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Iglesia

Vie 20 Mar 2020

Indulgencia plenaria y posibles absoluciones colectivas por emergencia coronavirus

La Penitenciaría Apostólica concede el “don de indulgencias especiales” a los fieles afectados por la enfermedad del Covid-19, a los trabajadores de la salud, a los familiares y a todos aquellos que, incluso con la oración, cuidan de ellos. También recuerda a los fieles la posibilidad de la absolución colectiva en este momento de emergencia sanitaria. Ante la emergencia del Covid-19, la Iglesia ofrece la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria a los fieles que sufren de coronavirus, así como a los trabajadores de la salud, a los familiares y a todos aquellos que, en cualquier calidad, incluso a través de la oración, se ocupan de ellos. Esto se establece un Decreto de la Penitenciaría Apostólica publicado este viernes, 20 de marzo y firmado por el Cardenal Mayor Penitenciario Mauro Piacenza y el Regente, Monseñor Krzysztof Nykiel. En este sentido, la Penitenciaría Apostólica precisa que, para obtener la indulgencia plenaria, los enfermos con coronavirus, los que están en cuarentena, así como los trabajadores de la salud y los familiares que se exponen al riesgo de contagio por ayudar a los afectados por el Covid-19, podrán simplemente recitar el Credo, el Padre Nuestro y una oración a María. Igualmente, para obtener las indulgencias, otras personas podrán elegir entre varias opciones: visitar el Santísimo Sacramento o la adoración Eucarística o leer las Sagradas Escrituras durante al menos media hora, o recitar el Rosario, el Vía Crucis o la Coronilla de la Divina Misericordia, pedir a Dios el fin de la epidemia, el alivio de los enfermos y la salvación eterna para aquellos a los que el Señor ha llamado a sí. La indulgencia plenaria puede ser obtenida también por los fieles que a punto de morir no pueden recibir el sacramento de la unción de los enfermos y el viático: en este caso se recomienda el uso del crucifijo o de la cruz. La posibilidad de la absolución colectiva Además, la Penitenciaría Apostólica – afirma una Nota que acompaña al Decreto – por "la gravedad de las circunstancias actuales", y "especialmente en los lugares más afectados por el contagio de la pandemia y hasta que no termine este fenómeno", recuerda la posibilidad de impartir la "absolución colectiva", es decir, a varios fieles juntos, "sin previa confesión individual". En cuanto a la absolución colectiva – explica la Penitenciaría – "el sacerdote está obligado a avisar al Obispo diocesano, en la medida de lo posible, o, si no puede, a informarle lo antes posible". En efecto, corresponde siempre al Obispo diocesano – subraya la nota – "determinar, en el territorio de su propia circunscripción eclesiástica y en relación con el nivel de contagio pandémico, los casos de grave necesidad en los que es lícito impartir la absolución colectiva: por ejemplo, a la entrada de las salas de hospitalización, donde se hospeda a los fieles infectados y en peligro de muerte, utilizando en la medida de lo posible y con las debidas precauciones los medios de amplificación de la voz, para que se oiga la absolución". La Penitenciaría también pide que se evalúe "la necesidad y conveniencia de crear, cuando sea necesario, de acuerdo con las autoridades sanitarias, grupos de 'capellanes extraordinarios de hospitales', también con carácter voluntario y en cumplimiento de las normas de protección contra el contagio, para garantizar la necesaria asistencia espiritual a los enfermos y moribundos". Además, donde "los fieles individuales se encuentran en la dolorosa imposibilidad de recibir la absolución sacramental, debe recordarse que la contrición perfecta, procedente del amor de Dios amado sobre todas las cosas, expresada por una sincera petición de perdón (la que actualmente puede expresar el penitente) y acompañada de votum confessionis, es decir, por el firme propósito de recurrir cuanto antes a la confesión sacramental, obtiene el perdón de los pecados, incluso mortales", como se indica en el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 1452). "El momento actual en el que la humanidad entera, amenazada por una enfermedad invisible e insidiosa, que desde hace algún tiempo forma parte de la vida de todos – señala la Penitenciaria – está marcado día tras día por angustiosos temores, nuevas incertidumbres y, sobre todo, por un sufrimiento físico y moral generalizado. Y concluye: "Nunca como en este tiempo la Iglesia ha experimentado el poder de la comunión de los santos, elevando a su Señor Crucificado y Resucitado votos y oraciones, en particular el Sacrificio de la Santa Misa, celebrada diariamente, incluso sin gente, por los sacerdotes" y como "buena madre, la Iglesia implora al Señor que la humanidad sea liberada de tal flagelo, invocando la intercesión de la Santísima Virgen María, Madre de Misericordia y Salud de los enfermos, y de su Esposo San José, bajo cuyo patrocinio la Iglesia siempre ha caminado por el mundo". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Leer Decreto[/icon] Tomado de: Vatican News

