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CELAM presentó Documento de la Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe
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Durante una rueda de prensa, realizada este 31 de octubre, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) presentó oficialmente el documento de la Asamblea Eclesial “Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias. Reflexiones y propuestas pastorales a partir de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe”, celebrada en Ciudad de México en noviembre de 2021.
Un Documento ya en manos del Papa
Un Documento en seis idiomas presentado al Papa Francisco por la presidencia del Celam este 31 de octubre, que consta de tres partes: los signos de los tiempos que nos interpelan y alientan; una Iglesia sinodal y misionera al servicio de la Vida plena; y Desborde creativo en nuevos caminos a recorrer.
Como recoge el texto, el deseo es “ofrecer un aporte significativo a la reflexión y al caminar de las comunidades en nuestro continente, con la certeza de que ‘todos somos discípulos misioneros en salida’”. Y hacerlo “partiendo de las tradiciones y culturas del continente para traducir el único Evangelio de Cristo al estilo latinoamericano y caribeño, en una sinfonía donde cada voz, cada registro, cada tonalidad enriquece la experiencia de ser discípulo-misionero”.
La presidencia del Celam, a quienes se ha sumado el teólogo italiano Gianni La Bella, ha dado a conocer el documento en una rueda de prensa realizada en la Sala Marconi, en el Edificio de Radio Vaticana, en la que han participado de modo presencial y virtual, que no olvidemos fue una de las grandes apuestas de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, decenas de periodistas.
Un laboratorio práctico de sinodalidad
Como señaló Mons. Miguel Cabrejos, uno de los grandes incentivadores de este momento inédito que vivió la Iglesia del continente, “un laboratorio práctico de sinodalidad”, fue algo que levantó “con valentía y de manera profética una barrera, porque en adelante, progresivamente, no será posible evitar la participación del Pueblo de Dios en las diversas decisiones de la Iglesia”, lo que en palabras del presidente del Celam, “favorece la corresponsabilidad, pero al mismo tiempo plantea desafíos”.
Entre ellos mencionó el actuar siempre desde la misericordia, la coherencia entre discurso y práctica, leer adecuadamente los signos de los tiempos, escucha, diálogo y discernimiento como proceso, comunicación más empática, habitar el «continente digital», acoger la diversidad, integrar a la mujer en espacios de decisión y ver siempre en el prójimo la imagen de Dios. Desafíos que afectan al clero y Vida Religiosa, en relación con su formación en un mundo plural, su modo de vida, más sencilla, austera y mística, trabajar en sinodalidad, promover y acompañar al laicado. Estos son llamados a caminar juntos, avanzar en una sólida formación, una praxis coherente, y asumir la Doctrina Social de la Iglesia.
Una Iglesia que “ha de construir puentes, derribar muros, integrar la diversidad, promover la cultura del encuentro y el diálogo, educar en el perdón y la reconciliación, el sentido de la justicia, el repudio de la violencia y el coraje de la paz”, concluyó Mons. Cabrejos.
En el lugar de las preguntas y de la construcción colectiva
A los presentes en la Sala Marconi se sumaron testimonios llegados desde diferentes puntos de América Latina. Uno de ellos fue el la Hna. Liliana Franco, que reflexionó sobre el tema: “Desborde creativo en nuevos caminos por recorrer: perspectivas desde la Vida Religiosa Latinoamericana”. Según la religiosa estamos en un momento esperanzador, que ha llevado a ubicarse “en el lugar de las preguntas y de la construcción colectiva”, a cuestionarse “por el querer de Dios”, para desde ahí acercarse a la realidad.
Una Vida Religiosa que, según su presidenta en el continente, apuesta por “una Iglesia en perspectiva misionera, a la salida como la condición para la fecundidad apostólica”. Por eso, desde la escucha a los clamores, apostar por nuevos modos relacionales, dejando claro que, en contextos tan complejos, “los creyentes estamos llamados a ser signo, expresión de un estilo y de unos valores contraculturales y elocuentes”. Un desborde creativo que “no será posible sin la participación de las mujeres, los laicos y los jóvenes” y que desafía a “abrirle boquetes al Espíritu”.
Desborde y escucha
Una Asamblea que en palabras de Gianni La Bella fue «ante todo una verdadera y feliz experiencia de sinodalidad, en la escucha mutua y el discernimiento comunitario, sugerido por el Espíritu«, que considera “un puente ideal entre el Sínodo Panamazónico y el próximo Sínodo Universal sobre la Sinodalidad, experimentando sobre el terreno un nuevo enfoque conceptual de la eclesiología de comunión”.
El teólogo italiano recordó las dos palabras en las que el Papa insistió en relación con la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe: desborde, para así “superar las divisiones y a encontrar soluciones creativas e innovadoras”, y escucha, a Dios y los clamores. Desde ahí fue mostrando la importancia de “los signos de los tiempos» y cómo fueron surgiendo los desafíos que nacieron de la Asamblea, que buscan “ofrecer una serie de sugerencias prácticas para releer y actualizar los contenidos y el espíritu de aquella Conferencia de Aparecida”.
Ser santos de jeans y zapatillas
En los diferentes testimonios Mons. José Luis Azuaje, presidente de Caritas América Latina y Caribe, la Hna. Laura Vicuña, de la CEAMA, y la joven Paola Balanza, de la Pastoral Juvenil, fueron mostrando elementos presentes en la Asamblea Eclesial. Una Asamblea que muestra una Iglesia más renovada, que salga a las periferias, samaritana, al servicio de la vida, sobre todo de los más pobres, una Iglesia que construye la fraternidad, sustentando en el amor a quien más sufre, según Mons. Azuaje, que insistió en ser “una Iglesia cercana que se construya como misericordiosa y promueve la cultura de la ternura”.
No se puede ignorar que la participación sinodal requiere “una escucha atenta del Espíritu, un diálogo abierto y fecundo y un discernimiento eclesial”, según la Hna. Laura Vicuña. La religiosa insistió en que todos somos Pueblo de Dios que camina juntos, con una misma dignidad bautismal. Una Iglesia que en la Amazonía quiere ser ministerial, inculturada, teniendo en cuenta la ecología integral, en un proceso de conversión.
La representante de los jóvenes les llamó a “ser santos de jeans y zapatillas”, a compartir el amor de Dios, dado que son “sujetos fundamentales dentro de la Iglesia, sujetos de comunión, de participación, de misión”. Desde ahí, Paola Balanza desafió a la Iglesia a escucharlos y ser tomados en cuenta, llamando a que el documento sea conocido y practicado.
La relación de la Asamblea con el espíritu de Aparecida
La Asamblea General del Celam realizada en Tegucigalpa en 2019 reflexionó y aprobó la necesidad de una VI Asamblea General del Episcopado, según el cardenal Odilo Scherer, que recordó que al presentar la idea al Santo Padre vio mejor volver al Documento de Aparecida y aconsejó otro tipo de iniciativa manteniendo como referencia ese documento, lo que hizo surgir la Asamblea Eclesial, con la participación de todos lo miembros del Pueblo de Dios.
El vicepresidente del Celam recordó las tres recomendaciones del Papa en aquel momento: evaluar los frutos de Aparecida, analizar las lagunas y ver los nuevos retos. El arzobispo de São Paulo insistió en que, durante la Asamblea Eclesial, “el desarrollo de las reflexiones no se fijó tanto en Aparecida, sino que se miró a los nuevos retos y problemas no resueltos desde Aparecida”. Eso en un evento nuevo, diverso, único, en cuanto a las dimensiones y participación, que despertó gran interés en otros continentes. Y con una metodología sinodal que estuvo muy clara, algo nacido en Aparecida e impulsado por el Papa Francisco en los últimos años.
El desborde evangelizador del Pueblo de Dios en clave sinodal
También en ese ser una nueva experiencia insistió el cardenal Leopoldo Brenes, algo “que hizo a los obispos latinoamericanos sentirse felices y orgullosos de pertenecer a esta Iglesia”, no instalada y sí en salida, en misión permanente. El segundo vicepresidente del Celam destacó el empeño del Santo Padre en celebrar un proceso y no un acontecimiento, y en la deuda con Aparecida. Del mismo modo, reafirmó la riqueza de las aportaciones de miles de personas, “que nos dio lo que hoy estamos presentando, como reflexiones y propuestas, como algo que viene a dinamizar y dar un nuevo impulso a toda nuestra labor pastoral”.
En ese sentido, el arzobispo de Managua llamó a los medios de comunicación a ayudar a que este documento llegue a través de ellos a la gente sencilla, “un documento que trae lo que a Aparecida le estaba faltando, con el que vamos marcando pautas para otros continentes”.
Propuestas pastorales y líneas de acción
Estamos ante un texto que recoge los 4 sueños del Papa Francisco en Querida Amazonía, afirmó Mons. Jorge Eduardo Lozano. El secretario general del Celam señaló que “se nos ofrecen 6 líneas de acción pastoral que pretenden abarcar las diversas dimensiones de la acción pastoral con diversos desafíos fruto de los trabajos de todo el proceso vivido, recogidos por el equipo de reflexión teológica”.
Desde ahí, llamó a emprender un proceso de apropiación para que este texto pueda ir entrando capilarmente en nuestras comunidades. También destacó que no es un documento del Magisterio Episcopal de América Latina, tampoco la reflexión de un grupo de amigos o la conclusión de un congreso, ni la reflexión de un equipo de peritos en el ámbito académico. Estamos ante un documento, insistió Mons. Lozano, que “recoge la reflexión del Pueblo de Dios conformado por las diversas vocaciones y asistidos por el Espíritu Santo. No es fruto de una iniciativa particular y sí de la convocatoria del Santo Padre, que nos puede renovar en el impulso evangelizador y misionero”.
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FUENTE: ADN Celam
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¡Monseñor Alejandro Díaz ya hace parte del colegio episcopal! Fue ordenado obispo auxiliar de Bogotá el pasado 4 de mayo
El pasado sábado, 4 de mayo, en la Catedral Primada de Colombia, se llevó la ordenación episcopal de monseñor Alejandro Díaz García como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Bogotá. La ceremonia fue presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).Junto a familiares, amigos y feligreses, en la Eucaristía participaron 20 obispos, cerca de 300 sacerdotes, así como representantes de diversas comunidades religiosas. Además, algunos presbíteros provenientes de Roma, en miembros del Dicasterio para la Evangelización.En la ceremonia, monseñor Octavio Ruíz Arenas, arzobispo emérito de Villavicencio y secretario emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla, obispo de Facatativá, fueron los obispos acompañantes y primeros ordenantes.“Una misión de fe, amor y esperanza”, así se refirió el cardenal Rueda al significado profundo del ministerio episcopal durante su homilía. Afirmó que la ordenación episcopal no es solo una ceremonia, sino el reconocimiento de una vocación permanente que ha sido guiada por Dios desde el inicio de la vida del ordenado.El purpurado también remarcó que, aunque como obispo de Colombia en la Iglesia primada asume una posición de liderazgo, seguirá siendo parte del pueblo de Dios y debe vivir en comunión y espíritu de hermandad.Por su parte, monseñor Alejandro se encomendó a Dios Padre y pidió la intercesión de la Virgen María en su nuevo rol pastoral, ahora desde el colegio episcopal, “para ser preservado del mal y permanecer en la verdad de Jesucristo”.El nuevo obispo agradeció, además, a quienes han sido instrumentos de Dios en su vida, desde los obispos hasta sus hermanos sacerdotes y amigos. De manera particular, se refirió a los cardenales Pedro Rubiano, Rubén Salazar y Luis José Rueda, así como a aquellos prelados que han guiado su formación y ministerio. También, a los fieles laicos que lo han apoyado y sostenido con su oración.En cuando a la misión que desarrollará ahora en la Arquidiócesis de Bogotá junto al cardenal Luis José Rueda y a monseñor Germán Medina Acosta, también obispo auxiliar, expresó su compromiso para servir con amor y dedicación, así como para dar a conocer el rostro de Jesús en todas las realidades de la capital colombiana.-------Crédito fotos: El Catolicismo - Arquidiócesis de Bogotá-------Vea a continuación la transmisión de la ordenación:
Vie 3 Mayo 2024
5 de mayo: Iglesia colombiana celebrará la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera 2024
El próximo domingo, 5 de mayo, la Iglesia colombiana vivirá la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia Misionera 2024. Una celebración animada por las Obras Misionales Pontificias (OMP), que motiva la oración, protección y solidaridad hacia los niños, niñas y adolescentes más necesitados del mundo.El Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) invita a todos los fieles y jurisdicciones eclesiásticas del país para que se unan a esta jornada, viviendo con los niños un encuentro especial a través de la celebración de la Eucaristía, compartiendo experiencias de sensibilización y contribuyendo económicamente a la colecta nacional. Desde OMP Colombia, han preparado una guía litúrgica a la que se podrá acceder haciendo clic aquí. Además, una orientación para la celebración de la Hora Santa.El dinero recaudado en Colombia durante la jornada, será enviado por las Obras Misionales Pontificias Nacionales al Fondo Universal de Solidaridad del Secretariado General de la Santa Infancia, al que llegan todos los aportes de los distintos países. Desde allí, se entregarán en forma de subsidio a las Iglesias más marginadas, para que puedan apoyar las necesidades de los niños y adolescentes en tres dimensiones: su protección física y moral, su enseñanza escolar y la educación en la fe.El lema elegido este año para esta jornada es “¡Con testimonio, sacrifico y oración, cooperamos en la misión!”. Una frase que “motiva a los niños y adolescentes a unirse a la tarea misionera de la Iglesia con la cooperación espiritual a través de la oración por las misiones y los misioneros, el ofrecimiento de los propios sacrificios, uniéndolos a los de Jesús por la salvación de los niños y adolescentes del mundo, y con el testimonio de vida, en su entorno familiar, en el colegio, con sus amigos, en su parroquia, en su grupo misionero”, así lo explica el padre Samir de Jesús García Valencia, director nacional de OMP y del Centro Nacional Misionero de la CEC.Sobre la Jornada Nacional de Infancia y Adolescencia MisioneraEn 1979 los Obispos de Colombia, reunidos en Asamblea Plenaria, señalaron el primer domingo de mayo para celebrar la ‘Jornada y Colecta Nacional de la Infancia Misionera en todas las parroquias, colegios y demás instituciones del país.’ Esta es, tal vez, la principal fiesta de los niños misioneros, porque reúne a un gran número de niños en cada Diócesis.El dinero recolectado durante este día, por ejemplo, lo utiliza el Papa para ayudar a construir escuelas y centros de salud, así como programas de bienestar en lugares con múltiples necesidades económicas; es decir, para atender a los mismos niños.Monseñor Medardo de Jesús Henao, Vicario Apostólico de Mitú, motiva esta jornada: Vea a continuación la invitación del padre Samir de Jesús García Valencia:
Vie 3 Mayo 2024
"Los invito para que no solo adoremos la cruz, sino que nos injertemos a ella": Arzobispo de Cali
En la mañana de este viernes, 3 de mayo, los arzobispos de Colombia, reunidos en la sede de la Conferencia Episcopal, celebraron juntos la Santa Misa, en el contexto de la fiesta litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz y del Día Nacional de Oración por la Reconciliación y la Paz del país que han propuesto. A la Eucaristía asistieron también el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, así como directivos y colaboradores del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano.Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali, presidió la celebración. Durante su homilía, recordó las palabras del papa Francisco durante su visita a Colombia en 2017 animándonos en esta tarea y afirmó que hoy la urgencia de la reconciliación y de la paz, está atravesada por el dolor que padecen hoy muchas comunidades del país, agobiadas y casi secuestradas, "por una ola de violencia, chantaje, vacunas y extorciones, en aumento, que les quitan la libertad, incluso hasta de su libre movilidad".El arzobispo de Cali dijo que en tiempos de tanta turbulencia, no solo en Colombia sino en el mundo entero, donde la paz parece "esquiva y lejana", es Cristo el que nos reconforta y conduce hacia ese camino, pero que también necesitamos superar con amor, perdón y respeto las diferencias para poder transitarlo. Esto, de acuerdo con monseñor Luis Fernando, permite vivir la fraternidad y reconocernos "Todos hermanos", lema que ha motivado esta jornada. "Cuánto necesitamos de hombres y mujeres, de todas las condiciones sociales, culturales, edades y hasta de credos religiosos, que, pensando en el bien común, superando la fuerza de las ideologías, sean capaces de darlo todo y darse plenamente a la causa de la paz. Cuánto valor se requiere para dar el paso de la paz, en donde la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición de actos violentos permitan a todos, víctimas y victimarios, abrazarse, no para asfixiar al otro, sino para expresar su reconocimiento de los hechos de dolor, la reconciliación, el perdón y la cercanía", expresó.El prelado afirmó, además, que el mensaje de la Cruz para los colombianos es contundente: nos debe conducir no solo a su adoración sino también a la conversión, a ser sembradores y artesanos de paz. Recordó que con esa Cruz se puso fin a la enemistad, se hizo posible la redención y se venció a la muerte, y así también debemos asumirlo nosotros para que florezca la esperanza."Miremos la cruz y al Crucificado. En una unión mística ese nuevo árbol florece y da frutos de paz y reconciliación. Los invito para que no solo adoremos la cruz, sino que nos injertemos a ella, para que retoñemos con la esperanza de ser los constructores de una nueva sociedad. Abrazados e injertos en la cruz del Redentor, elevemos a Dios nuestras plegarias por la conversión de los pecadores y de quienes perpetran toda clase de crímenes y desastres, y nos conceda también nosotros, víctimas y ciudadanos del común, comprender y perdonar al estilo de Jesús", afirmó.Vea a la transmisión de la Eucaristía a continuación:
Jue 2 Mayo 2024
Sinodalidad, misión y Doctrina Social: temas protagonistas en el Encuentro de Rectores de Seminarios de Colombia 2024
Convocados por los departamentos de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), setenta y cinco rectores de los seminarios mayores diocesanos y las casas de formación religiosa del país se dieron cita del 22 al 26 de abril en Bogotá. En esta oportunidad, bajo el propósito central de abordar planes y mecanismos que permitan darle continuidad a la implementación de la Ratio Nationalis, a partir de los estatutos y planes de formación de cada seminario. Monseñor Luis Augusto Campos Flórez, obispo de la Diócesis de Socorro y San Gil y presidente de esta comisión episcopal acompañó el encuentro.Lo planteado en el documento síntesis de la XVI asamblea general del sínodo sirvió también como guía para el desarrollo del evento, pues se busca que la Ratio (la ruta del proceso formativo de los futuros sacerdotes de la Iglesia en Colombia) tenga impregnado el espíritu de la sinodalidad.“Fue una experiencia muy valiosa, muy positiva, poder ver cómo los seminarios han puesto mucho interés en la implementación de estas líneas formativas que se propusieron a nivel nacional, que fueron aprobadas en el año 2019 y que ahora tenemos nosotros como objetivo o derrotero poder implementar en cada una de las instancias de nuestros seminarios”, explicó el padre Manuel Vega León, Director de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada de la CEC.Durante el encuentro, los rectores compartieron algunas de las metodologías didácticas y prácticas pedagógicas que están usando en los seminarios para la formación de los futuros pastores de la Iglesia en Colombia. Todo ello, buscando que sean capaces de responder a la situación actual del país, teniendo presente desafíos como el de la reconciliación y la paz e iluminados por la Doctrina Social de la Iglesia. Bajo el deseo de “ayudar a que estos jóvenes que tienen en su corazón inquietud vocacional, tengan una comprensión más amplia de su servicio y de ese contacto con las realidades humanas que más nos deben preocupar en este momento”, agregó el padre Vega.Conocer, amar y seguir a Jesucristo misioneroEn este mismo sentido, el padre Tonino Urso, rector del Seminario Redemptoris Mater de Medellín afirmó que es fundamental formar presbíteros para la Nueva Evangelización, con ardor, que amen y sufran por las personas y que estén dispuestos a dar la vida por ellas, a imagen de Jesucristo. Esto, de acuerdo con el formador, requiere conducir a los seminaristas por un camino en el que logren conocerse a sí mismos y conocer el amor que Dios les ha tenido. “La Ratio nos pide de formar presbíteros, pastores, misioneros, que les duela el sufrimiento de la gente”, señaló el sacerdote.Otra de las grandes insistencias durante el encuentro, especialmente en este año que la Iglesia colombiana celebrará en el mes de julio el Centenario Nacional Misionero, fue formar futuros pastores con espíritu cada vez más misionero. De allí que durante el encuentro haya intervenido también el padre Samir García, Director del Centro Nacional Misionero de la Episcopal de Colombia, así como de Obras Misionales Pontificias.“Yo creo que tenemos que tener una conciencia clara de que todos somos misioneros desde el bautismo, y aquí es donde incorporamos esta gran alegría de salir, como lo dice el Papa Francisco; de encontrarnos en esa dimensión abierta para ser evangelizadores en donde estemos, quitarnos nuestras comodidades y aprender a tener lo más visible y lo más pronto, lo más cercano a nosotros”, precisó el padre Manuel Penagos Plazas, Rector del Seminario Mayor de Girardot.En esa misma línea, el padre Manuel Calderón Contreras, formador de la Orden de San Agustín, remarcó la necesidad de crear en los seminaristas un deseo profundo de ser misioneros, dando testimonio de Cristo en la Iglesia local pero también en la universal:“Yo creo bastante importante suscitar en los jóvenes ese deseo de seguir a Cristo misionero, a ese Cristo diácono, a ese Cristo servidor, a ese Cristo que da la vida por los demás. Creo que sería un tema bastante interesante de tratar, un compromiso importante para toda la Iglesia en Colombia y, de manera especial, en el camino de formación de lo jóvenes”.Finalmente, el padre Calderón destacó la importancia de estos encuentros convocados por la Conferencia Episcopal para enriquecer el trabajo que se realiza durante la formación en cada una de las jurisdicciones eclesiásticas y desde la realidad de los Institutos de Vida Consagrada. “Nos aportan muchísimo para que nosotros como religiosos pues nos unamos a ese sentir de Iglesia, que vivamos en él y estemos unidos a la Iglesia universal”, concluyó.A continuación, vea el informe audiovisual del encuentro: