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papa francisco

Vie 18 Ene 2019

Papa Francisco condena atentado terrorista en Bogotá

El Papa Francisco, envió un mensaje de condolencias a las víctimas del atentado terrorista que ocurrió este jueves 17 de enero en la Escuela de Policía General Santander en Bogotá que cobró la vida de 21 personas y dejó 68 personas heridas. En el mensaje, firmado por el Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, y dirigido al cardenal Rubén Salazar Gómez, el pontífice expresa su más profundo pesar por las víctimas que ha dejado el acto terrorista. “En estos momentos de conmoción y tristeza, quiere hacer llegar también su apoyo y cercanía a los numerosos heridos, a sus familias y a toda la sociedad colombiana.”, señala la nota. Así mismo, el Papa Francisco condena “la violencia ciega”, la califica como una “ofensa gravísima al creador” y “eleva su oración al Señor para que ayude a perseverar en la construcción de la concordia y la paz en ese país y en el mundo entero”.

Mié 16 Ene 2019

“Cuando oren, no se cansen de llamar a Dios, Padre”

“Para un cristiano, rezar es decir simplemente: Abba”. ‘Abba, Padre’: tema de la catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General del miércoles 16 de enero de 2019. “Queridos hermanos y hermanas, seguimos con la catequesis sobre el ‘Padre nuestro’ y lo hacemos observando que esta oración se centra en la palabra: ‘Abba, Padre’. Esta expresión es tan importante para los cristianos que se ha conservado en su forma original, escuchando en ella la misma voz de Jesús”, lo dijo el Papa Francisco en la Audiencia General del tercer miércoles de enero de 2019, continuando con su ciclo de catequesis dedicadas a la oración del Padre Nuestro. El Espíritu nos hace hijos adoptivos El Santo Padre comentando el pasaje de la Carta de San Pablo a los Romanos (8,15), en el que el apóstol dice que, “hemos recibido el Espíritu que nos hace hijos adoptivos, por medio del cual gritamos: ¡Abba! ¡Padre!”. Ese mismo Espíritu, precisa el Pontífice citando la Carta a los Gálatas (4,6), habita en nuestros corazones y clama: ¡Abba! ¡Padre! “Esta invocación – señala el Papa – se presenta dos veces y en ella se condensa toda la novedad del Evangelio. Después de haber conocido a Jesús y escuchado su predicación, el cristiano ya no considera a Dios como un tirano temible, ya no tiene miedo de Él, sino que siente que la confianza en Él florece en su corazón: puede hablar con el Creador llamándolo ‘Padre’. La expresión es tan importante para los cristianos que a menudo se ha conservado intacta en su forma original: Abba”. La radical novedad de la oración cristiana Asimismo, el Papa Francisco explica que, es raro que en el Nuevo Testamento las expresiones arameas no se traduzcan al griego. Debemos imaginar, agrega el Pontífice, que en estas palabras arameas se haya quedado como “grabada”, la voz del mismo Jesús. Y esta es la novedad radical de la oración cristiana. “No se trata sólo de usar un símbolo – la figura del padre, precisa el Papa – que relacionar al misterio de Dios; en cambio, se trata de tener, por así decir, todo el mundo de Jesús decantado en el propio corazón. Si llevamos a cabo esta operación, podemos rezar con verdad el ‘Padre Nuestro’. Decir ‘Abba’ – puntualiza el Pontífice – es algo mucho más íntimo y conmovedor que simplemente llamar a Dios ‘Padre’. Por eso alguien sugirió traducir la palabra aramea original ‘Abba’ con ‘Papá’ o ‘papito’. Con el corazón estamos invitados a decir Papá y a tener una relación con Dios como aquel de un niño con su padre”. “¡Abba! ¡Padre! Estas expresiones evocan afecto, calidez, algo que nos proyecta en la etapa de la infancia: la imagen de un niño completamente envuelto en el abrazo de un padre que siente una ternura infinita por él” Un Padre que sólo conoce el amor Además, el Santo Padre señala que, son los Evangelios los que mejor nos presentan el sentido de esta palabra. El “Padre Nuestro” adquiere sentido y color si aprendemos a rezarlo después de leer la parábola del Padre misericordioso. “Imaginemos esta oración pronunciada por el hijo pródigo, después de haber experimentado el abrazo de su padre que lo había estado esperando durante mucho tiempo, un padre que no recuerda las palabras ofensivas que le dijo, un padre que ahora simplemente le hace entender cuánto lo extrañaba. Entonces descubrimos cómo esas palabras cobran vida y adquieren fuerza. Y nos preguntamos: ¿es posible que tú, oh Dios, sólo conozcas el amor? ¿Tú no conoces el odio? No – respondería Dios – yo conozco sólo el amor. ¿Dónde está en ti la venganza, el reclamo de justicia, la ira por tú honor herido? Y Dios respondería: yo sólo conozco el amor”. “Basta con evocar esta única expresión – Abba – para que se desarrolle una oración cristiana. Y San Pablo, en sus cartas, sigue el mismo camino, y no podía ser de otra manera, porque es el camino enseñado por Jesús: en esta invocación hay una fuerza que atrae a todo el resto de la oración” Orar es simplemente decir Abba Finalmente, el Papa Francisco señala que, Dios te busca, aunque si tú no lo buscas. Dios te ama, aunque lo hayas olvidado. Dios ve una belleza en ti, incluso si piensas que has desperdiciado todos tus talentos innecesariamente. Dios es no sólo Padre, es como una madre que nunca deja de amar a su criatura. “Puede ser que nosotros también caminemos por senderos alejados de Dios, como le sucedió al hijo pródigo; o caigamos en una soledad que nos hace sentir abandonados en el mundo; o, de nuevo, errar y ser paralizados por un sentido de culpabilidad. En estos tiempos difíciles, todavía podemos encontrar la fuerza para orar, empezando por la palabra ‘Padre’. Recuerde bien esto – afirma el Papa – si alguien tiene cosas feas dentro de sí y que no sabe cómo resolverlas se dirija a Dios y le diga Padre y Él te responderá. No nos ocultará su rostro, no se cerrará en silencio: nos dirá que nunca nos ha perdido de vista”. No se cansen de llamarlo “Padre” Antes de concluir su catequesis, el Santo Padre saludando cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica le dijo: “Los animo a dirigirse a Dios como un Padre que nos ama y que sale a nuestro encuentro. No se cansen de llamarlo; porque él como Padre bueno viene a sanar nuestras heridas y a restablecer la alegría de ser sus hijos”.

Lun 14 Ene 2019

El Papa y los jóvenes

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - El año 2019 comienza en la Iglesia con un evento singular. En Ciudad de Panamá, del 22 al 27 de enero, se realizará la XXXIV Jornada mundial de la Juventud, que presidida por el Papa Francisco tendrá como tema la respuesta de María al saludo del Arcángel Gabriel: «He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). La Iglesia es joven, porque Dios es siempre joven, y él, en Cristo Jesús, es la Cabeza de la Iglesia. La juventud es más que un hecho cronológico caracterizado por los pocos años. Es también la actitud frente a la vida, frente a los retos y metas propuestas; por la disposición ante la misión que se tiene en el mundo. El tema elegido es más que oportuno para comenzar el año civil. Y qué interesante que el Papa invite a las nuevas generaciones a pensar en los proyectos de vida que cada uno tiene, puestos delante de Dios, para que de esta forma se pueda pronunciar como María “el hágase”, es decir, el actuar de Dios, que guía e ilumina los pasos de todos. Los jóvenes de nuestro tiempo, y con ellos los adultos, necesitamos volver a lo esencial del actuar humano. Debemos dejar de actuar por instinto, motivados solo por lo externo, las pasiones o intereses individuales; debemos actuar movidos por un querer especial, hacer en nosotros la voluntad de Dios, que quiere la felicidad de todos. El “hágase” de María seguramente no era fácil. Ella, joven, sabía que la vida le habría de cambiar, pero lo aceptó con entusiasmo, con fe, con esperanza y con la confianza puesta en el Señor que a su vez, a través del ángel, le había dicho la palabra clave para el camino incierto: no temas. “No temas, porque has hallado gracia delante Dios” (Lc. 1,30). Y cuánto necesitamos escuchar esta palabra en tiempos tan convulsionados como los que estamos viviendo. Que el entusiasmo de los jóvenes reunidos en Panamá junto al Papa, aliente el inicio de este año 2019, en especial, cuando en la Arquidiócesis de Cali estamos comprometidos con el conocimiento, apropiación e implementación del Plan pastoral 2019 - 2023. + Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Mié 9 Ene 2019

Papa Francisco agradeció a Colombia por acogida a migrantes venezolanos

En un mensaje pronunciado ante los embajadores y el cuerpo diplomático acreditado en la Santa Sede, el Papa Francisco hizo mención de la crisis que vive el hermano país de Venezuela y agradeció a los colombianos la generosidad y acogida que han tenido con los migrantes. “No puedo dejar de agradecer los esfuerzos de muchos gobiernos e instituciones, que, impulsados por un espíritu generoso de solidaridad y caridad cristiana, colaboran fraternamente en favor de los migrantes. Entre esos, me gustaría mencionar a Colombia, que, junto a otros países del continente, en los últimos meses ha recibido a un gran número de personas”, afirmó el Pontífice en su mensaje de Año Nuevo al cuerpo diplomático. Durante su intervención el Pontífice hizo un recuento de las complicadas situaciones humanitarias que se viven en el mundo, y mencionó entre otras la crisis venezolana y nicaragüense, a firmando que espera que estos países encuentren pronto las vías institucionales y pacíficas para solucionar las tensiones políticas, sociales y económicas por las que atraviesan.

Lun 31 Dic 2018

Descarga el mensaje de la 52 Jornada Mundial de la Paz

Es el título del Mensaje para la 52° Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el próximo 1 de enero de 2019, en el marco de la Solemnidad de Santa María Madre. En el texto publicado el 18 de diciembre, el Papa Francisco insiste en que “la política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”. En este sentido, el Santo Padre reitera la importancia del “compromiso por el bien común”, que “cuando está inspirado por la caridad, tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político”. La función y la responsabilidad política, agrega, “constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo”. Finalmente, al enfatizar que la “buena política está al servicio de la paz”, señala que este es su deseo para el año nuevo: “Paz a esta casa”, que se traduce en la paz que debe germinar en las familias, las comunidades y en el cuidado del entorno, de nuestra Casa Común. Descarga el mensaje completo

Sáb 29 Dic 2018

Política y Paz

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - El tema de la jornada mundial de la paz 2019 dirigido por el papa Francisco, como es usual el 1.º de enero de cada año, aborda un tema que puede ser recurrente por lo esencial pero como ocurre en el pensamiento social de la Iglesia, busca provocar y conmover el discernimiento hacia la paciente y perseverante construcción de la paz y dar un paso adelante en el compromiso de construirla. Este año el papa, inspirado en el saludo misionero indicado por Jesús a sus enviados, “Paz a esta casa” (Lc 10,5) como modo apropiado de “abrir camino” en el anuncio del Evangelio, propone el tema de la profunda relación que existe entre la paz y el ejercicio de la buena política. La casa a la que llega este anuncio es en primer lugar, cada persona y toda persona, así como también cada familia, cada comunidad, cada país, cada continente y el mismo planeta que como lo ha mencionado en otras intervenciones, es nuestra “casa común”, con la propia historia y características de cada uno (Cfr. JM, 1). A sabiendas de que es tan frágil la construcción de la paz, advierte Francisco de entrada, que “la búsqueda de poder a cualquier precio lleva al abuso y a la injusticia” lo cual representa la antítesis de la política, diríamos con mayúscula, que busca el bien común lejos de toda corrupción o imperio del individualismo y los intereses personales. La buena política por tanto, como desafío permanente, entendida ésta como servicio, a ejemplo de Jesús, en cuanto forma sublime de realizar la caridad, luchará por defender la vida, la libertad y la dignidad de las personas en busca de un futuro también justo para todos.(Cfr.2) Pero sería difícil construir la paz desde la dimensión política y en favor de los derechos humanos si no está acompañada de otras virtudes que confluyen en la caridad como son “la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad.”. Aquí menciona el papa las “bienaventuranzas del político”, citando al cardenal vietnamita Francois-Xavier Nuyen Van Thuan, añadiendo así otras virtudes como la credibilidad, interés por los demás, coherencia, unidad, búsqueda de cambio y capacidad de escuchar y no tener miedo (Cfr. #3). Lamentablemente existen también los vicios de la política, o sea la mala política, a veces por ineptitud de las personas que quieren ejercerla o por la deformación en los ambientes donde se aplica. La corrupción, en sus diversas expresiones y derivados es sin duda, la principal. La ilegalidad, el enriquecimiento ilícito, el poder mediante la fuerza, el racismo, xenofobia y la depredación del medio ambiente, entre otros, la completan. A los vicios se añade la preocupación por la amenaza constante de la guerra, con sus consecuencias de intimidación, miedo y la proliferación incontrolada del armamentismo que, como siempre, victimiza a los más vulnerables. (Cfr.4;6) El Santo Padre no omite su preocupación, por las nuevas generaciones que han de heredar una buena o mala política, a sabiendas que son los jóvenes y los niños los encargados de consolidar auténticos proyectos de paz para el futuro. Si son marginados, obviamente el futuro está en peligro, si ganan en confianza para participar y aplicar sus propios carismas y capacidades, hay una segura esperanza. (Cfr.5) Para construir la paz con responsabilidad política, que se ha de fundar en el derecho y el diálogo sincero entre sus actores, se necesita, por una parte, de un gran proyecto fundado en la “recíproca responsabilidad y la interdependencia de los seres humanos” pero también requiere una conversión del corazón que se expresa en tres dimensiones que no se pueden separar: la paz con nosotros mismos, la paz con el otro y la paz con la creación. Y la política de la paz se inspira también en María, Reina de la paz cuando en el Magníficat canta la misericordia de Dios que “llega a sus fieles de generación en generación” (Lc 1,50). (Cfr.7) Con mi fraterno saludo de paz. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga

Mar 18 Dic 2018

«La buena política está al servicio de la paz»

Es el título del Mensaje para la 52° Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el próximo 1 de enero de 2019, en el marco de la Solemnidad de Santa María Madre. En el texto publicado el 18 de diciembre, el Papa Francisco insiste en que “la política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”. En este sentido, el Santo Padre reitera la importancia del “compromiso por el bien común”, que “cuando está inspirado por la caridad, tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político”. La función y la responsabilidad política, agrega, “constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo”. Finalmente, al enfatizar que la “buena política está al servicio de la paz”, señala que este es su deseo para el año nuevo: “Paz a esta casa”, que se traduce en la paz que debe germinar en las familias, las comunidades y en el cuidado del entorno, de nuestra Casa Común. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Leer mensaje completo[/icon]

Lun 17 Dic 2018

El paso navideño

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - Las experiencias significativas no pueden olvidarse. Ya ha transcurrido un poco más de un año desde la visita apostólica del papa Francisco a Colombia. La invitación suya fue a “dar el primer paso”, necesario para abrir nuevos horizontes de paz y reconciliación. El tiempo de Adviento que peregrinamos y la Navidad que celebramos, son una ocasión propicia para evaluar el camino recorrido y verificar si hemos dado un paso adelante en la aplicación, no solamente de los acuerdos de negociación sino en las actitudes personales y colectivas favorables a una cultura de convivencia sana y pacífica. Para los creyentes, que somos invitados desde la fe a preparar la venida y el encuentro con el Señor, significa sin duda revisar nuestra conversión personal y comunitaria que es la garante de los cambios profundos en las conductas habituales y en las costumbres sociales cuyo fruto es aclimatar condiciones de paz y de justicia en solidaridad. Este sería un deseado paso navideño. No obstante, subsiste la amenaza de la repetición de conflictos aparentemente superados, el recrudecimiento de otros y el poco avance en los propósitos de superar sus causas como son entre otras, la corrupción, la inequidad y los difíciles avances en una reforma a fondo para la justa y recta aplicación de la justicia. Prueba de ello ha sido la enorme dificultad para avanzar en la aprobación de los proyectos legislativos que quieren salirle al paso a estos males sociales. Como se ha dejado ver en los últimos días, preocupa mucho no sólo la financiación sino la orientación de los proyectos educativos conforme a una construcción integral, incluyente y promisoria para el país, en el contexto de tantos condicionamientos ideológicos y presiones económicas y políticas a las que están obligadas las naciones. En todo esto también hay que dar el paso esperado. En nivel eclesial, las actuales dificultades que afrontamos como Pueblo de Dios, siguiendo la invitación del Papa a compartirlas solidariamente, nos conducen a asumir responsabilidades, prevenir con decisión y eficiencia las conductas y hechos que generan los escándalos y, con profunda confianza en el Señor, unirnos en oración por la Iglesia, suplicando el don de fortaleza y la sabiduría necesaria para consolidar desde la fe su tarea de nueva evangelización y la ininterrumpida misión que le compete, con humildad, espíritu de servicio a la humanidad especialmente en los escenarios de las periferias sociales, además con espíritu misionero, como el mismo Francisco permanentemente nos insiste. Actitud contraria, por el pesimismo o el desánimo, no estaría acorde con la virtud teologal de la esperanza ni con la certeza absoluta de la presencia del Señor Resucitado que conduce la historia y que, justamente a través de las duras pruebas en ella experimentadas, purifica, salva y suscita nuevos episodios de su amor y su misericordia en la conducción del Pueblo de Dios y su misión de servidor de toda la familia humana. En este ambiente, estamos invitados a vivir la alegría del Evangelio y a encontrarnos con Jesús del pesebre en esta pascua navideña que a su vez nos prepara para hacer camino con Él en el nuevo año. Fraternalmente. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga