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Rostros

Vie 20 Abr 2018

“El periodismo me ha permitido ser mejor persona”: Carlos Murcia

Nuestra galería de rostros sigue creciendo. Esta semana nos acompaña el periodista bogotano, Carlos Javier Murcia Vargas, quien tiene una dilatada experiencia en la profesión y actualmente trabaja como redactor político en el diario El Nuevo Siglo. A la par de su profesión, para Carlos la familia es algo fundamental. Recuerda con gran cariño y nostalgia la presencia de su padre de quien heredó la profesión de periodista. “Yo aprendí el periodismo a través de mi padre Carlos Murcia Cadena, quien hoy me acompaña desde el cielo, pero siempre ha sido mi faro”. Nuestro invitado es egresado de la Universidad Javeriana y se considera como una persona honesta, responsable y solidaria. Forman parte de su núcleo familiar su madre doña Martha Vargas de Murcia, sus dos hermanos Andrés Camilo y Diana Murcia, ambos abogados; sus tres sobrinos Nicolás, Isabela y Paulo y su compañera sentimental Martha Forero y sus dos niñas: María José y Ana Sofía, a quienes adora. Su pasión: el ‘periodismo’ no va separado de la vida familiar. Carlos está muy agradecido con ellos por todo el cariño, apoyo y respaldo que le han brindado, sobre todo en su formación y posteriormente en su carrera como periodista. “La familia siempre ha estado en mi profesión y yo compagino los dos elementos, dándole el espacio a cada uno (…) considero que la familia ocupa un lugar especial en la vida de toda persona, ya que es el núcleo fundamental de una sociedad y a través de ella se crece y educa en valores”. Carlos ha recibido el Premio Simón Bolivar, en la categoría de mejor entrevista y el Premio Nacional de la Comunicación y Periodismo, "Alfonso López Michelsen", considera que el periodismo le ha permitido ser mejor persona, más sensible ante el dolor y las necesidad de los demás. Resalta que la información que se transmite al público debe tener un tinte ético e imparcial. “La formación en valores que le da a uno la vida, la familia y la academia son fundamentales a la hora de informar (...) para redactar un informe se debe tener en cuenta todas las fuentes y sectores involucrados, hay que ser imparcial y permitir que nuestros lectores hagan su propia reflexión. Expresa su complacencia al momento de hablar sobre el cubrimiento que hace de la fuente de Iglesia. “Seguir los temas eclesiásticos me ha enseñado a ser más reflexivo, a pensar más la noticia, a pensar más en la sociedad y en las necesidades de las personas”, asegura. “Me encanta cubrir la Asamblea de obispos porque a través de ella conozco la realidad de cada región, los obispos siempre plantean temáticas importantes que aquejan a las comunidades y que a veces se desconocen”. A nuestro amigo y colega le encanta leer, ir al cine y practicar como deporte el spinning. En su carrera profesional ha estado presente en los siguientes medios: diario Nuevo Siglo, Cadena Todelar, diario Heraldo, diario El Huila, en portal Terra, Canal del Congreso, El Espectador. Además, ha trabajado en entidades como la Secretaría de Gobierno, el Ministerio de Educación y actualmente tiene el portal digital Periscopio político.

Vie 13 Abr 2018

Nataly Ramírez, periodista feliz en búsqueda de Dios

Nataly Ramírez Vargas es comunicadora social de la Universidad Central, actualmente trabaja en Radio Nacional de Colombia, proviene de una familia católica y lleva dos años casada con Miller Hurtado. Nataly es el ‘rostro’ que nos acompaña esta semana. Como todos los demás que han pasado por esta galería, para nuestra invitada la familia tiene un lugar primordial en su vida. “Siempre he considerado que la familia es el núcleo de la sociedad, donde te forman como persona y te inculcan los valores y lo que tú eres y serás”, afirmó. Nataly es una agradecida con la vida y con la familia. “Le agradezco a mi familia y a mis padres porque ellos me han dejado una buena formación, pensando siempre en ayudar a los demás sin esperar nada a cambio”. Precisamente esas enseñanzas le ayudaron a elegir una profesión que le permitiera estar cerca de la gente y ayudar a transformar el país. “En esta profesión se busca siempre ayudar a la gente, a darnos cuenta que con nuestra labor estamos contribuyendo a la transformación social de un mejor país y es eso lo que realizo al cubrir la fuente de paz y derechos humanos. Estar con las víctimas, con las personas que han tenido que sufrir todo lo que ha dejado el conflicto y siempre buscando que la verdad prime sobre todas las cosas”, aseguró. Nataly lleva seis años de experiencia en el periodismo. Inició en el año 2013 trabajando en el noticiero de Telepaís, ha pasado por RCN Radio, el programa Séptimo Día de Caracol Televisión y hace año y medio está en Radio Nacional de Colombia cubriendo la fuente de ‘Paz, Derechos Humanos e Iglesia’. Al referirse a su profesión, sabe que exige grandes sacrificios. “Algo que nos identifica a todos los periodistas es el sacrificio y entrega por nuestra profesión, estar siempre dispuestos 24 horas, saber cuándo entramos, pero no cuando salimos”. “Cuando se estudia periodismo hay que darse cuenta que es para prestar un servicio a los demás. Es una carrera de sacrificios, entre ellos la familia, que es una de las cosas que más cuesta; pero cuando tienes esta pasión, cuando sabes que más allá del pago o reconocimiento lo que estás haciendo es por gusto, por amor y por entrega a tu profesión, eres feliz”. La ética en el periodismo es tema que permanentemente está siendo cuestionado. Nataly lo sabe y, por ello, se aferra a los valores que le brindaron en el hogar. “Siempre nos vemos enfrentados a escenarios en donde nos preguntamos qué es lo que queremos transmitir y qué es lo que queremos que nuestros oyentes entiendan. Nuestro rol como periodistas es informar unos hechos de manera objetiva y clara sin intentar tergiversar, siempre buscando el equilibrio”. Hace poco cubre la fuente de Iglesia y en este tiempo siente que ha sido un hecho importante para su vida. “Soy una mujer de fe y siento que el cubrir esta fuente ha sido algo importante para mi vida, de una u otra forma siento que me conecta mucho más con mi oficio”. Finalmente, comenta que está en una búsqueda de Dios. “Deseo que Él sea el primer lugar en todo lo que hago, que sea parte de mi vida diaria, que sea un caminar diario en mí y en mi familia”.

Vie 6 Abr 2018

Jorge Herrera Romero, feliz de ser periodista

Jorge Herrera Romero periodista de Blu Radio, comparte en nuestra sección de ‘Rostros’ momentos íntimos de su vida personal y profesional. Se considera una persona amable, que aprende de las experiencias de quienes le rodean y su principal objetivo en la vida es luchar por su familia. Precisamente, su familia la integra su esposa, Sandra Parra; su hijo de año y medio, Jorge Luis; su mamá, doña Yolanda, y cinco hermanos. Le encanta que lo sorprendan en casa con alguno de sus platos favoritos: una buena bandeja paisa o una deliciosa sopa de mondongo. Si bien asegura que ama a su familia al máximo, reconoce que el periodismo le exige mucho tiempo y, por ello, le ha generado conflictos en su hogar, puesto que en varias ocasiones ha tenido que dejar de lado algunas actividades de su casa para atender oficios propios de esta profesión que la califica como su pasión. Las situaciones de injusticia, pobreza y violencia que vive el país le duelen grandemente. Considera que el periodismo puede ayudar a responder con soluciones a estas problemáticas, por ello estudió esta carrera. Son 11 años en la reportaría y ha pasado por Caracol Radio, Las voces del secuestro, Primera Página, Arauca Estéreo y, actualmente, está en Blu Radio. “Me gusta conocer la realidad del país, no comer entero, me gusta tener un ojo crítico frente a lo que pasa en nuestra nación”, señaló. Jorge es un hombre reflexivo y le preocupan los momentos de polarización por los que atraviesa Colombia. Considera que es importante ejercer un periodismo ético donde se informe con la verdad. “Muchas personas creen tener la verdad y en este caso es muy importante informar con objetividad sobre lo que está pasando en Colombia o en el mundo”. Jorge Herrera cubre la fuente de Iglesia hace dos años y considera que esto le ha permitido unirse más a Dios y tener más contacto con la Virgen que siempre le acompaña. Resalta la riqueza de los discursos pronunciados por el Papa Francisco durante su visita a Colombia, de manera particular sobre el cuidado de la naturaleza. “Las enseñanzas del Papa Francisco durante su visita a Colombia, me llevó a leer la encíclica 'Laudato si' y a cuidar un poco más del medio ambiente, de respetar a mi prójimo, de luchar por mi familia y por mis ideales”, expresó. Nuestro invitado se considera un buen católico y recuerda con alegría cómo, de pequeño, participó en el coro de su parroquia. Confiesa que Dios es muy importante en su vida y siempre le pregunta cómo salir adelante con sus proyectos y actividades. Jorge Herrera Romero es un periodista Bogotano de 37 años de edad, egresado de Fundación Universitaria para el Desarrollo Humano – INPAHU. Se siente feliz de desarrollar cada día su labor con profesionalismo y entrega.

Jue 29 Mar 2018

“Soy un convencido de que Dios existe”: Luis Enrique Rodríguez

Luis Enrique Rodríguez, un ‘cachaco’ de 58 años de edad, se define como un comunicador por naturaleza, una persona tranquila, que ama la vida, ama su familia y trata de dar lo mejor de sí por la sociedad, razones que lo llevaron a estudiar comunicación social – periodismo en la universidad de La Sabana. Es un convencido de que Dios es lo más importante para él y para su familia. “Tengo una esposa muy devota a la Virgen María, procedo de una familia creyente, Dios es el motor que nos mueve en la vida y lo fundamental para seguir adelante todos los días”. Luis Enrique vive con su esposa Claudia Isabel, comunicadora social, y sus dos hijas, una de ellas periodista y la menor estudió gastronomía. Asegura que “su familia lo es todo, lo fundamental, la razón de ser, la razón por la que cada mañana me levanto a trabajar, a llevar un mensaje a quienes nos escuchan a través del medio que represento”. La comunicación para Luis es la base fundamental del desarrollo de una buena sociedad y también para la integración de la familia. Sin embargo, nuestro personaje de ‘Rostros’ piensa que, lamentablemente, la comunicación, como profesión, tiene intereses sociales, políticos y económicos que llevan muchas veces a que los medios no hablen con la verdad. “El periodista debe procurar cubrir con transparencia dejando atrás sus emociones e intereses, debe tratar de tener un conocimiento pleno de lo que acontece o de lo que quiere decir y, a partir de ahí, elaborar su propio contenido con base en esa transparencia; ya la decisión final de lo que se publique la tiene el medio de comunicación”, afirma. De su desempeño profesional cuenta que han sido 35 años en el periodismo, 25 de ellos en Caracol Radio, donde ha logrado que el tema de Iglesia esté presente en muchos espacios, entre ellos la producción del ‘Sermón de las Siete Palabras’ durante la Semana Mayor. “No soy demasiado rezandero, ni de camándula, pero sí soy un convencido de que Dios existe y que de alguna manera le debo servir; siento la obligación de procurar a través de la comunicación ayudar a difundir un poco la Palabra de Dios”. Finalmente, trae a la memoria los casi cincuenta años de tradición del ‘Sermón de las Siete Palabras’ en Caracol Radio, proyecto que la emisora inició con el que fuera considerado en su momento el mayor orador eclesiástico de Colombia, monseñor Augusto Trujillo Arango. “Hemos tratado de que este mensaje de los obispos se mantenga y sea cada vez más cercano a la gente, con un lenguaje más coloquial y amable, buscamos que deje de ser el Sermón tradicional y llegue más fácil a cada uno de los oyentes, sea católico o no católico. Entregamos esta reflexión de Semana Santa para que los colombianos y todos nuestros oyentes saquemos conclusiones y podamos ser cada día mejores”, puntualizó.

Vie 23 Mar 2018

Carlos Ruiz, un maestro del periodismo

Le ha dedicado 45 años de su vida a este oficio. Sin embargo, aclara que no está cansado y que realiza su tarea con pasión y responsabilidad, como si fuera el primer día cuando inició la sagrada misión de comunicar. A este ibaguereño de pura cepa, al preguntarle por su núcleo familiar, le brillan los ojos con gratitud al reconocer que Dios le ha dado el gran privilegio de contar aún con la compañía de su madre María Idalí. Su hogar lo conforman su esposa Lucero Sánchez, cinco hijos y cinco nietos, a quienes dice amar entrañablemente y considerarlos el motor de todo lo que él hace. “Los periodistas somos las principales víctimas de los ‘malos matrimonios’ porque nosotros abandonamos mucho la familia por esta actividad, pero uno va aprendiendo a compaginar la vida periodística y a sacarle tiempo también a la familia (…) Uno, finalmente, logra compaginar la pasión por el periodismo y el amor y los deberes con la familia.” Nuestro invitado en la sección de ‘Rostros’, al hablar de su profesión, nos cuenta que lleva 40 años cubriendo las fuentes de política e Iglesia, y que en su ejercicio periodístico ha vivido dos momentos imborrables que lo marcaron como periodista y como persona: uno, la toma del Palacio de Justicia y, el otro, la tragedia de Armero. “Fueron momentos muy duros y dolorosos”, así los recuerda. Para Carlos, el tema de la ‘ética’ debe ir intrínseco a cada persona, independiente de la profesión que ejerza. Considera que el periodista debe ser “muy equilibrado” al momento de informar, teniendo cuidado de no influir con su opinión. Aunque también reconoce que al interior de un medio se mueven intereses tanto económicos como políticos, hecho que influye en el comportamiento del periodista. “Un director, un jefe de redacción, los accionistas de un medio de comunicación tienen alguna incidencia sobre el comportamiento del periodista, en la medida que uno está forzado a no hablar, no decir o no hacer el cubrimiento de determinados temas que puedan afectar los intereses del medio”, asegura. Cuenta con orgullo profesar su fe como católico. Habla con apasionamiento del tema de Iglesia y manifiesta no molestarle cubrir esta fuente: “Para mí es como ir a misa”, pues según dice, le recuerda sus tiempos de monaguillo y le reafirma su convicción de fe. “A mí no me molesta ir a cubrir Iglesia, una reunión del episcopado, cubrir un obispo o ir a una iglesia a hacer un cubrimiento periodístico, para mí es parte natural de mi propia actividad periodística, pero también de mi creencia religiosa”, afirma. El maestro Carlos Ruíz, lleva 11 años vinculado al noticiero CM&, ha pasado por varios medios de comunicación, entre ellos Caracol Radio, donde estuvo durante 23 años y recuerda con gran cariño la experiencia vivida allí.

Vie 16 Mar 2018

“Siempre que voy a contar una historia pido a Dios que me ilumine”

Con su fe puesta en Dios, Nury Riveros Cárdenas, periodista de RCN Radio, encara todos los días su labor comunicacional. Fe, valentía y resiliencia son características de Nury Riveros. “Me considero una persona que si bien en algunos momentos tiene dificultad lo he sabido afrontar, sobre todo en este trabajo que es tan difícil y donde uno tiene que enfrentarse a tantas cosas y personas que a veces pueden ser intimidantes, pero considero que he sabido salir adelante”, explica nuestra invitada. La vida en familia no es fácil, es un desafío que tiene sus subidas y bajadas. Para la familia Riveros Cárdenas esto también ha sido así. “Vivo con mi madre, dos hermanos y un sobrino. Tengo a mi padre, ellos son separados hace un tiempo, sin embargo, recientemente volví a hablarme con él. Gracias a Dios y gracias al nacimiento de mi sobrino, mi padre ha vuelto a la casa”. Nury es una enamorada de la comunicación y el periodismo, pero sobre todo de la radio. “Me gusta mucho la radio y una forma de estar en ella fue estudiar el periodismo”. Otra razón de haberse vinculado a esta profesión es la posibilidad de servir a la sociedad. “Considero que el periodismo es un servicio y siempre me ha gustado ayudar a la gente en lo que yo más pueda. Creo que esa fue una de las principales razones por las que escogí estudiar esta carrera para ayudar a los demás, comunicar lo que otros no ven, contarle a la gente la verdad de muchas cosas que pasan en nuestro país”. Para Nury, los valores que tenemos arraigados son las principales armas para defender el ejercicio de un periodismo ético. “Considero que como periodistas, primero que todo, debemos tener claro nuestros valores; si es así será mucho más fácil sortear tantas circunstancias que se presentan en este oficio. Por ejemplo: que una fuente le ofrezca dinero por noticias, o recibir amenazas por hacer una investigación o por contar una verdad”. Apoyarse en Dios y tener confianza en Él, son los consejos que puede brindar a sus colegas comunicadores para afrontar esta delicada profesión. “El motivo que a mí me ha servido para poderme mantener objetiva y decir siempre la verdad es apoyarme en Dios. Siempre que voy a hacer una entrevista, una noticia o cuando voy a contar una historia, lo primero que hago es pedirle a Dios que me ilumine y que sea Él quien tome el control de esas situaciones”. Pese a que hace poco tiempo cubre la fuente de Iglesia, para Nury Rivero ha sido una experiencia diferente y gratificante. “Recientemente estoy cubriendo esta fuente y me ha parecido muy lindo ver desde otra perspectiva el creer en Dios. Soy una persona creyente y desde hace un tiempo he estado creyendo en Dios desde la manera cristiana, no desde la manera católica. Sin embargo, cubrir esta fuente me ha devuelto y me ha dado la oportunidad de indagar sobre muchas dudas que permanecen espiritualmente en las personas”. “Ahora que estoy cubriendo la fuente de Iglesia creo que la diferencia radica en que uno puede confiar en ellos. Sus personajes son muy cuidadosos con la información y, creo yo, que son lo más honestos que pueden, sobre todo, no tomando partido de un lado o de otro, eso me parece fundamental y me ha gustado mucho cubrir esta fuente”. Para muchos periodistas cubrir esta fuente se ha convertido en una escuela. Así lo siente Nury Rivero. “Han sido personas muy abiertas y muy colaboradoras. Creo que esta es una de las fuentes en las que uno como periodista debería en algún momento pasar porque esto fortalece la práctica del periodismo”. Finalmente, nos confiesa que uno de sus mayores retos y luchas es superarse cada día e ir construyendo relaciones más sólidas en todos los ámbitos. “Soy una persona sincera que trata de ser cada día mejor, tanto en el campo laboral, como familiar y con los amigos”.

Sáb 10 Mar 2018

“Periodista, viajero, peregrino y hombre de fe”

Así se define José Alberto Mojica, quien trabaja hace 13 años en El Tiempo y entra a formar parte de nuestra ‘galería de rostros’ de comunicadores sociales y periodistas. José Alberto nació en el Tolima y tiene sus raíces en una familia tradicional de origen cafetero y campesino. “Tengo una familia maravillosa a la que amo, tengo la dicha de gozar de la presencia y apoyo de mis padres que son el fundamento de mi vida, son el polo a tierra, mi inspiración, mis ganas de seguir luchando. En general, mi familia es muy importante y busco ser un amigo y ser ese miembro que tiene fe, llama al entusiasmo y a la esperanza”, comenta. Como todas las vocaciones, José Alberto sintió el llamado para comunicar, contar historias y los medios de comunicación siempre fueron su fascinación. “Desde que estaba pequeño, sobre todo los periódicos, para mí eran como un sueño y creo que luché mucho para llegar a trabajar en un periódico. Siempre he creído en el buen periodismo, en el poder que tienen las buenas historias y que ayudan a construir la memoria de un país”. “Mojica”, como le decimos cariñosamente, es consciente que esta profesión tiene un lado oscuro donde se mueven intereses y en el que los periodistas diariamente deben batallar para que la verdad salga a la luz. “No pretendo ser una autoridad moral en el periodismo ni mucho menos, pero sí soy un convencido de que, independientemente de las realidades y amenazas que tiene el periodismo actual, en cuanto a los intereses políticos, económicos y muchas veces al desprestigio que ha caído esta carrera, es posible hacer un periodismo ético, decente y honesto en el que los periodistas decidamos qué tipo de información publicar y qué enfoque darles a nuestras historias”. Este ‘peregrino del periodismo’ también tiene una faceta espiritual y aunque no va a misa frecuentemente, asegura que cada día busca ser un buen ser humano. “Soy un hombre muy creyente, para quien la religiosidad y la espiritualidad hacen parte de mi vida. No soy el más camandulero, no voy a misa cada ocho días. Creo que, además, mi trabajo como periodista en temas religiosos me ha ayudado a fortalecer también mi fe. Creo que no podría afrontar mi vida, ni todas las dificultades de la vida cotidiana, si no tuviera una fe y una relación espiritual y directa con Dios. Yo soy católico”, afirma. Lejos del estereotipo de que la noticia religiosa es aburrida o que solamente invita a la oración, Mojica sabe que allí hay historias. “Para mí el hecho de cubrir temas religiosos y de fe ha sido una oportunidad personal y periodística. Creo que he podido construir gran parte de mi carrera con estos temas, a los que muchos periodistas le hacen el feo por considerarlos aburridos y evangelizadores. Yo no he escrito temas religiosos para evangelizar, ni para poner a la gente a rezar, sino para analizar e interpretar como la religión hace parte fundamental de la vida de la gente y la sociedad”. Para nuestro amigo periodista, un resultado de estos años de cubrir la fuente Iglesia fue haber escrito y publicado el libro ‘Habemus Santa’. “Yo estaba en Roma de vacaciones y me enteré que Colombia iba a tener una primera santa. Llegué del viaje y me puse a investigar, fui a Medellín, a su santuario. Tuve una conexión muy fuerte con la santa y creo que somos muy buenos amigos, y me encontré con una historia fascinante que, más allá de haber sido una monja, fue una educadora revolucionaria, una mujer trasgresora en su momento, me encontré con una historia de vida maravillosa y, pues, ahí dije voy a escribir un libro. Han salido dos ediciones del libro y estuvo nominado como uno de los mejores libros en el Círculo de Periodistas de Bogotá.” Finalmente, José Mojica nos contó que una de las experiencias que jamás podrá olvidar fue la de estar viajando con el papa Francisco durante su visita a Colombia. “Efectivamente fui uno de los pocos periodistas colombianos elegidos por el Vaticano para acompañar al papa Francisco durante su visita a Colombia, saliendo desde Roma en todo el recorrido que hizo. En el vuelo de regreso, fui el único periodista que pude hacerle una pregunta durante la rueda de prensa que nos dio a los que le acompañamos en el avión. Realmente fue una experiencia personal y periodística maravillosa, a veces como que yo no me la creo, como que devuelvo el video y no lo creo. Aparte de todo, verlo en las calles cuando llegaba a las misas, fue realmente ver a un Santo y ver que la fe sigue más viva que nunca.”

Vie 2 Mar 2018

“Soy una contadora de historias”: Luz Elena Ramos

En esta edición de Rostros contamos con la presencia de la comunicadora y periodista barranquillera, especialista en comunicación organizacional, Luz Elena Ramos, quien es presentadora y conductora del programa ‘En Directo’ que se emite por Canal Capital, en Bogotá. Luz Elena, además de la madurez profesional que ha alcanzado, representa un bonito ejemplo de que desde la diversidad en la fe se puede vivir en el amor, la comprensión, el respeto y la paz. “Yo vivo la fe desde mi casa de una manera muy particular e interesante porque mi esposo es católico y yo no lo soy, pero tenemos los valores que nos unen, los valores con los cuales nos educaron y con los que crecimos y eso fue, precisamente, lo que nos unió como pareja”, nos comenta esta dinámica comunicadora. El núcleo familiar es la razón de vivir de Luz Elena, y esto se ve reflejado en el rol que desempeña como mamá. “Estoy viviendo la mejor etapa de mi vida porque soy mamá de dos niños: Paz que tiene dos años y Víctor Hugo de un año. Vivo al máximo esta etapa de la maternidad, aprendiendo cada día tantas cosas, conociéndolos y aprendiendo a amar de una manera distinta”. Nuestra invitada, aunque tuvo el sueño de ser actriz, la vocación familiar y el amor que la une en el matrimonio y a su profesión, se impusieron. Por ello, se autodefine como una “contadora de historias”. “Desde pequeña, tengo un don que me ha dado Dios y es poderme comunicar con la gente, hablar con la gente, me apasiona escuchar a la gente, me gusta conocer las historias de la gente, siempre que me encuentro con un grupo distinto que no conocía tengo que saber qué hacen; es decir, me cuestiono todo el tiempo sobre las distintas poblaciones que uno tiene la posibilidad de conocer todos los días”. Al hablar de su profesión, confiesa que en algún momento se encontró con aquél lado oscuro que daña el periodismo. Sin embargo, cree firmemente en que la profesión puede servir para construir paz y enarbolar la verdad. “Es posible un periodismo serio porque yo he estado en el lado en el que me tocaba inventar las noticias y exagerar titulares y, ahora, estoy del otro lado, haciendo un periodismo mucho más serio y sincero”. En esta misma línea, considera que los periodistas pueden ser constructores de esperanza, unos constructores integrales desde los diversos ámbitos que le toca vivir. “Yo creo que, sí se puede construir mensajes de esperanza, poniendo a Dios como base, líder y eje de nuestras decisiones, sea en lo familiar o en lo laboral. Cuando uno en el hogar le inculcan valores, eso se tiene que verse reflejado en lo que uno hace y actúa en su vida”. También nos brinda otra clave muy valiosa que permitirá a los profesionales de la información contrarrestar los tiempos de mentira, violencia, indiferencia e intolerancia que se viven. “Los valores tenemos que llevarlos a los distintos escenarios donde nos desenvolvemos laboralmente. Se puede hacer un periodismo en paz, honesto, transparente, hablando con los jefes sobre nuevas propuestas que consideremos son honestas, que si aportan a la gente y llevan una respuesta a los que las necesitan, para ayudarles a tomar mejores decisiones”. Finalmente, aconseja a las nuevas generaciones de comunicadores y periodistas para que no entren a estudiar por dinero, sino para que puedan aportar algo a la gente que los puede ver, escuchar o leer.