Vie 20 Mar 2020

Cardenal consagra su país al Señor de Monserrate y pide acatar medidas preventivas

Ante el difícil panorama que se vive en Colombia y en el mundo entero por cuenta del COVID-19, el cardenal Rubén Salazar Gómez, celebró el 19 de marzo, Solemnidad de San José, una eucaristía en el Santuario de Monserrate, en la que invitó a todos los colombianos a no perder la esperanza y no dejarse llevar por el miedo. “Vivimos momentos en los que no sabemos qué va a suceder, que muchas veces nos llenan de miedo, de ansiedad, pero no debemos dejarnos llenar de angustia sino todo lo contrario fortalecernos en Dios, en el Señor que todo lo puede, solo falta creer” Durante su homilía recordó que son momentos difíciles y de incertidumbre los que está enfrentando el país y el mundo, “una realidad totalmente nueva y amenazante para todos nosotros que precisamente la vemos como una gran tormenta que se desata sobre toda nuestra vida rutinaria, sobre todo lo que constituye nuestra existencia, porque nos amenaza de una manera la muerte”. Ante esta realidad explicó que “la figura de San José, fiesta que celebra hoy la Iglesia Católica y que nos lo explican las lecturas, invita a una profunda esperanza. José, por lo tanto, es el hombre que acata la Palabra de Dios, que la hace suya y la lleva a la práctica con alegría, en medio de mil preguntas que seguramente le surgieron en su corazón cuando el Ángel le dice ‘no tengas reparo’, podríamos traducir estas palabras diciendo: no temas, sigue adelante, confía en el Señor”. Recordó que, para un hombre de fe, la esperanza le debe llevar a cuidar la salud y proteger la vida, por lo que invitó para que en estos momentos difíciles se acaten en paz todas las medidas restrictivas, que, aunque parezcan duras, ayudarán a salvar muchas vidas. “Porque si somos discípulos misioneros del Señor Jesucristo entonces somos defensores de la vida, tratemos de hacer posible por todos los medios que la salud se preserve y que por lo tanto este daño terrible que está causando el virus sea contenido, sea destruido lo más pronto posible”, aseguró. Celebración de la Semana Santa El cardenal Salazar dijo que ante esta situación atípica para la Iglesia, las celebraciones de Semana Santa no se podrán realizar de manera física como es la tradición, pero exhortó para que estos momentos de fe sean seguidos por los católicos a través de los medios de comunicación tradicionales y virtuales. “De tal manera que tenemos que celebrar el Triduo Pascual y la Pascua como si estuviéramos participando físicamente en las celebraciones litúrgicas, tenemos que seguir con el corazón, con la mente, con todo nuestro ser, todas esas celebraciones, que una vez más nos unamos profundamente a Cristo muerto y resucitado, esto lo podremos lograr gracias a la posibilidad que nos brinda los medios de comunicación”. Consagración al Señor Caído de Monserrate La eucaristía se realizó sin fieles en el templo de Monserrate y participaron además del arzobispo de Bogotá, Cardenal Rubén Salazar Gómez, los obispos de Soacha, monseñor José Daniel Falla y Fontibón, monseñor Juan Vicente Córdoba, quienes al final de la ceremonia hicieron una oración especial para consagrar ante el Señor caído de Monserrate, no solo la Nación colombiana sino al mundo entero, para que sea liberado del mal del coronavirus. Foto redes: Of. de comunicaciones arquidiócesis de Bogotá Videos:Of. de comunicaciones arquidiócesis de Bogotá

Jue 19 Mar 2020

Frente a COVID-19, CELAM manifiesta cercanía y oración con los países de América Latina y el Caribe

Ante la difícil situación generada por la expansión de COVID-19 en varios países de América Latina y el Caribe, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), emitió un mensaje donde manifiesta su cercanía a obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos comprometidos con esta ardua tarea evangelizadora de acompañar a los pueblos que sufren. Animan a ser creativos para que, a través de los diferentes espacios virtuales, se siga acompañando a las comunidades para que se favorezca la "cultura del encuentro". "A nuestros queridos laicos, les expresamos nuestra constante oración y agradecemos la comprensión en momentos tan excepcionales como el que estamos viviendo. Si bien, en cumplimiento de leyes gubernamentales de las cuales no estamos exentos, en muchas Diócesis se ha debido reglamentar el cierre de los templos, sus pastores no les dejan solos: diariamente rezan por ustedes, ofrecen la Eucaristía y procuran implementar espacios de encuentro a través de las herramientas tecnológicas", señala la misiva. En su mensaje recuerdan a aquellas personas que han resultado contagiadas con el Coronavirus, especialmente a quienes padecen sus consecuencias de modo más severo, "les deseamos que Jesús el Buen Pastor sea fortaleza en medio de la debilidad. Estamos rezando por ustedes para que recobren la salud". Así mismo, agradecen a los operadores de la salud, médicos, enfermeras y demás profesionales, por su entrega a los hermanos y hermanas enfermos "Con su servicio hacen vida la obra de misericordia de ayudar a los enfermos. Con nuestra oración les acompañamos y pedimos a Dios que les proteja". Finalmente, piden la intercesión de la Virgen María e invitan a rezar con fe la Oración que el Papa Francisco ha compuesto con esta finalidad. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mié 18 Mar 2020

“Elevemos juntos nuestra oración a Dios”: Secretario General CEC

Ante el difícil momento que está atravesando Colombia y otros países del mundo por cuenta del Covid-19, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su secretario general, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, invita a todo el pueblo católico para que este jueves 19 de marzo, a las 7:00 p.m., en el marco de la solemnidad de San José, se rece el Santo Rosario en todos los rincones del país. “Elevemos juntos nuestra oración a Dios y hagámoslo desde el corazón, porque necesitamos en este momento de la acción poderosa del Señor, que Él nos salve y nos permita superar esta emergencia sanitaria. Confiemos en el poder de la oración”, sostuvo. El prelado recuerda que debemos ser conscientes del difícil y complejo momento por el que se atraviesa, generando cambios para la vida de todas las personas. Por ello, anima a entender esta crisis sanitaria desde la fe y asumir un compromiso como cristianos en cuanto a la prevención y el cuidado de unos a otros. ¿Cómo asumir un compromiso por el bien común? Implementando acciones para prevenir el contagio. “Si queremos defender la vida y la de nuestros hermanos, debemos realizar obras de misericordia. Pensemos en los demás, en el bien común, esto es el principio de precaución”, expresó monseñor Álvarez. Asumiendo el deber y la oportunidad de la oración. La Iglesia insiste en el poder de la oración como fuerza salvadora. Por ello, invita para que se viva este momento con actos de piedad, aprovechando desde los hogares espacios de fe como son: la eucaristía (transmitida por medios de comunicación), la comunión espiritual, el viacrucis, entre otros. “El Señor nos acompaña y podemos vivir esto de muchas maneras: en nuestro hogar, en el sitio donde estemos, elevando una plegaria a Dios, con algún acto de piedad en unión a las intenciones de todos”, puntualizó el obispo.

Mié 18 Mar 2020

Boletín "Notas de Actualidad Litúrgica" No. 75

El Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), presenta el boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA", que tiene como finalidad formar e informar sobreeste campo de la teología, pastoral y celebracióndel Misterio Pascual de Cristo. En esta ocasión, el boletín ofrece elementos de formación e información litúrgica para los laicos, que cada día son más los que asumen responsabilidades dentro de la Iglesia, con el fin de “fortalecer esta participación plena, consciente, activa y fructuosa para que los anime y robustezca en su configuración con Cristo y en la vivencia de la caridad cristiana”. En este contexto se ofrece el contenido de esta edición delBoletín de ACTUALIDAD LITÚRGICA#75,Ministrosde la Palabra y del Altar, a través del cual se busca motivar, fortalecer y ofrecer materiales para la formación litúrgica, en este caso, deLectores y deAcólitos. En lo números siguientes se continuará ofreciendo otros subsidios que pueden ser útiles para la promoción de otrosserviciosy la respectiva formación de quienes los integran. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar Boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA No. 75[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x']Lea también: Boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA" No. 71[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x']Lea también: Boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA" No. 72[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x']Lea también: Boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA" No. 73[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x']Lea también: Boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA" No. 74[/icon]

Vie 13 Mar 2020

CELAM analiza la realidad migratoria venezolana

El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) convocó a una reunión extraordinaria con los obispos de la región bolivariana: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, a fin de formular “propuestas sobre la realidad de la región, responder de forma sinodal y pastoral al fenómeno migratorio”, principalmente producto del éxodo masivo de venezolanos hacia estos países, este 10 y 11 de febrero, en Bogotá. Con este encuentro buscan hacer seguimiento de los acuerdos establecidos en la última reunión que se realizó en la ciudad fronteriza de Cúcuta a finales de enero, convocada por la sección Migrantes y Refugiados del Vaticano. Además han realizado una reestructuración de la red Clamor para potenciar el trabajo de articulación que esta instancia viene ejecutando desde el año 2017. Análisis de la realidad venezolana La directiva de la Conferencia Episcopal Venezolana estuvo a cargo de la apertura. José Luis Azuaje, presidente y arzobispo de Maracaibo, presentó la realidad sociopolítica del país, la cual ha sido la principal causa que ha motivado hasta la fecha a más de 4.000.000 de venezolanos a dejar su tierra. Este bloque estuvo complementado por el teólogo y asesor del CELAM, Rafael Luciani. Por su parte, Mario Moronta, primer vicepresidente y obispo de San Cristóbal, y José Trinidad Fernández, secretario general y obispo auxiliar de Caracas, han expuesto las conclusiones y acuerdos del encuentro de Cúcuta. Anuncios a puertas En los próximos días, el CELAM hará una presentación de la nueva estructura operativa de la red Clamor, que tendrá en esta nueva etapa la responsabilidad de trazar una hoja de ruta para abordar con mayor contundencia el fenómeno de la migración venezolana en toda la región. En este encuentro también han participado Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del CELAM y arzobispo de Trujillo (Perú), Juan Carlos Cárdenas Toro, secretario general y obispo auxiliar de Cali, el presbítero Luis Carlos González Gómez, secretario adjunto. Entre los invitados Además como invitados especiales estuvieron Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán (México) y presidente de la REMAM (Red Eclesial Mesoamericana); el sacerdote Francisco Hernández Rojas (Costa Rica), secretario ejecutivo de Cáritas Latinoamérica, y Humberto Ortiz Roca (Perú), asistente de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana. Entre los prelados convocados estuvieron, Rene Leigué Cesari, obispo auxiliar de Santa Cruz de la Sierra y presidente del departamento de movilidad humana de la Conferencia Episcopal de Bolivia; el presbítero Mauro Cuevas Pozo, secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, y por Colombia, Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal Colombiana y Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo de Cúcuta. Fuente: Portal Vida Nueva

Jue 12 Mar 2020

La voz del Pastor | Marzo 15 de 2020

Reflexión del Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Juan 4,5-15. 19b-26. 39. 40-42

Jue 12 Mar 2020

El mundo de hoy se debate entre las tinieblas y la luz

Primera Lectura: Éx 17,3-7 Salmo: Sal 95(94),1-2.6-7ab.7c-9 Segunda Lectura: Rm 5,1-2.5-8 Evangelio: Jn 4,5-42 (forma larga) o Jn 4,5-15. 19b-26. 39a.40-42 (forma breve). Introducción Del evangelio que se nos ofrece para nuestra reflexión y vivencia en este domingo cuaresmal, resaltamos: • La mujer del pozo que en el diálogo con Jesús le manifiesta el deseo de beber de esa agua que Él ofrece, se puede relacionar con la sed del pueblo de Israel en el desierto del Sinaí, necesidad que produce incomodidad hasta aguantar y protestar. Un Dios que los ha conducido al desierto para exterminarlos: pecado del pueblo. Pero, por un capricho del hombre no va Dios a anular su plan de salvación. • El agua viva de que habla Jesús está relacionada con el don de Dios, porque Él es el don del Padre para la salvación del hombre; es el agua nueva y el agua del bautismo, es la gracia del Espíritu Santo, es decir el mismo Cristo “salvador del mundo”, quien se ofrece como Agua para que no tengan ya más sed. • El verdadero culto que se tributa a Dios es “en Espíritu y Verdad” 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Este cuarto Evangelio que relata el diálogo entre Jesús y la samaritana es propuesto para este tercer domingo de cuaresma como preparación y confrontación sincera para la celebración de la Pascua. Se recalcan las siguientes ideas: • Jesús entra a Sicar, ciudad de Samaria. Situación que enmarca la relación conflictiva entre judíos y samaritanos. • Jesús rompe con barreras culturales y va a lo concreto, en búsqueda de otras personas para llevarles la salvación. • Pozo de Jacob, encuentro en la hora sexta entre Jesús y una mujer de Samaria. Jesús busca conversación, el tema: la sed y el agua para calmarla. Le pide a la samaritana le dé de beber, lo cual produjo sorpresa en esta mujer, porque cómo un judío le pide agua, Jesús responde: ¡Si conocieras el don de Dios! • Jesús se presenta a la mujer y le hace la reflexión sobre el agua nueva, agua viva que llega hasta la vida eterna. • La mujer observa que Jesús no tiene como sacar agua, pero su corazón se va abriendo al diálogo y ahora, es ella quien le solicita a Jesús que le dé de esa Agua. • Continúa el diálogo, Jesús le pregunta por su marido, a lo cual ella responde que no tiene, pero el Señor le hace caer en cuenta que ha tenido cinco y el que tiene ahora no lo es. Se desvía la conversación sobre el lugar de adoración, a lo que Jesús le responde: “los que dan culto auténtico adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Porque esos son los adoradores que busca el Padre. Dios es Espíritu y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y verdad.” Jesús se le manifiesta como el Mesías. • La mujer sale corriendo al pueblo a contar la experiencia con Jesús, lo que le ha dicho y se cuestiona ¿no será el Mesías? Y se convierte en una samaritana que anuncia a Jesús, como el esperado. Se da en ella el cambio y la transformación de incrédula a creyente y misionera. • Los discípulos le ofrecen a Jesús alimentos, pero Él les responde: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra”. • Finaliza el texto en el encuentro de Jesús con los samaritanos quienes creen en Él, samaritanos salvados, pueblo que estaba peleando con los judíos. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En este diálogo entre Jesús y la samaritana se observan aspectos que son importantes de identificar y reflexionar: el agua viva, la adoración a Dios y la identidad de Cristo que llegan a enmarcar la relación conflictiva entre judíos y samaritanos. La samaritana que representa al pueblo de Samaria, la región donde se daba culto a cinco dioses (2 Re 17,24ss), que representaban sus cinco maridos; el culto que daban a Yahvé era ilegítimo, no ajustado al principio del único santuario. Además, esta samaritana simboliza a quienes buscan a Dios por caminos equivocados. Importancia de conocer verdaderamente a Dios. El pozo de Jacob cobra importancia en el AT, hay que recordar que es un agua viva, la cual se debe beber para mantenerse activo, fuerte, laborioso, pero el agua de Jesús es un Don de Dios, mayor que el don de Jacob. Agua viva que se convierte en manantial al interior de la persona, no superada por ninguna otra agua. Es un don divino, Don de Dios unido al conocimiento de Cristo, porque es Él, el don del Padre, gracia del Espíritu Santo que pide y crea relaciones de Verdad: Espíritu y Verdad que es Cristo, Salvador del Mundo, como lo confiesan los samaritanos. El único interés de Cristo es la salvación de todos los hombres y el ofrecerles su Agua para que no tengan ya más sed. Este Don se identifica con el agua viva, sinónimo de salud, de vida eterna. Se encuentran textos paralelos y aclaratorios dados por el mismo Evangelio: Jn.7,37 “El que tenga sed, que venga a mí; el que cree en mí, que beba…”. Jn.3,5 En diálogo con Nicodemo: “el que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”. Relación agua y Espíritu en referencia al bautismo, un agua que regenera y una vida que crece en Jesús. El agua es símbolo de los bienes mesiánicos y de la sabiduría. Nosotros como pueblo de Israel, estamos sedientos de Dios. Estemos seguros que quien nos llenará la sed de felicidad es Él. Además, no hay que olvidar que el agua es considerada uno de los grandes bienes de los pueblos, especialmente de los que habitan el desierto, luego la sed puede adquirir connotaciones espirituales y materiales para quienes la viven y sacian. El lugar de adoración, se da desde los criterios de Dios y no de los hombres: en Espíritu y Verdad, porque Dios es Espíritu. La verdadera adoración está orientada solo a Dios, no a lugares humanos de culto marcados por la división. ¿En qué hacemos consistir nuestro culto a Dios? 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromi- so la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Es el momento de la intimidad con el Señor, es abrirle el corazón, es fortalecer la empatía y la confianza, dejar que de mi interior fluyan palabras de cercanía, de alabanza, de petición, de súplica, de manifestarle que tengo sed de Él y como el salmista: mi tierra árida necesita ser regada o como la samaritana dame de esa agua viva. Jesús me invita a mirar mi vida desde su propia vida, desde su amor y misericordia. Me ofrece su don: ¿Cómo podríamos silenciar nuestro canto de alabanza? ¿qué tiene que ver en mi vida este encuentro que tuvo Jesús con la samaritana? ¿será que participo en disputas religiosas y eclesiales? ¿conozco por experiencia personal que Jesús es el Salvador del mundo? RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Es importante hacer énfasis en que la Cuaresma es un tiempo para fortalecer la gracia del Bautismo y para purificar la fe recibida. 2. Se puede subrayar las palabras: agua, agua nueva, agua viva, agua bautismal; don, don de Dios, don como signo del amor del Padre; revelación, autorevelación; vida, vida plena, vida eterna; adoración, adoración al Padre, adoración en Espíritu y Verdad. 3. Es muy recomendable que, desde antes de la celebración litúrgica, se guarde silencio en el templo, en la sacristía y en los lugares anexos. De modo que todo se disponga devota y debidamente para la acción sagrada (Cfr. OGMR 45). 4. Para que favorezca la meditación de la Palabra de Dios, onviene que haya breves momentos de silencio, antes de que inicie la Liturgia de la Palabra, después de la primera y, si hay, segunda lectura, y una vez terminada la homilía. La finalidad de estos silencios es que, con la ayuda del Espíritu Santo, la asamblea medite brevemente lo que escuchó, saboree la Palabra de Dios y se prepare la respuesta más conveniente (Cfr. OGMR 45 y 56). 5. Hacer énfasis en Cristo que se hace Agua viva, especialmente, en la Eucaristía. Invitación a participar digna y convenientemente en ella. 6. El Prefacio de hoy es propio: La Samaritana, Misal, p. 95. 7. Tener presente que, el jueves, 19 de marzo, se celebra la solemnidad de san José, esposo de la Santísima Virgen María.