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Iglesia

Vie 3 Abr 2020

¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión?

Primera Lectura:Is 50,4-7 Salmo:Sal 22(21),8-9.17-18a.19-20. 23-24 (R. 2a) Segunda Lectura: Flp 2,6-11 Evangelio:Mt 26,14 - 27,66 (forma larga) o Mt 27,11-54 (forma breve) Introducción Al iniciar las celebraciones de la Semana Santa, la liturgia de hoy nos introduce a este tiempo especial de oración y meditación profundas en el Misterio Pascual de Cristo: • En el domingo de ramos, en la pasión del Señor, celebramos la aclamación a Jesús como Rey y Mesías en su entrada triunfal en Jerusalén y el anuncio de su pasión y muerte donde se proclama como el Salvador. • Isaías ya prefigura la misión de Jesús: perseguido acepta el sufrimiento y no renuncia a su tarea encomendada porque experimenta la ayuda del Señor y confía plenamente en Él; sabe, además, que ha sido llamado a consolar y a salvar. • Algunos autores hablan del himno cristológico de San Pablo, en la carta a los Filipenses que leemos hoy, como un credo cristiano primitivo. En él se ratifica la actitud de entrega y servicio de Jesús: “se hace esclavo de todos”. De condición divina, se despojó de su grandeza y se entrega y por eso Dios lo exaltó. Como siervo sufriente Dios lo glorifica. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El relato de la Pasión según san Mateo inicia con la traición de Judas. Los jefes del pueblo encuentran un aliado en un discípulo de Jesús, mostrando cómo se presentan las tentaciones que pueden hacer romper la vinculación con Jesús. Luego se pasa a la cena con los discípulos en el marco de las fiestas de la Pascua. Jesús allí resume el sentido de su vida, interpreta el signo misterioso de su muerte, hace el anuncio de la traición de Judas. Jesús conoce lo que le sucederá, pero sabe que su entrega hace parte del plan de Dios. La cena se convierte en despedida de Jesús y confiere un significado especial a la entrega del pan y vino; muestra lo que ha sido su vida y su misión: entrega. Después de cantar los himnos salieron hacia el monte de los olivos. El ambiente se torna oscuro no solo físicamente sino espiritualmente, hay abandono y negación. Jesús ora y pide oración a sus discípulos para que se haga la voluntad del Padre y para no caer en la tentación. Jesús tiene que sellar con su sangre la Nueva Alianza que ha anticipado en la cena, entregando su vida por todos. La oración de Jesús es motivación para que sus discípulos encuentren siempre en este diálogo con el Padre la fuerza para cumplir su voluntad. Con el arresto de Jesús comienza a ponerse en marcha el plan de los jefes del pueblo. Mateo deja bien claro que al aceptar Jesús su destino de muerte, asume el plan de salvación del Padre manifestado en las Escrituras. La tropa viene a capturar a Jesús y se resalta la figura del traidor, uno de los doce, y al mismo tiempo el evangelista resalta la figura de Jesús expuesta constantemente en su predicación: el amor a los enemigos. Pasa Jesús ante el consejo de los ancianos a un proceso injusto con testimonios falsos, pero sigue firme y valiente. No así Pedro, quien débil y temeroso, con fe titubeante niega a Jesús, y así queda el maestro solo. La muerte de Judas muestra la iniquidad del proceso y la inocencia de Jesús. El interrogatorio de Pilatos, es parecido al que ha sufrido ante el consejo de los ancianos, lleno de burlas y condenas y acusado de blasfemo por proclamarse rey. El pueblo pide la muerte de Jesús y la quiere en cruz, la forma más vergonzante y cruel. Pilatos al lavarse las manos hace responsable al pueblo de esa muerte. Posteriormente es sometido a burlas por parte de los soldados antes de la crucifixión. Toda la narrativa de este momento de la crucifixión tiene alusiones al Antiguo Testamento para mostrar que todo sucede según el plan salvífico de Dios. Luego viene la narración de la muerte de Jesús. Las palabras de Jesús que evocan el salmo 22 y la confesión del oficial romano, manifiestan la relación de Jesús con su Padre y su verdadera identidad. Después de la muerte de Jesús, un discípulo reclama el cuerpo para darle sepultura como prescribe la ley. Esta actitud de José de Arimatea contrasta con el abandono de los discípulos en la hora decisiva. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Jesús va a Jerusalén a cumplir su misión, ofreciendo a todos los dones de la salvación. Empieza este camino con su entrada triunfal en la que con un gesto profético se presenta como Mesías-Rey, poniendo de manifiesto la conversión que se necesita para reconocerlo y seguirlo. Todos los signos de esta entrada a Jerusalén muestran un reinado de paz y servicio a favor de su pueblo, eso es lo que significa “entrar montado en un asno”. Es un Mesías pacífico y humilde que no seguirá los caminos del poder y de la gloria de los reinos de este mundo. De ahí surgen las palabras de aclamación y los gestos de alabanza realizados por la gente que lo reconocen como Mesías y la súplica de salvación que manifestaban con el “Hosanna”. El Sanedrín se preocupa porque es mucha la muchedumbre que sube con Jesús a Jerusalén. Ahí empezará su pasión. Jesús asume el sentido último de su misión y su venida a este mundo: la entrega de su vida por amor. El será coherente con su predicación de un Reino de justicia, paz y amor, de las bienaventuranzas, de asumir la cruz, del amor incondicional, de entregar la vida. En la lectura de la pasión del Señor vemos ratificado el mensaje de la vida de Jesús que es entrega a favor y por amor a los demás, y por ese amor va a la cruz y asume un proceso injusto, lleno de calumnias, injurias, golpes, insultos y burlas. Siempre que leemos la pasión del Señor vemos que lo que motiva a Jesús a entregarse en la cruz es el amor. Elige morir Él para que nosotros tengamos vida, vida nueva y en abundancia. San Pablo nos dice que “así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos. (Rom 5, 19), y Pedro dice: “Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con sus heridas han sido sanados”. (1 Pe 2,24). Estos y muchos textos nos muestran el amor de entrega de Jesús por nosotros. La pasión del Señor que escuchamos es una evidencia del amor de Dios que envía a su hijo para la salvación de todo el género humano. Y Él obediente a la voluntad de su Padre asume un misterio de amor sin límites. Hoy tenemos que repetir que este acontecimiento de salvación “ha sido hecho por mí”. Asociemos a nuestras vidas esta doble realidad que vivimos hoy: la acogida de Jesús en Jerusalén y el drama de la Pasión; el “Hosanna” festivo y el grito repetido muchas veces: “¡Crucifícalo!”; la entrada triunfal y la aparente derrota de la muerte en la cruz. Entreguemos los momentos gozosos que vivimos, nuestros triunfos y alegrías, la belleza de la vida, los amigos y los proyectos. Pero también entreguemos los momentos de tristeza, pérdida, dolor y fracaso de nuestro caminar. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? En este comienzo de la Semana Santa supliquemos a Jesús que estos días se conviertan en un verdadero retiro espiritual en el que nos encontremos con Él. Un verdadero encuentro con: Jesús humilde y obediente:Acerquémonos a Jesús que escoge tomar la naturaleza humana de humillación (Kenosis) despojo y obediencia, en condición humana, sin privilegio alguno y con todas las humanas limitaciones. Aprendamos de Jesús anonadado, siervo obediente que acepta el plan del Padre. Agradezcamos a Cristo inmolado místicamente y entregado como cordero sacrificado en la Nueva Alianza y que también se entrega en la cruz como cordero que a todos nos trae la verdadera redención del pecado y la salvación. Que con San Bernardo digamos: “clama la cruz, claman los clavos, claman las heridas, que verdaderamente nos amó Dios… esto quiso padecerlo para que a través de las heridas de su carne se dejasen ver las entrañas de su caridad”. Jesús entregado:Glorifiquemos a Jesús que se muestra dueño de sus acciones y se ofrece libremente al sacrificio por amor; va libremente a cumplir la voluntad del Padre. La corona de espinas, el manto de púrpura, el bastón puesto en su mano, pondrán de relieve, paradójicamente su majestad y realeza. Se entrega y en su pasión muestra como es rey y reina y a través del sufrimiento es rey y salva a los hombres porque dice sí al plan de salvación. Jesús orante:En la pasión vemos a un Jesús orante, en permanente comunión con su Padre, para hacer siempre su voluntad. Asumamos la actitud de Jesús en la última Cena con sus discípulos, en Getsemaní y en la crucifixión, ofreciendo su vida, sus acciones y poniendo todo en las manos del Padre. Ante la angustia, el desasosiego, las lágrimas y el desaliento Jesús ora porque ha comenzado la pasión cruenta en su alma, Él no quiere ceder, sigue orando y sigue amando la voluntad del Padre que también es la suya. La oración hace que el terror de la pasión no lo venza, que no desista. Así supliquemos al Señor que valoremos la oración en nuestras vidas, circunstancias y pasiones. Vemos como los discípulos sin oración son nada, la oración es la fuerza para vencer cualquier dificultad. Al final la oración en Jesús se hace más intensa: “...Pero que no se haga como yo quiero, sino como quieres tú” … porque “ha llegado la hora, ya llega el que me va a entregar”. Estas realidades y vivencias del Señor en su misterio de salvación, manifestados en el relato de la pasión, son una proclamación de Jesucristo como Mesías que debemos interiorizar como hijos de Dios, son un Kerigma que debemos seguir anunciando como Misioneros del Señor. Digamos nuevamente: que por nosotros los hombres y por nuestra salvación se dio el plan salvador de Dios por la libre obediencia de Jesús. La pasión fue para Jesús la hora del testimonio supremo de toda su vida, que aprendamos nosotros el sacrificio, el servicio y la solidaridad y nos comprometamos con la extensión del reino de Dios. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Tener presente que hay tres formas de conmemorar la entrada del Señor a Jerusalén. (Misal p. 129 ss.). Convocar para esta procesión de manera especial a los niños y jóvenes. 2. Al concluir la procesión y llegar al altar se omiten los ritos iniciales y se prosigue con la oración colecta. 3. Para la lectura de la Pasión no se llevan cirios ni incienso, se omite el saludo y la signación del libro; la ausencia de estos signos manifiesta la austeridad de estos días. Al proclamar la muerte de Cristo se debe hacer una pausa para guardar silencio y ponerse de rodillas durante unos instantes. 4. Para la lectura de la Pasión se sugiere que se proclame entre tres lectores, y reservar la parte propia de Cristo para que la lea el sacerdote. 5. Tener en cuenta que tiene prefacio propio: “La Pasión del Señor”, Misal, p. 138. 6. Se puede emplear como oración de bendición sobre el pueblo, la propia para este domingo, Misal pág. 139. 7. Evangelizar la piedad popular: conviene instruir a los fieles en que lo más importante en este día es la celebración de la Misa y, en ella, la lectura de la Pasión del Señor. Es importante realizar la bendición y procesión con su carácter litúrgico y darle el aspecto de una “Puerta de la Semana Mayor. La cual incluye los actos litúrgicos y los de la piedad popular.

Vie 3 Abr 2020

Papa Francisco pide rezar por los que sufren de adicciones

Este mes de abril de 2020, el Papa Francisco centra su intención de oración universal en el problema de las llamadas “nuevas adicciones”. El Santo Padre pide rezar “para que todas las personas bajo la influencia de las adicciones sean bien ayudadas y acompañadas”. Alerta a no aferrarse a las cosas terrenales, pues tienden a volver esclavo al ser humano. “En cambio, si el corazón se adhiere a lo que no pasa, nos encontramos a nosotros mismos y seremos libres. Es hora de fijar la mirada en lo que permanece”. Igualmente, afirma que este mal tiene una solución y es pensar en ser creativos y no dejase influenciar por él.

Jue 2 Abr 2020

La costa pacífica colombiana: Entre la precariedad y la esperanza

Con el fin de mitigar el impacto de la pandemia del Covid 19 en la región de la costa pacífica colombiana, los obispos de esta zona del país hacen un llamado urgente al Estado y a los diferentes organismos locales y departamentales para que se tomen las medidas preventivas y atención en la población para evitar así una catástrofe humanitaria. Solicitan al Gobierno Nacional, “priorice un enfoque diferencial étnico y territorial con esta región del país que ha sufrido históricamente el abandono estatal y que presenta las mayores carencias a nivel de satisfacción de necesidades básicas, infraestructura hospitalaria y personal de salud”. En un comunicado conjunto, los obispos piden también a las autoridades departamentales y municipales se continúen con los esfuerzos que se vienen haciendo para combatir este mal. “No es el momento de las divisiones sino de la unidad. No es la hora de los protagonismos sino de las alianzas”. Así mismo, piden a la comunidad tomar en serio las medidas que se están implementando, para contener y mitigar las afectaciones de la pandemia. "Constatamos que una gran parte de niños, jóvenes y adultos del territorio no han comprendido la gravedad de la situación y la importancia de las medidas proclamadas por las autoridades. De continuar así, el riesgo será mayor y dejará lamentables pérdidas". Frente a los niveles de pobreza que vive gran parte de la población y con el fin de dar cumplimiento a la cuarentena, los obispos piden la solidaridad de personas, instituciones y empresas en todo el país, para que apoyen a las comunidades y los centros de salud, solventando así, las principales necesidades que se requieran para enfrentar esta pandemia. “Se necesitan alimentos para cumplir la cuarentena de un amplio sector de la población, dotación pertinente para hospitales y centros de salud, elementos de bioseguridad, medios de transporte y combustible para trasladar víveres por mar, ríos, carreteras y vía aérea, al igual que al personal médico y a los eventuales pacientes de esta pandemia”, señala la misiva. Por otra parte, exigen a los distintos grupos armados presentes en esta región, que hagan un cese al fuego y terminen toda acción violenta contra la población. Al implorar la protección de María Santísima, los prelados reiteran su permanente oración y compromiso de acompañar como pastores a todas las comunidades en este difícil momento. El mensaje es firmado por: Monseñor Carlos Alberto Correa Martínez, Vicario Apostólico de Guapi; Monseñor Orlando Olave Villanova, obispo de Tumaco; Monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura; Monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina - Tadó; y Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 2 Abr 2020

“Hacer misión sin oración y sin sonreír de nada nos podrá servir”

Este es el legado que deja la hermana Johana Rivera Ramos, primera religiosa fallecida en el país el pasado viernes 27 de marzo en Cartagena, por cuenta del coronavirus. Así lo describe la hermana María José Alamar, superiora de la Comunidad Franciscana de la Inmaculada a la que pertenecía la religiosa. Con una sonrisa nerviosa, pero de gozo, la hermana María José recuerda como “el hacer oración permanente era una de las características de Johana, esto la hermana lo tenía muy clavado en ella, muchas veces nos lo recordaba a nosotras las más mayores, hay que orar más y así lo hacíamos”. En diálogo con el departamento de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, compartió como el 14 de marzo las hermanas Consuelo Vilaplana, Johana Rivera y ella acatando las indicaciones de cuarentena preventiva decretadas por cuenta del coronavirus, se aislaron en su casa ubicada en el barrio Santa Lucía de Cartagena, sin que pasara nunca por sus mentes el desenlace del fallecimiento de la hermana Johana. “Aún estamos intentando asimilar lo que pasó, nunca sospechamos que lo de su enfermedad fuera coronavirus. El 15 de marzo la hermana Johana dio muestras de una leve amigdalitis, esto lo vimos normal, pero su afectación se fue complicando con una neumonía, luego pasó a convertirse en un edema pulmonar. Realmente esto es muy complejo y difícil de entender”, aseveró la religiosa. Quién era la religiosa Johana Rivera Esta misionera nació en San Martín de Loba, un municipio al sur del departamento de Bolívar, el pasado 10 de enero acababa de cumplir 33 años de edad. Hacía parte de una familia humilde y muy católica que la integran su mamá y tres hermanas, después de que su padre y un hermano fallecieran. La hermana María José, cuenta como Johana antes de ingresar a la vida religiosa estudió Derecho en la Universidad Popular del Cesar y Teología en el Seminario Provincial San Carlos Borromeo; desde el 2010 se acerca a la Comunidad de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada; en el 2012 se vincula definitivamente; en el 2015 hizo sus primeros votos en la parroquia de San Nicolás de la Roca Siendo ya parte de la comunidad es enviada a Perú en donde estuvo por dos años. En Cusco trabajó con una comunidad de niños sordos, más tarde se fue a Lima y posteriormente en 2019 regresó a Cartagena para reencontrarse con sus dos compañeras y su familia. Desde entonces la hermana Johana se trasladó al municipio de Arjona, lugar donde se dedicó a trabajar en la catequesis con niños y ancianos, así lo relata la religiosa María José, quien dijo “que la misión pastoral que estaba por emprender próximamente era poner en funcionamiento un aula de apoyo y refuerzo pedagógico de los niños, ya teníamos todas las instalaciones para que ella iniciara el proyecto”. La religiosa estuvo también vinculada a la Arquidiócesis de Cartagena, donde colaboró con las Pastorales Juvenil y Familiar de esta Iglesia particular. La hermana María José cuenta con gran tristeza que la semana pasada, el 25 de marzo, la religiosa Johana debía realizar la profesión perpetua “esto desafortunadamente no se dio, pero estamos seguras que desde el cielo ella hizo sus votos definitivos ante el Señor”. “Siempre será recordada como una persona muy sonriente, luchadora, entregada con alma, vida y corazón. La extrañaremos nosotras, pero también los niños, los jóvenes y las familias que vieron en ella un gran testimonio de vida”, puntualizó la religiosa. Su partida nos enseña que debemos entregarlo todo por la misión Aunque la muerte de la religiosa sorprendió a sus compañeras, más cuando se enteraron que había sido por contagio del coronavirus, ellas creen que “independientemente de dónde haya cogido el virus, lo adquirió haciendo el bien y entregando su vida a la misión”. Para María José, el llamado a la Vida Religiosa, que hoy deja la partida de la hermana Johana, es no alejarse de la misión encomendada, ni de la oración. “Yo pienso que la misión, pero fundada en la oración, esto nos tiene que hacer ver esta realidad, aunque no la entendamos”. Gracias Johana: ¡te queremos, Johana, te queremos! Con estas sentidas palabras el arzobispo de Cartagena, monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal, brindó un homenaje a la religiosa fallecida y dijo “hoy en día que sentimos tanta fragilidad en nuestras vidas y estamos asustados; el testimonio de la Hermana Johana, nos estimula. Ella siempre fue sí a todo lo que Dios nuestro Padre le pidió”.

Mar 31 Mar 2020

Banco de Alimentos de Bogotá anima a una #CuarentenaSinHambre

Promovidos con el hashtag #CuarentenaSinHambre, el Banco Arquidiocesano de Alimentos de Bogotá, viene animando a los colombianos de buen corazón para que, durante esta cuarentena decretada como medida preventiva por el coronavirus, ofrezcan su ayuda en favor de aquellas familias que no tienen por esos días un alimento sobre su mesa. El sacerdote Daniel Saldarriaga, director ejecutivo de esta institución dijo que es importante solidarizarse para llegar con alimentos a familias “de los sectores más pobres, a los que no pueden trabajar en estos días, a los adultos mayores y niños”. Explicó como a través de las diferentes plataformas tecnológicas, quienes así lo consideren, podrán unirse a esta campaña, atendiendo así al llamado que la Iglesia católica hace para ser solidarios con los más vulnerables. “Creemos que mucha gente puede unirse en este tiempo de la emergencia con el que cumplimos con el compromiso de quedarnos en casa, pensando en ayudar a los que no tienen alimentos en su hogar”, expresó. Así mismo puso en evidencia la fragilidad de los adultos mayores que no pueden salir de sus casas y no hay quién les brinde un plato de comida, por lo que dijo que “desde el Banco de Alimentos de Bogotá queremos ayudar a recuperar el valor de sentarse a la mesa”. Finalmente el sacerdote explicó que los aportes se pueden ofrecer comprando mercados, realizando donaciones por medio de su página web www.bancodealimentos.org.co o con cualquier banco de alimentos del país.

Lun 30 Mar 2020

"Una esperanza de alivio": Así ve la Iglesia cese de hostilidades del ELN

Tras el anuncio hecho por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de suspender ataques por un mes, del 1 hasta el 30 de abril, ante la emergencia sanitaria que enfrenta el país por el Coronavirus, los obispos de Colombia reciben esta noticia como "una esperanza de alivio para quienes sufren con mayor rigor las consecuencias del conflicto armado." En un comunicado el episcopado hace un llamado extensivo también a todas las organizaciones armadas ilegales, para que en este momento de prueba para el país cese todo acto violento contra la población. “Nos unimos al llamado urgente que hizo el Papa Francisco y al apelo del Secretario General de las Naciones Unidas, manifestando que la emergencia sanitaria y social actual exige detener la dinámica de la violencia, para favorecer la ayuda humanitaria y la atención a quienes se encuentran en más graves condiciones de vulnerabilidad. Extendemos este llamado para que cese la violencia en las familias, pues ellas son el primer espacio donde se cultiva la paz de la sociedad”. Animan a superar con responsabilidad, diálogo y unidad este momento que enfrenta el país, y que exige según lo señala la misiva “ver con sensatez y determinación los cambios y opciones radicales que debemos hacer para favorecer el bien común”. Concluyen los obispos expresando ánimo y respaldo al Gobierno Nacional para que continúe con el propósito de crear “espacios y escenario de diálogo que susciten confianza para continuar el proceso de reconciliación, de unidad y de paz en el país, con el apoyo y el compromiso de toda la ciudadanía”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Dom 29 Mar 2020

“De nosotros depende salir no sólo con vida, sino crear situaciones de vida”

Este fue uno de los mensajes que el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, expresó durante la eucaristía celebrada este domingo por televisión en la Capilla del Sagrario, debido a la cuarentena por la pandemia del coronavirus. “De nosotros depende, queridos hermanos, que de esta situación de muerte seamos capaces de salir no sólo con vida sino realmente para crear situaciones de vida”, exhortó Salazar Gómez, al comentar el evangelio de la liturgia del quinto domingo de Cuaresma. En este sentido, el arzobispo de Bogotá subrayó que “estas situaciones extremas nos tienen que llevar a un cambio fundamental en nuestro propio corazón, pero también en las políticas nacionales e internacionales”, refiriéndose expresamente a la necesidad de “avanzar en el camino de la solidaridad y de la fraternidad”. Luchar contra las desigualdades e iniquidades Ante la realidad que padecen miles de colombianos en situación de pobreza, también invitó a “luchar denodadamente contra las desigualdades y las iniquidades”, puesto que “tenemos que exterminar definitivamente de las relaciones humanas la injusticia y la violencia”. Y repitió: “esto depende de nosotros”. El cardenal colombiano no dejó de manifestar, además, su preocupación ante la tentación del egoísmo y de anteponer el lucro al amor al prójimo: “pasada esta tempestad que estamos viviendo, podemos volver a nuestros hábitos anteriores, podemos volver a estas situaciones absolutamente injustas y violentas que vive la inmensa mayoría de la población en el mundo”, advirtió. El prelado concluyó su homilía invitando a no desfallecer en la oración: “pidamos al Señor que venga hoy, él que es la resurrección y la vida, a darnos la vida. Que su espíritu inunde nuestro corazón (…) de tal manera que podamos vivir en medio de las dificultades, de las angustias, de las luchas, llenos de fuerza, de valentía, de alegría, y de esa manera seamos capaces de transformar el mundo, de hacer de este mundo de muerte, un mundo de vida. El Señor nos lo concede si abrimos nuestro corazón a él”. A la eucaristía que fue transmitida a través del Canal RCN, estuvieron presentes, monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá, el padre Jorge Marín, párroco de la Catedral, el padre Carlos Andrés Castillo, Vicario de la Catedral y cuatro religiosas de las Hijas de la Iglesia, quienes colaboraron en la liturgia, manteniendo la distancia rigurosa –con una banca de por medio–, el cantante y el organista se ubicaron en el coro del templo. Fuente: Portal Digital Vida Nueva

Vie 27 Mar 2020

"La tempestad que vivimos nos llama a la solidaridad y a confiar en Dios"

Tras haber escuchado el mensaje del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro en Roma, monseñor Elkin Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal, expresó que el pasaje bíblico leído en la lectura del evangelio ha sido signo de la tormenta que vive actualmente la humanidad, por cuenta del coronavirus. “El Papa ha tomado muy bien este texto del evangelio de San Marcos para describir el panorama de desolación, miedos, falta de esperanza y de sensación de hacernos sentir que no podemos hacer nada, fuera de eso nos habla que Dios puede estar lejos, pero después Él mismo nos dice que sí le importamos”, aseveró Recordemos que se leyó el evangelio según San Marcos, el pasaje en el cual, según el texto bíblico, en medio de una tempestad que amenazó con hundir la barca en la que Jesús iba con sus discípulos él respondió "Por qué tienen miedo, ¿acaso todavía no tienen fe?", les preguntó, después de calmar la tempestad. El también obispo auxiliar de Medellín, expresó como este mensaje del evangelio de la tempestad calmada por Jesús, transporta a unos importantes llamados en la vida de toda persona como son la unión, la solidaridad, pero, sobre todo, la necesidad de la presencia de Dios. “Esto nos lleva a darnos cuenta en nuestra propia vida qué es lo verdaderamente importante. Esta situación a la que estamos expuestos en estos momentos nos muestra nuestra fragilidad y nos debe sugerir una reflexión sobre lo que verdaderamente cuenta en la vida”. Al referirse a los distintos momentos de silencio vivos durante la celebración, de manera especial en la exposición del Santísimo, dijo que significan “el poneros delante de Dios, inclusive sin capacidad de expresar muchas cosas, solo queriendo escuchar su voz que nos invita a tener fe y a desterrar el miedo, a confiar más en Él y a sentir su mano poderosa que nos protege”. Cómo hacer para no tener miedo El prelado observó como este espacio solemne de oración y súplica a Dios, llega en un momento en el que el mundo está pasando por esa tormenta de la pandemia, teniendo encerrado a millones de personas en sus casas. Al respecto evocó al Papa quien insistentemente invita a no tener miedo y a confiar más en Dios. “El Pontífice repite constantemente una frase que sale de los labios de Jesús, cuando hay dificultades, cuando parece que todo se cierra el Señor siempre nos dicen no tengan miedo. Y en este momento es la expresión de la cercanía de Dios, el miedo lo dejamos porque lo tenemos a Él, el Papa lo ha dicho claramente en varias ocasiones no tengamos miedo que ahí está el Señor”. Finalmente, destacó como el Papa Francisco a sus 83 años, durante la ceremonia reflejó en su rostro “señales de esta pandemia en su corazón, espiritualmente dejó traslucir su preocupación por toda la humanidad que está viviendo un momento tan doloroso” Por primera vez en la historia de la Iglesia católica, el Papa rezó este viernes ante la inmensa plaza vacía de San Pedro, impartió la bendición "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) y dio la indulgencia plenaria al mundo por la pandemia de coronavirus que lo azota. [icon class='fa fa-download fa-2x'] DESCARGAR HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO[/icon]