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Iglesia

Lun 15 Mar 2021

Diócesis de Montería se prepara para el Año de la Familia

En comunión con la invitación hecha por el Papa Francisco de celebrar un año dedicado a orar de manera especial por la familia, la Diócesis de Montería realizará este viernes 19 de marzo, a partir de las 8:00 p.m., una jornada de reflexión que se une a la celebración del 150° aniversario de san José como patrono de la Iglesia Universal. Dentro del programa, que se desarrollará de manera virtual y que marcará el inicio a las actividades del año de la familia, se encuentra: Espacio de animación bíblica, presentación de la carta apostólica 'Patris Corde' (Corazón de Padre), oración de consagración a las familias y, por último, el obispo de esta jurisdicción, monseñor Ramón Alberto Rolón Güepsa, hará el cierre de la jornada con una bendición a todas las familias monterianas. Cabe anotar que el obispo ha invitado a todas las parroquias de la diócesis a sumarse el día anterior, jueves eucarístico, 18 de marzo, a una hora santa, teniendo como intención la preparación para esta celebración de la Iglesia Católica a nivel mundial. La celebración del “Año de la Familia” en esta Iglesia particular de Montería marca una relevante significación, pues la Sagrada Familia es la patrona de esta jurisdicción eclesiástica. Por qué celebrar el año de la familia El Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, ha informado que este año especial de la familia busca ofrecer a la Iglesia oportunidades de reflexión y profundización para vivir concretamente la riqueza de la exhortación apostólica 'Amoris laetitia' (La alegría del amor). Además, "hacer experimentar que el Evangelio para la familia es alegría que llena el corazón y la vida entera".

Lun 15 Mar 2021

Papa Francisco nombra a arzobispo de Bogotá miembro de la CAL

El pasado miércoles 10 de marzo, el Papa Francisco nombró a monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, nuevo miembro de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), órgano de la Iglesia Romana. Estoy dispuesto a servir a Dios y, a través de Él, al pueblo Al ser interrogado sobre su designación a este cargo, el arzobispo de Bogotá recordó el capítulo de San Juan cuando Jesús le pregunta tres veces a Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?” Él le respondió: “Sí, Señor, Tú sabes que te quiero”. Jesús le dijo: “Apacienta mis corderos”. Al respecto dijo que este pasaje bíblico “lo que le está diciendo el Señor a la Iglesia y lo que me está diciendo a mí particularmente es que, si lo amo, debo estar dispuesto a servirle a él y al pueblo de Dios, porque servirle al pueblo de Dios es servirle al mismo Cristo que camina en la historia”. Es necesario ver la Iglesia de manera universal El prelado asintió que una forma de aportar a este dicasterio es ver la Iglesia de manera universal, una sola. Dijo además que todos, pero de manera particular los llamados al episcopado, deben cumplir la tarea de ver la Iglesia “no solo desde su porción de Iglesia particular, sino la Iglesia del país, la Iglesia del continente, la Iglesia católica en todos los cinco continentes para amarla, reconocer sus virtudes y poder acompañarla”. Aporte de la Iglesia colombiana a este dicasterio Resaltó que cada Iglesia particular del continente ha vivido su propia experiencia y ha dejado marcado un camino con unas condiciones especiales. Para el caso de Colombia el prelado expuso que la Iglesia colombiana tiene algo que ofrecer, porque lo ha aprendido en medio del sufrimiento y es el camino del diálogo y la reconciliación para encontrar la paz. Monseñor Rueda Aparicio se refirió a la violencia que durante décadas ha golpeado al país, y recalcó que la Iglesia ha estado presente con los párrocos, religiosas, religiosos y laicos, “siempre presentes sirviendo, acompañando y sanando heridas, tratando de pronunciar una palabra de reconciliación para unir a víctimas y victimarios”, comunicó. Favorecer la ‘sinodalidad’ para la Asamblea Eclesial Finalmente, al ser consultado sobre cómo se podría favorecer la sinodalidad desde la Pontificia Comisión para América Latina, en vísperas de celebrarse el aniversario de la V Conferencia General del Episcopado en Aparecida, el prelado observó que la “propuesta que nos ha hecho el Papa de celebrar una Asamblea Eclesial, del 21 al 28 de noviembre en Roma, nos va a dar la oportunidad de celebrar en sinodalidad como pueblo de Dios, para agradecer todo lo que hemos caminado y para asumir los desafíos en un futuro cercano y a largo plazo”. Nuevos miembros para la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) El Santo Padre designó para este dicasterio a los siguientes prelados: Cardenal Orani João Tempesta, arzobispo de São Sebastião do Rio de Janeiro (Brasil); Cardenal Carlos Osoro Sierra, arzobispo de Madrid (España); Mons. Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia; Mons. Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey (México); y, Mons. Nelson Jesús Pérez, arzobispo de Filadelfia (Estados Unidos). Funciones de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) Este dicasterio de la Curia Romana nació en 1958 bajo el pontificado del Papa Pío XII. Su función es la de “aconsejar y ayudar a las Iglesias particulares en América Latina” y “estudiar las cuestiones que se refieren a la vida y el progreso de dichas Iglesias, especialmente estando a disposición, tanto de los dicasterios de la Curia interesados por razón de su competencia, como de las mismas Iglesias para resolver dichas cuestiones”, como lo señala la constitución apostólica Pastor Bonus del Papa San Juan Pablo II. Es tarea de la CAL colaborar en coordinación con las instituciones que, de una u otra forma sirven en América Latina, como el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y su secretariado general, con las conferencias episcopales nacionales y otras instituciones de ayuda en América Latina y con la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), y con las instituciones católicas internacionales y otras asociaciones y movimientos que sirven en el continente.

Lun 15 Mar 2021

A la Pascua con San José

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - “Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua”. “Cuando tuvo doce años...el niño se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres” (Lucas 2, 41 -43). Al escribir este mensaje editorial, en el año de San José y para el mes de marzo, dedicado a él y centrado en su fiesta del día 19, me viene espontánea esta imagen de la familia de Nazaret, que recorre y corre presurosa este camino de fieles peregrinantes a su “fiesta nacional”, fiesta de las fiestas. Es la imagen que recogen los misterios gozosos del Santo Rosario: “la pérdida y el dichoso reencuentro de María y José, con su hijo adolescente, Jesús” (quinto misterio). Una imagen que nos convoca como Pueblo de Dios a “caminar juntos”, Iglesia y humanidad, en esta hora de la historia. A caminar con Jesús y con María, fijando esta vez los ojos y el alma en la figura de José, el varón justo, descendiente de David, esposo de María, padre legal de Jesús, protector y custodio de la Iglesia que nace con ellos, carpintero de Nazaret. Acostumbrados a esta jornada anual, los padres de Jesús se integraban a la caravana de los hombres y a la de las mujeres, turnándose, al parecer, el llevar consigo al niño Jesús. Pero esta Pascua sería inolvidable para ellos: marcó todo un “crecimiento en la fe” para la Sagrada Familia. Descubrir los alcances de la filiación divina de Jesús; acoger, en diálogo y escucha cuidadosa, la autonomía y la “vocación” de Rabino, de Maestro, sin mengua de la sujeción y obediencia filial de Jesús a ellos; rehacer el camino de la ida y regreso pascual, por el de “angustiados te buscábamos”; superar la costumbre de suponer que Jesús estaba con ellos y ellos con Jesús; tener qué enmarcar ahora su misión de padres en la misión de Jesús, la de “ocuparse de las cosas” de su Padre: toda una “Nueva Evangelización”, diríamos hoy, para unos buenos e inmejorables cristianos convencionales, llamados a un discipulado del Padre a través del Hijo, de su hijo, su adolescente Jesús. Creyentes, esposos, padres e hijos, pastores y religiosos, todos podemos compartir esta Pascua 2021 como una prueba de Dios a nuestra fe quieta, a nuestra religiosidad de mera costumbre rutinaria, a nuestro vacío de diálogo y escucha con Dios, entre pastores y fieles, entre esposos y padres, con los hijos, especialmente los adolescentes y los jóvenes. La Pascua 2021, después del encierro por el coronavirus, que nos privó de la Semana Santa 2020, sea un “comenzar de nuevo”, después del frenazo histórico por la pandemia, nuestra relación más personalizada y cierta con Jesús y entre nosotros. Sea ésta la Pascua que recoge las angustias de una humanidad que busca superar la pandemia con la vacuna y la reactivación económica. La Pascua 2021 nos haga más espirituales, más humildes y fraternos, más unidos en cada casa, en cada parroquia, y en esta Nación y Casa Común, en el planeta Tierra de todos. A San José le encomendamos la gracia de “una buena muerte”, ahora que el virus deja tantos duelos por doquiera. Sobre todo en nuestra Colombia amada, donde “la mala muerte”, la que llega por vía del asesinato, rompiendo la ley de Dios y las leyes de la naturaleza humana, del cuidado que obliga a cada persona, sociedad e institución, con toda vida humana. Morir en los brazos de Jesús y de María; morir en el hogar de la Iglesia y por muerte natural; morir en la voluntad y la gloria de Dios, como obediencia del corazón, sean gracias que imploramos a San José, Custodio, protector e intercesor nuestro, Patrono de la Iglesia Universal. De San José aprendamos la espiritualidad del silencio, de la noche y de los sueños. Es la espiritualidad del discernimiento entre las tinieblas del alma y el amanecer de Dios y de sus planes. Es la “escucha del Ángel” que visita al corazón, cuando se debate en dudas y temores, y le susurra lo que hay qué hacer. Es responder con hechos de obediencia, ahorrándonos las palabras, haciendo de la profesión de fe una proclama de total certeza en Dios. Nos ayude, a servir a Cristo y a salvar unidos la humanidad, este varón silente y justo; este hombre que antepone a sus derechos la dignidad de la mujer y la grandeza inviolable de la vida humana; este esposo que honra a Maria y da ascendencia y ciudadanía a Jesús; este padre solícito y trabajador creativo de la carpintería; este destechado en Belén y migrante en Egipto. Difundamos el rico mensaje Josefino que nos dio el Papa Francisco con su Carta Apostólica “Patris Corde” (“Con corazón de Padre”) y veneremos con devoción y compromiso cristiano al gran San José, vinculado por Dios de manera esplendorosa al misterio de su Encarnación, del Verbo hecho carne, que “habitó entre nosotros”. +Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Vie 12 Mar 2021

Agencia italiana SIR entrevista a obispo de San José del Guaviare

Ante la noticia del bombardeo del Ejército Nacional de Colombia al séptimo frente de la disidencia de las FARC, donde fallecieron 14 personas en zona selvática de San José del Guaviare, el obispo de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, en diálogo con la Agencia de Información SIR de la Conferencia Episcopal Italiana, lamentó lo sucedido e hizo un llamado a la guerrilla, al Estado y al Ejército colombiano. “A la guerrilla que sigue reclutando menores, le digo que no interrumpa los sueños de los jóvenes, que los dejen cultivar sus ideales. Pido al Estado que cree las condiciones para un desarrollo social y económico más equitativo de esta zona, para no dejar sin perspectivas a las generaciones más jóvenes. Pido prudencia al Ejército y que considere a los menores involucrados en la guerra de guerrillas ante todo como víctimas, porque sobre todo lo son”, dijo el obispo. Durante su entrevista, el prelado expuso que la realidad de estos territorios no ha sido nada fácil, por cuenta de la presencia del grupo de las Farc, aún después de la firma de los acuerdos de paz en 2016. “Se sabía incluso antes de la firma, que el séptimo frente que está activo aquí no habría aceptado el acuerdo. Así, la guerrilla continuó controlando el territorio, especialmente las zonas rurales, para realizar apuestas a tráficos ilícitos y reclutamiento de menores”. Monseñor Cardona afirmó que la situación es muy compleja y devela dos corrientes de pensamiento: quienes dicen ser víctimas y quienes se presentan como victimarios. “Hay situaciones de extrema pobreza, falta de trabajo, algunos quieren salir de situaciones familiares difíciles. Por supuesto, son muy pocos los que se unen por motivos ideológicos (…) También es cierto que aprenden a empuñar las armas y entran en el engaño de la guerra”. Por último, el obispo advirtió que frente a esta difícil realidad se hace necesario, una mayor presencia del Estado. "Sé que son zonas inaccesibles y periféricas, pero el Estado debe contrarrestar estas tentaciones, la represión no es suficiente, el Estado debe dar respuestas".

Vie 12 Mar 2021

La voz del Pastor | 14 de marzo de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Juan 3,14,21

Vie 12 Mar 2021

El rol de las mujeres en la construcción de la paz

En marco de día internacional de la mujer, el miércoles 10 de marzo se realizó el conversatorio público "Rol de las mujeres en la construcción de paz", un espacio virtual organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), que tuvo como fin entrar en diálogo con cuatro mujeres lideresas que compartieron sus experiencias como constructoras paz. El evento contó con dos bloques de intervenciones, donde participaron miembros del cuerpo diplomático y de la Conferencia Episcopal. Para comenzar el conversatorio, monseñor Héctor Fabio Henao, director del SNPS, dio la bienvenida con una reflexión subrayando cómo las mujeres han vivido de manera diferenciada y específica el conflicto armado en el país, porque muchas sufrieron de manera silenciosas violaciones y afectaciones a su integridad física, emocional y espiritual. “Las relaciones entre hombres y mujeres en Colombia se transformaron a raíz de la violencia, no tenemos las mismas relaciones, eso hay que reconocerlo para poder incorporar los aportes y experiencias profundas de las mujeres dentro del proceso de reconciliación y paz que estamos viviendo en el país”, manifestó el directivo. Por su parte, monseñorElkin Fernando Álvarez Botero, secretario general de la CEC, hizo mención acerca del incremento en las manifestaciones del conflicto durante la época de pandemia en Colombia. “En estos momentos difíciles queremos resaltar la misión de la mujer en la tarea de construir paz. Las mujeres crean condiciones de reconciliación, de encuentro, diálogo y de poder fijarse en las problemáticas en las que continuamente vivimos”, afirmó el prelado. Posteriormente, el señor Philip Goldberg, embajador de Estados Unidos, resaltó la necesidad de que Colombia cierre las brechas desiguales entre hombre y mujeres por medio de la implementación de los Acuerdos de Paz y la importancia de que se cumplan los compromisos en temas de género. Igualmente, intervino la señora Alison Milton, embajadora de Irlanda quien planteó que las mujeres cumplen un papel vital en la construcción de paz, y resaltó que hacen un trabajo no solo por ellas mismas, sino por sus hijos, hijas, nietos y nietas. Consideró que es un trabajo de perseverancia, de dialogo y de unión. Así mismo, valoró los procesos de liderazgo de mujeres que se llevan a cabo en Colombia, reconociéndolos como referente internacional. En el segundo bloque de intervenciones estuvieron presentes 4 mujeres lideresas de diferentes regiones del país, que realizan aportes locales y regionales a la construcción de la paz. Marina Mosquera, lideresa social en Cartagena de Indias planteó que, en efecto, las mujeres han tenido un papel diferenciado en el país porque no hay equidad ente hombres y mujeres. Consideró que las mujeres se encuentran en los territorios sin las mismas oportunidades económicas, con un empobrecimiento que les afecta más a ellas y a la vez, preocupadas por el sostenimiento de su familia y su comunidad. “Las mujeres tenemos pocas oportunidades de estudio, un trabajo poco o mal remunerado, aún en esas condiciones hemos sido capaces de ir superando estas dificultades y articularnos a través de las organizaciones. Aquí destaco el papel de la Iglesia católica, lo resaltó porque por 40 años ha trabajado de la mano con ellos y puedo decir que han aportado a la formación de las mujeres” compartió la lideresa. Por otro lado, Magaly Belalcázar, defensora de derechos humanos y educadora popular planteó que la paz tiene que ser pensada desde los territorios, considera que una paz, es la que se construye desde Bogotá o desde los escritorios y otra muy diferente es la paz que pasa por las mujeres y por una dimensión de DDHH en los territorios. Al mismo tiempo, planteó que un reto importante es que la paz integre a las mujeres “a las mujeres nos quitaron las tierras, el territorio, pero no nos han quitado la esperanza, creemos en los Acuerdos de Paz como garantía para las mujeres, para que podamos pensar de forma diferente en los territorios”. La lideresa consideró que “históricamente el país tiene una deuda con nosotras, el patriarcado, la guerra y el conflicto nos han dicho que juntas no podemos. Cuando nos organizamos logramos en conjunto no pedir sino exigir nuestros derechos”. En el espacio de diálogo se contó con la participación de María Elvia Benavides, integrante de la Asociación de Víctimas de Minas Antipersonal, quien compartió que su trabajo de asistencia a víctimas de minas le ha permitido ayudar a muchas personas desde distintos ámbitos. A su vez, planteó que su principal miedo es vivir aún en el territorio donde hay presencia de los grupos armados y compartió su preocupación por su seguridad personal como lideresa social. Para el cierre del conversatorio, Carolina Pomares Agudelo, Coordinadora de la Corporación Policarpa, hizo referencia a los hechos de violencia intrafamiliar que vivió y que posteriormente provocaron una transformación en ella como mujer; su experiencia la lanzó a trabajar por el empoderamiento de otras mujeres, promoviendo la sororidad y trabajando por el fortalecimiento y construcción de procesos con mujeres que buscan ayuda y protección. Las mujeres cerraron sus reflexiones con ideas sobre los retos que tienen para los próximos años con relación a la erradicación de las violencias contra las mujeres, el fortalecimiento de los procesos educativos, la protección a través de casas refugio, el fomento de los liderazgos entre niñas y jóvenes, además de la consolidación de procesos organizativos. Fue un espacio de diálogo, que permitió comprender como desde las distintas perspectivas de las lideresas se concibe la paz de acuerdo a las realidades de sus territorios. Fuente: Of. comunicaciones SNPS

Jue 11 Mar 2021

Desagravio a la catedral de Ibagué por ataque feminista

En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo, un grupo de mujeres feministas patearon las puertas de la Catedral Inmaculada Concepción de Ibagué, estando los feligreses adentro, y llenaron de anuncios y grafitis las paredes del templo. Ante esta profanación se realizará el viernes 12 de marzo, a las 11:30 a.m., una ceremonia de desagravio al templo, presidida por el arzobispo de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Orlando Roa Barbosa. En un comunicado emitido el pasado 9 de marzo, el arzobispo condenó estos actos vandálicos y aseguró que ante lo sucedido la Iglesia “seguirá con voz profética denunciando todo aquello que con apariencia de derecho realmente va en contra de la integridad, la naturaleza y la dignidad de las mujeres”. “La Iglesia de Ibagué lamenta y llora los hechos vandálicos contra su Catedral, lugar sagrado que está destinado al encuentro con Dios y que ha sido testigo del desarrollo del pueblo tolimense, patrimonio cultural que debe ser valorado, conservado y custodiado”. El mensaje también expresa que todo atentado contra un lugar sagrado, el Derecho Canónico lo considera como una profanación; por tanto, debe ser reparado con un acto penitencial (can. 1211). [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mié 10 Mar 2021

CEC en foro: “La Defensa de la Vida desde el Legislativo”

“La defensa de la vida es un derecho que corresponde a la naturaleza humana, a la dignidad que toda persona tiene por ser imagen y semejanza de Dios”. Con estas palabras, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), intervino en el Foro: “La Defensa de la Vida desde el Legislativo”, convocado por la Presidencia de la Cámara de Representantes, este miércoles 10 de febrero. El prelado evocó al Papa Francisco, quien insistentemente ha dicho que “la defensa de la vida humana no es cuestión de derechos que se tengan que poner, porque no son derechos que la persona humana lleva, sino es cuestión de humanidad”. Recordó cómo el Catecismo de la Iglesia católica indica que la vida humana debe ser tenida como sagrada, porque esta es fruto de la acción creadora de Dios. “Solo Dios es Señor de la vida, desde su comienzo hasta su término, nadie en ninguna circunstancia puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”. Frente a esto, el prelado hizo un llamado a la sociedad civil y a las autoridades legislativas para que los derechos de toda persona sean reconocidos y respetados, y, agregó: “Estos derechos no son subordinados ni a los individuos, ni a los padres, ni son una concesión de la sociedad o del Estado, sino que pertenecen a la naturaleza humana y son inherentes a la persona”. Agradeció a todos los hombres y las mujeres que trabajan con convicción en la defensa de la vida, así como a las diferentes confesiones religiosas y organismos de otra índole que se unen para salvaguardar la vida de las personas desde su concepción hasta la muerte natural. Su intervención finalizó recitando el Salmo 138, una oración en la que se reconoce que Dios es creador y que sostiene en todo momento la vida de cada persona. Con este espacio, propuesto por la bancada pro vida del Congreso de la República y organizado por la presidencia de la Cámara de Representantes, se logró analizar y escuchar desde diferentes perspectivas todo lo inherente a la lucha en defensa de la vida, los cuidados paliativos y la eutanasia, entre otros temas relacionados, contó además, con la intervención de expertos nacionales e internacionales de distintos sectores sociales.