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conferencia episcopal

Vie 15 Ene 2021

Arzobispo de Barranquilla: “Un cristiano no enfrenta la muerte solo”

En la Catedral Basílica de Santa Marta, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, presidió la eucaristía en la que se despidió a quien fuera el pastor de la Iglesia magdalenense desde agosto de 2014, monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval. Junto con monseñor Salas estuvieron los obispos de la provincia eclesiástica de Barranquilla, a la que pertenece la diócesis de Santa Marta: Monseñor Luis Gabriel Ramírez Díaz, obispo de El Banco; monseñor Francisco Ceballos Escobar, obispo de Riohacha, y monseñor Óscar Vélez Isaza, obispo de Valledupar. También asistieron presencialmente varios sacerdotes del clero de Santa Marta, religiosos, religiosas y seminaristas, así como algunos agentes de pastoral y autoridades civiles, militares y de policía, con el cuidado de no sobrepasar el aforo permitido en la catedral. En el saludo a los presentes y a las más de dos mil quinientas personas que se unieron a la transmisión por redes sociales que originó la emisora Voces 89.4 FM de la diócesis de Santa Marta, el arzobispo Pablo Emiro expresó las condolencias de monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente del episcopado colombiano, así como la voz de solidaridad de todos los obispos del país. Monseñor Salas,durante su homilía y tomando un pasaje del evangelio proclamado,“vengan benditos de mi Padre, reciban el reino preparado para ustedes”, recordó que un cristiano no enfrenta la muerte solo, ni siquiera“en las circunstancias en que murió Luis Adriano, en la soledad de una cama”. Aseguró que nadie está solo si ha tenido a Cristo en su vida. “Él no estaba solo, nadie está solo porque ese con quien hemos vivido nuestra vida está con nosotros, permanece con nosotros, nos consuela, nos reconforta y nos sostiene”. Evocó la última reunión que sostuvieron los obispos de la provincia eclesiástica, en el mes de diciembre, donde monseñor Luis Adriano les manifestó que solo le faltaba un año para su jubilación; pero él, aun faltándole un año para terminar su período de gobierno, quería vivirlos totalmente hasta el último momento en la misión encomendada. “Vivir en Cristo, entonces, significa no perder de vista lo esencial, no perder de vista lo importante y nosotros, los consagrados, nosotros los obispos, tenemos clara una cosa:no nos vamos a comprar el Covid en una tienda o no nos lo vamos a ganar haciendo tonterías en la calle, pero sí por el cumplimiento de nuestra misión nos acontece lo que le sucedió a Luis Adriano, nos damos por bien servidos (…) Nosotros todos los días tenemos que gastarnos en aquello que se nos ha confiado, tenemos que donarnos en aquello que se nos ha confiado, tenemos que servir en aquello que se nos ha pedido; la vida no la podemos banalizar porque los días pueden ser muchos, pero también pueden ser pocos”,afirmó. El prelado dijo, además, que no hay duda que monseñor Luis Adriano, desde su lecho de dolor, vivió también su propia pascua y su momento de pasión, recordando así el último mensaje de Navidad, ofrecido por este obispo a su clero y feligresía en general, estando ya hospitalizado. “El ofreció su enfermedad, la incomodidad de una enfermedad de estas, los malestares que ocasionan, las complicaciones que originan y todo ello lo vivió en esa dimensión sobrenatural, donde el dolor se redimensiona, donde el dolor se vuelve salvífico, donde el dolor humano unido al dolor de Cristo se vuelve redentor y así vivió él esos días, ofreciendo todo por su propia santificación y por la santificación de la Iglesia que le habían confiado, especialmente de sus sacerdotes”. Finalmente, animó al clero diocesano y a la comunidad para que el ejemplo de este pastor sirva para seguir edificando una Iglesia viva, en medio de las circunstancias del momento especial que tendrá que vivir esta Iglesia particular.“Ponemos en la presencia de la Santísima Virgen María las intenciones de todos sus sacerdotes, de todo su pueblo, de todas sus comunidades parroquiales, ponemos en sus manos los sufrimientos de tantos que siguen enfermos, ponemos en las manos de la Virgen el dolor de aquellos que todavía padecen las ausencias de los que ya partieron, para que ella y su Hijo sean nuestro consuelo y nuestra esperanza”. Saludo de condolencia del nuncio apostólico de Colombia Por su parte, el nuncio apostólico de Colombia, monseñor Luis Mariano Montemayor, se hizo presente con un saludo de condolencia a la comunidad diocesana de Santa Marta, resaltando de monseñor Luis Adriano su sencillez y don gente, quien no escatimó esfuerzos, aún en medio de la pandemia, para estar presente dentro de sus comunidades. “En su enfermedad monseñor se ha identificado íntimamente con los sufrimientos de Cristo, experimentando en su carne lo que viven tantos de nuestros hermanos, familiares y amigos a quien Dios visita estos días con un amor de predilección misterioso, pero profundamente real”. “Monseñor a quien hemos conocido como un hombre naturalmente bueno, afable, sencillo dotado de un espontaneo don de gente, y un gran respeto por las personas, no escatimó esfuerzos durante su vida pastoral, ni siquiera durante la pandemia, para estar cerca de aquellos a quien el Señor le confió (…) Siguiendo el ejemplo del Maestro quien nos enseñó que nadie tiene mayor amor que aquel que da la vida por sus hermanos”. “De hecho, aun encontrándose en un momento de enfermedad, no midió sus energías y no dudo en arriesgar su salud por el bien de sus ovejas”, puntualizó el nuncio apostólico en su mensaje.

Vie 15 Ene 2021

El hombre responde al llamado de Dios a través de la obediencia a su Palabra

SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Enero 17 de 2021 Primera Lectura: 1S 3,3b-10.19 Salmo: 40(39),2+4ab.7. 8-9.10 (R. cf. 8a.9a) Segunda Lectura: 1Co 6,13c-15a. 17-20 Evangelio: Jn 1,35-42 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Palabra de Dios de este domingo nos presenta: • A Dios quien, a lo largo de la historia, siempre ha llamado a personas concretas para que cooperen en su misión de salvar a la humanidad. • El hombre responde al llamado de Dios a través de la obediencia a su Palabra. • Cuando Dios llama, prepara a su elegido y lo envía en su nombre, a predicar el Evangelio 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios afirma que Dios, a largo de la historia, llama a personas concretas para que le colaboren en su proyecto de salvación universal. Es el caso del llamado de Dios a Samuel en la primera lectura, y del llamado de Jesús a Juan y Andrés, en el relato del Evangelio. Samuel es ayudado por el sacerdote Elí, que le enseñó cómo responder al Señor. Juan y Andrés eran discípulos de Juan el Bautista, él les muestra al Cordero de Dios. De lo anterior, podemos deducir que la experiencia de la vocación, viene mediada por personas, que el mismo Dios pone en el camino, para que indiquen el camino que lleva hacia Él. La Palabra de Dios también nos muestra que para que la vocación llegue a buen término es necesario estar atentos a la voz de Dios para corresponderle con prontitud. Sólo quien escucha a Dios puede responderle debidamente. Al final de la primera lectura la Palabra nos dice que Samuel crecía y que el Señor estaba con él. También al final del relato del Evangelio se nos muestra que los dos discípulos fueron con Jesús, vieron dónde vivía y se quedaron con Él. Todos estos detalles van estrechamente unidos en la experiencia vocacional de cada persona. Además, la Palabra confirma la alegría que sienten aquellos que son llamados por Dios. Es un gozo profundo que llega al corazón y que no se olvida, marca la vida y la divide en dos etapas: el antes del llamado de Dios y el a partir del llamado de Dios. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La Palabra de Dios, propuesta para hoy, nos dice que Dios nos llama con nombre propio para algo grande. Cada persona es llamada continuamente por Dios. El primer y permanente llamado es siempre a estar con Jesús, a ser sus amigos, a disfrutar de su compañía, a conocerle y amarle cada vez más. La Palabra pide un corazón dócil y humilde como el de Samuel, para poder experimentar profundamente el llamado de Dios. Juan y Andrés también seguían con rectitud de corazón a Juan Bautista, estaban fascinados por el ejemplo de su santidad, austeridad y veracidad, ellos, como Samuel, experimentaron la llamada divina en sus vidas. Samuel dijo a Dios: Habla Señor que tu siervo escucha. Juan y Andrés dijeron al Señor: ¿Maestro dónde vives? Esto indica que a Dios se le responde con sinceridad. Es necesario escuchar a Dios y obedecerlo. Todos tenemos vocación, todos somos llamados por Dios a vivir con Él y para Él. Quien escucha el llamado de Dios y lo sigue goza de la compañía de Dios y crece en gracia y sabiduría. Es lo que dice la primera lectura cuando afirma que “Samuel crecía, y el Señor estaba con él”. La experiencia personal de ser llamado por Dios marca definitivamente el corazón, la persona es sellada profundamente por el amor de Dios, es algo que no se olvida y que se recuerda con detalles y con fascinación. Así lo vivieron Juan y Andrés. Al respecto el evangelista nos dice que “fueron con Él, vieron dónde vivía y pasaron aquel día con él. Eran como las cuatro de la tarde”. Cuando se recuerdan con fuerza los detalles, por ejemplo, la hora en que Juan y Andrés estuvieron con Jesús en su casa, cuando el corazón y la memoria retienen con fuerza natural estas cosas, es porque esa experiencia ha tocado el alma y la ha transformado, sucedió algo grande que cambió la vida, que le dio sentido, que la llenó de gozo, los ojos del alma son iluminados con el resplandor de la verdad y ya no se tiene miedo ni duda alguna. Se ve claro por dónde ir, a quién seguir. La Palabra nos recuerda que Dios ha llamado a muchas personas a colaborar en su misión. La vocación es el llamado de Dios a su servicio. El Concilio Vaticano II afirma que todos somos llamados a la santidad, esta es la vocación fundamental que brota del bautismo. San Juan Pablo II nos dijo que todos estamos llamados a la santidad y a la misión, que “el verdadero misionero es el santo” (RM 90). El Papa Francisco nos pide con insistencia ser “callejeros de la fe”, ser una Iglesia en salida misionera. Para lograrlo es necesario dejarse “captar” por Jesús, dejarse cautivar por Él, abrirle espacio en nuestra vida, dejarnos amar, perdonar y transformar por su misericordia infinita. Es indispensable seguirlo y estar con Él. Son maravillosas las palabras de EG 120 que nos animan a ser auténticos misioneros desde el encuentro sencillo y profundo con Jesús: «Todo cristiano es misionero en la medida en que se ha encontrado con el amor de Dios en Cristo Jesús; ya no decimos que somos “discípulos” y “misioneros”, sino que somos siempre “discípulos misioneros”. Si no nos convencemos, miremos a los primeros discípulos, quienes inmediatamente después de conocer la mirada de Jesús, salían a proclamarlo gozosos: “¡Hemos encontrado al Mesías!” (Jn 1,41)». Jesús nos pide abrir el corazón para escucharlo. Samuel estaba en el Templo. Es necesario ir al Templo al encuentro con Dios, visitarlo y adorarlo en el Sagrario, participar fructuosamente de la Eucaristía que es la fuente y la meta de toda la vida cristiana; es Cristo mismo quien nos alimenta con su propio Cuerpo y Sangre. No nos dejemos robar la alegría de encontrarnos con Cristo en la Eucaristía, no nos dejemos robar la alegría de escuchar a Cristo en la lectura orante de la Palabra, tanto de modo personal como comunitario. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Todo encuentro con Jesucristo transforma la vida, es un encuentro espiritual que orienta totalmente la vida hacia Dios y hacia el servicio a los demás. La misión es la consecuencia lógica que brota del encuentro con Cristo. La escucha atenta de la Palabra de Dios, siempre genera un compromiso misionero. El Papa Francisco nos dice que tenemos que ser cristianos que salimos a la calle, que abandonemos el confort y las propias seguridades para comunicar a los demás el amor de Cristo que hemos recibido. El corazón del espíritu misionero es el amor a Jesucristo. Para amar a Cristo es necesario habituarse a estar en su presencia para escucharlo, seguirlo y obedecerlo. En todas las circunstancias y etapas de la vida necesitamos escuchar a Dios, nunca dejemos de ser discípulos, de lo contrario no seremos misioneros del Señor. Cristo pide familias que sean escuelas de santidad, a ejemplo de la familia de santa Teresita del Niño Jesús. Siempre debemos promover una atención pastoral de calidad para los niños. De allí lo fundamental que es acompañar y animar a los padres de familia a ser los primeros y constantes catequistas de sus hijos. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos encontramos unidos para vivir el encuentro con el Señor Jesús, el Cordero de Dios, para reconocerlo, escucharlo y anunciarlo con voz de júbilo. Dispongámonos a celebrar con fe y esperanza. Monición a la Liturgia de la Palabra En los pasajes de la Palabra que vamos a escuchar encontraremos cómo nuestra relación con Dios es profunda, él nos llama, nos recuerda que somos su templo y que nos invita a buscarlo y reconocerlo como el Cordero de Dios que nos motiva a ir y ver dónde mora. Escuchemos con atención y recogimiento. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Reunidos para celebrar el Día del Señor, plenitud de la revelación del amor de Dios Padre, presentamos nuestras oraciones, diciendo: R. Señor Jesús, escucha y ten piedad 1. Oremos por nuestra Iglesia colombiana y por la Iglesia universal, para que, unida al Papa Francisco en la caridad, siga comunicando con valentía la presencia de Jesús que nos llama a seguirlo y ser sembradores de esperanza, justicia y paz. Roguemos al Señor. 2. Oremos por nuestros pastores, obispos, sacerdotes, diáconos e integrantes de las comunidades de vida apostólica y vida religiosa para que, imitando la prudencia, la mansedumbre y la bondad de Jesús, hagan crecer en la fe, la caridad y la esperanza a cuantos les han sido encomendados. Roguemos al Señor. 3. Oremos por los gobernantes de las naciones y las autoridades civiles y militares, para que, movidos por el espíritu de servicio, construyan con sabiduría y honestidad caminos de unidad y de reconciliación. Roguemos al Señor 4. Oremos por las familias, para que, con caridad, modestia y castidad, permanezcan unidas en el gozo de la fe y alienten el entusiasmo por una vida de amor a Dios y amor entre esposos y hermanos. Roguemos al Señor. 5. Oremos por los enfermos, presos y secuestrados, para que Cristo los sane, les conceda la libertad, los colme de esperanza de vida, y premie y glorifique a quienes han muerto en su misericordia. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Señor, acoge las oraciones que confiados te presentamos por mediación de Jesucristo, quien vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén

Mar 12 Ene 2021

Episcopado colombiano lamenta la muerte de monseñor Piedrahita

Los obispos de Colombia, tras enterarse este lunes 11 de enero del fallecimiento de monseñor Luis Adriano Piedrahita Sandoval, obispo de Santa Marta, animaron a la comunidad a unirse en oración para agradecer por la vida y el ministerio de este prelado. “Invitamos a las comunidades católicas a unirse en oración para dar gracias por la vida y ministerio de este Sucesor de los Apóstoles, quien consagró completamente su existencia como servidor fiel y solícito del pueblo de Dios, y para pedir por su eterno descanso”. En un comunicado los obispos expresaron su cercanía a los sacerdotes, religiosos y fieles laicos de las jurisdicciones eclesiásticas de Cali, Apartadó y Santa Marta, lugares donde monseñor Piedrahita ejerció su ministerio episcopal. En estos sitios, agregaron “el prelado ejerció un ministerio generoso y fecundo, lleno de paternidad, bondad y sencillez”. Asimismo, extendieron su saludo de solidaridad a los familiares y seres queridos del obispo. Finalmente, ofrecieron su oración por todos los enfermos y fallecidos por causa del Covid-19 y por sus familiares. “Invitamos a todos a perseverar en la oración para que, con la ayuda de Dios y en espíritu de caridad fraterna, podamos superar el momento difícil que estamos viviendo”. Fecha de las exequias Las exequias de monseñor Piedrahita se realizarán este jueves 14 de enero, a las 9:00 a.m. en la catedral basílica menor el Sagrario y San Miguel de la ciudad de Santa Marta, en una eucaristía que será presidida por monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, concelebrarán los señores obispos de la provincia eclesiástica de Barranquilla y un número reducido de sacerdotes, con una aforo de 50 personas. Las cenizas del prelado reposarán en la catedral basílica de esta ciudad. La eucaristía será transmitida a través del Facebook live de la emisora Voces 89.4 F.M., el facebook de episcopadocol y el canal de YouTubbe de la diócesis de Santa Marta [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Sáb 9 Ene 2021

Iglesia acoge medidas del Gobierno Nacional frente a incremento de contagios

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del padre Jorge Enrique Bustamante Mora, Director de los Departamentos de Doctrina y de Promoción de la Unidad y el Diálogo, ha expresado que, ante la gravedad de la situación de la pandemia en estos momentos y siguiendo las directrices establecidas en la circular conjunta de los Ministerios de Salud y del Interior, en la cual se establecen normas de confinamiento y restricción de la movilidad y la circulación en los municipios con alta ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI), invita a los fieles al cumplimiento de las normas establecidas por los mandatarios locales y exhorta a los creyentes a elevar continuas y fervientes oraciones a Dios para que con su misericordia podamos superar prontamente este momento difícil que vivimos. Igualmente, el sacerdote recuerda que "corresponde a cada Obispo en su respectiva jurisdicción, según las medidas que se hayan adoptado por las autoridades locales, determinar los procedimientos a seguir y brindar el acompañamiento espiritual a toda la comunidad”. En la Arquidiócesis de Bogotá Por su parte, Monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, en un comunicado dirigido a los sacerdotes de su jurisdicción, ha dado instrucciones para que se cierren las puertas de los templos ante el creciente número de contagios, atendiendo las disposiciones impartidas por el Gobierno Nacional y la Alcaldía Mayor de la capital del país. El Prelado pide a los sacerdotes mantener los templos cerrados, mientras dure la declaratoria de "restricción total de Ia movilidad", es decir, desde el jueves 7 de enero a medianoche, hasta el martes 12 de enero a las 4 de la mañana. Indica que, luego de esta fecha, sólo se podrán reabrir las iglesias en las localidades que no se encuentren en estricta cuarentena. Por otra parte, para el caso de las exequias, recuerda que éstas se podrán seguir realizando con los debidos protocolos de bioseguridad ya establecidos por la arquidiócesis. Monseñor Rueda Aparicio invita a los sacerdotes a cuidarse y a cuidar la salud de todas las personas, por lo que les anima a continuar con sus tareas pastorales y las celebraciones eucarísticas valiéndose de los medios virtuales “de modo que todos los fieles se sientan acompañados y fortalecidos espiritualmente en este tiempo de confinamiento”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 1 Ene 2021

Santo Rosario de la CEC por Cristovisión y medios institucionales

Este sábado, 2 de enero, la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) compartirá el rezo del santo rosario por el canal Cristovisión, el sitio web www.cec.org.co, la página en Facebook y el canal en YouTube episcopadocol. El rosario se presentará en Cristovisión a las 5:00 de la mañana, con repetición a las 5:00 de la tarde; y permanecerá publicado, desde las horas de la mañana, en los espacios institucionales de la CEC arriba mencionados. En esta ocasión se brindará la oportunidad de conocer el santuario mariano de la Arquidiócesis de Barranquilla que lleva por nombre Nuestra Señora de “El Morro”, ubicado en una pequeña población del Atlántico con este nombre. Como en los rosarios anteriores de la serie “Colombia en el corazón de María”, las oraciones de inicio y cierre estarán a cargo de monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC. También compartirán en esta media hora de oración varios prelados del caribe colombiano: Mons. Pablo Salas, Arzobispo de Barranquilla; monseñor Víctor Tamayo; obispo auxiliar emérito de Barranquilla; monseñor Ariel Lascarro, obispo de Magangué; monseñor Francisco Ceballos, obispo de Riohacha; monseñor Luis Adriano Piedrahita, obispo de Santa Marta, y monseñor Farly Gil, obispo de Montelíbano. Asimismo, participarán en las oraciones: sacerdotes, religiosas y laicos de distintos lugares del país.

Lun 21 Dic 2020

Comisión de Conciliación presenta su última emisión del informativo CCN Noticias

En esta edición, conozca el balance que hacen los obispos de las diócesis de Quibdó, Ipiales, y el señor Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, sobre la situación actual de conflicto armado en el país; así como los principales retos que diferentes actores, incluida la Iglesia, tienen en términos de construcción de paz y de reconciliación para el 2021. Encuentre también aquí el resumen de los proyectos y actividades centrales desarrolladas recientemente por la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), en representación de la Conferencia Episcopal de Colombia, y gracias la articulación hecha con diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país y al apoyo solidario de organismos como Adveniat y la Embajada de Noruega en Colombia.

Jue 17 Dic 2020

Material didáctico para niños en la novena de navidad

Próximos a iniciar la novena de Navidad, la pastoral infantil de la Diócesis de Zipaquirá, junto con el Departamento de Estado Laical de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y Obras Misionales Pontificias (OMP), han elaborado un material didáctico que contiene 9 recursos que podrán ser utilizados para cada día. Según lo han indicado sus autores, este material de la novena fue diseñado con el objetivo de “que los niños sean ‘fans’ (seguidores) de Jesús, lo conozcan, lo imiten y caminen a la santidad”. El gran reto propuesto será que niños, niñas y adolescentes, con la ayuda de sus familias, cuenten a través de dibujos, audios, escritos o videos, cómo se imaginan la vida de Jesús, desde su nacimiento hasta los 12 años. Se trata entonces de un material intuitivo y fácil de usar, quienes ingresen podrán interactuar con juegos en línea, retos a cumplir, videos, dinámicas para los niños y, además, los relatos de cada día de la Novena. Este trabajo fue creado para que los más pequeños, en compañía de su familia, en casa disfruten por completo esos días de novena. Para conocer y descargar este material lo podrá hacer ingresando al sitio webhttps://www.infantilzipaquira.org/novena

Mié 16 Dic 2020

Historia de la Novena de Navidad

El autor de la Novena de Navidad fue el místico y lingüista ecuatoriano Fernando de Jesús Larrea, OFM. Nacido en Quito (Ecuador), en 1700 y fallecido en Cali (Colombia), el 3 de noviembre 1773. Fary Fernando de Jesús vistió el hábito franciscano a los 16 años de edad en el convento de la Recolección de San Diego de Quito. Una vez ordenado sacerdote, en 1725, se dedicó a la enseñanza de la filosofía y de la teología. Inauguró su carrera de predicador de misiones populares en 1732, con ocasión de las fiestas de Quito en honor de la Virgen del Quinche. En 1742, se dedicó a predicar en misiones populares en el Valle del Cauca, Cundinamarca, Boyacá, Santander y Tolima; pero su obra más importante, en Colombia, fue la fundación del Colegio de Misiones de San Joaquín de Cali, en 1757. Además de la célebre novena, el padre Larrea es señalado como el autor del vocabulario de la lengua general de los indios del Putumayo y Caquetá. María Clemencia, la mujer que acoge la novena para la juventud Junto con el carisma de misionero y predicador ejercitado por muchas regiones de Colombia, fray Fernando de Jesús tuvo el de la dirección espiritual, y aquí comienza la trama de nuestra historia acerca de la novena, pues una de sus dirigidas fue doña María Clemencia Gertrudis de Jesús Cayzedo Vélez Ladrón de Guevara de Aróstegui y Escota, con quien el fraile mantuvo una constante comunicación escrita desde 1762. Esta mujer advirtió la urgente necesidad de educación que tenía la juventud femenina en Bogotá y la falta de maestras capacitadas para tal oficio. Así, solicitó la asesoría de la Compañía de María, fundada por Santa Juana de Lestonnac en 1607. Después de superar las dificultades propias de una nueva idea social de la educación, y mediante cédula real de Carlos III, se aprobó la fundación del Monasterio-Colegio de La Enseñanza, realizada el 23 de abril de 1783. A doña María Clemencia obsequió fray Fernando el texto de la novena para el aguinaldo. Se ignora la fecha de tal obsequio, porque el documento original se encuentra aún extraviado. Como referencia más antigua se tiene el primer texto impreso en Lima, en 1788. Esta edición se conoció en Bogotá gracias a la edición preparada por la Imprenta Patriótica, en 1807. Por el contacto con el padre Larrea y por su relación con el Colegio de La Enseñanza, siempre se ha supuesto que esta práctica piadosa fuera conocida en Bogotá como devoción, primero de doña María Clemencia, luego de las monjas y sus alumnas hasta llegar a la madre María Ignacia. Aporte de la Madre María Ignacia La novena del aguinaldo fue conocida por una de las figuras más importantes de la literatura femenina colombiana: Bertilda Samper Acosta, quien había nacido en Bogotá el 31 de Julio de 1856. Era hija del humanista, periodista, y político José María Samper y de la reconocida humanista y escritora Soledad Acosta de Samper. Desde muy niña, Bertilda viajó por Europa y América, y juntamente con el castellano aprendió el inglés y el francés. Además de los talentos académicos heredados de sus padres, esta poetisa pertenecía a una familia de próceres, pues su abuelo, el historiador Joaquín Acosta y Pérez de Guzmán había participado en el movimiento intelectual de las gestas patriotas de la independencia nacional. Desde muy niña mostró una ardiente piedad religiosa que la llevó, en 1886, a vestir el hábito de La Enseñanza, muy a pesar de su madre, quien había criticado la vida de clausura en “La Monja en el Mosaico”, escrito de 1866. Una vez en religión en la vida religiosa, Bertilda -nombre que doña Soledad había empleado para varias de sus obras literarias-, se llamó María Ignacia. Su actividad literaria continuó y se convirtió en la cronista de su orden. Falleció el 21 de julio de 1910. La Madre María Ignacia recibió en La Enseñanza la novena de fray Fernando de Jesús y la retocó de manera considerable. La edición más célebre es la publicada y aprobada por el Arzobispo de Bogotá, Bernardo Herrera Restrepo, en noviembre de1910, bajo el título “Novena del Niño Dios”. Desde entonces, este ejercicio de piedad popular se acrecentó en sinónimo de la preparación para la celebración de la Navidad. Con los años se le han hecho adiciones y transformaciones, pero el texto de 1910 permanece aprendido casi de memoria, como señal de tradición espiritual. (Fuente: Novena de Navidad “Ven, Señor, danos tu luz”. Conferencia Episcopal de Colombia. 2020) [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar NOVENA DE NAVIDAD[/icon]