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“Es necesario atender las demandas legítimas, pero a través del diálogo": Mons. Álvarez
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En una entrevista concedida a Vatican News, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos y secretaro general de la Conferencia Episcopal, habló sobre algunos aspectos que preocupan hoy a Colombia en materia económico y social. Igualmente, insistió que se debe atender el llamado que el Papa Francisco ha hecho para enfrentar esta crisis a través de la oración y el diálogo.
A continuación los invitamos a leer la entrevista completa a monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero.
“Es necesario atender a las demandas legítimas que se han presentado en las manifestaciones, pero la vía siempre será la del diálogo, la del encuentro, la de la capacidad de poder comprenderse, escucharse realmente y atender a las problemáticas que estamos viviendo”: lo reitera y lo subraya Mons. Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general de la Conferencia Episcopal Colombiana y obispo de Santa Rosa de Osos, entrevistado por Vatican News, a más de un mes de inicio de las manifestaciones que han provocado diversos muertos y daños a bienes en el país latinoamericano. La situación sigue tensa, no ha habido un acuerdo en la mesa de negociaciones que se abrió entre el gobierno y la Comisión de Paro y los sectores sociales que están manteniendo las manifestaciones y las protestas en las calles. El prelado explica el escenario actual ante nuestros micrófonos:
R.- Las manifestaciones comenzaron el 28 de abril y desde ese momento no han cesado, se dan casi diariamente en diversas ciudades. Particularmente se han vivido procesos en el Valle del Cauca, en Cali, en Cauca, en Popayán, pero también en el centro de la capital, en Bogotá, en Medellín y otras grandes ciudades. En general ha habido manifestaciones a lo largo y ancho del país.
El motivo inicial era una protesta por una pretendida reforma tributaria, que luego fue retirada, y, pues, ha continuado este proceso de manifestaciones reclamando reconocimientos para sectores sociales que han sido tradicionalmente desatendidos u olvidados, y que están alzando su voz de protesta en torno a estos derechos.
Las manifestaciones que se han dado, a pesar de los llamados continuos a que sean protestas pacíficas, en algunos sitios han terminado en disturbios y en daños a los bienes públicos. También ha habido enfrentamientos entre los miembros de la policía y algunos manifestantes.
El panorama social sigue siendo muy complejo, se ha procurado por todos los medios de avanzar en un diálogo, que aborde los temas fundamentales que están en los reclamos de los manifestantes. Hasta ahora se ha logrado mantener la mesa de diálogo, pero todavía no comienzan propiamente las negociaciones, y se sigue intentando esta vía del diálogo.
La Iglesia Católica hace parte de un equipo garante de las conversaciones, y trata de mantener, sobre todo, una disposición para que se llegue a acuerdos. Este es a grandes trazos el panorama que estamos viviendo.
Mons. Álvarez, el domingo también hubo una marcha para rechazar la violencia y el bloqueo como una forma de acción política, una manifestación que ha sido rechazada por muchas personas. En este clima de tensión social que se vive, que ha procurado muchísimas muertes, ustedes ratifican el diálogo como camino, algo que también hicieron la ONU y la Unión Europea el sábado pasado. ¿Cree que haya una plena comprensión de la importancia de este camino de diálogo, de que se trabaje en él? Y, ¿qué es lo que está en juego para los colombianos?
R.- El domingo pasado efectivamente se han producido también estas marchas que han sido llamadas "del silencio", especialmente, abriendo un espacio para que las manifestaciones no terminen en violencia, y para que se respeten los Derechos Humanos de todos, también de quienes se han visto afectados por las manifestaciones que han impedido que lleguen insumos o abastecimientos a ciudades. Esta es, digamos, como una contraparte de estos procesos que se han vivido últimamente.
La Iglesia Católica junto con la ONU, garantes en los diálogos, insisten en la necesidad del diálogo. De parte de la Conferencia Episcopal hemos reiterado el llamado del Papa Francisco en Fratelli tutti, que dice que, frente a estas problemáticas sociales, entre la indiferencia egoísta y la reacción violenta o la protesta violenta siempre hay una posibilidad, que es el diálogo. También hemos insistido en que en este diálogo está cifrada la esperanza de poder encontrar puntos de contacto que nos lleven a la reconciliación y al compromiso con la paz.
