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conferencia episcopal

Vie 30 Oct 2020

La Casa de Encuentros reabre sus puertas

El Centro de Pastoral y Espiritualidad de la Conferencia Episcopal de Colombiareabre las puertas de su “Casa de Encuentros” para seguir prestando un servicio de excelente calidad, teniendo en cuenta todos los protocolos de bioseguridad. Con el aval de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Alcaldía Mayor de Bogotá, teniendo como base los decretos 193 y 207 de 2020, se han dispuesto todas las medidas de bioseguridad necesarias para el desarrollo de convivencias, retiros y reuniones eclesiales en las instalaciones, cumpliendo con un aforo máximo de 45 personas. Todo el personal que está al servicio de la casa ha recibido la capacitación necesaria para cumplir con rigurosidad los protocolos de desinfección y aseo de todos los espacios que se ofrecen, así como la atención a los visitantes. Continúa así el compromiso con la fraternidad, la corresponsabilidad y el servicio, para propiciar espacios deformación,comunión y participación. Ya se estan recibiendo solicitudes de servicio para estos últimos meses del año. Para hacer reservas o solicitar mayor información están disponibles el número telefónico 4375540, ext. 267 / 299, o el correo electrónico [email protected]

Jue 29 Oct 2020

En Cristovisión: Jornada vocacional y misionera

En una eucaristía transmitida hoy (oct. 29), por el canal de Cristovisión, donde se animó una jornada por las vocaciones y como cierre al mes de las misiones que la Iglesia ha vivido este mes de octubre, el secretario general de la Conferencia Episcopal, monseñor Elkin Álvarez, pidió agradecer a tantos hombres y mujeres que entregan, a través de su vocación, un servicio generoso en favor de los más necesitados. “En esta jornada vocacional y misionera, el Señor nos pide que reconozcamos su obra en la vocación de hombres y mujeres que generosamente han respondido sí al llamado que el Señor les ha hecho; pidamos por ellos, porque la Iglesia sostiene a los llamados para que vivan santamente la vocación a la que han sido convocados”, afirmó. Siguiendo la lectura del día, afirmó que el evangelista Lucas sugiere a todo el pueblo de Dios seguir pidiendo por las vocaciones.“El Señor promete que no dejará de actuar, no dejará de llamar y sostener a los que llama. Él mismo sigue haciendo la obra en medio de su pueblo, del pueblo redimido con su propia sangre con su muerte y resurrección, Él se manifiesta a través de los que llama, consagra y envía”. Durante su homilía, el también obispo electo de Santa Rosa de Osos, agradeció en nombre de los obispos de Colombia a quienes de manera incondicional se han encargado de trabajar en la promoción de vocaciones y en la formación permanente para el cultivo y acompañamiento de las mismas. Por último, animó a interceder ante la Santísima Virgen, para que ella acompañe a la Iglesia en esta tarea vocacional e invitó para que quienes sientan“el llamado de Dios le digan al Señor sí, hágase en mí según tu palabra”. La homilía completa puede verla en la página en Facebook del canal Cristovisión:[icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Mié 28 Oct 2020

Unidad de criterios formativos: Camino orientador de los seminarios mayores

Con el objetivo de implementar el capítulo sexto de la ‘Ratio Nationalis’, dedicado a la dimensión intelectual de los seminarios mayores de Colombia, se desarrolló el encuentro de rectores de seminarios, organizado por el Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). En entrevista con el Departamento de Comunicaciones, el padre Manuel Hernando Vega León, director del departamento organizador, compartió sobre lo que fue este encuentro, las conclusiones y desafíos que se tienen hacia futuro. ¿Qué realidad fue la que motivó este encuentro? La situación que hemos vivido este año ha sido muy compleja para los seminarios mayores. La mayoría de los seminarios enviaron a los seminaristas a sus casas y eso generó, de una u otra forma, como una insistencia muy grande en esta dimensión: la formación académica de los seminaristas. Pero sabemos que no es suficiente, que la formación es mucho más amplia. Hay que dedicar tiempo también a la formación humana, a la formación afectiva, a la formación espiritual y, desde luego, a la formación pastoral. Entonces, estos encuentros nos permiten, en primer lugar, conocer la situación de los seminarios y, en segundo lugar, implementar estrategias comunes que nos permitan ser más asertivos a la hora de hacer un proceso formativo gradual e integral. ¿Quiénes estaban invitados? Estaban invitados en primer lugar los rectores de los seminarios mayores, pero cuando empezamos a hacer el ejercicio y pensando que iba a ser de este modo virtual, pues pensábamos que los primeros destinatarios eran los secretarios académicos de los seminarios y fuimos evolucionando precisamente en esa perspectiva y, entonces, terminamos evidenciando que también los profesores debían participar de este encuentro, en el que íbamos a tocar este aspecto en cuanto a las metodologías, las didácticas de la formación académica en cada una de las etapas dela formación. Pues nos resultó un encuentro amplísimo, tuvimos la participación de 52 seminarios mayores diocesanos, unos 40 seminarios religiosos, estaban los rectores, un buen número de secretarios académicos, y en lo que pudimos contar 109 personas diariamente, fijas y conectadas, pero detrás de cada computador, muy seguramente había otros sacerdotes, o los equipos de deformadores. ¿A qué conclusiones llegaron después del análisis? Tal vez lo primero que tenemos que decir es que se creó la conciencia de buscar la unidad en los procesos formativos, es decir, la formación de los sacerdotes en Colombia se debe caracterizar por ser una formación única para el país. No distintos esquemas, no distintas insistencias formativas, como pudo haber pasado en otras épocas, sino que en este momento debe existir una misma línea formativa para todos los que quieren en su corazón ser ministros ordenados, sacerdotes, en la iglesia colombiana. ¿Qué desafíos se les plantea posterior al encuentro? Desafíos aparecen varios. Primero, tenemos el desafío de implementar la etapa propedéutica, que es una etapa netamente experiencial, deslindada en buena medida de la formación académica tradicional. Durante esta etapa, el joven tiene la oportunidad de tener una experiencia más de encuentro con la persona de Jesús y, a partir de esa experiencia, tomar la decisión de asumir las siguientes etapas formativas en el seminario. Esa es una novedad y es un cambio grandísimo que queda como tarea hacia futuro y que empezaremos en el 2021, ese fue uno de los compromisos. Así, el próximo año, todos los seminarios vamos a estar trabajando en la etapa propedéutica. Segundo, en la etapa discipular que corresponde a los estudios filosóficos. Quiere decir esto que el elemento pedagógico está precisamente en un primer momento el que, a partir del estudio filosófico, del conocimiento del mundo, del hombre y de Dios, seamos capaces de comprender que una de las notas del que hace este estudio, es poder transformar su corazón, en un corazón de discípulo. No es estudiar la filosofía por estudiarla, aunque sabemos que es un elemento básico para la formación sacerdotal, la filosofía tiene que estar conectada a la etapa y esta etapa es discipular. Entonces todos sus estudios lo deben llevar a conocer la persona de Jesús, el mundo que él nos predicó, el Dios que él nos presentó, el hombre que él nos manifestó desde la filosofía. Y tercero, la etapa configuradora que corresponde a los estudios teológicos. Se compone de dos fuerzas muy grandes: La formación del corazón del pastor, la configuración con Cristo Buen Pastor, pero un Pastor que es Misionero en la Iglesia, que sería la segunda fuerza. Esa nota misionera se vuelve transversal a todo el proceso va a ser uno de los ejes en cada una de las áreas y materias que se van a trabajar en los seminarios.

Lun 26 Oct 2020

Ecos del Encuentro Nacional de Pastoral Familiar

“En medio del confinamiento han sido muchos los aspectos a resaltar en el caminar de las familias, uno de ellos, en positivo, ha sido el rescatar el papel de la familia como 'iglesia doméstica'”, así lo destacó monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), durante el Encuentro Nacional de Delegados y Agentes de Pastoral Familiar, que se celebró de manera virtual para conmemorar el 50 aniversario del departamento de matrimonio y familia de la CEC. “El primer fruto, sin duda, durante el confinamiento, ha sido redescubrir la misión de la 'célula fundamental de la sociedad y la Iglesia', espacio de creación y crecimiento de las relaciones interpersonales, refugio y protección ante las adversidades. Pero, aparecieron también los vacíos que existen en ese papel propio de la familia. La violencia intrafamiliar, la incapacidad para superar demandas individuales y comunitarias, también se manifestaron”, expresó. Durante su intervención, advirtió que es en el hogar donde se empieza la transmisión de la fe y se aprende el abecedario del amor, la fraternidad, el perdón, la preocupación efectiva por los pobres y necesitados. “Las familias tienen necesidad de la Iglesia y son necesarias para que ella esté presente en el centro de la vida y en los diversos ambientes existenciales”. También enfatizó cómo en este tiempo la pobreza, que ya existía en el país, se está viendo aumentada por cuenta de la emergencia sanitaria, donde el cierre de actividades productivas ha dejado en evidencia aspectos negativos como el desempleo, la precariedad en las viviendas, la deficiencia en servicios básicos de salud, agua, educación y conectividad para los trabajos tanto de estudiantes como de trabajadores. Si bien destacó que el trabajo realizado por las familias campesinas, indígenas y afrocolombianas dedicadas a las labores agrícolas, ha sido una bendición para que no falte el pan en los hogares, también dijo que “aparecieron las desigualdades y las urgencias por no ser los poseedores de las tierras, y no tener acceso a los mercados”. Además agregó que “muchas familias enfrentan hoy grandes dificultades: los desplazados, los migrantes, los pobres, los desempleados que no pueden llevar una vida digna. Las condiciones económicas y laborales influyen sobre la cohesión y convivencia familiar. La familia sigue siendo el camino normal de la persona como lo ha develado la Pandemia”. El también arzobispo de Villavicencio, se adelantó a decir que después de la pandemia le esperan grandes retos a la Iglesia en materia de ‘pastoral familiar’, entre ellas la de realizar un “reengendramiento” de la familia. “Hemos avanzado en los procesos de preparación al matrimonio, pero es preciso ayudar a las parejas a sanar sus heridas sicológicas, a discernir su misión en un mundo pluricultural que cada día transforma la imagen de familia por la crisis antropológica existente. Que se preparen para vivir el amor conyugal y familiar en lo cotidiano”, afirmó. Finalmente, el prelado agradeció el trabajo de todas las personas que desde su testimonio, talento y profesión le han aportado, a lo largo de estos 50 años, al departamento de matrimonio y familia de la CEC. Monseñor Vicenzo Paglia, invitado internacional Por su parte, monseñor Vicenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida y gran canciller del Pontificio Instituto para la familia Juan Pablo II en Roma, quien intervino virtualmente en el encuentro, dijo que ciertamente el covid-19 ha puesto de relieve, a veces de manera trágica, las fragilidades internas de las familias y las dificultades sociales, pero al mismo tiempo resaltó que las familias han mostrado recursos y potencialidades inimaginables que han permitido a la mayoría de la población superar este grave momento de crisis. “Esto me lleva a decir que, a pesar de todas las crisis por las que estamos pasando, la familia sigue siendo una dimensión decisiva del tejido social. La familia apareció una vez más de manera rotunda como el lugar de cuidado por excelencia, el lugar donde se atiende las necesidades de los demás”, asintió. El prelado dijo que, si bien esta experiencia de la pandemia ha permitido el fortalecimiento en algunos aspectos dentro de la familia, también deja dificultades que se deben enfrentar. “Muchas familias cristianas son hoy un lugar de profunda y verdadera catequesis de testimonios excepcionales para no ceder a la tristeza y la desesperación, pero junto a esta riqueza, sin embargo, no podemos olvidar las muchas dificultades a las que se ven expuestas las familias en un momento tan difícil”. Mencionó aspectos como la crisis económica generada por el Covid-19 y los efectos devastadores en las familias que ya padecen condiciones de pobreza graves; el tema de la violencia doméstica, especialmente contra las mujeres; el aumento de los embarazos entre las mujeres jóvenes; y el abandono de los ancianos. “El covid-19 nos recuerda que, desafortunadamente, nuestras familias pueden ser verdaderos infiernos que no le importan a nadie”. Una teología de la familia es indispensable y urgente Para este obispo, la cultura del ‘hiper individualismo’ que se está viviendo hoy, invita a proponer una fuerte reflexión sobre la familia, su vocación y misión en el mundo contemporáneo que pueden ser guiadas, entre otras, por la exhortación apostólica ‘Amoris laetitia’ (La alegría del amor). “Estamos llamados a emprender nuevas perspectivas teológicas y pastorales, porque desafortunadamente la reflexión que se hace hoy sobre la familia como tal, es débil”. Explicó que desde el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia, se está proponiendo elaborar un nuevo plan de estudios donde se pueda rescatar la densidad humana y cristiana de la institución familiar. “Es indispensable iniciar una nueva reflexión teológica si queremos que el trabajo pastoral encuentre un nuevo vigor”. Giro eclesiológico para entender la Iglesia como familia de Dios Explicó que el Papa Francisco, en la exhortación ‘Amoris laetitia’, llama a una profunda renovación de la Iglesia. “Hoy en día las iglesias, todas las iglesias, no pueden llevar a cabo la tarea que Dios les ha asignado en relación con la familia, sin asumir ellas mismas los rasgos de una comunión familiar”. Por lo que insistió que cuando la iglesia habla de familia, en realidad se refiere primero a sí misma, en este sentido, cuando habla de pastoral familiar, significa hacer familiar a toda la iglesia. Afirmó que, si bien las familias tienen la responsabilidad de comunicar al mundo el Evangelio, también ellas requieren de la ayuda y guía de los ministros ordenados. A este respecto dijo que a menudo dentro de la Iglesia se carece de una formación adecuada para hacer frente a los complejos problemas actuales de las familias y pidió que se preste una atención renovada a la formación de los seminaristas. Por último, se refirió a la relación que debe existir entre las familias y las comunidades parroquiales, asintiendo que es importante hacer una reflexión frente al tema. “Hoy, por desgracia, estamos siendo testigos de una brecha a menudo profunda que separa a las familias de la comunidad cristiana” (…) Podríamos decir que las familias no son muy eclesiásticas porque a menudo están encerradas en sí mismas y las comunidades parroquiales no son muy familiares porque a menudo están atrapadas en una burocracia desesperante. Lo que nos llevaría a decir que no se trata de revisar la pastoral familiar, sino de transformar toda la pastoral en una perspectiva familiar”.

Jue 22 Oct 2020

Obispo Elkin Álvarez en Foro Hemisférico de Libertad Religiosa

Durante su intervención en el primer “Foro Hemisférico de Libertad Religiosa y de Creencias”, que inició hoy y culmina mañana viernes, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio del Interior, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia, identificó algunosdesafíos que considera han de tenerse en cuenta con respecto a la promoción de la libertad religiosa y el diálogo interreligioso en nuestro país. Precisó cuatro desafíos, a saber: establecer una pedagogía común de libertad religiosa;vincular, cada vez más, el tema de la libertad religiosa y los derechos de la persona; favorecer los canales para el diálogo interreligioso sin que el Estado se convierta en autorector del hecho religioso, y respetar que la dimensión religiosa haga parte de la dinámica pública. Indicó que“es importante establecer una pedagogía para la comprensión del alcance del derecho a la libertad religiosa y de los caminos pertinentes que han de darse para la promoción del diálogo interreligioso”. Dijo que para algunas personas el tema de la religión y el derecho a profesarla ha caído en algo de instrumentalización.“Sumado a esto, en algunos ambientes se percibe que la libertad religiosa se limita solo a un espacio intimista y privado de cada persona”. Mantener la identidad propia de la libertad religiosa como derecho fundamental Observó que es significativo que las comunidades de fe y el Estado estén vigilantes para que el derecho fundamental de la libertad religiosa se mantenga en esa categoría y “no se actúe por compromisos e intereses de unos y otros, convirtiendo este derecho fundamental en una concesión vinculada a los mencionados compromisos”. Por otra parte, recordó que es tarea de los Estados el reconocer y garantizar el libre ejercicio de este derecho fundamental, sin entrar a regular las competencias propias de cada confesión. Pero advirtió que también es responsabilidad de las comunidades de fe procurar un diálogo regido por principios de identidad y comprensión de fe de cada comunidad. “Los Estados deben diferenciar los espacios propios de diálogo en iniciativas de bien común o los espacios de interactuación común con miras a una convivencia armónica, realidades éstas en las que los Estados tienen su injerencia para garantizar el orden social.Muy distinta debe ser su interacción respecto de los diálogos religiosos o interreligiosos, que cada comunidad en su propia autonomía y relacionamiento establece, los cuales incluyen aspectos doctrinales y comprensión religiosa”. La libertad religiosa y los derechos El prelado resaltó la centralidad de la persona humana como fundamento y sujeto de los derechos y libertades que ella tiene. Por tanto dijo“En la libertad religiosa se expresa la especificidad de la persona humana, por la que puede ordenar la propia vida personal y social a Dios.Negar o limitar de manera arbitraria esa libertad, significa cultivar una visión reductiva de la persona humana”. ¿Cómo responder a estos desafíos y contrarrestar acciones que restrinjan dicha libertad? Para el también obispo electo de Santa Rosa de Osos, el llevar adelante y cumplir con estos desafíos planteados, es necesario que haya un diálogo sincero y respetuoso entre los entes gubernamentales y las distintas expresiones de fe.“En ellos debe primar la comprensión de la persona humana, el bien común; debe ser un anhelo de servicio y aporte en el que cada uno asume ese compromiso como lo expresa el Papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti – Hermanos todos”. Para finalizar su intervención, dijo que“es necesario concertar las agendas del diálogo, no solo para hacer más eficaz el trabajo en esta línea del encuentro interreligioso, sino también para no dejar el espacio valioso que se tiene a cuestiones intrascendentes o a discusiones lejanas de los propósitos propios de la libertad religiosa”. Según lo han expresado sus organizadores, el Foro Hemisférico de Libertad Religiosa, que se realiza de manera virtual hasta el 23 de octubre, busca "impulsar el diálogo interreligioso entre diferentes cultos y creencias sobre las acciones que se están emprendiendo en las Américas para promover la libertad religiosa".

Jue 22 Oct 2020

¿Cuáles son nuestros deberes para con el prójimo?

TRIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 25 de octubre Primera lectura: Éx 22,20-26 Salmo: 18(17),2-3a.3bc-4.47+51ab (R. 2) Segunda lectura: 1Ts 1,5c-10 Evangelio: Mt 22,34-40 I. Orientaciones para la Predicación Introducción • ¿Cuáles son nuestros deberes para con el prójimo? (1L) • ¿Por qué es importante abandonar los ídolos para servir a Dios? (2L) • ¿Cuál es el mandamiento principal de la ley? (Ev) 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Este domingo trigésimo del Tiempo Ordinario ofrece una línea de reflexión presentada en tres escenarios que llaman la atención: San Mateo en su evangelio presenta la enseñanza de Jesús sobre el más importante de los mandamientos amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma con todo el ser. ("con todo el corazón": cita de Deuteronomio 6,5). Jesús añade que el segundo mandamiento es semejante: amar al prójimo como a uno mismo (Lv 19,18). A lo largo del año este pasaje (entre los tres sinópticos que lo reproducen) se lee hasta siete veces en las eucaristías dominicales y feriales. Al acércanos al texto del libro del Éxodo, en la primera lectura vemos como en realidad el Señor confirma lo que ya había expresado el Antiguo Testamento. Escuchamos las prescripciones que se debían observar en relación con los extranjeros, con las viudas, los huérfanos y aquellos que se veían en la necesidad de pedir prestado o dejar objetos en prenda para poder obtener lo necesario para la vida. Hoy escuchamos unas pocas normas, referentes a la justicia social, o sea, a nuestros deberes para con el prójimo: cómo tratar a los inmigrantes y forasteros, a los pobres y débiles. Prepara así el libro del Éxodo lo que Jesús va a contestar sobre cuál es el mandamiento principal. Y en la primera carta del apóstol Pablo a los Tesalonicenses la enseñanza es profunda y de inmensa actualidad: no se puede separar el amor a Dios, del amor al prójimo, porque el Señor es compasivo y se cuida de todas sus creaturas. El apóstol Pablo alaba la fe de aquella naciente Iglesia y comprueba que el crecimiento espiritual se debe, en primer lugar, a la potencia del Espíritu Santo. Los Tesalonicenses se han vuelto a Dios para servirlo, y viven aguardando la venida de Cristo a quien Dios resucitó de entre los muertos. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En este segundo momento de la predicación orante, tengamos tres pensamientos: No podemos olvidar lo esencial. ¿Cuál es el mandamiento principal? Los judíos tenían centenares de preceptos: exactamente 365 "negativos" y 248 "positivos" (los primeros empiezan por "no…", y los otros por "debes..."). No es de extrañar. Toda sociedad organizada tiende a multiplicar con el tiempo sus leyes y normas. A muchos nuestra religión les puede parecer un poco complicada y difícil de entender. Hoy necesitamos en la Iglesia concentrarnos en lo esencial para desprendernos de añadidos secundarios y quedarnos con lo importante: amar a Dios con todas nuestras fuerzas y querer a los demás como me quiero a mí mismo. El amor lo es todo. Amar a Dios "con todo el corazón", o sea, ponerle a él por delante de todo lo demás, es el primer mandamiento: escuchar su Palabra, encontrarnos con él en la oración, amar lo que ama él, hacer nuestro proyecto de vida contando con él, lo que se nos pide en la vida es amar. Ahí está la clave. Lo esencial es vivir ante Dios y ante los demás en una actitud de amor... Pablo alaba a los de Tesalónica porque "abandonando los ídolos, se volvieron a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero". Es un aspecto que hemos de recordar todos, en medio de un mundo que tiende a privilegiar los horizontes meramente materialistas y hasta idolátricos. La única tarea. Hacemos en la vida muchas cosas. Nos movemos y agitamos buscando muchos objetivos. Pero, ¿qué es lo verdaderamente importante? ¿qué es lo que tenemos que hacer para poder acertar? Definitivamente Jesús lo resumió todo en el amor. Todo se reduce a vivir el amor de Dios y el amor a los hermanos. Según Jesús, de aquí se deriva todo lo demás. San Agustín tiene un texto admirable que comenta el evangelio de hoy: “El amor de Dios es el primero como mandamiento, pero el amor al prójimo es el primero como actuación práctica. Aquel que te da el mandamiento del amor en estos dos preceptos, no te enseña primero el amor al prójimo, y después el amor a Dios, sino viceversa. Pero como a Dios no lo vemos todavía, amando al prójimo tú adquieres el mérito para verlo; amando al prójimo tú purificas tu ojo para ver a Dios, como lo afirma san Juan: “Si no amas al hermano que ves, ¿cómo podrás amar a Dios a quien no ves? (Cf. 1 Jn 4, 20). Si sintiendo la exhortación para amar a Dios, tú me dijeses: “muéstrame a aquel que debo amar”, yo no podría responderte sino con las palabras de san Juan: “Ninguno jamás ha visto a Dios” (Cf. Jn 1,8). Pero para que tú no te creas excluido totalmente de la posibilidad de ver a Dios, el mismo Juan dice: “Dios es amor. Quien permanece en el amor permanece en Dios” (1 Jn 4, 16). Tú, por lo tanto, ama al prójimo y mirando dentro de ti donde nazca este amor, en cuanto te es posible, verás a Dios”. San Agustín. Tratado sobre san Juan Tratt. 17, 7-9. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Al final del día la Iglesia hace el rezo de completas y en ella se realiza un breve examen de conciencia en el que nos debemos preguntar ¿he amado?, ¿o bien me he buscado a mí mismo, he pensado solo en mis intereses, y he tratado con indiferencia al prójimo? Esto vale para el ambiente de una familia o el de una comunidad religiosa o el de una comunidad parroquial o también el de la sociedad en la que vivimos. El mandamiento del amor es una de esas consignas de Jesús a sus seguidores que, si nos la creyéramos de veras y la pusiéramos en práctica, cambiaría el mundo como con un fermento activo. A propósito de este tema el Papa Francisco nos dice:“La señal visible que el cristiano puede mostrar para testimoniar el amor de Dios al mundo y a los demás, a su familia, es el amor por los hermanos. El mandamiento del amor a Dios y al prójimo es el primero no porque está encima del elenco de los mandamientos. Jesús no lo coloca en el vértice, sino al centro, porque es el corazón desde el cual debe partir todo y hacia donde todo debe regresar y servir de referencia. Ya en el Antiguo Testamento la exigencia de ser santos, a imagen de Dios que es santo, comprendía también el deber de ocuparse de las personas más débiles como el forastero, el huérfano, la viuda... A este punto, a la luz de esta palabra de Jesús, el amor es la medida de la fe, y la fe es el alma del amor. No podemos separar más la vida religiosa, de piedad, del servicio a los hermanos, de aquellos hermanos concretos que encontramos. No podemos dividir más la oración, el encuentro con Dios en los Sacramentos, de la escucha del otro, de la cercanía a su vida, especialmente a sus heridas. Acuérdense de esto: el amor es la medida de la fe. Tú ¿cuánto amas?... Jesús abre un claro que permite ver dos rostros: el rostro del Padre y aquel del hermano... Y deberíamos preguntarnos, cuando encontramos a uno de estos hermanos, si somos capaces de reconocer el rostro de Cristo en él: ¿somos capaces de esto?”. (Ángelus, 26 de octubre de 2014). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos, cada celebración de la eucaristía es un rayo de ese sol sin ocaso, que es Jesús resucitado. Dispongamos todo nuestro ser para participar en la misa dominical que significa entrar en la victoria del Resucitado. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra de Dios, expuesta continuamente en la liturgia, es siempre viva y eficaz por el poder del Espíritu Santo, y manifiesta el amor del Padre. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Como Iglesia, reunidos en torno a Jesucristo, supliquemos al Padre y entreguémosle las necesidades de nuestros hermanos, los hombres, diciendo: R. Padre bueno, escúchanos 1. Para que la Iglesia ejerza su misión pastoral con espíritu de servicio y entrega. Oremos al Señor. 2. Para que los gobernantes sean siempre fermento de amor y busquen vivir el mandamiento principal. Oremos al Señor. 3. Para que en el corazón de todos los hombres crezcan siempre sentimientos de paz, de justicia, solidaridad y amor a los hermanos. Oremos al Señor. 4. Para que los enfermos especialmente los agonizantes, encuentren consuelo en tu cruz que es signo de esperanza y de fe. Oremos al Señor. 5. Para que siempre fortalezcamos el deseo de crecer en el conocimiento y el amor a Jesucristo. Oremos al Señor. En un momento de silencio presentemos al Padre nuestras intenciones personales Oración conclusiva Escucha, Padre, nuestras humildes oraciones. Tú que eres la fuente de toda gracia y bondad. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Vie 16 Oct 2020

Avanza jornada del ‘Rosario’ propuesta por la CEC

Para seguir fortaleciendo la devoción mariana con el rezo del santo rosario, especialmente en este tiempo de pandemia, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) invita a rezarlo este tercer sábado de octubre, como lo viene proponiendo desde agosto pasado, a través de “Colombia en el corazón de María: jornada nacional de oración con nuestra Señora”. Esta acción significativa consiste en rezar el santo rosario, el tercer sábado de cada mes, con la intención común de pedir por la salud y el bienestar del pueblo colombiano. “La idea es que los católicos nos sintamos muy unidos cada tercer sábado y, así, con sentimientos de solidaridad y hermandad, oremos unos por otros, porque cuando nos sentimos acompañados, cuando asumimos que vamos en la misma barca, como dice el Papa Francisco, las cargas son más llevaderas y nos animamos mutuamente a avanzar con esperanza”, explica monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC, quien es el promotor de esta iniciativa. Se brinda también la oportunidad de unirse al rosario siguiendo la producción audiovisual realizada por el Departamento de Comunicaciones de la CEC y que, cada tercer sábado, emite el canal Cristovisión en horario de 5:00 de la mañana y 5:00 de la tarde. Esta producción también se publica en el sitio web de la Conferencia Episcopal www.cec.org.co Cada tercer sábado, además, se hace referencia a un santuario o parroquia que se destaca en alguna región del país por su fervor mariano. En esta ocasión, quienes se unan al rosario por Cristovisión o el sitio web de la CEC, conocerán el templo de Nuestra Señora de la Candelaria, en Medellín, consagrado en 1970 como basílica menor,título conferido por el Papa Pablo VI. En esta ocasión, a los laicos y religiosos de distintas regiones del país que rezan este rosario, se unen los obispos de la provincia de Medellín: Mons. Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín, y sus dos obispos auxiliares, mons. Elkin Álvarez y mons. José Vélez; mons. Fidel Cadavid, obispo de Sonsón – Rionegro; mons. Noel Londoño, obispo de Jericó; mons. César Balbín, obispo de Caldas, y mons. Guillermo Orozco, obispo de Girardota.

Jue 15 Oct 2020

El cristiano está llamado a vivir en el mundo sin ser del mundo

VIGÉSIMONOVENO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 18 de octubre de 2020 Primera lectura: Is 45,1.4-6 Salmo: 96(95),1+3.4-5.7-8.9-10a+c (R. 7b) Segunda lectura: 1Ts 1,1-5b Evangelio: Mt 22,15-21 I. Orientaciones para la Predicación Introducción • Dios realiza su plan de salvación en el mundo valiéndose de los seres humanos. • El cristiano está llamado a vivir en el mundo sin ser del mundo. • La autoridad humana viene de la autoridad divina y Dios la permite para establecer el orden en el mundo. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En el texto de Isaías se describe la acción de Dios a través de Ciro, rey de Persia que gobernó del 550 al 530 a.C., bajo cuyo reinado terminó la cautividad babilónica. El profeta describe al rey como el ungido del cual se vale Dios para realizar su designio de salvación en medio de su pueblo. Algo importante en el texto, es el respeto que Dios manifiesta por la libertad y las decisiones humanas que la gobernante toma con relación al pueblo, a través de estas acciones y del obrar humano, Dios manifiesta su cercanía con el pueblo y va acompañando su destino. El rey es el instrumento humano escogido por Dios para conducir la historia de su pueblo. Un detalle importante del texto es la mención que se hace de Ciro como ungido no por la perfección humana de su persona sino en relación a la misión que Dios le permite ejercer en favor del pueblo; por esta razón, el gobernante es el ungido de Dios porque es preferido para liberar al pueblo del dominio Babilónico. Un detalle que no se puede dejar pasar en el texto es la afirmación “Soy yo, Yahveh”, con ella, se reafirma que Dios es único - el monoteísmo bíblico-, pero también se deja claro que el primer lugar es para Dios y el papel o la mediación del hombre en este caso del gobernante, es secundaria. En todo caso, con el profeta enfatiza que es Dios quien conduce la historia, pero se vale de la actuación del hombre. En el Evangelio se presenta la discusión en torno a la moneda con la figura del emperador que circulaba entre los habitantes del Imperio y que se consideraba una ofensa para el culto judío ya que tenía la figura de Tiberio Cesar emperador de la época y el cual era considerado una divinidad, a tal punto que en la moneda rezaba la siguiente frase: “Tiberio César, Augusto hijo del divino Augusto, supremo sacerdote”, esta inscripción era ofensiva para el culto monoteísta del pueblo judío ya que se consideraba una idolatría tener otra divinidad distinta de Yahveh. La pregunta que le hacen a Jesús va en un doble sentido, por un lado, la cuestión de la idolatría y por el otro, la obligación de cumplir la ley civil pagando el tributo al Cesar. Frente a esta cuestión, Jesús responde sabiamente: dar al Cesar lo que es del Cesar, es decir, cumplir la ley civil sin que esta nos aparte del culto dado a Dios, y a Dios lo que es de Dios, es decir, no olvidar que el primer lugar es para Yahveh, ya que solo a él se debe dar honor y gloria. En otras palabras, podemos expresar que el cristiano vive en el mundo sin ser del mundo mientras cumple con las normas y leyes civiles siempre y cuando estas no vayan en contra de su conciencia moral y no lo aparten de Dios ni lo mundanicen. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Podemos destacar tres énfasis de la Palabra de Dios este domingo: • Dios guía la historia y se vale de la actuación de los hombres. En el caso descrito por el profeta Isaías se relata la acción de Dios que respeta nuestra libertad; pero va conduciendo la historia a través de los hechos humanos, en el caso de un gobernante bueno, en cuanto este se deja conducir por Dios y obra con rectitud, pero también encontramos el caso del mal gobernante o de la persona que actúa mal, en ese caso, Dios respeta la libertad del hombre que obra mal, pero es de aclarar que ese pecado trae consecuencias para todo un pueblo y también ahí Dios permite esas consecuencias sin que eso signifique que busque nuestro mal, ya que Dios respeta las decisiones de los hombres aunque estas sean equivocadas y traigan consecuencias para todos. En todo caso es importante que el gobernante reconozca que su autoridad viene de Dios a quien corresponde el primer lugar, un ejemplo claro que nos encontramos, es el caso del Rey Salomón que para gobernar a su pueblo pido la sabiduría divina. • El cristiano puede dar testimonio de su permanencia en el mundo cumpliendo con los deberes civiles, pero sin dejar que su corazón se contamine con la maldad y la idolatría del mundo. El testimonio de una vida comprometida con el evangelio es una forma sencilla y eficaz para evangelizar; de modo especial en la familia y en los ambientes de trabajo o lugares donde nos encontremos. En este domingo se celebra la jornada mundial de las misiones y es importante recordar que todos somos misioneros por el bautismo y estamos llamados a evangelizar en medio del mundo donde nos encontramos. • Un escrito anónimo de los padres de la Iglesia comenta este evangelio y nos recuerda que: “La imagen de Dios no ha sido pintada en oro, sino moldeada en los hombres. La moneda del César es de oro; la moneda de Dios es el hombre. En las monedas se ve al César; en los hombres se reconoce a Dios. Por tanto, dad vuestras riquezas al César, pero reservad para Dios la inocencia exclusiva de vuestra conciencia, donde se ve a Dios. La imagen del artesano esculpió́ la imagen del César, grabándola con caracteres corruptibles. Sin embargo, la mano divina estampó con diez cinceles vivos la imagen de Dios en el hombre”. Por lo tanto, el hombre debe buscar las cosas de Dios que lo ha creado y ha dejado su imagen grabada en el corazón. La imagen del César pasa; mientras que la imagen de Dios grabada en el hombre, permanece para siempre. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor, te pedimos que nos ayudes a actuar correctamente para que tu designio salvífico en la historia humana se cumpla a través de nuestras acciones libres y responsables. Concédenos la capacidad de estar en el mundo cumpliendo con los deberes que son necesarios para mantener temporal de las cosas, pero sin dejarnos contaminar por la maldad y la idolatría del mundo. Ayúdanos a ser cristianos comprometidos con la construcción de un mundo mejor donde demos testimonio del amor a Dios y al prójimo. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Dios nos llama a estar en el mundo y dar testimonio de nuestra vida cristiana anunciando el Evangelio sin dejar que nuestro corazón se mundanice, por eso venimos a esta celebración eucarística a tributar a Dios el honor y la gloria, reconociendo su grandeza y su amor en medio de su pueblo. Participemos con alegría. Monición a la Liturgia de la Palabra Dios se vale de las acciones humanas para guiar y conducir la historia. Toda autoridad humana viene de la autoridad de Dios que gobierna el mundo, pero mientras estamos en el mundo, los seres humanos debemos cumplir con las obligaciones establecidas por los gobernantes, pero sin olvidarnos de Dios a quien corresponde el honor y la gloria. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Dios Padre lleno de amor dirige nuestra historia y nos acompaña en nuestro camino respetando nuestra libertad. A él dirigimos nuestra mirada y elevamos nuestra súplica confiada diciendo: R. Padre santo, escúchanos 1. Concede fortaleza y sabiduría a la Iglesia para continuar anunciando el Evangelio a todas las naciones. 2. Otorga rectitud y discernimiento a los gobernantes para que trabajen por el bien común y establezcan el orden entre los pueblos. 3. Bendice y santifica a la familia para que se consolide en la unidad, el respeto y el diálogo en cada uno de sus miembros. 4. Acompaña y dirige los pasos de todos los bautizados, para que con nuestro testimonio de vida seamos discípulos y misioneros de Jesucristo. 5. Conforta y auxilia a los enfermos, especialmente a los que sufren a causa del COVID-19, para que sientan tu presencia en medio de las pruebas y sufrimientos que padecen. En un momento de silencio presentemos al Padre nuestras intenciones personales. Oración conclusiva Recibe, oh Dios, nuestras oraciones que te presentan tus hijos que se dirigen a ti con fe y esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén