SISTEMA INFORMATIVO
Falleció el padre Ezio Roattino, misionero italiano que acompañó durante cuatro décadas al pueblo Nasa
Tags: padre Ezio Roattino pueblo Nasa pueblo indígena nasa misioneros de la consolata consolato Ezio Roattino iglesia colombiana iglesia católica colombiana Cauca

El pasado jueves, 4 de abril, a sus 87 años de edad, de los cuales estuvo 40 en Colombia, acompañando y sirviendo al pueblo indígena Nasa en el departamento del Cauca, falleció el padre italiano Ezio Roattino, misionero de la Consolata. Así da a conocer la noticia y los principales rasgos de su misión el padre Julio Caldeira, hermano de comunidad:
El misionero pal (padre en idioma nasayuwe) Ezio Roattino, nacido en 1936, en Isola d’Istria, en aquel entonces territorio italiano y actualmente Eslovenia, falleció en Italia en la tarde del 4 de abril de 2024. Este destacado misionero de la Consolata, que podemos considerar “italo-americano-nasa”, vivió cinco décadas en América Latina, acompañando diversas realidades, especialmente junto al pueblo indígena Nasa, en Colombia. Junto a ellos, aprendió el perfecto el Nasa Yuwe, y colaboró en la traducción de materiales y de la Biblia a este idioma. Su dedicación a la misión en América Latina, gran amor al Evangelio y a la Virgen de Guadalupe, lo hizo “asumir el apellido” Guadalupe.
Misionero y hermano de los pueblos indígenas
Conoció y compartió el trabajo pastoral del padre Álvaro Ulcué, primer sacerdote indígena Nasa asesinado en 1984, y el padre Antonio Bonanomi, misionero de la Consolata fallecido en 2018, cuyo legado sigue impulsando desde la parroquia San Juan Bautista, de Toribío – Cauca.
El jesuita P. Alfredo Fierro, quien conoció y trabajó con Roattino recuerda que él fue “un hombre profundamente comprometido con el pueblo Nasa. Lo recuerdo especialmente en el entierro de Álvaro Ulcue dónde nos indignamos por la homilía del obispo que no dijo nada sobre Álvaro. Entonces P. Ezio, en el cementerio cuando lo estábamos enterrando, hizo la verdadera homilía. ¡Gran hombre y misionero!”
Por donde andaba llevaba consigo la Biblia latinoamericana que perteneció al P. Álvaro Ulcué, la cruz de tau (símbolo de los “pequeños” y de que “somos todos hermanos”) y el anillo de tucum, elaborado en la Amazonía brasileña y promocionado por otro gran hombre de Dios, monseñor Pedro Casaldáliga. P. Roattino decía que “este anillo muestra que yo me casé; me casé con una causa y esa causa son los indígenas colombianos, brasileños y amazónicos”.
Espiritualidad encarnada y viva
Otro punto marcante de la vida del P. Ezio Guadalupe fue su espiritualidad, demostrada en el encuentro cotidiano con el Señor, con la meditación de la Palabra de Dios, en el rezo de la Liturgia de las Horas, en la Eucaristía vivida y celebrada todos los días, y en el encuentro con sus hermanos del pueblo Nasa. Padre Armando Olaya, misionero de la Consolata y su gran amigo de vida y misión, afirma que él “vio la presencia del Resucitado particularmente en el pueblo Nasa y CREYO, y por eso se decidió a caminar, con ellos. compartiendo aquello que llevaba en su mente y en su corazón. P. Ezio, contemplativo de la Palabra de Dios, la saboreaba, la rumiaba, la hacía vida”.
En comunicado de condolencia por el fallecimiento del Pal Ezio, las autoridades ancestrales del Cabildo Indígena Nasa de Caldono, Cauca, “lamentan profundamente el sensible fallecimiento de nuestro hermano y misionero Ezio Guadalupe Roattino”, quien “dejó en nosotros una huella inolvidable, un sacerdote íntegro que demostró su amor incondicional hacia los más humildes y necesitados, defensor de los derechos humanos de las personas más necesitadas”.
En el mensaje recuerdan que él “recorrió cada uno de los rincones de los territorios indígenas y en ese andar aprendió el idioma Nasa Yuwe y realizaba las ceremonias religiosas en lengua Nasa. Siempre se caracterizó por su humildad y su don de servicio hacia el prójimo”. Concluyen diciendo que “en estos momentos se ha reencontrado con su hermano Álvaro Ulcué Chocué Nasa Pal, con quien tuvo una bella amistad y compartió su vida sacerdotal en las parroquias del Cauca”.
Breve biografía
P. Ezio Roattino, hijo de Giovanni y Bernardi Maria Roattino, nació el 19 de noviembre de 1935 en Isola d’Istria, en aquel tiempo Italia y actualmente Eslovenia.
Ingresó a la comunidad de los Misioneros de la Consolata, donde realizó su profesión religiosa el 02 de octubre de 1961. Fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1964, dedicando sus primeros años a los estudios complementarios y acompañamiento de los seminaristas de la congregación en Roma.
En 1971 parte para aquella que será su gran amor misionero: América. Estuvo en las “favelas” en Río de Janeiro, Brasil, y después llegó a Colombia, donde actuó en la pastoral en Tocaima (Cundinamarca), como Superior Provincial, hasta llegar a Toribio, Caldono, Santander de Quilichao y otros pueblos del Cauca, donde vivió y dedicó su gran servicio, como hermano, junto al pueblo Nasa hasta 2022, cuando regresó a Italia para cuidar de su salud.
En estas 4 décadas junto al pueblo Nasa, fueron también de compartir, en breves periodos, con otras experiencias misioneras en Nicaragua, Roraima (Brasil) y como formador en Londres (Inglaterra) y Martín Coronado (Argentina). Falleció en la Comunidad de los misioneros de la Consolata mayores en Alpignano, norte de Italia, en la tarde del 4 de abril de 2024.
"El pensamiento sin acción es vacío; la acción sin pensamiento es ciega; el pensamiento y la acción sin Espíritu, es muerte", es una de sus frases destacadas. En la certeza de que este hermano mayor descansa en paz junto al Señor, a quien amó y sirvió con espíritu evangélico e indígena, esperamos mantener vivo su legado, reflexiones interiores y compartir misionero. Gracias por todo y ahora "vuela alto", querido Pal Ezio "Guadalupe" Roattino.



Pascua y año litúrgico
Lun 7 Abr 2025

Proteger y defender la familia
Jue 27 Mar 2025


Mar 22 Abr 2025
El cardenal Rubén Salazar exalta el legado del papa Francisco como testigo de la misericordia de Dios
Durante la segunda eucaristía celebrada en la Basílica Metropolitana – Catedral Primada de Colombia en memoria del papa Francisco, el cardenal emérito de Bogotá, monseñor Rubén Salazar Gómez, ofreció una profunda y emotiva homilía, en la que destacó la figura del Santo Padre como un testigo excepcional del amor y la misericordia de Dios.La celebración eucarística, al mediodía, congregó a la comunidad eclesial, incluyendo fieles laicos, sacerdotes, religiosos, diáconos y autoridades civiles, en una sentida acción de gracias por la vida y ministerio del papa Francisco, en medio de corazones llenos de tristeza por su muerte, pero también llenos de gozosa esperanza y de profunda gratitud.La resurrección: fundamento de la misericordiaEl cardenal Salazar centró su reflexión en el mensaje pascual, recordando que la resurrección del Señor es el punto de partida para el encuentro con Dios Padre. “La misericordia del Señor viene a la tierra”, afirmó, destacando que para que este anuncio se arraigue en el corazón humano, es necesario contar con testigos que lo proclamen.Así como Pedro y María Magdalena fueron testigos de la resurrección, también hoy los cristianos están llamados a proclamar: “He visto al Señor”, explicó resaltando que el Papa fue uno de esos testigos privilegiados, cuya vida reflejó la presencia viva del Señor.El papa Francisco: testigo valiente y coherentePara el cardenal emérito, el Santo Padre encarnó, como pocos en la historia reciente, el testimonio valiente y coherente del Evangelio. Desde el inicio de su pontificado, cuando afirmó que “Dios es misericordia”, su vida fue una proclamación continua de ese mensaje, a través de sus palabras, sus gestos y su entrega incansable.“El Papa fue un hombre que vivió lo que predicó”, subrayó monseñor Rubén. Muchos de sus gestos causaron sorpresa, incluso incomprensión, pero en retrospectiva revelan una profunda coherencia con el mensaje de amor de Cristo. Fue un pastor que no se reservó nada y que se entregó por completo al servicio de Dios y de su pueblo.La valentía del Evangelio en tiempos difícilesEl prelado también destacó la valentía del Santo Padre al anunciar el Evangelio en medio de un mundo marcado por la polarización y el conflicto. “Anunció el Evangelio con una valentía impresionante”, dijo, recordando cómo afrontó la crítica y el rechazo sin dejar de proclamar la verdad del amor misericordioso de Dios.El último acto público del Papa, el Domingo de Resurrección, lo describió como un gesto de profunda entrega: “Enfermo como estaba, me atrevería a decir: muriéndose, recorrió la Plaza de San Pedro, porque quería ser testigo del amor de Dios hasta el último momento”.Un legado de paz y fraternidadFinalmente, el cardenal compartió que en el testamento del papa Francisco se expresa su deseo de ofrecer los sufrimientos de sus últimos años por la paz del mundo y la fraternidad de todos los pueblos. Esa intención, afirmó, resume el sentido fundamental de su vida: permitir que la misericordia de Dios transforme la historia, derrote el odio y construya un mundo de hermanos.“Ojalá lo acojamos plenamente en el corazón”, concluyó el cardenal, “porque su vida y su palabra nos remiten al Evangelio que salva: el Evangelio del amor; el Evangelio de la misericordia; el Evangelio de la fraternidad; el Evangelio de Cristo resucitado, vencedor del pecado y de la muerte”.Vea a continuación, homilía del Cardenal Emérito Rubén Salazar, en la eucaristía por el eterno descanso del papa Francisco:Fuente fotos y texto: Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones de Bogotá.

Lun 21 Abr 2025
Mensaje de los Obispos Colombianos ante la partida del Papa Francisco a la Casa del Padre
Los obispos de Colombia, unidos al Santo Pueblo fiel de Dios, expresan su gratitud por la vida, misión y testimonio del Papa Francisco, tras su fallecimiento este 21 de abril de 2025.En un comunicado titulado "Gracias Papa Francisco: El Papa de la misericordia, el profeta de la esperanza", los prelados destacan sus 12 años de servicio como Sucesor de Pedro, marcados por cercanía, sencillez y ternura.La Conferencia Episcopal resalta particularmente que el Pontífice dejó una "huella imborrable" en millones de personas a través de su magisterio, en el que sobresalen encíclicas como Evangelii Gaudium (sobre la alegría de evangelizar) y Laudato Si’ (sobre el cuidado de la creación), así como su impulso a la sinodalidad y a una Iglesia que "escucha y camina unida".Los pastores también recuerdan que el Papa Francisco partió en pleno Jubileo de la Esperanza y en el inicio del Tiempo Pascual, un momento simbólico que refuerza su legado como "profeta de la esperanza". Subrayan que, en tiempos difíciles, él "nos ayudó a creer que Dios no se cansa de amar y perdonar" y que "siempre hay lugar para la ternura".En particular, la Iglesia colombiana agradece su especial cariño por el país demostrado en diferentes momentos, y evoca su visita apostólica en 2017 y su llamado a la paz y reconciliación. Sus palabras, afirmaron, "aún resuenan y seguirán guiando" al pueblo colombiano.Finalmente, los obispos invitan a las comunidades a celebrar eucaristías en su memoria y encomiendan su descanso al Padre de la vida, agradeciéndole por enseñar "a vivir con alegría el Evangelio" y por impulsar una Iglesia "humilde y samaritana".Vea a continuación la lectura del mensaje por parte del Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia:El Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia, también ha dado a conocer una serie de orientaciones litúrgicas durante el periodo de Sede Vacante. Para conocerlas, haga clic aquí.La Iglesia colombiana dará gracias a Dios por la vida y la misión del Papa Francisco como Sucesor del Apóstol Pedro, celebrando tres Eucaristías centrales en la Catedral Primada de Colombia, de esta manera:Lunes 21 de abrilPreside: Monseñor Paolo Rudelli, Nuncio Apostólico en Colombia12:00 m.Martes 22 de abrilPreside: Cardenal Rubén Salazar Gómez, Arzobispo Emérito de Bogotá12:00 m.Miércoles 23 de abrilPreside: Cardenal Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá12:00 m.A través de un comunicado oficial, la Nunciatura Apostólica en Colombia también ha informado sobre el Libro de condolencias que estará disponible en la sede de la Nunciatura en Bogotá, en el que los fieles que deseen, podrán dejar sus mensajes en torno al fallecimiento del Santo Padre, los días martes 22, jueves 24 y viernes 25 de abril, en el horario de 10:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 3:00 p.m. a 6:00 p.m.

Dom 20 Abr 2025
Pascua 2025: Obispos colombianos llaman a vivir y transmitir la esperanza cristiana
Evocando la victoria de Cristo sobre la muerte, los obispos hacen un llamado a los fieles en Colombia para que vivan plenamente y transmitan la esperanza cristiana en medio de los desafíos que vive el país. En su mensaje con motivo de la Pascua 2025, los pastores recuerdan que de Cristo es de quien proviene la luz que vence las tinieblas, que la Iglesia está llamada a seguir siendo constructora de esperanza, y que es necesario no dejarse vencer por las divisiones, el cansancio o el pesimismo.1. La luz de Cristo en medio de las tinieblasLos obispos subrayan que la Resurrección de Jesús es un triunfo sobre el pecado y la muerte, e invitan a los creyentes a ser "reflejos de su luz en el mundo". Recuerdan que, a lo largo de la historia, hombres y mujeres han sostenido a la humanidad con obras de amor y servicio, especialmente hacia los más vulnerables, siguiendo el ejemplo de Cristo, "Dios de vivos" (Mateo 22, 32).2. Comunidades de fe como signos de esperanzaAdemás, los obispos destacan el papel de las comunidades cristianas en la construcción de un mundo más justo y pacífico. Exhortan a trabajar contra la violencia, la indiferencia y las amenazas a la dignidad humana, así como a proteger la creación y servir a los más necesitados. Hacen especial énfasis en llevar esperanza a los jóvenes y niños mediante gestos concretos de solidaridad.3. Fortaleza para obrar el bien y unidad en la IglesiaEn medio de los desafíos sociales y eclesiales, los prelados piden oración para que los fieles no se dejen vencer por "las divisiones, el cansancio o el pesimismo". Destacan que, en esteJubileo de la Esperanza(2025), la coincidencia de la celebración pascual en las distintas tradiciones cristianas es un signo de fraternidad que puede ayudar a sanar las heridas en la unidad de la Iglesia.Vea la lectura del mensaje por parte del Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia:

Vie 18 Abr 2025
En la Cruz, la Esperanza florece: Obispos colombianos profundizan en los desafíos del país desde las Siete Últimas Palabras de Cristo
En el contexto de este Viernes Santo 2025 y desde el ‘Sermón de las Siete Palabras’, siete obispos colombianos comparten reflexiones que conectan el dolor de Cristo Redentor con las heridas del país. Desde el pacífico hasta El Catatumbo, vinculan las últimas frases de Cristo en la Cruz con realidades latentes en los territorios que pastorean: la violencia persistente, la inequidad, la corrupción, el papel de la familia y la sed espiritual de una nación en la que urge la reconstrucción.Además, inspirados en el Jubileo de la Esperanza que vive este año la Iglesia, los prelados proponen caminos concretos de reconciliación, justicia y fraternidad para una Colombia aún con heridas, necesita seguir luchando contra la violencia, la desigualdad y la polarización.1. "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen": El perdón como camino.MonseñorWiston Mosquera,obispo de Quibdó, recuerda que Jesús,"el inocente condenado a muerte", intercede por sus verdugos. Citando al Papa Francisco, pide"recuperar el sentido de la fraternidad nacional"y examinar la conciencia:"Si creemos en Él, ¿cómo le hacemos daño a otros?".El prelado reconoce la crudeza del momento: “el Chocó, el Catatumbo y el Cauca siguen regados de sangre (..) ¿De qué sirve rezar el Viernes Santo si no cambiamos los hábitos que matan?". Invita a guerrilleros, políticos y ciudadanos a"deponer el odio", recordando que"nadie gana con la violencia; todos perdemos hasta el último pedazo de humanidad".2. "Hoy estarás conmigo en el Paraíso": La vida eterna, la esperanza más allá de la materialidad.Monseñor Rodrigo Gallego Trujillo, obispo de Palmira, contrasta la"cultura del descarte"con la promesa de eternidad:"En un país obsesionado con el poder y el dinero —raíz de nuestra corrupción—, Cristo nos recuerda que la vida plena no cabe en una cuenta bancaria".El prelado afirma que el egoísmo"nos encierra en nosotros mismos", mientras que la Eucaristía es"la montaña para contemplar a Dios". Invita a vivir comoluz, sal y fermentoen un mundo fugaz y recuerda que “la Eucaristía es el Paraíso en la tierra; allí Cristo sacia nuestra sed de infinito".3. "Mujer, ahí tienes a tu hijo": Las madres, creadoras de esperanza.Monseñor Juan Manuel Toro, obispo de Girardota, eleva a María como"madre de los nuevos hijos de Dios"y modelo para las mujeres colombianas.En el Año Santo, monseñor Toro afirma que acoger a María es aprender a decir ‘hágase’ frente a la desesperanza. Subraya su papel en la Anunciación, la Cruz y Pentecostés, y desafía a los fieles:"¿Cómo vivir hoy como hijos de María? Haciendo lo que Él nos diga".4. "Dios mío, ¿por qué me has abandonado?": El grito de los sufrientes y de las regiones olvidadas.Monseñor Orlando Olave, obispo de Ocaña, vincula el clamor de Jesús en la Cruz con el tantas personas que sufren a causa de la violencia, el abandono, el desplazamiento y la corrupción en Norte de Santander, como en otras regiones del país:"Miles en el Catatumbo claman como Jesús: ante el abandono estatal, los cultivos ilícitos y la violencia que no cesa…Es un grito que confía en Dios, no de desespero", afirma, citando el Salmo 22.Ese grito de dolor de Jesús es también el grito de los hombres y las mujeres en la historia. También hoy, comoA propósito del Jubileo, el prelado recuerda que "Dios no abandona: la Iglesia en Ocaña es ‘peregrina de esperanza’, llevando alimentos y acompañamiento espiritual". Al tiempo, llama a ser"peregrinos de la esperanza"que escuchen"el lamento de quienes se sienten abandonados".5. "Tengo sed": Los que claman la esperanza y la justicia, desde la “Colombia profunda”.Monseñor Dimas Acuña, obispo de El Banco, es contundente:"La sed de Cristo es la de los niños wayúu sin agua, los campesinos sin tierra y los jóvenes sin oportunidades".El prelado explica que la sed de Cristo simboliza"su amor por la salvación de la humanidad". Se refiere a la pobreza y el abandono en su diócesis, y recordó que la Iglesia debe ser"un oasis de esperanza"."Responder a esta sed implica compromiso con los más vulnerables", enfatiza, citando Mt 5,6:"Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia", particularmente en este Año Jubilar que convoca a vivir con mayor profundidad la misericordia.6. "Todo está cumplido": El creyente, portador de esperanza en Colombia.Monseñor Edgar Mejía, obispo auxiliar de Barranquilla,aclara que esta frase de Jesús en la Cruz no es de derrota, sino deltriunfo de la luz sobre la oscuridad. Desafía:"Cristo no murió en vano; nos legó una tarea: ser ‘fermento’ en una sociedad corroída".Además de referirse a la crudeza y el dolor que producen realidades como el narcotráfico y la corrupción, monseñor Mejía anima a los fieles aser por sí signos de esperanza con acciones concretas:"¿Podemos decir al final del día: ‘hice el bien’?".7. "En tus manos encomiendo mi espíritu": La esperanza radical en Cristo.Finalmente, monseñor Edwin Vanegas, obispo auxiliar de Bogotá, afirma que Jesús no clama en derrota, sino que"manifiesta el sentido profundo de la esperanza...Puesta en la mano misericordiosa del Padre", subraya. Este acto de entrega total, explica, es"el último y definitivo sí"de Cristo a la voluntad del Padre, y a la vez"la puerta que abre la resurrección".En su reflexión, y desde la realidad de los distintos sectores de la capital colombiana, espejo de las múltiples realidades del país, el Obispo evoca dos clamores concretos y urgentes para que Colombia experimente la esperanza: la reconciliación ante la fragmentación que tanto hiere yla solidaridad fraterna con los más necesitados, como profecía en medio un mundo individualista.“Ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza que podemos ofrecer a nuestro mundo, por medio de la acogida del migrante que ha dejado su tierra y busca un mejor futuro; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando asistimos con caridad a quienes sufren hambre, habitan las calles o están en las cárceles; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando podemos ver al otro a la cara libres de los prejuicios y la superioridad; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando acompañamos a nuestros adultos mayores para que no vivan esta etapa de sus existencias en soledad; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando cuidamos de nuestros niños y niñas para que no sufran heridas irreparables y puedan soñar con un mundo nuevo y armonioso”.Vea las palabras a continuación:Para descargar las palabras en formato escrito, haga clic aquí.