Es necesario atender a las demandas legítimas que se han presentado en las manifestaciones, pero la vía siempre será la del diálogo, la del encuentro, la de la capacidad de poder comprenderse, escucharse realmente y atender a las problemáticas que estamos viviendo.
R.- La conciencia de que éste es el camino creo que va entrando en la dinámica social, y esperamos que realmente se pueda avanzar por la vía del diálogo transformador para dar curso a las reformas y los cambios que son necesarios.
A propósito de reformas, de cambios, con el pensamiento en que muchas de las problemáticas de las protestas que se dan es justamente porque tocan la parte económica ¿no? Hay que repensar la economía de hoy para "dar un alma a la economía del mañana" dice el Papa Francisco... ¿Cuán importante es que se escuche esta insistencia del Santo Padre en la Colombia de hoy?
R.- En un mensaje de la Conferencia Episcopal a los inicios de estas manifestaciones cuando estaba toda la reflexión, y con ella también la protesta por la reforma tributaria, justamente transmitimos ese mensaje del Papa: "hay que ponerle alma a la economía de hoy" y junto con ello los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, que deben guiar la economía especialmente pensando en el bien común, en la posibilidad de que todos tengan acceso a los bienes, a las riquezas, en cortar la brecha y la inequidad tan grande que experimentamos desde hace mucho tiempo en nuestro país.
Es cierto que todos los problemas que están detrás de estas protestas no son de orden económico, pero sí tocan fuertemente la economía. Es muy importante escuchar este llamado del Papa porque es lo que fundamenta, justamente, que se pueda emprender un camino de reconstrucción nacional, que realmente desde esta dimensión económica represente que el país puede ser casa y Patria para todos. Que todos tengan posibilidades, acceso a los servicios básicos, a lo que representan derechos y condiciones de vida digna para todos.
¿podrían estar en riesgo, en esta situación, en esta condición del país los pasos dados en el proceso de paz?
R.- Pues, la implementación de estos acuerdos del 2016 en el proceso de paz con la guerrilla de las FARC va adelante. Ciertamente ha habido dificultades, hay reclamos de lado y lado por lo que se refiere a los alcances conseguidos, o a la implementación de lo que se había acordado. El camino de implementación de los acuerdos continúa, hay unos organismos en Colombia que tienen independencia y siguen trabajando en esto.
La situación actual, nos pide ampliar las perspectivas y avanzar con mayor celeridad en la implementación de estos acuerdos inclusive buscando la paz con otros sectores, que es necesario hacerlo.
Pienso que puede todavía experimentarse algún retraso o algún discernimiento extra, pero esperamos que el proceso de paz continúe, y que inclusive pueda afianzarse teniendo presente toda la situación que estamos viviendo.
Cabe recordar que estas protestas se dan en el contexto de una pandemia, cuando Colombia registra ya 3 millones 383 mil, aproximadamente, de casos totales, con un promedio de 20/21 mil casos por día, más de 88 mil fallecimientos. Recordando también el llamamiento del Santo Padre en el domingo de Pentecostés, se hace también un llamado a la prudencia...
R.- Sí. No podemos olvidar esta realidad, así con las cifras que usted ha mencionado, que son reales, es lo que nos reportan diariamente las autoridades sanitarias. Es necesario tener en cuenta a la población más afectada en este momento, que es la juvenil, las personas de entre 30 y 50 años. Tenemos una situación sanitaria crítica en las grandes ciudades del país, no hay disponibilidad de camas para los pacientes UCI, para los pacientes de Covid, así que es necesario tener en cuenta este factor. Sin duda ha habido una fuerte incidencia por las manifestaciones.
Hemos llamado también a la prudencia, a tener en cuenta esta realidad, además del sufrimiento y el cansancio del personal médico que ya ha sido manifestado en diversos medios. Ojalá que se pueda concordar todo esto, respetando el derecho a la manifestación pacífica, que es necesario siempre reconocer y garantizar, pero teniendo en cuenta que estamos viviendo un panorama crítico con respecto a la pandemia, y que nos hace un llamado extra a cuidar la vida, la propia y la del prójimo.
Fuente: Vatican News
“Les traigo la paz” (Juan 20, 19.21.26)
Vie 5 Abr 2024
Vie 26 Abr 2024
Obispos colombianos piden a todos los fieles unirse el 3 de mayo en cadena de oración nacional por la vida, la reconciliación y la paz
La Iglesia colombiana pide que el próximo viernes, 3 de mayo, fecha en la que la Iglesia universal celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, todas las familias, parroquias, comunidades e instituciones católicas del país, se unan en cadena de oración por la vida, la reconciliación y la paz del país. La convocatoria es hecha directamente por los obispos y parte de reconocer la grave crisis humanitaria que enfrentan múltiples territorios en medio del conflicto armado y otros tipos de violencia, así como el complejo panorama sociopolítico que vive hoy la nación, permeado por la división y la polarización.El cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia lidera la iniciativa que, este año, tiene como lema "Todos hermanos", inspirado en la cita bíblica de Mateo 23,8. A través de un videomensaje, el purpurado invita a reconocer que, más allá de las diferencias, todos somos hijos de Dios y, por ende, hermanos; que Él es nuestra paz; que la oración nos conduce a su encuentro; y que la reconciliación es el camino que necesitamos transitar para vivir una verdadera esperanza del cambio en el país.“Oremos por nuestra patria, que el Señor nos muestre con su Santo Espíritu los caminos de la reconciliación. Y la reconciliación requiere la capacidad de ver al otro como hermano. Jesús nos ha dicho: Todos somos hijos del mismo Padre. El Papa Francisco lo dice de una manera gráfica: Todos vamos en la misma barca. La barca colombiana requiere que usted abra su corazón a la reconciliación, al perdón. A mirar al otro, no como enemigo para eliminar, sino como un amigo, como un miembro de la misma familia colombiana. Eso es lo que queremos el 3 de mayo, que haya un día pleno de oración en los templos parroquiales, en los oratorios de colegios, de universidades, de casas religiosas femeninas y masculinas”, expresó el primado de Colombia.El primado de Colombia recuerda también que es fundamental acompañar esta oración de acciones concretas de paz y que todos los actores están llamados a aportar. “Y la paz lleva al respeto a la vida, al desarrollo integral de todas las regiones de nuestro país”, enfatiza. También invita a aprovechar todo el mes de mayo para hacer signos de peregrinación hacia los santuarios marianos del país encomendando a la Santísima Virgen este mismo propósito.Para su implementación en todos los templos y ambientes eclesiales, el Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC) ha elaborado un manual celebrativo. El documento propone diversas prácticas espirituales bajo esta intención, entre ellas: 12 horas de oración ante el Sacramento de la Eucaristía, una Hora Santa, el rezo del Santo Rosario y la devoción de los “Mil Jesús”.Durante este 3 de mayo, los arzobispos del país estarán reunidos en Bogotá, en la sede del episcopado y, desde allí, celebrarán juntos la Eucaristía por la reconciliación y la paz de Colombia. La Santa Misa será presidida por monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali y se transmitirá a través del canal Cristovisión y de las redes sociales de la Conferencia Episcopal de Colombia.Contexto del Día de Oración por la Reconciliación y la Paz de ColombiaDesde el año 2017, y para recordar la visita apostólica del papa Francisco al país, especialmente su encuentro en Villavicencio con víctimas del conflicto armado, la Conferencia Episcopal de Colombia propuso la celebración de este Día Nacional de Oración por la Reconciliación y la Paz cada 3 de mayo.Vea a continuación el mensaje del cardenal Luis José Rueda Aparicio:
Jue 25 Abr 2024
Este 27 de abril: ¡Movilicémonos en Bogotá con 'Huellas de Ternura' por nuestros niños, niñas y adolescentes!
La Conferencia Episcopal de Colombia, como parte del Programa Centralidad de la Niñez (PCN), invita a padres de familia, estudiantes, profesores, miembros de parroquias y comunidades de fe, a participar en la Caminata ‘Huellas de Ternura’, la movilización regional por los derechos y la protección de los niños, niñas y adolescentes, que recorre anualmente 18 países de América Latina. Tras su paso por Cúcuta e Ipiales, se realizará en Bogotá este sábado, 27 de abril, desde las 10 de la mañana. Culminará con una Eucaristía que será celebrada a las 12 del medio día en la Catedral Primada de Colombia.Esta caminata promueve la consigna “A cambiar la historia: Cero violencia, 100% ternura”. En este sentido, se hace un llamado urgente para que la sociedad civil, las instituciones educativas, comunidades de fe, organizaciones privadas y públicas, e instituciones del Estado, levanten su voz en torno a este cambio urgente y, a su vez, generen entornos protectores donde las niñas y los niños estén seguros, libres de cualquier tipo de violencia y con acceso a sus derechos.La Caminata ‘Huellas de Ternura’ tiene como símbolo una cometa, que lleva un mensaje de esperanza y libertad, así como la alegría característica de la niñez en cada lugar que visita. Colombia recibió este distintivo por parte de Venezuela el pasado viernes 19 de abril en la ciudad de Cúcuta y lo entregará a Ecuador, en el Puente Rumichaca, este viernes 26 de abril. La movilización en la capital colombiana será simbólica y busca que el eco suene aún más fuerte.Así será el recorrido:Este 27 de abril, la caminata partirá desde la Plazoleta El Rosario, ubicada en la carrera 5 calle 12b, a las 10:00 a.m., y terminará en la Plaza de Bolívar de Bogotá, donde se unirá a la Celebración del día de la Niñez y la Recreación. En este lugar se realizarán diferentes actividades lúdicas con los niños y las niñas, que serán lideradas por diferentes entidades como los ministerios de Educación, Deporte, Salud; el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar; y la corporación Juego y Niñez. Culminará con una Eucaristía que será celebrada a las 12 del medio día en la Catedral Primada de Colombia.Como parte de esta iniciativa, el PCN también invita a firmar el 'Pacto por la Ternura', un compromiso que abarca cinco principios fundamentales:1. Cultivar una relación de confianza y reciprocidad en las relaciones con los niños y niñas.2. Asegurar la protección, bienestar e integridad física, mental y espiritual de todos los niños y niñas.3. Escucharlos con sensibilidad y promover su participación.4. Consolarel sufrimiento y promover el cuidado emocional para contribuir asu bienestar emocional y a su resiliencia.5. Cultivar su espiritualidad y fe para fortalecer su compromiso con una convivencia armoniosa y su participación activa en la construcción de una sociedad justa y solidaria.Para conocer el pacto completo y firmarlo, consulte el siguiente link: https://www.pcnlatinoamerica.org/pactodeternuraSobre el PCNEl Programa Centralidad de la Niñez (PCN) es una iniciativa liderada por 7 organizaciones con presencia en Latinoamérica y el Caribe, en Colombia está conformada por la Conferencia Episcopal de Colombia, representada por el Departamento de Estado Laical y Cáritas Colombia, la Confederación Nacional Católica de Educación (CONACED), Fe y Alegría, la Conferencia de Religiosos de Colombia, Movimiento con la Niñez y la Juventud y World Vision. Lleva más de 14 años trabajando por la defensa de los derechos de los niños y de las niñas en el país.
Jue 25 Abr 2024
Provincia Eclesiástica de Manizales: sede de las primeras jornadas de capacitación del año sobre atención y prevención de abusos
La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) puso en marcha la segunda etapa de su iniciativa pedagógica enfocada en la atención y prevención de abusos y violencias, especialmente en niños, niñas, adolescentes y personas vulnerables, denominada “Iglesias seguras y protectoras”. La Provincia Eclesiástica de Manizales, conformada por la Arquidiócesis de Manizales y las diócesis de Armenia, Pereira y La Dorada-Guaduas, acogió, entre el 17 y el 19 de abril, las primeras jornadas de formación del año.Más de 500 personas participaron de los diversos espacios, entre sacerdotes, miembros de la vida religiosa, seminaristas, diáconos, laicos comprometidos, agentes de evangelización, servidores parroquiales, así como directores y educadores de las instituciones educativas católicas de la región. Monseñor José Miguel Gómez, monseñor Carlos Arturo Quintero, monseñor Rigoberto Corredor y monseñor Hency Martínez, arzobispo y obispos de estas jurisdicciones, lideraron y acompañaron los espacios.Monseñor Carlos Arturo, obispo de Armenia, remarcó la importancia de esta formación en las provincias como un nuevo paso hacia adelante en el camino de la prevención ha venido transitando de manera consistente la Iglesia colombiana en los últimos años. “Un trabajo que está centrado en la cultura del cuidado y que implica indudablemente todo el ser y quehacer, la misión y la identidad de la Iglesia tiene que ver precisamente con el cuidar, proteger y salvar, tres verbos en los que hemos insistido durante estas jornadas de capacitación”, explicó el prelado.Las charlas y talleres estuvieron a cargo de miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado (las doctoras Ilva Myriam Hoyos y Milena Barguil; y el padre Leonardo Cárdenas), de monseñor Pedro Mercado, vicario judicial y presidente del Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de Bogotá, así como de la coordinadora de comunicaciones de la CEC, Lida Losada.Temas como las ‘Líneas guía para la Cultura del Cuidado’ de la Conferencia Episcopal de Colombia, fundamentos canónicos para la atención de situaciones de abuso en sus diferentes tipos (sexual, de poder y de conciencia); atención a víctimas y reparación integral; factores de riesgo y acciones preventivas en ambientes eclesiales; y comunicación con enfoque preventivo, transparente e institucional, fueron protagonistas de estas jornadas, realizadas específicamente en las ciudades de Manizales y Pereira.La doctora Milena Barguil remarcó que para prevenir de manera efectiva es esencial conocer lo que se va a prevenir. “Es fundamental que tengan claros los conceptos y hemos enfatizado mucho en eso, en qué son las violencias, los tipos de violencia, los distintos tipos de abuso; también en la normativa tanto estatal como canónica, y los pasos a seguir ante un posible caso de abuso; la activación de rutas, porque no podemos quedarnos con una revelación sin hacer nada. Entonces ha sido muy importante que tengan claro ante un caso qué debemos hacer tanto en la esfera civil como en la esfera canónica”, explicó la abogada.Emmanuel Hoyos, seminarista en Manizales destacó que recibir estas charlas en este momento de su formación es fundamental: “Como seminarista, como futuro pastor de la Iglesia, me marca la responsabilidad que tengo de escuchar, de proteger y de guiar al pueblo de Dios en un camino seguro en donde se sienta que realmente vale, en donde su dignidad como persona sea lo principal”, afirmó.Por su parte, la hermana Delfina Crespo, de la Diócesis de La Dorada-Guaduas, se refirió a la relevancia de brindar estas capacitaciones a los catequistas, no solo para que tengan presente aspectos doctrinales, “sino un proceso que los lleve a madurar como seres humanos y que entre ellos también se ayuden con el respeto y los valores que nos imprime las exigencias del Evangelio, que es lo más interesante de todo eso, es caminar con Cristo fortaleciendo diferentes ambientes de su entorno y también sus familias, porque en este proceso queremos también que las familias se vinculen, que las familias hagan parte de este caminar, porque lo que buscamos también es hacer camino juntos”, precisó.Precisamente Lorena Galvis, catequista de la Arquidiócesis de Manizales, valoró esta formación para aplicarla en la cotidianidad de las parroquias en función de prevención, pero también el mensaje de esperanza que se puede transmitir entendiendo este como un proceso de purificación y la transformación desde la Iglesia que también transciende a otros contextos: “Es un lugar para abrirnos a la esperanza, saber que tenemos un compromiso grande con los niños y con los jóvenes, no solo en nuestra parroquia, sino en esta sociedad, y que podemos ser un equipo para prevenir cualquier abuso o generar además espacios seguros, protectores y cuidadores para nuestros niños, para nuestros jóvenes y también, por qué no, para aplicarlo en nuestros hogares”.Monseñor José Miguel Gómez ratificó que el compromiso de la Iglesia con la cultura del cuidado está transversalizado por volver siempre a la esencia de su misión: “Sabemos que la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo merece que todos los bautizados, en todas las circunstancias de la vida, demos gloria a Dios con nuestra vida, con nuestra mente, con nuestro cuerpo, con nuestro corazón. Por eso, nos comprometemos a seguir evangelizando, que es la prevención más eficaz para cualquier abuso, para cualquier ofensa a Dios nuestro Señor y a nuestros hermanos”.Durante las jornadas también se llevaron a cabo encuentros con los miembros de las oficinas diocesanas creadas para este propósito. Esto, bajo la idea de apoyar su fortalecimiento, desde la consolidación de los equipos hasta la asesoría para la implementación de políticas enfocadas en la cultura del cuidado.Las próximas capacitaciones se llevarán a cabo en las provincias eclesiásticas de Ibagué, Santa Fe de Antioquia, Tunja y Barranquilla. Al final de esta etapa, en el mes de junio, la Conferencia Episcopal espera poder formar a por lo menos 2.500 personas a través de esta iniciativa.El proyecto “Iglesias seguras y protectoras” se viene desarrollando desde octubre de 2022. Desde entonces, ha contado con el auspicio de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
Mar 23 Abr 2024
Conferencia Episcopal de Colombia apoyará la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el marco del conflicto armado
Dada la magnitud y el profundo dolor que ha producido la desaparición de personas en el contexto del conflicto armado en Colombia, la Iglesia Católica colombiana formalizó este lunes, 22 de abril, un convenio que tiene como propósito central apoyar la búsqueda de tantos hombres y mujeres que han sido víctimas de este delito. El acuerdo fue firmado entre la Conferencia Episcopal de Colombia y la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD).En la reunión de formalización, en representación del episcopado, estuvieron presentes monseñor Luis Manuel Alí Herrera, secretario general y monseñor Juan Carlos Barreto Barrero, obispo de Soacha y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Por parte de la UBPD, Luz Janeth Forero Martínez, directora de la entidad, fue quien firmó el convenio.Aunque desde la creación de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas como entidad transicional en el año 2017, en el marco del Acuerdo de Paz establecido entre el Gobierno Nacional y las Farc, se han venido adelantando acciones de colaboración conjunta, este acuerdo formaliza la cooperación interinstitucional y define una ruta de acción concreta.La amplia presencia y credibilidad de la Iglesia Católica en los territorios, representa un elemento clave para apoyar esta importante tarea. De allí, que las acciones definidas en dicha ruta implican la articulación directa con los administradores de los cementerios a cargo de la Iglesia, especialmente de aquellos ubicados en sitios de interés forense para la UPBD, para realizar el acompañamiento humanitario en las labores de prospección, exhumación y recuperación de cuerpos. Además, actividades pedagógicas en las jurisdicciones eclesiásticas del país, encuentros con obispos y directores diocesanos de pastoral social para la socialización del convenio, así como apertura de espacios de interacción entre las instituciones durante momentos clave como el de la Semana por la Paz.“La búsqueda humanitaria y extrajudicial es una tarea absolutamente compleja por y se hace indiscutiblemente en los territorios con la información, en los territorios, con socios, con distintos actores. En el caso particular de nuestro trabajo con la Conferencia Episcopal, por ejemplo, han sido un canal, un puente muy importante para divulgar el mandato de la unidad, para que las personas con confianza, con credibilidad, se acerquen a nosotros y nos hagan solicitudes de búsqueda frente a esos desaparecidos. También nos han acompañado de una manera significativa, por ejemplo, desde la Pastoral Social, en hacer que nuestras entradas a los territorios sean mucho más seguras gracias a la gran credibilidad que tiene la institucionalidad religiosa en muchos territorios”, afirma Luz Janeth Forero.Inicialmente, el acuerdo tendrá una vigencia de dos años y permitirá identificar roles concretos para cada institución; el Secretariado Nacional de Pastoral Social asumirá una especie de coordinación. Desde la Iglesia, estará transversalizado por una misión esencialmente pastoral, inspirada en el Evangelio, que pide estar cerca de todos, especialmente de quienes más sufren, como aquellos que han padecido la pérdida de un ser querido en contextos tan dolorosos, como el de la desaparición forzada. “Por eso nosotros desde nuestro aporte espiritual-pastoral, pues terminamos siendo también un apoyo psicosocial para estas familias y queremos entonces apoyar las iniciativas que en coordinación se harán con la unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas”, explica monseñor Juan Carlos Barreto.Según reportes de la UBPD, el conflicto armado en Colombia ha dejado a más de 100.000 personas desaparecidas, una preocupante cifra que se traduce en historias, rostros y recuerdos que mantienen viva la esperanza en quienes las buscan. De allí, la importancia de este convenio.A continuación vea el informe: