Pasar al contenido principal

Iglesia

Vie 12 Jun 2020

La voz del Pastor | 14 de junio de 2020

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Juan 6,51-58

Vie 12 Jun 2020

Una pastoral familiar activa en tiempo de pandemia

Durante la primera se mana de junio de 2020 se reunió de manera virtual el equipo nacional de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), presidida por monseñor Édgar de Jesús García Gil, donde se analizó y compartió el accionar de esta dependencia en tiempo de pandemia. Algunos de los aspectos positivos que se fueron dando en este espacio de diálogo, fue el resaltar el fortalecimiento que en muchos hogares se ha ido dando durante este tiempo de confinamiento, es decir más diálogo y compartir de tareas entre sus miembros; otro aporte ha sido el aprendizaje que en familia se ha generado sobre las realidades tecnológicas. Pero también, se tocó el tema de la violencia intrafamiliar, que, según informes ha ido creciendo por cuenta del encierro, al respecto los asistentes resaltaron la tarea que algunas Iglesias Particulares han ofrecido a las familias, como líneas telefónicas disponibles para el acompañamiento y escucha de las víctimas; creación de espacios virtuales de apoyo a las familias con un equipo interdisciplinario de sacerdotes psicólogos y parejas, estos, reciben cada 8 días un proceso de formación y actualización virtual. “La comisión de familia se ha fortalecido y organizado para apoyar estas situaciones, y ha evidenciado la necesidad de dar inicio a procesos de formación virtual a más agentes de la pastoral familiar, con el fin de acompañar las necesidades de las familias”, señala un mensaje ofrecido por el Comité. Por otra parte, al hacer un balance de lo que ha marcado el Mes de la Familia, que finaliza este próximo 14 de junio, y que fue propuesto por el departamento de Matrimonio y Familia de la CEC y la Comisión Nacional de Matrimonio y Familia, se informó que las jurisdicciones al respecto han desarrollado las catequesis interactivas sugeridas por esta Institución, compartiendo fotos y videos de los trabajos adelantados. “Las familias que se han integrado a la celebración del mes de la familia solicitan no dejarlos solos y que se extienda el número de temas motivando a las familias a formarse en nuevos temas de actualidad como depresión, cansancio del encierro. Esta situación ha servido para enfocar y desarrollar el trabajo de familia porque están todos juntos para ser evangelizados”, señalan. Como fruto de esta reunión se avanza en las siguientes acciones: La creación de un centro de escucha familiar donde se desarrollen habilidades de escucha y se ayuden a matrimonios en crisis; alianzas con el Dr. Armando Duarte especialista en familia y residente en México y la doctora Carolina Barreto especialista en educación en casa, para el desarrollo de procesos de formación; y finalmente, se continuará de manera virtual el acompañamiento a los delegados diocesanos de la pastoral familiar.

Vie 12 Jun 2020

En la Eucaristía se comunica el amor del Señor por nosotros

Primera lectura: Dt 8,2-3.14b-16a Salmo: 147,12-13.14-15.19-20 (R. cf. Lc 1,53) Segunda lectura: 1Co 10,16-17 Evangelio: Jn 6,51-58 Introducción La fiesta nace con la finalidad de proclamar la fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Presencia permanente y substancial más allá de la Misa y que es digna de ser adorada en la exposición solemne y en las procesiones con el Santísimo, que desde su origen comenzaron a celebrarse y que han llegado a ser verdaderos monumentos de la piedad católica. Este es el día de la Eucaristía en sí misma, ocasión para creer y adorar, pero también para conocer mejor este misterio a partir de las oraciones y de los textos bíblicos propios de esta celebración. Es grandemente admirable que Cristo haya querido hacerse presente en su Iglesia de esta singular manera. Puesto que Cristo iba a dejar a los suyos bajo su forma visible, quiso darnos su presencia sacramental; puesto que iba a ofrecerse en la cruz por muestra salvación, quiso que tuviéramos el memorial del amor con que nos había amado "hasta el fin" (Jn13,1), hasta el don de su vida. En efecto, en su presencia eucarística permanece misteriosamente en medio de nosotros como quien nos amó y se entregó por nosotros (cfGa2,20), y se queda bajo los signos que expresan y comunican este amor: «La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico. Jesús nos espera en este sacramento del amor. No escatimemos tiempo para ir a encontrarlo en la adoración, en la contemplación llena de fe y abierta a reparar las faltas graves y delitos del mundo. No cese nunca nuestra adoración» (Juan Pablo II, CartaDominicae Cenae, 3) «La presencia del verdadero Cuerpo de Cristo y de la verdadera Sangre de Cristo en este sacramento, "no se conoce por los sentidos, dice santo Tomás, sino sólopor la fe, la cual se apoya en la autoridad de Dios". Por ello, comentando el texto de san Lucas 22, 19:"Esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros", san Cirilo declara: "No te preguntes si esto es verdad, sino acoge más bien con fe las palabras del Salvador, porque Él, que es la Verdad, no miente"» (MF18; cf. Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 75, a. 1; San Cirilo de Alejandría,Commentarius in Lucam22, 19). Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El sacramento del pan es prefigurado en el maná del desierto, alimento providencial para el camino. En la primera lectura, el maná es entendido, no sólo como el remedio del hambre real que los israelitas padecieron en el desierto, sino como la expresión de una fidelidad permanente de Dios. Es un signo de que Dios no se desdice nunca de sus promesas. El maná pasará a ser un signo-promesa para la época central de la salvación. Cada vez que el pueblo lo recoge y se alimenta de él, debe experimentar la presencia solícita de su Dios y la apertura a un futuro más esplendoroso. El Salmo de este día es un himno que nos propone un canto de acción de gracias por la paz y la prosperidad de Jerusalén, y, sobre todo, por haberle dado el Señor la Ley por la que se distingue de todas las naciones, y que es prueba de la predilección divina por Israel. Pablo nos exhorta a vivir la «comunión»; comunión entendida como intimidad, unión. Su efecto principal es la unión íntima con Jesucristo, como han subrayado los Santos Padres: «¿Qué es en realidad el pan? El Cuerpo de Cristo. ¿Que se hacen los que comulgan? Cuerpo de Cristo» (S. Juan Crisóstomo,In 1 Corinthios24,ad loc.). Las palabras de Pablo nos enseñan la verdad fundamental sobrela Eucaristía: La presencia real de Jesucristo, cuando afirma que es la comunión del Cuerpo yla Sangredel Señor. «En este divino sacrificio, que enla Misase realiza, se contiene e incruentamente se inmola aquel mismo Cristo que una sola vez se ofreció Él mismo cruentamente en el altar dela Cruz(cfr. Hb 9,27) (...) Una sola y la misma es, en efecto, la víctima, y el que ahora se ofrece por el ministerio de los sacerdotes, es el mismo que entonces se ofreció a sí mismo en la cruz, siendo sólo distinta la manera de ofrecerse» (Conc. de Trento,De SS. Missae sacrificio, cap. 2). El evangelio de esta fiesta nos presenta el célebre discurso de Jesús sobre el Pan de Vida. Jesús se presenta como el pan bajado del cielo, pero, a diferencia del maná que también bajó del cielo, el que Jesús ofrece no vale para quitar el hambre fugaz y momentánea, sino un hambre más honda: del corazón. Jesús viene como el Pan definitivo que el Padre envía, para saciar el hambre más profunda y decisiva: el hambre de vivir y de ser feliz. Su Persona viva es el Pan que el Padre da. Comer este Pan que sacia todas las hambres significa adherirse a Jesús, entrar en comunión de vida con Él, compartiendo su destino y su afán, ser discípulo, vivir con Él y seguirle. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? El pan de vida es el pan eucarístico, es decir, la carne, el Cuerpo de Jesús. Así la Eucaristía nos remite a la encarnación de la Palabra de Dios, Cristo Jesús, y al sacrificio de su vida en la cruz. Ambos extremos, que encierran su existencia en la tierra, constituyen el misterio de abajamiento y auto humillación del Hijo de Dios. Cristo, a pesar de su condición divina, se rebajó a sí mismo y tomó la condición de esclavo, sometiéndose a la muerte de cruz por obediencia al plan del Padre, que era la salvación del hombre pecador a quien, no obstante, Dios ama. Por eso, Dios lo exaltó sobre todo lo que existe, glorificándole en su resurrección como Señor de la creación entera. La Eucaristía es el memorial de la Cena del Señor, la nueva pascua que expresa la nueva alianza. Una alianza nueva requiere y crea un nuevo culto; es decir, una relación de Dios con la humanidad, y del hombre con Él por medio del Cuerpo sacrificado y de la Sangre de Cristo derramada como sacrificio por amor y salvación de los hombres, convocados por Dios a su familia y asamblea que es la Iglesia. En la Eucaristía se comunica el amor del Señor por nosotros: un amor tan grande que nos nutre de sí mismo; un amor gratuito, siempre a disposición de toda persona hambrienta y necesitada de regenerar las propias fuerzas. Vivir la experiencia de la fe significa dejarse alimentar por el Señor y construir la propia existencia no sobre los bienes materiales, sino sobre la realidad que no perece: los dones de Dios, su Palabra y su Cuerpo. La Eucaristía es el centro de toda la vida cristiana. A través de ella nos vamos consolidando como comunidad fraterna, porque comulgamos juntamente con otros. Recibimos elCuerpoeucarísticode Cristo, para que vayamos siendo cada vez más claramente elCuerpo eclesialdel mismo Cristo. Como dijo Pablo a los cristianos de Corinto: «Siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan". "Somos" (un cuerpo, una comunidad) porque "participarnos». Así, la Eucaristía nos va constituyendo como comunidad. La Eucaristía no sólo nos llena de consuelo y nos comunica la vida del Resucitado. También, nos une a Cristo: ¡Somos su cuerpo!, por lo tanto, nos une a nuestros hermanos. Él siempre estuvo en medio de la comunidad dándose a los demás; Él es quien en la Cruz se entrega por todos, y, ahora en el sacramento de la Eucaristía, se sigue dando y nos llama a nosotros también a darnos. Si comemos "el Cuerpo entregado por ustedes", en nuestra vida debemos ser cada vez más claramente signos suyos y constructores de fraternidad. No podemos separar nuestro "sí" a Cristo del "sí" al hermano. La misión de la Iglesia continúa la de Cristo. Por tanto, la Iglesia recibe la fuerza espiritual necesaria para cumplir su misión, perpetuando en la Eucaristía el sacrificio de la cruz y comulgando el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Así, la Eucaristía es la fuente y, al mismo tiempo, la cumbre de toda la Evangelización, puesto que su objetivo es la comunión de los hombres en Cristo y, en ÉL, con el Padre y con el Espíritu Santo. Hoy debiera ser un día para salir a las calles y hacer un tributo público a nuestro Señor, para adorarlo y caminar con Él. Pero la situación de emergencia sanitaria que afecta al mundo, nos lo impide. Sin embargo, no estamos impedidos por esta pandemia para asumir nuestra condición de adoradores desde la intimidad de nuestro corazón, quedándonos en casa. Ante todo, nosotros somosun pueblo que adora a Dios. Adoramos a Dios que es amor, que en Jesucristo se entregó a sí mismo por nosotros, se entregó en la cruz para expiar nuestros pecados y, por el poder de este amor, resucitó de la muerte y vive en su Iglesia. Nosotros no tenemos otro Dios fuera de este. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Hagamos nuestras estas palabras de santo Tomás de Aquino, ante Jesús Sacramentado: «Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte». Mientras adoramos con todo nuestro ser su presencia real en la Eucaristía, presentemos cada hombre y mujer de nuestra gran familia humana, con todas sus intenciones y necesidades, especialmente aquellos más necesitados de su Misericordia, para que en el transcurso de su vida se abran a su amor y dejándose encontrar por Él en la Eucaristía, transformen su vida y las nuestras, en la medida que nos va uniendo a Él en un solo Cuerpo. ¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!

Jue 11 Jun 2020

En tres años, Casa de Paso en Cúcuta entregó más de 3 millones de raciones

La Diócesis de Cúcuta celebra por estos días los tres años de apertura de la Casa de Paso ‘Divina Providencia’, que ha entregado más 3.530.520 raciones de alimentos. Este un lugar inició como una olla de caridad, por iniciativa del obispo de esta Iglesia Particular, monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, y se convirtió en la vivencia profunda del Evangelio y los valores que inspira la Palabra. En este sitio se demostró que “la caridad de Cristo nos urge” (2 Cor 5, 14), siendo una obra que se edificó con el anhelo de ayudar a los hermanos migrantes venezolanos y colombianos retornados, gravemente afectados por una crisis social, económica y política, proveniente del vecino país de Venezuela. En la Casa de Paso ‘Divina Providencia’ durante casi tres años, miles de personas necesitadas a diario recibieron permanente acompañamiento espiritual; una alimentación balanceada; atención médica, así como la entrega de medicina; atención psicosocial y jurídica gratuita, con el apoyo de profesionales voluntarios. Para cumplir con estos servicios, la Iglesia Católica de Cúcuta estuvo permanentemente apoyada por el Papa Francisco, los cucuteños, empresas, organizaciones internacionales como: Programa Mundial de Alimentos (PMA); Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR); Cáritas Internationalis; Adveniat; Cáritas Colombia; Cáritas Española; la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos; Conferencia Episcopal Española; y la cadena radial española COPE. Gracias a la generosidad de estas personas de buena voluntad y organizaciones, en el primer año de funcionamiento se entregaron 421.400 almuerzos, atendiendo diariamente a 1.500 migrantes. Para el segundo aniversario, se llegó a la cifra de 1.500.000 raciones entre almuerzos, desayunos y “repeles”, para entonces, ya llegaban 5.000 personas cada día, donde se les daba prioridad a los niños, mujeres embarazadas y adultos mayores. A sus casi tres años de servicio, el 13 de marzo de 2020, la Casa de Paso sumaba 3.530.520 raciones de alimentos, en esta fecha tuvo que cerrar sus puertas, cumpliendo con las normas dadas por el gobierno nacional, debido a la pandemia del coronavirus (COVID-19). El padre José David Caña Pérez, coordinador de la ‘Divina Providencia’, manifiesta que desde el cierre, “en la medida de lo posible se ayuda en las parroquias, con caridad, con mercados que llegan a través del Banco Diocesano de Alimentos”. En Cúcuta, la Iglesia ha sembrado caridad, esperanza y fraternidad, el padre David explica que estas virtudes y valores se continúan evidenciando con acompañamiento espiritual y material en las diferentes comunidades parroquiales, ya que en medio de la dificultad “en que estamos todos”, no se ha desamparado al más necesitado. En este día especial, recordando el 5 de junio de 2017, Monseñor Víctor Manuel Ochoa, saluda con gratitud a los colaboradores, voluntarios, “personas que con gran corazón nos han ayudado”, expresa el señor Obispo y asegura que aunque no se está trabajando directamente en la Casa de Paso, “la caridad sigue viva y esperamos poder nuevamente buscar las formas de ayudar a los hermanos migrantes de Venezuela”. Como un signo de esperanza, el padre David Caña, gracias a la contribución de benefactores, se prepararon 300 almuerzos, que con el apoyo de voluntarios, fueron llevados a distintos sectores, donde se presenta mayor cantidad de personas en condición de calle o con limitados recursos para cocinar en sus viviendas. De esta manera, se celebró el tercer aniversario de la Casa de Paso ‘Divina Providencia’ en la mañana de este viernes 5 junio, brindando un almuerzo completo a hermanos necesitados. La entrega se realizó en los siguientes lugares: Vía Pamplona (60 almuerzos); Anillo vial, vía La Parada (60); semáforos del centro de Cúcuta (60); parque Lineal (60); redoma de la cárcel Modelo (60). La Diócesis de Cúcuta, continúa siendo testigo de la caridad de Cristo en la frontera. Fuente y fotos: Centro de Comunicaciones Diócesis de Cúcuta

Mié 10 Jun 2020

Nuevo Arzobispo de Bogotá tomará posesión de su sede episcopal

Este jueves 11 de junio, en ceremonia eucarística el nuevo Arzobispo Metropolitano de Bogotá, monseñor Luis José Rueda Aparicio, recibirá de manos del Nuncio Apostólico, monseñor Luis Mariano Montemayor, el palio episcopal que indica que se convierte en el quadragésimo primero, primado de Colombia en ocupar este cargo. Siguiendo los protocolos de bioseguridad establecidos ante la pandemia por coronavirus (Covid-19), el acto litúrgico que se realizará a las 9:30 a.m. en la Catedral Primada de Colombia, contará con un grupo reducido de acompañantes, entre los que se encuentran el cardenal Rubén Salazar Gómez, los obispos auxiliares de Bogotá, monseñor Luis Manuel Alí Herrera y monseñor Pedro Manuel Salamanca Mantilla​, y algunos presbíteros miembros del Colegio de Consultores. Esta ceremonia será transmitida por el canal Cristovisión, así como por los medios digitales de la arquidiócesis de Bogotá, de varias jurisdicciones del país y de la Conferencia Episcopal de Colombia. Cabe recordar que el pasado 25 de abril el Papa Francisco nombró como nuevo arzobispo de Bogotá y primado de Colombia a monseñor Luis José Rueda Aparicio. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Ver noticia del nombramiento[/icon]

Mié 10 Jun 2020

El Padre Francisco de Roux en CCN Noticias

"Sabemos bien que cuando muere un líder las comunidades se rompen porque tienen ahí el soporte y la ayuda de quienes los inspiran y los convocan para ir juntos (...)" En este encuentro virtual del Padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, con CCN Noticias, el informativo de la Comisión de Conciliación Nacional, el sacerdote jesuita habla de la misión esencial de la Comisión de la Verdad; y se refiere a la verdad en el marco de los asesinatos de líderes sociales que se siguen presentando en diversas regiones del país y al sufrimiento que padecen, de manera particular, las comunidades negras e indígenas. Además, el religioso da a conocer lo que ha pasado con la verdad en medio del contexto generado por el nuevo coronavirus en Colombia. "En la situación actual, en medio del confinamiento en que estamos por la pandemia, la Comisión sigue trabajando, escuchando puntos de vista de todas partes, contrastando puntos de vista par tratar de esclarecer qué fue lo que nos pasó". Fuente: oficina de comunicaciones Comisión de Conciliación Nacional CCN

Mar 9 Jun 2020

Ante emergencia sanitaria Iglesia en Nariño clama atención a comunidades

Tras la emergencia sanitaria que atraviesan varios municipios de Nariño, el Obispo de Tumaco, Monseñor Orlando Olave Villanova y la directora de la Cámara de Comercio, Zaida Mosquera Patterson, como voceros del "Comité Tumaco, Unidos por la vida y la justicia", hacen un llamado de “acción urgente” a los gobiernos nacional y departamental de Nariño, para afrontar la pandemia (Covid-19). En un comunicado evidencian la falta de infraestructura en hospitales y centros de salud, así como de personal médico especializado, pruebas diagnósticas y equipos de bioseguridad que garanticen la pronta atención de los pacientes, frente a esta realidad piden al Instituto Departamental de Salud de Nariño y el Ministerio de Salud se apersonen de estas necesidades urgentes. Así mismo, reclaman la atención de las comunidades ubicadas en El Sanquianga y en El Telembí, quienes a la fecha no han recibido ningún tipo de atención médica que garantice la preservación de sus vidas. Recordemos que el "Comité Tumaco, Unidos por la vida y la justicia" fue constituido en el 2018 por un grupo de personas influyentes, con el propósito de promover, dinamizar y articular acciones entre diversos actores que impulsen programas y proyectos para la región. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Lun 8 Jun 2020

“Chocó sigue sufriendo la pandemia de la violencia, el abandono estatal y la corrupción”

Así lo evidencia la diócesis de Quibdó, presidida por su obispo, monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, en unión con otras instituciones, quienes a través de un comunicado ponen de manifiesto su preocupación ante el recrudecimiento sistemático del conflicto armado en el Departamento del Chocó. “Ahora, esta realidad, nada nueva, está pasando todavía más desapercibida, porque el tema de la pandemia del coronavirus ocupa casi totalmente las agendas de los grandes medios y la opinión pública e invisibiliza los grandes problemas históricos de la violencia, el abandono estatal y la corrupción que siguen causando el mayor daño a nuestras comunidades”. Ponen en evidencia los altos niveles violencia urbana que se están generando en la ciudad de Quibdó, registrando en los primeros cinco meses del año 75 personas asesinadas. Así mismo enumeran las “grandes plagas” que acosan al Chocó desde hace décadas y que están llevando a la violación de los Derechos Humanos sobre las comunidades Afros, Indígenas y Mestizas, sin que esto tenga eco por parte de los entes gubernamentales para dar solución a estas problemáticas. Por otra parte y ante el colapso del sistema sanitario que se ha generado a cuenta de los contagios de coronavirus en esta región del país, hicieron un llamado urgente a la comunidad internacional para que acuda prontamente con apoyos necesarios que permitan superar este momento dramático. “Si el Gobierno quiere eficacia y credibilidad en las medidas para combatir el avance de la pandemia y para proteger la vida del pueblo, no se puede limitar a los decretos de cuarentena y descuidar el panorama del conflicto armado, las economías ilegales, la miseria, la corrupción y la falta de atención en salud que históricamente están cobrando innumerables vidas en el Departamento del Chocó. Es urgente emprender políticas públicas que busquen garantizar vida digna integral para la población chocoana”. Finalmente, hicieron un llamado para que se restablezca la mesa de diálogos con la insurgencia “y generación de mecanismos transicionales de sometimiento a la justicia de otros actores armados y la implementación del Acuerdo Final, que incluye el capítulo étnico, entre el Gobierno Colombiano y las FARC”. Este mensaje ha sido suscrito por la Diócesis de Quibdó, el Consejo Comunitario Mayor de la Asociación Campesina Integral del Atrato – COCOMACIA, la Mesa Indígena del Chocó, el Foro Interétnico Solidaridad Chocó, la Red Departamental de Mujeres Chocoanas y la Mesa Territorial de Garantías Chocó. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]