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Paz

Lun 21 Dic 2020

Comisión de Conciliación presenta su última emisión del informativo CCN Noticias

En esta edición, conozca el balance que hacen los obispos de las diócesis de Quibdó, Ipiales, y el señor Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, sobre la situación actual de conflicto armado en el país; así como los principales retos que diferentes actores, incluida la Iglesia, tienen en términos de construcción de paz y de reconciliación para el 2021. Encuentre también aquí el resumen de los proyectos y actividades centrales desarrolladas recientemente por la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), en representación de la Conferencia Episcopal de Colombia, y gracias la articulación hecha con diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país y al apoyo solidario de organismos como Adveniat y la Embajada de Noruega en Colombia.

Vie 6 Nov 2020

Iglesia escucha a peregrinos por la paz y la reconciliación

Este 04 de noviembre, en el palacio arzobispal de Bogotá, se llevó a cabo una reunión del arzobispo Luis José Rueda Aparicio y monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, con varios participantes de la “peregrinación por la paz y la reconciliación”, quienes desde el pasado 31 de octubre llegaron a la capital colombiana. El prelado dijo que, como Iglesia, desde la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de la Arquidiócesis de Bogotá y del Secretariado Nacional de Pastoral Social, representado por monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, se ha estado atentos a escuchar y seguir los pasos del clamor de estas personas. “Escuchar sus preocupaciones por la implementación de los acuerdos, los anhelos de paz y reconciliación que ellos tienen (…) Estamos dispuestos a seguir caminando juntos, a buscar los puntos de encuentro para que Colombia pueda pasar la página triste de la guerra, de la violencia, esa noche oscura de la guerra, y podamos amanecer en tiempos de paz”, aseguró el arzobispo. Invitó para que todos los colombianos se sumen a estos esfuerzos, voluntades y capacidades en la búsqueda de un diálogo fraterno, donde la vida sea respetada y se logre un desarrollo humano integral como lo invita el Papa Francisco. “Como bautizados, como Iglesia, como hombres y mujeres, como sociedad, pensando desde distintos ángulos u orillas, estamos llamados a unir nuestras fuerzas, a abrazarnos en torno a la paz para que la vida vibre en nuestras familias, nuestros campos y en nuestras ciudades (…). Nosotros podemos acercarnos, conmovernos y comprometernos a hacer un alto en el camino y luchar todos por la paz”, finalizó.

Jue 5 Nov 2020

Obispo electo de Santa Rosa de Osos rechaza masacre

Frente a los últimos acontecimientos ocurridos en el municipio de Nechí-Antioquia, donde fueron asesinados cinco personas, el obispo electo de Santa Rosa de Osos, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, expresó su repudio ante esta masacre que enluta una vez más a varias familias humildes. El también secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en una comunicación dirigida al párroco del corregimiento de Bijaguar, padre Esteban Alexander Lopera, le manifestó su pesar por estos hechos y aseguró su clamor por una pronta reconciliación y paz en estos territorios antioqueños. “Como obispo electo de Santa Rosa de Osos, manifiesto mi dolor por este hecho doloroso que enluta a la comunidad de ese corregimiento, y aseguro mis oraciones por el eterno descanso de las víctimas y para que Dios dé fortaleza a sus seres queridos”. Así mismo, se dirigió al alcalde de Nechí, Marco Javier Madera Camero, pidiéndole hacer extensivo su mensaje de cercanía y solidaridad a todos los habitantes y familiares de las víctimas. “Oramos al Señor, con plena confianza, por el eterno descanso de los fallecidos y para que cese la violencia y la muerte, que causan tanto sufrimiento a nuestros hermanos, en especial los más pobres y necesitados”, puntualizó.

Vie 2 Oct 2020

«Hermanos todos» (I)

Por: Mons. César A. Balbín Tamayo - Con este título, «Hermanos todos» (Fratelli tutti, en el original italiano), el Papa Francisco dará luz a la próxima encíclica, la tercera de su pontificado, después de Lumen Fidei del año 2013 y Laudato Si del 2015. Lo hará en Asís, la ciudad de san Francisco, tan cercano al corazón del Pontífice. El tema que el Papa desarrollará en este documento será la fraternidad y la amistad social. En ella hará un llamamiento a la humanidad entera para que trabajemos con denodado empeño en ayudar a la familia humana en los caminos de la reconciliación, de la esperanza y de la paz. El origen de esta encíclica está en el encuentro que el Papa Francisco tuvo en Abu Dabi, el 4 de febrero de 2019, con el Gran Imán de Al-Azhar, y rector de la universidad del mismo nombre, en el Cairo, Ahmad Al-Tayyib. De este encuentro quedó el documento: «Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común». Documento, desafortunadamente poco publicitado y por lo tanto poco conocido, cuando en el mismo se pidió que fuese «objeto de investigación y reflexión en todas las escuelas, universidades e institutos de educación y formación, para que se ayude a crear nuevas generaciones que traigan el bien y la paz…». Un documento transversalizado por un pensamiento del más rico humanismo donde aflora un concepto amplio y profundo de persona, y que «en nombre de la fraternidad humana que abraza a todos los hombres, los une y los hace iguales», eleva su voz para que sea escuchada por todos: a los líderes del mundo, a los artífices de la política internacional y de la economía mundial, lo mismo que a los intelectuales, a los hombres de religión, a los artistas, a los trabajadores de los medios de comunicación y a los hombres de la cultura de cualquier parte del mundo, y a cada uno de nosotros, para que redescubramos los valores de la paz, de la justicia, del bien, de la belleza, de la fraternidad humana y de la convivencia común. El momento histórico que nos ha tocado vivir, lleno de conflictos, de tensiones, de guerras, de luchas, traspasado por ideologías de múltiples tintes, pero también de múltiples oportunidades y posibilidades, no nos puede dejar indiferentes y nos presenta un sinnúmero de retos como el de dejar a los que vienen luego un mundo mejor que el que encontramos, tarea nada fácil. El papel que juega la educación en valores, en el seno de la familia y de la escuela, en la comunidad y en la sociedad, es vital, ya que desde estos campos se construye y se destruye, no solo la sociedad misma, sino también al ciudadano, al profesional, al político, al empresario, al hombre de campo, de pueblo y de ciudad. Al hombre de hoy y al hombre de mañana. Esperamos el ansiado documento que se nos ha anunciado, para extraer de él toda la riqueza, la enseñanza y la doctrina, que nos ayude a comprender de manera definitiva no solo los grandes riesgos a los que se enfrenta la humanidad en el presente y el futuro si no cambia su manera de pensar y su rumbo, sino también, claro está, las múltiples posibilidades con los adelantos de la ciencia y de la tecnología que pueden hacer más llevadera la vida a las personas, si se utilizan bien y aprovechan al crecimiento de la persona y de la sociedad misma, y no a su destrucción. Muy bien nos viene esta enseñanza del Papa, de manera espacial en este tiempo de pandemia y cuando apenas nos vamos reintegrando a la nueva normalidad, después de sucesivas cuarentenas. Esperamos con ansia esta Encíclica que con su enseñanza nos ayudará a comprender mejor que solos no lo podemos hacer, y que por lo tanto es necesario caminar juntos: «Hermanos todos» César A. Balbín Tamayo Obispo diócesis de Caldas

Dom 20 Sep 2020

Mons. Jaime Prieto: El amigo, el pastor, el visionario y defensor de los DD.HH.

Por: Mons. José Figueroa Gómez - Agradezco a todas las personas que me solicitaron un artículo con ocasión de los 10 años da la partida de Monseñor Jaime Prieto Amaya al encuentro definitivo con nuestro Padre Dios. De verdad que expresar todo lo que siento, no es fácil; pues fueron tantos años de compartir experiencias que, sin lugar a dudas, fueron las que me permitieron crecer en la fe y en la entrega a la comunidad como él lo hizo. Al hablar de Monseñor Jaime, habría muchos elementos para compartir; pues todos los que lo conocimos supimos de su rica personalidad, su entrega desinteresada a la comunidad y su gran sabiduría para sortear los distintos momentos difíciles que afrontó. Quisiera compartir tres valores que para mí, personalmente, fueron verdaderamente iluminadores; Monseñor Jaime Prieto Amaya: el amigo, el pastor y el visionario y defensor de los derechos humanos. Monseñor Jaime el Amigo Yo conocí a Monseñor Jaime unos días antes de su consagración episcopal en diciembre de 1993; cuando unos sacerdotes de la Diócesis de Barrancabermeja; el padre Arturo Garzón, el padre Gabriel Ojeda, el padre Floresmiro López, el padre Ernesto Silva y mi persona; fuimos a saludarlo a Facatativá con motivo de su nombramiento para Barrancabermeja, en ese momento él era Vicario General de la Diócesis y Párroco de la Catedral de la Diócesis de Facatativá. Desde ese primer momento de encuentro con él pude percibir la calidad de persona que era; fue personalmente al Aeropuerto El Dorado a recibirnos en su vehículo personal y nos llevó a la casa cural de la Catedral de Facatativá, allí estuvimos todo el día con él. Le pudimos compartir algunos aspectos generales de la Diócesis. Y él nos hizo muchas preguntas muy encaminadas al plan de pastoral que nosotros seguíamos. Inmediatamente percibí en él una personalidad de gran cercanía humana y de gran profundidad de pensamiento. Su estilo bogotano lo llevaba a ser de un humor agudo y agradable y al mismo tiempo una persona de pensamiento amplio y profundo. Ya una vez fue consagrado Obispo y llegó a Barrancabermeja a comenzar la novena de navidad, de ese año de 1993, comenzamos una relación de amigos, de hermanos y sacerdotes. Yo había sido administrador diocesano en 1993 y prácticamente a mí me correspondió entregarle la Diócesis en ese diciembre de ese mismo año. El inmediatamente me ratificó como Vicario General de la Diócesis y ahí comenzamos esa relación de hermanos y amigos. Monseñor Jaime, no gustaba mucho el título de padre para con los sacerdotes; él prefería el título de hermano y realmente siempre se comportó con nosotros como un hermano. Así yo lo vi siempre, el hermano mayor que con su cariño, su preocupación y su entrega generosa a la comunidad me indicaba el camino para desarrollar la pastoral. Fue un hombre de una sensibilidad exquisita y de una cercanía verdaderamente admirable, yo le fui presentado algunas personas y familias de la Parroquia de la Inmaculada, donde yo era párroco, e inmediatamente fue entrando en un ambiente de familiaridad y fraternidad verdaderamente admirables. Era feliz cuando se le invitaba a festejar el cumpleaños de cualquiera de esas personas y gozaba haciendo bromas a niños y adultos; su personalidad sencilla y sincera lo caracterizo para ser persona cercana y querida de todos. Monseñor Jaime el Pastor Esa personalidad sencilla, sincera y cercana la puso al servicio del Señor y por eso se convierte en un gran pastor para Barrancabermeja. Fue el hombre que recorrió permanentemente todo la Diócesis desde Betulia hasta Vijagual y desde Puerto Berrio hasta El Carmen; en esos 15 años de permanencia no se le quedo ninguna población ni vereda sin visitar. Su celo apostólico lo llevó siempre a ser un gran evangelizador: con palabras y con obras; sus predicaciones siempre estuvieron muy acompañadas de acciones concretas, siempre mantuvo una preocupación por los más pobres, marginados y desplazados, y a través de la pastoral social de la Diócesis se hacía presente en todas estas comunidades. Su celo apostólico era fruto de su espiritualidad profunda; su rato de oración en la mañana era intocable, siempre decía a los que éramos cercanos que ese rato no se lo interrumpiéramos; luego la Eucaristía era la centralidad de su vida; tuve la oportunidad de acompañarlo casi todos los días a celebrar, pues desde que estuviera en Barraca celebraba siempre en la catedral y sus predicaciones eran reflejo de su encuentro con Jesús. Su actividad diaria era una prolongación de esa Eucaristía, pues las palabras de la consagración marcaban su accionar: “este es Mi cuerpo, que se entrega por ustedes”. Esa fue la vida de él, una entrega permanente a los demás, una entrega sencilla y generosa a los más necesitados, una preocupación permanente por la defensa de los derechos humanos; me acuerdo que nunca faltaba a esas marchas del 1 de mayo y en varias oportunidades era quien dirigía la palabra y todo ello era efecto de su compromiso con el Evangelio. Era persona que encarnaba el Evangelio: que con sus palabras y acciones, transparentaba las palabras y acciones de Jesús. Otro momento profundo de su espiritualidad fue la consagración episcopal mía, puedo decir que el gozó tanto esa celebración, como la gocé yo; todos los detalles de dicha celebración fueron preparados, minuciosamente, por él y el sentir yo sus manos sobre mi cabeza será un gesto que jamás podré olvidar: por sus manos me consagraba sucesor de los Apóstoles para servicio de mis hermanos en Granada (Meta). Todos esos detalles reflejan la profundidad de vida espiritual, que vivió Monseñor Jaime. Monseñor Jaime, el Visionario y Defensor de los Derechos Humanos Algo que siempre le admire a Monseñor Jaime fue su capacidad de visionar. Él fue un hombre de formación en sociología y seguramente esos estudios lo capacitaron para ser un gran conocedor y crítico de la realidad, pero al lado de esos conocimientos académicos, él tenía una intuición natural para conocer y analizar los distintos problemas y situaciones que la vida le presentaba. Algo que me impresionaba mucho era como cuando había conflictos en Ecopetrol lo buscaban como mediador, tanto la USO como la Presidencia de Ecopetrol, porque tenía siempre una palabra acertada y sabia para la resolución de los conflictos. Por otra parte el análisis de los aspectos políticos y sociales del país, lo llevaban siempre a tener una actitud crítica frente a los problemas sociales. Frente a la pastoral nos insistía mucho en una “Iglesia en salida”, como nos ha insistido el Papa Francisco, una Iglesia que salga de las sacristías y vaya en ayuda de los más necesitados, por eso fue un gran animador del “P.D.R.E.” (Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización) y nos enseñó, a nosotros los sacerdotes, a valorarlo e impulsarlo. Gracias a este Proceso la Diócesis tuvo un crecimiento notable en todas las dimensiones pastorales y sociales; Monseñor Jaime fue un gran defensor de los derechos humanos y al estilo de los verdaderos profetas, no pocas veces sufrió las críticas e incomprensiones de algunos hermanos Obispos. Fue el gran ideólogo y animador del Programa Desarrollo y Paz de Magdalena Medio, que junto con el padre Francisco de Roux (SJ) lo llevaron adelante en el Magdalena Medio y se convirtió en modelo para que otros programas de desarrollo y paz fueran implementados en distintas partes del país. La vida y obra de Monseñor Jaime —sin duda alguna— marcó la historia de Barrancabermeja, su voz profética en esos momentos de la incursión del paramilitarismo fue la voz de la esperanza, para tantos hombres y mujeres que sufrieron el desplazamiento la guerra y la pobreza. Pedimos al Dios de la vida, que la persona de Monseñor Jaime, siga siendo para los que tuvimos la fortuna de conocerlo una luz que nos anima a seguir construyendo caminos de justicia, reconciliación y paz. + José Figueroa Gómez Obispo de la Diócesis de Granada (Meta)

Sáb 19 Sep 2020

Iglesia en el Cauca hace llamamiento a la paz y al diálogo

Ante los preocupantes hechos de violencia que aquejan en estos territorios del Cauca, el Arzobispo emérito y Administrador Apostólico de Popayán, Iván Marín López, hizo un llamamiento a la paz, al diálogo y a la escucha, para que se respete la vida de las comunidades que habitan esta región caucana. "Todos como una gran familia navegando en la misma barca, tenemos que implorar al Señor nos dé el don de la sabiduría para hacer los discernimientos necesarios y buscar el bien común; el don de entendimiento, buscar la comunión, por medio de la oración y suplicar al Señor que nos libere de las tempestades de la intolerancia, del odio, la violencia y el resentimiento", expresó el prelado. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Lun 7 Sep 2020

En tiempos de pandemia también se construye la paz

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - La primera semana de septiembre se ha institucionalizado en Colombia como la Semana por la Paz. Durante estos duros días por la pandemia del COVID-19, se han hecho notar muchos rasgos esperanzadores del ser humano: la generosidad, la solidaridad, el heroísmo de los servidores de la salud y otros sectores sociales, entre otros. Pero también se han evidenciado preocupantes signos oscuros que nos interpelan y tienen que movilizar para mejorar. Numerosos hechos violentos revelan el aumento de la agresividad en las personas: violencia intrafamiliar, contra las mujeres, los niños, asaltos callejeros, a establecimientos de comercio, a peatones y usuarios de bicicletas, masacres perpetradas por distintos grupos armados contra sectores específicos de la población como jóvenes, líderes sociales, comunidades indígenas, muestran que no solo se ha multiplicado exponencialmente el contagio del COVID-19 sino también el muy triste y mucho más letal de la violencia. Por ello nos viene bien hacer esta semana una buena lectura del mensaje que el Papa Francisco nos regaló para la jornada mundial de la paz que se celebra todos los 1 de enero: «La paz como camino de esperanza: diálogo reconciliación y conversión ecológica» Mientras circula toda clase de informaciones que infunden desconcierto y confusión y muchos líderes locales y globales parecerían estimular sentimientos que infunden animadversión hacia otras regiones y naciones, el Papa hace un llamado a la esperanza, perseverando en tender puentes y espacios de diálogo reconciliador. Si bien cuando vio la luz el mensaje del Papa publicado el 1 de enero aun no nos encontrábamos en medio de la pandemia, sus palabras son oportunas: «la esperanza es la virtud que nos pone en camino, nos da alas para avanzar, incluso cuando los obstáculos parecen insuperables» (Francisco, 53 Jornada Mundial de la Paz, enero 1 de 2020). El Santo Padre deja claro una de las causas que alimentan los conflictos y violencias: «nuestro mundo vive la perversa dicotomía de querer defender y garantizar la estabilidad y la paz en base a una falsa seguridad sustentada por una mentalidad de miedo y desconfianza, que termina por envenenar las relaciones entre pueblos e impedir todo posible diálogo» (JMP, 2020). ¿Cómo romper el miedo que mantienen a las sociedades inmersas en círculos de violencia en muchos niveles? El Papa Francisco plantea la vía de la fraternidad: «basada sobre nuestro origen común en Dios y ejercida en el diálogo y la confianza recíproca. El deseo de paz está profundamente inscrito en el corazón del hombre y no debemos resignarnos a nada menos que esto» (JMP, 2020). Si algo tenemos que aprender de esta pandemia, nos lo recordó el Papa el 27 de marzo, es que todos somos igualmente vulnerables y que en las manos de todos, remando juntos, esta la salida a la crisis. Este razonamiento podemos también ponerlo para otras dificultades, como las de la violencia fratricida que vivimos en nuestro país. Estos días de confinamientos y mucho tiempo para pensar, vayamos a lo profundo de nuestra conciencia y redescubrámonos como hermanos, ni iguales ni perfectos, pero todos hijos de una misma tierra: en nuestras manos está hacer de esta una nación donde haya espacio y posibilidades de vida digna para todos o seguir tercamente viéndonos como enemigos y tiñendo cada centímetro cuadrado de la patria con sangre de hermanos. ¿Ansiamos la vacuna para liberarnos del Coronavirus? En nuestras manos ya tenemos el antídoto para nuestra larga historia de violencia: cultivar la paz por el camino de la esperanza, en diálogo honesto y fraterno, asumiendo cada uno su propia parte de responsabilidad. Finalmente, al tiempo con la Semana por la Paz, tenemos la jornada de las migraciones. En esta ocasión el Santo Padre nos convoca a recordar que como tantos hermanos y hermanas nuestras deben dejar su tierra para buscar un mejor porvenir en tierras extrañas, Jesús tuvo que refugiarse con su familia en Egipto cuando apenas era un bebé. Y desde esta perspectiva, una vez más nos convoca para acoger, promover e integrar a los migrantes y desplazados internos. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Auxiliar de Cali Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM

Vie 4 Sep 2020

Comunicado de la provincia eclesiástica de Cali

Ante los grandes desafíos que trae la pandemia del Covid-19, los obispos de la provincia eclesiástica de Cali, integrada por las jurisdicciones de Cali, Palmira, Cartago, Buga y Buenaventura, se pronunciaron frente a algunos aspectos que requieren especial atención durante este mes de septiembre. Son ellos: El desempleo, el cuidado de la casa común, la Paz, los migrantes, la realidad de los centros penitenciarios, entre otros. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]