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¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!
Tags: prediación orante Iglesia cuarto domingo adviento nacidad nacimiento niño jesús
CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
Diciembre 20 de 2020
Primera Lectura: 2Sam 7,1-5.8b-12. 14a.16
Salmo: 89(88),2-3. 4-5.27+29 (R. cf. 2a)
Segunda Lectura: Rm 16,25-27
Evangelio: Lc 1,26-38
I. Orientaciones para la Predicación
Introducción
“Dijo el rey al profeta Natán: Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras la casa del Señor habita en una tienda de lona” (2S 7,2). La profecía de Natán es elaborada a base de una contraposición: no será David quien edifique una casa (templo) a Yahvé, sino que será Yahvé quien levante una casa (una dinastía) a David. La promesa concierne esencialmente a la permanencia del linaje davídico sobre el trono de Israel.
“El ángel le respondió: el Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que va a nacer será santo y le llamarán Hijo de Dios” (Lc 1,35). La representación de este acontecimiento se inspira en varios pasajes veterotestamentarios, en particular en la aparición del ángel a Gedeón (Jc 6,11-24), al anuncio del nacimiento de Sansón (Jc 13, 2-7), la dignidad del niño evoca claramente las alusiones a las promesas, sobre todo a las hechas de David y su linaje (2S, 7,2). María dará a luz un niño, a quien el ángel le atribuye los títulos “Hijo del Altísimo” e “Hijo de Dios”. Se promete además que Dios, el Señor, le dará el trono de David, su Padre. Reinará por siempre en la casa de Jacob y su reino no tendrá fin.
“La Revelación del misterio oculto por los siglos eternos, pero ahora manifestado a través de las Escrituras proféticas” (Rm 16, 26). A diferencia de otras cartas, San Pablo termina ésta con una doxología a Dios omnipotente y sabio por medio de Jesucristo. El apóstol quiere dejar claro que la “justicia de Dios”, tema central en la Carta a los Romanos, es una gracia divina, un don, que no depende del cumplimiento de las obras prescritas por la ley de Moisés; más aún, es imposible cumplir todas las obras de la ley sino interviene la gracia divina.
1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?
El misterio de la Encarnación comporta diversas realidades: que María es virgen, que concibe sin intervención de varón, y que el Niño, verdadero hombre por ser hijo de María, es al mismo tiempo Hijo de Dios en el sentido más fuerte de la expresión. Este pasaje de la anunciación es profundamente diciente a la Iglesia que lo revive cada día al recitar la oración del ángelus.
El pasaje de la anunciación se desarrolla en Nazaret, una aldea de Galilea que ni si quiera es mencionada en el Antiguo Testamento. Estamos ante una virgen que no pide ningún hijo, es más, pregunta cómo podrá llevarse a cabo lo que el ángel le dice (Lc 1,34). Por eso, las palabras del ángel Gabriel expresan una acción singular, soberana y omnipotente de Dios (Lc 1,35) que evoca la de la creación (Gn 1,2), cuando el Espíritu descendió sobre las aguas para dar vida; y la del desierto, cuando creo al pueblo de Israel y hacía notar su presencia con una nube que cubría el Arca de la Alianza (Ex 40, 34-36).
Para los hombres, María es “una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David” (Lc 1,27); en cambio, para Dios, es la “llena de gracia” (Lc 1,28), la criatura más singular que hasta ahora ha venido al mundo; y sin embargo ella se tiene a sí misma como “la esclava del Señor” (Lc 1, 38).
El pasaje contiene asimismo una revelación de Jesús. En las primeras palabras (Lc 1,30-33), el ángel afirma que el Niño será el cumplimiento de las promesas. Las fórmulas que se utilizan son veterotestamentarias, tales como: “el trono de David, su padre” (Is 9,6), “reinará sobre la casa de Jacob” (Nm 24,17), y su reino no tendrá fin (2S 7,16; Dn 7,14; Mi 4,7), representan expresiones conectadas con la promesa divina de Israel-Jacob, con los oráculos acerca del Mesías descendiente de David y con los anuncios proféticos del Reinado de Dios.
Todo lo que el Espíritu hace en María está en función de Jesús: el Mesías entra en la historia humana por medio de la acción del Espíritu Santo creador de Dios en María. De esta manera el relato de la anunciación ilumina nuestra comprensión del misterio del Hijo que se hace carne. Todo se hace posible por la gracia de Dios y al “Sí” de María.
2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?
El concilio vaticano II presenta a María, Madre de Jesucristo, como “prototipo y modelo para la Iglesia”, y la describe como mujer humilde que escucha a Dios con confianza y alegría. Desde esa misma actitud hemos de escuchar a Dios en la Iglesia actual.
«Alégrate». Es lo primero que María escucha de Dios y lo primero que hemos de escuchar también hoy. Entre nosotros falta alegría. Con frecuencia nos dejamos contagiar por la tristeza. Cuando falta la alegría, la fe pierde frescura, la cordialidad desaparece, la amistad entre los creyentes se enfría. Todo se hace más difícil. Es urgente despertar la alegría en nuestras comunidades y recuperar la paz que Jesús nos ha dejado en herencia.
«El Señor está contigo». No es fácil la alegría en la Iglesia de nuestros días. Sólo puede nacer de la confianza en Dios. No estamos huérfanos. Vivimos invocando cada día a un Dios Padre que nos acompaña, nos defiende y busca siempre el bien de todo ser humano.
Esta Iglesia, a veces tan desconcertada y perdida, que no acierta a volver al Evangelio, no está sola. Jesús, el Buen Pastor, nos está buscando. Su Espíritu nos está atrayendo. Contamos con su aliento y comprensión. Jesús no nos ha abandonado. Con él todo es posible.
«No temas». Son muchos los miedos que nos paralizan a los seguidores de Jesús. Miedo al mundo moderno y a la secularización. Miedo a un futuro incierto. Miedo a nuestra debilidad. Miedo a la conversión al Evangelio. El miedo nos está haciendo mucho daño. Nos impide caminar hacia el futuro con esperanza. Nos encierra en la conservación estéril del pasado. Crecen nuestros fantasmas. Desaparece el realismo sano y la sensatez cristiana. Es urgente construir una Iglesia de la confianza. La fortaleza de Dios no se revela en una Iglesia poderosa sino humilde.
«Darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús». También a nosotros, como a María, se nos confía una misión: contribuir a poner luz en medio de la noche. No estamos llamados a juzgar al mundo sino a sembrar esperanza. Nuestra tarea no es apagar la mecha que se extingue sino encender la fe que, en no pocos, está queriendo brotar. Desde nuestras comunidades, cada vez más pequeñas y humildes, podemos ser levadura de un mundo más sano y fraterno. Estamos en buenas manos. Dios no está en crisis. Somos nosotros los que no nos atrevemos a seguir a Jesús con alegría y confianza.
3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?
Hoy contemplamos en oración, guiados por la Palabra del Evangelio, el misterio del anuncio de la Encarnación que cambio la historia, al mundo. La palabra en este momento suscita en nosotros una gran acción de gracias y al mismo tiempo la conciencia profunda de que cada uno de nosotros tiene un llamado para participar activamente en la obra de la salvación. Se esperaría que nuestra respuesta sea tan clara y decidida como la de María.
La salvación no se compra, no se vende: se regala. Nosotros no podemos salvarnos por nosotros mismos: la salvación es un regalo, totalmente gratuito. No se compra con la sangre ni de toros ni de cabras: no se puede comprar. Solamente, para que esta salvación entre en nosotros pide un corazón humilde, un corazón dócil, un corazón obediente. Como el de María. Y el modelo de este camino de salvación es el mismo Dios, su Hijo, que no estimó un bien irrenunciable, ser igual a Dios.
El “camino de la humildad, de la humillación” significa sencillamente decir: yo soy hombre, yo soy mujer y Tú eres Dios, e ir adelante, a la presencia de Dios, en la obediencia, en la docilidad del corazón.
II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles
Monición introductoria de la Misa
Hermanos, nos reunimos como Iglesia peregrina para celebrar esta Eucaristía, y en ella, agradecer a Dios por todas las bendiciones que ha derramado sobre nuestra comunidad y, también, para poner en sus manos cada una de nuestras vidas. Con estos sentimientos, continuemos con fe esta celebración.
Monición a la Liturgia de la Palabra
La Liturgia de la Palabra nos presenta a la Virgen María, como la bienaventurada de Dios, pues ha sido escogida como morada; para que, su Hijo, nazca entre nosotros. Ella nos enseña, a aceptar con generosidad los designios de Dios cuando dice: “yo soy la esclava del Señor: ¡Que se cumplan en mí tus palabras!”. Escuchemos con atención.
Oración Universal o de los Fieles
Presidente: Oremos, hermanos, al Todopoderoso para que venga en nuestra ayuda y nos conduzca al Reino de su luz y de su paz. Digamos:
R. Ven, Salvador nuestro
1. Por la Iglesia y todos sus pastores; para que, hagan de su ministerio un auténtico servicio humilde y sincero. Oremos al Señor.
2. Por los gobernantes de las naciones, quienes velan por el bienestar de los ciudadanos; para que, también sean ellos sembradores de justicia, fraternidad y desarrollo. Oremos al Señor.
3. Por la paz en el mundo; para que, sepamos construir una convivencia fundamentada en la verdad, la libertad, la justicia y el amor. Oremos al Señor.
4. Por los niños que se han quedado sin padres y sin familia; para que, siempre se sientan acogidos y queridos por las personas que están cercanas a ellos. Oremos al Señor.
5. Por todos nosotros; para que, sepamos dar gracias a Dios por los beneficios que nos ha concedido y, para que compartamos generosamente con los demás. Oremos al Señor.
En un momento de silencio se pueden añadir nuestras intenciones personales…
Oración conclusiva
Dios de bondad,
recibe estas súplicas que te presentamos
firmes en la fe, constantes en la esperanza
y gozosos en el amor.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.
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NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,REY DEL UNIVERSONoviembre 24 de 2024Primera lectura: Dn 7,13-14Salmo: 93(92),1ab.1c-2.5 (R. cf. Dn 7,14)Segunda lectura: Ap 1, 5-8Evangelio: Jn 18, 33b-37I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción●Jesucristo es Rey del universo, Rey de reyes y Señor de señores; por Él fueron creadas todas las cosas, Él es el principio y fin de todo lo que existe; por Él subsiste todo (cf. Col 1, 17). Un Rey que lo sustenta todo con su sabiduría y amor, que se pone al servicio de la humanidad y mediante su sacrificio la redime del pecado y la sustenta con su misma vida.●En Jesús el Reino de Dios ha entrado en este mundo. La Iglesia, como dice la Lumen Gentium del concilio Vaticano II, es el inicio y el germen del Reino en este mundo (n. 5), que hace a todos sus discípulos reyes y sacerdotes.●Su Reino se hace presente en este mundo cada vez que alguien le permite entrar y guiar su vida y cada vez que un grupo de creyentes vive en la fe y la caridad que nacen de Aquel que murió en la cruz.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Jesucristo, Rey del universo, que inaugura un Reino nuevo y eterno, fue profetizado en la visión del Hijo de hombre que venía en las nubes del cielo y a quien se le dio poder real y dominio y a quien todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán, según nos dice el libro de Daniel. Su Reinado encarna el reinado de Dios en esta tierra, tal como hace eco el salmo a la profecía antes referida: “El Señor reina, vestido de majestad”.En la segunda lectura del libro del Apocalipsis se nos invita a rendir gloria y honor a Aquel que es el Príncipe de los reyes de la tierra, el Rey de reyes, quien por su sangre derramada nos ha convertido en reyes y sacerdotes. Además, se nos dan unas características muy concretas de nuestro Señor, soberano del mundo: es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra, quien nos ama y nos ha liberado de nuestros pecados por su sangre, nos ha hecho reyes y sacerdotes de Dios, su Padre; es el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso. Podríamos sintetizar todas estas caracterizaciones diciendo que Él lo es todo: Verdad, Amor y Vida que apunta hacia una plenitud absoluta y total, en una relación que responderá a los anhelos más profundos del corazón humano.En el evangelio se nos especifica la naturaleza del Reino de Jesucristo: no es de este mundo, es decir, no es caduco y no mira a la sola transformación terrenal; es una realidad mucho más honda y profunda: es un Rey que da vida y vida en abundancia, que reconstruye el corazón desde dentro y en profundidad, para que de este modo toda persona pueda obrar el bien también en el ámbito temporal y terreno y, de este modo, contribuya al establecimiento del Reino futuro, que no tendrá fin.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Jesucristo es Rey, Creador junto con el Padre y el Espíritu Santo de todo cuanto existe, que con su sabiduría y amor lo sostiene todo. Sin Él nada existe, pues en el principio Dios lo creó todo por su Palabra. Hemos sido hechos a su imagen y semejanza. Sin Él no podríamos existir un momento. Por Él existimos y subsistimos. Más aún, Él nos ha traído vida y vida en abundancia mediante su sacrificio en la cruz. De su costado abierto hemos recibido la sangre que borra nuestros pecados y nos comunica luz y fuerza diariamente.Jesucristo es Rey y ejerce su reinado por medio del servicio hasta la muerte y muerte de cruz por nosotros y por nuestra salvación. Su Reino es muy distinto al modo como los poderosos de este mundo ejercen su autoridad. Como discípulos suyos estamos llamados a convertirnos para dejar la lógica terrenal y asimilar el nuevo estilo que Jesús nos ha dejado con su vida y su muerte; Él, como Rey de reyes, ocupó el último lugar, tanto en su nacimiento como en su muerte. No se arrogó ningún privilegio; más aún, toda su vida fue un vivir para la gloria de su Padre y para la salvación del género humano.Hemos sido salvados en comunidad. El concepto Reino siempre hace referencia a un conjunto de personas, a un espacio con cierta amplitud sobre el que se ejerce el reinado. Así mismo, el Reino de Jesucristo busca llegar a toda la humanidad, acoger a cada persona que viene a este mundo, derramar sobre todo viviente el bálsamo de su amor que ilumina y comunica vida. La Iglesia es la comunión de todos aquellos que se han adherido a su Reino, es la comunión de todos ellos entre sí y con el mismo Jesús, su Rey. En la medida en que vivamos la comunión real y existencial entre nosotros, entonces daremos testimonio de que Él es el verdadero Rey que debía venir; como dice nuestro Señor en el Evangelio de san Juan: “Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti; que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (17, 21).3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Jesucristo, Rey del universo, ayúdanos a comprender que sin ti nuestra vida no puede existir, pues eres el fundamento por quien subsiste todo. Sin tu Sabiduría y amor que nos regalas en la vida de cada día a través de muchas mediaciones y muy particularmente mediante la vida sacramental, nuestra existencia caminaría en la oscuridad y el sinsentido, en la vaciedad y la soledad más absoluta.Jesucristo, Rey del universo, concédenos la gracia de convertirnos al nuevo espíritu de tu reinado: el servicio y la entrega hasta el olvido de nosotros mismos, solamente buscando la gloria del Padre y la salvación del mundo. Ayúdanos a comprometernos en una vida de servicio abnegado y desinteresado, de manera que podamos ser un reflejo vivo del amor del Rey pobre y humilde, que nunca buscó su gloria ni quiso aparentar grandeza humana alguna.Jesucristo, Rey del universo, haz que tu Iglesia camine hacia la unidad como tú mismo lo pediste antes de tu pasión; solamente así podremos ser evangelizadores audaces e intrépidos en el hoy de nuestra historia, pues reflejaremos esa comunión de vida y de amor que tú vives con el Padre y el Espíritu; y solamente así podremos ser un signo creíble en medio de un mundo dividido por las discordias y enemistades, pero que en su corazón siempre anhela una existencia plena en el amor y la comunión._______________________Recomendaciones prácticas:●1º de diciembre. Inicia el tiempo de Adviento, ciclo C.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Jesucristo, a quien hoy celebramos como Rey del universo, es el principio y el fin de la historia, es el centro del mundo, por Él hemos sido creados y redimidos; solamente en Él tenemos vida y vida en abundancia; Él se hace presente en la Eucaristía; que esta celebración sea un encuentro vivo con el único que nos pueda comunicar plenitud de vida y felicidad.Monición a la liturgia de la Palabra Jesucristo, Rey del universo, mediante su palabra nos guía y orienta en medio de las vicisitudes de este mundo; acojamos su luz para que podamos caminar por sendas de justicia y verdad.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos a Dios Padre, por mediación de su Hijo, Rey del universo, todas nuestras súplicas y necesidades.R/. Por mediación de tu Hijo, Rey del universo, atiende nuestra súplica.1.Te pedimos por tu santa Iglesia extendida por todo el universo, inicio y germen de tu Reino en esta tierra: que viva en la unidad, a imagen de la Trinidad. Oremos.2.Por quienes gobiernan las naciones, para que en su tarea imiten a Jesucristo que vino no a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos. Oremos.3.Por quienes no tienen techo donde vivir ni alimento para sus cuerpos, para que encuentren personas con buen corazón, que sean un vivo reflejo de Cristo que ejerció su autoridad en la entrega hasta la muerte y muerte de cruz. Oremos.4.Por todas las familias cristianas, para que en ellas reine la unidad y la paz y se conviertan en un estímulo para acoger a Cristo, nuestro Dios y Señor. Oremos.5.Por todos nosotros que participamos en esta celebración eucarística para que asimilemos el espíritu de tu Hijo que ocupó el último lugar en su nacimiento y en su muerte en cruz por amor y para nuestro bien. Oremos.Oración conclusivaDueño y Señor del universo,que has querido que nosotrostus hijos llegáramos al finalde este año litúrgico;al celebrar hoy a tu Hijo,Rey de todo lo creado,te pedimos que aceptesnuestra oración y sintamosel efecto de tu poderentre nosotros.Por Cristo nuestro Señor.R/. Amén.
Vie 15 Nov 2024
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán
TRIGÉSIMO TERCER DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIONoviembre 17 de 2024Primera lectura: Dn 12,1-3Salmo: 16(15),5 y 8.9-10.11 (R.1)Segunda lectura: Hb 10,11-14.18Evangelio: Mc 13, 24-32I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducción●Todo pasa, solamente Dios permanece.●La historia camina hacia su consumación final en la Jerusalén celestial. Nuestro destino final será un mundo nuevo y una humanidad nueva.●Este mundo semidestruido es renovado continuamente por el Misterio Pascual de Cristo.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Dios soñó con una humanidad llena de felicidad en la comunión con Él y con los demás. El pecado cambió el mundo como paraíso y lo convirtió en un lugar de sufrimiento y muerte, pero Dios no nos abandonó, salió a nuestro encuentro y en Jesús la humanidad y la divinidad quedaron unidas para siempre. Desde la resurrección del Señor ha iniciado una nueva creación que se va renovando por el amor misericordioso de Dios, comunicado continuamente mediante la predicación de la Palabra y los sacramentos y que se proyecta hacia su consumación final en la resurrección del último día, cuando surja un mundo nuevo.Esta plenitud de los tiempos fue anunciada en la lectura de la profecía de Daniel que hoy escuchamos con la figura del Hijo de hombre que viene sobre las nubes, de lo alto, y en el Evangelio de Marcos, en donde, a su vez, se nos proyecta la mirada hacia la consumación con la resurrección de los muertos y el mundo nuevo y transfigurado que surgirá al final de los tiempos.Mediante su Misterio Pascual, nuestro Señor ha renovado la creación y lo continúa haciendo a través de su permanente presencia y acción en los corazones de todos los hombres y, particularmente, de los creyentes. Así, la creación se va renovando de día en día, hasta que pueda ser presentada como una novia toda ella resplandeciente ante su esposo, nuestro Señor Jesucristo (cf. Ap 21, 9-13).2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Las lecturas del día de hoy nos transmiten un mensaje de esperanza, en medio de ideas e imágenes que pueden infundir temor y angustia. En la profecía de Daniel se nos habla de días difíciles, pero inmediatamente añade: “Entonces se salvará tu pueblo”, y en el evangelio se nos refieren fenómenos cósmicos terribles, pero a continuación anota: “Entonces verán venir al Hijo del Hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos del extremo de la tierra al extremo del cielo”. De esta manera, aunque son descripciones catastróficas y desconcertantes, esconden un mensaje lleno de profunda esperanza: habrá justicia y el bien triunfará, quienes hayan permanecido haciendo la voluntad de Dios, quienes hayan sido sabios, es decir, hayan vivido de cara a Dios y según su voluntad, entonces “brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad”.No será igual el final de quienes hayan obrado el bien o el mal; los destinos de unos y otros serán muy distintos: de los primeros, la vida; de los segundos, la muerte eterna y la destrucción. Sin embargo, ya desde esta vida cosechamos lo que sembramos: quien se esfuerza por practicar el bien, vive en la paz de su conciencia que vale más que todas las diversiones y el bienestar de quien pueda tener muchas comodidades, pero en su corazón se encuentra lacerado por una conciencia que siempre le estará recordando el mal cometido y por las consecuencias que trae consigo el mismo mal obrado.Todo pasará, solamente Dios permanece. Como nos dice Jesús en el evangelio: “El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán”. Y su palabra principal es el amor a Dios y al prójimo, siguiendo su ejemplo. Si todos los días nos empeñamos por elegir el bien y procuramos obrarlo con la mayor generosidad y por amor a Dios, entonces estaremos construyendo con Dios y en Dios; y todo lo así edificado permanecerá para siempre, nos introducirá cada vez más en el corazón de Dios y la muerte no será más que el momento en el cual quedaremos para siempre en el corazón de Dios, para disfrutar por siempre de su bondad y su amor tierno y misericordioso.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor, ayúdanos a comprender que todo esfuerzo, inspirados por tu amor y el bien del prójimo, contribuye a la construcción de una existencia cada vez más plena, que nos conducirá a una vida gozosa, llena de esperanza y que llegará a su plenitud una vez partamos de este mundo.Señor, enséñanos a comprender que todo esfuerzo encaminado solamente a nuestro bienestar material y a una vida confortable sin tenerte en cuenta a ti, nos conducirá a una existencia fracasada y destruida ya desde este mundo. Que aprendamos a tener una mirada sabia, que en medio de todas las realidades pasajeras de este mundo sepamos buscar un fundamento firme en el único que lo puede ofrecer, tú, Señor y Dios, que es el mismo hoy, ayer y siempre.Señor, fortalécenos para comprometernos en la transformación de este mundo; infúndenos tu gracia poderosa a fin de empeñarnos decididamente en este camino, comenzando por nosotros mismos y por nuestro hogar, por aquellos con quienes convivimos a diario, teniendo para con ellos actitudes de humildad, comprensión, compasión, bondad y misericordia. Entonces, ese mundo nuevo prometido irá despuntando en nuestros hogares y comunidades._______________________Recomendaciones prácticas:●Jornada Mundial de los Pobres.●Explicar un poco el año litúrgico y su sentido; su inicio con Adviento y su finalización con la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.●Exponer algunas líneas generales del género apocalíptico en la Biblia, lo cual podría ayudar a entender mejor la primera y la tercera lectura del día de hoy: propio de tiempos difíciles, se caracteriza por usar un lenguaje y unos símbolos misteriosos con el fin de transmitir un mensaje de esperanza.●Se sugiere al predicador la lectura del numeral 39, párrafo 2, de la Constitución pastoral Gaudium et spes del concilio Vaticano II, que podría dar luces para la predicación acerca de la importancia del compromiso temporal del creyente con miras a preparar el Reino futuro.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la MisaEn la Eucaristía entra el mundo nuevo que es una persona, Jesucristo, nuestro Señor, a este mundo caduco y envejecido por el pecado y el mal; entra para renovarnos desde dentro y, de este modo, comenzar ese mundo nuevo que se consumará al final de los tiempos. Vivamos con fe y devoción este encuentro renovador y transformante con Aquel que es la resurrección y la vida.Monición a la liturgia de la PalabraNos encontramos próximos a terminar el año litúrgico y la liturgia de la Palabra nos invita a considerar la caducidad de todo lo terreno y a poner la mirada en lo que permanecerá eternamente. Escuchemos con atención.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Elevemos nuestras súplicas a Dios nuestro Padre, por medio de su Hijo muy amado y con la fuerza del Espíritu Santo.R/. Padre de bondad, escucha nuestras súplicas.1.Por la Iglesia universal, para que la protejas y la asistas en medio de la inestabilidad de las cosas de este mundo. Oremos.2.Por quienes gobiernan las naciones, para que comprendan la importancia de trabajar por el bien común, pues así ofrecen una ayuda muy importante para la consecución de los bienes futuros. Oremos.3.Por quienes sufren, para que unan sus padecimientos a los de Cristo en la cruz y, de este modo, contribuyan a la instauración de tu Reino en este mundo. Oremos.4.Por quienes viven en la pobreza material para que el Señor suscite en los corazones de todos los hombres la generosidad y el deseo de compartir sus bienes con quienes más lo necesitan. Oremos.5.Por todos nosotros, que participamos en esta Eucaristía, para que comprendamos la necesidad de buscar, ante todo, tu Reino de justicia y de paz en medio de la caducidad de los bienes de este mundo. Oremos.Oración conclusivaRecibe, Padre Santo,estas súplicas que con fey confianza te hemos dirigidopor mediación de tu Hijo Jesucristo,nuestro Señor, a quien debemosbuscar en todo momento,pues es el único que vive yreina por los siglos de los siglos.R/. Amén.
Vie 8 Nov 2024
Ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.
TRIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIONoviembre 10 de 2024Primera lectura: 1R 17,10-16Salmo: 146(145),7.8-9a.9bc-10 (R. 1)Segunda lectura: Hb 9, 24-28Evangelio: Mc 12, 38-44 (forma larga) o Mc 12, 41-44 (forma breve)I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl modelo de exclusión de las sociedades judías -del Antiguo Testamento- representadas en el ejemplo de personas como la viuda, visitada por el profeta Elías, es un ejemplo de la confianza en la providencia que viene de parte de Dios. De la misma forma como se ve, en el Primer libro de los Reyes, la providencia divina, en el evangelio se presenta el ejemplo de una viuda como la representación de la generosidad y confianza plena en Dios. Por esta razón la liturgia de la Palabra de Dios está cargada del ejemplo de dos mujeres que sembraran en la comunidad apostólica un ejemplo concreto de como Dios no desampara a ninguno de sus servidores ni menos la vida de aquellos que son generosos con sus bienes y dan, con su servicio, gestos de generosidad. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La visita inesperada de Elías a una viuda en Sarepta es una descripción de la pobreza en la que una mujer en condición de viudes vivía. La escasez de bienes, para alimentarse, por parte de la viuda, mostraba un panorama desolador, a punto de pensar en la perdida de la esperanza y desoladora muerte de ella y, su bien más preciado, su hijo. De modo que en la generosidad de la viuda y en obediencia al profeta queda reflejada la Providencia de parte de Dios.En la Carta a los Hebreos, el autor sagrado, resalta cómo Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. Cristo es la ofrenda más excelsa de Dios por la salvación de la humanidad, de modo que, en el plan de la redención por parte de Dios, se ve representado en una comunidad que acoge a Dios como su salvador. Pero, en esta perícopa queda de fondo el mensaje de la parusía como esa segunda venida de Cristo que llena de esperanza a los creyentes.El evangelio de este domingo presenta dos partes, en la primera Jesús reprocha la falta de coherencia de los letrados y maestros de la Ley, y en la segunda parte le Jesús quiere enseñar a los discípulos la generosidad de los pobres, en la persona de una viuda, quien en un acto de donación se pone por encima de la hipocresía y corrupción de los ricos y hacendados de la época. De manera que, en el texto del Evangelio de Marcos, y la primera lectura del Primer libro de los Reyes, la coincidencia de dos viudas, como ejemplo de confianza en Dios, es un reflejo de cómo Dios se manifiesta en los más frágiles, débiles, vulnerables y despreciados de la sociedad.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Las comunidades cercanas al Evangelio de Marcos tienen como característica la practicidad de la enseñanza evangélica, de modo que presentan a un Jesús enseñando con ejemplos prácticos y de autoridad. Por tal razón, tres enseñanzas para llevar a la práctica desde el evangelio de este domingo se pueden resumir en las siguientes. La primera está relacionada con la incoherencia de tener una vida religiosa desde las apariencias, la segunda está vinculada con la solidaridad desde los vulnerables, la tercera con ofrecer la vida sin condiciones.Jesús en un acto de docencia, es decir de conducir y orientar a sus discípulos, les hace una exhortación: “Guárdense de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y que devoran la hacienda de las viudas so capa de largas oraciones”; de allí que les indique que se deben cuidar de practicar su religión con apariencias en lugar de hacerlo con el corazón. En esto el texto sagrado nos ilustra sobre la manera en que Dios elige a sus servidores no por las apariencias sino por aquello que hay en sus corazones y que los llevaba a vivir con autenticidad y respeto su experiencia de Dios. Uno de los casos más emblemáticos está en la elección de David, quién no era el más aguerrido, de los hijos de Jesé, para la guerra sino el pastor que reflejaba con su mirada aquello que albergaba en su alma; o el mismo caso de Elías que está presente en la liturgia de hoy, un profeta que no es elegido por su apariencia sino, por su compromiso con los marginados de su entorno y, que tuvo que afrontar crisis personales por vivir de manera auténtica su relación con Dios de la forma más transparente.En la segunda enseñanza del evangelio de este domingo está la práctica de la solidaridad desde la perspectiva de los más vulnerables de la sociedad. Para nadie era ajeno saber, en el contexto del Nuevo Testamento, que la situación de discriminación de la viuda radicaba en una concepción patriarcal basada en la no dependencia de su marido que vivía una viuda. De allí que una viuda era juzgada como marginada de la sociedad al haber perdido la custodia de su marido, de modo que eran mujeres que se consideraban pobres y rechazadas; pero en la enseñanza de este domingo, la solidaridad de esta mujer es signo de admiración y respeto, pues, Jesús la pone como referente de solidaridad, en contra la falsa bondad de los ricos que dan desde lo que les sobra más no desde lo que hay en sus corazones. De nuevo la conexión, con la enseñanza anterior, entre la apariencia y lo interior de los corazones vuelve a formar parte de los aprendizajes dados por el maestro. En una tercera enseñanza aparece la ofrenda de la viuda sin condiciones. Casi en una prefiguración de lo que Jesús hará por la humanidad y que resalta de manera excepcional el texto de la Carta a los Hebreos, de la liturgia dominical, presentando la manera en que Cristo se entrega una vez para siempre en su sacrificio de la cruz. Jesús cierra la perícopa de hoy acotando que la viuda “en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir”. De modo que la garantía de lo material no supera a lo espiritual, pues la viuda tiene su confianza puesta en la Providencia divina, la misma que ha acompañado a la viuda de Sarepta en la primera lectura de este domingo.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Dos mujeres, viudas, son las protagonistas de la enseñanza de la Palabra en este domingo. Sus actitudes nos remontan a la importancia que tiene aprender sobre los valores propios del Evangelio, en este caso: evitar las apariencias como una manera de vivir la experiencia religiosa, la solidaridad como un gesto de donación total y el dar lo mejor que tenemos para desde allí depositar la confianza más grande en la Providencia divina. De allí que, todos estamos llamados a vivir de manera solidaría y generosa nuestra experiencia de Dios por medio de actos de caridad que reflejen la entrega bondadosa al Señor en el servicio.Aquí se recogen las enseñanzas del papa Francisco en su exhortación apostólica Gaudete et exsultate: “Las riquezas no te aseguran nada. Es más: cuando el corazón se siente rico, está tan satisfecho de sí mismo que no tiene espacio para la Palabra de Dios, para amar a los hermanos ni para gozar de las cosas más grandes de la vida. Así se priva de los mayores bienes. Por eso Jesús llama felices a los pobres de espíritu, que tienen el corazón pobre, donde puede entrar el Señor con su constante novedad” (GE 68).Y continua Francisco en su enseñanza: “Esta pobreza de espíritu está muy relacionada con aquella ‘santa indiferencia’ que proponía san Ignacio de Loyola, en la cual alcanzamos una hermosa libertad interior: ‘Es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío, y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás’” (GE 69).Nuestro encuentro con Cristo pasa por la fascinación de su mirada atenta a los pequeños gestos que hacen grande la realización del reinado de Dios. Así como Jesús invita a mirar, en el evangelio, a sus discípulos a contemplar el gesto de la viuda en la urna de las ofrendas, así Él nos invita a descubrir su acción en los gestos de aquellos que nos presiden en la caridad, los más humildes y pobres de espíritu, porque en ellos se manifiesta la Providencia divina de manera excelsa. El papa Francisco nos exhorta, en su mensaje de la Jornada Mundial de los Pobres del 2023, “a compartir con las personas en situación de exclusión la mesa de nuestras casas, al tiempo que agradece la constante atención y dedicación que prestan diariamente muchos ‘vecinos de casa’ que no son ‘superhombres’, sino personas capaces de escuchar, dialogar y aconsejar”.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La celebración de la Eucaristía es un momento para poner la mirada en los pequeños detalles, tal y como Jesús lo hizo con sus discípulos, invitándolos a ver la viuda que llega hasta las alcancías del templo para entregar todo aquello que poseía. Participemos de esta Eucaristía dominical con un espíritu de recogimiento contemplando a Dios en su Palabra y Eucaristía. Abramos la mente y el corazón para que vivamos con amor esta celebración en comunidad. Monición a la liturgia de la PalabraEl profeta Elías emprende una misión de parte de Dios en la que la Providencia divina se va a manifestar en una casa en la que la esperanza se veía perdida por parte de una viuda. Mientras que en la Carta de los Hebreos contemplaremos la gran noticia de la redención de nuestras faltas por parte de la entrega de Cristo en la cruz por nuestros pecados. Dejemos que el Evangelio nos ayude a entender que seguir a Jesús implica llevar y vivir la fe con coherencia y en una actitud permanente de solidaridad; escuchemos el mensaje de la Palabra con el corazón dispuesto a llevarla a la vida. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Señor Jesucristo que te has quedado en la fracción del pan, siendo el alimento por excelencia, te alabamos, te bendecimos y te damos gracias y a una voz aclamamos diciendo. R/. Haznos coherentes con tu amor Señor.1.Por el Papa, para que su ejemplo y testimonio de amor, renueve en la Iglesia la vocación a la solidaridad y la entrega por los más necesitados. Oremos.2.Por los gobernantes del mundo para que no ahorren esfuerzos en trabajar por políticas que promuevan el cuidado de la casa común y la defensa de todas las formas de dialogo social que promueven la paz. Oremos. 3.Por las necesidades de las comunidades que no tienen la posibilidad de celebrar la Eucaristía para que el Señor siga promoviendo vocaciones al servicio de la Palabra y la Eucaristía en el mundo entero. Oremos. 4.Por todos aquellos que sufren las consecuencias de las inclemencias del clima, especialmente por los campesinos para que sigan trabajando la tierra como el don más preciado. Oremos.5.Por esta asamblea que participa en el banquete eucarístico, para que un día junto con los santos pueda contemplar el rostro del Señor en el Reino Celestial. Oremos.Oración conclusivaAcoge, Padre de bondad,las suplicas que te dirigimoscon fe y confianza en ti,por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.
Vie 1 Nov 2024
Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
TRIGÉSIMO PRIMER DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIONoviembre 3 de 2024Primera lectura: Dt 6, 2-6Salmo: 18(17), 2-3a. 3bc-4. 47 y 51ab (R. Dt 6,4)Segunda lectura: Hb 7, 23-28Evangelio: Mc 12, 28b-34I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa centralidad en el mandato del amor, para los cristianos, se convierte en una manera de ser y de relacionarse con Dios, con su prójimo y hoy en día con su entorno, como lo promueve la Laudato Si´. El mensaje de la Palabra de Dios en esta liturgia le recordará, a la comunidad, la importancia de afianzar el amor de Dios en la vida cotidiana. De allí que sea fundamental recordar el principio de la escucha que el pueblo de Israel hacía de los mandatos de Dios, pues, esta evocación tendrá efecto en las enseñanzas que Jesús le dará a quienes escuchan y siguen su mensaje de salvación.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Para el pueblo judío el mandato de la escucha (Shemá) es una forma de responder a la misericordia con que Dios ha guiado al pueblo de generación en generación. Por esta razón, los mandamientos son una respuesta efectiva a la relación que el pueblo tiene con Dios, pero, esto no basta, de allí que una consecuencia lógica de escuchar al Señor es responder con amor a esa interlocución; en esto se centra el mensaje del libro del Deuteronomio que pretende ser una carta de navegación para atender los mandamientos y llevarlos a la práctica; y de esta forma, no dejar las enseñanzas solo en la memoria como una respuesta estática del pueblo que, amando a Dios, respeta los mandamientos, y en estos preserva, custodia y cuida la vida y existencia humana. Guardar en la mente, llevar al corazón y, practicar en la vida el mandato del amor es imperativo categórico de la vida de un creyente en el Dios de la vida.Como es reiterativo en la Carta a los Hebreos el tema del sacerdocio de Cristo es un motivo fundamental de este libro. En la lectura que se realiza en este domingo se enfatiza en la permanencia que tiene el sumo sacerdocio del Señor este es “santo, inocente sin mancha, apartado de los pecadores, ensalzado sobre el cielo” (Hb 7, 26). Este texto es una importante demostración de la vigencia que tiene el sacerdocio de Cristo porque es eterno, no tiene fin, y por ello una vez para siempre el Señor se entregó como víctima, Él se ha entregado a la manera en que en el contexto veterotestamentario los corderos eran sacrificados como holocausto para la contrición de los pecados.En el mismo ámbito temático, de la primera lectura, el tema del cumplimiento del mandamiento del amor se convierte en una manera de ser y hacer para los testigos del mensaje salvífico del Reino de Dios predicado por Jesús. Sin embargo, en el relato del Evangelio de Marcos hay una interlocución que llama la atención, Jesús entabla un diálogo con un letrado que se acerca a Él para probarlo sobre la validez de la Ley referida al mandamiento del amor. Sin embargo, la respuesta de Jesús es un desafío a la manera de poner en marcha, en actos concretos, el mandamiento más apremiante para un seguidor del Señor, el mandato del amor. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Por muchas generaciones se ha enseñado, predicado, difundido, transmitido y animado en las tradiciones religiosas judeo-cristianas sobre la importancia que tiene el mandamiento del amor. La vivencia del amor se presenta como una manera de manifestar la presencia de Dios en la vida; de allí que la experiencia del amor según el evangelio tiene cuatro dimensiones: amar con “el corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Estas dimensiones tienen que ver con las relaciones humanas; pues, el amor que surge desde el corazón es un amor que tiene conexión con los sentimientos y emociones; aquel que ama desde el corazón se conecta con las carencias humanas, tal y como Jesús lo hizo escuchando las necesidades de quienes lo aclamaban como el mesías y el salvador.Amar con toda el alma es una conexión que el ser humano desde el interior de su fe y en lo más profundo de su espiritualidad tiene para darse sin límites. El amor del alma traspasa las fronteras de lo material y se conecta con lo más profundo del ser; los místicos y santos llegan a tener una conexión con su ser interior que los llevaba a reflejar lo más puro de su ser en las obras de caridad y amor que tenían por quienes formaban parte de sus comunidades, en especial, los más vulnerables y relegados. El amor del alma es el amor más profundo, interior e insondable que vence las fronteras de lo material, para darse incondicionalmente al estilo de Jesús en la cruz, el Hijo de Dios que se da sin condiciones.Por parte del amor que emana desde la mente, se verá representado en esa conexión entre los pensamientos y la inteligencia para escrutar qué es el amor verdadero. Quienes por muchos años han buscado las definiciones racionales sobre aquello qué es el amor, han podido concluir que las razones para hablar de este sentimiento surgen de las conexiones entre las emociones y las razones para llevar a término el acto de amar. Por tal razón, el llamado de amar al prójimo propio de las enseñanzas de Jesús se refleja en actos concretos, partiendo del reconocimiento de la presencia amorosa de Dios mismo en el otro, de allí radicarán las razones más profundas del respeto hacia el prójimo y el respeto de su dignidad de hijo de Dios.Pero, como si no bastara un amor con las tres dimensiones anteriores, la enseñanza más legendaria del amor para el judío y que llega hasta la doctrina cristiana, denota un amor a Dios con todas las fuerzas. Esta dimensión del amor está directamente relacionada con las obras, puesto que quien conoce y reconoce el amor de Dios, tiene en sus obras una evidente manera de dejar que Dios obre en sí. Las fuerzas para amar estarán bíblicamente reflejadas en las obras de las manos y en los pies de quienes dócilmente se dejan llevar por el espíritu de Dios en una profunda convicción de aquello que es el Señor en su amor infinito.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?La liturgia de este domingo está centrada en una de las formas más completas de reconocer que Dios se hace presente en la vida por medio del amor. La invitación a la comunidad en las lecturas de este domingo tiene una consecuencia lógica y es que, amar a Dios implica necesariamente el amor al prójimo de una manera correlativa a las cuatro dimensiones señaladas en el texto del evangelio: el corazón, el alma, la mente y todas las fuerzas. Por esta razón, aquel que sigue al Señor está invitado a vivir de manera concreta, por medio de sus obras de amor, al prójimo.El papa Francisco en una celebración en la que canonizaba una decena de beatos en 2022, enseñaba que: “En el origen de nuestro ser cristianos no están las doctrinas y las obras, sino el asombro de descubrirnos amados, antes de cualquier respuesta que nosotros podamos dar. Mientras el mundo quiere frecuentemente convencernos de que solo valemos si producimos resultados, el Evangelio nos recuerda la verdad de la vida: somos amados. Y este es nuestro valor, somos amados. A veces, insistiendo demasiado sobre nuestro esfuerzo por realizar obras buenas, hemos erigido un ideal de santidad basado excesivamente en nosotros mismos, en el heroísmo personal, en la capacidad de renuncia, en sacrificarse para conquistar un premio. Ser discípulos de Jesús es caminar por la vía de la santidad y, ante todo, dejarse transfigurar por la fuerza del amor de Dios. No olvidemos la primacía de Dios sobre el yo, del Espíritu sobre la carne, de la gracia sobre las obras”.Las palabras del papa Francisco se convierten en una manera de invitar a la comunidad a vivir del amor. Solo en una actitud amorosa se podrán vencer las estructuras que en la sociedad hoy incitan a crear una cultura de la indiferencia, la exclusión y el descarte, tal y como lo enseña el mismo Papa en su encíclica Fratelli tutti, “nadie en la sociedad puede quedar a la vera del camino”, refiriéndose a la llamada que los cristianos tenemos de vivir en una permanente actitud de acogida, inclusión y en una permanente apertura al encuentro y reconocimiento de la dignidad de los otros como parte de nuestra propia dignidad.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Sentir la acogida por parte de la comunidad, es una manera de vernos abrazados en el amor de Dios. En esta celebración dominical estamos invitados a vivir en una permanente actitud de agradecimiento, y, reconocimiento del amor de Dios en nuestra vida; la celebración de la Eucaristía se convierte en un signo de la forma en que Dios se queda presente vivo en medio de nosotros y, nos invita a reconocer su presencia a través del amor al prójimo. Bienvenidos a esta Eucaristía en la que celebramos la acción de gracias del amor de Dios presente en nuestra vida, en nuestras familias y, en nuestra comunidad. Monición a la liturgia de la Palabra La Palabra del Señor en este domingo está cargada de ejemplos propios de la forma en como Dios se manifiesta amoroso con su pueblo. Dejemos que las palabras y el diálogo de Jesús con el maestro de la Ley, toquen nuestro corazón, nuestra mente, nuestra alma y, nuestras fuerzas, para vivir el amor al prójimo de manera real y concreta atendiendo las necesidades de los más vulnerables, rechazados y discriminados de nuestra comunidad. Que la fuerza del evangelio que escucharemos a continuación reavive nuestra capacidad de amar al prójimo al estilo de Jesús mostrando la incondicionalidad de la entrega y el amor oblativo.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Elevemos nuestras plegarias al Señor como una manera de reconocer su amor en nuestras vidas diciendoR/. Dios de amor gracias por tu presencia en nuestras vidas.1.Por el Papa y todos los hombres y mujeres consagrados al servicio de la Iglesia para que su ejemplo y testimonio sean una forma de vivir el amor oblativo que proviene de Dios. Oremos.2.Por los que están llamados a dirigir los destinos de los pueblos para que, en una actitud que reconocimiento de la dignidad de todos los seres humanos, practiquen la justicia y el amor como maneras de gobernar a sus naciones. Oremos.3.Por nuestra comunidad reunida en este domingo como un signo del amor a Dios, para que cada día sepamos reconocer el amor de Dios y lo reflejemos en nuestras acciones y obras en servicio de los más necesitados del amor de Dios. Oremos.4.Por quienes están hospitalizados en un centro de salud para que nuestro amor sea signo de comunión y amor en medio de sus necesidades. Oremos.5.Por nuestro párroco, por sus inmediatos colaboradores en la pastoral y por todos aquellos que con su espíritu de servicio llevan a los demás el gozo y la paz del Señor. Oremos.Oración conclusivaGracias, Dios de amor,por escuchar las plegariasque te dirigimos humildementepor el amor a tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén