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Soacha recibió al cardenal Michael Czerny
Tags: Cardenal Michael Czerny Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral diócesis de soacha Altos de Cazucá monseñor juan carlos barreto iglesia colombiana obispos colombianos iglesia católica
Entre el 20 y el 24 de abril, Colombia recibió la visita de uno de los líderes de equipo de la Curia Romana al servicio de la misión del Papa Francisco en calidad de pastor de la Iglesia Universal. Se trata del cardenal jesuita Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, quien el pasado jueves 20 se acercó a la Diócesis de Soacha para conocer, en compañía del obispo de esta jurisdicción, monseñor Juan Carlos Barreto, algunas de las principales problemáticas humanitarias, sociales, medioambientales y económicas que afectan gravemente a las comunidades de este territorio.
La primera parte de la actividad se dio con un recorrido que inició en la curia de la diócesis, pasó por un tramo del rio Bogotá y llegó hasta el Salto del Tequendama. Con este paso, se buscaba poner en contexto al cardenal, muy interesado en los temas asociados al cuidado de la casa común, al respecto de la grave situación de contaminación que padecen fuentes hídricas tan importantes para el país, como esta.
Una oportunidad de encuentro y escucha en Altos de Cazucá
El principal interés del cardenal Czerny durante esta visita fue escuchar a quienes viven y acompañan estas realidades de manera directa. Por ello, posteriormente, guiado por el equipo de la diócesis, del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el cardenal Czerny se desplazó hasta un sector ubicado en la comuna 4 del municipio de Soacha, conocido como Altos de Cazucá.
Allí, el purpurado estuvo presente en un espacio de encuentro con varios líderes sociales, religiosas y sacerdotes, así como con representantes de la Defensoría del Pueblo, quienes, con su testimonio, le dieron a conocer de manera concreta problemáticas asociadas a temas como: pobreza extrema, presencia de actores armados ilegales, microtráfico, minería de arrastre, ilegal, desplazamiento, migración, problemas medioambientales, ausencia o deficiencia en la atención de necesidades básicas y derechos, así como explotación laboral y sexual de su población.
La presencia del Prefecto del organismo de la Santa Sede encargado del Desarrollo Humano Integral en esta zona, ha sido una oportunidad para evidenciar los sufrimientos que padecen estas comunidades, pero también y más allá de la estigmatización, los procesos de resiliencia que valientemente viven muchos de ellos, apoyados por diversos actores ahí presentes, como los eclesiales. Esto, desde la necesidad sobre la que tanto ha insistido el Papa Francisco de hacer una Iglesia cada vez más samaritana, misericordiosa y con presencia en las periferias.
Esta visita se dio en el contexto de la participación del cardenal Czerny en el tercer Congreso Latinoamericano de Doctrina Social de la Iglesia organizado por el Celam. Evento en el que, durante una ponencia, el purpurado se refirió a la importancia de Aparecida para toda la Iglesia, al rostro que va tomando la sinodalidad promovida por el Santo Padre, así como a los retos y nuevos impulsos que van surgiendo para que este camino se haga realidad.
Los dolores de Soacha son el reflejo de los dolores de Colombia
El municipio de Soacha es el más poblado de Cundinamarca y el sexto más grande de Colombia. De acuerdo con el censo oficial del 2022, habitan allí cerca de 808.300 personas.
En cuanto a Altos de Cazucá, es una de las zonas de la localidad que padece mayores condiciones de precariedad social. Allí, la infraestructura educativa es tan deficiente, como la atención en salud. Tanto el territorio, como las personas, se ven obligados a convivir diariamente con los efectos del deterioro ambiental producido por prácticas como la ganadería y la minería.
Más allá de los registros oficiales, se cree que en este sector hay presencia de cerca 300 mil migrantes, principalmente provenientes de Venezuela. Al tiempo, es un territorio que recibe continuamente población desplazada de otras regiones del país que llegan allí, generalmente, porque encuentran una opción de mayor alcance económico para vivir. La mayor parte de los empleos a los que acceden sus habitantes son de carácter informal, por lo que no cuentan con suficientes garantías y, en muchas oportunidades, se ven sometidos a condiciones de explotación.
