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papa francisco

Sáb 9 Sep 2017

“Hoy algo nuevo debe comenzar entre nosotros”: Arz. Tobón Restrepo

Tras la Eucaristía que presidió el Papa Francisco en el Aeropuerto Olaya Herrera, el arzobispo de Medellín y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Ricardo Tobón Restrepo, compartió algunas de las acciones que se vienen desarrollando en favor de la evangelización, la pastoral social y la promoción humana. El prelado recordó que, si bien se está trabajando por una sociedad más justa, reconoció que todavía no se ha logrado superar “la estructura del mal que pervierte las consciencias”. Tobón Restrepo aseguró que estas estructuras del mal “pervierten las consciencias, trabajan con la mentira, generan diversas formas de corrupción, mantienen la inequidad social, arruina la vida con el egoísmo y no deja de promover la falsa solución de la violencia”. Sin embargo, en medio de este panorama, destacó el servicio al bien común de personas que de forma dedicada “trabajan con entusiasmo la alegría del Evangelio”, resaltó la labor pastoral de sacerdotes y religiosas “que se dan sin medida” y subrayó el “despertar de un compromiso apostólico” de los laicos. “Se multiplican las iniciativas de fe que llenan de entusiasmo”, señaló. El jerarca católico afirmó que todavía se requiere de una espiritualidad más profunda y un compromiso social más fuerte para que “no se despilfarre en la superficialidad y el hedonismo, las mejores posibilidades de evangelización”. En esta línea, se comprometió a formar una comunidad de discípulos “con pasión al proyecto del reino de Dios” y “aportar el testimonio, valores y propuesta cristiana para construir un país reconciliado y con horizontes de esperanza”. Finalmente, el arzobispo Tobón Restrepo entregó al Papa una imagen de Nuestra Señora de la Candelaria. “Que ella guie sus pasos, mantenga su ardor, sea dulzura y consuelo en los momentos de prueba en su misión apostólica”, concluyó. ​Algo importante de resaltar dentro en la Santa Misa fue la presencia de cerca de 100 presos de cárceles de la ciudad, 300 enfermos con diferentes diagnósticos y 100 personas pertenecientes a la Pastoral de Sordos de la Arquidiócesis de Medellín.

Sáb 9 Sep 2017

“La renovación no nos debe dar miedo”

Así lo señaló el Pontífice en la Eucaristía celebrada este sábado en la ciuddad en Medellín, en su cuarto día de peregrinaje por el país. El Papa Francisco centró su reflexión en proponer las tres actitudes que deben caracterizar a un verdadero discípulo: Ir a lo esencial, renovarse e involucrarse. Al referirse a “Ir a lo esencial” dijo que esto significaba ir a lo profundo, a valorar la vida. "La relación con Dios no puede ser un apego frío a normas y leyes, ni tampoco al cumplimiento de ciertos actos externos que no llevan a un cambio real de vida”. Además, recordó que el discípulo debe estar en continuo movimiento hacia Cristo. "El discipulado (...) no es el apego a la explicitación de una doctrina, sino a la experiencia de la presencia amigable , viva y operante del Señor (...) por medio de la escucha de su Palabra". Renovación. El Vicario de Cristo dijo que, la Iglesia debe ir por una continua renovación, atendiendo a los cambios que el mundo de hoy le exige, manteniendo siempre firme y renovada su fe. “La renovación supone sacrificio y valentía, no para considerarse mejores o más pulcros, sino para responder mejor al llamado del Señor. (..) la razón de ser de todos nuestros mandatos y prescripciones, nos invita a ponderar lo normativo cuando está en juego el seguimiento; cuando sus llagas abiertas, su clamor de hambre y sed de justicia nos interpelan y nos imponen respuestas nuevas. Y en Colombia hay tantas situaciones que reclaman de los discípulos el estilo de vida de Jesús, particularmente el amor convertido en hechos de no violencia, de reconciliación y de paz”, expresó el obispo de Roma. Por último, reflexionó sobre la tercera actitud: Involucrarse. Al respecto, afirmó que son muchos los que tienen sed de Dios y hambre de dignidad por causa del despojo, por lo que invitó a involucrarse y dar a conocer más a Dios. “No podemos ser cristianos que alcen continuamente el estandarte de «prohibido el paso», ni considerar que esta parcela es mía, adueñándome de algo que no es absolutamente mío”. “La Iglesia no es nuestra, es de Dios; Él es el dueño del templo y del sembrado; todos tienen cabida, todos son invitados a encontrar aquí y entre nosotros su alimento. Nosotros somos simples «servidores» (cf. Col 1,23) y no podemos ser quienes impidamos ese encuentro”, aseveró. Al finalizar su homilía el Papa Francisco recordó que vino a Colombia a confirmar en la fe y la esperanza del Evangelio e invitó a seguir a Jesús, conocerlo y dejarse instruir por Él para anunciarlo con mayor alegría.

