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Paz

Jue 3 Mayo 2018

Catatumbo: “La gente como que perdió el miedo”

El obispo de Tibú ha sido uno de los protagonistas de las movilizaciones en Catatumbo para parar la violencia desatada en la zona en estos meses. Su visión del problema de la coca y del papel de guerrillas y Estado es clarificadora. Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Obispo de Tibú, ha sido una voz crítica y valiente en aquella región abandonada por el Estado. Monseñor también ha liderado las recientes protestas en el Catatumbo en contra de la guerra. Cerca de cien mil personas se han visto afectadas por la confrontación que mantienen el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), dos guerrillas que se disputan el control de la zona. Colombia Plural conversó con él para entender mejor lo que está pasando en el Catatumbo. La siguiente es la entrevista que Monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, Obispo de Tibú, concedió al portal COLOMBIA PLURAL. — ¿Cómo está la crisis humanitaria hoy después de cuatro meses de enfrentamientos entre las dos guerrillas? Hasta donde sabía estábamos cerca de los seis mil desplazados, hay veredas confinadas. La cifra de muertos es incierta, porque a lo mejor si han caído en el campo ellos no van a dejar ver sus víctimas, pero las ha habido, de hecho esta semana mataron a un líder conocido del EPL. El EPL tiene tomados unos muchachos como rehenes, que no sé si ya los estarán devolviendo. — Usted dice que nunca había visto movilizaciones tan grandes y potentes en el Catatumbo exigiéndole a los grupos armados que cesen la confrontación. ¿Algo está cambiando? Por venir de afuera uno puede tener la percepción de que la cultura en el Catatumbo es de resignación frente a los grupos armados, es decir, vamos a sobrevivir con este grupo y lo tenemos que tolerar. La gente se ha adaptado para sobrevivir y tiene un código de resignación muy alto. ¿Qué es lo nuevo? Al comienzo de la confrontación lo que uno percibía es que los líderes deseaban que las guerrillas sólo se pusieran de acuerdo, consideraban que eso era suficiente. Pero el pueblo del Catatumbo es un pueblo parado, valiente, fuerte, que aguanta muchas cosas, así que el boicoteo que hizo el EPL con el paro armado fue muy mal pensado porque sumó todas las voluntades contra la guerra. El paro fue una estrategia que no se sabía si era de guerra o de paz: poner la gente en la mitad para presionar una negociación con el ELN, pero finalmente les sucedió al revés porque la gente hizo unas expresiones contra la guerra tremendas, que no es tan fácil porque estos grupos están muy insertados y vinculados con la comunidad, pero en ese sentido ahí hay una circunstancia nueva: la gente como que perdió el miedo. Nuestras comunidades están viendo que pueden hacer algo más que aguantar la guerra. Si un pueblo logra pasar de su mentalidad derrotada o derrotista empieza a imaginarse nuevos escenarios, por ejemplo, yo en una de esas manifestaciones les preguntaba: ¿por qué no podemos soñar que mañana no hay coca? Imaginémonos cómo sería esto sin coca, imaginémonos qué pasaría si este Catatumbo no tuviera ni un grupo armado. ¿Cómo viviríamos? ¿Cómo nos relacionaríamos? ¿Cómo produciríamos? Imaginémonos que el Estado no es el enemigo nuestro que nos olvidó, sino que es el aliado en la construcción de futuro. Ese imaginario hay que despertarlo porque ellos no lo tienen, pienso que la tarea nuestra es en esa dirección. — Justo en el Catatumbo empezó a fracasar el programa de sustitución de cultivos porque el Estado le incumplió a los campesinos, ¿Cómo va eso? Nosotros dijimos “mientras estos están en guerra nosotros salvemos el programa de sustitución voluntaria y los planes especiales para los municipios priorizados, que nuestras comunidades no se quedaran sin esos marcos de proyección a diez años”. Esa fue nuestra