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"Quiero ser, con ustedes, testimonio de la posibilidad y plenitud de volver a Dios"
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Estas palabras expresadas por el nuevo obispo de Santa Rosa de Osos, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, durante el acto de posesión canónica, marcan su sentir al iniciar este caminar en la Iglesia que peregrina por estas tierras antioqueñas.
“El Señor me ha enviado a una Iglesia que peregrina en una región hermosa por su riqueza natural, donde por doquier se percibe la grandeza del Creador; pero más bella aún por sus gentes: generosas, acogedoras, emprendedoras, solidarias, valientes frente a las dificultades; es una comunidad grande, no sólo por su extensión geográfica, sino, y ante todo, por su patrimonio espiritual cimentado sobre la arraigada fe católica de este pueblo”, anotó.
Siguiendo la reflexión propuesta por el evangelista Lucas, que devela tres momentos: una recapitulación y conclusión de la misión de Juan el Bautista; la autorrevelación de Cristo como el Mesías esperado y la invitación a acoger en él los signos de la salvación, advirtió que este pasaje es una invitación a renovar la fe en Cristo. “Ir al encuentro de Cristo y ser sus discípulos es la clave para que podamos experimentar también hoy los signos salvíficos de la presencia viva y actuante del Señor”.
Así también, evocando las palabras del papa emérito Benedicto XVI: “un humilde trabajador en la viña del Señor”, se reconoció como discípulo y sucesor de los apóstoles para pastorear esta iglesia particular que hoy Dios le ha encomendado.
Resaltó de manera especial la trayectoria centenaria que ha marcado el camino de evangelización de esta Jurisdicción y los frutos de santidad, mostrados en la persona del beato padre Marianito. Igualmente, reconoció la labor de quienes a su paso han dirigido los destinos pastorales de esta iglesia. “He sido enviado para proseguir la tarea pastoral que con generosidad sin límites y respondiendo a los desafíos de cada época desplegaron quienes han estado al frente de los destinos pastorales de esta iglesia diocesana: los obispos Maximiliano Crespo Rivera, Miguel Ángel Builes Gómez, Félix María Torres Parra, Joaquín García Ordoñez, Jairo Jaramillo Monsalve y Jorge Alberto Ossa Soto”.
Al reconocer humildemente su fragilidad, se puso en manos de Dios, para con total docilidad y al ejemplo de Cristo, Pastor y Obispo, guiar las almas confiadas y actuar dentro de la comunidad como maestro, sacerdote y pastor. “Pido la gracia de seguir realizando la misión del Bautista: disponer los caminos y allanar los senderos; guiar, para que todos vayamos al encuentro de Cristo, así como tantos otros lo han hecho a lo largo de la historia en esta Iglesia”.
Igualmente, expresó el deseo de trabajar de la mano con el clero, favoreciendo siempre a las comunidades más vulnerables y acercándose en un diálogo respetuoso con quienes piensan diferente o se han alejado de Dios. “Deseo y pido con todo mi corazón que el Señor me dé la gracia de saberme poner adelante, al lado y detrás de los sacerdotes, mis inmediatos colaboradores en la misión pastoral; de los más pobres, necesitados y excluidos; de los enfermos y ancianos; de las familias, de los jóvenes y de los niños. También quiero acercarme a quienes, por diversos motivos, se han distanciado de Dios o de la Iglesia; quiero abrir horizontes de diálogo con otras realidades de fe y con las diversas instituciones sociales”.
Tras reconocer los retos y desafíos que plantea el trabajo pastoral en estos territorios, consecuencia no solo de la pandemia, sino de factores sociales como la pobreza, la violencia, el narcotráfico, desastres naturales, la falta de empleo, entre otros, el prelado dijo que para enfrentar estos obstáculos, se hace necesario “volver a Dios y caminar juntos”.
En este contexto, monseñor Álvarez Botero propuso algunos puntos que podrán marcar el paso para ir avanzando en un caminar conjunto:
- Hacia el encuentro permanente con Cristo, Camino, Verdad y Vida, que nos hace experimentar en nuestra existencia personal y comunitaria los signos de su salvación.
- Hacia comunidades cristianas vivas y dinámicas, que manifiesten la alegría del seguimiento de Jesús.
- Hacia una Iglesia viva y organizada, con comunidades cristianas unidas y dinámicas, que sea casa de fe para todos.
- Hacia una Iglesia diocesana en la que sigan germinando y en la que puedan crecer las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa, así como las vocaciones laicales.
- Hacia la madurez de la fe, que nos impulsa a vivir decididamente el Evangelio y a ser testigos valientes de los valores del Reino, aunque debamos hacerlo en contracorriente.
- Hacia la reconciliación y la paz, que Cristo nos consiguió con su sacrificio en la cruz, en la que derrumbó los muros que nos dividen; necesitamos entre todos forjar una cultura de paz. Así como lo hemos proclamado en el Salmo, esperamos que en los pueblos de toda la diócesis la misericordia y la fidelidad se encuentren, la justicia y la paz se besen.
- Hacia el compromiso efectivo de caridad con los más pobres y frágiles en la sociedad.
- Hacia la verdadera fraternidad entre todos, que se cultiva en la unidad de las familias, y que es capaz de vencer los odios, rencores y venganzas, y se expresa en el compromiso solidario con los más pobres y necesitados.
- Hacia los que esperan el anuncio y testimonio de la Buena Nueva. Como nota característica de toda comunidad eclesial, Santa Rosa de Osos ha sido y ha de seguir siendo una diócesis marcadamente misionera, que vive en permanente estado de misión y está continuamente en salida.
Finalmente, encomendó su ministerio y el pastoreo de esta Iglesia de Santa Rosa de Osos a los pies de Nuestra Señora de las Misericordias. “Ella, como lo hizo, con la comunidad apostólica en el cenáculo, ore con todos nosotros para que vivamos un nuevo Pentecostés, y salgamos a anunciar por todos lados las maravillas de Dios”.
Al acto de posesión asistieron el Nuncio Apostólico, Mons. Luis Mariano Montemayor, a quien le expresó su agradecimiento y comunión hacia el papa Francisco, un grupo de arzobispos, obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, la familia y un grupo de laicos.


¿Dónde quedaría la Patria Potestad de los padres de familia?
Mar 3 Jun 2025

Vie 6 Jun 2025
El Papa León XIV designa a monseñor Ramón Alberto Rolón Güepsa como nuevo obispo de Chiquinquirá
El Papa León XIV designó a monseñor Ramón Alberto Rolón Güepsa como nuevo obispo de la Diócesis de Chiquinquirá. El prelado, que se venía desempeñando desde el 15 de diciembre de 2012 como Obispo de Montería, se convertirá en el quinto obispo de la diócesis mariana de Colombia.Monseñor Rolón Güepsa sucederá en esta misión a monseñor Luis Felipe Sánchez Aponte, quien durante 21 años pastoreó la Diócesis de Chiquinquirá. Su liderazgo episcopal se caracterizó por una profunda dedicación a la evangelización; la promoción de la justicia social; el fomento del diálogo y la reconciliación; la defensa de los valores católicos en la región; y la promoción de devociones marianas, especialmente a la Virgen de Chiquinquirá, Patrona de Colombia. Tras cumplir 75 años de edad, siguiendo el Código de Derecho Canónico, presentó su renuncia y se encontraba a la espera de la nueva designación por parte del Santo Padre. A la Diócesis de Chiquinquirá se le conoce como diócesis mariana por tener la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Santuario Nacional Mariano dirigido por la Orden de Predicadores y uno de los principales sitios de peregrinación del país.Biografía de monseñor Ramón Alberto Rolón GüepsaMonseñor Ramón Alberto Rolón Güepsa nació en Arboledas (Norte de Santander), el 28 de febrero de 1959; hijo de Rito Julio Rolón y María Inés Güepsa.Ordenado sacerdote por el cardenal Mario Revollo Bravo en Arboledas, el 8 de diciembre de 1984.Realizó sus estudios de primaria y secundaria en Arboledas y los de Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Pamplona. Obtuvo la licenciatura en Filosofía y Ciencias Religiosas en la Universidad Santo Tomás y se especializó en Filosofía en la Universidad Gregoriana de Roma.En el ejercicio del ministerio sacerdotal ha desempeñado los siguientes cargos:Párroco de las Parroquias de San Juan Bautista de Chinácota y San José de Mutiscua.Formador en los Seminarios Mayor y Menor de Pamplona.Miembro del Colegio de Consultores, del Consejo Presbiteral y del Consejo de Asuntos Económicos de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona.El 27 de octubre de 2012, el Papa Benedicto XVI, lo nombró obispo de Montería.Su ordenación episcopal se realizó en la Catedral Santa Clara de la Arquidiócesis de Pamplona, el 1 de diciembre de 2012, de manos de monseñor Luis Madrid Merlano, arzobispo de Nueva Pamplona.Tomó posesión canónica de la sede asignada el 15 de diciembre de 2012.Fue Administrador Apostólico de la Diócesis de Montelíbano desde el 7 de julio de 2018 hasta el 24 de junio de 2020.Nombrado Obispo de Chiquinquirá por Su Santidad el Papa León XIV el 6 de junio de 2025.

Mié 4 Jun 2025
Un adiós lleno de gratitud, reconocimiento y esperanza para monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid
Con un sentido homenaje en la Catedral Castrense Jesucristo Redentor, familiares, 21 de sus hermanos obispos, militares y civiles despidieron a monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien, por cuatro años, acompañó espiritualmente a las Fuerzas Armadas y de Policía, y dejó una profunda pastoral en jurisdicciones como Medellín, Málaga-Soatá y Cúcuta.El cardenal Luis José Rueda Aparicio presidió la Eucaristía y destacó el legado espiritual del obispo castrense, recordándolo como "semilla de esperanza" para Colombia. Basado en el Evangelio de Juan (12,24), el arzobispo de Bogotá y primado de Colombia comparó la vida de monseñor Ochoa con una semilla que, al morir, da frutos abundantes."Monseñor Víctor Manuel fue un sembrador de la Palabra y los sacramentos, un pastor que echó raíces en los corazones de quienes pastoreó", afirmó el cardenal, resaltando su labor en la formación espiritual de los uniformados y sus familias. También recordó que su vocación nació en un hogar cristiano y se consolidó cuando fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II.Un legado entre soldadosMonseñor Ochoa no solo sirvió en el altar, sino que se convirtió en guía moral para los miembros del Ejército, la Policía y sus familias, dejando un legado de cercanía y servicio. Su trabajo en el Obispado Castrense fue reconocido por altos mandos militares, religiosos y laicos que llenaron la Catedral para darle el último adiós:“Monseñor Ochoa nos recordó que la dignidad del ser humano está por encima del uniforme de la jerarquía y de las armas. Y nos enseñó que la defensa de la patria sin la guía de los valores, se vuelve frágil, pero que, guiada por la justicia, la compasión y la paz, se convierte en verdadera garantía de la democracia…Su legado no se mide solo en documentos o decretos, sino en las almas que consoló en los jóvenes, que ordenó, en los dolientes, que escuchó, en los caídos, que despidió”, expresó el Ministro de Defensa, Pedro Sánchez.La misa fue concelebrada por monseñor José Roberto Ospina Leongómez, designado por el Papa León XIV como administrador apostólico castrense. Se refirió al legado de oración de monseñor Víctor Manuel y expresó su cercanía a toda la comunidad, como pastor, hermano y amigo.“Permítanme decirles, queridos sacerdotes, que si el Papa me ha nombrado sin mérito propio, estoy dispuesto a ser un hermano, a ser alguien que está dispuesto a servirles de la mejor manera posible lo que necesiten. Ese es el papel de un obispo ser un hermano que camina con hermanos, queridos sacerdotes del obispado.Sientan en mí un hermano, un amigo, un padre, un obispo. Yo vi a al señor Ministro decir que monseñor Víctor Manuel siempre oraba por las Fuerzas Armadas y de Policía Nacional. Sepan que ya he comenzado a orar también por ustedes...Oren también por mí para que el tiempo que el Señor me permita estar entre ustedes, lo haga con la generosidad, la sabiduría, la prudencia y la entrega total”.Monseñor David Paul Charters, secretario de la Nunciatura Apostólica en Colombia, fue el encargado de dar a conocer el mensaje enviado por el Secretario de Estado Vaticano, el cardenal Pietro Parolín, en nombre del Santo Padre:“El Papa XIV, a la vez que ofrece sufragios por el eterno descanso de esta abnegado pastor que con fidelidad entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia…Lo encomienda a la más tierna intercesión de la Bienaventurada Virgen María e imparte, con afecto, la confortadora Bendición Apostólica como signo de fe y esperanza en Cristo resucitado”.El secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Germán Medina Acosta, fue el encargado de dar a conocer el mensaje publicado por el Episcopado al conocer la noticia de la partida de monseñor Cadavid.La ceremonia concluyó con un toque militar en su honor y la entrega de la bandera de Colombia a sus familiares.Con este homenaje, Colombia despide a un obispo que, como semilla, dejó frutos de fe en la Iglesia y en quienes defendieron la patria.Vea a continuación el video con algunos de los momentos más emotivos de las honras fúnebres y honores militares:

Mar 3 Jun 2025
Papa León XIV designa a monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro como administrador apostólico de la Diócesis de Mocoa-Sibundoy
Tras la posesión canónica de monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve en la Diócesis de Santa Rosa de Osos, el Papa León XIV designó a monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo de Pasto, como administrador apostólico de la Diócesis de Mocoa-Sibundoy.El pasado 29 de mayo, durante la ceremonia de posesión de monseñor Luis Albeiro en Santa Rosa de Osos, el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, ya había anunciado esta designación como signo de aliento para la Iglesia particular de Mocoa-Sibundoy, que venía siendo pastoreada por monseñor Luis Albeiro desde diciembre del año 2015.El nombramiento es ahora oficial: monseñor Juan Carlos estará acompañando de manera simultánea a esta Diócesis, mientras el Santo Padre designa un nuevo obispo.

Mar 3 Jun 2025
Papa León XIV designa a monseñor José Roberto Ospina Leongómez como administrador apostólico del Obispado Castrense
El Papa León XIV designó a monseñor José Roberto Ospina Leongómez, obispo emérito de Buga, como Administrador Apostólico del Obispado Castrense. Desde el pasado 30 de mayo, en medio del delicado estado de salud que afrontaba monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid (Q.E.P.D.), monseñor José Roberto estaba acompañando esta jurisdicción como Administrador sede plena. Sin embargo, ahora, tras el fallecimiento de monseñor Víctor Manuel, asume como Administrador en sede vacante, hasta que el Santo Padre nombre un nuevo obispo.Precisamente en la noche de este lunes, 2 de junio, monseñor José Roberto celebró una Eucaristía en acción de gracias por la vida de monseñor Víctor Manuel La Santa Misa se llevó a cabo en la Catedral Castrense Jesucristo Redentor. Allí, permanecerá el féretro en cámara ardiente hasta el medio día de este martes 3 de junio cuando se celebre la Eucaristía que presidirá el cardenal Luis José Rueda Aparicio. En horas de la tarde será trasladado a la ciudad de Bello (Antioquia), su tierra natal.El miércoles 4 de junio, a las 3:00 p.m., en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Bello, el arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, presidirá la Eucaristía de exequias. Al terminar, monseñor Víctor Manuel será sepultado en la cripta de este mismo templo.