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conferencia episcopal

Jue 28 Ene 2021

La vida consagrada, una bonita experiencia de la Iglesia

El próximo 02 de febrero, en la solemnidad de la Presentación de Jesús en el Templo y la fiesta de la Candelaria, la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, instituida hace 25 años por san Juan Pablo II. Para ayudar a animar esta celebración, el Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), ha elaborado un subsidio pastoral bajo el lema: “La Vida Consagrada, signo de esperanza en tiempos de pandemia”. El padre Manuel Hernando Vega León, director de este Departamento en el episcopado, recuerda tres momentos que llevaron a San Juan Pablo II ha instituir esta Jornada. Ellos son: Primero. Responder a esta íntima necesidad de alabar solemnemente al Señor y darle gracias por el gran Don de la vida consagrada, que enriquece y edifica a la Iglesia. Segundo Promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima por la vida consagrada. “Estas Jornadas han permitido conocer cada vez más ese abanico tan amplio de carismas que tiene la Iglesia y de la identidad muy propia de los consagrados”. Al respecto de este punto, el sacerdote resalta el importante número de institutos de vida consagrada nacidos en Colombia. Destaca su asombro ante el crecimiento de institutos seculares “son laicos que estando en el mundo, hacen un compromiso con Dios de los consejos evangélicos, castidad, pobreza y obediencia, consagrando así su vida a un servicio particular, en un carisma y una misión específica en el mundo”. Estos últimos, explica, se están congregando a través de la Federación Colombiana de Institutos Seculares (FECIS). Exalta igualmente, el papel de aquellas personas que se consagran a la vida contemplativa. Son hombres y mujeres que en los conventos se dedican a orar por la Iglesia “yo pienso que la tarea y la misión que ellos tienen es lo que de una u otra manera ayuda a sostener la vida de la iglesia”. Y, en tercer lugar,un día para celebrar y renovar en comunidad esa gracia que Dios ha dado a cada consagrada o consagrado. “Es un momento para dinamizar también, a partir de la oración, esa experiencia bonita de la vida de la iglesia”. Igualmente, el sacerdote explica que la solemnidad de la Presentación del Señor en el Templo, recuerda “la bella imagen del justo Simeón cuando toma en sus brazos al Verbo hecho carne y, portando a su Creador, proféticamente, ve cumplida la promesa de salvación de la humanidad”. Así mismo, “se reconoce a María en la bella advocación de nuestra Señora de la Candelaria, como portadora de quien es la luz y fuente de misericordia, perdón y paz”. A la espera del mensaje del Santo Padre El padre Vega afirma que esperan con ansia el mensaje que cada año el Papa emite para la fecha de esta Jornada, porque allí se ofrecen criterios que han de ayudar al fortalecimiento de la vida consagrada en cada instituto o en cada sociedad de vida apostólica. En esta ocasión, advierte, que ante la situación que vive la humanidad por la pandemia del Covid-19, la vida consagrada tiene una especial incidencia en el pueblo de Dios, en el consuelo, en la vivencia de la virtud de la esperanza, en la evangelización y en la alegría que la misma vida consagrada debe imprimir al pueblo fiel de Dios. “Esta situación que vivimos, desde luego puede suscitar preocupaciones, desesperanzas, angustias, la tristeza de la misma muerte y de tantas situaciones que viven las familias en medio de todo esto, pero pienso que tenemos que ser testigos y el consagrado debe ser testigo precisamente de la esperanza cristiana y de una vida nueva”. Observa, que a pesar de todo lo que está pasando alrededor de la pandemia, las Comunidades han de ir perdiendo el miedo y seguir adelante ofreciendo esperanza y consuelo a quienes lo necesitan; hay que actuar con precaución y tomar las medidas necesarias de bioseguridad. Resalta que la experiencia espiritual de esa vida comunitaria intensa que se vive al interior de las comunidades, es la que debe comunicarse a los demás, una vida llena de valores, de alegría y esperanza, seguros de que esto pronto pasará y la humanidad volverá a una nueva normalidad. Por esta razón indica el sacerdote, la Comisión Episcopal de Vida Consagrada propone como lema de la jornada: “La Vida Consagrada, signo de esperanza en tiempos de pandemia”. Subsidio pastoral para animar la jornada El subsidio se ofrece para que las diócesis, parroquias y comunidades eclesiales de Colombia, se sumen a esta jornada de manera virtual y presencial donde sea posible, para orar de modo especial por las vocaciones, los Institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica. Este insumo pastoral está pensado para vivirlo en tres momentos: Un taller para ser desarrollado por los consagrados en ambiente comunitario de modo virtual o presencial; seguido se propone un esquema de hora Santa; y finalmente un acto mariano, con el rezo del Santo Rosario. Unido a ello, se sugiere dedicar un momento a la reflexión del Año de San José, “San José consagró su vida en el cuidado del Niño Jesús y creo que ahí hay una imagen signo y ejemplo de fidelidad, de castidad y obediencia que los consagrados pueden seguir con ternura y con un amor particular, como el Papa Francisco nos los ha insistido en su mensaje de apertura para este año”. Oración por los sacerdotes y consagrados fallecidos por Covid-19 El sacerdote expresa que a la fecha hemos registrado, el fallecimiento por Covid-19 de un obispo, 34 sacerdotes y 14 religiosas. “La pérdida de un sacerdote, de una religiosa, de un religioso, golpea profundamente la vida comunitaria y la vida de la diócesis, entonces creo que en este camino tenemos que pedirle a Dios nos cuide nos proteja y que bueno contar con la intercesión de la Virgen de La Candelaria”. Para finalizar, el sacerdote recuerda que si bien esta jornada de la vida consagrada, san Juan Pablo II la propuso para vivirla al interior de los consagrados, también advierte que se debe vivir hacia afuera, como bautizados, la invitación es a reconocer esa labor de Iglesia que los consagrados han realizado en la historia de la evangelización del país, por lo que pide orar por las vocaciones. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar SUBSIDIO PASTORAL[/icon]

Mar 26 Ene 2021

Mensajes de condolencias de la CEC

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Óscar Urbina Ortega, en nombre de todos los obispos del país, expresa sentimientos de pesar por el fallecimiento del doctor Carlos Holmes Trujillo García, ministro de Defensa Nacional, haciendo llegar un mensaje escrito a la Presidencia de la República y a la familia Trujillo García. Asimismo, el Episcopado Colombiano manifiesta sus condolencias por la muerte del doctor Julio Roberto Gómez Esguerra, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT) y miembro de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), organismo de la CEC. Los obispos y la comunidad católica de Colombia continúan ofreciendo oraciones por todos los enfermos y fallecidos a causa del Covid-19. Carta de la CEC por fallecimiento del Dr. Carlos Holmes Trujillo García, Ministro de Defensa Nacional [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar CARTA[/icon] Carta de la CEC por fallecimiento delDr. Julio Roberto Gómez Esguerra, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT)[icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar CARTA[/icon]

Lun 25 Ene 2021

Comunicado del Episcopado sobre situación laboral del país

Frente a la crisis de desempleo que enfrentan hoy los colombianos por cuenta de la pandemia del Covid-19, la Conferencia Episcopal de Colombia, acogiéndose al magisterio de la Iglesia, presenta en un comunicado a la opinión pública algunas consideraciones a tener en cuenta: 1. El trabajo es un derecho fundamental y un bien para cada persona. 2. No se puede reducir la situación laboral a estrategias de producción o a cálculos materiales. 3. El trabajo tiene en sí mismo una naturaleza social: es clave esencial en la vida de las comunidades humanas para lograr el bien común y el desarrollo integral. 4. El desempleo es una “verdadera calamidad social”. En el comunicado, los obispos valoran las iniciativas gubernamentales y privadas que actualmente se adelantan para superar la crisis laboral, a la vez que exhortan a promover la participación de todos los ciudadanos en la búsqueda de soluciones que lleven a la formalización del empleo: “abrir nuevas plazas de trabajo, respetar los derechos de los trabajadores y procurar condiciones laborales dignas para todos”. El Episcopado Colombiano reconoce la ayuda que se ha prestado a través de programas, a quienes han quedado sin empleo, y pide “avanzar hacia formas de asegurar de manera permanente una renta básica para los sectores más pobres y vulnerables, como algunos lo vienen promoviendo, ya que ésta es una manera de expresar conciencia social y de construir solidariamente la justicia social”. Finalmente, los obispos se dirigen a los trabajadores pidiéndoles su cooperación en la consecución de ocupar puestos de manera honesta, estar abiertos al diálogo y al compromiso con el bien común. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 21 Ene 2021

“Domingo de la Palabra de Dios”. Entrevista con el padre Francisco Mejía

Dedicar un domingo completamente a la Palabra de Dios. Con esta intención el papa Francisco estableció el “Domingo de la Palabra de Dios”, una jornada que la Iglesia celebra cada tercer domingo del Tiempo Ordinario. Este año se realizará el próximo 24 de enero y tendrá como tema: ¡Mantengan firme la Palabra de la Vida! (cf. Fil 2, 16), tomado de la Carta de San Pablo a los Filipenses. Para ayudarnos a entender mejor esta celebración, que por segundo año consecutivo la Iglesia católica colombiana anima, hemos invitado al padre Francisco Mejía, director del Departamento de Catequesis y Animación Bíblica de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), quien nos explicará el significado del Domingo de la Palabra y cómo lo podremos vivir desde nuestra fe. ¿Qué se celebra el este domingo y por qué el papa nos ha convocado a esta celebración? R/ El próximo domingo, nosotros los católicos celebramos el “Domingo de la Palabra”. Es el tercer domingo del Tiempo Ordinario y el papa ha querido instaurar esta celebración para que nosotros, como católicos, le demos una centralidad a la Palabra de Dios, una palabra de Dios que nos ha hablado en Cristo, pero que continúa hablándonos y diciéndonos aquello que es fundamental de la vida. Esa es la invitación para todas las parroquias de Colombia, para todas las 77 jurisdicciones eclesiásticas, para que este día preparemos y celebremos con entusiasmo y con alegría esto que nos recomienda el Santo Padre. ¿Hay algún tipo de subsidio preparado? ¿Cómo nos podemos vincular a la celebración? R/ Se ha preparado un subsidio pastoral a nivel de toda la Iglesia Universal, elaborado desde el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, se le ha enviado a todos los señores obispos y a las parroquias del país. Son unos subsidios donde se encuentran algunas consideraciones prácticas para preparar la celebración. El material incluye una oración de fieles, unos comentarios, unas pistas para la celebración, incluso hay un rito de entronización de la Palabra durante la misa; incluye unas vísperas para celebrar el “Domingo de la Palabra de Dios”, que se puede hacer desde el sábado, y una lectio divina. También algunos materiales de acuerdo con la situación que estamos viviendo para que la celebración se haga en familia. Este documento lo pueden adquirir en la página de la CEC www.cec.org.co. ¿Cuál debe ser nuestra respuesta como creyentes a esta invitación del Santo Padre? R/ El Papa dice que ha escogido esta fecha por varios motivos. En primer lugar, porque en la liturgia del tercer domingo del Tiempo Ordinario, todos los evangelios en los ciclos A B y C, ya sea de san Lucas, san Marcos o san Mateo, nos hablan de la predicación del Señor, el comienzo del anuncio mismo, de parte de Cristo, de lo que era su mensaje. En segundo lugar, porque es un domingo en el que en cualquier año litúrgico podemos encontrar una referencia explícita de esa comunicación, de ese anuncio que el Señor hacía de la obra de Dios. Este domingo todos los cristianos tenemos que pensar en varias cosas: Entender que la Palabra tenemos que ponerla en el centro de nuestra vida y no se puede quedar la Biblia en un estante de nuestra casa a veces lleno de polvo, sino que tiene que ser un instrumento para despertar nuestra fe. El Papa Benedicto XVI lo decía en su momento: “La Palabra tiene que ser la brújula que oriente el camino que tenemos que seguir”. Esta realidad no aplica solo para este domingo, se extiende a todos los domingos del año, durante toda nuestra vida, en la cotidianidad. Poner la Palabra en el centro, leerla, orar con ella y que ella se vaya convirtiendo en luz, en un faro iluminador para nuestro camino. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar SUBSIDIO DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS [/icon]

Jue 21 Ene 2021

Somos llamados a la conversión universal que traspasa las fronteras

TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Enero 24 de 2021 Primera Lectura: Jon 3,1-5.10 Salmo: 25(24),4-5ab.6+7bc.8-9 (R. cf. 18) Segunda Lectura: 1Co 7,29-31 Evangelio: Mc 1,14-20 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios, en este domingo, nos invita a la reflexionar y profundizar sobre: • Somos llamados a la conversión universal que traspasa las fronteras. El profeta Jonás, en efecto, se resiste a obedecer a Dios, quien lo envía a un pueblo pagano a predicar la conversión de sus pecados e idolatrías, un pueblo que no es judío, por lo tanto, diferente a su cultura, religiosidad y costumbres. • La invitación al desapego a los bienes materiales y a asumir una actitud de indiferencia hacia los antivalores que presenta el mundo temporal. • El llamado que Jesucristo hace a los primeros apóstoles a seguirlo, dejándolo todo. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El profeta Jonás, después de atravesar la etapa de discernimiento y resistencia de su vocación, acepta la misión que Dios le encomienda: predicar la conversión a un pueblo pagano. El profeta obedece en contra de su voluntad. El autor sagrado pone al Señor en ¨actitud de arrepentimiento¨, frente a la reacción del pueblo, que escucha, obedece y se convierte. El pueblo ninivita asume gestos propios de conversión: escucha, ayuna, deja de obrar el mal, se viste de saco; son señales de arrepentimiento. El Apóstol San Pablo, frente a la inminente llegada del Señor y la brevedad del tiempo, recomienda unas actitudes de desapego y relativización hacía los valores de este mundo que son pasajeros: los que tienen mujer, los que lloran, los que están alegres y los que disfrutan la vida, les recomienda vivir en una actitud de indiferencia, frente a los sentimientos, sufrimientos y alegrías del mundo. El Evangelista san Marcos, en continuidad con el llamado a la conversión del pueblo ninivita en el primer testamento, muestra a Jesús quien invita all arrepentimiento de los pecados y a caminar en la presencia de Dios. Sin embargo, el Evangelio observa un plus, que modifica y cualifica el esquema anterior del profetismo veterotestamentario. En efecto, en Jesucristo, Dios cualifica y altera el resultado de la conversión a través del llamado y elección de los primeros apóstoles, es decir, haciendo presente la vocación y el Reino de Dios no solo en el pueblo ninivita, sino dentro de cada uno; no solo en los pecadores y humildes de manera genérica, sino en la persona de cada apóstol o discípulo que decide dejarlo todo para comenzar una nueva vida en el Señor. Así, la vocación del apóstol y el discípulo se convierte en sí misma, en un llamado de conversión. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La Palabra pone al ministro que es un discípulo de Jesucristo, a reflexionar sobre la misión y el llamado a la conversión, mediante el testimonio de su vida. Cuando se leen estos tres testimonios de Jonás, san Pablo y el de nuestro Señor Jesucristo, interroga el mismo testimonio sacerdotal. El profeta anuncia y denuncia la Palabra de Dios en la vida personal, comunitaria, en la Iglesia y en el mundo actual. Invita a la conversión mediante la confesión y reparación de los pecados propios y del pueblo, y empuja a ofrecer, como miembro de la Iglesia, el perdón, el amor y la reconciliación de Dios consigo mismo, con los hermanos, con la comunidad y con la creación entera. La Palabra de Dios sugiere revisar el contenido de la predicación, el mensaje de salvación, las injusticias que se ven y, que quizá, se omiten por temor a sufrir las consecuencias de un anuncio profético. Pone a pensar, cómo la Palabra que se anuncia y se denuncia, se convierte para el sacerdote mismo, no solo en palabra externa, sino en tarea y compromiso de vivir con convicción, siendo testigo de una realidad que involucra y no deja pasar indiferente al ministro que la proclama. Finalmente, la Palaba entusiasma a ser testigo, discípulo amado, que, con la palabra y el testimonio de conversión, ayuda a construir el Reino de Dios. Como pueblo de Dios, y comunidad en formación, la Palabra sugiere considerar tres dimensiones: 1. Nuestra vocación de hijos de Dios, a través del Sacramento del Bautismo, nos constituye en sacerdotes, profetas y reyes. Esta vocación profética hace que la Palabra de Dios penetre en nuestro corazón, anuncie y denuncie lo que hay que cambiar en nuestra vida personal, para generar dinámicas de conversión que partan desde nuestra realidad. 2. El contenido del mensaje profético es el Reino de Dios manifestado en Jesucristo. Dios que se encarna para nuestra salvación y cuyo Reino se inaugura cuando nos abrimos a la conversión, nos pide despojándonos de todo aquello que no nos ayuda a caminar en la presencia del Señor. 3. Dios manifestado en Jesucristo, nos elige para ser un pueblo santo, que inicia a caminar desde el llamado a la conversión personal para seguirlo en el cuerpo que es la Iglesia; nos invita a desprendernos de todo aquello que no nos ayuda a construir el Reino de Dios en nuestras vidas. Dios que es Padre, lleno de ternura y misericordia, lento a la ira y rico en clemencia para los que lo invocan, nos motiva a reconocer con humildad que siendo pecadores, podemos caminar en su presencia para ser acompañados y ayudados en nuestro diario acontecer 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El encuentro con Jesucristo cambia y transforma nuestra existencia de una condición pecadora a una renovación permanente de nuestra vida. Jesús nos llama, nos convierte, nos convoca, nos elige para le sirvamos y caminemos en su presencia, para hacernos discípulos misioneros que llevemos su palabra por doquier y nos envía a dejarlo todo para seguirlo y hacer comunidad saliendo al encuentro de todas las personas que Él pone en el camino de nuestra existencia. El encuentro con Jesucristo vivo nos convierte en testigos de su amor. Las palabras del Papa Francisco en su visita a Colombia nos ayudan a reflexionar en este camino de conversión. En efecto, nos animó no solo a dar el primer paso para la paz y la reconciliación, sino a seguir caminando y dando pasos de verdadera conversión con la verdad, la justicia el amor y la reconciliación: “La palabra de Jesús tiene algo especial que no deja indiferente a nadie; su Palabra tiene poder para convertir corazones, cambiar planes y proyectos. Es una Palabra probada en la acción, no es una conclusión de escritorio, de acuerdos fríos y alejados del dolor de la gente, por eso es una Palabra que sirve tanto para la seguridad de la orilla como para la fragilidad del mar”. (Homilía, Parque Simón Bolívar, Bogotá, 7 de septiembre 2017). II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Bienvenidos hermanos a nuestra Eucaristía, encuentro con Jesús en el Pan de la Palabra que nos orienta y exhorta, y el Pan del cuerpo y la sangre de Jesucristo, banquete de Amor que nos alimenta y fortalece. Para que nuestra vida sea coherente con la propuesta de Jesús es necesario abrir nuestro corazón para tener comportamientos y actitudes de conversión de mentalidad y de conducta, siempre en respuesta a la Palabra que hemos recibido. Con la alegría de participar en esta celebración y puestos en pie, iniciemos cantando. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra de Dios en este domingo nos muestra que, tanto para el profeta, como para Jesús, la conversión de vida es fundamental para alcanzar el Reino de Dios. Urge la conversión de la mente y del corazón para que pueda haber un cambio de vida. Debemos reconocer que existe pecado y que tenemos que alcanzar el arrepentimiento para lograr el perdón de Dios. Estemos siempre dispuestos a responder al llamado de Cristo. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Animados por el mismo Espíritu de Jesús, presentemos al Padre misericordioso las peticiones y necesidades de nuestro mundo, convertidas en plegarias. Unámonos diciendo: R. Muéstranos Señor, tus caminos 1. Oremos por el Papa Francisco, la Iglesia, sacerdotes, diáconos y laicos comprometidos, para que sean portadores y den testimonio de la Buena Nueva a todos los pueblos. 2. Oremos por nuestros gobernantes, para que, fortalecidos por el Padre e iluminados por el Espíritu Santo, administren con justicia y equidad los bienes puestos para el servicio de todos y logren la unidad y la paz para sus pueblos. 3. Oremos por los que sufren hambre, miseria, los enfermos y desempleados, los presos, los abandonados, especialmente de nuestra comunidad parroquial, para que puedan sentir la misericordia, el perdón y el amor sanador de Dios que los acompaña. 4. Oremos por los jóvenes de Colombia para que, perseverando en la fe, puedan encontrar nuevos caminos que les permitan ser anunciadores de la Buena Nueva a través de sus vidas. 5. Oremos por los que estamos celebrando esta Eucaristía y nuestras familias para que sintamos la necesidad de conversión en nuestras vidas y actuemos de acuerdo con el Evangelio. Oración conclusiva Padre bueno y misericordioso, Escucha las oraciones que tus hijos te dirigen con fe y esperanza, te las presentamos por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén

Mar 19 Ene 2021

“Esperanza, fortaleza y valentía”, pide monseñor Álvarez a colaboradores de la CEC

Esta fue la invitación de monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en la eucaristía que presidió este 18 de enero para dar apertura de manera oficial a las labores de la institución. Recordando el Salmo 30: “Sean fuertes y valientes de corazón, los que esperan en el Señor”, animó a los colaboradores de la CEC para que hicieran suyas estas palabras y, desde el carisma que el Señor ha regalado a cada uno, inicien con fe y alegría este nuevo periodo laboral. El prelado dijo que el episcopado, dada la situación compleja que aún se sigue viviendo por cuenta de la pandemia, ha iniciado atendiendo sus labores en alternancia y siguiendo los protocolos de bioseguridad. Recordó, además, que esta es una oportunidad para mantener unidos los vínculos de la fraternidad espiritual entre quienes hacen parte de esta casa, lo cual exige de cada uno relacionarse con nuevos métodos en beneficio de los proyectos a ejecutar en estas circunstancias tan difíciles. “Cada día encontramos cosas nuevas que debemos afrontar, replantearnos aún en nuestras tareas. Deberíamos estar hoy reunidos allá en la Conferencia Episcopal dando curso a los trabajos del año, preparando una asamblea. No lo podemos hacer, pero por encima de todo esto el Señor nos quiere unidos en Cristo, confiados en él, decididos a vivir nuestra vocación cristiana, nuestra misión en la Iglesia y en el mundo con total certeza de la intercesión y el acompañamiento de Cristo nuestro hermano”, afirmó. Monseñor Álvarez, quien celebró la eucaristía desde la capilla de la curia diocesana de Santa Rosa de Osos, sede en la que recientemente asumió como obispo, confió a la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Misericordias, a cada uno de los funcionarios de la CEC y el trabajo a emprender durante este año 2021. Aplazada Asamblea plenaria del Episcopado El secretario general informó que la Conferencia Episcopal tomó la decisión de aplazar, una vez más, la próxima Asamblea electiva de obispos que estaba programada para principios del mes de febrero. La nueva fecha fue reprogramada para la segunda semana de Pascua (abril), advirtiendo que se realizará si las condiciones se dan para que los obispos asistan a dicha Asamblea.

Lun 18 Ene 2021

“Consideraciones bioéticas en torno a la vacuna contra el Coronavirus”

La presidencia del episcopado colombiano ha puesto en conocimiento de la opinión pública el artículo titulado: “Consideraciones bioéticas en torno a la vacuna contra el Coronavirus”, escrito por monseñor Alejandro Díaz García, sacerdote de la arquidiócesis de Bogotá. Según lo ha indicado el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina Ortega, este escrito busca “promover a nivel doctrinal, ético y pastoral, que las personas acudan a la vacunación como un compromiso con el bien común, protegiendo la salud propia y la de los hermanos”. El artículo se basa en las reflexiones hechas por el papa Francisco durante este tiempo de pandemia, y, también, se han tenido en cuenta los aportes de los dicasterios de la Curia Romana a este respecto. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar artículo[/icon]

Lun 18 Ene 2021

Librería CEC abierta para atención al público

La librería de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se encuentra abierta para la atención virtual y presencial, teniendo en cuenta todos los protocolos de bioseguridad para esta última modalidad. El horario de atención al público de manera presencial es de 8:00 a.m. a 1:00 p.m., los lunes, miércoles y viernes. Para estos días, incluyendo martes y jueves, están habilitados los canales de comunicación telefónica y digital, en el mismo horario. Estos son: número telefónico 4375540, ext. 264 / Celular 313 8808447 / Correo electrónico [email protected] Dentro de los textos disponibles para la venta se encuentran: Ordo 2021, Exorcismo y Oración de Liberación, encíclica Fratelli Tutti, leccionarios (dominicales y fiestas del Señor ciclos A, B, C; ferial Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua; feriales de Tiempo Ordinario año par e impar) y rituales de bautismo, matrimonio, exequias y penitencia, entre otros. El personal que está al servicio de la librería ha recibido capacitación en el cumplimiento de los protocolos necesarios para la atención de los visitantes, y se cuenta también con los elementos de protección requeridos.