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Presidente CEC: “Del corazón nuevo nacerán nuevos sistemas, nuevas instituciones…”
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Este viernes, 11 de junio, en una ceremonia eucarística presidida por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente del episcopado colombiano, se consagró una vez más las familias católicas y la nación al Sagrado Corazón de Jesús.
La solemne celebración, transmitida en directo por los canales RCN, Caracol, Cristovisión, Teleamiga y Tele Vid, tuvo lugar en la Catedral Primada de Colombia, en Bogotá, con presencia de fieles y atendiendo los protocolos de bioseguridad.
Concelebraron con monseñor Urbina: el cardenal Rubén Salazar; el nuncio apostólico del papa Francisco en Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor; los arzobispos Luis José Rueda (Bogotá), Ricardo Tobón (Medellín), Omar Sánchez (Popayán) y Gabriel Villa (Tunja); los obispos Francisco Nieto (Engativá), Ramón Rolón (Montería), Juan Vicente Córdoba (Fontibón), Víctor Ochoa (Obispado Castrense); los obispos auxiliares de Bogotá: Luis Manuel Alí, Pedro Salamanca y Germán Medina (electo). También concelebraron sacerdotes de la Nunciatura Apostólica, de la Conferencia Episcopal de Colombia, y los vicarios episcopales y otros sacerdotes de la Arquidiócesis de Bogotá.
Mensaje del presidente de la CEC
Durante su homilía, monseñor Urbina afirmó que con el corazón de Cristo se busca llegar a todos los rincones de la geografía colombiana, buscando ser un espacio de protección para la vida y haciendo sensibles los grandes valores de la bondad, la verdad, la fraternidad, la justicia y la reconciliación que brota de la persona.
“Mirando el corazón maravilloso de Dios, todos tenemos un camino para ser constructores de Colombia consagrada al Corazón de Cristo (…) Del corazón nuevo nacerán nuevos sistemas, nuevas instituciones, nuevos caminos. Un corazón nuevo garantiza una visión nueva, libertad profunda, sentido de la justicia y el respeto de los derechos humanos, la solidaridad con los más desprotegidos y descartados, y la confianza que brota de reconocernos hermanos y hermanas”.
Aportes a un desarrollo integral
El prelado mencionó que todos somos responsables de aportar a un desarrollo integral sostenible, para ello, dijo, “aunque no es un camino fácil, ni existe una fórmula mágica”, es importante superar los conflictos, las divisiones, las violencias, las injusticias y las inequidades.
“Todos somos responsables de esa inmensa tarea, los dirigentes del país, las diversas organizaciones, la educación en sus diversas etapas, que no debe ser una educación para un país ideal sino real. Nosotros los creyentes que participamos de los diversos espacios de la vida familiar, cultural, social, económica y política siendo fermento de paz (...) Solo un corazón nuevo a imagen del Corazón de Cristo, lleno de amor y misericordia, nos comprometerá con toda nuestra fuerza en la construcción fraterna de una nación nueva y en paz”.
Estamos llamados a ser artesanos de la paz
El prelado recordó que la paz procede de Dios y es un llamado que él hace para que todos seamos artesanos de la paz. Advirtiendo que esta responsabilidad recae en la familia “como espacio insustituible para aprender el abecedario de la paz”; en la escuela, “que tiene la tarea de ayudar a formar el corazón”, y en la sociedad en “sus diversas expresiones sociales, culturales, comunicacionales, económicas y políticas”.
“La paz, entonces, queridas y queridos colombianos, es una tarea confiada a nosotros como personas y estará siempre en construcción, es frágil, difícil, por ello todos la buscamos, todos estamos invitados a generar una mentalidad pública, una conciencia de todos que la haga deseable y posible (…) El Señor no dejará de escuchar, entonces, como nos lo dice el grito de hijas e hijos: ‘Señor dadnos la paz, Señor dadnos tu paz’. Renovar este año 2021 la Consagración al amor de Cristo simbolizado en su Corazón, es y queremos que siga siendo un signo de esperanza”.
Los niños, jóvenes y adolescentes están en el corazón de Dios
Al referirse a este público, monseñor Urbina observó que el futuro de la sociedad depende de las opciones audaces y fundamentales que se tomen con los niños, jóvenes y adolescentes. Advirtió que ellos serán los responsables de la familia y la vida de la nación en un mañana.