Según se ha indicado en este espacio, Altos de Cazucá es una zona urbana con ciertas condiciones de asilamiento en términos de vías, acceso a servicios básicos y seguridad, pero al tiempo, de fácil penetración para grupos delincuenciales o estructuras armadas que permean pequeñas estructuras de las comunidades. Según se conoce, allí hay presencia de miembros de ELN y el Clan del Golfo, lo que también representa un grave riesgo en términos de reclutamiento de niños, niñas y adolescentes.
Ante estas y otras realidades, la Diócesis de Soacha, conformada por los municipios de Soacha y Sibaté; por la localidad de Bosa y por las UPZ 65 Arborizadora y 69 Ismael Perdomo de Ciudad Bolívar en Bogotá, adelanta una importante tarea evangelizadora con fuerte enfoque social.
“Lo que sucede en Soacha es un reflejo que, casi a manera de espejo, evidencia las difíciles situaciones de vida de la mayoría de los colombianos” ha dicho durante este encuentro en Altos de Cazucá monseñor Juan Carlos Barreto, quien es también el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de CEC y que, por su misión durante nueve años como obispo de la Diócesis de Quibdó, pudo conocer de cerca muchas de estas realidades que tanto le duelen a la Iglesia.
“Yo palpo a Dios aquí todos los días”, afirmó durante el encuentro la hermana Beatriz Charria Angulo, dominica de la presentación, quien está presente en Cazucá desde hace 23 años. Aunque el enfoque del acompañamiento que brinda junto a sus hermanas de comunidad y gracias al apoyo del Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Bogotá, está basado en ayudar a aliviar la difícil situación alimentaria que padecen muchas personas de la zona, su misión, según ha dicho, consiste en promover integralmente a la persona, no desde el asistencialismo sino desde el empoderamiento, donde buscan también que la mujer tenga un rol protagónico.
Así como la hermana Beatriz, junto a los sacerdotes y agentes de pastoral de las siete parroquias por las que está compuesto el arciprestazgo número 5 de la Diócesis de Soacha, son varias las comunidades religiosas que hacen presencia en este sector, entre ellas, las hermanas de San Juan Evangelista y las religiosas de la Congregación de las Hermanas del Niño Jesús Pobre - Clara Fey.
Todos los consagrados y laicos comprometidos con esta misión en Altos de Cazucá apoyan también tareas concretas con niños, jóvenes y adultos desde niveles como: la educación, la promoción de la dignidad humana, el acompañamiento espiritual y psicosocial.
Los mensajes del Cardenal para el país
Según lo ha indicado monseñor Juan Carlos Barreto, la presencia sencilla del cardenal Michael Czerny los ha llenado de profunda alegría y esperanza. Su mensaje ha estado basado en la hermandad universal, la paz, la reconciliación y el cuidado de la casa común que se inspira en el Evangelio de Jesús y en el magisterio del Papa Francisco a partir de encíclicas como Laudato si’ y Fratelli tutti, y también su Exhortación apostólica Evangelii gaudium, entre otros llamados del Santo Padre que han sido inspiración directa para el trabajo de la Iglesia colombiana ante estas complejas realidades. En este sentido, el prefecto ha invitado a todos dentro y fuera de la Iglesia a tener cada vez más una actitud de escucha: "Ya todos sabemos pero si escuchamos, aprendemos más", ha puntualizado.
Al cierre de su visita en Colombia, el lunes 24 de abril, el cardenal Czerny estuvo en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia en Bogotá, donde durante una reunión con los directivos del Secretariado Permanente del Episcopado pudo conocer, de manera especial, el trabajo que desde áreas como el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) y la Delegación para las Relaciones Iglesia – Estado, adelantan actualmente en favor de la reconciliación y la paz del país, temas propios de su misión.
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Conozca más detalles de esta importante visita en el siguiente informe audiovisual:
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“El corazón de nuestro servicio está en la solidaridad”: Pbro. Mauricio Rey Sepúlveda, nuevo director de Cáritas Colombiana
Con la llegada del 2025, la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) designó al padre Mauricio Alejandro Rey Sepúlveda como nuevo director del Secretariado Nacional de Pastoral SocialCáritas Colombiana (SNPS-CC). Tras haber liderado la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Barranquilla, el sacerdote de 46 años de edad, asume este importante rol con una visión que prioriza las realidades territoriales, la articulación y la proyección desde la acción transformadora del Evangelio y la doctrina de la Iglesia.El padre Rey Sepúlveda sucede en esta misión al sacerdote cartagenero Rafael Castillo Torres, quien dirigió el SNPS-CC desde febrero del año 2022, tras ser elegido por los obispos del país durante la CXII Asamblea Plenaria.Un líder con sólida formación y experienciaOrdenado sacerdote en 1999, en la Arquidiócesis de Barranquilla, el padre Mauricio Rey cuenta con una sólida formación académica que incluye dos estudios de postgrado en Roma: un doctorado en ciencias sociales y una maestría en teología fundamental. Su experiencia pastoral ha sido transversalizada por casi dos décadas de trabajo pastoral en diversas comunidades de Colombia, desde pequeños municipios hasta barrios vulnerables de la capital del Atlántico.El padre Mauricio Rey es autor de varios libros, entre ellos: Acuerdo de paz en Colombia y su impacto en el desarrollo económico y social en la subregión de los Montes de María; El testimonio en la exhortación apostólica Evangeli Gaudium; Contribución de las Arquidiócesis de Barranquilla y Cartagena al proceso de paz en Colombia; y La Sábana Santa: El quinto Evangelio.“Servir es transformar contextos”En entrevista con el Departamento de Comunicaciones de la CEC, el padre Rey se refirió a su interés de servir con esperanza a la Iglesia y al país dándole continuidad a la importante labor realizada por el padre Castillo, pero también, enfrentando nuevos retos que permitan que esa misión se sienta, cada vez con más fuerza en los territorios. Para ello, destacó su compromiso de articular, proyectar y visibilizar la dimensión social de la evangelización de la Iglesia Católica.“La Pastoral Social no se limita a hacer cosas, busca transformar realidades y acompañar comunidades. Debemos construir puentes que acerquen a las personas y generar procesos de paz y reconciliación”, afirmó.Priorizar la solidaridadEl nuevo director subrayó que la solidaridad mensaje, estilo de vida y valor cristiano, será uno de los ejes centrales de su gestión en la Pastoral Nacional: “Es la caridad puesta al servicio. En un país dividido, la solidaridad nos une como hermanos, más allá de diferencias culturales, políticas o económicas”, anotó.Precisamente sobre este tema, el padre Mauricio escribió su primer artículo para ‘Mar Adentro’, el blog web de la Conferencia Episcopal de Colombia, titulado ‘De la caridad esporádica a la solidaridad transformadora’. Evocando diferencias entre la acción de “dar” y la solidaridad, el presbítero explicó allí que “solidarizar implica un compromiso que va más allá de la acción momentánea, pues busca entender, acompañar y transformar las condiciones que generan injusticia”.Retos y oportunidades en un año decisivo para ColombiaEn un 2025 marcado por desafíos sociales, económicos y políticos en el país, el padre Rey señaló que la labor de Cáritas Colombiana será clave para animar el diálogo, la fraternidad y la paz: “La Iglesia debe armonizar diferencias y construir comunidad. No se trata de evitar los conflictos, sino de transformarlos desde la esperanza y la luz del Evangelio”.Refiriéndose a su experiencia en la Pastoral Social de Barranquilla, el sacerdote enfatizó la importancia de aprovechar el capital humano local para el desarrollo efectivo de la misión: “Cada persona tiene algo valioso que aportar. La construcción de una sociedad más justa y solidaria empieza desde lo que somos y tenemos como comunidad”.Un mensaje para los colombianosEl nuevo Director del Secretariado Nacional de Pastoral Social recordó a los colombianos la necesidad de ser agentes de cambio y trabajar juntos, en clave sinodal, por un país reconciliado. “Solo acercándonos al otro, construyendo juntos y poniendo en práctica los valores del Reino lograremos un futuro de paz, solidaridad y esperanza”, concluyó.En contexto:El Secretariado Nacional de Pastoral SocialCáritas Colombiana SNPS-CC es un organismo eclesial, sin ánimo de lucro, dependiente de la Conferencia Episcopal de Colombia que tiene como misión principal aportar a la búsqueda de la verdad, la reconciliación, la justicia y la caridad en las relaciones y estructuras básicas de la sociedad, a la luz del Evangelio y desde la doctrina de la Iglesia Católica.En la actualidad, el SNPS-CC desarrolla su acción bajo cuatro grandes dimensiones: paz y reconciliación, tierra y territorio, protección, fortalecimiento institucional y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).Vea la entrevista a continuación:
Lun 30 Dic 2024
Frente al año preelectoral 2025 en Colombia, el cardenal Luis José Rueda Aparicio llama a la responsabilidad y la fraternidad
En el contexto del fin de año, el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, compartió un balance del 2024, destacando los desafíos y aprendizajes que dejó para la Iglesia y para el país. Además, pidió a los colombianos asumir el 2025, año preelectoral, con un profundo sentido de responsabilidad, fraternidad y compromiso con el bien común.Reflexionando sobre el año que termina, el cardenal Rueda evocó una popular canción colombiana: “Yo no olvido el año viejo porque me ha dejado cosas muy buenas”. Desde allí, destacó que, aunque el 2024 estuvo marcado por complejas guerras en el mundo, como las de Ucrania y Gaza; así como por el conflicto armado, inundaciones y dificultades sociales en Colombia, también dejó signos de esperanza que deben animar a la nación a seguir avanzando.En el ámbito social, el purpurado subrayó la importancia de la COP 16, celebrada en Cali en el mes de octubre, como un momento clave para reflexionar sobre el cuidado de la “casa común” y la responsabilidad que tienen los colombianos de proteger la biodiversidad y priorizar la dignidad humana.A nivel eclesial, el cardenal Rueda resaltó la segunda sesión de la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, que invitó a la Iglesia universal a caminar junta, escuchando, perdonando y trabajando como un solo cuerpo. Además llamó la atención sobre el curso que debe seguir lo concluido allí:“Nos queda un camino por recorrer. Debemos implementar lo que el Sínodo nos ha ofrecido, no como un documento de estudio, sino como una práctica viva en parroquias, familias y comunidades”, afirmó el primado de Colombia, instando a construir una Iglesia más inclusiva y corresponsable, guiada por el Espíritu Santo.Al mirar hacia el 2025, el cardenal Luis José Rueda hizo un llamado a los colombianos a vivir este año preelectoral como un tiempo de responsabilidad y fraternidad. En un país marcado por tensiones políticas, y citando la enseñanza del papa Francisco sobre la buena política como servicio al bien común expresada en su Encíclica Fratelli tutti, afirmó: “La política debe implicarnos a todos; no puede ser un espacio para la indiferencia, la división o la polarización”.En este sentido, el primado de Colombia destacó la importancia de que los ciudadanos asuman su rol en la democracia, fomentando relaciones de respeto y buscando caminos comunes. “Las futuras generaciones necesitan instituciones fuertes y consolidadas, y un pueblo colombiano unido trabajando por la paz, la vida, la reconciliación y el desarrollo integral de todas las regiones”, agregó.Finalmente, el cardenal Rueda Aparicio invitó a todos a celebrar el Jubileo de la Esperanza, propuesto por el papa Francisco, como una oportunidad para renovarse y caminar juntos como humanidad y como Iglesia:“Que el año 2025 sea una ocasión para mirarnos con realismo, reconocer los signos de sufrimiento, pero también los de esperanza, y avanzar unidos como pueblo de Dios al servicio de la humanidad”.Vea el mensaje a continuación:
Sáb 28 Dic 2024
El Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia hace un llamado a la esperanza y la reconciliación para el 2025
De cara al 2025, y en un momento crucial para Colombia, marcado por grandes desafíos sociales y políticos, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, envía un mensaje cargado de esperanza. Invita a todos a cerrar este año 2024 con un corazón agradecido y abrir el 2025 bajo la perspectiva de un tiempo de gracia especial: el Jubileo Ordinario convocado por el papa Francisco.Según el prelado, este Jubileo de la Esperanza es una oportunidad para que los colombianos renueven su compromiso con los valores del Evangelio:“Los invito a no desfallecer en el cuidado de nuestros niños, jóvenes y abuelos, a tender la mano a los migrantes, a los enfermos y a quienes son excluidos. Juntos, con fe y esperanza, construiremos un país reconciliado y lleno de vida”.El presidente del Episcopado también hizo un llamado especial a los colombianos a no dejarse vencer por la desesperanza ni por las divisiones:“Recordemos las palabras del Santo Padre en su visita a Colombia en 2017: ‘No se dejen robar la esperanza, no se dejen robar la alegría’. Que este Jubileo sea un tiempo propicio para fortalecer nuestras familias, apoyar a los más vulnerables y comprometernos con la búsqueda de la paz y la justicia”.Monseñor Francisco Múnera recordó también que la paz es uno de los grandes anhelos de la nación. “No perdemos la esperanza en el camino que recorremos para alcanzarla”, expresó, destacando la necesidad de que para que esta sea posible, existan gestos concretos de reconciliación, especialmente en un país que aún enfrenta las heridas del conflicto. En este sentido, recordó que el Jubileo será una oportunidad privilegiada para renovar el compromiso con la construcción de un futuro fraterno y solidario.En el marco de la 58 Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2025 bajo el lema “Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”, monseñor Múnera Correa recuerda que la paz no es solo la ausencia de violencia, sino el fruto de la reconciliación con Dios, con los hermanos y con nosotros mismos.El Jubileo Ordinario 2025: un tiempo de gracia para Colombia“La virtud de la esperanza nos recuerda que nuestra vida es una peregrinación hacia Dios. En este Jubileo, queremos reforzar nuestra confianza en que el bien y la paz son posibles, superando el pesimismo y las sombras de la violencia”, afirma monseñor Múnera, haciendo eco del llamado del Papa en la bula de convocatoria del Jubileo.Participación en el Rito de Iniciación del Jubileo en las catedralesEl presidente de la Coferencia Episcopal de Colombia también invita a los fieles a unirse, este domingo 29 de diciembre, al Rito de Iniciación del Jubileo en las catedrales de todo el país. Este acto será un signo de comunión con la Iglesia universal y un paso más en el camino hacia un futuro lleno de esperanza.El mensaje de la Iglesia es claro: el 2025 será un tiempo para renovar el espíritu y trabajar juntos como verdaderos Peregrinos de Esperanza, convencidos de que la paz y la reconciliación son posibles.Vea el mensaje a continuación:
Mar 24 Dic 2024
Navidad 2024: Vicepresidente del Episcopado Colombiano pide a los fieles liberar la Navidad del consumismo y aportar en la construcción de la paz
Al celebrar esta Navidad 2024, los obispos colombianos, a través del arzobispo de Tunja y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, piden a los fieles asumir este tiempo desde el amor, mientras reflexionan sobre su papel en la construcción de un futuro mejor para el país, donde la paz, tan anhelada por todos, se pueda hacer realidad con el aporte de cada uno.En su mensaje, el prelado subraya que la paz no es solo un don divino, sino también una tarea que exige el esfuerzo de cada persona desde lo más profundo de su corazón. "Preguntémonos: ¿qué estoy dispuesto a aportar yo para la construcción de la paz?", expresa.En línea con las palabras del papa Francisco, el vicepresidente del episcopado colombiano también llama a liberar la Navidad de todo aquello que no refleja su verdadero sentido, como el consumismo, los odios, los rencores y las venganzas:"Que este tiempo sea también de unión familiar, de sacar de nuestro corazón todo asomo de rencor, de violencia, de venganza".Además, recuerda que el Santo Padre, al convocar el Jubileo de la Esperanza, que se inaugurará en Roma el 25 de diciembre y, en las diócesis colombianas, el 29 de diciembre, está invitando a todos los creyentes a renovar su confianza en el Señor y a caminar como "peregrinos de la esperanza"."Les estamos deseando a todos una muy Feliz Navidad 2024. Que Santa María, Nuestra Señora de la Esperanza, camine con nosotros en este peregrinar. Bendiciones", concluye monseñor Villa.Vea el mensaje a continuación: