, mándame ir a ti sobre las aguas”. En esto se manifiesta la fe y el fervor de Pedro. El no solo cree que Jesús es capaz de caminar sobre el agua, sino que también puede hacer caminar a otros. Por eso desea acercarse inmediatamente a él. Y él respondió: “Ven”. Y Pedro, bajando de la barca, se puso a caminar sobre las aguas y llegó junto a Jesús. Pero, viendo la violencia del viento, tuvo miedo. Y comenzando a hundirse, gritó: “Señor, sálvame”. Inmediatamente Jesús, extendió la mano, la agarró y le dijo: “Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?” Este milagro es más extraordinario que aquel de calmar la tempestad. El camina sobre las aguas y concede a otro hacer la misma cosa. Pedro caminaba hacia Jesús, feliz no tanto de caminar sobre las aguas, sino de acercarse a Jesús. Después no logra resistir la violencia del viento, y tiene miedo. No es suficiente estar cerca del Salvador, si no confiamos en Él. Lo que lo hace hundir es la poca fe. Jesús agarra a Pedro y lo sube a la barca. Tan pronto montaron en la barca, el viento cesó. Entonces los que estaban en la barca se postraron ante él, diciendo: “¡Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios!”. El acento de los textos bíblicos está puesto en la centralidad que debe tener la persona de Jesús en el discípulo y en la comunidad cristiana. Esta presencia es la que infunde paz y confianza para enfrentar las tormentas de la adversidad y las contradicciones de la vida. No olvidemos que esa barca es prefiguración de la Iglesia que tendrá que enfrentar las duras pruebas de la vida. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']ADQUIERE EL PLAN DE PREDICACIÓN[/icon]

Vie 4 Ago 2017

¡Oremos por la paz sin miedo y en armonía!

¡Qué bueno es sentir a un Dios que nos regala paz y no miedo o ver la ayuda que se presta al hermano que ha dejado su tierra o sentir la armonía que nos brinda la paz! Estos son los mensajes que trae esta semana la aplicación Oro por la Paz. En el Encuentro con el Resucitado el padre Jorge Bustamante nos invita a no dejarnos engañar por mensajes “apocalípticos y milenaristas” y más bien nos llama a formarnos sobre lo que la Iglesia enseña acerca de la venida de Jesús, desde la Biblia y desde la Doctrina. Descarga la aplicación Oro por la Paz Por su parte, el programa Gente Solidaria nos invita a que la paz se construye con base a la generosidad y solidaridad. En esta oportunidad se presenta la historia de tres familias de refugiados extranjeros que han tenido que huir de su país por causas diferentes y han encontrado en Colombia una nueva oportunidad para vivir. La campaña Dejémonos reconciliar por Dios también tiene su granito de arena a la paz. Esta semana el llamado es para que construyamos la paz desde la armonía. Esta semana dediquemos nuestra oración a la familia. Allí es el semillero de la fe. Unidos todos en familia oremos y pidamos por la paz.

Mar 1 Ago 2017

Que la experiencia de Cristo transfigure el dolor en gozo

La liturgia de la Palabra de este día pone delante de nuestros ojos la escena de la teofanía que se manifiesta a Daniel, como preanuncio de la teofanía del Tabor. Por su parte San Pedro da testimonio de lo que ha visto y contemplado durante la visión del Tabor. Si creemos en Aquel que ha resucitado de entre los muertos, y en aquel que un día lo transfiguró para alentarlo a cumplir la misión que su Padre le había confiado, estaremos en condiciones de asumir nuestra propia cruz de cada día, sin murmuración y sin exigir explicaciones. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Dn 7,9-10.13-14[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo: Sal 97(96), 1-2.5-6.9 (R. 1ª.9ª)[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: 2P 1,16-19[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Mt 17,1-9[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Visión de Daniel sobre el Anciano y el Hijo del hombre: El texto nos presenta una teofanía maravillosa, que es como la promesa que se ha de realizar en Cristo. Allí se muestra la figura de un Anciano, cuya vestidura es blanca como la nieve y cuyos cabellos son puros como la lana. Nos muestra también que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre, quien se dirigió a la presencia del Anciano, y a él le dio imperio, honor y reino. Ciertamente esta visión está relacionada con aquella de Pedro, Santiago y Juan en el monte Tabor, que confirma la identidad divina del Señor, y de la cual ellos serán testigos autorizados. El Salmo 97 nos hace presente la gloria de Dios, lo cual produce en todos nosotros expresiones de exultación y gozo porque reconocemos en Él al Altísimo sobre toda la tierra. Ante la teofanía de Dios, ante la contemplación de su gloria, cómo no experimentar la alegría, la exultación y el gozo grande de verlo, hasta llegar a la postración de quien reconoce su presencia. San Pedro, por su parte, se nos presenta como testigo presencial de la visión de la majestad de nuestro Señor Jesucristo en la Transfiguración, y la contemplación de la Gloria sublime de Dios, y la escucha de esa declaración de que Jesús es el Hijo predilecto de Dios, pero no solo él sino los otros dos apóstoles, quienes transmiten hechos de los que han sido testigos oculares y que el Padre mismo ha testificado. Como Pedro y sus compañeros también nosotros deberíamos convertirnos en testigos convencidos de las manifestaciones del amor infinito que Dios nos ha tenido en nuestro Señor Jesucristo y llegar al extremo de arriesgar la vida para comunicar lo que hemos visto y oído en nuestra experiencia de la Cruz y de la Resurrección del Señor Jesús. Hoy en el pasaje de la Transfiguración se nos asegura que la vida cristiana termina con la victoria y la glorificación, si luchamos con y al lado de Cristo. En la colina del Tabor, nos dice la Palabra, que Jesús dejó al pie de la colina a los apóstoles, y con Pedro, Juan y Santiago subió a su cumbre, en el momento en que bajaba una nube blanca, luminosa que cubrió la colina. En la nube venía Dios y, con Él, Moisés, legislador de Dios y libertador de su pueblo Israel y Elías, vidente de Israel y defensor de la religión de Yahvé. Venían a celebrar con Jesús una reunión en la cumbre. Allí permitió Jesús que la divinidad se le saliera por los poros del cuerpo y le convirtiera, por la luz interior de su gloria, en hombre de alabastro luminoso. Habló entonces su Padre e hizo la revelación más trascendental de la historia: “Este es mi Hijo, el predilecto, escúchenlo”. 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? Señor, danos fuerzas para subir a la colina del Tabor. Danos ojos para ver tu gloria y hermosura, y desde allí ver también las necesidades de nuestros hermanos. Danos corazón para sentir tu embeleso y conmovernos ante nuestros hermanos pobres, marginados y necesitados que te representan. Danos oídos para escuchar la voz de tu Padre, y la tuya, en tus palabras y en tus obras, y también la voz de nuestros hermanos excluidos. Danos pies para bajar de esa colina para que también todos ellos hagan experiencia de Ti y de tu amor, y así transfiguren su dolor en gozo. Jesús subió al monte a orar. Él quiere preguntar al Padre Dios (como hombre): “Padre estoy haciendo tu voluntad, al dirigirme hacia Jerusalén. Él no quiere dar un paso sin consultar al Padre. Ante los problemas no buscaba resolverlos solo. Él sabía dónde estaba la solución. Iba a un sitio solitario a hablar con el Padre celestial. Pero no basta la voz de las criaturas. La misma voz de Dios vino a decirle a Jesús que estaba totalmente de acuerdo con su modo de obrar. Dios vino en una nube, para los israelitas es algo que tiene gran valor. La nube luminosa significó siempre la gloria de Dios. El monte de la Transfiguración fue para Jesús como una aprobación final y definitiva desde el cielo. También nosotros antes de dedicarnos a hacer obras y a trabajar con nuestras manos deberíamos dedicarnos a orar en intimidad con el Padre. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']ADQUIERE EL PLAN DE PREDICACIÓN[/icon]

Jue 27 Jul 2017

Orar por la paz es elegir el bien y trabajar por la paz

La aplicación "Oro por la Paz" esta semana te invita a discernir entre el bien y el mal, además de conocer una maravillosa experiencia de jóvenes que trabajan por la paz y te anima para valorar a las personas por aquello que nos hace especiales. La reflexión que nos ofrece el Encuentro con el Resucitado para esta semana exhorta para que en diferentes ámbitos de nuestra vida sepamos discernir entre aquello que es bueno y lo malo, siempre eligiendo el camino del bien. Descarga la aplicación Oro por la Paz Por su parte, el programa Gente Solidaria te ofrece una verdadera lección de cómo construir paz. Los jóvenes, como siempre nos sorprenden y nos presentan el proyecto 'Jóvenes animadores con una fe transformadora'-JAFET. Además, la campaña “Dejémonos reconciliar con Dios – Felices los que trabajan por la Paz” invita a valorar la diferencia y reconocer en el otro un don de Dios para abrir nuevos escenarios de reconciliación y paz. Y no podía faltar ese momento que alimenta nuestros corazones y que nos acerca a Dios. Te invitamos a descubrir las distintas oraciones que tenemos para orar por la paz. Esta semana te sugerimos la oración por la paz en Colombia. En nuestro país hace mucha falta que desarmemos los corazones y dispongamos nuestra alma para comprender y recibir al otro.