“Hoy precisamente los vemos deseosos de colaborar para sanar nuestra sociedad herida y débil. Ellos aportarán soluciones nuevas a los problemas viejos. Si ellos abren espacios en su corazón a Dios no serán más instrumentos de división, de guerra y de violencia (…) Los valores que les ayudemos a descubrir y a cultivar acompañarán sus decisiones que afectan no solo su vida personal, sino las políticas y estrategias necesarias para construir la vida social agobiada y doliente de nuestra sociedad”.
Afirmó que el mundo de justicia y paz que se añora construir con los jóvenes, no puede “ser creado solo con palabras, ni impuesto por fuerzas externas”, y, agregó: “debe ser fruto del trabajo de todos, que implica ejercerlo con respeto profundo a la dignidad de cada persona y el rescate de la cultura del encuentro”.
Significativa participación de los jóvenes
Finalizada su homilía, monseñor Urbina introdujo la renovación de la consagración del país y de las familias católicas, recordando que: “El 22 de junio de 1902, al superar la Guerra de los Mil Días, se consagró por primera vez la República de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús. Desde aquel día ha venido creciendo en el pueblo colombiano la confianza en el auxilio inefable de Nuestro Señor Jesucristo”.
Fue un momento conmovedor, pues catorce jóvenes, representando cada uno a una provincia eclesiástica del país, oraron al Sagrado Corazón de Jesús. Ante este signo el arzobispo Óscar dijo: “A ti, Sagrado Corazón, inflamado en el Amor que nos salva, dirigimos hoy, en la voz de los jóvenes, nuestra súplica incesante y confiada en nombre de todas las comunidades eclesiales de la Nación”.
Compartimos estas oraciones para que no cesen las plegarias por la paz, la reconciliación, la justicia y la paz, en Colombia.
Oh, Sangre Preciosa de Jesús, lava el pecado social de nuestro pueblo.
La Provincia eclesiástica de Bogotá, conformada por la arquidiócesis de Bogotá; las diócesis de Zipaquirá, Facatativá, Girardot, Soacha, Fontibón y Engativá; el obispado castrense de Colombia y el Exarcado Maronita en Colombia, necesitan de ti, para poder ser en medio del egoísmo, la violencia y la corrupción, testimonio de fraternidad y de compromiso social honesto y solidario.
Oh, Cristo, siervo doliente del Señor, compadécete del pueblo que a ti clama.
La Provincia eclesiástica de Cartagena, conformada por la arquidiócesis de Cartagena; las diócesis de Magangué, Montelíbano, Montería y Sincelejo, y el vicariato apostólico de San Andrés y Providencia, confían en tu mediación ante el Padre eterno; que tus padecimientos por nuestros pecados nos consigan comunidades comprometidas con los más pobres y desfavorecidos, para que los colombianos podamos escribir juntos historias de amor y perdón que nos hablen de vida y esperanza.
Santo Corazón de Cristo, atravesado de dolor, confiamos a ti el sufrimiento de nuestro pueblo.
La Provincia eclesiástica de Popayán, conformada por la arquidiócesis de Popayán; las diócesis de Ipiales, Pasto y Tumaco; y los vicariatos apostólicos de Guapi y Tierradentro, unen sus padecimientos a los tuyos en la cruz; que tu dolorosa pasión transforme nuestra indiferencia ante el hermano que sufre y nos conceda ser artesanos de paz.
Ardorosa llama del Corazón de Cristo, inflama en tu amor al pueblo colombiano.
La Provincia eclesiástica de Medellín, conformada por la arquidiócesis de Medellín y las diócesis de Caldas, Girardota, Jericó y Sonsón–Rionegro, buscan amarse unos a otros como tú nos has amado; infunde tu amor divino en nuestros corazones haciéndonos misericordiosos como tú eres misericordioso, para que en nuestra patria “el amor y la verdad se encuentren, la justicia y la paz se abracen”
Sagrado Corazón coronado de espinas, ten misericordia de este tu pueblo.
La Provincia eclesiástica de Manizales, conformada por la arquidiócesis de Manizales y las diócesis de Armenia, La Dorada–Guaduas y Pereira, buscan tu amparo y protección; recompensa con tu copiosa bendición a todos aquellos que trabajan por la paz y la concordia, para que podamos mirar y caminar juntos hacia adelante con fe, valentía y esperanza.
Corazón divino traspasado por la lanza, surtidor de los santos sacramentos para nuestro pueblo.
La Provincia eclesiástica de Nueva Pamplona, conformada por la arquidiócesis de Nueva Pamplona y las diócesis de Arauca, Cúcuta, Ocaña y Tibú, queremos recibirte siempre en tu Cuerpo y en tu Sangre preciosos y, así, ser testigos de tu amor en medio de un pueblo que clama salvación y justicia, para romper, desde el perdón y la reconciliación concreta, el ciclo de violencia que ha imperado en nuestra patria.
Oh, Santas Llagas de Cristo, acoge a nuestro pueblo que sufre.
La Provincia eclesiástica de Tunja, conformada por la arquidiócesis de Tunja; las diócesis de Chiquinquirá, Duitama–Sogamoso, Garagoa y Yopal, y el vicariato apostólico de Trinidad, necesitan de tu amparo y protección; haz que todos los esfuerzos por promover la reconciliación, la justicia y la paz, se vean recompensados con prosperidad y armonía social.
Abismo insondable de misericordia, el pueblo colombiano clama justicia y verdad.
La Provincia eclesiástica de Cali, conformada por la arquidiócesis de Cali y las diócesis de Buenaventura, Buga, Cartago y Palmira, suplican tu amparo; concede a tu pueblo que ha sufrido los embates de la corrupción y la violencia, verse transformado por la verdadera reparación y sanación de las heridas del alma y del cuerpo, para que, junto a ti, Señor, aprendamos la fuerza del perdón y la grandeza del amor.
Oh, Cristo, coronado de espinas, el pueblo colombiano consagrado a ti se siente atormentado por la enfermedad y la despreocupación social.
La Provincia eclesiástica de Barranquilla, conformada por la arquidiócesis de Barranquilla y las diócesis de El Banco, Riohacha, Santa Marta y Valledupar, suplican a tu bondad que el dolor de tu agonía en la cruz nos valga la salud de cuerpo y alma, y nos enseñe a transformar el dolor en fuente de vida y resurrección.
Santo Corazón de perfecta fidelidad, este, tu pueblo, tropieza y se quiere levantar.
La Provincia eclesiástica de Bucaramanga, conformada por la arquidiócesis de Bucaramanga y las diócesis de Barrancabermeja, Málaga–Soatá, Socorro y San Gil y Vélez, confiamos en ti, que eres eternamente fiel y nos sostendrás con tu poderoso brazo ante nuestra fragilidad y pobreza, para descubrir que sólo el amor libera y construye.
Sagrado vaso de inefable perfección, apiádate del pueblo colombiano que se rinde en el error de los afanes del mundo.
La Provincia eclesiástica de Ibagué, conformada por la arquidiócesis de Ibagué y las diócesis de El Espinal, Líbano–Honda, Garzón y Neiva, suplican de tu sabiduría la capacidad para construir sociedades inspiradas en la promoción de todos los ciudadanos, en la búsqueda de la igualdad y en la integración de los más débiles y vulnerables.
Oh, Santo Cristo Negro de Bojayá, compadécete de nuestro pueblo colombiano que sufre bajo el peso de la violencia armada fratricida.
La Provincia eclesiástica de Santa Fe de Antioquia, conformada por la arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia y las diócesis de Apartadó, Istmina–Tadó, Quibdó y Santa Rosa de Osos, claman tu misericordia; haz que todo esfuerzo por conseguir la paz sea recompensado con comunidades comprometidas con el progreso y la justicia, y, así, “seamos tus pies para salir al encuentro del hermano necesitado, tus brazos para abrazar al que ha perdido su dignidad, y tus manos para bendecir y consolar al que llora en soledad”.
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, acepta nuestra súplica ferviente, confiamos en tu protección y amparo.
La Provincia eclesiástica de Villavicencio, conformada por la arquidiócesis de Villavicencio; las diócesis de Granada y San José del Guaviare, y los vicariatos apostólicos de Puerto Carreño y Puerto Gaitán, necesitan convertirse a ti para comprometerse con la justicia social y el bien común, logrando así construir juntos el futuro y crecer en esperanza.
Eterno amor de Cristo, delicia de todos los santos, nuestro país clama por nuevos santos, héroes en las virtudes.
La Provincia eclesiástica de Florencia, conformada por la arquidiócesis de Florencia; las diócesis de Mocoa–Sibundoy y San Vicente del Caguán; y los vicariatos apostólicos de Inírida, Leticia, Mitú y Puerto Leguízamo – Solano, te ruegan por nuevas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa; nuestro país urge de santos misioneros que permanezcan en Cristo para vivir en alegría y dar testimonio de un amor que atraiga a todos hacia ti.
VIDEO: Arquidiócesis de Bogotá
Misioneros hoy
Vie 4 Oct 2024
Vie 4 Oct 2024
La Diócesis de Tumaco designó a su Administrador Diocesano: Pbro. José Ricardo Cruel Angulo
Tras el nombramiento y reciente posesión de monseñor Orlando Olave Villanoba como obispo de Ocaña, el Colegio de Consultores de la Diócesis de Tumaco eligió a su nuevo administrador diocesano. Se trata del padre José Ricardo Cruel Angulo, quien se venía desempeñando desde el año 2019 como Vicario General.La decisión por parte de este órgano diocesano, conformado por sacerdotes, se produce de acuerdo a lo dispuesto en el Código de Derecho Canónico. Desde ahora, y mientras la sede esté vacante, es decir, hasta que el papa Francisco designe un nuevo obispo, el padre José Ricardo será el encargado de animar los procesos pastorales y custodiar la buena marcha de esta jurisdicción eclesiástica ubicada en el pacífico nariñense.En diálogo con la Oficina de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, el Administrador Diocesano manifestó su gratitud con sus hermanos sacerdotes y con el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, por la confianza que han depositado en él para llevar a cabo esa importante misión de liderazgo en la Diócesis de Tumaco. También, con los obispos, quienes le han expresado su cercanía, apoyo, solidaridad y disponibilidad para apoyar ese servicio.El padre José Ricardo afirmó que, aunque es consciente del desafío y la responsabilidad tan grande que significa el rol, confía en las oraciones y el apoyo de todos para sacarlo adelante; para seguir avanzando en los proyectos pastorales diocesanos, en función de la construcción del Reino en ese territorio, a partir de las realidades y necesidades de sus comunidades.“No nos queda sino ser fieles al Evangelio, al magisterio de la Iglesia y estar atentos, como dice el Papa Francisco, a escuchar las necesidades de nuestras comunidades y responder a ellas con generosidad; siempre buscando el bien común, el respeto por la vida y la construcción de paz. Esperamos que, con la ayuda de todos, caminemos juntos y podamos seguir creciendo como Iglesia particular de la Diócesis de Tumaco”, expresó.BiografíaEl padre José Ricardo Cruel Angulo nació el 28 de julio de 1961 en el municipio de Tumaco. Realizó sus estudios de primaria en el Colegio Divino Niño (1974) y secundaria en el Liceo Nacional Max Seidel (1980). Realizó su formación sacerdotal en el Seminario Intermisional “San Luis Beltrán” y la académica, en el Seminario Mayor Arquidiocesano San José de de Bogotá (Filosofía y teología,1981-1988).Fue ordenado sacerdote el 10 de diciembre de 1988 en la Catedral San Andrés de Tumaco (Nariño) por monseñor Gustavo Girón Higuita, obispo de Tumaco entre 1990 y 2015.Servicios parroquiales prestados:Parroquia San Juan Bautista de El Charco - Nariño:Vicario Parroquial: 1988 -1992Párroco: 1993Parroquia Catedral San Andrés de Tumaco - Nariño:Vicario Parroquial: 1994-2006Párroco: 2007-2012Vicario Parroquial Adscrito: 2020-2022Parroquia Santísima Trinidad de Tumaco - Nariño:Párroco: 2013-2019Parroquia Nuestra Señora de la Merced de Tumaco – Nariño:Párroco: 2023Servicios diocesanos prestados:Director Vicarial de Pastoral Juvenil: 1994-1998Coordinador de Proyectos Sociales: 1998-2019Vicario de Pastoral: 1995-2001Director Vicarial de Pastoral Social: 2001-2002Canciller Diocesano: 2017-2018Vicario General: 2019-2024
Vie 4 Oct 2024
El papa Francisco designa nuevo obispo para la Diócesis de Pereira: monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez
Monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, quien desde julio de 2016 se venía desempeñando como obispo de la Diócesis de San José del Guaviare, es nombrado por el papa Francisco como obispo de la Diócesis de Pereira.Desde el año 2011, esta jurisdicción eclesiástica ubicada en el departamento de Risaralda, era pastoreada por monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez. Sin embargo, tras cumplir el límite de edad establecido para ejercer dicho rol episcopal, el prelado presentó su renuncia reglamentaria al papa Francisco, por lo que esa Iglesia particular estaba a la espera del nombramiento.Monseñor Nelson Jair también nació y se formó en esta importante región cafetera de Colombia. Es oriundo del municipio de Norcasia (Caldas) y realizó sus estudios básicos de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor Nuestra Señora del Rosario de Manizales.Por encargo del Santo Padre, entre abril de 2022 y marzo de 2023, monseñor Nelson Jair ejerció como administrador apostólico de la Arquidiócesis de Villavicencio, hasta la llegada de monseñor Misael Vacca Ramírez, su actual arzobispo. Recientemente, durante la CXVI Asamblea Plenaria, monseñor Cardona Ramírez fue nombrado Presidente de la Comisión Episcopal para la Cultura del Cuidado, por parte de sus hermanos obispos.BiografíaMonseñor Nelson Jair Cardona Ramírez nació el 18 de enero de 1969 en Norcasia (Caldas), en el hogar de Carlos Cardona (+) y Josefina Ramírez (+).Recibió la educación primaria y secundaria en Norcasia. Posteriormente ingresó al Seminario Mayor Nuestra Señora del Rosario, en Manizales. Perfeccionó sus estudios, adelantando la licenciatura en Teología espiritual en la Universidad Gregoriana en Roma y alcanzó el Doctorado en el Instituto Teológico Pastoral para América Latina y el Caribe (ITEPAL) con una tesis sobre la formación sacerdotal.Fue ordenado Sacerdote el 12 de diciembre de 1992 para la Diócesis de La Dorada-Guaduas.En el ejercicio del ministerio sacerdotal ha desempeñado los siguientes oficios:Delegado Diocesano de Pastoral Juvenil (1993-1995)Delegado Diocesano de Pastoral Vocacional (1993-1996)Párroco en La Paz (1994-1996 y 1998)Profesor y formador en el Seminario Mayor (1994-1996, 1998-2000)Delegado Diocesano de Pastoral Vocacional (1998-2002)Adscrito en la Catedral de La Dorada (1999-2000 y 2005-2006)Administrador Parroquial en Puerto Salgar (2000)Delegado para la Pastoral de los Ministerios Ordenados (2005)Profesor y formador en el Seminario Mayor (2005-2010)Párroco en Manzanares (2007-2013)Profesor en el Instituto Teológico Pastoral Latinoamericano (ITEPAL) (2010).Párroco en la “Santísima Trinidad” de Puerto Salgar (2013).Miembro del Consejo Presbiteral, del Colegio de Consultores, del Consejo de Pastoral; y Vicario Foráneo de la Vicaría “Nuestra Señora del Carmen”.El 7 de mayo de 2016, el papa Francisco lo nombró Obispo de San José del Guaviare. El 18 de junio de 2016 recibió la ordenación episcopal y tomó posesión canónica en San José del Guaviare el 9 de julio de 2016.Ejerció como Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Villavicencio del 23 de abril de 2022 al 2 de marzo de 2023.Fue nombrado Presidente de la Comisión Episcopal para la Cultura del Cuidado desde el 3 de julio de 2024.El 4 de octubre de 2024, el papa Francisco lo nombró Obispo de la Diócesis de Pereira.
Jue 3 Oct 2024
La Iglesia colombiana se pone en modo ‘Octubre Misionero’: el DOMUND se celebrará el 20 de octubre
Cada mes de octubre, la Iglesia Universal se sumerge, aún más, en la conciencia del espíritu misionero. Este acontecimiento, tiene una jornada especial de oración y apoyo económico denominada Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), que, en esta ocasión, se celebrará el 20 de octubre bajo la motivación bíblica “Vayan e inviten a todos al banquete” (Mt 22,9).En el caso de Colombia, al estar celebrando el año del centenario misionero, Obras Misionales Pontificias (OMP) y la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), convocan a vivir esta celebración con mucho más fervor. Es una oportunidad especial para que todos renueven su compromiso de bautizados, viviendo y apoyando la misión con un mensaje esperanza en todas las regiones del país.Para ello, tanto OMP, como la CEC, a través de su Centro Nacional Misionero, invitan a apoyar activamente el DOMUND. Los donativos recolectados en cada país pasan a formar parte del Fondo Universal de Solidaridad de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe, institución encargada de esta jornada. Desde allí, llegan también recursos para sostener la obra evangelizadora de los diez vicariatos apostólicos de Colombia, ubicados en comunidades generalmente aisladas (periféricas) y con dificultades económicas.Para profundizar mucho más en esta iniciativa, no solo desde la dimensión de la caridad, sino también desde la oración, Obras Misionales Pontificias de Colombia ha preparado un material especial para que sea difundido en todas las jurisdicciones y comunidades de fe. Este material contiene los siguientes elementos:1. Guion de Misa y Hora Santa.2. Revista de Misiones.3. Estampa oración por las misiones.4. Estampa Reina de las misiones.5. Estampa Beata Paulina Jaricot.6. Estampa Venerable Miguel Ángel Builes Gómez.7. Estampa oración San José.8. Folleto Octubre Misionero con el mensaje del Papa Francisco.9. Boletín RENAEM.10. Folleto Coronilla a la Divina Misericordia.11. Afiche DOMUND.Desde este link también se podrá acceder a material comunicativo que puede ser difundido a través de los canales digitales de las diversas jurisdicciones e instituciones para dar a conocer aún más esta importante jornada.
Jue 3 Oct 2024
Tras 3 años de espera, la Diócesis de San Vicente del Caguán celebró la llegada de su nuevo obispo: monseñor William Prieto Daza
Este miércoles, 2 de octubre, en la Catedral Nuestra Señora de las Mercedes, se llevó a cabo la ceremonia de posesión canónica de monseñor William Prieto Daza como obispo de la Diócesis de San Vicente del Caguán. De forma masiva y con gran alegría, fue acogido por parte de fieles laicos, autoridades públicas, sacerdotes y religiosos, signo de la anhelada espera de un nuevo pastor en esta Iglesia particular ubicada en el departamento del Caquetá.Monseñor William fue nombrado obispo de esta jurisdicción eclesiástica por parte del papa Francisco el 5 de julio de este año. Su ordenación episcopal se había llevado a cabo el pasado 25 de septiembre en la Catedral Metropolitana Nuestra Señora del Carmen de la Arquidiócesis de Villavicencio, donde fue ordenado presbítero en el año 2013.Monseñor Prieto Daza se convierte en el segundo obispo de esa Iglesia particular, que, en 2019, pasó de ser vicariato apostólico a diócesis. Su primer obispo fue el actual arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, quien estuvo presente en esta ceremonia de ordenación episcopal. Tras quedar vacante la sede, en 2021, el metropolitano de esa provincia, monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, arzobispo de Florencia, fue designado por el Santo Padre como su administrador apostólico; también él estuvo presente.Durante la ceremonia, monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia, agradeció el servicio episcopal realizado en la Diócesis de San Vicente del Caguán por parte de monseñor Múnera y monseñor Mejía. Resaltó la entrega de ambos en el anuncio del Evangelio y el llamado misionero que acogieron durante ese tiempo, especialmente, bajo un mensaje de esperanza para esas comunidades que han sufrido tanto a causa del conflicto armado. En el contexto de la fiesta de los Santos Ángeles Custodios celebrada durante este día de la posesión, el representante del Santo Padre recordó que en la Iglesia antigua los obispos eran llamados ángeles. Esto, debido a la correspondencia existente entre la misión del ángel y el ministerio del obispo. Explicó que, el papa Benedicto XVI, en el año 2017, con ocasión de la ordenación de algunos obispos, mencionó que los ángeles son seres orientados a Dios, al mismo tiempo, por ser orientados a Dios y por estar con Él, ponen su nombre al servicio de los hombres, se vuelven mensajeros de Dios. Citó así las palabras del pontífice:“Los ángeles son mensajeros de Dios, llevan a Dios a los hombres, abren el cielo y así, abren la tierra, precisamente porque están en la presencia de Dios, pueden estar, también, muy cerca a los hombres. En efecto, Dios es más íntimo a cada de nosotros, de lo que lo somos nosotros mismos”. En este contexto, el Nuncio Apostólico le manifestó a monseñor William que, inspirado en la misión del ángel, podrá ejercer su ministerio episcopal iluminando, guardando, defendiendo y gobernando con espíritu de servicio a su pueblo, bajo la luz del Evangelio y la doctrina de la Iglesia.“Cuidando tu pueblo, es decir, darle vida, alimentarlo mediante la celebración de los sacramentos, es el ministerio de la santificación, por el cual podrás transmitir una vida, que es la misma vida de Dios en la que recibimos los sacramentos. Tendrás luego que trascender y gobernar a tu pueblo, defender tu grey de las amenazas que vienen desde afuera, de la violencia, del odio, quedándote con tu rebaño en los momentos de la prueba y desde adentro. Defender a tu Iglesia de toda clase de abusos que puedan darse a su interior, fomentando la disciplina eclesiástica, como ya lo hiciste con valentía en tu diócesis. En fin, tendrás que gobernar a tu pueblo; un gobierno que no es dominación sino servicio, con ese estilo sinodal que el papa Francisco nos enseña para llevar a este pueblo a las praderas de la verdadera amistad”, expresó monseñor Rudelli.Durante su homilía, con alegría y a partir de las palabras propuestas en el Evangelio para celebrar su posesión, el nuevo Obispo de San Vicente del Caguán evocó:“Voy a enviar un ángel que vaya delante de ti, querida Diócesis de San Vicente del Caguán, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que te he preparado"Monseñor Prieto recalcó que estas palabras manifiestan confianza, al tener la certeza de que es El Pastor Eterno, quien cuida y apacienta a su pueblo, a través de los pastores de la Iglesia. Destacó que en su ministerio y misión en San Vicente del Caguán será el Señor quien irá delante, señalando horizontes y abriendo caminos para que no se extravíen, y así, llegar a la meta, que es el cielo, aquel lugar preparado donde los ángeles contemplan el rostro del Padre Celestial.“Así que, como familia de Dios que peregrina en San Vicente del Caguán, emprendamos este nuevo trayecto caminando juntos con alegría, con esperanza, confiados en la Providencia de Dios que ha dado órdenes a sus ángeles que nos cuiden en nuestros caminos y que ha querido unir nuestras historias para seguir construyendo el Reino de Dios en esta querida Amazonía”, manifestó monseñor William.El obispo afirmó que, así como el Señor en el Evangelio le pide a Moisés que se quite las sandalias porque la tierra que pisa es santa, así mismo, él ahora pisa ese territorio de San Vicente del Caguán con profundo respeto de su historia, de su pluriculturalidad, de su biodiversidad y de su forma de encarnar la fe, dispuesto a aprender.Monseñor Prieto mencionó también que, en medio de la realidad y retos que viven esas comunidades caqueteñas, es esencial buscar puntos de encuentro y de comunión a través del camino de la escucha y del diálogo respetuoso. Esto, de acuerdo con el pastor, les ayudará a ir construyendo juntos la civilización del amor, “en donde, haya paz y bienestar general para todos, de modo que resplandezca la belleza con la cual Dios ha adornado ese bello territorio”.El nuevo obispo de San Vicente del Caguán terminó su intervención dando gracias de por la presencia de los arzobispos y obispos que estuvieron acompañándolo en su ceremonia, y de manera especial. También agradeció la presencia de los sacerdotes pertenecientes a las jurisdicciones de la Provincia Eclesiástica de Florencia, y a aquellos que llegaron desde Villavicencio como de otros lugares. Además, a religiosos y religiosas, a los distintos grupos y movimientos laicales de la diócesis; así mismo, a sus padres, familiares y amigos que asistieron. Al estilo del papa Francisco,finalizó su homilía encomendando a todos su oración por él y por su ministerio, para que este sea para la mayor gloria de Dios.Vea a continuación la trasmisión de la ceremonia: