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Iglesia

Jue 7 Mayo 2020

Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida

Primera Lectura: Hch 6,1-7 Salmo: Sal 33(32),1-2.4-5.18-19 (R. cf. 22) Segunda Lectura: 1P 2,4-9 Evangelio: Jn 14,1-12 Introducción En nuestro itinerario pascual, al contemplar la grandeza de la Resurrección de Cristo, nosotros como bautizados, nos vemos reflejados y proyectados como nuevas creaturas; veamos cómo la Palabra de Dios nos ilumina y nos desafía: • Así como los bautizados en Cristo crecen en número (signo elocuente de la acción fecunda del Espíritu), al mismo tiempo genera nuevas tareas que desafían la propia pastoral, exigiendo cuidado y atención hacia todos, especialmente hacia los más desfavorecidos (Conversión Pastoral). • Los bautizados, somos hombres y mujeres, que, por la fuerza renovadora de Cristo Resucitado, ofrecemos un culto también renovado por el Espíritu: nuestra vida ofrecida a Dios Padre por la salvación y el bien de nuestros hermanos (Fe bautismal y compromiso cristiano). • A través del bautismo nos hemos unido a Cristo Jesús (Rom. 6, 3-4), por tanto, gracias a este misterio de comunión pascual, las palabras y las obras del Señor se reflejan en nosotros, para que los hombres y mujeres de nuestro mundo, vean y experimenten que Dios está vivo. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En estas lecturas pascuales, es significativo ver cómo la presencia y la acción del Resucitado obra maravillosamente en la vida de los Apóstoles, pues al ser impulsados por la fuerza del Evangelio, se lanzan a proclamar que Jesucristo es “el Camino, la Verdad y la Vida”, siendo capaces, así, de afrontar cualquier dificultad o persecución. De este modo “la Palabra iba cundiendo y en Jerusalén crecía el número de discípulos”, pero cuando una organización crece rápidamente, surgen todo tipo de problemas, la mayoría de ellos giran alrededor de cómo manejar y estructurar ese crecimiento. En la primitiva comunidad cristiana, encontramos, por un lado, a los judíos nacidos y criados en Palestina que hablaban el arameo; y, por otro, a los judíos griegos o helenistas que habían adoptado la cultura griega. La raíz del problema, que hoy se menciona, se encuentra, en que los judíos hebreos, a quienes se les había enseñado que era legítimo el rechazo y el desprecio hacia cualquier aspecto religioso-cultural no-judío, sin embargo, aunque habían abrazado la fe, todavía albergaban algún resentimiento contra los helenistas, tal vez creían que los judíos griegos no merecían o no tenían derecho a tanta atención como a ellos. De tal división surgieron murmuraciones, quejas y lamentaciones. ¿Porqué? Todo parece indicar que había cierto favoritismo. La mayoría de los alimentos que se distribuía a los necesitados, si no todo, era administrado por los judíos hebreos y los judíos griegos sentían que sus necesitados estaban siendo rechazados, y se evidenciaba cierto favoritismo hacia los que tenían necesidad entre ellos. Ante tal situación, los Apóstoles reconocen que no pueden estar presentes en todos los campos de acción de la tarea evangelizadora, en ello el ejercicio de la caridad. Debido a esto, eligen a siete colaboradores idóneos para que les ayudasen en el arte de servir (diakonein), atendiendo de manera imparcial a los necesitados (las viudas). En la segunda lectura, el Apóstol Pedro nos recuerda que todos, sin excluir a nadie, por el bautismo “somos una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios” y todos “entramos en la construcción del Templo del Espíritu”. La carta, escrita de manera exhortativa, posiblemente enmarcada en alguna celebración litúrgica pascual, nos señala los rasgos esenciales de nuestra fe bautismal. En los versículos propuestos para este Domingo; el Apóstol nos describe el nuevo culto, inaugurado por la Pascua de Cristo, que ya es no puramente externo, sino que exige la entrega total del bautizado; esto es, el cristiano ofrece “sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo”, esto es la vivencia continua de la Pascua de Cristo, que es pasar de la muerte a la vida, salir de las tinieblas para entrar en su luz maravillosa. El Evangelio se ubica dentro de los discursos de despedida que Jesús dirige a sus discípulos en el marco de la Última Cena. El capítulo 14 está precedido, por la siguiente situación: tras los anuncios que Jesús hace sobre la traición y negación, de parte de algunos de los discípulos, y su partida inmanente; un estado de angustia, confusión y tristeza caen en el corazón de los discípulos. Es por eso, que al comienzo del capítulo encontramos el llamado de Jesús a no angustiarse, sino a creer en Dios y en Él. Sus palabras, más que consoladoras son prometedoras, y es por eso que el Señor les invita creer, a esperar y confiar. Los versículos 2 y 3 van muy juntos; está la promesa de muchas moradas para los discípulos en la Casa del Padre; y al final, el anuncio de Jesús que volverá para llevarse consigo a los suyos a estas moradas. Se trata aquí de alentar; los discípulos deben estar seguros de que a la larga no serían separados de su Maestro, sino que se encontrarán allí donde también Él estuviese. Temáticamente se anuncia una nueva manera de comunión entre Cristo y los suyos, y el mismo Jesús es el camino que conduce hacia aquel lugar prometido (ver el anhelo del hombre por ver la Morada de Dios: Salmo 42,3). Los versículos siguientes (5-7), se distingue por un diálogo entre Jesús y los discípulos. En medio de la preocupación ante la partida del Señor, Tomás inicia el inquietante diálogo, preguntando sobre el camino hacia el lugar donde va su Maestro; a lo que el Señor le responde que Él es camino en la medida en que es la “verdad” que anuncia la revelación procedente de Dios, que lleva a la vida. La estructura del v.6 corresponde a la de otras “palabras revelatorias” en el Evangelio de san Juan (las palabras: “Yo Soy”). Los últimos versículos que el texto nos ofrece, son una continuación de las inquietudes de los discípulos, ahora el turno es para Felipe. Esto sirve de ocasión para desarrollar el tema de la “visión de Dios” en la “visión” de Jesús, tal certeza reside en la unidad de Padre e Hijo en su recíproco “estar-en-el-otro”. En el v.10 se muestra tal unidad, tanto en el hablar como en el obrar. Esta unidad de “palabras” y “obras” de Jesús se manifiesta también en Jn 15, 22.24, donde se expresa una estrecha relación de ambos elementos, como base de la fe. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Durante el tiempo de Pascua, vamos leyendo y meditando en los Hechos de los Apóstoles las distintas experiencias que vivieron la primitiva comunidad cristiana. Ellos, como modelo paradigmático, nos ayudarán a ver, juzgar y actuar sobre nuestras experiencias pastorales, impulsándonos a una conversión pastoral, tanto de los agentes, como de las mismas estructuras. Por tanto, las dificultades que vivieron los primeros cristianos (salvaguardando la diferencia espacio-temporal) son nuestras mismas dificultades, y los desafíos a los cuales ellos se enfrentaron, son los mismos que hoy nos interpelan. El texto de este domingo nos ayudará a iluminar cómo una mentalidad cerrada y “clericalista” nos llevará a la prevalencia de la institución sobre la persona, a la exclusión, y a “esterilización” de la fuerza de la caridad, desfigurando la belleza transformante de la Pascua. Sin embargo, en muchas ocasiones, los problemas y dificultades de la vida cotidiana, pueden llegar a interpelar y desafiar nuestra fe y nuestra esperanza, exigiendo certezas que iluminen y den una respuesta adecuada. En el evangelio encontramos ideas interesantes que el Señor da a los discípulos, cuando llega la ansiedad, la angustia y la incertidumbre: confianza en su palabra ante la dificultad que se atisba o se vive, esperanza en las promesas porque el Señor es fiel y veraz a su Palabra, comunión en el obrar porque el “Yo” reclama un “Tú” derivando en un “nosotros”, necesario en el progreso personal y comunitario; es por eso, que el misterio de la Trinidad, en la comunión y misión de las divinas personas, es la fuente y el fin de la renovación misionera de la Iglesia. No olvidemos que la Iglesia, en cuanto estructura humana, encuentra en Cristo, su fundamento absoluto (camino, verdad y vida), esto es, que, transformada por la Pascua, comunica la Vida verdadera que se encuentra en Cristo; para que, a través de la Palabra que se predica y avalada por la caridad, indique el Camino, que lleve a encontrar la auténtica Verdad que tanto inquieta y atrae el corazón del hombre de hoy. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Con sinceridad, descubrir que a nivel personal todavía encontramos resistencias, las cuales repercuten negativamente en el desarrollo de la pastoral y en el ejercicio de la caridad. Si Cristo Resucitado y el Espíritu Santo dan a cada bautizado la gracia que transforma, ¿qué es aquello que la está obstaculizando? Si la realidad de nuestro mundo nos está desafiando ¿cómo estamos respondiendo ante tal desafío? ¿será que nuestras estructuras eclesiales (diócesis, parroquia o grupos pastorales) tienden a encerrarse y a excluir? RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Se pueden resaltar y colocar en cartelera la frase. “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” e insistir en las palabras: Jesús, Camino, Verdad, Vida, Iglesia, Comunidad. 2. Sería oportuno hacer hoy el rito para la bendición y la aspersión del agua, en memoria del Bautismo, que ocuparía el lugar del acto penitencial al comienzo de la Misa, siguiendo lo indicado en el Apéndice I, propio para la cincuentena pascual, Misal, p. 1058. 3. Podría seguirse la Plegaria Eucarística para Diversas Circunstancias III: «Jesús, camino hacia el Padre», Misal, p. 524, por hacer clara mención de Jesús como el camino, la verdad y la vida. 4. Puede usarse la fórmula de bendición solemne, durante el tiempo pascual, (Misal, p. 473). 5. Este domingo coincide en Colombia con el día de la Madre. Sería conveniente presentar el carácter maternal de la Iglesia, de esta manera se podrá enriquecer aún más, el mensaje renovador del tiempo pascual (ver Catecismo de la Iglesia, 2030-2051). 6. Tener presente que en esta semana de mayo: • El miércoles13, es la memoria libre de la Bienaventurada Virgen María de Fátima, oportunidad para evitar a la comunidad a continuar en el ambiente pascual en compañía de María, motivando el rezo del santo Rosario en familia. • El jueves 14, es la fiesta de san Matías, apóstol. • Este mismo día tendrá lugar el evento mundial convocado por el Papa Francisco: “Reconstruir el pacto educativo global”, “Necesitamos un pacto educativo global que nos eduque en la solidaridad universal, en un nuevo humanismo “. Oremos con fe y acompañemos al Papa. (https://bit.ly/2mHMu9E) • El viernes 15, es el día del Educador. Puede celebrarse la Misa votiva en honor a san Juan Bautista de la Salle, patrono de los educadores.

Jue 7 Mayo 2020

Crecen en fraternidad delegados de comunicación

El miércoles 06 de mayo, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través del departamento de comunicaciones y tecnología, realizó su segundo encuentro virtual de delegados de comunicación diocesanos y de otras instituciones de la Iglesia en el país. Luego de dar inicio con una oración, monseñor Orlando Olave Villanova, obispo de la diócesis de Tumaco y miembro de la comisión episcopal de comunicaciones, recordó a los delegados que, si bien es cierto este es un momento difícil y desafiante para el mundo, no podemos olvidar que estamos en Pascua, tiempo muy propicio para fortalecer los procesos de comunicaciones de la Iglesia en su misión primordial de anunciar el Evangelio. “Es la oportunidad para redescubrir los medios de comunicación y buscar maneras nuevas de evangelización, como la virtualidad, para entregar un mensaje de esperanza y paz”. El prelado señaló cómo este tiempo ha servido para aprovechar los medios tradicionales, explicó cómo la obra evangelizadora del apóstol Pablo se entendió como una auténtica actividad comunicativa con sus comunidades, donde a través de sus cartas brotaba el deseo de anunciar el Evangelio. “Así debemos hacerlo nosotros ahora, redescubriendo esos medios de comunicación no solo para el momento actual que vivimos sino para lo que viene después”. Aplaudió los esfuerzos que la Iglesia viene adelantando con los sacerdotes para poder llegar a través de los medios tradicionales y digitales a las familias y a todas aquellas personas que están necesitadas de una palabra de fe. Pandemia y economía de la Iglesia También este fue un espacio aprovechado para la formación. Rafael Rodríguez Ortiz, asesor en comunicaciones de la diócesis de Facatativá, explicó a los delegados cómo este momento de pandemia ha afectado la economía de la Iglesia, dando así algunas claves para superar esta situación apoyándose en aplicaciones y herramientas digitales. Rodríguez, especialista en comunicación estratégica, centró su intervención en lo que se debe tener en cuenta para impulsar procesos éticos y efectivos de recaudación de fondos en las parroquias. Destacó los siguientes puntos: Contar con aprobación del obispo. No exagerar las necesidades ni buscar compasión o lástima. Identificar proyectos. Informar sobre proyectos y necesidades puntuales a los benefactores/donantes. Tratar de agradecer siempre de manera personal (carta, correo, etc.) Comunicar a los benefactores lo que se está logrando con sus aportes. Registrar (foto-video) los resultados y avances. Disposición a rendición de cuentas. Mercadeo con equilibrio entre lo racional y lo emotivo. Se pudo establecer que uno de los grandes desafíos que deja este tiempo de pandemia a la Iglesia es impulsar una cultura digital que no esté desprovista del encuentro, el afecto, la solidaridad y la fraternidad. Sobre este aspecto Rodríguez concluyó referenciando al papa Francisco: “No basta pasar por las «calles» digitales, es decir, simplemente estar conectados: es necesario que la conexión vaya acompañada de un verdadero encuentro. No podemos vivir solos, encerrados en nosotros mismos. Necesitamos amar y ser amados. Necesitamos ternura”. (La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro – Papa Francisco. Junio 2014).

Mié 6 Mayo 2020

En su intención de mayo el Papa pide oración por los diáconos

Al reconocer la importante tarea de los diáconos en la Iglesia católica, el Papa pidió orar por ellos para que sean fieles “al servicio de la palabra y de los pobres, sean un signo vivificante para toda la Iglesia”. Durante la intención del Papa para el mes de mayo, el Pontífice, observó cómo los diáconos aportan al clero desde el mundo de su familia y con la profesión que ejercen. “Son hombres con una vocación familiar de servicio a Dios y a sus hermanos muy clara y necesaria para la Iglesia. El servicio en la liturgia, a la palabra y a los más desfavorecidos está en la esencia de su misión”, aseveró. Advirtió que “los diáconos no son sacerdotes de segunda categoría” y hacen parte del clero, viven su vocación en familia y con la familia. ”Están dedicados al servicio de los pobres que llevan en sí mismos el rostro de Cristo sufriente”. Video de intenciones del Papa Francisco El Video del Papa es una iniciativa oficial de alcance global que tiene como objetivo difundir las intenciones de oración mensuales del Santo Padre. Es desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa (anteriormente conocida como Apostolado de la Oración) y la productora La Machi.

Mar 5 Mayo 2020

Presidente de la CEC motiva ‘Mes de la Familia’

Conscientes que la unidad familiar en época de pandemia puede verse afectada por el hecho de estar juntos todo el tiempo, la Iglesia católica, a través de monseñor Óscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal, ofrece cuatro motivaciones que permitirán avivar la alegría y la fe en los hogares colombianos. Fortalecer la concordia en nuestros hogares con una esperanza renovada. Al recordar que la pandemia por coronavirus ha permitido rescatar el hogar como primer espacio de acogida, acompañamiento y protección de la vida, también afirma que es el momento para ser un mejor padre de familia, mejor hijo, mejor hermano o mejor abuelo. “Caminar hacia el horizonte de un mejor entendimiento y de una mejor comprensión, en esto el Señor los acompañará”. Valorar las riquezas que Dios ha dado a cada uno dentro del hogar. Al respecto, pide a cada miembro de la familia valorar el don que Dios le ha dado en la vida y reconocer lo positivo que hay en cada uno de sus familiares, esposos, padres, hijos, hermanos, tíos y abuelos. Esto, asegura, “ayudará a ver y reconocer cuánta bondad, paciencia, valentía y fe existe en cada uno, sacando así adelante ese tesoro que Dios les ha dado para ser luz para los otros”. Mirar las otras familias y acompañarse. El también arzobispo de Villavicencio alienta para que miren la cuarentena, por un lado, para fortalecer la unión al interior de la familia; pero también para ser puente de escucha, consejo, acompañamiento y consuelo para otras familias que, posiblemente, lo estén necesitando. Confiar en la Virgen a través del rosario. Pide confiar los hogares colombianos bajo la protección de la Santísima Virgen María, ofreciendo cada día el santo rosario, para que las familias una vez finalice esta crisis sanitaria salgan fortalecidas. “Como madre ella fue parte de la familia más maravillosa, sencilla, trabajadora, de oración. Que el amor de ella los acompañe, los bendiga, los ayude a hacer esta valoración para que saquemos lo que otros no nos van a dar, para hacer que en el futuro sean mejores nuestros hogares”. Catequesis virtuales en el ‘Mes de la Familia’ Recordemos que ante la realidad actual a causa de la pandemia por coronavirus (Covid-19) y bajo el lema “Con María, hacemos experiencia de Iglesia doméstica”, la Conferencia Episcopal de Colombia, a través de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia, ha propuesto la vivencia del ‘Mes de la Familia’ que inició el pasado 3 de mayo y se extenderá hasta el 14 de junio. Por lo anterior, y apoyados en plataformas de encuentro e interacción virtual y en un trabajo articulado por regiones, se propone una serie de catequesis para vivir y aplicar en familia. Este material propone tópicos como: Familia, fuente de reconciliación y perdón; la madre, reflejo de la ternura de Dios; los hijos como don de Dios; en la vejez seguirán dando frutos; hermanos, tíos, primos, expresión de la comunión y el amor que se expande; una experiencia de amor confiado y compartido; y paternidad fuente del amor recíproco. 'Descargue insumo para las catequesis Descargue instructivo para delegados Descargue carta para los delegados El material también presenta actividades sugeridas para vivir en el hogar durante el Mes de la Familia.

Lun 4 Mayo 2020

“Estoy a la puerta”

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía – Casa: En estos tiempos la “casa” es nuestro mundo. Quizás nuestra tortura, en condiciones poco habitables. Pero es allí donde estoy, donde estamos, cercanos y distantes, quizás hacinados, quizás solos. Reserva Y es ahí donde, en estos días de confinamiento y miedo, se vuelven importantes las “reservas”. Las que tengo en mi alma, en mi mente y cuerpo. Las que tengo en la despensa, en la nevera o el cuarto frío. Las que tenemos en los bolsillos o en el banco. Las que tienen la sociedad, el gobierno, el mundo. Nos da pánico una hambruna. Comida Vuelven a ser valiosos los campesinos, los pescadores, los productores y procesadores de comida humana y animal. Los que las importan y exportan. ¡Que no se nos agoten las reservas de pan! Sagrario Hoy te invito a pensar en una RESERVA MUY ESPECIAL, allá en la “casa grande” del Templo parroquial, de la capilla. A ella le dedicamos El Tabernáculo o El Sagrario. En ella se guardan las sagradas formas, la “reserva” del Santísimo Sacramento, para quienes no pueden venir al templo, ni participar en la misa, ni recibir la comunión que anhelan. Rostros Arrodillarse ante el Sagrario es hacer memoria del que tiene hambre de pan eucarístico, sed de Dios; del despojado y descartado; del desplazado y forastero; del que está enfermo o en la cárcel, confinado o perseguido. Presencia Jesús tiene dos presencias inseparables: en la eucaristía y en el prójimo. Ellas unen dos amores: el amor a Dios y el amor al prójimo. Él se identifica con el necesitado. Reclama un mundo sin hambre, con agua potable, con dignidad humana, con casa, salud, libertad, con comunidad y pastor “que reúna a ovejas y cabras” (Mateo 25, 31-46). Ministros Este es EL TIEMPO DEL SAGRARIO, de La Reserva Eucarística en camino hacia las casas. Hay que ponerle manos y pies de laicos, de hombres y mujeres; de religiosas y religiosos; de esposos y servidores. No solo de ordenados: Obispo, Presbítero, Diacono. Puerta Y hay que tocar la puerta, ojalá señalada con bandera o tela blanca, azul o vaticana. De la Paz, Mariana o Pontificia. “Mira que estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y me abre, entrare y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3,20). Comunión Comulgar es la gracia de la UNIÓN íntima del alma con Jesús, con Quien “me amó y se entregó por mí” (Gálatas 2,20). Es la gracia de la COMUNIÓN o común participación de Jesús, formando todos “El Cuerpo de Cristo”. Es la gracia del Resucitado que anticipa mi Cielo y nuestro Banquete de Bodas del Cordero: “Dichosos los invitados a la Cena de Bodas del Cordero”, a la Cena del Señor (Apocalipsis 19,9). Buena y dichosa comunión eucarística, que nos une en el Sacerdocio bautismal, de todos, y el ministerial, de algunos que, “en persona de Jesús y de la Iglesia”, son quienes CONSAGRAN EL PAN; porque, como Jesús, lo toman en sus manos, lo agradecen y bendicen, lo parten y lo dan o distribuyen para todos. “El Señor es mi Pastor, prepara ante mí una mesa” (Salmo 23). Los bendigo en Jesús Buen Pastor. + Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Dom 3 Mayo 2020

Presidente de la CEC a obispos y sacerdotes

En el marco de la fiesta del Buen Pastor, que la Iglesia católica celebra el cuarto domingo de pascua, el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Óscar Urbina Ortega, envía un saludo especial a los obispos y sacerdotes del país, recordándoles que este momento que vive el mundo pide de todos los pastores ir adelante del rebaño para impulsar la apertura de nuevos caminos de fe y esperanza. “Que la fuerza del camino sea el testimonio sencillo entregado a nuestros hermanos, especialmente a los que sufren (…) Este momento complejo del mundo nos está diciendo que se abre también la puerta a un nuevo instante de la historia para que seamos buenos pastores, porque así abriremos caminos de futuro y esperanza para la Iglesia y la sociedad”. Por último, pide orar por el crecimiento de las vocaciones y felicita a todos los que han recibido del Señor el llamado al sacramento del sacerdocio.

Sáb 2 Mayo 2020

Llamado de los obispos en favor de las realidades indígenas, campesinas y afros

Ante el avance de la pandemia en la Amazonía y Orinoquía colombiana, obispos de estas regiones hacen un llamado urgente a las autoridades y a toda la ciudadanía, para que se actúe de manera efectiva y responsable en la atención a la población, considerando las condiciones y limitaciones que hay en estos territorios. En un comunicado de prensa los obispos reconocen el esfuerzo que viene adelantando el Gobierno para otorgar las ayudas a la población necesitada. Sin embargo “lo exhortamos, a actuar de manera eficiente, al constatar que muchas personas en condiciones económicas precarias y que no están incluidas en los programas de ayuda, no han podido acceder al circuito de entrega de víveres o dinero”. Hacen especial énfasis al recordar que si bien esta pandemia afecta a todos los colombianos, las desigualdades sociales que se viven en estos territorios pueden llegar a afectar en mayor escala a los más débiles y desprotegidos. Resaltan de manera especial su preocupación por lo que está aconteciendo en la cárcel de Villavicencio y con los habitantes de Puerto Leticia. Igualmente, ratifican el llamado a toda la población para que se mantengan cumpliendo con las medidas decretadas por el Gobierno Nacional, para la prevención del contagio masivo del virus. Aunque apuntan “reconocemos que estas medidas son difíciles de cumplir debido, a que, desde antes de estallar la crisis por el COVID19, la población amazónica y en especial los indígenas, campesinos y afros, ya se encontraban en situación de pobreza estructural, en condiciones de inseguridad alimentaria y malnutrición, sin acceso a la salud y al agua potable”. Los obispos se unen al llamado de la Organización de Pueblos indígenas de la Amazonía Colombiana –(OPIAC), en la que solicitan un diálogo urgente con el Gobierno Nacional, regional y otras organizaciones afines al tema, con el fin de buscar soluciones que ayuden a enfrentar este mal de la pandemia. Para este diálogo consideran ellos, es importante contar también con la “participación de las organizaciones indígenas y populares e implementar una estrategia que asegure alimentos y productos de higiene y limpieza, con el fin de afrontar en mejores condiciones la pandemia y la cuarentena durante los siguientes meses”. Por otra parte y en comunión con el llamado que hace la Conferencia Episcopal, de rechazar todo acto violento que atenta contra la vida de las personas, de manera especial contra los líderes y lideresas, instan al Estado a “hacer todos los esfuerzos para avanzar en la implementación de los acuerdos de paz, que daría un respiro y una esperanza al país y en general a las comunidades tan azotadas por las violencias”. “Pedimos acciones urgentes de las autoridades, para tomar las medidas necesarias que permitan frenar esta realidad dolorosa; así como, el poner punto final a la devastadora deforestación de la Amazonía, que en estos tiempos de cuarentena se ha agudizado de manera alarmante”, señala la misiva. Igualmente, animan para que durante este tiempo de pandemia se fortalezcan los espacios de espiritualidad y oración dentro de los hogares, se mantenga alerta frente a cualquier tipo de violencia intrafamiliar y se esté cercano a los más necesitados desde lo que permite el aislamiento social establecido. Finalmente, reafirman el compromiso de la Iglesia para seguir ayudando desde la Pastoral Social y las parroquias, tanto con recursos económicos, materiales y humanos, para aliviar de alguna forma la crisis que está generando esta emergencia sanitaria en la población más vulnerable de estos territorios. El comunicado que fue emitido este primero de mayo fue suscrito por: Mons. Óscar Urbina Ortega, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y Arzobispo de Villavicencio; Mons. Omar de Jesús Mejía Giraldo, Arzobispo de Florencia; Mons. José Figueroa Gómez, obispo de la diócesis de Granada ; Mons. Francisco Javier Múnera Correa, obispo diócesis de San Vicente del Caguán; Mons. Luis Albeiro Maldonado Monsalve, obispo diócesis de Mocoa-Sibundo; Mons. Nelson Jair Cardona Ramírez, obispo diócesis de San José del Guaviare; Mons. Edgar Aristizábal Quintero, obispo diócesis de Yopal; Mons. Jaime Cristóbal Abril González, obispo diócesis de Arauca; Mons. José de Jesús Quintero Díaz, Vicario Apostólico de Leticia; Mons. Héctor Javier Pizarro Acevedo, Vicario Apostólico de Trinidad; Mons. Francisco Antonio Ceballos Escobar; Vicario Apostólico de Puerto Carreño; Mons. Medardo de Jesús Henao del Río; Vicario Apostólico de Mitú; Mons. Raúl Alfonso Carillo Martínez, Vicario Apostólico de Puerto Gaitán; Mons. Joselito Carreño Quiñonez , Vicario Apostólico de Inírida; y Mons. Joaquín Humberto Pinzón, Vicario Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 1 Mayo 2020

Presidente de la CEC: "Como María, hagan lo que Él les diga"

En mayo la Iglesia católica celebra el mes de María, el mes del Santo Rosario, por esta razón el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Oscar Urbina Ortega, ofrece una reflexión, en estos tiempos de pandemia, en la que invita a “contemplar al ritmo del Ave María el amor de Dios nuestro Padre, la salvación que Cristo nos trajo y los dones que nos comunica el Espíritu”. Recuerda cómo María, durante las Bodas de Caná, dejó una frase que aún sigue marcando la existencia de la humanidad: “hagan lo que Él les diga”, así –continúa- “en este momento especial que vivimos esas palabras traducen la disponibilidad de ella para hacer lo que Dios nos pide, pues nuestro verdadero bien estará en hacer siempre la voluntad del Padre”. El también arzobispo de Villavicencio explica que, a ejemplo de María, la humanidad debe estar dispuesta a escuchar y poner por obra lo que Dios va indicando, “porque la vida es un don una tarea y una entrega de todos nosotros”. Finalmente, anima para que ante cualquier problema o adversidad que se presente en el hogar, se busque siempre una salida: “hagan lo que Él les diga, háganlo en familia”.