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Arzobispo electo de Popayán, entre la nostalgia y la alegría
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Para monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo electo de Popayán, su nombramiento es un nuevo envío que el Señor le hace y lo recibe en obediencia.
“Desde la perspectiva de la fe interpretamos el querer de Dios, porque cada nombramiento al servicio del pueblo de Dios es siempre una llamada, una renovación vocacional, un nuevo envío que el Señor nos hace (…) así que, el Papa Francisco expresa esa llamada en la tarea que hoy me encomienda y con obediencia la acepto”, aseveró.
Reconoce el desafío que le espera, al aceptar con humildad y sencillez no tener mayor conocimiento de estos territorios payaneses y caucanos, diferente a lo que se habla de ellos a través de los medios de comunicación.
“Tengo que ser franco, porque solo conozco lo que a través de los medios se percibe de Popayán y del Cauca; estoy seguro de la calidez de su gente, de su rica cultura, de todos los matices que tienen con las comunidades indígenas y el mundo afro y de esa expresión de fe tan honrosa y bella que hay en estos territorios”.
En este contexto, admite su temor por empezar a caminar en estos territorios nuevos para él, pero pide la paciencia de cada uno de sus habitantes para irse adaptando y poder ofrecer así lo mejor de su servicio pastoral a las comunidades.
“En obediencia al Papa Francisco estoy en disponibilidad para acompañar, hacer presencia y estar en medio de esa nueva comunidad que el Señor me confía, por lo cual suplico de todos ustedes su oración y paciencia para que podamos hacer las adaptaciones en el camino que iniciamos juntos (…) Tardaré un par de meses, pero nos daremos el espacio y el tiempo para conocernos, compartir y aprender a interpretar el territorio y poder desde lo que esté a mi alcance servirlo con todas mis fuerzas con el deseo de hacer la voluntad del Señor”.
El prelado observa que este, como otros territorios en Colombia padece el dolor, mantiene problemas y situaciones complejas, pero también reconoce que hay grandes potenciales de los que dijo está ansioso de poder disfrutar “porque cada territorio tiene unas riquezas de las que uno se nutre y en las que seguramente se podrá aportar (…) Estaré en un territorio pluricultural, en un territorio con lesiones, como donde estoy viviendo actualmente, que tienen grandes ausencias de procesos sólidos, que van consolidando salidas a los problemas de manera pertinente (…) Espero pues que todo lo que pueda aportar sea de utilidad para este territorio del Cauca y para todo lo que significa esta arquidiócesis tan importante para el país”.
Tender puentes de diálogo y escucha
No se atreve a hacer aproximaciones de lo que podría faltarle al Cauca en materia de reconciliación, pues considera que hablar de un territorio supone haber vivido en él. Anota que prefiere percibirlo de quienes lo han trabajado, sufrido y construido. Además, apunta que desea primero llegar a escuchar y tender puentes de diálogo con el fin de poder ir leyendo e interpretando estas realidades.
“Son muchas las heridas que los territorios con estas características deben sanar, por ahora solo me aproximo a un deseo muy grande de ayudar en lo que esté a mi alcance. Estoy seguro que tendremos que sumar en la dirección de lo que signifique reconciliar a este país y, por su puesto, si el Cauca hace su tarea, le suma muchísimo a un país que hoy mira hacia esta región con preocupación”, puntualizó.
“Estoy en duelo de dejar una comunidad que aprendí a querer”
Reconoce la tristeza que le da dejar los territorios de la diócesis de Tibú, que a lo largo de 9 años pastoreó, región que no es ajena a unas problemáticas sociales complejas y donde la violencia también se ensaña contra la población. Señala que extrañará su gente, sus comunidades, su clero y los procesos que se vienen adelantando.
“Por ahora estoy en el duelo de dejar una comunidad que uno aprende a querer a pesar de que tiene tantas dificultades, quizás por eso uno se apega o se aferra y de consecuencia también va a ser doloroso para mí partir de aquí, ya tendré el tiempo de recomponerme, de poner todo mi corazón y mis fuerzas en este nuevo caminar pastoral”.
“Tengo la alegría de llegar a una Iglesia viva”
Así mismo, expresa que lo llena de confianza y alegría el saber que llega a una jurisdicción donde hay una Iglesia viva en la fe y en procesos.
“Tengo la alegría de saber que hay una Iglesia muy viva y pertinente en el territorio, eso me llena de confianza para poder empezar un ministerio tan exigente como el que el Papa me ha confiado. (…) Sé que hay un presbiterio muy comprometido, una Iglesia muy consolidada y unas comunidades muy fuertes, estoy seguro que tendremos que sumar fuerzas en la dirección de lo que signifique reconciliar esta región”.
Finalmente, extendió un saludo y la bendición sobre todo el pueblo payanés, suplicando de ellos sus oraciones para que el tiempo que el Señor le tenga en estos territorios, sean fructíferos.
“Un saludo muy especial a todo el pueblo payanés. Los abrazo desde Tibú con la esperanza de que al llegar nos podamos encontrar, sentirnos como un solo pueblo y que me hagan parte de sus comunidades. Suplico su oración por mí y mi ministerio, de mi parte pido a Dios que bendiga esa tierra del cauca y a Popayán”.

Vie 15 Sep 2023
La Conferencia Episcopal de Colombia: un don, patrimonio y misión a seguir cumpliendo desde el amor
Este jueves, 14 de septiembre, reunidos en Bogotá, en medio de una Eucaristía muy especial, los obispos colombianos dieron gracias al Señor por los 115 años de la Conferencia Episcopal, tiempo que ha significado un importante camino de comunión para la evangelización y el desarrollo humano integral en el país.Durante la Santa Misa, los prelados suplicaron a Jesús, Buen Pastor, el don del discernimiento para descubrir los pasos que los invita el Espíritu a dar para crecer en su caminar juntos en este nuevo tiempo de gracia para la Iglesia colombiana.La celebración fue presidida por monseñor Ricardo Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín y concelebrada por los obispos de Palmira y Granada, monseñor Edgar de Jesús García Gil y monseñor José Figueroa Gómez, respectivamente.En su homilía, monseñor Tobón, inspirado en la palabra, recordó a sus hermanos en el Episcopado que es el amor del Padre el que le da sentido a la fraternidad y el que fortalece el vínculo de la unidad perfecta en la que deben seguir trabajando. Además, remarcó la misión tan importante que tiene la CEC no solo para la Iglesia sino también para el país.“Esto no es simplemente una fecha que se anota, un recuerdo histórico que se trae a la memoria, es la conciencia de un don, de un patrimonio y de una misión (…) Cuántos han trabajado, han luchado, han ofrecido todo para lograr que esta entidad sea un signo y un instrumento de salvación en Colombia. Es la expresión de una misión cumplida y que debemos seguir cumpliendo. El Señor ha confiado su Iglesia a los obispos mediante el don de Espíritu Santo, los ha constituido pastores de su pueblo, maestros del Evangelio, sacerdotes de su pascua y servidores de la comunidad”, expresó el arzobispo de Medellín.

Jue 14 Sep 2023
Obispos presentan al país "Luces en el camino hacia la paz"
Este jueves 14 de septiembre, día en el que la Conferencia Episcopal de Colombia celebra sus 115 años de creación, en rueda de prensa, los obispos presentaron al país "Luces en el camino hacia la paz", un documento que propone al pueblo colombiano 18 orientaciones concretas para la búsqueda y construcción de la paz. En el espacio estuvieron presentes monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado; monseñor Omar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CE; y monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.Los prelados explicaron el contenido del documento que nace, no solo desde la misión de la Iglesia, sino también de su preocupación ante la compleja crisis social y humanitaria que vive hoy el país por cuenta de situaciones asociadas a la violencia, el conflicto armado, las injusticias y la polarización. Por esto, pidieron a todos conocer estas propuestas y apropiarlas.Las orientaciones del texto están estructuras desde seis luces concretas:La luz del Evangelio: “La paz se teje cada día cuando asumimos las virtudes enseñadas por Jesús”.La luz de caminar y trabajar juntos: “Caminar juntos nos exige volvernos prójimos de todos”.La luz del servicio: “Promover la dignidad humana es servir a la paz”.La luz de la misericordia: “La misericordia nos impulsa a la salida misionera por la paz”.La luz del perdón y la reconciliación: “Sólo el perdón de corazón conduce a la paz”.La luz de la esperanza: “La esperanza nos abre caminos para concretar la paz”.Durante estos 115 años, los obispos han caminado con el pueblo colombiano enfrentando diferentes momentos, muchos de ellos llenos de sombras y oscuridad, que han generado dolor en las comunidades que acompañan. Desde allí, han denunciado los atentados contra la vida y la dignidad humana y han promovido el desarrollo humano integral, la defensa de los más vulnerables y el bien común. Iniciativas que se hacen realidad no solo desde el acompañamiento espiritual sino también en el marco de diversos proyectos de asistencia y promoción social.Por esto, reconociendo la gravedad del acontecer actual pero sin desfallecer, los pastores insisten en seguir promoviendo entre todos los actores y sectores, caminos que conduzcan a verdaderas transformaciones de orden humano, espiritual, social, político y económico. Esto, desde el enfoque de la misericordia, tema que inspiró su más reciente asamblea plenaria.“El objeto de la esperanza tiene que ser todo el bien que puede surgir de las personas de buena voluntad, de la sociedad civil, y de las instituciones comprometidas con el bien común y el servicio a la persona. También de las autoridades legítimas, que tienen la gran responsabilidad de abrir caminos para concretar la paz y la justicia social”, plantean en el texto.Durante la rueda de prensa de presentación, monseñor Luis José Rueda hizo énfasis en que la educación para una cultura de paz, tema propuesto en el documento, es clave para esa transformación tan anhelada. Explicó que existen narrativas de odio contra personas e instituciones que causan mucho daño. Por ello, afirmó que desde la pedagogía, se tiene la posibilidad de ayudar a que se superen esos círculos de odio y se creen narrativas de fraternidad, de esperanza y de servicio.En el espacio, el designado Cardenal por el papa Francisco el pasado 9 de julio, aprovechó para invitar a recordar y hacer un homenaje a quienes durante estos 115 años han impulsado con vehemencia esta misión para el país, entre ellos, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, ex presidente del episcopado, quien "fue un apóstol de paz y reconciliación", dijo monseñor Rueda.Vea la transmisión de la rueda de prensa:

Mié 13 Sep 2023
El Cardenal Pedro Rubiano, convocante de la Comisión de Conciliación Nacional, celebra 91 años de vida
El Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, nacido en Cartago (Valle) el 13 de septiembre de 1932, es reconocido a través de la historia de la Iglesia Católica en Colombia. Su cumpleaños no pasa desapercibido y es un momento especial para destacar su vocación, entrega y servicio al país. Fue presidente de la Conferencia Episcopal (CEC) de Colombia durante dos periodos consecutivos, entre 1990 y 1993, y de 1993 a 1996.En estos 91 años de vida el Cardenal Pedro Rubiano ha sido reconocido por sus aportes a la pastoral educativa, el vínculo matrimonial y por ser miembro y creador de varias comisiones de paz, entre ellas, la Comisión de Conciliación Nacional de la CEC, organismo que fue convocado por monseñor Rubiano el 4 de agosto de 1995 bajo el propósito de buscar soluciones políticas al conflicto armado colombiano que en aquella época pasaba por su momento más álgido. Bajo esa misión, se perfiló como uno de los mayores críticos de las guerrillas en Colombia.El Cardenal fue ordenado sacerdote en 1956 para la Arquidiócesis de Cali. Posteriormente, en 1971, el papa Pablo VI lo nombró Obispo de Cúcuta, también el 26 de marzo de 1983 fue nombrado Arzobispo Coadjutor de Cali, y dos años más tarde, en el 1985, fue designado Arzobispo de esta misma jurisdicción.Fue creado cardenal el 21 de febrero del 2001; recibió la birreta roja y el título de la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo. Asistió a la X Asamblea Ordinaria del Sínodo Mundial de Obispos, Ciudad del Vaticano, del 30 de septiembre al 27 de octubre de 2001.Monseñor Pedro Rubiano participó en el cónclave del 18 y 19 de abril de 2005. Asistió a la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano, 2 al 23 de octubre de 2005.La Conferencia Episcopal de Colombia celebra su cumpleaños número 91 y se une en acción de gracias por su vida y por toda la labor dedicada a la Iglesia y al servicio de la comunidad.

Mié 23 Ago 2023
Polarización, procesos de paz y reconciliación: temas del encuentro entre las directivas del episcopado y el presidente Petro
Este martes, 22 de agosto, en la Casa de Nariño, se llevó a cabo un encuentro entre el presidente Gustavo Petro y los miembros de la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC): monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, presidente; monseñor Omar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán, vicepresidente; y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá, secretario general.En la reunión también estuvieron presentes el Alto Comisionado para la Paz, Iván Danilo Rueda y monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, delegado del episcopado para las Relaciones Iglesia-Estado y acompañante permanente de la mesa de negociaciones entre el Gobierno Nacional y el ELN.Monseñor Henao dio a conocer detalles de este espacio de diálogo. Afirmó que, en un ambiente de respeto y escucha recíproca, se abordaron tres temas fundamentales para este momento que vive el país, con un enfoque especial en las situaciones humanitarias: los procesos de paz que se adelantan, la polarización que se vive en diferentes sectores de la sociedad y la necesidad de buscar un horizonte común de reconciliación, aspecto en el que la Iglesia ha reiterado su disposición para seguir colaborando, pues es propio de su misión.“Avanzar en la comprensión de las problemáticas de los territorios más afectados y más vulnerables, pero también de conocer mucho más de cerca los avances que se están dando en todo el proceso largo de construcción de paz en el que se está empeñando el país desde hace ya varios años”, precisó monseñor Héctor Fabio al respecto del sentido esencial de dicho encuentro.