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Sáb, 20/07/2024 - 05:10 Editorcec6

Tags: conferencia episcopal de colombia obispos colombianos iglesia colombiana iglesia católica papa francisco

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Vie 11 Oct 2024

El Cardenal Rueda Aparicio representará a las Iglesias de América Central y del Sur en la redacción del documento final del Sínodo de la Sinodalidad

El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, fue elegido como uno de los 14 redactores del documento final del Sínodo de la Sinodalidad; estará representando a las Iglesias de América Central y del Sur, así lo dio a conocer el Vaticano.El purpurado se encuentra participando de la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria que se celebra en Roma durante este mes de octubre, junto a monseñor José Miguel Gómez, arzobispo de Manizales, monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín y la hermana Gloria Liliana Franco, presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas; todos, en nombre de la Iglesia colombiana.La comisión redactora del documento final quedó conformada por un presidente, 3 secretarios, 3 por designación pontificia y 7 representantes de cada continente elegidos por los padres y madres sinodales que participan en la asamblea, como es el caso del cardenal Rueda.Este documento final será presentado al papa Francisco al cierre de la asamblea; su contenido trazará una importante ruta para el camino de la Iglesia Católica a nivel universal en diferentes dimensiones. No solo será producto del trabajo y del proceso espiritual adelantado por la 368 personas que participan en la asamblea, sino también, de todos los discernimientos y aportes que se produjeron desde el inicio del camino sinodal convocado por el Santo Padre en el año 2021.

Jue 10 Oct 2024

Salud mental en las comunidades rurales: 'EscuchArte' es la apuesta de la Iglesia y la Alcaldía de Cali

Desde 1992, cada 10 de octubre, el mundo conmemora el Día de la Salud Mental, una fecha establecida por la Federación Mundial de la Salud Mental y promovida por la Organización Mundial de la Salud, para crear conciencia acerca de los problemas de salud mental que afectan a tantas personas de distintas edades y condiciones. En Colombia, una encuesta aplicada por el Ministerio de Salud en 2023, permitió identificar que más del 66% de los colombianos ha enfrentado algún problema de salud mental y que, en la mayoría de los casos, son los hogares los entornos donde más se generan. Sin duda, esta es una realidad que preocupa a muchos actores e instituciones en el país, entre ellos, a la Iglesia.En este contexto, el pasado mes de septiembre, la Arquidiócesis de Cali y la Alcaldía de Cali iniciaron la implementación de “EscuchArte”, un programa a través del cual realizan jornadas de apoyo psicosocial en los comedores comunitarios a través de los cuales la Pastoral Social, la Secretaría de Bienestar Social de Cali y miembros de la comunidad, alimentan diariamente a cientos de personas de escasos recursos económicos que habitan las zonas rurales.“En Cali estamos acompañando estos procesos porque como Iglesia es muy importante caminar de la mano de cada una de estas personas, porque es importante la salud integral de toda la persona. Jesús nos enseña eso, a recuperar a la persona como tal en todas sus dimensiones”, explica el padre José Luis Jaimes Ortiz, director del programa Comedores Comunitarios.La apuesta de la Iglesia y la Alcaldía de Cali en los comedores comunitarios va mucho más allá de brindar alimento físico a quienes más lo necesitan. Se trata de acercar la oferta de atención en salud mental a quienes tienen menos posibilidades de acceso a este servicio. Allí, tanto niños como adultos, participan en actividades pedagógicas asociadas a temas como gestión de las emociones, amor propio, importancia de la escucha, prevención de violencias y del suicidio y herramientas de autocuidado.“La idea de ir a corregimientos y veredas es llevar la oferta de salud mental de comedores comunitarios a esos territorios que son apartados, donde ellos no tienen mucha posibilidad de acceder a un psicólogo. Hay gente que no baja de allá, entonces estamos acercando esa oferta porque nos parece supremamente importante la salud mental y, además, también estamos bajando un poco el estigma de esta profesión que la gente no asiste porque dicen que es para un enfermo de salud mental y no es eso. Estamos haciendo mucha prevención”, comenta Claudia Vargas Hincapié, la líder del componente de Psicología de los Comedores Comunitarios.De los 759 comedores comunitarios que tiene la Arquidiócesis de Cali, en los que entregan 74.455 raciones diarias de comida, 42 están ubicados en estas zonas rurales, hasta la fecha, han realizado estas jornadas en los corregimientos de Pance, Saladito, Navarro, Felidia y Los Andes. Además, con estudiantes de algunos colegios aledaños y con sus padres han adelantado actividades formativas sobre como comunicación asertiva y el uso correcto de dispositivos móviles. Esperan hacerlo próximamente también con docentes.Justamente Nubia Lucumí, beneficiaria del programa en el comedor comunitario de Navarro, cataloga esta iniciativa como una bendición y reconoce su importancia en ese contexto:“Es tan importante que vengan acá, porque la verdad hay muchas personas que tienen muchas necesidades donde han perdido un ser querido, donde pasan situaciones duras de violencia, de maltratos en las casas, por las parejas”.Al tratarse de una iniciativa de la Iglesia, también con un alto componente espiritual, los psicólogos que hacen parte de este programa tienen claro que su labor va mucho más allá de aplicar los conocimientos y herramientas psicosociales propias de su formación; se convierte en una misión muy especial: prestar sus oídos y su corazón para llevar consuelo y esperanza a quienes más lo necesitan, inspirados en la misión del mismo Jesucristo.“Escuchar a la gente nos recuerda la época donde Jesús asistía al pueblo, donde lo escuchaba, donde se sentaba en medio de mucha gente para atenderlos, para saber qué les pasaba, cuáles eran sus dolencias. Básicamente este ejercicio que hacemos como psicólogos nos permite dibujar un poco de lo que Jesús fue en ese entonces” narra Marco González, psicólogo que hace parte del programa.Vea el informe audiovisual a continuación:

Lun 7 Oct 2024

Con la posesión de monseñor Wiston Mosquera, la Diócesis de Quibdó inicia un histórico camino de su vida pastoral por la ruta de la paz

El sábado 5 de octubre, un día después de que la Iglesia Universal celebrara la fiesta litúrgica de San Francisco de Asís y al cierre de las tradicionales fiestas de ‘San Pacho’ en el departamento del Chocó, la Catedral San Francisco de Asís acogió la emotiva ceremonia de posesión canónica de monseñor Wiston Mosquera Moreno como obispo de la Diócesis de Quibdó.Con gran alegría y participación multitudinaria, la Iglesia que peregrina en ese importante territorio del pacífico colombiano recibió a su nuevo pastor; monseñor Mosquera Moreno se convierte en su quinto obispo. Además de ser el primer afrodescendiente en asumir esa misión episcopal, es hijo de uno de sus territorios vecinos; nació en el municipio de Andagoya.En la ceremonia participaron cientos de fieles laicos, miembros del clero, seminaristas, diáconos, religiosas y religiosos de esta y de otras regiones del país, entre ellas, la Diócesis de Istmina-Tadó, jurisdicción donde está su lugar de nacimiento, y la Arquidiócesis de Cali, en la que se formó y recibió, tanto su ordenación presbiteral como episcopal. Además, lo acompañaron doce de sus hermanos obispos, entre ellos, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Asimismo, el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta.En la Eucaristía también estuvieron presentes la Gobernadora del Chocó, Nubia Córdoba, la vicepresidenta Francia Márquez y el canciller Luis Gilberto Murillo, así como otros alcaldes y autoridades locales.“Ha llegado para servir a los pobres con el compromiso ineludible de la paz”Previo al rito de posesión, intervino en la celebración monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina-Tadó, quien venía ejerciendo como administrador apostólico de la Diócesis de Quibdó desde el 29 de junio de 2022, luego de que el papa Francisco nombrara a monseñor Juan Carlos Barreto como obispo de Soacha.En su mensaje, monseñor Mario hizo referencia a la relación especial existente entre los compromisos evangélicos del escudo de la Diócesis de Quibdó y el escudo episcopal de monseñor Wiston:“El escudo de la diócesis tiene como compromiso “Me envió a evangelizar a los pobres” y su escudo episcopal, “Bienaventurados los que trabajan por la paz”, mejor armonización no pudo darse porque llega a un pueblo pobre, aquí todos somos pobres; pobres porque necesitamos de Dios. Somos pobres porque con facilidad se nos escapa, atraídos por las invitaciones del mundo sin Dios, lo que significa vivir con Dios. Somos pobres porque ahogados en las aspiraciones humanas, no nos damos cuenta que la verdadera liberación está en Dios (…) Llega a un pueblo que está en guerra ansioso la paz. Estamos en guerra porque no permitimos que el sermón de las bienaventuranzas penetre entre nuestras conciencias, estamos en guerra porque a todos nos da miedo el martirio al asumir el Evangelio y confiamos equivocadamente alcanzar nuestra redención humana siguiendo nuestro capricho personal y aunando nuestros compromisos particulares. Estamos en guerra porque no queremos ser hijos de Dios”.“Querido monseñor Wiston, bendito el que viene en el nombre del Señor”Por su parte, el Nuncio Apostólico en Colombia, quien dio posesión a monseñor Wiston, agradeció la misión episcopal de monseñor Fidel León Cadavid Marín y a monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, anteriores pastores de esa jurisdicción, presentes en la posesión del nuevo obispo. Además, agradeció la administración ejercida por monseñor Mario de Jesús.El representante del papa Francisco en Colombia reconoció los valores, riqueza familiar y formación en la fe de monseñor Wiston, así como la experiencia ganada en la Arquidiócesis de Cali, donde desde el año 2017 se desempeñaba como Vicario General, para su misión pastoral en Quibdó:“Llegas a esta tierra chocoana, que bien conoces y que en tu pueblo natal Andagoya, en la Diócesis de Istmina-Tadó, te ha engendrado en la fe. Llegas a esta Iglesia de Quibdó enriquecido de los dones que aquí en esta tierra has recibido de tu familia; dones de una cultura tan rica de humanidad, en los valores de la hermandad, del compartir, de resistir en las luchas de la vida de esta cultura afrocolombiana, de una fe profunda testimoniada con la generosidad de tantos hombres y mujeres, fe que ha permitido mantener la esperanza frente a tantas dificultades. Llegas a esta tierra, querido monseñor Wiston, rico de la experiencia de vida y de fe de la Iglesia, en la que te has formado, en la que has dado tus primeros pasos como sacerdote aprendiendo de los hermanos la misión de pastor y convirtiéndote tú mismo en guía y ejemplo de muchos en tu calidad de Vicario General, tarea que te ha permitido conocer de cerca el ministerio del obispo”.Además, haciendo referencia a los símbolos episcopales que recibió durante su ordenación, celebrada el pasado 14 de septiembre en Cali, recordó los compromisos que asume en el inicio de este ministerio, especialmente frente a la difícil realidad que viven las comunidades de Quibdó:“Tú mismo estás llamado a defender la grey que se te confía. Muchas son las amenazas que la rodean, la violencia que sigue azotando estas tierras, las injusticias que se vuelven estructurales, la cultura de la ilegalidad que corrompe los corazones. Frente a todo eso, la única arma que tú tendrás es el Evangelio bajo el cual estabas al momento de la plegaria de consagración episcopal y del cual has sido constituido heraldo; arma que es débil a los ojos del mundo, pero poderoso porque es la fuerza de Dios que solo puede convertir los corazones y así transformar la tierra. Y tú pastoreo será también el signo del compromiso permanente de esta iglesia de Quibdó con la realidad de esta tierra”.“Trabajemos generosamente por el bien de esta diócesis y del departamento del Chocó…Que nadie se sienta excluido de esta tarea”Por su parte, monseñor Wiston evocó la figura de santidad de Francisco de Asís, patrono de Quibdó. Afirmó que es el relativismo de los criterios humanos el que no permite reconocer en el Dios hecho hombre a aquel hermano, pero que es ese encuentro con el otro, donde se da la oportunidad para aprender y buscar soluciones a los males que están afectando a la comunidad, entre ellos, el conflicto armado. Recordó que Jesús llama a colaborar en la pacificación del entorno desde la difusión del Evangelio sin miedo.Sobre su misión, monseñor Wiston afirmó que llega a la Diócesis de Quibdó en el nombre del Señor y no en el suyo; “llego como enviado y es Jesús quien me ha buscado; Él me trae de nuevo para seguir sirviendo en esta misión con ustedes, a todos nuestros hermanos de la Diócesis de Quibdó y de la Iglesia universal, para anunciarlo con vehemencia y con amor”.Asimismo, el nuevo obispo explicó que muchos son incapaces de escuchar el llamado de Dios porque solo tienen oídos para escucharse a sí mismos, creen que pueden prescindir de las personas a su alrededor, incluso del mismo Jesús.Y como si trazara un camino pastoral muy claro, el obispo de Quibdó dio a conocer su deseo de que la búsqueda constante de la paz cuente con la participación de todos en el territorio chocoano. En este sentido, aprovechó para hacer un contundente llamado:“Desde esta majestuosa Catedral, quiero convocar a todas las fuerzas vivas del departamento a que aunemos esfuerzos para sacar adelante esta capital, para que supere sus rezagos y brille con el esplendor de sus riquezas humanas y las riquezas que la naturaleza le provee (…) Espero que los sacerdotes, todos, y cada uno de los servidores, laicos, religiosos y religiosas, sean promotores de la evangelización y de la reconciliación entre miembros de una misma familia, de la familia de la parroquia, de la familia de la Iglesia. Desde ya, los quiero convocar a que trabajemos generosamente por el bien de esta diócesis y del departamento del Chocó…Que nadie se sienta excluido de esta tarea”.

Sáb 5 Oct 2024

La Iglesia colombiana inicia su preparación para el Jubileo de la Esperanza: entérese de las iniciativas

Con un encuentro virtual de los Vicarios de Pastoral y los delegados de liturgia de las 78 jurisdicciones eclesiásticas, el pasado 30 de septiembre, la Iglesia colombiana inició su camino de preparación para el Año Jubilar. En este espacio de escucha sinodal, liderado por el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), los Vicarios dieron a conocer las iniciativas que se han empezado a preparar en sus Iglesias locales.El Jubileo de la Esperanza iniciará el 24 de diciembre de este año con la apertura de la “Puerta Santa” de la Basílica Vaticana por parte del papa Francisco y, posteriormente, el 29 de diciembre, en todas las catedrales del mundo, con la celebración de la Santísima Eucaristía presidida por los obispos diocesanos. Su clausura será con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano, el 6 de enero de 2026, en la Epifanía del Señor (cf. Spes non Confundit, n. 6).El Santo Padre, sin desconocer los sufrimientos que padecen millones de personas a causa de las guerras, la pobreza, las enfermedades, el desempleo, las migraciones, la violencia en todas sus formas, etc., nos invita a poner atención a todo lo bueno que hay en el mundo para no caer en la tentación de considerarnos superados por el mal y la violencia (cf. Ibid., n. 7).Para que la Iglesia colombiana se prepare de manera adecuada para el Jubileo del 2025, la Conferencia Episcopal ofrecerá este año tres asambleas catequéticas (en modalidad virtual): el 9 de octubre, el 13 de noviembre y el 11 de diciembre, todas en un mismo horario, de 7:00 a 8:30 p.m. Estos espacios, que se transmitirán a través de la página de facebook y el canal de YouTube de la CEC, serán conducidos por expertos que compartirán lo que significa el Jubileo, las indulgencias, las peregrinaciones, entre otros elementos propios de esta ocasión tan importante. Además, se darán a conocer los lugares de culto que los obispos colombianos señalarán para ganar el Jubileo.Junto a estas iniciativas, también desde la Conferencia Episcopal de Colombia, se ha elaborado la Novena de Navidad, titulada “Misioneros de la Esperanza entre los pueblos”. En esta oportunidad, se destacará en ella la vida de tantos misioneros o misioneras que, con su entrega, por amor a Cristo, se convirtieron en signo de esperanza para las familias, los niños, los jóvenes, los adolescentes, los abuelos y mayores, las mamás, los papás, los consagrados y los pobres, en los momentos más adversos de sus vidas. Como bien sabemos, la Novena de Navidad prepara a todo el pueblo católico para celebrar el nacimiento del Niño Dios. Es una oración que subraya el acontecimiento extraordinario por el que el Dios de la gloria se ha hecho niño en el seno de una mujer virgen, pobre y humilde. Es una expresión que alienta la fe del pueblo cristiano y que transmite, de una generación a otra, la conciencia de algunos valores del tiempo de la manifestación del Señor: Adviento, Navidad y Epifanía.En este sentido, los obispos de Colombia esperan que las reuniones familiares para rezar la Novena puedan ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, «puerta» de salvación (cf. Jn 10,7.9) a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como «nuestra esperanza» (1 Tm 1,1).