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Iglesia

Dom 27 Jun 2021

"¿quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?"

SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES Junio 29 de 2021 Primera lectura: Hch 12,1-11 Salmo: Sal 34(33),2-3.4-5.6-7.8-9 (R. 5b) Segunda lectura: 2Tm 4,6-8.17-18 Evangelio: Mt 16,13-19 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Tres temas se pueden destacar hoy en la Solemnidad de san Pedro y san Pablo: • La Iglesia, obra del Señor, la Iglesia confesante, • La Iglesia martirial, • La Iglesia de la esperanza. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El texto de los Hechos de los Apóstoles nos relata que aquel momento fue de grave crisis para la comunidad cristiana. Tenían problemas con las autoridades religiosas y con las civiles. Herodes Agripa, nieto de Herodes el Grande, para agradar a los judíos, empezó a perseguir a la Iglesia y, así, había mandado decapitar a Santiago, encarceló a Pedro y todos temían lo peor. La comunidad "oraba insistentemente a Dios por él". Y, en efecto, el ángel lo liberó de un modo milagroso. El mismo Pedro no se lo acababa de creer: "Pues era verdad: el Señor ha enviado a su ángel para librarme". La de aquella noche fue una gran experiencia para la comunidad. Lucas dice que era la semana de Pascua: en cierto modo, se repetía el acontecimiento del éxodo liberador del pueblo en Egipto y el de la resurrección de Jesús de entre los muertos. En esta ocasión era Pedro el liberado de la cárcel. En la carta a Timoteo esta vez es Pablo el que está en la cárcel, prisionero en Roma, como un malhechor, sintiéndose abandonado de todos, sin hacerse ilusiones sobre cuál va a ser el final de su prisión, la condena a muerte: "El momento de mi partida es inminente". El que se entregó a Cristo a lo largo de sus trabajos apostólicos, está casi deseando unirse a él con la ofrenda de su propia vida, imitando su sacrificio pascual. Mirando hacia atrás, puede sentirse satisfecho de la labor realizada: "He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe". Lo que no le abandona es la confianza en Dios: "Me aguarda la corona merecida: el Señor me ayudó y me dio fuerzas; el Señor seguirá librándome de todo mal". En el evangelio a la pregunta de Jesús "¿quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?", responde impetuoso, como siempre, Pedro, en nombre de los demás. Y recibe por ello no sólo la alabanza de Jesús, sino lo que podríamos llamar "la investidura" en el papel de responsable de la comunidad: le llama Pedro, Piedra (Cefas), y le encomienda las llaves del Reino. Al "tú eres el Mesías" le sigue el "tú eres Pedro". En otras ocasiones le encomendará ser el pastor de la comunidad, o pescador de hombres. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Celebramos hoy, unidos en un entrañable recuerdo, la fiesta de estos dos grandes apóstoles, Pedro y Pablo, columnas de la Iglesia y testigos -cada uno desde su personalidad propia- de la fe y del amor a Cristo. Pedro era pescador, de Betsaida. Pablo, un judío de Tarso, en la actual Turquía, de la tribu de Benjamín, de formación farisea. Ambos fueron llamados por Cristo Jesús: el uno, junto al lago de Genesaret; el otro, en el camino de Damasco, donde iba para perseguir a los cristianos. Ambos respondieron con prontitud y se convirtieron o murieron juntos. Pedro fue mártir en el circo de la colina del Vaticano, en tiempos de Nerón. Pablo, poco más tarde, en la vía Ostiense, camino del mar. El primero, según una tradición muy antigua, crucificado cabeza abajo, porque no se sentía digno de morir como su Señor y Maestro. El segundo, decapitado. Cada uno de ellos tiene una basílica dedicada en el lugar de su martirio, -en el Vaticano y en la vía Ostiense-, basílicas levantadas en el siglo IV por Constantino, apenas iniciada la era de paz para la Iglesia. La fiesta de hoy nos estimula, ante todo, a aumentar nuestra conciencia de Iglesia y, en concreto, de "Iglesia apostólica". El fundamento de nuestra fe es siempre Cristo Jesús; pero él mismo quiso que Pedro y los demás apóstoles fueran los fundamentos visibles, puntos de referencia de la unidad, de la fe, de la caridad. Como ahora lo sigue siendo el Papa al frente del colegio episcopal, que preside la comunidad desde la caridad y merece nuestro respeto y nuestra aceptación, porque Cristo ha querido una comunidad eclesial apostólica, basada en el ministerio de los apóstoles y sus sucesores. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Pedro y Pablo nos enseñan a superar con valentía las dificultades que podamos encontrar en nuestro camino. En nuestra vida de cristianos y de testigos de Cristo, seguro que habrá días nublados, de abatimiento y de ansia. El salmo responsorial lo podemos aplicar a tantos momentos de nuestra historia, eclesial y personal. "El ángel del Señor librará a los que temen a Dios". Como dice con gozosa confianza el salmista: "Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha y lo salva de sus angustias". Pedro lo experimentó en la noche de la cárcel, en un momento crítico para toda la comunidad. Pablo sintió la ayuda de Dios a lo largo de sus muchas peripecias apostólicas, cuando también él sentía dudas y miedos, y tenía que saltar por encima de obstáculos que parecían insalvables. La Iglesia lo ha podido constatar a lo largo de dos mil años de existencia. Ojalá cada uno de nosotros, que seguramente sabe lo que es pasar por momentos de crisis y angustia, pueda experimentar, al recurrir a Dios, cómo nos alcanza su ayuda y su fuerza salvadora: "Y lo salva de sus angustias: me libró de todas mis ansias". II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Celebramos hoy la solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo. Ellos fueron columnas de la Iglesia y heraldos del Evangelio. Hoy recordamos especialmente también al Papa, Obispo de Roma y sucesor de San Pedro y pedimos al Señor que siga velando por su Iglesia. Monición a la Liturgia de la Palabra La liturgia de la Palabra nos muestra hoy que la fidelidad de los apóstoles Pedro y Pablo a su misión les llevó a la cárcel, a la persecución y finalmente al martirio. Ellos han recorrido el mismo camino de amor y dolor que el Señor. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Animados por la fe y por la caridad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, presentemos a Dios Padre nuestras súplicas. Respondamos a cada una diciendo: R. Aumenta, Señor, nuestra fe 1. Para que el Santo Padre, el Papa Francisco, gobierne, con la sabiduría del Espíritu y la firmeza de la fe apostólica, a la Iglesia del Dios vivo. Roguemos al Señor. 2. Para que Dios, que envió́ a Pablo a anunciar el mensaje de salvación a todos los pueblos, envíe hoy también sacerdotes que proclamen el Evangelio en nuestra diócesis y en todo el mundo. Roguemos al Señor. 3. Para que los responsables del gobierno de las naciones, como servidores de Dios, procuren siempre la justicia y el bien de los ciudadanos. Roguemos al Señor. 4. Para que los que sufren persecuciones y están encarcelados a causa de su fe obtengan su libertad por la oración perseverante de la Iglesia. Roguemos al Señor. 5. Para que quienes nos encontramos reunidos hoy aquí́ perseveremos firmemente cimentados en la doctrina apostólica y en la integridad de la fe y anunciemos a Cristo al mundo. Roguemos al Señor. Oración conclusiva Señor Dios nuestro, por la intercesión de San Pedro y San Pablo, recibe las súplicas que te hemos presentado con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Vie 25 Jun 2021

Los movimientos eclesiales y su aporte a las familias

La Iglesia Católica no ha sido indiferente a los grandes desafíos que han tenido que enfrentar las familias colombianas en tiempo de pandemia, por ello ha estado acompañando el trabajo que desde esta pastoral y los movimientos de laicos se han ido planteando en favor de las familias. En este contexto y desde que inició la emergencia sanitaria, el Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia, ha venido desarrollando encuentros permanentes con los actores que intervienen en el acompañamiento pastoral de las familias. Es así como el pasado 19 de junio se desarrolló de manera virtual el “Encuentro de Movimientos Eclesiales de Familia”, contando con la participación de 400 personas. En este evento se conocieron las experiencias espirituales, pastorales y culturales, que los movimientos eclesiales de familia vienen desarrollando de manera creativa en este tiempo. Monseñor Édgar de Jesús García Gil, obispo de Palmira y presidente de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia, fue el encargado de hacer la apertura del evento. Durante su intervención, el prelado invitó a los participantes a cultivar el camino del amor con sinodalidad, es decir, caminando juntos de manera articulada con la Iglesia que se hace visible en las diócesis y parroquias del país. Desde Roma, la doctora Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, envió un video mensaje de saludo y contextualizó sobre lo acontecido en el fórum que realizó recientemente este dicasterio y en el que se reflexionó sobre el siguiente interrogante: “En qué punto estamos como Amoris Laetittia”. Estrategias para la aplicación pastoral de la Exhortación del Papa Francisco. Durante el encuentro, parejas de cuatro movimientos eclesiales de familia: Encuentro Católico de Novios, Equipos de Nuestra Señora, Movimiento Familiar Cristiano y Encuentro Matrimonial, de manera ágil llevaron a los participantes a conocer sus experiencias y apostolados en favor de las familias de Colombia y del mundo. Por su parte, el padre Néstor Torres, de la Asociación Misioneros de la Juventud, luego de hablar sobre el apostolado que dirige, tuvo la tarea de moderar el diálogo que se abrió entre los movimientos eclesiales: Retrouvaille, Jesús salva mi Familia, Hombres y Mujeres de futuro, Comunidad Matrimonial Alegría, Familias Misioneras, Acompañamiento Psicosocial a las familias de las Hermanas Vicentinas, quienes a la luz de Amoris Laetitia, reflexionaron sobre temas como: preparación de los novios, la espiritualidad conyugal, la belleza del matrimonio, entre otros. Los asistentes a este importante encuentro se fueron con el compromiso de trabajar en la construcción de una gran Red de movimientos eclesiales, que les permita avanzar de manera articulada en la siembra de semillas que den frutos fecundos de amor en las familias colombianas.

Vie 25 Jun 2021

El Papa y los jóvenes. Un llamado a la esperanza

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Después de un mes de constantes manifestaciones sociales, en las que los jóvenes han sido incuestionables protagonistas, bien vale la pena hacer unas consideraciones en el entendido de buscar sacar siempre lo mejor que la crisis nos puede mostrar. En la Exhortación Cristo vive, publicada luego del sínodo de los jóvenes en 2019, el Papa Francisco dirige con esperanza su voz a la juventud en medio de sus luchas e incomprensiones. Hago eco de ese mensaje: El riesgo y la virtud del mundo digital Frente al mundo digital, el Papa dice: «es verdad que el mundo digital puede ponerte en el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío. Pero no olvides que hay jóvenes también que en estos ámbitos son creativos y a veces geniales» (CV, 106). Y advierte de no caer en la trampa que los ambientes digitales traen: «terminar siendo más de lo mismo, corriendo detrás de lo que les imponen los poderosos a través de los mecanismos de consumo y atontamiento» (Cf. CV, 107). Ante esto, el Santo Padre invita: «Atrévete a ser más, porque tu ser importa más que cualquier cosa». Esto implica no quedarse en “ser una fotocopia” sino plenamente “uno mismo”. El valor de darse El Papa Francisco plantea que, «para que la juventud cumpla la finalidad que tiene […] debe ser un tiempo de entrega generosa, ofrenda sincera», y hace eco de una poesía de Francisco Luis Bernárdez: Si para recobrar lo recobrado debí perder primero lo perdido, si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado, si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido, tengo por bien sufrido lo sufrido, tengo por bien llorado lo llorado. Porque después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido. Porque después de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado. El poder de trabajar juntos Finalmente, frente a la tentación de enfrentar solitarios al mundo y los peligros con los que aun se luchan desde adentro, el Papa propone la fuerza del grupo, de la comunidad. Y les dice a los jóvenes: «ustedes unidos tienen una fuerza admirable. Cuando se entusiasman por una vida comunitaria, son capaces de grandes sacrificios por los demás y por la comunidad» (CV, 110). Todo esto no puede asumirse olvidando las raíces, la historia – no se construye en el aire: el pasado trae luces que inspiran y sombras que no se pueden borrar para no repetirlas –. Y sobre todo, el valor de los ancianos: dialogar con su experiencia. Escucharlos. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Vie 25 Jun 2021

La voz del Pastor | 27 de junio de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Marcos 5,21-24.35b-43

Jue 24 Jun 2021

Pastoral Social de Cali apoya proyecto “Comedores Comunitarios”

Con la apertura de cinco comedores comunitarios en sectores vulnerables de Cali, se dio inicio el pasado 18 de junio a la primera etapa del proyecto “Comedores Comunitarios”, resultado de la alianza Compromiso Valle de la que hace parte la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Cali. Los gestores del proyecto han indicado que se espera entregar 80 comedores, algunos nuevos, otros se adecuarán, para atender a unas ocho mil personas, entregando cerca de diez mil raciones diarias de alimento adicionales a las que hoy se distribuyen. El sacerdote José Eugenio Hoyos, codirector de la Pastoral Social de Cali, señaló que “los comedores comunitarios con Compromiso Valle son una extensión de la generosidad, la solidaridad y el amor al prójimo. Es una voz para que todos nos animemos a invertir socialmente y suavizar este conflicto y descontento social que hemos visto. Llegó el momento de compartir, de entrelazar sonrisas y demostrar un camino lleno de esperanza”. Estos comedores comunitarios, liderados por la Pastoral Social de Cali, hacen parte del programa de seguridad alimentaria que esta Iglesia particular apoya en favor de la población menos favorecida. Compromiso Valle es “una iniciativa de la sociedad civil que reúne a ciudadanos, diversas empresas y fundaciones, con el propósito de construir juntos los cambios que se necesitan para un mejor futuro y una mejor sociedad para todos”. Fuente: Of. Comunicaciones Comisión Arquidiocesana de Vida, Justicia y Paz

Jue 24 Jun 2021

Mensaje de la Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores

Este martes, 22 de junio, la Oficina de Prensa de la Santa Sede, presentó el mensaje del Papa Francisco para la primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, titulado “Yo estoy contigo todos los días”. Jornada que se celebrará el próximo domingo 25 de julio, víspera de la fiesta de San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús. En su mensaje, el Papa Francisco escribe en primera persona a los abuelos, "como obispo de Roma y como anciano, igual que tú". "Toda la Iglesia está junto a ti –digamos mejor, está junto a nosotros–, ¡se preocupa por ti, te quiere y no quiere dejarte solo!". Me gustaría que “cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada anciana, ¡especialmente los que están más solos, reciban la visita de un ángel!”, escribe el Papa en su mensaje. Como San Joaquín, el abuelo de Jesús, que fue sacado de la comunidad porque no tenía hijos. “Incluso cuando todo parece oscuro, como en estos meses de pandemia, el Señor sigue enviando ángeles para consolar nuestra soledad y repetirnos: 'Estoy contigo todos los días' (...) Ángeles que, en ocasiones, tendrán el rostro de nuestros nietos, otros de familiares, de viejos amigos o de los que hemos conocido en este difícil momento", señala el mensaje. El pontífice se refiere a la pandemia como una "prueba severa que golpeó la vida de todos, pero que nos dio a los ancianos un trato especial y más duro". "Muchos se fueron, o vieron morir la vida de sus cónyuges o seres queridos, demasiados se vieron obligados a la soledad durante mucho tiempo, aislados". El Papa afirma que “se necesitan ángeles para devolver los ‘abrazos y las visitas’ a los ancianos. Y recuerda que "en algunos lugares todavía no es posible". El Santo Padre invita a los ancianos a agradecer al Señor el consuelo de su presencia, "incluso en la soledad (...) En este tiempo aprendimos a comprender lo importante que son los abrazos y las visitas para cada uno de nosotros, ¡y cómo me entristece que en algunos lugares esto todavía no sea posible!” El Señor jamás se jubila Francisco también invita a reconocer la fidelidad del Señor que relatan los Evangelios, que se reza en los Salmos y que encontraron los profetas. “Yo mismo puedo testimoniar que recibí la llamada a ser obispo de Roma cuando había llegado, por así decirlo, a la edad de la jubilación, y ya me imaginaba que no podría hacer mucho más. El Señor está siempre cerca de nosotros –siempre– con nuevas invitaciones, con nuevas palabras, con su consuelo, pero siempre está cerca de nosotros. Ustedes saben que el Señor es eterno y que nunca se jubila. Nunca”. La vocación de transmitir la fe a los jóvenes Francisco introduce así el segundo tema de su mensaje, tras el del ángel consolador: la vocación de los abuelos y los ancianos. Que es la de "custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar a los pequeños". “No importa la edad que tengas, si sigues trabajando o no, si estás solo o tienes una familia, si te convertiste en abuela o abuelo de joven o de mayor, si sigues siendo independiente o necesitas ayuda, porque no hay edad en la que puedas retirarte de la tarea de anunciar el Evangelio, de la tarea de transmitir las tradiciones a los nietos. Es necesario ponerse en marcha y, sobre todo, salir de uno mismo para emprender algo nuevo”. A las naturales dudas de quienes ven agotadas sus energías, de quienes ven difícil empezar a comportarse "de otra manera" cuando a estas alturas "la costumbre se ha convertido en norma", o dedicarse "a los más pobres" cuando ya tienen "tantos pensamientos" para sus familias, o sienten la soledad como una "carga demasiado pesada", el Pontífice responde con una invitación a abrir "el corazón a la obra del Espíritu Santo que sopla donde quiere" y "hace lo que quiere". Los ancianos son indispensables para construir el mundo del mañana El Papa Francisco retoma cuanto escribió en su encíclica Fratelli tutti, esperando que esta crisis ligada a la pandemia, "no haya sido otro grave acontecimiento histórico del que no hayamos podido aprender". Para que "un dolor tan grande no sea inútil" y podamos dar "un salto hacia una nueva forma de vivir", afirma el Papa, dirigiéndose directamente al abuelo y al anciano: “En esta perspectiva, quiero decirte que eres necesario para construir, en fraternidad y amistad social, el mundo de mañana: el mundo en el que viviremos –nosotros, y nuestros hijos y nietos– cuando la tormenta se haya calmado. Todos ‘somos parte activa en la rehabilitación y el auxilio de las sociedades heridas’” Sueños, memoria y oración Una nueva construcción con tres pilares, dice Francisco, "que tú, mejor que otros, puedes ayudar a colocar": sueños, memoria y oración. “El profeta Joel pronunció en una ocasión esta promesa: ‘Sus ancianos tendrán sueños, y sus jóvenes, visiones’”. “El futuro del mundo reside en esta alianza entre los jóvenes y los mayores. ¿Quiénes, si no los jóvenes, pueden tomar los sueños de los mayores y llevarlos adelante? Pero para ello es necesario seguir soñando: en nuestros sueños de justicia, de paz y de solidaridad está la posibilidad de que nuestros jóvenes tengan nuevas visiones, y juntos podamos construir el futuro” A lo que agrega: "Es necesario que tú también des testimonio de que es posible salir renovado de una experiencia difícil. Y estoy seguro de que no será la única, porque habrás tenido muchas en tu vida, y has conseguido salir de ellas. Aprende también de aquella experiencia para salir ahora de esta". Aquí entra en juego el segundo pilar, la memoria: del doloroso recuerdo de la guerra los jóvenes pueden aprender el valor de la paz. El recuerdo de los que tuvieron que emigrar "puede ayudar a construir un mundo más humano, más acogedor (...) Pero sin la memoria no se puede construir; sin cimientos nunca construirás una casa. Nunca. Y los cimientos de la vida son la memoria”. Una oración que protege al mundo En su mensaje, el Santo Padre cita a su predecesor, el papa Benedicto, "un santo anciano que sigue rezando y trabajando por la Iglesia" que, dijo en el año 2012, casi al final de su pontificado: "La oración de los ancianos puede proteger al mundo, ayudándolo quizá más incisivamente que el trabajo de tantos". El ejemplo es el del beato Charles de Foucauld, quien como ermitaño en Argelia, incluso en la soledad de su propio desierto, demostró que es posible "interceder por los pobres de todo el mundo y convertirse verdaderamente en un hermano y una hermana universales". “Que cada uno de nosotros aprenda a repetir a todos, y especialmente a los más jóvenes, esas palabras de consuelo que hoy hemos oído dirigidas a nosotros: ‘Yo estoy contigo todos los días’. Adelante y ánimo. Que el Señor los bendiga”, puntualiza. Fuente: Agencia católica AICA Video: Agencia Rome Reports [icon class='fa fa-download fa-2x'] Leer mensaje[/icon]

Mié 23 Jun 2021

“No temas; basta que tengas fe”

DECIMOTERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Junio 27 de 2021 Primera lectura: Sb 1,13-15;2,23-24 Salmo: Sal 30 (29),3-4.5-6.12ac-13 (R. 2a) Segunda lectura: 2Co 8, 7.9.13-15 Evangelio: Mc 5,21-43 (forma larga) ó Mc 21-24.35b-43 (forma breve) I. Orientaciones para la Predicación Introducción En este domingo se nos ofrecen tres ideas fundamentales en el Evangelio de san Marcos: Cristo resucita a los difuntos, la muerte es transformada por Cristo y la esperanza de los cielos nuevos y de la tierra nueva. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Algunas ideas fundamentales de las lecturas de este domingo que nos ayudan en la preparación de la predicación orante son: El libro de la Sabiduría, que es un canto a la sabiduría verdadera según la mentalidad de Dios, nos ofrece hoy una página sobre la razón de ser de la muerte, uno de los interrogantes que siempre ha preocupado a la humanidad. El tema ha sido escogido hoy como primera lectura, para preparar el gran milagro de Jesús que resucita a la hija de Jairo. En la misma línea el salmista expresa su confianza en esa voluntad salvadora de Dios, a pesar de la muerte: "sacaste mi vida del abismo... cambiaste mi luto en danzas". Por eso alaba a Dios: "te ensalzaré, Señor, porque me has librado". La segunda carta a los corintios nos habla hoy de la colecta por la Iglesia de Jerusalén, que se hallaba en situación de estrechez. Pablo se dedicaba en esta época a recoger dinero para aquella comunidad, y ahora escribe a los de Corinto para decirles que pronto vendrán unos enviados suyos a recoger su aporte: en el texto de hoy les exhorta a ser generosos. Y en el evangelio de Marcos se nos narra dos milagros de Jesús, intercalados el uno en el otro, y los dos realizados a beneficio de dos mujeres. El jefe de la sinagoga, Jairo, le pide humildemente que cure a su hija. Cuando va camino de la casa de Jairo, se le acerca una mujer que sufre hemorragias incurables, y queda curada "inmediatamente" con sólo tocarle el borde de su vestido. Jesús le alaba la fe que ha mostrado. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Las dos escenas del evangelio de hoy son muy expresivas del poder salvador de Jesús sobre la enfermedad y la muerte, dos realidades muy presentes en nuestra historia y que nos preocupan notablemente. La enfermedad es la experiencia de nuestros límites, y muchas veces, además del dolor, nos hace experimentar la soledad, la impotencia, el tener que depender de los demás, perder, junto con la salud física, también las fuerzas espirituales y la ilusión. Pero sobre todo nos preocupa el enigma de la muerte, ante el que caben reacciones de desesperación o fatalismo, de rebelión o de aceptación progresiva. Ante el gran interrogante de todos los tiempos, ¿por qué la muerte?, las lecturas de hoy no nos proporcionan la solución, por mucha fe que tengamos en Cristo Jesús, pero sí nos iluminan para que sepamos aceptarla desde la fe en Dios. Es importante cómo el evangelio nos da una perspectiva más esperanzadora. Cristo ha venido a dar vida: "para que tengan vida, y la tengan en abundancia". Muestra su poder sobre la enfermedad humana, curando a la mujer, y su poder sobre la muerte resucitando a la hija de Jairo. Desde la perspectiva de Cristo, la muerte no es definitiva: "la niña está dormida". Es una muerte transitoria. En el plan de Dios la muerte no es la última palabra, sino el paso a la existencia definitiva. El mismo, Jesús, resucitará del sepulcro a una nueva vida. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Nos dice el papa Francisco: “Jesús se inclina ante el sufrimiento humano y cura el cuerpo; y el espiritual: Jesús vino a sanar el corazón del hombre, a dar la salvación y pide fe en él. En el primer episodio, ante la noticia de que la hija de Jairo había muerto, Jesús le dice al jefe de la sinagoga: “No temas; basta que tengas fe”, lo lleva con él donde estaba la niña y exclama: “Contigo hablo, niña, levántate”. Y esta se levantó y se puso a caminar. San Jerónimo comenta estas palabras, subrayando el poder salvífico de Jesús: ‘Niña, levántate por mí: no por mérito tuyo, sino por mi gracia. Por tanto, levántate por mí: el hecho de haber sido curada no depende de tus virtudes’”. El Cristo que curó a la mujer con sólo su contacto, el Cristo que tendió́ la mano a la niña y la devolvió́ a la vida, es el mismo Cristo que en su Pascua triunfó de la muerte, experimentándola en su propia carne. Es el mismo que ahora sigue, desde su existencia gloriosa, estando a nuestro lado para que tanto en los momentos de debilidad y dolor como en el trance de la muerte sepamos dar a ambas experiencias un sentido pascual, incorporándonos a él en su dolor y en su destino de victoria y vida. También nuestra Iglesia debe ser "dadora de vida" y transmisora de esperanza, cuidando a los enfermos, como ha hecho a lo largo de la historia, poniendo remedio a la incultura y defendiendo la vida contra todos los posibles ataques del hambre, de las guerras, de las escandalosas injusticias de este mundo, del terrorismo, así́ como de las perspectivas radicales del aborto o de la eutanasia o de la pena de muerte. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Bienvenidos todos a esta casa de oración y a la celebración de la eucaristía dominical. Esta es la fiesta de Jesús. Nos convoca a todos para hacernos partícipes de su amor y su perdón. Venimos a tocar y ser tocados por el poder sanador de Jesucristo. Celebremos con fe esta reunión de hermanos. Monición a la Liturgia de la Palabra La vida, la salud, levantar a los débiles son muestra de la generosidad de Dios. Dios es autor de la vida y se complace en ella, en la vida de sus criaturas. Escuchemos la voz de nuestro Dios y acudamos con fe a Él. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos a Dios autor de la vida y presentemos nuestras necesidades diciendo: R. Dios de la vida, atiende nuestras súplicas 1. Oremos por la Iglesia, sus pastores y sus fieles, para que todos vivamos la vida en actitud agradecida y generosa. 2. Oremos por los gobernantes de las naciones para que trabajen por la paz del mundo y no olviden a los más perseguidos y desfavorecidos de la sociedad. 3. Oremos por los ancianos, los enfermos, los que se sienten solos, los que nadie visita, para que Dios les dé su paz y consuelo. 4. Oremos por nuestra comunidad de fe, para que fijos los ojos en el autor de la vida, contribuya con la obra de creación y salvación de las vidas que nos son encomendadas en nuestros hermanos y en nuestra casa común. 5. Oremos por los difuntos de nuestras familias y de la parroquia para que, tocados por el amor poderoso de Dios, vivan en la paz y en la alegría de la vida eterna. Oración conclusiva Escucha, Padre, nuestra oración, y míranos con amor, porque somos débiles y sin ti nada podemos. Te lo pedimos de todo corazón, por Jesucristo, nuestro Señor. Amén R. Amén.

Mié 23 Jun 2021

"Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista"

NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA Junio 24 de 2021 Primera lectura: Is 49,1-6 Salmo: Sal 139(138),1-3.13-14ab.14c-15 (R. 14a) Segunda lectura: Hch 13,22-26 Evangelio: Lc 1,57-66.80 I. Orientaciones para la Predicación Introducción De los textos bíblicos de esta solemnidad de san Juan Bautista se pueden entresacar las siguientes ideas temáticas: • Dios elige a Juan Bautista para preparar el corazón de los hombres al encuentro con el Señor mediante la predicación del bautismo de conversión. • Juan nos enseña con su estilo de vida lo que significa disminuir en su propia persona para que crezca Cristo. • Juan Bautista es el más grande nacido de mujer, él viene a señalarnos al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Isaías 49, 1-6 expone la misión del siervo de Yahvéh que ha sido llamado desde el vientre materno para hablar en nombre de Dios. Las palabras del profeta, en efecto, son como espada penetrante que examina los corazones, Dios esta con él, le protege; le encomienda reunir a los desterrados de Israel, iluminar a todos los pueblos difundiendo la Palabra de Dios y su salvación. A pesar de la entrega y el esfuerzo, el siervo doliente piensa que “en vano se ha cansado y, en viento y en nada ha gastado sus fuerzas” (Cfr. Is. 49,4), el desaliento se apodera de su misión, y el aparente fracaso es solo para la comprensión humana, ya que Dios se siente orgulloso de su siervo y recibe gustoso la entrega de su misión, este mérito lo hace digno de una nueva misión: además de predicar la conversión, ahora el Señor lo hace luz de las naciones para que la salvación ofrecida por Dios alcance el confín de la tierra. El salmo 139 (138) canta los portentos que acompañan la vocación de quien ha sido escogido, Dios sondea sus pensamientos, distingue sus caminos; el escogido reconoce que Dios le ha creado las entrañas, le ha tejido en el vientre materno, conoce sus huesos y hasta el fondo de su alma. En los designios salvíficos de Dios, la concepción y el nacimiento de Juan Bautista evidencian una elección particular. El libro de los Hechos de los Apóstoles (13,22-26) presenta a Juan como el último de los profetas. Las circunstancias de su nacimiento y de su ministerio le sitúan en la línea de los grandes profetas del Antiguo Testamento. El profeta es el mensajero y portador de la Palabra de Dios, la grandeza de Juan radica en ser mensajero de la Palabra encarnada. Con Juan se inicia la etapa de la promesa cumplida del mesías salvador, su testimonio confirma que él no es el mesías, es solo una voz profética, un siervo indigno, un amigo del esposo, Juan disminuye y Cristo crece. El evangelio Lucas (1,57-66.80) al describir el nacimiento de Juan Bautista, lo hace en un clima de alegría, quiere demostrar el cumplimiento de las palabras del ángel a Zacarías: que Isabel siendo estéril daría a luz un hijo, que se llamaría Juan, y que muchos se alegrarían con su nacimiento, también, Juan sería lleno de Espíritu Santo desde el vientre de su madre, lo cual se ha cumplido con el movimiento del niño en el vientre de Isabel cuando es visitada por María, en este contexto tiene lugar el nacimiento (Cfr. Lc 1, 57-58), la circuncisión (Cfr. Lc. 1, 59a), el origen del nombre del niño (Cfr. Lc 1 59b-66) y su manifestación pública (Cfr. Lc. 1, 80). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La figura de Juan Bautista es muy llamativa en el contexto vocacional, elegido por Dios para preparar el camino del Señor Jesús, es llamado también el precursor del mesías, puesto que con él comienza la etapa culmen de la redención, anuncia a Jesucristo plenitud de la revelación divina. La misión de Juan Bautista está íntimamente unida a la experiencia del encuentro, esta empieza en el templo con Zacarías, quien al entrar en la presencia de Dios recibe la promesa de un hijo; también, es revelador el encuentro de Juan que salta en el vientre de Isabel su madre, cuando María va a visitarla y lleva en sus entrañas al redentor del mundo. Estos encuentros dejan entrever la importante misión a la que fue llamado Juan desde el seno materno. El nacimiento de Juan nos recuerda que “los vecinos quedaron sobrecogidos y corrió la noticia por toda la montaña de judea. Y todos los que le oían reflexionaban diciendo: ¿Qué va a ser de este niño? Porque la mano de Dios esta con él” (Cfr. Lc. 1,65. 68). Juan será llamado por el mismo Señor el más grande nacido de mujer (Cfr. Lc. 7.28), su palabra será penetrante como espada y de gran alcance como una flecha, estas serán las herramientas para llamar al arrepentimiento y a la conversión. El nacimiento de Juan Bautista tuvo signos claros y evidentes de la intervención de Dios y de la elección de su persona para ser el profeta que, no solo anunció al salvador del mundo, sino que lo señaló ya entre nosotros; su vocación es asumida con gran fidelidad puesto que Juan no busca nada para sí, su servicio humilde y austero es solo para que se cumpla el plan de Dios, donde él debe disminuir y el Señor Jesús debe crecer; ni siquiera sus seguidores son suyos, ellos empiezan a seguir a Jesús. Estas cualidades del Bautista serán también las cualidades del discípulo de Jesús, que está llamado a transparentarlo a Él. La celebración de la natividad de Juan Bautista es una buena oportunidad para pensar en la propia vocación, Dios nos ha elegido también para ser sus mensajeros, para abrir el camino al encuentro con Dios en la persona de Nuestro Señor Jesucristo; el mundo necesita conocer el camino de la salvación y quienes hemos conocido a Jesús tenemos la obligación de impregnar y trasmitir el ardor misionero por hacerlo conocer. Hoy hablamos de la “nueva cultura vocacional” que, en breves palabras, consiste en redescubrir y renovar los compromisos bautismales, para ponerlos al servicio de la construcción de la Iglesia; en cada bautizado está la fuerza necesaria para ser testigo de aquel que Juan anunció, el cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Celebrar el nacimiento de Juan Bautista, nos dispone a valorar el plan salvífico que Dios tiene para toda la humanidad, para cada uno de nosotros; a partir del encuentro con Él, en la oración, en el servicio a los hermanos y, en especial, en mostrar a Jesús presente en la historia de nuestras familias y de nuestra comunidad, experimentamos la misión que Dios mismo nos encarga de señalar a Jesús e invitar a otros a seguirlo a Él, completando así la misión que Juan Bautista inició con sus discípulos. Preparar el propio corazón para recibir a Cristo exige nuestra propia conversión, es decir, volcar todos nuestros pensamientos, decisiones y acciones a la persona de Jesús, de esta manera la mejor predicación que podemos hacer de Jesús es nuestro propio testimonio de vida, sencillo y austero, libre y trasparente, convencido y radical, tal como nos lo enseña la vida de Juan Bautista. De Juan aprendemos lo que significa que uno disminuya y que Cristo crezca; sabemos que el Señor no nos pide perder nuestra identidad, al contrario, siendo cada uno con nombre propio, nos pide que seamos capaces de permitirle a Dios llenar nuestros corazones de su presencia, de su mensaje y colmar toda nuestra vida del Señor que nos hace saltar de alegría y de servicio a los hermanos. Quienes hacemos parte de la Iglesia por el sacramento del bautismo, hemos nacido a una vida nueva, es la vida de los renacidos por el baño bautismal que inauguró Juan y que Cristo llevó a plenitud bautizándonos no solo en agua, sino también en el fuego del Espíritu Santo. Esta fiesta nos invita también a redescubrir las gracias recibidas cuando fuimos bautizados y a reconocer que también hemos sido llamados a edificar la Iglesia y a ser testigos del evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, en lo que la Iglesia llama hoy “nueva cultura vocacional”. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hermanos, hemos venido a escuchar la Palabra de Dios que es luz para nuestros pasos y a participar de la fracción del pan, alimento para el camino hacia la vida eterna. La celebración, hoy, de la natividad de Juan Bautista nos invitan a pensar en la grandeza de este hombre, reconocido como el profeta que anunció la proximidad del salvador del mundo y lo señaló presente entre nosotros. Pidamos la valiosa intercesión de Juan Bautista, para que también en nuestros tiempos, surjan profetas valientes y radicales que proclamen la urgencia de la conversión y la vuelta al evangelio de Jesucristo. Participemos con alegría en esta celebración. Monición a la Liturgia de la Palabra La mesa de la Palabra hoy nos ofrece el testimonio del nacimiento de Juan Bautista, acontecimiento colmado de la presencia de Dios y de la elección de este niño, llamado para colaborar en el plan de salvación. La misión de Juan es anunciada desde el Antiguo Testamento, recordada luego en la Iglesia primitiva y descrito en el Evangelio. Escuchemos atentamente. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Elevemos nuestras suplicas a Dios nuestro Padre, que se ha mostrado misericordioso con nosotros dándonos a Juan Bautista como el profeta que nos señala a Jesucristo, salvador y redentor de la humanidad; supliquémosle por todos diciendo: R. Señor escucha y ten piedad 1. Pidamos por el papa, los obispos y sacerdotes, para que, a ejemplo de Juan Bautista, sean esos profetas que el mundo necesita y que, alzando con moderación su voz, muchos conozcan el evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Oremos. 2. Pidamos por nuestros gobernantes para que, escuchando la voz de la Iglesia, también sean profetas capaces de denunciar las injusticias y trabajar por la paz y la reconciliación de todos. Oremos 3. Pidamos por los pobres, los que sufren, los menos favorecidos, para que todas sus fatigas y preocupaciones se vean reparadas por la solidaridad y la ayuda de todos los que hemos conocido la verdad del evangelio. Oremos. 4. Pidamos por quienes viven esclavizados por el pecado y la indiferencia de lo sagrado, para que encuentren en su camino una voz que los llame a la conversión y vuelvan al evangelio de nuestro Señor. Oremos. 5. Pidamos por todos los que estamos aquí reunidos, para que, escuchando la voz de Dios, atendamos al llamado que nos hace de ser sus testigos en medio del mundo y señalemos a otros, a la persona de nuestro Señor. Oremos. Oración conclusiva Padre Santo, escucha la oración de tus hijos y por la mediación de San Juan Bautista, concédenos todo lo que te hemos pedido con fe, Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.