Rostros

Nuestro ‘Rostro’ invitado es periodista de Red+Noticias, le gusta la lectura, montar bicicleta de ruta, pasear y disfrutar espacios en familia; pero, sobre todo, le apasiona trabajar por la reivindicación del papel de la mujer en la sociedad. De hecho, Paola Conde Cruz hoy recuerda con orgullo la entrevista que realizó en 2016 al hoy Nobel de Paz, el médico congoleño Denis Mukwege, quien trabaja por la reivindicación de los derechos de la mujer. “Tuve la fortuna de conocerlo y entrevistarlo, es una persona que ha ayudado a reivindicar el papel de la mujer, ha trabajado en apoyar aquellas mujeres que han sido parte del conflicto armado (…) me motivó mucho conocer una persona que vino a Colombia para hablar sobre el conflicto armado y el papel de la mujer. Ahora saber que luego de dos años es Nobel de Paz, para mí fue un honor entrevistarlo”, afirmó. Esta joven periodista recuerda que desde muy pequeña le causaba curiosidad lo que había detrás de una pantalla de televisión; fue creciendo y escudriñando para reafirmar lo extraordinario de este mundo, lo cual, según ella, la llevó a estudiar periodismo. “Mi carrera me enseñó a escribir historias, a entender el contexto colombiano e internacional, a contar diferentes ángulos de la noticia, a tratar casos puntuales de denuncias que luego le han podido ayudar a personas vulnerables. El mayor propósito en mi carrera es el poder servir”, afirmó. Su trabajo profesional como periodista inició en 2009. Ha hecho parte del equipo de reportería de Caracol televisión, Canal 13, Blu Radio, Caracol Internacional, Canal Capital y, actualmente, está en Red+Noticias. Esta bogotana, egresada de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, afirma que la palabra ‘verdad’ debe ser el pilar para ejercer un periodismo ético. “Se requiere contrastar la información para informar con veracidad (…) Es una gran responsabilidad de parte nuestra informar a una audiencia que está creyendo en nosotros, debemos saber que estamos sirviendo a la ciudadanía”. Se siente orgullosa de su familia: Dora Cruz, su madre; sus hermanos Marly y Andrés y, sus dos sobrinitos Sara y Thomas, a quienes adora como si fueran sus hijos. Actualmente comparte su vida con Jhonson Rojas y cuatro gatos. Considera que el éxito de su relación de pareja ha sido la comprensión y el respeto. Sus proyectos a futuro, luego de haber terminado una especialización en Gerencia de Mercadeo, es fortalecer su pasión por el periodismo e impulsar su propia empresa de emprendimiento. Así como, diariamente, Paola se encomienda a Dios antes de salir de casa, también nosotros, desde la Conferencia Episcopal de Colombia, la encomendamos al Todopoderoso y le auguramos éxitos en todos sus nobles proyectos.

Su vocación como periodista llegó a muy temprana edad y nunca se ha preguntado si hubiera querido hacer una cosa diferente al periodismo. Así lo expresó Andrés Gil Gómez, periodista de RCN Televisión, a la sección de “Rostros”. “Desde temprano Dios me mostró el camino. Cuando yo era un poco más joven jamás tuve que enfrentarme a una disyuntiva en materia de mi vocación profesional. Siempre tuve claro que quería ser periodista de televisión y con el favor de Dios logré hacerlo”. A sus 41 años de edad, Andrés ya ha tenido 22 de experiencia en el medio periodístico. Realizó sus estudios en la Pontificia Universidad Bolivariana. Antes de culminar su carrera tuvo el privilegio de prestar sus servicios en una empresa periodística y esto, cuenta él, le ratificó su pasión por el periodismo. Se considera una persona tranquila, difícil de alterar su estado de ánimo, buen amigo, profundamente feliz y creyente en Dios. “Soy católico, creyente, practicante, muy devoto de la Virgen de Fátima así como mis hijos y mi esposa. Soy un católico, además, que procura hacer no sólo oración sino también con mi vida agradar a Dios con las obras que cada día desde la sencillez de mi vida puedo adelantar”. Vive enamorado de su familia, que la conforman su esposa Alexandra Arboleda y sus hijos Salomé y Nicolás. Se considera un buen esposo y padre. “Es indudable que con la carga laboral los tiempos para la familia a veces pueden ser escasos, pero yo procuro que de manera sagrada los fines de semana sean para mi esposa y mis hijos”. Al referirse al tema de las nuevas generaciones del periodismo, se mostró inquieto y preocupado, aseguró que esta profesión como muchas otras, está en un momento de ‘crisis vocacional’. Aseguró que hay superficialidad, laxitud y ganas de no hacer mucho por parte de algunos de los profesionales. “Nuestro único compromiso tiene que ser con la verdad, con la contrastación de fuentes, con ofrecimiento de elementos a la opinión pública para que ella sea quien tome sus propias determinaciones. Los intereses de otra índole, pues serán eso, intereses, pero no tienen que ser esos intereses los que preocupen al periodista, debemos estar comprometidos con la verdad y la ética”. Manifiesta que su experiencia de cubrir la fuente de Iglesia por años ha sido interesante y de mucho aprendizaje. “La Iglesia católica es una institución demasiado influyente y determinante ante la vida de muchos seres humanos, no solo en Colombia sino en el mundo entero (…) Lo que dicen los altos jerarcas de la Iglesia, lo que opinan, sus acciones pastorales, sus opiniones personales sus consideraciones frente al poder, la economía, otras instancias de la sociedad son absolutamente determinantes y calan hondo entre muchos sectores de la sociedad”. Al tocar el tema del privilegio que tuvo, entre muchos de periodistas, de cubrir la visita del Papa Francisco desde su salida de Roma a Colombia y luego su regreso al Vaticano, dijo que recuerda estos momentos desde dos dimensiones: la profesional y la personal. Dimensión profesional: “Esto ha sido un privilegio que quizás difícilmente se vuelva a repetir”. Dimensión personal: “Es una emoción y un privilegio mucho mayor, yo le puedo contar a mis hijos que estuve con el Papa, que tuve la foto con el Papa. Así que desde el punto de vista personal es altamente satisfactorio haber podido tener esta experiencia. Fueron 6 o 7 días muy bonitos en los que no importaba si teníamos jornadas de más de 23 horas (…) En lo personal seguramente nunca lo volveré a vivir”.

Comprometido y apasionado con su profesión, descubrió el amor hacia el periodismo en las puertas de la adolescencia. El gusto por la lectura, por la radio y sobre todo el interés por mantenerse siempre informado, dejaba ver su interés por una profesión de grandes sacrificios y enorme responsabilidad ante el impacto que tiene en la dinámica social. “Esto es pura pasión, desde que estaba como en octavo de bachillerato a mí me gustaba mucho leer, llenarme de periódicos, ver noticias, escuchar radio y siempre quise estar en ese lugar. Siempre le dije a mi mamá que ese era mi sueño, yo quería estar alguna vez ahí”, recuerda con algo de emoción al repasar aquellos años de juventud y sus inicios en el mundo de la comunicación y el periodismo, que se desarrollaron en el ámbito organizacional. Damián Landinez, periodista de Blu Radio, siempre ha buscado dar lo mejor de sí desde su trabajo; cuenta con experiencia en televisión, radio y en la esfera institucional. El próximo desafío que espera enfrentar es la prensa escrita, por la que siente un gusto especial. El invitado de esta semana a‘Rostros’se describe como un hombre de familia y de buenos amigos, disfruta compartir con ellos tanto como leer, escuchar radio, montar bicicleta y jugar fútbol. Cubrir la fuente de Iglesia ha sido para él toda una novedad que en el camino le ha dejado importantes enseñanzas. “La verdad no tenía que uno tenía que estar atento a las reacciones que se generaran desde este espacio, pero las veces que lo he podido hacer uno se da cuenta que realmente los temas y sobre todo la información que se maneja aquí es de bastante relevancia. Hay mucha opinión y mucha reacción frente a todas las situaciones que se presentan en el país, eso me ha marcado”, señala al tiempo que destaca lo interesante que resultó el poder cubrir la visita del papa Francisco al país. “Fue una experiencia increíble porque los medios de comunicación tuvimos la oportunidad de estar muy cerca de él, de poder sentir la energía que un personaje como él genera frente a la comunidad colombiana y algo que me marcó fue que él dejó una perspectiva distinta en los colombianos, una semilla de paz, de tranquilidad, de armonía, de convivir, pero lastimosamente esa semilla se ha ido perdiendo y nos hemos estado dando cuenta que seguimos siendo igual de intolerantes, una ciudadanía que realmente no nos importa el otro ni el prójimo, sino nuestro beneficio”. En el camino de su profesión ha contado siempre con el apoyo de su familia: Su mamá Mariela Cañón, “adorada ella”; su padre Hernando Landinez, “un gran ejemplo de vida”; y su hermano Sergio Andrés Landinez, estudiante de gastronomía. “La reacción de mi familia frente a lo que hago es de orgullo total. Ellos son felices porque saben que esto me gusta y lo hago con la mayor devoción del mundo”. Finalmente, sobre el compromiso que esta profesión implica, destaca que el periodismo existe para el beneficio de la comunidad y no para responder a intereses particulares.

Aunque estuvo a punto de tirar la toalla en su carrera, logró superar los momentos difíciles y hoy se siente la mujer más feliz ejerciendo su profesión. Así nos lo compartió la cartagenera Ana María Cuesta Rodríguez, periodista de la W Radio. “Estudiar periodismo me sirvió para mejorar como persona, superar la timidez que tenía, la verdad es que me he abierto más al mundo (…) En esta profesión constantemente estás aprendiendo nuevas cosas, en algún momento de mi vida estuve a punto de tirar la toalla, de irme a otro país, pero dije: “¡No! yo voy a seguir con esto, es lo que me gusta realizar”, afirmó. Ana María, una periodista que, aunque se considera tranquila y relajada, también acepta que tiene un espíritu crítico y frentero a la hora de informar, hecho que le trajo problemas, censuras y despido en un medio de comunicación en el que laboró. Su núcleo familiar más cercano lo conforman su madre Jovita Rodríguez, su hermano Diego, y su sobrino Diego de Jesús de 3 años, quien es la alegría y bendición de este hogar. Estudió en la Universidad de Cartagena; actualmente adelanta una especialización en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. La carrera periodísticala inició hace cinco años en un canal de televisión de Bolívar, pasó luego a Caracol y, actualmente, hace parte del equipo periodístico de la W. "Tener la oportunidad de trabajar en Bogotá se la debo a la W, pero también a partir de esta experiencia hetenido un sinfín de oportunidades, como cubrir la fuente de presidencia (…) Esto me ha permitido conocer muchos lugares de Colombia y del mundo (…) Hacer periodismo es como leer un libro, tú no eres el mismo cuando terminas de leerlo, así te pasa con las historias que todos los días te tocan en esta carrera tan bonita”, asegura. Estando en la cadena radial de la W, fue nominada al premio nacional del Círculo de Periodistas de Bogotá, por el trabajo periodístico ‘Marketmedios permanece en cuerpo ajeno’. Finalmente, considera que ejercer un periodismo ético y transparente es no ceder a presiones ni económicas ni de ningún tipo. “Hay que ejercer un periodismo de la manera más honesta posible y de acuerdo a los compromisos que cada quien tenga (…) La tentación está en todas partes; yo me he caracterizado por ser una persona transparente en mi oficio y que no he cedido ante ninguna presión”, afirmó. Agradecemos a Ana María por haber aceptado hacer parte de la galería de ‘rostros’ de comunicadores que tienen como fuente periodística la Conferencia Episcopal de Colombia.

Agradecido con Colombia, que le abrió los brazos desde el primer momento que pisó estas tierras, pero con nostalgia por estar lejos de su terruño, afirma: “Mi corazón, mis ancestros y mis raíces siempre estarán en Venezuela.” Ángel Morillo Maldonado, de 38 años de edad, nació en Maracaibo, estado de Zulia, en Venezuela; llegó a Colombia hace dos años y medio como consecuencia del éxodo en ese país. Vive con su esposa Karen Castellar, colombiana, sus hijos kariangelis, de 11 años, y Miguel Ángel de dos años de edad. “Soy un cúmulo de recuerdos y esperanzas como migrante venezolano en esta tierra extranjera, dando lo mejor de mí por mis hijos y mi familia (…) Uno empieza desde cero a construir piedra sobre piedra un mejor futuro y así poder brindar una buena calidad de vida a la familia”. Ángel, aunque un poco nostálgico por la realidad que atraviesa Venezuela, se siente agradecido con Dios pues su presencia en Colombia ha tenido un proceso de apropiación e integración total. “Ya uno va aprendiendo a querer esta tierra; sin embargo, mi corazón sigue en Venezuela. Pongo mis oraciones porque la realidad en mi país cambie en algún momento. Que la sociedad venezolana y quienes toman decisiones logren ponerse de acuerdo y poder enrumbar el camino del país para que muchos que están en vulnerabilidad puedan regresar a la patria”, aseguró. En Venezuela era docente en la Universidad Católica de Maracaibo (2008-2015), promotor cultural de la Universidad Bolivariana y durante 7 años servidor público en el Ministerio de Cultura. Actualmente está radicado en Bogotá, donde ejerce el periodismo como corresponsal del portal Vida Nueva Digital y, además, coordina el Programa Centralidad de la Niñez, una mancomunidad interinstitucional del CELAM, World Vision América Latina, Cáritas Latinoamericana y Federación Internacional Fe y Alegría. Se siente orgulloso de ejercer su profesión como periodista pues considera que así contribuye a la defensa de los más necesitados: “Ante las injusticias hay que alzar la voz y denunciar lo mal; desde la Iglesia me siento comprometido para llevar ese kerigma (…) La comunicación debe estar al servicio del bien social, la justicia y, por su puesto, de la promoción de la paz. Siempre he dicho que la palabra es un arma”, afirmó. Se refirió además a la acogida que ha tenido por parte del gremio periodístico. “Uno tiene que ver a los colegas con mucha humildad y como a un amigo. Hace dos años y medio no conocía a nadie, ahora tengo amigos en las redes de Caritas de América Latina, Red Eclesial PanAmazónica. El periodismo necesita de los apoyos mutuos y de las redes, porque de una u otra forma estamos comunicando para la misma causa”, agregó. Se emociona cuando se le pregunta cuál es su sueño periodístico. “Como comunicador mi sueño es sentarme con el Papa Francisco, yo con mi café y él con su mate, conversar tantas cosas como amigos y de alguna manera hacerle una entrevista de personalidad, es algo que me ha encantado realizar en este ejercicio periodístico”, finalizó.

Aunque en sus planes no estaba esta profesión, Dios escribe derecho en renglones torcidos y, como lo afirma desde su fe, fue Él quien la puso en este camino de servicio a la comunidad. “Dios le pone a uno misiones y para mí el contacto con la ciudadanía es muy importante”. “Yo quería estudiar Derecho, pero dio un vuelco mi vida y resulté estudiando comunicación social y periodismo en la universidad Jorge Tadeo Lozano. Creo que era la vocación que Dios tenía para mí”, afirma Lily Montes Rodríguez, nuestro ‘Rostro’ invitado para esta edición. Alegre, espiritual y completamente comprometida con su profesión, Lili afirma que la Iglesia ha sido parte de su vida y carrera. “He sido una de las reporteras que más ha tenido contacto con la Iglesia desde que Antonio José Caballero me heredó la fuente. La Iglesia ha sido parte de mi vida, pero también de lo que soy como reportera”. “Antonio José Caballero me enseñó a cubrir esta hermosa fuente. Creo que por los jardines de la Conferencia Episcopal de Colombia, hace 21 años, estuve caminando, persiguiendo la noticia, conociendo la estructura de la Iglesia, lo que hacen en la reconstrucción del sentido social”. En su larga trayectoria como periodista ha ejercido su oficio en la radio y televisión nacional. También ha laborado en el sector público. “Empecé en RCN radio con Margot Ricci y Juan Gossaín, luego fui a televisión y estuve en el Noticiero Nacional. Yamid Amat me dio la oportunidad de estar en Caracol Noticias, donde estuve 8 años y luego fui a CM&. He tenido cargos en el Estado, el más lindo con la Agencia de Seguridad Vial. Ahora estoy con Claudia Palacios en City TV y El Tiempo TV”. Su núcleo familiar primario conformado por sus padres: Vicente y Mercedes y su hermana menor: Paola, así como sus sobrinos Mateo y Samuel, su tía Clara y su prima Mónica, son el centro de su vida. “Somos muy unidos; todos los fines de semana tratamos de compartir, en las fechas especiales siempre estamos juntos. Somos una familia muy católica”. Como proyecto pendiente, afirma que su deseo es terminar sus días sirviendo en la Iglesia. Dentro de sus pasatiempos se encuentra la lectura, teniendo gusto especial por la vida de los santos; los paseos de campo y las caminatas por senderos ecológicos, la apasionan.

Su carisma hacer misión en los hospitales, “sacarle una sonrisa a los enfermos”, esta es una de las facetas que caracteriza a nuestra invitada especial a ‘Rostros’, la periodista bogotana Karen Aroca González. Participó en la Jornada Mundial de la Juventud 2016 en Cracovia. Es católica y considera que es importante atender el llamado que el Papa Francisco hace a los jóvenes en atención y servicio a los más necesitados, por ello complementa su profesión de periodista con la de misionera hospitalaria. “Como jóvenes estamos llamados a servir. Hago parte de un grupo donde realizamos misiones hospitalarias, nos hemos interesado en conocer herramientas del clown o teatro para poder hacer estas misiones y llegar a los hospitales con una sonrisa para los enfermos. Es como ese lado humano que trato de explorar, esto con el fin de valorar más la vida (…) He sentido que escuchar sus historias me llena el alma, es ver a través de ellos a Dios”, expresa Karen Karen siempre muestra una sonrisa de alegría en su rostro, confiesa que ello le permite llegar con mayor facilidad a las demás personas. Es hija única, vive con sus padres María Teresa González, Lázaro Aroca y su mascota una perrita llamada Frida. Se fue por la carrera del periodismo, pues encuentra en ella una forma de servir y acercarse a la gente. Su paso por la Radio Nacional le dio la oportunidad de conocer gran parte del territorio nacional; además, le permitió conocer y escuchar inquietudes e historias de las comunidades que muchas veces no son escuchadas. “Trabajar en un medio público es una oportunidad por la disposición y tiempo que hay para investigar a fondo, no hay el afán por la chiva, la radio pública me permitía reflexionar y poder pensar realmente en las comunidades”, afirma. En su mente pasa el recuerdo del periodista Darío Fernando Patiño, quien considera fue su maestro. Le enseñó que para informar se debe actuar con profesionalismo y responsabilidad. “Siempre hay que darle espacio a la duda y no ser ingenuos, debemos escuchar todas las voces (…) se puede hacer un periodismo ético y responsable escuchando las diferentes voces que hacen parte de una noticia”. Es egresada de la Universidad Pontificia Javeriana. Desde los 17 años inició su carrera como profesional en la radio. Empezó en Javeriana Estéreo, realizó sus prácticas en Caracol Radio en el programa Hoy por Hoy; ahora ha cerrado un ciclo en la Radio Nacional de Colombia, para iniciar una nueva experiencia en la oficina de prensa de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Durante año y medio cubrió la fuente eclesial, esto le permitió: “acercarme desde la fe, pero también desde el periodismo, para conocer que estaba pasando en el acontecer diario de la Iglesia, sus posturas frente a la realidad del país, que en su momento estaba pasando por la coyuntura de los acuerdos de paz”.

David Ferro Quintero, un joven periodista que le gusta mirar hacia el futuro para cumplir con sus metas. Es emprendedor, comprometido y le gusta ayudar a las personas que lo necesitan. Viene de una familia conformada por su madre Yolanda Quintero, su padre Rafael Ferro y sus dos hermanos Katerine y John Esneider; asegura que ellos son el motor y ejemplo de vida. Cada uno a través de sus enseñanzas y consejos le ha permitido ser un mejor ser humano. Escogió la carrera de periodismo al considerarlo más que una profesión, un espacio para ayudar a los demás, pero agrega, que se debe ejercer con gran responsabilidad e informando de forma veraz. “Todos los medios de comunicación están bajo una directriz (…) Cuando hay investigación se puede hacer un buen periodismo. Verificar las fuentes. Uno como periodista no es juez de nadie y ante estos casos debe investigar antes de informar”, afirma. David reconoce que de pequeño poco se acercaba a la Iglesia, pero el haber trabajado en el canal católico Cristovisión le permitió conocer más sobre el ambiente eclesial y aprender de los obispos. Asegura que la figura del Papa Francisco ha permitido tener una Iglesia más activa y cercana a los jóvenes. “Muchos jóvenes se han acercado a la Iglesia gracias al carisma que ha mostrado el Papa Francisco”. Recuerda con gran alegría el cubrimiento que hizo de la visita del Papa a Colombia, “verlo pasar en su Papamóvil me hizo sentir una energía de paz, cubrir este importante evento eclesial fue uno de los momentos más importantes en mi oficio como periodista”, asegura. Considera que lo espiritual en cualquier persona debe estar presente por encima de todo, “si uno no tiene paz interior es muy difícil ser buena persona, asegura. Su mayor sueño es llegar a trabajar en un canal de televisión de México, estudiar gerencia de medios y crear su propia empresa. Nuestro invitado a Rostros, realizó sus estudios en la Universidad Cooperativa de Colombia. Ha trabajado en el diario El Tiempo, canal Capital, Cristovisión y en el Sistema de Medios Públicos Rtvc.