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Rostros

Jue 22 Feb 2018

“Primero Dios y mi familia”: Felipe Arias

Su compromiso con la fe, la familia y el periodismo son rasgos que caracterizan la vida de Felipe Arias. A pesar de la fama o la exposición a lo público, este periodista manizaleño la tiene clara, por ello es un ‘rostro’ que queremos destacar. “Gracias a Dios tengo un hogar desde hace 17 años, mi esposa es costeña –cartagenera- yo soy paisa de Manizales, tenemos tres lindos hijitos: Sofía de 14, Pablo de 12 y Martín de 3 años. Estos niños llegaron como una promesa de Dios luego de haber tenido 3 pérdidas”. Así, con esta radiografía de su familia, el periodista y presentador de noticias de la cadena RCN, abre las puertas de su corazón para que conozcamos lo que él considera más importante en su vida: su familia. La conformación de su hogar está muy ligado a la fe, a ese encuentro con el Señor que se nos revela de múltiples formas. “Cuando conocí a mi esposa ella estaba en un grupo de oración. Los viernes en la noche yo quería salir a rumbear, pero finalmente dije voy a ir a los grupos de oración para poderla conquistar y enamorarme más y, pues, lógicamente allá conocí de Dios, conocí de la palabra, me enamoré de todo lo que dice la Biblia”. Felipe sabe que la construcción de un hogar no es fácil y requiere de muchos sacrificios y, sobre todo, unos cimientos fuertes. “Llevamos un matrimonio muy unido y muy bonito, funcional, estamos a favor de la vida, del matrimonio de parejas heterosexuales y propendemos para que nosotros como matrimonio seamos ejemplo en una sociedad que necesita más de valores.” Equilibrar el trabajo con la vida familiar tampoco es tarea fácil, su jornada laboral comienza a las 4 a.m y se extiende hasta el mediodía. “Escogí un horario que es difícil, es mucho más complejo y exigente físicamente, pero eso me permite llegar a la casa a las 4:00 de la tarde, hacer tarea con los niños, disfrutar de ellos, cenar juntos y en eso soy muy riguroso pido que a las 6:00 ó 6:30 todos estemos sentados donde hacemos la oración, compartimos y hablamos”. Pero no siempre es fácil seguir esa rutina, porque la noticia no espera y sobre todo para un profesional de la información. “Yo he logrado establecer siempre prioridades: primero Dios, mi familia y luego el trabajo. Siempre sopeso y voy mirando el número de horas que estoy trabajando y digo: ‘No le he dado el tiempo suficiente a mis hijos voy a compensar de esta forma’, por ello trato de viajar poco y si viajo que sea en el mismo día y regresar para no dormir fuera de casa ni ausentarme mucho de la familia”. Sencillez y humildad son dos valores que Felipe Arias trata de cultivar en su cotidianidad. La ambición es normal en un ser humano, pero en Felipe hay claridad en sus prioridades de vida. “No es fácil, tal vez no avaneceré mucho como profesional o no estaré en la franja ‘prime’ de presentación, pero para mí lo más importante es Dios y mi familia”. Pero no estar en la franja prime de presentación no significa que su profesión no le apasione, al contrario, Felipe Arias la lleva en la sangre y por ello su compromiso con el periodismo es también un compromiso con los valores, con la familia, con el país y con la paz. “Nosotros como periodistas, y como periodistas católicos, tenemos una misión muy grande, tenemos que ser luz en medio de la oscuridad, estamos en un mundo de tinieblas, de corrupción, de peleas, de odios, nosotros tenemos que ser esos comunicadores que llevemos esperanza, paz y, lógicamente, la verdad.” Para Felipe, como para tantos periodistas, lidiar con una profesión donde se mueven tantos intereses no es fácil, pero a pesar de ello tiene un aliado muy especial. “Cuando uno tiene a Dios en su corazón ya la conciencia como que lo estremece y le dice por ahí no es.” Predicar con el ejemplo, comunicar con palabras que construyan y brindar información oportuna con responsabilidad y ética, son los pilares que identifican a Felipe Arias como un ‘valiente’ en el periodismo, la familia y la fe.

Jue 8 Feb 2018

Disciplinada y persistente

Con ocasión del Día Nacional del Periodista la Conferencia Episcopal de Colombia quiere exaltar la labor de los comunicadores, por ello iniciará a partir de la fecha una serie de publicaciones que serán presentadas en el sitio web del Episcopado, con historias de vida de estos personajes. Iniciamos con la comunicadora social Yennis Navarro, periodista costeña que durante 8 años ha venido cubriendo la fuente de Iglesia, ella nos compartirá momentos importantes de su vida y de su experiencia en el cubrimiento de temas eclesiales. Hace 20 años la talentosa comunicadora social y periodista, Yenis María Navarro Tinoco, daba sus primeros pasos en el mundo de los medios de comunicación. Su afición a los medios la llevó a ser ‘disc-jockey’ y luego locutora. Más tarde, su vocación hacia la comunicación y el periodismo se hizo evidente cuando estudió la carrera de Comunicación Social en la Universidad Autónoma del Caribe. Yenis pasó por diferentes medios como Caracol Radio, en Barranquilla y Cartagena; trabajó nueve años en Telecaribe y seis en QAP Noticia; fue corresponsal de la agencia española de noticias EFE y, hace 15 años, cambió el calor del Caribe colombiano por la fría Bogotá. En la capital, Caracol Televisión ha sido su casa. “Pero la vida es un sube y baja permanente, es como la marea del mar que cambia a cada momento”, comenta Yenis, quien prepara maletas y afila su talento para regresar en los próximos días a la Costa Atlántica. “He decidido dar otro paso ante una gran oportunidad que se me abre desde otro frente en el que también se puede construir paz en las regiones”. Yenis asumirá pronto nuevas responsabilidades, cambiará de rutina, afrontará desafíos muy diferentes al de cubrir cada día hechos noticiosos. Será directora del Instituto de Estudios Superiores para la Paz, en la Universidad Autónoma del Caribe. “Va a ser un período de reflexión y un reto magnífico llevando nuevas ideas y fortaleciendo a la universidad en este campo de la construcción de paz.” FAMILIA Y FE Si bien sus ojos y oídos, inevitablemente están conectados con la actualidad de Colombia y el mundo, su corazón reposa en la familia y la fe. “La familia, definitivamente, debe ser siempre lo más importante, es el motor que nos ayuda a enfrentar el día a día”, asegura. Y es verdad, porque en el oficio del periodismo hay alegrías y tristezas. La jornada de los comunicadores puede ser de 15 o, incluso, 24 horas diarias; por ello, Yenis asegura que el lugar que se le dé a la familia es primordial para enfrentar los afanes de la vida. “Uno como periodista muchas veces no sabe para dónde lo van a enviar a cubrir noticias, se proponen unos temas y es factible que sean aceptados; lo cierto es que el día de uno es bastante dinámico. Pero, en mi caso, guardo el fin de semana para mi familia, estar con ellos es lo más importante, me recarga, me lleno de afectos y sigo adelante…” De igual manera, Dios es importante en la vida de esta periodista. “Creo en Dios, creo en un gran Padre universal… Yo creo que ese ser te está guiando siempre y es a quien tú muchas veces le encomiendas las cosas, creo que es una guía y un motor.” A Yenis María la conocemos hace unos ocho años en la Conferencia Episcopal de Colombia. Siempre disciplinada y persistente en la búsqueda de la información eclesial. “Llevo 8 años cubriendo la fuente de la Iglesia Católica, aunque también cubro otras fuentes en un país que tiene diversidad de cultos, pero yo soy católica, entonces hay un respeto hacia esta religión, aunque entendiendo que las religiones no salvan sino tu comunión con Dios”. Como buena periodista, Yenis Navarro es crítica con el tema religioso y mira con el prisma del oficio: no tragar entero. “Hay religiones que dividen, guerras en nombre de religiones y fanatismo, pero en mi caso (la fe católica) me ha servido muchísimo para cimentar ciertos valores como la equidad, saber que hay gente y poblaciones vulnerables, que este país no es equitativo y que hay que trabajar mucho desde los medios de comunicación para visibilizar a estas personas, a las víctimas del conflicto armado, a las personas de esa pobreza extrema o los que están por debajo de la línea de la pobreza histórica y, si se puede hacer con un espíritu cristiano, yo diría que mucho mejor”. Finalmente, Yenis recuerda a sus colegas que la moral y la ética siempre deben ir adelante. “Eso se convierte como parte del adn periodístico, el no dejarte influenciar, el no dejarte comprar, el no dejarte utilizar de una fuente, el ser equilibrado”, puntualizó.