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Los católicos crecen más rápido que la población mundial
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Mientras que la población mundial creció 10,8 por ciento entre el 2005 y el 2014, en ese mismo periodo el número de católicos aumentó 14,1 por ciento y alcanzó los 1.272 millones de fieles en todo el planeta. Es decir, se incrementó en cerca de 160 millones.
Esta es una de las conclusiones más significativas del Annuarium Statisticum Ecclesiae, divulgado por el Vaticano hace pocos días y que recoge los datos más recientes disponibles (2014) de las 2.998 circunscripciones eclesiásticas de todo el globo.
El avance más notorio se vio en África, donde los católicos aumentaron 41 por ciento, frente al 23,8 por ciento de la población. En Asia también se registró un incremento de católicos superior al de la población (20 por ciento frente a 9,6) y lo mismo sucedió en América (11,7 por ciento versus 9,6). En Europa, el crecimiento fue del 2 por ciento, prácticamente igual al de la población. Solo en Oceanía los católicos aumentaron menos que la población (15,9 por ciento frente a 18,2).
Estas cifras salen del número de católicos bautizados en el mundo, que por continentes se distribuye así: América, 48 por ciento; Europa, 22,6 por ciento; África, 17; Asia, 10,9, y Oceanía, 0,8.
El padre José Gabriel Mesa, que fue superior de los dominicos en Colombia, señala que la Iglesia espera que el crecimiento de católicos continúe en los próximos años, especialmente gracias a la labor que viene desempeñando el papa Francisco. “El santo padre ha generado, a través de sus acciones y su discurso un mayor positivismo dentro del clero y una empatía más fuerte de los fieles con su Iglesia”, sostiene.
El impacto de Francisco
Justamente, esta semana el Centro Nacional de Consultoría –miembro de la asociación en investigación de mercados y opinión pública Red Win– reveló los resultados de una encuesta sobre la imagen del papa Francisco, efectuada entre septiembre y diciembre del 2015 a 63.272 personas de 64 países.
Según esta medición, el 54 por ciento de todos los entrevistados –incluyendo fieles de distintos credos, ateos y agnósticos– tiene una visión positiva del sumo pontífice; el 12 por ciento, desfavorable y el 34 por cierto no sabe o no responde.
Hay que destacar que Colombia figura en el quinto lugar del ‘ranking’ de los países que tienen los índices más altos de imagen favorable del Papa, con el 84 por ciento. La lista es liderada por Portugal, con el 94 por ciento, y le siguen Filipinas (93), Argentina (89) e Italia (86).
Otro de los capítulos de la encuesta que llama la atención tiene que ver con la opinión favorable frente al sumo pontífice entre los fieles a otras religiones distintas al catolicismo. Entre los judíos es del 65 por ciento; entre los protestantes, del 53; entre los cristianos, 50, y entre los musulmanes, 28 por ciento. Incluso, uno de cada dos ateos o agnósticos tiene una imagen positiva del Papa.
La encuesta también arrojó que en comparación con otros líderes mundiales, el jefe máximo de la Iglesia católica no tiene rival. Aquí Francisco tiene un 41 por ciento de favorabilidad, seguido del presidente estadounidense, Barack Obama, con un 30 por ciento y la canciller alemana, Ángela Merkel, con el 13 por ciento.
Religión en Colombia
Pese a la aparición en las últimas décadas de nuevos credos en Colombia, el catolicismo sigue dominando ampliamente el mapa religioso del país. Si bien el 99 por ciento de la población se declaraba católica en los años 60, hoy esa proporción es de siete de cada diez, según el estudio ‘Del monopolio católico a la explosión pentecostal’ (2013), del sociólogo William Mauricio Beltrán, docente de la Universidad Nacional. En el mismo lapso, las denominadas minorías religiosas pasaron del 1 al 27 por ciento.
Este estudio, uno de los más juiciosos y recientes sobre el tema hechos en Colombia –efectuado con base en una encuesta de las universidades Nacional y Sergio Arboleda en el 2010–, indica que el 94 por ciento de los entrevistados se declaró creyente en alguna religión, mientras que cerca del 5 por ciento indicó ser ateo o agnóstico. De los primeros, el 16,7 por ciento aseguró pertenecer a la diversidad protestante del cristianismo, de la cual forman parte los evangélicos, los carismáticos y los pentecostales; el 3,5 por ciento dijo creer en Dios pero no en una religión; el 1,8 por ciento son testigos de Jehová y adventistas, y el 0,2 son fieles de otros cultos.
Beltrán, que tiene un doctorado de la Universidad Sorbonne Nouvelle (Francia) y opina que el catolicismo seguirá siendo de “manera indefinida” la religión de la mayoría de los colombianos, atribuye la reducción de sus fieles en las últimas seis décadas a múltiples factores, como la proliferación de los mensajes de expresiones no católicas en medios de comunicación, en especial la radio, y a la creciente movilización de la población rural a las grandes ciudades, donde existe una mayor oferta de credos.
Otra causa de la disminución la expone la teóloga Jenny Andrea Santamaría, doctora en sociología y especialista en religión y política, quien argumenta que “algunos creyentes católicos no se sienten suficientemente interpretados por la institución”, lo que ha facilitado la migración a otros grupos religiosos. Mientras que su colega Isabel Corpas de Posada, doctora en teología, advierte que esto se debe también a la secularización de la sociedad, es decir, “al paso de un mundo sacral, en el que Dios es responsable de todo y está presente en todo, a uno en el que ya casi no hay espacio para Dios, lo cual afecta a todas las religiones por igual”.
El cardenal Rubén Salazar Gómez, máximo jerarca del catolicismo en Colombia, admite que el catolicismo ha perdido fieles a manos de otras creencias, pero subraya que si bien este fenómeno debe ser estudiado a fondo, lo realmente importante es que la Iglesia “haga bien su tarea”, que no es otra que “anunciar el Evangelio, y hacerlo de manera adecuada a los tiempos de hoy”.
Una fe a medias
Beltrán también habla en su investigación del fenómeno de los católicos nominales, es decir, aquellos que no practican la doctrina al pie de la letra, y señala que son cuatro de cada 10. De hecho, una gran encuesta contratada por EL TIEMPO a finales del 2011 indicó que el 21 por ciento de los que se definen como católicos nunca lee la Biblia y que el 19,7 por ciento solo va a misa en ocasiones especiales (la mitad de los católicos entrevistados asisten una vez a la semana). No obstante, hay que decir que esta realidad, muy conectada con la idea de la secularización de la sociedad de la que habla Isabel Corpas, es aplicable a todas las confesiones: la mayor distancia del mundo sacro no es un problema exclusivo del catolicismo.
En todo caso, según la encuesta de EL TIEMPO, el 95,1 por ciento de los católicos consultados señaló que nunca ha pensado en cambiarse de religión.
Frente al protestantismo, que representa la segunda fuerza religiosa con 16 fieles por cada 100 personas, Beltrán comenta que la gran curva de crecimiento se dio entre 1990 y 2010. Y aunque ha mermado, y “en parte por una reacción de la Iglesia católica”, anota el experto, su número de creyentes sigue en ascenso.
La fuerza de estos grupos radica, explican diversos expertos, en que las personas que se suman a estas nuevas corrientes religiosas lo hacen por decisión propia, no solo por una tradición familiar o cultural heredada, por lo que su nivel de compromiso suele ser más fuerte.
Sobre estas otras confesiones cristianas distintas al catolicismo, el cardenal Salazar deja claro que la relación con ellas ha venido madurando: “En el contexto de la Asamblea Plenaria de Obispos –el mes pasado– tuvimos un acto hermoso del que formamos parte distintas religiones y confesiones cristianas no católicas. Ya es una realidad que cada vez más nos encontremos y oremos juntos, porque al fin y al cabo tenemos algo que nos une, y es la fe en un Dios que nos ama, así como la certeza de que la religión es un factor fundamental para construir la sociedad que queremos, justa, fraterna y solidaria”.
Una mirada desde afuera
El prestigioso centro de investigación Pew, de Estados Unidos, también se ha ocupado de la orientación religiosa de Colombia y América Latina.
Tras una encuesta llevada a cabo en 19 países de la región, entre octubre del 2013 y febrero del 2014, la institución indicó que el porcentaje de católicos colombianos pasó del 91 por ciento, en 1950, al 79 por ciento en el 2014. Esta última cifra fue superada solamente por las de Paraguay (89 por ciento) y México (81 por ciento).
Una estadística nacional similar arrojó la encuesta contratada a Datexco por EL TIEMPO a finales del 2011, en la que ocho de cada 10 entrevistados aseguraron ser católicos.
Tomado: Diario El Tiempo
Foto: Internet



María, Estrella de la Evangelización
Lun 14 Jul 2025

¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío!
Vie 27 Jun 2025

Lun 14 Jul 2025
Un libro para peregrinar con María en el Año Santo: la nueva publicación del Cardenal Luis José Rueda Aparicio
En el marco del Año Santo, este lunes, 14 de julio, el cardenal Luis José Rueda Aparicio lanzó el libro: ‘Peregrinos de la esperanza con María’, dando gracias a Dios por este trabajo con la celebración de la Sagrada Eucaristía, acompañada por más de 70 servidores de la curia arzobispal, con la presencia de hermanas de la comunidad Paulinas Colombia y de representantes de la Casa Editorial El Tiempo-Círculo de Lectores.El libro contiene 226 oraciones de amor y devoción a la Virgen María, escritas desde el corazón, hechas cada semana, domingo a domingo, “que nos invitan a encontrarnos con la madre del cielo de manera personal, familiar, comunitaria, laboral, o en cualquier momento o circunstancia de la vida”, afirmó el arzobispo de Bogotá. Inspirado en la sencillez y la ternura de María, en su amor profundo por ella y en su encuentro cotidiano con la Palabra de Dios, con la realidad del país y del mundo, escribió cada oración que se encuentra en el libro.Sencilla obra marianaRecordando que la santísima virgen María, con su amor y cobijo es quien nos conduce al Padre, esta obra de gran riqueza espiritual pretende ser instrumento para que “aprendamos a orar con ella, creciendo en la fe y abrazando la vida con mayor esperanza”.El libro incluye, además, una oración especial en acción de gracias por la vida y legado del papa Francisco, y una oración especial por el papa León XIV.Al finalizar la Eucaristía, el cardenal Rueda destacó el valor de compartir el lanzamiento de esta publicación con la familia arquidiocesana, resaltando su labor como evangelizadores, y el permanente llamado a la misión. Agradeció también a una de sus hermanas, la señora María Gloria Rueda Aparicio, quien lo acompañó en este momento especial.Seguidamente, dirigió algunas palabras y agradeció por la unión de dos sellos editoriales: Círculo de Lectores S.A.S-Intermedio Editores S.A.S. y el Instituto Misionero Hijas de San Pablo-Paulinas, haciendo posible este homenaje mariano.“Ellas, las Paulinas inspiradas en su fundador Santiago Alberione, sacerdote italiano, se han dedicado a anunciar por todos los medios de comunicación la buena notica al mundo, son religiosas con sus carismas dedicadas a la evangelización a través de su trabajo cotidiano de comunicar, siendo clave su aporte y experiencia en esta obra. Por su parte, la Casa Editorial El Tiempo- Círculo de Lectores, hizo posible la idea de publicar estas estas oraciones, de clasificarlas, revisarlas y sacar adelante este proyecto”, destacó el cardenal.Puntos de comercializaciónEsta obra, ‘Peregrinos de la esperanza con María’, se encuentra disponible en 16 puntos físicos de las librerías Paulinas a nivel nacional y en su tienda virtual, disponible aquí.Por parte del Círculo de Lectores, el libro se encuentra disponible en tiendas como: Panamericana: 40 puntos; Librería Nacional: 5 puntos; Librería Lerner: 3 puntos, a nivel nacional.También se encuentra disponible en: Cadena Éxito, en puntos estratégicos-Tienda ET (virtual); Buscalibre (virtual); Tienda Javeriana; Tienda Sergio Arboleda; Tienda Uniandes; Tienda Eafit; La librería de Ana; Librerías independientes, en 25 puntos a nivel nacional (incluyendo La librería vida, Oromo, Café Boscán, Ábaco, Acaribe), entre otros puntos de venta.“Hoy mi gratitud es a la amada Virgen María, porque ella es la sembradora de la esperanza, porque ella es la sembradora de la gran semilla, del hijo de Dios. Y recomiendo a quien tenga este libro que no lo lean de principio a fin, sino cada día lean una oración. Ábranlo en cualquier parte, una oración llegará a su corazón”, enfatizó monseñor Rueda Aparicio.Fuente:Oficina de Comunicaciones – Arquidiócesis de Bogotá (OAC)

Vie 11 Jul 2025
Obispos colombianos cierran su CXIX Asamblea Plenaria con compromiso sinodal y una misión episcopal cargada de esperanza
Aunque los trabajos de la CXIX Asamblea Plenaria concluyeron este jueves 10 de julio con un llamado a fortalecer la fraternidad episcopal, a implementar la sinodalidad en las Iglesias particulares y a impulsar el Ministerio del Catequista como eje de la evangelización en Colombia, el cierre oficial tendrá un carácter profundamente espiritual. Los prelados vivirán un retiro en el Convento del Desierto de Nuestra Señora de la Candelaria, en Ráquira (Boyacá), y el sábado 12 de julio, celebrarán el Jubileo de los Obispos en la emblemática Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. En la última emisión del informativo del Episcopado Colombiano, se dan a conocer los detalles.Fraternidad y servicio: claves del ministerio episcopalEl Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, quien acompañó a los obispos durante toda la asamblea, presidió la Eucaristía de la última jornada. En su homilía, el representante del Papa León XIV instó a los pastores a vivir la fraternidad en el ministerio episcopal, recordando que este es, ante todo, un servicio al Pueblo de Dios. Además, los animó a seguir siendo "instrumentos de paz" para las comunidades que acompañan.El Ministerio del Catequista: prioridad para la Iglesia en ColombiaUno de los ejes centrales de la asamblea fue la reflexión sobre el Ministerio del Catequista, instituido por el papa Francisco en 2021 para revitalizar su rol en las iglesias locales. Tras un análisis profundo, los obispos determinaron que este ministerio fortalecerá la catequesis como pilar de la evangelización, enriqueciendo el anuncio del kerigma y priorizando la iniciación cristiana. Asimismo, permitirá integrar a personas de todas las edades —sin perder su identidad laical— en la transmisión de la fe, fomentando comunidades con "ardor misionero" y actitud sinodal. Así lo describió el presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Animación Bíblica, monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla:“El ministerio de catequista no es para todos los catequistas o lo que podríamos llamar los catequistas de base. En cierto sentido hay una, hay una novedad y la novedad es que haya personas que se dediquen a anunciar el Evangelio, especialmente allí donde todavía no ha sido anunciado, donde las personas se han alejado de Dios. Y también que estos ministros, catequistas acompañen comunidades en proceso de iniciación. Entonces, imaginémonos, por ejemplo, en parroquias muy extensas en zonas alejadas de Colombia. Un catequista, ministro, acompañando y guiando en nombre de la Iglesia y del párroco, una comunidad, incluso con la posibilidad, si es un territorio muy alejado de celebrar la palabra y de llevar la comunión a otras personas que no tienen la posibilidad de venir hasta un pueblo el domingo. Entonces, esperamos que muchos laicos, muchos bautizados, deseen comprometerse con este servicio, se entreguen todavía de manera más generosa, a la tarea de la evangelización, especialmente en lo que tiene que ver con el anuncio de la Palabra de Dios”."Tu futuro está cargado de esperanza": el mensaje de los obisposEn un comunicado titulado "Tu futuro está cargado de esperanza", los prelados se comprometieron a actuar como "profetas" —anunciando a Cristo con obras concretas—, "testigos" —manteniendo una presencia cercana en los territorios— y "servidores" —promoviendo el diálogo social y pastoral para mejorar las condiciones de vida, especialmente de los más vulnerables—.“Nos duele la persistente fragmentación y polarización que afecta la convivencia entre los colombianos; las divisiones políticas, sociales y económicas que se agudizan; las profundas heridas causadas por la violencia, la corrupción, el narcotráfico y las economías ilícitas. Junto con los laicos, las comunidades religiosas y ministros ordenados, asumimos el llamado del Papa León XIV a ser promotores y artesanos de la unidad”, expresaron los obispos.Renovación sinodal y esperanza en medio de los desafíos: un camino que se construyeMonseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente del Episcopado Colombiano, destacó la importancia de recoger los frutos del documento sinodal:“Ha sido muy importante para nosotros vivir esta asamblea, recogiendo los frutos del documento final de la Asamblea Sinodal. Es un documento que da comprender que el obispo es el primer llamado a vivir los procesos de conversión… Sentimos que nuestro ministerio está íntimamente unido con todas las demás vocaciones en la Iglesia… Estamos caminando dentro del pueblo de Dios”.La asamblea no solo reforzó la colegialidad y el compromiso sinodal de los obispos, sino que permitió que lo vivieran en cada espacio. Monseñor Mauricio Vélez García, obispo auxiliar de Medellín, lo describió así:“La sinodalidad no es un capítulo ya resuelto en la Iglesia. La sinodalidad va caminando en la Iglesia. Y precisamente al celebrar esta Asamblea del Episcopado, la vimos en muchos frentes: en el aula principal, en las aulas de trabajo, en los momentos lúdicos, en la mesa, en todo lugar. Para un obispo es importante una asamblea, porque nos muestra que no estamos solos; hemos sido consagrados para servir”.Y añadió el prelado, con mirada profética sobre la realidad colombiana:“Tenemos un pueblo cargado de incertidumbre, marcado por el dolor, la desesperanza y el cansancio. La información negativa nos satura, y ahí es donde nosotros, remando mar adentro, debemos sacar a la gente de la orilla de esa penuria, de esa oscuridad”.Por su parte, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, subrayó el compromiso de ser "pastores de esperanza" en un contexto desafiante:“No se trata de una esperanza con minúscula. Se trata de la gran Esperanza que no defrauda. Esa esperanza que nos hace mirar el futuro sabiendo que el Señor nos ha acompañado en el pasado, que nos está acompañando en el presente y que, en el futuro, también en contexto de guerra, de desilusión, de frustraciones, de dificultades, entonces es muy importante que el obispo se descubra a sí mismo, junto con toda la comunidad, como un profeta, como un servidor y como un testigo de la esperanza. Ese trabajo lo debemos realizar en Colombia en todas las jurisdicciones, para que nosotros podamos descubrir el paso de Dios en nuestra historia, no vaya a ser que la coyuntura oscura, preocupante nos quite la alegría”.Con este espíritu, los obispos colombianos regresan a sus jurisdicciones, fortalecidos para liderar una Iglesia que camina junto al pueblo, incluso en medio de las sombras que amenazan la alegría del Evangelio.En la última emisión del informativo ‘Así va la Asamblea’ compartimos las reflexiones finales. Véala a continuación:

Jue 10 Jul 2025
Compromisos y llamados de los obispos colombianos por la esperanza, al concluir su CXIX Asamblea
Este jueves 10 de julio, al culminar su CXIX Asamblea Plenaria, celebrada en Bogotá del 7 al 10 de julio, los obispos colombianos renuevan su compromiso de ser "profetas, testigos y servidores de la esperanza" ante las difíciles realidades que atraviesa el país.A través de un mensaje titulado "Tu futuro está cargado de esperanza" (Jeremías 31, 17), los prelados expresan su preocupación por la persistente fragmentación social, la polarización política, la violencia, la corrupción y el narcotráfico, que siguen afectando la convivencia nacional. Hacen un llamado a transformar la mirada hacia el reconocimiento de la dignidad humana y los "brotes de esperanza" presentes en las comunidades.Un llamado a la unidad y el respeto institucionalEn el comunicado, los prelados reiteran la importancia de respetar la Constitución, las instituciones del Estado y los entes territoriales como bases de la democracia. Además, instan a los actores armados a cesar los ataques contra la vida humana y la naturaleza, siguiendo el llamado del Papa León XIV a ser "promotores y artesanos de la unidad".En su misión de "profetas", anuncian a Cristo como fuente de esperanza “con palabras y obras, propiciando espacios de encuentro, promoviendo la dignidad humana y la justicia”. Como "testigos", destacan la presencia de la Iglesia en todo el territorio nacional para fortalecer la confianza y el ánimo en medio de las adversidades. Como "servidores", ratifican su compromiso con el diálogo social y pastoral, especialmente en favor de los más vulnerables.Reconocer los brotes de esperanzaFrente a las comunidades tentadas por la desesperanza, los obispos piden mirar a Cristo y trabajar juntos en la construcción de una convivencia fraterna."Escuchémonos y participemos pacífica y activamente en la búsqueda de la voluntad de Dios", expresaron, alentando a cuidar las "semillas de bien" sembradas en el país.Finalmente, encomiendan su misión a la intercesión de la Virgen de Chiquinquirá, pidiendo acoger y transmitir la Palabra de Jesucristo al servicio del pueblo colombiano en este momento histórico.En contexto:Aunque la agenda de trabajo de los obispos finalizó este jueves, mañana viernes, estarán viviendo un retiro espiritual que clausurará su encuentro y los preparará para celebrar juntos el próximo sábado, 11 de julio, el Jubileo de los Obispos en la casa de la Reina y Patrona de Colombia, Chiquinquirá.Vea a continuación el mensaje oficial, leído por el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta:

Mié 9 Jul 2025
Ni mayorías ni minorías: "Los obispos somos misioneros y servidores de la armonía en la Iglesia", afirma cardenal Luis José Rueda
Este miércoles 9 de julio, en su CXIX Asamblea Plenaria, los obispos colombianos compartieron propuestas para reavivar su ministerio como pastores de esperanza en clave sinodal. El cardenal Luis José Rueda Apariciolideró la reflexión teológico-pastoral central, destacando que"el obispo no puede vivir su ministerio en soledad, sino en, con y para la comunidad". El purpurado hizo énfasis en lasinodalidadcomo eje de su misión.Inspirados en la advocación de la Reina y Patrona de ColombiaLa jornada coincidió con los106 años de la Coronación de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, patrona de Colombia. Durante la Eucaristía de apertura, monseñorFrancisco Javier Múnera Correa, presidente del episcopado, recordó el mensaje con el que el Papa Francisco acompañó el rezo del Angelus en septiembre de 2017 en Cartagena, en él, vinculó la devoción mariana con la defensa de los excluidos:"La Virgen, representada en una tela desgastada y luego restaurada, es paradigma de quienes trabajan por recuperar la dignidad de los hermanos caídos... como los migrantes, víctimas de violencia o los pobres, que son imagen viva de Dios", afirmó.Inspirado enSan Pedro Claver, el también Arzobispo de Cartagena subrayó el llamado a sus hermanos, para serservidores de la paz, la justicia y la reconciliación.Claves para un episcopado sinodalEn plenaria, basado en los numerales70 y 71 del Documento Final del Sínodo sobre la Sinodalidad, el cardenal Luis José Rueda Aparicio planteó ejes concretos para vivir el ministerio episcopal en Colombia:1. El ministerio se vive en comunidad, no en soledad"No estamos para vivir un ministerio en soledad. Somos servidores, trabajadores de la viña del Señor, pero en comunidad", afirmó, retomandoLumen Gentium. Destacó lavisita pastoralcomo herramienta esencial para"escuchar al Pueblo de Dios".2. La fraternidad como esencia de la misiónEl Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia subrayó la necesidad de:- Fortalecer las provincias eclesiásticas, promoviendo encuentros entre obispos y valorando el aporte de losobispos eméritos:"Son hermanos en una condición diferente de servicio".- Considerar la posibilidad de aumentar el número de obispos auxiliares y reconocer en ellos una oportunidadpara garantizar transversalidad misionera en las Iglesias particulares.- Priorizar el acompañamiento a la vida consagradafemenina y masculina.3. Humanizar el ministerio"Ayudemos a los fieles a no cultivar expectativas irreales sobre nosotros. Reconocer que también somos frágiles, que tenemos muchas cosas por mejorar y reconstruir en nuestras vidas. Si no nos mostramos perfectos, la expectativa en el pueblo de Dios cambia". Destacó también la importancia de que los obispos tengandirector espiritual y confesor.4. Armonía, no mayorías“No hay que ver las mayorías ni las minorías, sino la armonía. Los obispos somos los misioneros y servidores de la armonía en la Iglesia, con la fuerza del Espíritu”, explicó, promoviendo laconversión relacionaldesde el modelo de Jesús, particularmente en contextos de fragmentación, como el colombiano.Implementación sinodal: el obispo como "puerta de entrada de la sinodalidad"El cardenal Luis José presentó también lasnuevas pistas para la fase de implementación del Sínodo que se llevará a cabo entre este año y el 2028, orientaciones propuestas por la Secretaría General del Sínodo, organismo al que actualmente pertenece el purpurado colombiano. Explicó que el texto cuenta con el aval del Papa León XIV en lógica de continuidad y enfatizó que el obispo debe ser el "principal responsable" de dicha implementación, destacando la necesidad de:- Crearequipos sinodales diocesanoscon laicos, sacerdotes, religiosos y seminaristas.- Conservar laconversación en el Espíritucomo metodología en la Iglesia colombiana.- Mantener unamirada compasivahacia los sufrimientos del mundo.Desafíos a la luz de “Apostolorum Successores” y desde la perspectiva regionalTras esta ponencia, los obispos trasladaron su reflexión a espacios de trabajo grupal, divididos en siete grupos regionales, cada región compuesta por dos provincias eclesiásticas. Allí fueron orientados por el Directorio para el Ministerio Pastoral de los Obispos “Apostolorum Successores”, publicado por la Congregación para los Obispos en el año 2004.Este texto guía presenta una visión integral del Obispo como Sucesor de los Apóstoles, maestro de la fe, santificador y guía de la Iglesia local; destaca la importancia de la colegialidad episcopal y la comunión con el Papa; orienta sobre la organización de la diócesis, la relación con los presbíteros, los religiosos y los laicos; subraya la formación continua del Obispo y su responsabilidad de formar a sus colaboradores; e invita a una gestión pastoral prudente y transparente, promoviendo la corresponsabilidad y la caridad pastoral.Entre las conclusiones sobre su identidad y misión para ser profetas, testigos y servidores de la esperanza en Colombia los prelados identificaron prioridades como:"El obispo debe ser un hombre de fe que transmita la alegría del Evangelio y construya comunidad": monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín."Nuestro estilo debe reflejar a Cristo: cercano a los pobres y sufrientes, como Él lo fue": monseñor José Miguel Gómez, arzobispo de Manizales."Los sacerdotes son nuestros primeros destinatarios; muchos pierden esperanza frente a dificultades. También acompañaremos a familias y jóvenes": monseñor Luis Fernando Rodríguez, arzobispo de Cali.Vea los detalles más destacados de esta jornada en el Informativo del Episcopado Colombiano: