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conferencia episcopal

Jue 11 Feb 2021

“Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo”

SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Febrero 14 de 2021 Primera Lectura: Lv 13,1-2.44-46 Salmo: 32(31),1-2.5.11 (R. 7b) Segunda Lectura: 1Co 10,31 - 11,1 Evangelio: Mc 1,40-45 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Las lecturas están fuertemente relacionas con el tema central de la pureza e impureza, no obstante, se podrían abordar en perspectivas diversas: La impureza ritual en la Biblia; la purificación del creyente; o imitar el ejemplo: “seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo” (1 Co 11,1). Este último tema es el que aquí se presentará. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El texto de la primera lectura forma parte de la sección sobre la pureza e impureza (cap. 11-16) que va unida a la sección de la ley de la santidad (cap. 17-26). Aquí encontramos los aspectos negativos y positivos de la exigencia divina; así se hace de las leyes de pureza e impureza unas exigencias de santidad. Las reglas de la impureza se basan en prohibiciones muy antiguas, se considera puro lo que permite acercarse a Dios, e impuro es aquello que impide la realización del culto o excluye de él. En este sentido se habla de pureza ritual, aunque no es la única que conoció Israel, pues los profetas insistirán en la pureza de corazón. La impureza se manifiesta en diversas formas, pero una manera típica de hablar de la impureza era la “lepra”; ella manifiesta la condición de impureza. El término hebreo que se usa para lepra posee un significado amplio, se aplica a diversas enfermedades de la piel y al enmohecimiento de las ropas y paredes; pero siempre en el contexto de impureza. Aunque hay que señalar que la impureza de suyo no señala una clasificación moral sino un estado de aptitud o ineptitud para participar del culto y de la vida comunitaria. La impureza involucra al hombre en su totalidad, afecta la parte física por ello se manifiesta como enfermedad, también influye en la esfera espiritual o religiosa, por tal motivo es el sacerdote del Antiguo Testamento, quien juega un rol importante en declarar tanto la “enfermedad” como la “curación y los sacrificios o medios de purificación”; todo ello toca indudablemente la dimensión social, el “enfermo” o “leproso” queda excluido de la convivencia comunitaria, debe “andar harapiento, despeinado, con la barba tapada y gritando: ¡Impuro! ¡Impuro!”. Puesto que la impureza tiene relación con la santidad, y reconociendo que la santidad pasa por el perdón que Dios da, este tema viene soportado por el salmo 31, uno de los siete salmos penitenciales (Cf. Sal 6; 31; 38; 51;102; 130; y 143); es una pieza de enseñanza que muestra la felicidad de quien ha sido perdonado por Dios; el sufrimiento del pecado, de la impureza y sus afecciones en lo físico, lo espiritual y social, desaparecen para dar lugar a una explosión de sentimientos positivos. Es una lección de sabiduría para la comunidad; reconocer el pecado y “confesar al Señor la culpa” es el camino al perdón, a la alegría. Paragonando algunas expresiones de Jesús, se diría que hay más gozo en el perdón que el declarar impuro algo. El evangelio inserta la curación de este leproso en la correría de Jesús por Galilea, “vamos a otra parte, a los poblados vecinos, para predicar también allí, para esto he venido” (Mc 1,38), después de narrar este milagro, Marcos informa que “después de algunos días, Jesús regresó a Cafarnaúm” (Mc 2,1). El marco es la situación de marginación que vive un leproso en la connotación de impureza propio de la concepción del Antiguo Testamento. Se esperaría el grito: ¡Impuro! ¡Impuro! pero, al contrario, quizás por lo que ha oído este hombre de Jesús, la voz que resuena es: “Si quieres, puedes purificarme”. El texto centra su atención en la acción de “limpiar”, pues bien, en tan corto pasaje se encuentra cuatro veces la raíz del verbo griego khatarizō - “purificar”. Aparecería aquí el proceso de la novedad que involucra las acciones del “impuro” y de quien purifica, Jesús: El necesitado debe “acercarse”, “suplicar” y cumplir con lo que prescribe la Ley; que se complementa después con el testimonio que da. De parte de Jesús tenemos que él siente lástima o compasión, el termino griego es el famoso splagchnizomai, “compadecerse o tener misericordia”; se trata de un amor que conmueve desde la profundidad de las vísceras, lo que permite que Jesús se acerque, “extendió la mano y lo tocó”; Jesús rompe el esquema de marginación y exclusión del “impuro”, con sus gestos denuncia el formalismo de las practicas rituales, colocando el acento en la integralidad de la persona, en la transformación del corazón y la creación de una nueva relacionalidad comunitaria. El pasaje de la segunda lectura es la conclusión de la sección concerniente a lo inmolado a los ídolos (1 Co 8 – 11,1). Los cristianos de Corinto se hallan en el dilema si pueden comer la carne sacrificada a los ídolos sin caer en idolatría. Pablo responde con el principio que el cristiano es libre, pero la caridad le exige respetar la opinión o conciencia de los otros y no provocar escándalo. Concluye con soluciones prácticas, no siempre vale el principio “todo me está permitido” (1 Co 10,23). Para proceder correctamente hay que imitar a Pablo como él imita a Cristo; en concreto, no ha de buscar su propio interés (v.24), sino que todo sea para la gloria de Dios (v. 31) y buscando el bien de la mayoría a fin de que se salven (v. 33). La Gloria de Dios y la salvación de los demás imponen renuncias y comportamientos al cristiano de manera que estos fines se realicen. La llamada imitatio Pauli, consiste en que él se presenta ente sus comunidades como ejemplo a imitar, no solo en este texto sino en muchos otros; aquí su imitación conduce a la imitatio Christi que llevará a una especie de sistema jerárquico de imitación: Dios – Cristo – Pablo – comunidades cristianas – Otras comunidades. Pablo se muestra ejemplar ante la libertad cristiana, esta libertad no debe ser escandalo para nadie, sino que su uso es para la gloria de Dios. Esta actitud de libertad es reflejo de la libertad con que Jesús asumió su vida y su entrega en provecho o salvación de los demás y la Gloria de Dios. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Imitatio Pauli, Imitatio Christi: “seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo” El cristiano está llamado a ser novedad en medio del mundo, a ser “sal y luz” del mundo. El paradigma es imitar a Cristo, y para hacerlo posible hay un sin número de hombres y mujeres que bajo la acción del Espíritu Santo han encontrado formas elocuentes y del todo novedosas de imitar a Cristo. Un Pablo que vive su vida cristiana con libertad, pero sumo respeto en la caridad hacia todos, un evangelizador incansable como Jesús, pastor que siempre se conmovía por sus ovejas. Pienso en una Madre Teresa de Calcuta, mujer que rompió paradigmas y extendía su mano para tocar todo tipo de enfermos, más que con su mano en verdad con su amor cristiano. Un Francisco, Papa de la radicalidad del encuentro con Jesús y la vivencia del evangelio, no teme encontrarse, saludar, escuchar incluso a los que la sociedad hoy rotula como “impuros”; dirá “¿Quién soy yo para condenarlos?” Y con su gesto de lo que él ha llamado cultura del encuentro produce más gozo y conversión que los rótulos que descalifican y excluyen a aquellas ovejas que Jesús ha venido a buscar; pues él fue claro: “No necesitan medico los que están sanos, sino los que están mal. No he venido a llamar a la conversión a justos sino a los pecadores” (Mt 5,32). Imitar a Jesús implica tener la audacia que él tuvo para dar Gloria a Dios y buscar la salvación de los demás, no su interés sino el bien de la mayoría. Hay que salir del rigorismo que excluye y margina la persona humana, no podemos seguir colocando rótulos de “impuro y puro”, hay que vivir como Jesús sin miedo a romper esquemas de exclusión y con un verdadero sentimiento de amor hacia el otro incorporarlo en la dimensión de la comunidad que se siente perdonada por Dios y vive la experiencia de ser Pueblo de Dios. La nueva lepra de hoy se manifiesta de mil formas, sin querer ser exhaustivos, pienso en las condiciones sexuales, en las enfermedades desconocidas que no entran bajo el control absoluto del hombre, la lepra de hoy es la exclusión social por color político o económico que polariza la comunidad. La lepra de hoy es la corrupción generalizada que condena a la vida harapienta a la inmensa mayoría, porque unos pocos solo piensan en su propio interés y no en los demás. La pandemia y sus efectos son una lepra. El coronavirus ha tocado la persona humana y quienes son tocados por este “mal leproso” han vivido y viven en carne propia lo que es ser tildado de “impuro”, sienten en su vida como los afecta en su condición física, espiritual y social. Son excluidos de toda relación, condenados a la soledad y a la miseria de “no seres humanos”; su enfermedad y muerte son “una desgracia” que con decisiones antihumanas hay que deshacerse de cualquier evidencia. Los excluimos de cualquier relación humana, aunque siguen en medio de nosotros, son marginados, los hacemos vivir solos y excluidos como si “moraran fuera del campamento”. Imitar a Cristo, sentir amor auténtico por el otro, no tener miedo de tocar, querer el bien para quienes han sido afectados, recuperar valientemente nuestras relaciones de comunidad humana y cristiana. Nuestra vida va más allá del temor, vivimos y morimos en Cristo. Esta realidad nos ofrece un ambiente propicio para vivir la imitación de Cristo, recuperar la dimensión religiosa y social por encima de prohibiciones absurdas como si se fuera dueño y señor de la vida. Que nuestra fe no se quede en un intimismo que aísla y encapsula en un ambiente egoísta y exclusivamente personal. Aquí hay que dar testimonio, ser ejemplo e imitar a Cristo. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor que nuestra vivencia cristiana sea autentica como tu vida, que no tengamos miedo de vivir el encuentro con los más excluidos de la sociedad e integrarlos en esta historia de salvación. Que cada uno sepa acercarse, suplicar, vivir lo mandado por tu Ley y dar vivo testimonio del encuentro íntimo contigo. Míranos, Señor, siente tu conmovedor amor, tiende tu mano, tócanos, limpia nuestra impureza y haz que seamos imitadores de tu gran amor. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hermanos esta es nuestra casa, con frecuencia somos invitados a vivir nuestra vida en estos espacios, pero puede darse que no nos sintamos en nuestro ambiente; así que recordemos que en la casa de Dios no somos extraños como en tierra extranjera; aquí en verdad somos ciudadanos del Reino, estamos en nuestra propiedad. Construyamos comunidad, acerquémonos a Jesús, vivamos un profundo encuentro con él, dejémonos tocar por amor, y como respuesta en todas las dimensiones de nuestra vida: Imitemos a Cristo. Monición a la Liturgia de la Palabra Hermanos vamos a escuchar la Palabra de Dios, ella siempre nos sorprende con la novedad, pero hoy, de manera especial, nos invita a abrir nuestros oídos y escuchar lo que ha vivido el pueblo de Dios, para que aprendamos a Imitar al Señor y no nos quedemos en nuestros estrechos esquemas de condenación. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Señor Dios, que has dispuesto la historia de la salvación para que el hombre aprenda a hacerlo todo para Gloria de Dios y salvación de la humanidad, escucha la oración de tus hijos que imploran tu bendición. Diciendo: R. Bendice a tu pueblo Señor 1. Padre Bueno, te pedimos por tu Iglesia, especialmente por nuestros pastores y nuestro párroco para que en sus enseñanzas nos muestren el verdadero camino para Imitar a Cristo el Salvador. 2. Padre Generoso, te suplicamos por quienes tienen el poder de autoridad en nuestra comunidad para que sepan interpretar los signos de los tiempos, y con sus decisiones den Gloria a Dios y busquen siempre la salvación de la humanidad. 3. Padre Misericordioso, te pedimos por la humanidad rotulada como “impura”, mírala con tu misericordia, absuélvela de su culpa y reintégrala a la vida espiritual y social. 4. Padre amoroso, te pedimos por los enfermos y por todos los que sufren para que vivan unidos a ti y ofrezcan su fidelidad, sufrimientos y oraciones por la evangelización del mundo. 5. Padre Buen Pastor, te pedimos por esta asamblea que es tu rebaño, tiene necesidad de tus cuidados amorosos, líbranos de caer en el escándalo, más bien enséñanos y danos la gracia de aprender en todo a Imitar a Cristo el Señor. En un momento de silencio presentemos nuestras intenciones personales Oración conclusiva Oh Dios, acoge favorablemente las súplicas que te hemos presentado, e incluso aquellas que han quedado en el secreto del corazón, y concedeos vernos beneficiados de tu bendición. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.

Mié 10 Feb 2021

Iglesia ante el Estatuto de Protección Temporal para Migrantes Venezolanos

Ante el anuncio realizado por el Gobierno Nacional sobre la implementación del Estatuto de Protección Temporal para Migrantes Venezolanos, como mecanismo de regularización de esta población en nuestro país, la Conferencia Episcopal de Colombia y su Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana, reconoce que se trata de una respuesta valiosa encaminada a fomentar la acogida, protección, promoción e integración de la población migrante. "Su implementación será un acto fraterno que abre las puertas para garantizar que esta población que llega a nuestro territorio pueda disfrutar de los derechos fundamentales de todas las personas y pueda acceder a oportunidades para una vida digna". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar Power Point[/icon]

Mié 10 Feb 2021

OMP invita a vivir la Jornada Mundial del Enfermo

El próximo jueves 11 de febrero, la Iglesia católica celebra la vigésimo novena Jornada Mundial del Enfermo, con el lema: “Uno solo es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos (Mt 23,8)” El padre Alexis Gil Henao, Director Nacional de Obras Nacionales Pontificias (OMO), advirtió que este es un momento para orar, recordar y acercarse al hermano que sufre y a sus familias, mirando en ellos el rostro de Cristo, enfermo y herido. Además, extendió a todos los católicos una invitación a unirse a este gran momento eclesial, con el compromiso de suplicar a Dios y a la Santísima Virgen, el fin de la pandemia, la salud física de tantos que en este tiempo han contraído el virus y se encuentran padeciendo esta enfermedad. El sacerdote subrayó que desde OMP, se elaboró un subsidio para la eucaristía propia de este día, igualmente una serie en audio de seis catequesis que ayudarán a vivir la fraternidad con el hermano que sufre y un afiche propio para la Jornada. Finalmente, informó que en unión con la Conferencia Episcopal de Colombia y la Iglesia universal, se celebrará este día, jueves 11 de febrero, a las 8:00 a.m., la eucaristía virtual que será transmitida a través del Facebook de OMP. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar subsidio[/icon] Leer Mensaje de la Jornada y escuchar catequesis [icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Mar 9 Feb 2021

CEC invita a orar por los periodistas

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en el Día Nacional del Periodista, invita al pueblo colombiano a orar por los profesionales de la comunicación y, a la vez, los anima a ellos mismos a incluir la oración en su rutina diaria. Es así como a las 8:00 de la noche de hoy, a través de un Facebook Live en la página institucional /episcopadocol, monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC, estará rezando el rosario junto con varios periodistas muy conocidos por su profesionalismo y compromiso de fe. Los comunicadores Rochi Stevenson y Carlos Calero, del programa de televisión ‘Día a Día’ de Caracol; Jairo Tarazona, de RCN Radio, y los presentadores de noticias Felipe Arias, de RCN, y Doris Nieto, del canal Cristovisión, son los invitados de monseñor Urbina para este espacio de oración. Asimismo, se unirán a las intenciones del santo rosario cinco profesionales de la comunición que ofrecen su talento y servicio a la Iglesia en Colombia. Son ellos: Sor Diana Herrera, delegada de comunicaciones de la Diócesis de La Dorada Guaduas; Diana Álvarez, coordinadora regional de gestión de la información y las comunicaciones del Servicio Jesuita a Refugiados para Latinoamérica y el Caribe; el padre Arnobi Álvarez, delegado de comunicaciones de la Diócesis de Fontibón, y el padre Carlos Villabón, delegado de comunicaciones de la Arquidiócesis de Villavicencio. Con ellos también estarán Luz Marina Medina, coordinadora de comunicaciones externas y atención a los periodistas de la Conferencia Episcopal, y el padre Jaime Marenco, director de comunicaciones de la CEC.

Mar 9 Feb 2021

Padre Constantino, misionero que compartió la ternura de Dios

Como una gran familia, los obispos, los directores de departamento, los religiosos y los laicos colaboradores de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), despidieron de su morada terrena al gran pastor, misionero y amigo, el padre Constantino Gutiérrez Gómez, quien acompañara con su servicio a esta institución durante siete años en la dirección del Departamento de Etnias. Monseñor Oscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC, fue el encargado de presidir la ceremonia litúrgica y en su homilía destacó del padre Constantino su sencillez, alegría, cercanía y dedicación como misionero hacia tantos hermanos necesitados, de manera especial a aquellos de las comunidades indígenas y afrodescendientes a las que atendió de manera incansable. Observó que una tarea que todos debemos cumplir en la tierra es la de contemplar la obra de Dios y ser responsables con la creación y esto, dijo, “fue la misión que cumplió a cabalidad el padre Constantino”. “Esta realidad hizo parte de la espiritualidad del padre Constantino que, además de la palabra del Señor, aprendió de las culturas ancestrales también a leer, cantar, proclamar, a bendecir y a cuidar la obra creadora. Así aprendimos que en toda la creación con el nacimiento empieza la carrera de la vida y también el descenso de la muerte que él ahora vive”, agregó. De una manera ilustrativa, recordó que al único que no se le mueren los hijos es a Dios. “La muerte de este hermano como esperamos sea la nuestra, no será el fin, sino el cumplimiento pleno de la existencia, la nueva creación que Dios realizará a través de Cristo muerto y resucitado en cada uno de nosotros”. Resaltó dos momentos importantes que permeaban la vida de Jesús. Uno, la experiencia de oración en el silencio y, luego, el encuentro con la gente. “Estos momentos los vivió el padre Constantino”, afirmó. Aseguró que el padre Constantino respondió al deseo de Jesús, de conocerlo, de reproducir sus acciones e imitarlo en su entrega misericordiosa para guiar, orientar y proteger a los más necesitados de apoyo. “Nuestro hermano Constantino hizo presencia, promocionó, acompañó y guio desde el Instituto Misionero de Antropología (IMA) a tantos hermanos nuestros que requerían de ayuda”. En un momento emotivo, el arzobispo de Villavicencio explicó que esta eucaristía era una acción de gracias a Dios y un homenaje por la vida de este misionero infatigable. Pidió a quienes le sucedan en esta tarea, para que su obra especialmente en beneficio de las diversas etnias y afrodescendientes a los que él sirvió con tanto amor y por las que él lucho hasta el final, puedan continuar. Finalmente, recordó que “en cada hermano que él sirvió vive Dios y cada hermano necesita tocar, sentir cercana la ternura, el amor y la salvación de Dios”. A la eucaristía, que se realizó de manera virtual este lunes 08 de febrero, se conectaron los funcionarios de la Conferencia Episcopal de Colombia, hermanos de la Comunidad de Misioneros Javerianos de Yarumal, parientes y amigos del padre Constantino Gutiérrez Gómez. Misioneros Javerianos de Yarumal despiden al padre Constantino Gutiérrez Así mismo, este día en horas de la tarde, los Misioneros Javerianos de Yarumal, comunidad a la que pertenecía el sacerdote fallecido, celebraron la santa misa exequial, presidida por monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia. Durante su homilía y tomando las lecturas escogidas para esta ocasión, una de ellas de la carta de San Pablo sobre el bautismo como prenda de la vida eterna; el Salmo: "El Señor es compasivo y misericordioso"; y el pasaje del Evangelio sobre la Resurrección del hijo de la viuda de Naín, afirmó que si bien es dolorosa la partida del padre Constantino, desde la fe y la fraternidad ha de ser asumida como una garantía de esperanza y cercanía a Dios en medio del sufrimiento humano. Dijo monseñor Álvarez que este es un momento para renovar la fe en la resurrección de Cristo y de los cristianos. “Lo que estamos viviendo no nos puede menguar en la confianza en el amor de Dios, al contrario, debe afianzar en ella, pues sentimos su presencia amorosa que da sentido a nuestra vida. En Cristo, quien dio su vida por nosotros, hallamos la luz para nuestra vida y para esta situación dura por la que atravesamos”. El prelado destacó las grandes virtudes del padre Constantino, pues lo tuvo como cercano colaborador en el trabajo misionero de la Conferencia Episcopal. Exaltó su sencillez, humildad, su servicialidad, su cercanía a todos y especialmente a los más necesitados. “Él desplegó su confianza completa en la providencia, a pesar de las limitaciones económicas, siempre buscó la manera de sacar adelante sus proyectos con un trabajo continuo y dedicado, tratando de hacer con ella la tarea evangelizadora”. En un segundo momento, resaltó su espíritu misionero, su celo pastoral expresado en todo lo que realizaba para poder asistir a cuanta reunión se le convocaba, reuniones pastorales o encuentros con indígenas “era capaz de hacer largos trayectos por tierra para poder vivir esa condición de evangelizador y anunciador”. Por último, resaltó su grande amor por las etnias, indígenas, afrodescendientes y rom, a los cuales les dedicó completamente su vida y ministerio “Era su carisma personal. No había reunión en el Episcopado en la que Constantino no contara de su trabajo con las etnias o tuviera una iniciativa para ellos”. Concluyó su homilía haciendo un llamado a la confianza en Dios y a buscar la intercesión de los santos más cercanos en la vida del padre Constantino, como fueron santa Laura Montoya, y el beato Jesús Emilio Jaramillo, obispo Javeriano mártir en Arauca, para pedir por la tarea evangelizadora, continuar en este caminar y hacer llegar el amor de Dios a todos en medio de estas circunstancias tan difíciles y duras.

Jue 4 Feb 2021

Curó a muchos enfermos de diversos males

QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Febrero 7 de 2021 Primera Lectura: Jb 7,1-4.6-7 Salmo: 147(146),1-2.3-4. 5-6 (R. cf. 3) Segunda Lectura: 1Co 9,16-19.22-23 Evangelio: Mc 1,29-39 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Desde las lecturas que se nos ofrecen para este domingo, tres temas emergen para nuestra reflexión: • El sentido y la brevedad de la vida humana sometida al trabajo y a la enfermedad. • Los oficios desarrollados por el hombre y su respectiva recompensa, donde entra la dimensión infrahumana y trascendente del valor del trabajo y su “paga”. • El sentido que Jesús (su mensaje en acción: la evangelización) da a la vida humana. Este tema es el que abordaremos a continuación. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El texto de la primera lectura forma parte del primer ciclo de conversaciones entre Job y sus amigos (cap. 3-14); Job ha exteriorizado su confusión y desahogo por la situación, más que difícil, que está viviendo; sus amigos han intentado ayudarlo condenando injustamente a Job en una pretendida defensa de Dios, donde “Dios premia a los buenos y castiga a los malos”. Job responde a su amigo Elifaz (6,1 - 7,21) reiterando su confesión de inocencia, al tiempo que describe los grandes sufrimientos, y concluye haciendo una lectura sobre el sentido de la vida humana, donde el principio de premio y castigo de buenos y malos es insuficiente para comprenderla, porque la vida desde la experiencia vivida no es vista más que como un “servicio”, un “jornal”, “una sombra”, “un soplo”, un “consumirse sin esperanza”, una “fatiga” que se alarga inexplicablemente. El tema dominante de la primera lectura es un desgarrador lamento sobre la fugacidad de la vida humana que se muestra frágil, sufriente. ¿Qué puede cambiar este desgarrador sentido de la vida humana? El salmo 147 (146) es una primera respuesta. Es un himno de alabanza a Dios, estructurado en tres secciones mediante claras invitaciones a la alabanza (vv. 1.7.12); la primera sección que es la que se ha proclamado, invita a alabar al Señor porque es el protector de los humildes; se celebra el poder y la bondad de Dios que es grande y poderoso, y que muestra su poder con las acciones que realiza, pues después de la tragedia de la deportación reconstruye la ciudad y la vida destrozada del pueblo. La narración del evangelio presenta las curaciones en la jornada de Cafarnaúm y una síntesis del recorrido de Jesús por Galilea. Tres partes: 1. La curación de la suegra de Pedro, en su casa, destacando la presencia de los discípulos que han sido llamados - Pedro, Andrés, Santiago y Juan (vv. 29-31); 2. Un resumen de la actividad de Jesús: curaciones y exorcismos (vv. 32-34) 3. Otras acciones de Jesús: Oración y predicación. Pero, el evangelio nos dice algo más que el mero recuerdo histórico. Aquí aparece la irrupción de Jesús en la historia concreta del hombre, pues él “salió” para prestar su servicio a la vida humana. El texto se estructura a partir del verbo “salir” y las acciones complementarías de este salir; esta insistencia debe notar que Jesús salió del Padre y vino al mundo para dar sentido a esta existencia. “Salió” de la sinagoga para “acercarse” y entrar en “contacto” con los necesitados, con el hombre sumido en la enfermedad y la realidad que le hace experimentar la existencia humana como desgarradora; Jesús se “levantó” y “salió” para entrar en relación con Dios, salió para “hacer oración”; definitivamente, la acción de Jesús se resume en que él “salió” para “recorrer” y “predicar”, es decir, llevar la Buena Nueva; y ésta se realiza con gestos concretos sirviendo al hombre sumido en su lamento, él salió para “curar” y “expulsar a los demonios”. Así, el mensaje del evangelio, Jesús Hijo de Dios, es la respuesta definitiva al desgarrador lamento sobre la fugacidad de la vida humana. Pablo, en la segunda lectura, bien que el texto pertenece a la reflexión sobre los derechos de los apóstoles o de quienes anuncian el evangelio, se encuadra en el sentido de la vida. Pablo proclama el evangelio sin buscar salario alguno, porque su gozo, ganancia, paga, es haberse encontrado con el Resucitado; su paga es “precisamente dar a conocer el Evangelio”, él tiene claro por qé hace las cosas que hace, “hago todo esto por el Evangelio, para participar de sus bienes”. El Evangelio es Jesús, su mensaje, y por él hace todo. Predicar es un encargo u oficio que lo exige todo y da sentido a todo. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Jesús da sentido a la vida humana. El hombre afligido conoce su miseria; la reflexión de Job es solidaria de la humanidad entera que sufre, que se resigna a morir, pero que en medio de su angustia percibe que la existencia humana tiene una misión, un servicio que realizar. La dimensión trascendente confiere a la vida del ser humano un sentido de gran valor. Encontrarse con Jesús y su mensaje todo se transforma; Jesús no deja las cosas iguales. Esta no es una idea o frase de cajón, sino que es la inexplicable respuesta que Dios ha dado a la humanidad. Nada más provechoso que abrir el corazón y conocer a Jesús. Les pasó a los discípulos que él llamó a su caminar, a Pablo, a la suegra de Pedro que se levanta y se pone a servirles; les pasó a ellos, y les ha pasado a millones de personas a lo largo y ancho del mundo y de la historia. Y hoy pasa aquí contigo y conmigo. La apertura de corazón para alabar a Dios introduce una dinámica nueva en la existencia, la oración crea un espacio de confianza e intimidad transformante, solo debemos repetir el gesto de Jesús, “salir e ir a un lugar solitario” para encontrarnos con Dios en la oración. El lugar solitario es cualquier lugar, mejor aún, el lugar solitario es el corazón, en ese ambiente debe nacer la oración. La vida mirada desde la oración adquiere valor, vista desde la mera condición humana no es más que lamento desgarrador. Jesús “salió” del Padre y vino a nuestro encuentro para dar sentido a nuestra existencia; su acción transforma las realidades que desgarran la vida humana; la muerte, el mal, el sufrimiento, el dolor, los mismos amarres del demonio son nada ante el Señor. Como él mismo le responde a Pedro, “para esto he salido”; él ha salido, es decir, se ha encarnado, para ser la respuesta última y completa a la realidad del ser humano. La humanidad tiene necesidad de conocer a Jesús, y Jesús tiene deseos de ir al encuentro de toda la humanidad; lo expresaba Pedro en el evangelio “todo el mundo te busca”; ojalá esta sea la realidad de hoy. Para que este encuentro entre Jesús y la humanidad acontezca, hoy, se necesitan hombres y mujeres que, como la suegra de Pedro, Pablo y los otros discípulos, entiendan que después de conocer al Señor solo hay una respuesta: ¡Servirlo!, “se puso a servirles” o como lo entiende Pablo, predicar, evangelizar, “es que me han encargado este oficio”. Jesús nos enseña a vivir la “cultura del encuentro”. Él salió del lugar del culto (sinagoga) y entró en el lugar de la existencia cotidiana (casa), y en sus actitudes se vive la cultura del encuentro, pues “se acercó” y “tocó”. Hoy corresponde a sus seguidores seguir repitiendo estas actitudes; ir al encuentro del otro, especialmente del enfermo y los marginados, como dice el Papa Francisco, ir y tocar la carne de Cristo en los enfermos. Se necesitan evangelizadores convencidos del poder y amor de Dios. Evangelizadores que hagan todo por el Evangelio. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor, que nuestra oración sea una alabanza por todo el amor que tú nos has manifestado; que cada momento vivido sepamos usarlo para tener un mayor e íntimo encuentro contigo, encuentro que transforme nuestra vida y nuestra manera de ver la vida, encuentro que nos lleva a ser evangelizadores, a darlo todo con entrega total por el Evangelio. Que el mundo te conozca y te sirva, no de palabras sino de obras concretas en bien de los más necesitados. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hermanos el Señor nos convoca, una vez más en su glorioso día, para vivir este encuentro intimo con él, y nos invita a dejar en sus manos el sentido de nuestra vida, especialmente abandonar en su amor los dolores y sufrimientos que aquejan nuestra existencia; pero al mismo tiempo confiar a él nuestro compromiso evangelizador que da sentido a nuestra existencia y que, transforma la vida de los demás. Trayendo, pues, nuestras tristezas y alegrías participemos con fe en esta celebración. Monición a la Liturgia de la Palabra Las realidades que a diario vivimos nos cuestionan sobre el sentido de la vida humana, nos preguntamos ¿qué da sentido a esta fugacidad de la existencia humana? Las lecturas nos mostrarán que este interrogante se ha planteado desde muy antiguo, y que muchos creyentes, en la vivencia de su fe, y en la búsqueda de sentido, han encontrado respuestas sorprendentes. Escuchemos con fe. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Elevemos hermanos nuestra oración a Dios, para que con su gracia acoja nuestras súplicas, dé sentido a nuestra existencia y nos ayude a servirlo con santidad y justicia todos los días de nuestra vida. R. Santifica a tu pueblo Señor 1. Oh Dios, custodia a tu Iglesia, protege al Papa Francisco y asiste a los Obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia para que, viviendo el encuentro con Cristo, ayuden a su rebaño a vivir las dinámicas de la Nueva Evangelización. 2. Oh Dios, ilumina a los legisladores y gobernadores para que, viviendo el encuentro con Cristo, tomen decisiones y acciones que busquen siempre el bien común. 3. Oh Dios, socorre y consuela a tu pueblo conservándolo en la paz y concede la gracia del encuentro con Cristo, para que cada uno sea un verdadero evangelizador para los demás, haciendo todo por el Evangelio. 4. Oh Dios, esta asamblea te alaba y te bendice al reconocer que solo tú con tu providente amor das sentido a nuestra existencia, acoge favorablemente nuestra humilde oración y concédenos un ferviente espíritu evangelizador. En un momento de silencio presentemos al Padre nuestras intenciones personales Oración conclusiva Acoge, Padre bueno las plegarias que tus hijos te han presentado con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Mar 2 Feb 2021

Falleció monseñor Héctor Epalza Quintero, obispo emérito de Buenaventura

Al medio día de hoy, martes 02 de febrero, falleció a la edad de 81 años, en la clínica Comfamiliar en la ciudad de Pereira, monseñor Héctor Epalza Quintero, obispo emérito de la Diócesis de Buenaventura, Valle del Cauca. La noticia fue confirmada por el actual obispo de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, quien lo acompañó desde el pasado jueves 29 de enero, fecha en la que el prelado fue ingresado a la clínica por un derrame cerebral. “A las 12:15 del mediodía falleció Monseñor Héctor Epalza. Elevamos oraciones a Dios, lleno de amor y de misericordia que lo acoja en su reino”, expresó monseñor Jaramillo. La Conferencia Episcopal de Colombia expresa sus sentimientos de tristeza por la partida de este gran pastor y defensor de los derechos humanos y se une en oración "para que Dios conceda la gloria eterna a este servidor fiel". Igualmente, extiende su saludo de cercanía a la familia Epalza Quintero, a los Padres Sulpicianos, a monseñor Rubén Darío Jaramillo y a la iglesia diocesana de Buenaventura. Monseñor Epalza, nació en el Municipio de Convención (Norte de Santander), el 14 de junio de 1940. Recibió el Sagrado Orden del Presbiterado el 14 de julio de 1965 en Cali y en esa Arquidiócesis quedó incardinado. Fue admitido a la Compañía de San Sulpicio, Provincia de Canadá, el 30 de enero de 1989. El 16 de Julio de 2004 Su Santidad Juan Pablo II lo nombró Obispo de Buenaventura. El 30 de junio del 2017, el Papa Francisco aceptó la renuncia a su cargo. EXEQUIAS Velación: Martes 02 de febrero en la Catedral de Pereira Misa de cuerpo presente: Miércoles 03 de febrero en Pereira, a las 9:00 a.m. Traslado a Buenaventura: Miércoles 03 de febrero a las 4:00 p.m. Se recibirá el féretro en la entrada de Buenaventura (Comfamar), se trasladará en el carro de bomberos hasta la Catedral para su velación. Eucaristía de exequias: Jueves 04 de febrero a las 10:00 a.m. Catedral San Buenaventura donde reposarán sus restos mortales. ho [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar BIOGRAFÍA[/icon]

Mar 2 Feb 2021

Obispos de Colombia ofrecen oración por la vida consagrada

Con ocasión de la XXV Jornada Mundial de Oración por la Vida Consagrada, que la Iglesia católica anima cada 2 de febrero, los obispos de Colombia saludan a todos los hermanos y hermanas que hacen parte de los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica en el país, agradeciéndoles el servicio y la entrega hacia los más necesitados. En el mensaje, firmado por monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), se subraya que frente a la difícil circunstancia que vive el mundo entero y de manera particular el país, por causa de la pandemia del Covid-19, la Iglesia quiso proponer el lema: “La vida consagrada, signo de esperanza en medio de la pandemia”. Esto, con el fin de resaltar el testimonio de la vida consagrada “que refleja al Señor Jesús en el servicio a los más pobres, los enfermos y los que sufren”. Igualmente, los obispos ofrecen sus oraciones por aquellos sacerdotes, religiosos y religiosas que han muerto víctimas de la pandemia, así como por aquellos que hoy se encuentran batallando contra este poderoso virus. Momentos que animan a vivir la Jornada Observan que son tres las razones por las que san Juan Pablo II animó a vivir esta celebración de la vida consagrada: Primero, dar gracias a Dios por el gran don de la vida consagrada; segundo, promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima de la vida consagrada; y, por último, celebrar la acción del Espíritu Santo que anima a la insustituible misión evangelizadora en la Iglesia y en el mundo. Finalmente, los prelados confían a la Virgen de Chiquinquirá, patrona de Colombia, la vida y misión de quienes han tomado la decisión de consagrar su vida a Cristo y al servicio de la Iglesia. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]