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papa francisco

Vie 27 Sep 2019

Religiosas Dominicas en Colombia se organizan como Federación

Con el fin dar cumplimiento a las recomendaciones ofrecidas por el Papa Francisco en orden a fortalecer y actualizar la vida contemplativa en la Iglesia, el pasado mes de agosto de 2019, se reunieron en el monasterio de Santa Inés en Tenjo, las delegadas de los cuatro monasterios dominicanos presentes en Colombia, para conformar la Federación del Santísimo Nombre de Jesús, siendo este un hecho histórico para Colombia. Fray Carlos Mario Alzate Montes, asistente religioso designado por la Santa Sede para acompañar este proceso, recordó que las clarisas, las concepcionistas y las monjas de la Visitación “habían iniciado, en su momento, un trabajo para sacar adelante esta iniciativa, pero que ahora -a la luz de lo dispuesto por el Santo Padre en Vultum Dei Quarere y Cor Orans- deberán actualizar, siempre bajo la orientación de la Sagrada Congregación para la Vida Consagrada y los Institutos de Vida Apostólica”, informó. Es deseo de la Santa Sede que la vida contemplativa sea más reconocida y acompañada, para ello ha nombrado asesores monásticos dentro de la nueva estructura. Es así como de una terna propuesta por los mismos monasterios dominicanos, escogió a Fray Carlos Mario Alzate Montes, OP., actual Rector del santuario Mariano Nacional de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá como primer asistente religioso para la priora Federal con su Consejo. El papa Francisco se ha propuesto fortalecer y actualizar la vida contemplativa en la Iglesia y para ello ha dispuesto una Constitución Apostólica y un instructivo al que deberá acogerse los casi 3 mil monasterios femeninos que hoy en día sirven a la Iglesia con su oración constante, su vida de sacrificio y su trabajo, oculto pero fecundo y cada vez más reconocido por un mundo asfixiado por el activismo y la productividad.

Jue 15 Ago 2019

Material de apoyo para preparar Mes Misionero Extraordinario

Atendiendo al llamado del Papa Francisco a despertar aún más la conciencia misionera de la “missio ad gentes” y la invitación de los obispos colombianos a vivir un año misionero, la Conferencia Episcopal de este país, a través del Departamento de Catequesis y Animación Bíblica, elaboró el subsidio audiovisual: “En marcha hacia la gran misión evangelizadora”. "Se trata de una colección de seis videos que ayudarán a los párrocos en su tarea de acrecentar en las comunidades el ardor misioneroy el deseo de comunicar a Cristo a los demás", explicó Monseñor José Miguel Gómez, obispo de Facatativá y presidente del Centro Pastoral para la Evangelización y la fe. Las piezas audiovisuales abordan el quehacer misionero en la Iglesia, a través de las temáticas: Mes Misionero Extraordinario; misión para nuestros tiempos; la Pre Misión; la Misión; primer anuncio - Kerygma; y la post misión. Este material es complemento al trabajo que se viene adelantando en cada una de las jurisdicciones como marco preparativo al Mes Misionero Extraordinario, convocado por el Santo Padre para octubre de 2019. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 1: Mes Misionero Extraordinario[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 2: Misión para nuestros tiempos[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 3: La pre-misión[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 4: La Misión[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 5: Primer anuncio - Kerygma[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Subsidio: "En marcha hacia la gran misión evangelizadora" / Video 6: Post - Misión[/icon]

Lun 12 Ago 2019

Preparemos el sínodo estudiando ‘Laudato si’ (III)

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Raíz humana de la crisis ecológica, es el título del capítulo tercero de la Carta Encíclica Laudato Si. En esta parte del documento pontificio el Papa Francisco establece sin ambigüedades que en el centro de los problemas ambientales está el ser humano. De este modo, el Santo Padre plantea las siguientes causas: 1. La tecnocracia: creatividad y poder (nn. 102-105) El Papa advierte de la doble faceta que representa para el hombre y para la creación, los progresos que se han registrado en los dos últimos siglos: desde la revolución industrial hasta la revolución tecnológica, con avances enormes en robótica, biotecnología y nanotecnología. Si bien por un lado estos progresos generan entusiasmo «frente a las amplias posibilidades que nos abren» en diversos campos, encaminados a superar tantos males que dañan y limitan al ser humano, por otro lado estos progresos, sin unos referentes éticos y claros marcos legales, amenazan con convertirse en un instrumento de dominio para las comunidades humanas más vulnerables. En efecto, señala el Santo Padre: «Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vayan a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo». Y concluye el Romano Pontífice que el hombre «puede disponer de mecanismos superficiales, pero… le falta una ética sólida, una cultura y una espiritualidad que realmente lo limiten y lo contengan en una lúcida abnegación». 2. Globalización del paradigma tecnocrático (nn. 106-114) El Papa plantea que más adentro de la problemática ambiental está «el modo como la humanidad… ha asumido la tecnología y su desarrollo junto con un paradigma homogéneo y unidimensional». Es decir, que «ahora lo que interesa es extraer todo lo posible de las cosas por la imposición de la mano humana, que tiende a ignorar u olvidar la realidad misma que tiene delante, pues la naturaleza es vista como “recursos disponibles incondicionalmente para ser manipulados a placer”. Y esto conduce a una falsa concepción: la ilimitada disponibilidad de los bienes del planeta, lo cual lleva a empujar al plantea incluso más allá de sus límites. A medida que el paradigma tecnocrático avanza sin control, se constituye en un instrumento de dominio ideológico, económico y político (Cf. nn. 108-109), lo cual el Papa constata cuando «tenemos un superdesarrollo derrochador y consumista, que contrasta de modo inaceptable con situaciones persistentes de miseria deshumanizadora». Ante el dominio de la tecnocracia, el Santo Padre tiene claro que es urgente «avanzar en una valiente revolución cultural»; y sin que se trate de un retroceso en los logros que ha obtenido la ciencia y la tecnología, «es indispensable aminorar la marcha para mirar la realidad de otra manera, recoger los avances positivos y sostenibles, y a la vez recuperar los valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano. 3. Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno (nn. 115-136) Desde que el hombre se ha autoproclamado como el centro de todo, se ha terminado por “colocar la razón técnica sobre la realidad”. Desde esta perspectiva, el Sucesor de Pedro sostiene que «ha llegado el momento de volver a prestar atención a la realidad con los límites que ella impone, que a su vez son la posibilidad de un desarrollo humano y social más sano y fecundo». Esto implica pasar de la desfigurada concepción del ser humano como “señor” de la creación a la de “administrador responsable”. Y para analizar cuidadosamente las concepciones equivocadas del hombre y su lugar en el mundo, el Papa señala algunos aspectos que es importante considerar: El relativismo práctico: Esto significa que cuando el ser humano se coloca en el centro de todo, termina por dar prioridad absoluta a lo que le conviene, volviendo todo lo demás relativo. Esto lleva a lo que el Santo Padre llama la patología de aprovecharse incluso de los demás tratándolos como meros objetos. Necesidad de preservar el trabajo: en su más pura esencia, el trabajo es constructivo, responsable y nunca debe ser deshumanizado ni depredador. Así, el Papa afirma: «la intervención humana que procura el prudente desarrollo de lo creado es la forma más adecuada de cuidarlo, porque implica situarse como instrumento de Dios para ayudar a brotar las potencialidades que Él mismo colocó en las cosas». Y recuerda la naturaleza humana del trabajo, señalando que «es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal». Innovación biológica a partir de la investigación: por último, el Papa Francisco hace memoria del potencial que Dios le ha participado al ser humano de ser capaz de razonar y de hacer investigar, desentrañando así el misterio de las cosas. Pero recuerda también que, si bien con ello ese hombre puede investigarlo todo, este poder «tiene límites y… es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas». Igualmente refrenda los límites éticos de la manipulación genética, de cualquier ser creado, incluido el mismo ser humano. Y para concluir, sentencia: «cuando la técnica desconoce los grandes principios éticos, termina considerando legítimo cualquier práctica». +Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Auxiliar de Cali Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM [icon class='fa fa-download fa-2x'] Preparemos el sínodo estudiando ‘Laudato si’ (I)[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Preparemos el sínodo estudiando ‘Laudato si’ (II)[/icon]

Lun 5 Ago 2019

El Papa Francisco escribe a los sacerdotes y agradece su servicio

En el marco del 160º aniversario de la muerte de San Juan María Vianney, conocido como el Cura de Ars, el Papa Francisco envió una carta a todos los sacerdotes del mundo, en el que los alentó a reconocer “nuestra fragilidad”, pero al mismo tiempo dejar “que Jesús la transforme y nos lance una y otra vez a la misión”. “No nos perdamos la alegría de sentirnos ‘ovejas’, de saber que él es nuestro Señor y Pastor”, expresó. Esta carta, indicó, está dirigida no solo a los párrocos “sino también a todos Ustedes hermanos presbíteros que sin hacer ruido ‘lo dejan todo’ para estar empeñados en el día a día de vuestras comunidades. A Ustedes que, como el Cura de Ars, trabajan en la ‘trinchera’, llevan sobre sus espaldas el peso del día y del calor y, expuestos a un sinfín de situaciones, ‘dan la cara’ cotidianamente y sin darse tanta importancia, a fin de que el Pueblo de Dios esté cuidado y acompañado”. La misiva tiene cuatro grandes divisiones, tituladas “Dolor”, “Gratitud”, “Ánimo” y “Alabanza” En la primera parte, “Dolor”, el Papa Francisco señaló que “en estos últimos tiempos hemos podido oír con mayor claridad el grito, tantas veces silencioso y silenciado, de hermanos nuestros, víctimas de abuso de poder, conciencia y sexual por parte de ministros ordenados”. “Sin lugar a dudas es un tiempo de sufrimiento en la vida de las víctimas que padecieron las diferentes formas de abusos; también para sus familias y para todo el Pueblo de Dios”, dijo. El Papa destacó que “estamos firmemente comprometidos con la puesta en marcha de las reformas necesarias para impulsar, desde la raíz, una cultura basada en el cuidado pastoral de manera tal que la cultura del abuso no encuentre espacio para desarrollarse y, menos aún, perpetuarse”. “No es tarea fácil y de corto plazo, reclama el compromiso de todos”, dijo, y añadió que “si en el pasado la omisión pudo transformarse en una forma de respuesta, hoy queremos que la conversión, la transparencia, la sinceridad y solidaridad con las víctimas se convierta en nuestro modo de hacer la historia y nos ayude a estar más atentos ante todo sufrimiento humano”. El Santo Padre señaló que “este dolor no es indiferente tampoco a los presbíteros”. “Sin negar y repudiar el daño causado por algunos hermanos nuestros sería injusto no reconocer a tantos sacerdotes que, de manera constante y honesta, entregan todo lo que son y tienen por el bien de los demás y llevan adelante una paternidad espiritual capaz de llorar con los que lloran”. “Reconozco y agradezco vuestro valiente y constante ejemplo que, en momentos de turbulencia, vergüenza y dolor, nos manifiesta que Ustedes siguen jugándose con alegría por el Evangelio”, expresó. Bajo el título de “Gratitud”, el Papa Francisco dijo a los presbíteros que “en momentos de tribulación, fragilidad, así como en los de debilidad y manifestación de nuestros límites, cuando la peor de todas las tentaciones es quedarse rumiando la desolación fragmentando la mirada, el juicio y el corazón, en esos momentos es importante —hasta me animaría a decir crucial— no sólo no perder la memoria agradecida del paso del Señor por nuestra vida, la memoria de su mirada misericordiosa que nos invitó a jugárnosla por Él y por su Pueblo, sino también animarse a ponerla en práctica y con el salmista poder armar nuestro propio canto de alabanza porque ‘eterna es su misericordia’”. “El agradecimiento siempre es un ‘arma poderosa’. Sólo si somos capaces de contemplar y agradecer concretamente todos los gestos de amor, generosidad, solidaridad y confianza, así como de perdón, paciencia, aguante y compasión con los que fuimos tratados, dejaremos al Espíritu regalarnos ese aire fresco capaz de renovar (y no emparchar) nuestra vida y misión”, dijo. El Santo Padre agradeció luego a los sacerdotes “por vuestra fidelidad a los compromisos contraídos”, así como “por la alegría con la que han sabido entregar sus vidas”. También les agradeció por fortalecer”los vínculos de fraternidad y amistad en el presbiterio y con vuestro obispo” y por “el testimonio de perseverancia y ‘aguante’”. “Gracias por celebrar diariamente la Eucaristía y apacentar con misericordia en el sacramento de la reconciliación, sin rigorismos ni laxismos, haciéndose cargo de las personas y acompañándolas en el camino de conversión hacia la vida nueva que el Señor nos regala a todos”, añadió. En la sección de “Ánimo”, el Papa Francisco recordó a los sacerdotes que “frente a experiencias dolorosas todos tenemos necesidad de consuelo y de ánimo. La misión a la que fuimos llamados no entraña ser inmunes al sufrimiento, al dolor e inclusive a la incomprensión; al contrario, nos pide mirarlos de frente y asumirlos para dejar que el Señor los transforme y nos configure más a Él”. “Un buen ‘test’ para conocer como está nuestro corazón de pastor es preguntarnos cómo enfrentamos el dolor”, dijo, pues “muchas veces se puede actuar como el levita o el sacerdote de la parábola que dan un rodeo e ignoran al hombre caído. Otros se acercan mal, lo intelectualizan refugiándose en lugares comunes: ‘la vida es así’, ‘no se puede hacer nada’, dando lugar al fatalismo y la desazón; o se acercan con una mirada de preferencias selectivas que lo único que genera es aislamiento y exclusión”. El Papa señaló a los presbíteros que “Jesús más que nadie conoce nuestros esfuerzos y logros, así como también los fracasos y desaciertos. Él es el primero en decirnos: ‘Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre Ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrar alivio’”. “En una oración así sabemos que nunca estamos solos”, aseguró. En la parte final de su misiva, bajo el título de “Alabanza”, el Santo Padre subrayó que “es imposible hablar de gratitud y ánimo sin contemplar a María. Ella, mujer de corazón traspasado, nos enseña la alabanza capaz de abrir la mirada al futuro y devolver la esperanza al presente”. “Cada vez que voy a un Santuario Mariano, me gusta ‘ganar tiempo’ mirando y dejándome mirar por la Madre, pidiendo la confianza del niño, del pobre y del sencillo que sabe que ahí está su Madre y es capaz de mendigar un lugar en su regazo”. “Y en ese estar mirándola, escuchar una vez más como el indio Juan Diego: ‘¿Qué hay hijo mío el más pequeño?, ¿qué entristece tu corazón? ¿Acaso no estoy yo aquí, yo que tengo el honor de ser tu madre?’”, dijo. El Papa Francisco alentó a los sacerdotes a que “si alguna vez nos sentimos tentados de aislarnos y encerrarnos en nosotros mismos y en nuestros proyectos protegiéndonos de los caminos siempre polvorientos de la historia, o si el lamento, la queja, la crítica o la ironía se adueñan de nuestro accionar sin ganas de luchar, de esperar y de amar… miremos a María para que limpie nuestra mirada de toda ‘pelusa’ que puede estar impidiéndonos ser atentos y despiertos para contemplar y celebrar a Cristo que Vive en medio de su Pueblo”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Leer carta del Papa Francisco a los sacerdotes[/icon] Fuente: Agencia católica ACIPRENSA Foto: Agencia Zenti

Lun 22 Jul 2019

Economía y dignidad humana

Por: Mons. Ricardo Tobón Restrepo - Uno de los temas de reflexión, en la pasada Asamblea de la Conferencia Episcopal de Colombia, fue: “La economía al servicio de la dignidad humana y del bien común”. Así se asumía la tarea que la Iglesia tiene de analizar realidades como el trabajo, la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios; todas ellas en relación con el sentido de la existencia del ser humano, la calidad de vida particularmente de los más pobres y el proyecto presente y futuro de la sociedad. El discernimiento en esta materia reviste importancia y actualidad también porque hoy, en tantos casos, todo se mira y se aprecia sólo desde la perspectiva económica. A la vez, es en este campo donde aparecen situaciones profundamente preocupantes como la pobreza, el desempleo, la desigual distribución de los bienes, la carencia de servicios indispensables, que afectan a grandes sectores de la población. Es una situación inadmisible que más de mil millones de seres humanos vivan en la miseria. A la base de todo esto está el egoísmo que no sólo olvida, sino que excluye a los demás, una concepción equivocada de la vida centrada en el dinero, la ignorancia acerca del destino universal de los bienes y de la propiedad, el manejo irresponsable y deshonesto de los recursos, el aprovechamiento utilitarista de los valores económicos por parte de los países más fuertes. En nuestro país, en buena parte, la economía ha estado marcada por el narcotráfico y utilizada para la violencia. Por eso, el Papa Francisco ha dicho, en varias ocasiones, que la crisis económica es una crisis ética y antropológica. En relación con este tema de la economía, constatamos en nuestra sociedad, con gran preocupación, especialmente tres grandes males: la inequidad, la corrupción y la insensibilidad social. La desigualdad económica es una bomba de tiempo; el Santo Padre señala que la inequidad es la raíz de todos los desastres sociales. La corrupción es el cáncer de la economía, expropia el bien común, destruye la esperanza frente a proyectos futuros. La insensibilidad social es una calamidad muy grave, porque vacía nuestra vida de sentido. Esta realidad prueba que es necesario volver al Evangelio. Jesús nos dejó unos criterios esenciales e insuperables de comportamiento: la confianza en la providencia de Dios, que siempre nos cuida (Mt 6,25-32); la libertad frente a los bienes materiales, que no son más que la vida (Lc 12,13-21); la generosidad para poner lo que somos y tenemos al servicio de los demás (Lc 10,25-37); la responsabilidad en la administración de lo que se nos ha confiado (Mt 25,14-30); el compromiso en favor de los pobres y necesitados (Mt 25,35-45). Dentro de la evangelización de lo social, debemos comenzar los cristianos por formarnos nosotros mismos de acuerdo con la enseñanza de Jesús desarrollada ampliamente por la doctrina de la Iglesia, a fin de dar un testimonio nítido de libertad, honestidad, justicia y generosidad en el uso de todos los dones recibidos. Sólo el amor nos permitirá ser una comunidad signo de la interdependencia de la humanidad en términos de relación fraterna, de comunión de bienes y servicios y de participación responsable en la administración del mundo. Luego, nuestra misión es colocar en el centro de la economía la dignidad de la persona humana y el bien común. En nuestras catequesis, en los diálogos personales y en las demás ocasiones que tengamos, sacerdotes y laicos, con sentido profético, debemos anunciar valores esenciales como la honestidad, la responsabilidad, la justicia y la solidaridad. Debemos inspirar una economía con ética que garantice la vida humana, la protección de la familia, la igualdad social, la dignidad de los trabajadores, la ayuda a los más vulnerables, los derechos de las generaciones futuras y el cuidado del medio ambiente. + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín

Lun 15 Jul 2019

Trabajo constante y madurez en la fe, abonaron el camino para la nueva arquidiócesis

El arzobispo electo de Florencia, monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo, afirmó que el reconocimiento hecho por el papa Francisco de elevar a arquidiócesis esta Iglesia Particular, es el resultado del trabajo realizado por los obispos, sacerdotes y laicos que le han antecedido en este caminar de la Iglesia. “Esto es una bendición de Dios. Se ha hecho todo el proceso de Iglesia, hemos madurado muchísimo. Este es un trabajo sobre todo de ustedes, yo llevo aquí seis años, pero hay que agradecer a los sacerdotes Capuchinos que sembraron la primera semilla, a los sacerdotes y laicos de la comunidad del Instituto Misionero de la Consolata y, en los últimos años, a los sacerdotes diocesanos que han entregado la vida aquí, gastado su existencia por esta región; a los obispos que han trabajado en esta región. Uno como obispo o sacerdote se dispone a hacer la obra de Dios”, manifestó el prelado. El obispo, quien asumirá su nueva dignidad al cargo de arzobispo una vez le sea entregado oficialmente el decreto por parte del Vaticano y se realice la ceremonia litúrgica para elevar la diócesis de Florencia a Arquidiócesis, dijo haber recibido esta noticia con mucha alegría, esperanza y gratitud y afirmó que asumirá con responsabilidad y admiración por sus antecesores este nuevo proyecto pastoral encomendado por la Iglesia Universal. Hizo una invitación a los sacerdotes a unirse en torno al llamado del Papa Francisco a seguir avanzando en el acompañamiento a las comunidades, de manera especial, las más vulnerables de esta zona del país. Por otra parte, resaltó el papel que han desempeñado los laicos en este caminar pastoral de la Iglesia caqueteña, por lo que, los convocó a seguir avanzando con fuerza “para que ahora como arquidiócesis podamos hacer un trabajo en comunión con las diócesis sufragáneas que han quedado también en esta nueva provincia eclesiástica, liderada por Florencia como la gran Arquidiócesis de la región de la Amazonía”. Cabe recordar que, al conformarse Florencia como nueva Arquidiócesis, quedarán adscritas como diócesis sufragáneas las diócesis de San Vicente del Caguán y Mocoa – Sibundoy. Por su parte, los Vicariatos Apostólicos de Puerto Leguízamo – Solano, Leticia, Mitú e Inírida no podrán considerarse entre las sedes sufragáneas, sino que permanecerán sujetas directamente a la Santa Sede, pero podrán participar en las reuniones de los Obispos de esta nueva Provincia Eclesiástica, pero sin derecho a voto deliberativo. Foto: Caquetá me gusta

Sáb 13 Jul 2019

Diócesis de Florencia elevada a la dignidad de sede Metropolitana

El Papa Francisco ha elevado la diócesis de Florencia a la dignidad de Arquidiócesis y ha promovido como Arzobispo de esta jurisdicción eclesiástica a monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo. Así mismo, se le asignan como diócesis sufragáneas a las jurisdicciones de Mocoa - Sibundoy y San Vicente del Caguán. Según indicaciones del Santo Padre, los Vicariatos Apostólicos de Puerto Leguízamo – Solano, Leticia, Mitú e Inírida, no podrán considerarse entre las sedes sufragáneas, sino que permanecerán sujetos directamente a la Santa Sede. "Nada prohíbe, de todos modos, que los Vicariatos Apostólicos sean invitados a participar en las reuniones de los Obispos de la Provincia Eclesiástica, pero sin derecho a voto deliberativo", aclara monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia. Mons. OMAR DE JESÚS MEJÍA GIRALDO Nació en la localidad de El Santuario el 21 de enero de 1966. Fue ordenado sacerdote el 16 de noviembre de 1991 y estudió Filosofía y Teología en el Seminario Mayor Nacional "Cristo Sacerdote" en La Ceja. Se licenció en Filosofía y Ciencias Religiosas en la Universidad Católica de Oriente de Rionegro y en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. A lo largo de su trayectoria ha ocupado diferentes cargos entre los que se cuentan el de formador en el Seminario diocesano "Nuestra Señora", delegado diocesano para la pastoral juvenil y vocacional, vicario parroquial en la parroquia de "Nuestra Señora del Carmen" en El Carmen de Viboral y director del departamento para la pastoral en la Universidad Católica de Oriente de Rionegro. Fue, además, vicerrector del seminario nacional "Cristo Sacerdote" en la Ceja y desde 2008 era rector del mismo. Actualmente hace parte de la Comisión Episcopal de Estado Laical de la Conferencia Episcopal de Colombia El 11 de Julio de 2013 monseñor Omar de Jesús Mejía Giraldo tomó posesión de la diócesis de Florencia.

Jue 4 Jul 2019

Papa Francisco pide a los jueces no negociar nunca la verdad

El mensaje que el Papa Francisco difunde cada mes está dedicado, en esta ocasión, a los jueces, quienes son los responsables de impartir justicia. El Pontífice recordó que de los jueces depende las decisiones que influyen en los derechos y bienes de las personas, por lo que les invitó a mantenerse alejados del favoritismo y actuar con transparencia, sin negociar la verdad. “Su independencia les tiene que mantener alejados del favoritismo, de las presiones las cuales pueden contaminar las decisiones que ellos tienen que tomar. Los jueces han de seguir el ejemplo de Jesús, que no negocia nunca la verdad”. Reconociendo la difícil labor que desarrollan, les recodó las consecuencias que sus decisiones pueden tener, afectando directamente la vida de las personas. “Por eso han de mantener su independencia e imparcialidad. Para asegurar que la justicia tenga siempre la última palabra”. La Red mundial de Oración difunde las intenciones del Papa El Santo Padre confía cada mes a la Red Mundial de Oración una intención de oración que expresa sus grandes preocupaciones por la humanidad y por la Iglesia.