apuesta con los alcaldes y el Gobierno entendió eso, ahora, no es claro que en estos tres meses tengan la capacidad de moverse más rápidamente. Pero realmente sí hay muy pocas personas que se inscribieron en el programa de sustitución de cultivos y el Gobierno no tiene la gerencia ni la habilidad para cumplirle a los campesinos que dan ese paso de dejar la coca. Definitivamente, la gente está lista pero no frente a un Estado tan débil y tan poco asertivo, si el Estado cumpliera la gente daría pasos más rápidos. — ¿Ha habido presión de los grupos armados para que la sustitución no avance? No se han enfrentado porque hay tanta coca, es tan masiva, que el programa todavía no representa una amenaza para ellos, la tendencia es a que la coca no se quita. Los campesinos que firmaron los acuerdos son muy poquitos, están en Caño Indio en una vereda en particular y en este momento están centralizados sólo Tibú y Sardinata. Aunque sí hubo un caso de amenaza a un líder de una comunidad que se ha puesto en la tarea de promover la sustitución, le dijeron: “Quédese callado, no se meta en eso”. Hay intereses concretos de mucha gente que vive de la coca, no sólo de las guerrillas. — El Ejército de Liberación Nacional se negó durante muchos años a mezclarse con el narcotráfico ¿Están involucrados ahora en ese negocio? Sí, eran muy reacios, de hecho yo creo que fueron ellos los que acabaron la coca en Arauca. Acá es diferente, diciéndolo francamente ellos tuvieron que decidir entre ser cómplices o enfrentarse a la gente, porque la gente se lo impuso. Digamos que no manejan líneas ni cargamentos, pero la cultura coquera lo que hace es mover mucha plata. Por ejemplo, por cada canasta de cerveza son diez mil pesos de ganancias para las guerrillas. — Además, el Catatumbo tiene un problema de superposición territorial muy fuerte: hay tierras despojadas y reclamantes, hay Parques y Reservas Naturales, hay colonos, hay resguardos indígenas y hasta un proyecto de Reserva Campesina… Es un territorio que tiene toda la informalidad en tema de tierra y va a ser muy difícil solucionar eso porque casi nadie tiene escrituras públicas, son posesiones o documentos de compraventa. El tema de tierras para mí en este momento no es un problema fundamental, lo será en otro momento, cuando la gente vaya a pedir un préstamo en el banco y necesite las escrituras de su finca. Para mí, el punto de quiebre en ese territorio, en la línea que abrieron los acuerdos de La Habana, sería administrar correctamente el problema de los cultivos ilícitos, si la coca comienza a disminuir en el territorio va a haber un problema porque es la riqueza que trae la coca la que alimenta los grupos armados, es mucho dinero que se mueve. — El Ejército Popular de Liberación es menospreciado por el gobierno, que los llama la banda de “Los pelusos” ¿Usted cree que sean un actor político? El EPL tiene una cepa muy revolucionaria, ahí hay unos “cacaos” de lo que quedó del EPL original que son muy radicales y no dieron el paso a la paz cuando hubo el acuerdo con esa guerrilla. Esa base existe, es ideológica, pero es una base pequeña, casi que invisible, incluso se dice que no están en el territorio. Es indudable que el ELN tiene una mayor formación política e ideológica en sus miembros. El EPL empezó a reproducirse a partir de Megateo [Víctor Ramón Navarro, comandante del EP, muerto en 2015] porque él tenía el propósito de hacer crecer esa guerrilla, pero lo hizo de un modo no muy revolucionario, enrolando jóvenes sin formación política, sólo por la atracción de las armas. Megateo se estaba convirtiendo en un estorbo para esa cepa original del EPL, era algo así como una especie de mafioso que desfiguraba la cosa. Yo pensé que después de la muerte de Megateo se iba a calmar la situación y fue al revés, empezó a crecer y ahora no hay una unidad de mando, hay un montón de caudillismos. Fuente: Colombia plural

Mié 2 Mayo 2018

Transmisión de la Eucaristía en el Primer Día Nacional por la Reconciliación

Este jueves 3 de mayo, vía streaming, transmitiremos la Sagrada Eucaristía con ocasión del Primer Día Nacional por la Reconciliación. La celebración será presidida por monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), y le acompañarán varios obispos de diferentes regiones del país. El Día Nacional por la Reconciliación es una ocasión para orar por la paz y la reconciliación de nuestro país, recordando el encuentro de oración por la reconciliación nacional en Villavicencio el 8 de septiembre de 2017, durante la visita del Papa Francisco a Colombia. DESCARGA INSUMOS PARA EL PRIMER DÍA POR LA RECONCILIACIÓN En la Asamblea Plenaria extraordinaria del Episcopado Colombiano, realizada en noviembre de 2017, los obispos aprobaron que cada 3 de mayo, en la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, se conmemore el Día Nacional por la Reconciliación. La celebración Eucarística se realizará desde las 8:00 am en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). La transmisión podrá ser seguida por www.cec.org.co y www.facebook.com/episcopadocol.

Vie 27 Abr 2018

Iglesia apoya Congreso de Ciencia y educación para la Paz

Abordando temas como reconciliación y cultura de paz, la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) hizo parte del II Congreso Internacional de Ciencia y Educación para el Desarrollo y la Paz, un escenario de consenso, inclusión y discusión creado para construir propuestas colectivas en educación y ciencia, desde el aporte de distintos sectores de la sociedad. Durante el segundo día del Congreso, el Padre Darío Echeverri, Secretario General de la CCN, y el Padre Francisco de Roux, Presidente de la Comisión de la Verdad, invitado por la Comisión de Conciliación, participaron en el panel titulado Retos de la Ciencia y la Educación en la Paz y el Desarrollo. En su intervención, el Padre Darío, también párroco de la iglesia del Voto Nacional, construida en Bogotá pidiendo el fin de la Guerra de los Mil Días en Colombia, fue enfático en que educar para la paz desde la integralidad y la verdad en este país que lleva más de 50 años en conflicto armado, es todo en desafío que requiere el aporte de todos. En este sentido, según el sacerdote, es necesario prestar una atención especial en la educación de esa Colombia profunda y rural a la que pocas oportunidades llegan. De acuerdo con su ponencia, los retos de la ciencia y la educación para construir una colombia reconciliada y en paz son varios. Estos fueron algunos de los que evocó el sacerdote: “ "Educar para la paz es garantizar que todos los niños y niñas puedan acceder a una excelente educación, enseñarles que se deben ver unos a otros iguales y con los mismos derechos. * Educar para la paz es también extender una mirada a nuestros hermanos Venezonalos y acogerlos. * Educar para la paz es formar a la ciudadanía, desarrollar competencias para la convivencia pacífica, para la participación democrática, para la pluralidad de la identidad, para la valoración de todas las diferencias. * Educar para la paz es educar para la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. Las universidades del país no se han comprometido con la justicia transicional, y estos elementos que son fundamentales”. Por su parte, el Padre Francisco De Roux, Presidente de la Comisión de la Verdad, quien afirmó que en Colombia los problemas estructurales nunca los hemos encarado y resuelto, dijo que “aún nos da miedo decir la verdad y somos incapaces de tomar decisiones”. Según De Roux, éste es un hecho que está vinculado también con la profunda falta de carácter que inicia desde la primera escuela. “Me parece valioso lo que aquí se ha planteado en términos de ubicarnos en un país de regiones (…) Estoy completamente de acuerdo en que tenemos que hacer un ejercicio transdisciplinario si queremos empezar a transformar este tipo de realidades (…) No hemos enfrentado la verdad. La formación del carácter en los niños es frágil (…) No basta con saber, si no decidimos y no ponemos en práctica, no estamos en nada”, le dijo Francisco De Roux a los asistentes. Stephan Miethke, Asesor Internacional de la CCN, fue uno de los coordinadores del eje de trabajo sobre Aportes de la Educación y la Ciencia para una Cultura de Reconciliación y Paz desarrollado durante el segundo y tercer día del Congreso, en el que participaron representantes de otras organizaciones como la Fundación Escuelas de Paz y de la IPB Consultant. Sobre el tema central de este eje, que busca ser un impulso inicial para que los participantes se interesen en temas como la cultura de paz, Miethke afirmó: “tenemos que mirar cuáles son nuestras costumbres cotidianas, qué tienen que ver con la violencia que estamos viviendo diariamente, porque la violencia no es solamente el enfrentamiento entre grupos armados, está en hogares, vecindades y escuelas. Tenemos que buscar esas causas para desarrollar estrategias que sirvan”. Durante su intervención en este eje, el Padre Darío Echeverri afirmó que “el perdón no obedece a ninguna lógica” y es un elemento del que se debe partir si se quiere avanzar en el camino hacia la reconciliación y la paz. El Foro Permanente de Ciencia y Educación para el Desarrollo y la Paz fue la organización que convocó este importante Congreso. La Comisión de Conciliación Nacional hace parte de este Foro, conformado por más de 100 instituciones, desde el año 2013. Con su participación, en representación de la Iglesia, la CCN busca construir alianzas con el sector educativo para impulsar estrategias que permitan fomentar una cultura de paz en el país. El evento, desarrollado entre el 25 y el 27 de abril en la Universidad de Antioquia, en Medellín, convocó a cerca de 200 personas, entre estudiantes, docentes, investigadores, directivas de instituciones educativas, padres de familia, representantes de instituciones gubernamentales, políticos y líderes religiosos. Fuente: Oficina de comunicaciones Comisión Nacional de Conciliación

Vie 20 Abr 2018

Obispos de Pastoral Social analizan líneas de construcción de paz

Los obispos miembros de la Comisión Episcopal de Pastoral Social / Cáritas Colombiana: Mons. Luis José Rueda Aparicio, Mons. Fabio Suescún Mutis, Mons. Joaquín Humberto Pinzón Güiza, Mons. Juan Carlos Barreto Barreto y Mons. José Vicente Huertas, reunidos en la Conferencia Episcopal de Colombia, el 19 de abril, conocieron el informe de construcción de paz y el mapa de proyectos del Secretariado Nacional de Pastoral Social en el país. Durante la jornada, en la que también estuvo presente el director y subdirector del SNPS/Cáritas Colombiana: Monseñor Héctor Fabio Henao y el padre Enán Xavier Humánez, respectivamente; miembros del equipo; los sacerdotes Wilson Castaño, director de Pastoral Penitenciaria; Adriano Tarrarán, director de Pastoral de la Salud; el padre Camilo Bernal y miembros representantes de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, se estudió la propuesta de implementación de un convenio marco entre las dos instituciones, con el fin de ofrecer cursos, diplomados, especializaciones y maestrías en Doctrina Social de la Iglesia.

Lun 2 Abr 2018

La ruta de la Cruz para resucitar y vivir

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - Nuestra mayor certeza es ésta: “Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre” (Hebreos13, 8). “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo28, 20). Bendiga Dios a quienes santifican estos días con la vivencia intensa del Misterio de su Hijo hecho hombre, muerto en la cruz y resucitado de entre los muertos. Bendiga Dios a la Iglesia que se hace memoria de Cristo Jesús y celebra su memorial en la Eucaristía, en la Palabra del Evangelio que nos trae al presente su pasión, y en el testimonio de muchedumbres que se congregan, aún en tiempos de marcada confusión y crudo individualismo, para decir que Él está vivo y es vida nuestra, vida para el mundo entero, “vida escondida, con Cristo, en Dios”. Bendiga Dios a la humanidad entera de estos tiempos y salve de la tragedia al planeta tierra que habitamos y que corre el riesgo de ser destruido por la inconciencia de la maldad, el desorden de las codicias y la barbarie de las guerras. Bendiga Dios a los más débiles y pequeños, a quienes son excluidos y expulsados, obligados a emigrar y mendigar la supervivencia. Su compasión divina suscite la solidaridad humana con todas las víctimas de los conflictos, especialmente con los niños por nacer y criarse, por los ancianos y enfermos, por los desvalidos y diversamente capacitados. Bendiga Dios, en esta Pascua, a nuestra patria Colombia, cuya población, dispersa por los males de la violencia, la mentira, la corrupción y el narcotráfico, aún no sabe cómo salir de las encrucijadas en que se encuentra, entre la vuelta constante al pasado y el miedo a construir un futuro distinto. Fortalezca Dios los esfuerzos por abrirle paso a la convivencia pacífica, a la memoria de la verdad y a la unidad en la diversidad. Recuperemos todos, con la bendición de la Pascua 2018, “la ruta de la cruz”, que nos conduce a morir a nosotros mismos, estando aún vivos; a resucitar con Cristo desde ahora, sin habernos muerto aún; y a consolidar juntos el don y bien de la vida humana, de la vida en nuestros entornos y territorios, del futuro con vida y oportunidades para todos. Esa ruta es la gracia del Resucitado en cinco palabras: Amor hasta el dolor, transformar el dolor en perdón, hacer del perdón el camino para un cambio de vida y cambiar juntos ante la vida, buscar el cambio a través de la participación y la autogestión ciudadana en cada población. ¡Felices Pascuas de Resurrección! +Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Lun 2 Abr 2018

La ruta de la Cruz para resucitar y vivir

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - Nuestra mayor certeza es ésta: “Ayer como hoy, Jesucristo es el mismo, y lo será siempre” (Hebreos13, 8). “Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo28, 20). Bendiga Dios a quienes santifican estos días con la vivencia intensa del Misterio de su Hijo hecho hombre, muerto en la cruz y resucitado de entre los muertos. Bendiga Dios a la Iglesia que se hace memoria de Cristo Jesús y celebra su memorial en la Eucaristía, en la Palabra del Evangelio que nos trae al presente su pasión, y en el testimonio de muchedumbres que se congregan, aún en tiempos de marcada confusión y crudo individualismo, para decir que Él está vivo y es vida nuestra, vida para el mundo entero, “vida escondida, con Cristo, en Dios”. Bendiga Dios a la humanidad entera de estos tiempos y salve de la tragedia al planeta tierra que habitamos y que corre el riesgo de ser destruido por la inconciencia de la maldad, el desorden de las codicias y la barbarie de las guerras. Bendiga Dios a los más débiles y pequeños, a quienes son excluidos y expulsados, obligados a emigrar y mendigar la supervivencia. Su compasión divina suscite la solidaridad humana con todas las víctimas de los conflictos, especialmente con los niños por nacer y criarse, por los ancianos y enfermos, por los desvalidos y diversamente capacitados. Bendiga Dios, en esta Pascua, a nuestra patria Colombia, cuya población, dispersa por los males de la violencia, la mentira, la corrupción y el narcotráfico, aún no sabe cómo salir de las encrucijadas en que se encuentra, entre la vuelta constante al pasado y el miedo a construir un futuro distinto. Fortalezca Dios los esfuerzos por abrirle paso a la convivencia pacífica, a la memoria de la verdad y a la unidad en la diversidad. Recuperemos todos, con la bendición de la Pascua 2018, “la ruta de la cruz”, que nos conduce a morir a nosotros mismos, estando aún vivos; a resucitar con Cristo desde ahora, sin habernos muerto aún; y a consolidar juntos el don y bien de la vida humana, de la vida en nuestros entornos y territorios, del futuro con vida y oportunidades para todos. Esa ruta es la gracia del Resucitado en cinco palabras: Amor hasta el dolor, transformar el dolor en perdón, hacer del perdón el camino para un cambio de vida y cambiar juntos ante la vida, buscar el cambio a través de la participación y la autogestión ciudadana en cada población. ¡Felices Pascuas de Resurrección! +Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Mié 21 Mar 2018

Diócesis de Cúcuta marcha por el perdón, la vida y la paz

En medio de la compleja situación social, política y económica que vive la zona de frontera colombo-venezolana, niños, jóvenes y adultos se unieron, el 16 de marzo, en oración por la reconciliación, la vida y la paz, durante la tradicional Marcha del Perdón, que adelanta la Diócesis de Cúcuta, desde hace 18 años. Comunidades parroquiales; movimientos apostólicos; grupos eclesiales; instituciones educativas; autoridades civiles, de policía; y comunidad en general hicieron parte de esta jornada que convoca a todos los fieles de la Diócesis de Cúcuta y personas de buena voluntad para proclamar los valores de la vida, la reconciliación, el perdón y la paz. La tradicional marcha, hace parte de la preparación para celebrar la Semana Mayor. Es esta una expresión de fe y búsqueda de conversión, que tuvo lugar de encuentro en la Plaza de Banderas de la ciudad de Cúcuta, allí los fieles se dieron cita y llevaron globos con los colores de las Vicarías, estandartes de las parroquias, pendones y diversas muestras artísticas y culturales que hicieron parte de esta evidencia del dinamismo de la Iglesia Católica local, que anima a sus fieles a interiorizar y poner en práctica la misericordia, la justicia y la verdad, animados por el lema, “Misericordia y verdad se encuentran, justicia y paz se abrazan”. (Sal 85, 11). Antes de partir, Monseñor Víctor Manuel Ochoa, Obispo de Cúcuta, dio la bienvenida a la jornada, agradeciendo la multitudinaria presencia: “Agradezco la presencia, el esfuerzo. Vamos a peregrinar con fe para poner a Cristo en nuestra ciudad”. Monseñor invitó a pedirle a Dios ayuda por el trabajo, la familia, la escuela y a situar a Jesús en todo. “No marchemos por marchar, marchamos por el Señor”. Concluyó. Tras recorrer las principales calles del centro de la ciudad, el encuentro finalizó frente a la catedral san José con la oración y bendición de los hogares, familias, enfermos y de nuestras manos, que han de ser manos trabajadoras, defensoras de la vida y constructoras de la paz. Monseñor Ochoa destacó la necesidad del perdón y la conversión. “Colombia necesita de perdón y reconciliación, que baje las armas. Norte de Santander está viviendo hoy violencia y enfrentamientos entre colombianos, eso, no puede continuar. Tenemos que perdonarnos aquello que nos duele en el corazón para ser apóstoles de la reconciliación”, puntualizó. Fuente: Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta

Jue 8 Mar 2018

Dediquemos nuestro tiempo a las buenas obras

El que obra perversamente detesta la luz y prefiere las tinieblas. Las obras tienen un efecto en las personas y la sociedad. Dediquemos nuestro tiempo a hacer buenas obras, para eso nos creo Dios. Una buena obra genera paz, alegría, fraternidad, solidaridad y la cultura del encuentro. Gastemos el tiempo y la vida que el Señor nos da en buenas obras. Tareas: - Frente a Jesús reconoce si tienes en tu vida obras de tinieblas y conviértete. - Didica tu vida a hacer buenas obras y que no pase un día sin haber hecho una buena obra que alegre tu vida, la de tu familia o la de la comunidad. - Comparte este video como una buena obra para evangelizar.