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Cuaresma

Mié 5 Abr 2017

Iglesia Católica destinará recursos de campaña de Cuaresma para Mocoa

Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), anunció que recursos de la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes, adelantada por la Iglesia Católica en el tiempo de Cuaresma, serán destinados a la comunidad de Mocoa, ante el desastre natural ocurrido el 1 de abril. El prelado explicó: “Tenemos un ahorro estipulado para este tipo de desastres naturales, gracias a las colectas que hacemos entre religiosos y feligreses; por eso, esa ‘platica’, la vamos a llevar a Mocoa. El monto no lo develaremos del todo, lo importante es que llegue a quienes más lo necesitan en este momento, a quienes lo perdieron todo en la tragedia. Además, cada Diócesis se encargará de buscar y aportar ayudas no sólo en dinero, sino en especie”, afirmó el también arzobispo de Tunja. De otra parte, Monseñor Castro Quiroga, en diálogo con Caracol Radio, tras lamentar profundamente la tragedia en Mocoa exhortó a los colombianos a unirse en oración y solidaridad. “Elevamos una oración por todos los muertos. Oramos para que Dios les de valentía a los sobrevivientes de la avalancha y para que puedan recuperarse a todos los desaparecidos”. Finalmente, frente a la propuesta de que el Papa Francisco visite la zona afectada, el jerarca precisó, a BLU Radio, que “modificar la agenda del Sumo Pontífice está fuera del alcance de la Iglesia colombiana”, además que las condiciones geográficas dificultan el acceso. “La invitación es muy justa, pero hay que entender que el papa viene cuatro días y eso ya está programado”, señaló. A la fecha, según cifras entregadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, el fenómeno natural ha dejado 293 víctimas mortales y cientos de damnificados.

Mar 28 Mar 2017

Habitantes de la frontera Colombo-Venezolana marcharán por el perdón

Bajo el lema “Dejémonos reconciliar por Dios”, la Diócesis de Cúcuta invita a orar por el respeto a la vida y el perdón, el próximo 31 de marzo. La jornada que se realiza cada año, durante el tiempo de Cuaresma, se constituye en un ejercicio de preparación para la Pascua y un espacio de fortalecimiento de la fe. La marcha iniciará a las 7 de la noche, desde la Plaza de Banderas hasta la Catedral San José de Cúcuta. Se invita a la comunidad a participar con camisetas blancas, faroles y globos del color de la Vicaría; además, llevar los estandartes de las parroquias. Esta iniciativa diocesana se realiza desde hace más de una década, convocando a religiosos, sacerdotes, seminaristas, agentes pastorales, estamentos y comunidad en general.

Vie 24 Mar 2017

Cuaresma

Por: Padre Raúl Ortiz Toro - ¿Dice algo, hoy en día, la palabra: “Conversión”? Seguramente que sí. Pero, también, probablemente no. Cuando digo esa palabra en la homilía trato de mirar a la gente y - no sé si es impresión mía - pero siento que con su mirada me dicen internamente: “Otra vez este padre con el tema” e imagino que se les va la mente a atender alguna preocupación que dejaron en casa. Ha llegado la Cuaresma 2017 y el estribillo es el mismo desde hace milenios: “Conviértanse y crean en el Evangelio”. ¿Qué tanto caso hacemos al tema de la conversión? Vienen ahora los retiros espirituales, las conferencias de Cuaresma, las largas filas para la confesión, los ayunos voluntarios y también los impuestos, el viacrucis del viernes, las pequeñas y grandes mortificaciones… vienen ahora muchos signos externos: el gran reto es que Jesús no nos tenga que decir la sentencia de Mateo 15, 8, cuando les sacó en cara a los fariseos el texto de Isaías: “Este pueblo me honra con sus labios pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío…” Somos los sacerdotes los primeros que tenemos que convertirnos. Y nuestra conversión, como la de todo cristiano, es permanente; no somos seres acabados y perfectos. En otra época si algún feligrés insinuaba que el sacerdote debía convertirse, éste se sentía ofendido, como si ese tema no le tocara; gracias a la Conferencia de Aparecida (que por cierto este año cumple su décimo aniversario y ya luego hablaremos de ella) hoy podemos decir que en primer lugar es el sacerdote el que necesita conversión y empieza por la conversión personal para derivar luego en la conversión pastoral. La conversión pastoral es ganancia para la evangelización, porque es la manera concreta como el pastor se acerca al necesitado. Así pues, cada día se convierte en una nueva oportunidad que Dios nos da para renovar el llamado que Él nos hizo y aplicarnos a vivir una renovada vida de servicio y de coherencia. Oremos por todos los pastores para que el Señor nos ayude en el camino de nuestra conversión y nosotros seamos humildes para aceptarla. Cuaresma nos ayuda a todos a pensar que la soberbia de la vida desaparece cuando somos verdaderamente conscientes de nuestra finitud. Ese texto del “polvo eres…” es un aterrizaje espléndido de todas nuestras vanidades. Traducido es algo así como: “Mira, tú, que te crees mucha cosa, que te haces el importante, tan autosuficiente, tu destino no es un trono sino el polvo, eres lo más pasajero y finito del universo”. La verdadera conversión cuaresmal, ese vestirse “de saco y ceniza”, es asumir una actitud de responsabilidad ante la vida hoy: ¿Qué estoy haciendo, en concreto, por conquistar la paz de mi existencia? ¿Qué estoy haciendo en concreto por hacer que la vida de los que viven conmigo sea más llevadera? La conversión no son golpes de pecho: son actitudes concretas, medibles, cuantificables. Que al llegar Pascua puedas decir: “fui menos soberbio”, “compartí mi alimento con tres personas”, “dije menos mentiras”. Cosas así. Ese será el mejor camino de resurrección. Que no tenga Nietzsche que restregarnos en la cara ese sarcasmo de su ingenio: “Los cristianos no tiene cara de resucitados”. Padre Raúl Ortiz Toro. Docente del Seminario Mayor San José de Popayán

Jue 23 Mar 2017

La salvación se concreta en el bautismo

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] Tweets by cardenalruben

Jue 23 Mar 2017

No caminemos en tinieblas, busquemos la luz de la vida

La Palabra de Dios fortalece nuestra vida y nos alimenta en el itinerario cuaresmal, para que estemos bien dispuestos y no caminemos en las tinieblas sino que tengamos la luz de la vida. Abramos nuestros oídos para escuchar y dejemos que el Señor abra nuestros ojos con una nueva luz, para contemplarlo. Lecturas [icon class='fa fa-play' link=''] Primera lectura: 1S 16,1b.6-7. 10-13ª[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Salmo 23(22),1-3a.3b-4.5.6 (R. cf. 2a)[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: Ef 5,8-14[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Jn 9,1-41 (forma larga) o Jn 9,1-9.13-17.34-38 (forma breve)[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon] La experiencia de la fe, nace del encuentro personal con el Señor, que se desborda en amor y elige para que la vida sea bendición y gozo para aquellos que nos rodean. La Palabra de Dios, que parte de la unción de David como Rey de Israel, tiene su culmen en el Evangelio, cuando contemplamos a Cristo como luz que ilumina nuestro camino, según el simbolismo de la curación del ciego. ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La palabra de hoy es una palabra que engancha nuestra existencia y nos hace más conscientes de la necesidad de llegar a la montaña santa de la Pascua. En la primera lectura, la unción de David es un gran signo del querer de Dios, que elige no por la capacidad sino por la gratuidad y que se complace en la disponibilidad de sus fieles, que muchas veces están “esclavos del pecado” necesitan transformarse en hijos de adopción por el bautismo (Cf. prefacio del día). La elección de Dios nos revela el rostro pastoril, que siempre se desborda en amor por sus ovejas y las lleva a prados verdes y a frescas aguas. Si el cristiano es pascualizado en el bautismo, entonces experimenta la verdadera iluminación, que lo saca de las tinieblas del pecado. En el Evangelio, la misericordia de Jesucristo es manifestada en la sanación del ciego, quien termina haciendo una confesión de fe que no sólo es de boca, sino que es acompañada por el reconocimiento y la postración. El “soy la luz del mundo” nos lleva a buscar a Jesús y a no soltarnos de él para no perderos en la búsqueda de la auténtica plenitud de vida. ¿Qué nos dice la Sagrada Escritura? El momento de apropiación de la palabra celebrada debe llevar a plantearnos algunos interrogantes concretos: ¿Me siento ungido por el Señor y destinado a una misión concreta en la Iglesia? ¿He experimentado el amor de Dios que inunda mi corazón? ¿En qué acontecimientos concretos? ¿Siento que la verdadera luz me viene del Señor o he buscado luces en otros lugares, situaciones, personas o cosas? [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] La iglesia de estos primeros años del nuevo milenio ha venido descubriendo la renovación en la fidelidad al Señor y se ha visto llamada a retomar el ímpetu del encuentro permanente con el Señor. Muchas tinieblas se presentan a los hombres de Dios y prometen ser oportunidades y plataformas de lanzamiento, pero la verdad es que sólo el Señor nos aclara el misterio del hombre y del mundo, sólo en Cristo la luz resplandece y nos hace capaces de afrontar el mundo con nuevos esquemas. Queda al homileta de hoy, la tarea de traducir esta Palabra a la comunidad específica que camina en búsqueda y en fidelidad al Señor. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] La liturgia de hoy es una invitación a la alegría en medio del camino cuaresmal. El “alégrate” es un imperativo para quien celebra la fe, porque Dios se hace salvación. La alegría de la cuaresma, en este domingo, es preparatoria a la alegría de la luz pascual, cuando resplandezca Cristo, el lucero que no conoce el ocaso. [icon class='fa fa-play' link='']Recomendaciones prácticas[/icon] Pueden colocarse en la cartelera parroquial, expresiones y palabras como: Yo soy la luz, levántate y úngelo, el Señor es mi pastor. La luz tiene una gran carga se significado, por eso convendría resaltar hoy el Signo de un cirio especial o una llama ardiendo en el templo. El Prefacio de hoy es propio: «El ciego de nacimiento», p. 103 del Misal. Hoy se invita a usar el ornamento color rosado, signo de ir dando pasos hacia el blanco de la fiesta de Pascua. Igualmente, se permite el sonido de los instrumentos musicales y el altar se puede adornar con flores. Invitar a prepararse bien a la celebración de la Pascua, acudiendo al sacramento de la Reconciliación y Penitencia. Pastoralmente serviría programar celebraciones penitenciales por arciprestazgos. En este domingo se celebra el segundo escrutinio de preparación para el Bautismo de los catecúmenos que serán admitidos, en la Vigilia Pascual, a los sacramentos de iniciación cristiana, usando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las páginas 803-804 del Misal. Recordar que el domingo 9 de abril, es Domingo de Ramos en la Pasión del Señor. Si bien es necesario seguir fortaleciendo la conciencia ecológica, especialmente con el cuidado de la palma de cera y su no uso en este día, no podemos caer en desvirtuar los signos litúrgicos, por eso conviene utilizar siempre plantas o ramas (fácilmente renovables) pero no pañuelos, globos, banderas, etc.

Lun 13 Mar 2017

Descarga: Cuaresma. Consideraciones litúrgicas y pastorales

El Departamento de Liturgia del episcopado colombiano pone a disposición de los fieles un insumo con recomendaciones litúrgicas y pastorales para el tiempo de Cuaresma. Este material es suministrado por el padre Diego Uribe, Profesor Titular UPB e integrante de la Comisión Nacional de Liturgia. En el documento se hace un completo recorrido por este tiempo litúrgico. Comienza con una explicación sobre su origen, el sentido de la Cuaresma hoy y finalmente su estructura. [icon class='fa fa-download' link='']DESCARGA EL DOCUMENTO[/icon] Imagen: Internet

Vie 10 Mar 2017

Cuaresma, un camino en espiral hacia la Pascua

Hemos iniciado, con gran ánimo y con especial disposición, el tiempo de Cuaresma que nos ofrece un camino en espiral hacia la gran y central fiesta de los cristianos, la Pascua de Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. En Él, en efecto, es paso de la muerte a la vida y, en cada uno de nosotros, debe ser ocasión para que acontezca este misterio salvífico en la historia concreta de nuestras vidas. No se trata de una celebración fría y repetitiva de signos, palabras y ritos que avisan la llegada de una etapa más del año litúrgico y que toca hacer unos preparativos y realizar unas celebraciones que pide la iglesia para quienes vienen al templo. Es, por el contrario, una celebración que, con gran novedad y expectativa, nos invita a que, en escala ascendente y con la gracia que Dios nos ofrece, vivamos la pascua con espíritu renovado y así, convertidos de nuestro mal proceder, regresemos nuevamente a la amistad con Dios y con los hermanos. Se trata, en efecto, como lo enseña, el Papa Francisco en su mensaje cuaresmal, de “un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna”, y teniendo muy presente, también, que “en la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia”. En este caminar en espiral somos, entonces, motivados, encaminados y fortalecidos por la oración, la Palabra de Dios, la celebración de los sacramentos, especialmente de la reconciliación, las obras de misericordia y los diversos ejercicios de piedad para que, acogiendo con fe estos momentos, seamos capaces de discernir y experimentar la presencia acompañante y transformante de Cristo en nuestra historia y en la de cada persona que encontramos en nuestro diario caminar, y así, nos vayamos renovando espiritualmente, para que podamos celebrar un día la Pascua eterna. No podemos ni debemos dejar pasar estos momentos de salvación, porque el tiempo perdido lo cobra Dios; dejémonos reconciliar por y con Dios y así experimentaremos y aprovecharemos las maravillas que Dios sigue obrando en su pueblo. Que el Espíritu Santo nos ilumine y nos fortalezca para que continuemos recorriendo este camino de arrepentimiento y conversión, y lleguemos, con ánimo alegre y corazón contrito, a la cima de la celebración del misterio pascual de Cristo que continúa renovando nuestra vida.

Vie 3 Mar 2017

Una Cuaresma solidaria con Sudán del Sur

La Iglesia Católica en Colombia se solidariza con Sudán del Sur que sufre una de las peores crisis humanitarias, por ello parte de la colecta que se logre recaudar durante la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes (CCCB-2017), irá destinada a mitigar la difícil situación que sufren los habitantes de ese país. Los obispos colombianos, animados por el llamamiento que hace el Papa Francisco a la Iglesia entera y a la comunidad internacional, han decidido usar parte de los recursos que se recauden en la CCCB-2017 para poner en manos del Santo Padre una suma que alivie en algo la situación que viven en Sudán del Sur. Cerca de 100 mil personas viven en condiciones de hambruna producto de la guerra que azota este país. Los personas que viven en las zonas pantanosas de esta región se libran del asedio de los combatientes, pero tienen que alimentarse con las plantas que crece en el lugar, informa un reporte de la agencia de noticias AFP. La ONU considera que esta hambruna no se debe a factores climáticos, sino al hombre. Más de tres años de conflicto han limitado la producción agrícola, agotado las reservas y obligado a los habitantes a huir de sus hogares, señala otro reporte realizado por la Revista Semana. [Lea también: Sobrevivir a la hambruna en los pantanos de Sudán del Sur] Todas las personas pueden hacer su aporte a la cuenta de Ahorros N° 078-33401-8 del Banco de Bogotá, a nombre de la Conferencia Episcopal de Colombia, Nit. 860.021.725-1; en ella se pueden consignar los donativos.