Sáb 9 Sep 2017

Obispo Castrense presenta al Santo Padre su comunidad cristiana

El día de ayer el Santo Padre saludó a un grupo de soldados y policías heridos en combate, igual que a la señora Emperatriz Castro, mamá del señor Mayor Julián Ernesto Guevara Castro asesinado en cautiverio a finales de enero de 2006. El Papa Francisco resaltó la importante misión que desempeñan los que defienden la seguridad y la Paz del pueblo colombiano, al finalizar su saludo impartió la bendición apostólica para todos los miembros del Sector Defensa. El Director de la visita del papa a Colombia Monseñor Fabio Suescún Mutis, presentó al Santo Padre el personal del Ministerio de Defensa que hace parte de su comunidad de la diócesis Castrense. Este momento ocurrió en el Comando Aéreo de Combate (CATAM) en momentos previos a que el sucesor de Pedro tomara su vuelo para Villavicencio. El Vicario de Cristo pronunció un corto saludo a la delegación del Ministerio de Defensa donde asistieron el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Guillermo Escobar, autoridades y uniformados de las Fuerzas Militares, Policías, personal del Obispado Castrense y héroes de la patria. “Quiero agradecer lo que han hecho y lo que hacen por La Paz. Es como lo que hizo Jesús, puso en juego su vida y nos la entregó para salvarnos (…) Gracias de corazón por todo eso. Ojalá puedan ver consolidada la paz que la merecen” expreso el Obispo de Roma. Para finalizar el encuentro el Sumo Pontífice pidió rezar en silencio por todos los caídos y heridos que ofrecieron sus vidas.

Vie 8 Sep 2017

¡Colombia déjate reconciliar!

En presencia de unas seis mil personas y luego de escuchar cuatro testimonios de víctimas de la violencia en el Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional, el Papa Francisco dijo a Colombia: “Abre tu corazón de pueblo de Dios y déjate reconciliar. No temas a la verdad, ni a la justicia”. “Queridos colombianos: No tengan temor a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias”. “Es la hora para desactivar los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno”, dijo el Santo Padre. “La verdad no debe, de hecho, conducir a la venganza, sino más bien a la reconciliación y al perdón. Verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos. Verdad es confesar qué pasó con los menores de edad reclutados por los actores violentos. Verdad es reconocer el dolor de las mujeres víctimas de violencia y de abusos”. El encuentro de oración se desarrolló en el parque Las Malocas en Villavicencio, con víctimas de la violencia y miembros de la guerrilla; con la imagen del Cristo de Bojayá, imagen que recuerda la muerte de más de 100 personas al interior del templo de Bojayá, luego que las guerrillas lanzaran un balón de gas en 2 de mayo de 2002. La ceremonia contó con la presencia del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y comenzó con las palabras de perdón, reconciliación y paz del Arzobispo de Villavicencio, Mons. Óscar Urbina. “En esta tarde queremos, en un gesto sencillo, descubrir que la reconciliación entre los colombianos es un proceso, no solo una meta o un estado perfecto porque nunca podremos afirmar que hemos llegado a él y menos que no podremos alcanzarlo. Es el sentido itinerante de la reconciliación”, dijo Mons. Urbina. “El anhelo del pueblo colombiano de superar los sufrimientos causados por las distintas formas de violencia como el secuestro, la extorsión, el desplazamiento, la desaparición forzada, el reclutamiento forzoso, las amenazas contra la vida, los asesinatos, han destruido los proyectos de vida de miles de familias y de comunidades. Rehacer la vida de tantas víctimas requerirá tiempo”, agregó. Posteriormente, el Santo Padre realizó una oración y la coral de la Corporación Universitaria Unimeta, la Banda Musical de Santa Cecilia de Villavicencio y el grupo de teatro estudiantil de la Universidad Santo Tomás realizaron un acto alusivo al Salmo 85. El primer testimonio fue el de Juan Carlos Murcia Perdomo, que permaneció por 12 años en las FARC. Le siguió el relató de Deisy Sánchez Rey, reclutada para las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En tercer lugar, Luz Dary Landazury contó las consecuencias de la explosión de un artefacto explosivo en su cuerpo y cómo continuó con su vida. Por último, Pastora Mira García a quien la guerrilla mató a varios de sus familiares y en la ayuda a los mismos asesinos personas que sufren las consecuencias de la guerra ha encontrado la sanación y el perdón. Al concluir el relato encendieron una vela ubicada junto al Cristo de Bojayá y el Santo Padre realizó el gesto de la paz saludando a quienes contaron sus historias y otros presentes. En su discurso el Papa Francisco destacó las historias presentadas y dijo que al mirar la imagen al Crucificado de Bojayá, “contemplamos no sólo lo que ocurrió aquel día, sino también tanto dolor, tanta muerte, tantas vidas rotas y tanta sangre derramada en la Colombia de los últimos decenios”. “Ver a Cristo así, mutilado y herido, nos interpela”. “Él vino para sufrir por su pueblo y con su pueblo; y para enseñarnos también que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia”. “Gracias Señor por el testimonio de los que han infligido dolor y piden perdón; los que han sufrido injustamente y perdonan. Esto sólo es posible con tu ayuda y presencia. Eso ya es un signo enorme de que quieres restaurar la paz y la concordia en esta tierra colombiana”. Dirigiéndose a Pastora les dijo: “tú lo has dicho muy bien. Quieres poner todo tu dolor, y el de miles de víctimas, a los pies de Jesús Crucificado, para que se una al suyo y así sea transformado en bendición y capacidad de perdón para romper el ciclo de violencia que ha imperado en Colombia. Tienes razón: la violencia engendra más violencia, el odio más odio, y la muerte más muerte”. "Con la ayuda de Cristo vivo en medio de la comunidad es posible vencer el odio, es posible vencer la muerte, es posible comenzar de nuevo y alumbrar una Colombia nueva. Gracias, Pastora, qué gran bien nos haces hoy a todos con el testimonio de tu vida”. "Nos conmueve también lo que ha dicho Luz Dary en su testimonio: que las heridas del corazón son más profundas y difíciles de curar que las del cuerpo. Así es. Y lo que es más importante, te has dado cuenta de que no se puede vivir del rencor, de que sólo el amor libera y construye". “Y de esta manera comenzaste a sanar también las heridas de otras víctimas, a reconstruir su dignidad. Este salir de ti misma te ha enriquecido, te ha ayudado a mirar hacia delante, a encontrar paz y serenidad y un motivo para seguir caminando”. “Ciertamente es un reto para cada uno de nosotros confiar en que se pueda dar un paso adelante por parte de aquellos que infligieron sufrimiento a comunidades y a un país entero. Es cierto que en este enorme campo que es Colombia todavía hay espacio para la cizaña. Ustedes estén atentos a los frutos, cuiden el trigo y no pierdan la paz por la cizaña”. El Papa Francisco, encabezó la Oración de San Francisco por la Paz, rezó el Ave María y para finalizar, unos niños presentaron unos árboles pequeños que serán plantados como signo de la reconciliación en la selva. Fuente: ACIPRENSA

Vie 8 Sep 2017

Monseñor Emilio Jaramillo y el Padre Pedro Ramírez ya son beatos

Al inicio de la Eucaristía celebrada este viernes en la ciudad de Villavicencio, el Papa Francisco realizó la ceremonia de beatificación de monseñor Jesús Emilio Jaramillo, obispo de Arauca y el padre Pedro María Ramírez Ramos, párroco de Armero. Una vez leídas las biografías de los siervos de Dios, el Papa Francisco señaló que, de acuerdo a la solicitud hecha por el actual obispo de Arauca, monseñor Jaime Muñoz Pedrosa y por Fabio Duque Jaramillo, obispo de Garzón, de los obispos del país, fieles y la Congregación de la Causa de los Santos, declaraba como beatos a estos dos miembros de la iglesia católica. “Con nuestra autoridad apostólica declaramos que los venerables Siervos de Dios, monseñor Jesús Emilio Jaramillo, del Instituto de misiones extranjeras de Yarumal y obispo de Arauca y el padre Pedro María Ramírez Ramos, sacerdote diocesano, párroco de Armero, mártires que como pastores según el corazón de Cristo y coherentes testigos del Evangelio derramaron la sangre por amor a la grey que les fue confiada, de ahora en adelante serán llamados beatos”. Por su parte, el arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Oscar Urbina Ortega, agradeció al Santo Padre el haberlos proclamados Beatos a estos venerables siervos de Dios “Beatísimo padre en nombre de todos los obispos del episcopado colombiano y en especial de los obispos de Arauca y Garzón y de todo el pueblo colombiano, agradezco de todo corazón a Su Santidad haber proclamado Beato a los venerables siervos de Dios Jesús Emilio Jaramillo, obispo de Arauca y el padre Pedro María Ramírez Ramos”, agradeció el arzobispo. Tras la proclamación, las reliquias de ambos beatos fueron expuestas para su veneración. En el calendario litúrgico de la Iglesia el 3 de octubre será la memoria del beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, obispo y mártir y el 24 de octubre la del beato Pedro María Ramírez Ramos, Presbítero y mártir.

Vie 8 Sep 2017

La reconciliación es abrir puertas a quienes han vivido el conflicto

El Papa Francisco invitó a los colombianos a decir sí a la verdad, la bondad y la reconciliación. Así lo manifestó durante la Eucaristía celebrada este viernes en el parque CATAMA en Villavicencio ante más de 500 mil personas. Inspirado en el Evangelio, el obispo de Roma señaló que Colombia es un pueblo con una genealogía de amor y bondad, pero también de desencuentros y muerte. En este panorama preguntó ¿cuáles serán los caminos para que en el país entren los caminos de la luz y la reconciliación? El Sumo Pontífice aseguró que la única vía para superar los desencuentros entre los colombianos, al igual que Jesús lo hizo, es abrazar y asumir la historia completa del país. DESCARGA LA HOMILÍA El Papa recordó que la reconciliación no es una palabra abstracta y advirtió que si fuese así solo traería esterilidad. “La reconciliación es abrir la puerta a cada una de las personas que han vivido el conflicto. Cuando las víctimas vencen la venganza se convierten en los protagonistas más creíbles en la construcción de la paz”, señaló el Papa. El Papa animó a todos los colombianos a dar el primer paso hacia la reconciliación. “Basta una persona buena para que haya esperanza. Cada uno de nosotros puede ser esa persona. Esto no significa desconocer los conflictos. No es legitimar las injusticias. El recurso a la reconciliación no puede servir para acomodar a situaciones de injusticia, es un encuentro entre hermanos para superar el egoísmo y la seudo justicia, es fruto de sentimientos nobles, para instaurar el respeto por cada individuo”, afirmó el Santo Padre. Finalmente, el Papa exhortó para que la reconciliación se concrete y consolide con el aporte de todos los colombianos. “Todo esfuerzo de paz, sin un compromiso serio de reconciliación será un fracaso”, advirtió.

Jue 7 Sep 2017

“Seguiremos luchando con tesón para implantar la justicia y la paz”

Con estas palabras el cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez, cerró los actos programados con el Papa Francisco en la ciudad capitalina, recordando que la Iglesia seguirá trabajando por el cuidado de las víctimas, la lucha contra la pobreza, la injusticia y la violencia. “La pobreza y miseria de amplios sectores de la población, fruto en gran parte de la injusticia y la violencia impiden el acceso de millones de colombianos a los derechos humanos fundamentales, como la nutrición, la salud, el techo el trabajo, la tierra y todo aquello que hace la vida digna y plenamente humana”, afirmó. El también presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), prometió al Sumo Pontífice acatar cada uno de sus mensajes y recomendaciones, velando por la protección y defensa de los derechos humanos, defendiendo la vida desde el momento mismo de su concepción hasta la muerte natural. “Le prometemos Santo Padre que su palabra, la palabra del Evangelio de la vida, estará siempre en nuestro corazón. Allí se convertirá en fuente permanente de inspiración para encontrar juntos los senderos del respeto, aceptación, cuidado, protección de la defensa y promoción de la vida en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, desde la niñez y la juventud hasta la ancianidad”, afirmó el prelado. Finalmente, el jerarca de la iglesia colombiana agradeció la presencia y cariño manifestados por el Papa y dijo que orará para que “el Señor lo ilumine, fortalezca, proteja y le permita guiar siempre a la Iglesia por los caminos del Evangelio”.

Jue 7 Sep 2017

El Papa invita a los colombianos a caminar juntos y dejar los egoísmos

Durante la Eucaristía celebrada en el Parque Simón Bolívar en Bogotá, el Papa Francisco exhortó a los colombianos a no tener miedo e ir mar adentro en busca de la justicia, la reconciliación y la paz. Así lo manifestó en una multitudinaria celebración que congregó cerca de un millón de personas que asistieron al principal parque que tiene la capital colombiana. El obispo de Roma advirtió, que en Bogotá como en otras ciudades del mundo, “hay unas densas tinieblas que amenazan y destruyen la vida”. Así mencionó los intereses personales, el egoísmo, el irrespeto, la sed de venganza y el odio que vuelven insensibles a las personas ante el dolor de las víctimas. Frente a estas tinieblas el Papa recordó que Jesús las disipa y destruye con su mandato de ir mar a dentro. DESCARGAR HOMILÍA “La palabra de Jesús tiene poder para convertir corazones, cambiar planes y proyectos. La palabra de Jesús es una palabra probada en la acción, no es una conclusión de escritorio de acuerdos fríos y alejados del dolor de la gente. Sirve para la seguridad de la orilla como para la fragilidad del mar”, afirmó el Sumo Pontífice. El Papa afirmó que en Colombia se encuentran “multitudes de personas que anhelan una palabra de vida que ilumine con su luz todos los esfuerzos y muestren el sentido y la belleza de la existencia humana”. En ese marco, invitó a ser capaces de confiar en el “Maestro cuya palabra suscita fecundidad, incluso allí donde la inhospitalidad de las tinieblas humanas hace infructuosos tantos esfuerzos y fatigas”. El Papa llamó para que los colombianos se llamen unos a otros y se hagan señas, al igual que los apóstoles. “Deben volver a ser hermanos, compañeros de caminos, socios de esta empresa común que es la patria”, señaló. Finalmente, animó a “impulsar el riesgo compartido” y no tener miedo de “arriesgar juntos”. Jesús nos invita a dejar nuestros egoísmos, perder nuestros miedos que no vienen de Dios, que nos inmovilizan y retardan la urgencia de ser constructores de la paz y promotores de la vida”, concluyó.